You are on page 1of 2
82 TENTOS DE LA REVOLUCION FRANCESA ' Roses pigeac } DISCURSO DEL 3 DE DICIEMBRE DE 1792 | 'N LA CONVENCION ! No hay ningtin proceso que instruir, Luis no es | en absoluto un acusado, Vosotros no sois jueces. | No sois, no podeis ser, sino hombres de Estado y represen iin. No tenéis que dictar sentencia contra un hombre, sino tomar una medida de oe Niele ur eed providers cional Luis fue rey y se ha proclamado fa Repiibtieay; la Famosa cuestion que os ocupa esti decidia eon es bras. Luis fue destronado por sus erime- anis.consideraba rebelde al pucblo francés; apels, para castigarlo, a las armas de sus coleges \ los tiranos; ta victoria 'y el pueblo han decidido que éLeta el tinico rebelde! luego Luis no puede ser juz- gaelos esti condenado ya, 0 la Repiiblica no queda! bsticlta. Proponer que se procese a Luis XVI, de| cualquier manera que se haga, es retroceder al cles- potismo real y constitucional; es una iden contratre- Yolucionaria, pues pone en cuesti6n a la Revolucidn | misma. En efecto, si Luis puede ser atin objeto de un! proceso, puede ser absuelto, pede ser inocente; iqué digo!, lo es presuntamente hasta que sea juz Uo; pero si Luis es absuelto, si Luis puede ser ino- cente, gen qué se convierte ia Revolucién? ‘Si Luis es inocente, todos los amigos de ta liber, tad pasan a ser unos calumniadores; los rebeldes, Se ais ke etn a acaba sche! ee ae tte wl Sab Rees, Peas Par Lah Euacmaie Cmca oie) Seren se esata eee fs soar emma a eh | Soasccee! ' | | | 4 | | i \ iit en cambio, st vuelven' los amigos|de ta verdad y los defensores di ta inoceneia oprimida. Los manifies- tos de las cartes extriinjeras son entonces recl|ma- “clones legititas contra una faccién poderosi\ La prisién que ha sufrido Luis hastajahora es un sigra- ivio injusto, Los federados, ef pueblo de Parts, todos {los patriotas franceses son culpables, y asf es¢ pran |procese entre el crinten i la virtud, presentadd ante: {Jel tribunal dé la Natiraleza, se decidira finalmente a favor del crimen i, de fa tir: dado, ciudadgaos, Os eng: DISCURSOS 83 is con idles fal- i is Is notinds del derecho civil y| positi | vo con los principios del derecho (le gentes; donfun | tts as relaciones enfte ciudadar}os con tase | ! nacjones respecto dun enemign, que, cons sit perjuicio. |Confuntlis también! tas. circunstapcias {de un puebio en pletia revohucidn con las pucblo cuyo gobiernd:esta bien agentado, | Confundis una nacién que, Fonservandd fa es- tructura del gobiernd, eastiga a Un funcionarig pu Mico con otta que aera el profi, gobierng sa mos ideas ordinarias)en una situncion éxtraorglina~ | tia, pendiendo de priheipios nunca aplicados} Como estamos habituados q ver que los detitos de tos que somos testigos se juiggan segin hormas uniformes, nos inclinamos naturalmente a cfeer que las rtacio- nes nunca pueden ser jtistas con hin hombre que ha vulnerado sus derechos, y, si no| vemos un jurrado, tun tribunal y un proces, no vemos tampoco justi- cia, Esas mismas pialabras, al apficartas a deus cis tintas de su uso comin, terminan engafiandonos. Ese es el poder natutal de la costumbre: considerar os hibits mas arbitrarios, 0 inchiso las institucio- ‘nes mas defectuosas, como el ctiterio absoluto de | | To verdadero y to falso, de to justo y lo injlsto. Ni {| siquiera pensamos que la mayor parte guardan ain | | los perjutciog que les dejé el Tesptismo. Hehos es- tado tan somtetidos a su yugo qué nos cuesta Tevan- \ ‘ | | je! otro S4_TRXTOS DE LA REVOLUCION FRANCESA farnos hasta los principios eternos de la raz6n, y todo lo que se remonta hasta el sagrado origen fas leyes se nos antoja ilegal, y hasta el orden misin de la naturaleza lo tomamos por un desorden. El majestuoso movimiento de un gran pueblo, él im- Pulso sublime de la virtud, es a nuestros timidos jos como la erupcién de un volcan o fa subversion de la sociedad politica; y no es ta causa menos im Portante de los problemas que nos preocupan ¢: contradiccidn entre la debilidad de nuestras costum: bres, la degeneracién de nuestros espiritus, y ta pu reza de principios y la fuerza de caracter que requie- re el gobicrno libre que nos atrevemos a procurar Lk Todas las hordas feroces del despotismo ‘se aprestan a desgarrar de nuevo el seno de nuestra patria en nombre de Luis XVI. Luis combate contra nosotros desde el fondo de su calabozo. atin dudamos de si es culpable, de si podemos tarlo como enemiga! Quiero créer que la Republica no es un nombre vacio con el que jugamos. {Qué ‘otros medios utilizarian sus enemigos para restaufar Ja monacqui Se Hama en su favor a la Constitucién. No voy a Fepetir aqui todos los argumentos incontestables ¢x- puestos por quienes han refutad esta objecién. So we esto, s6lo diré una cosa, para aquellos que ain no estén convencidos: la Constitucidn prohibe todo Jo que habéis hecho, Si s6lo se podia castigar a Luis con la inhabilitacién, no podiais haberlo hecho sin instruir su proceso. No teniais derecho a manteneife prisionero. En cambio, él tiene derecho a reclama- tos su libertad, daiios, perjuicios © intereses. Ia Constitucién os condena; id a echaros a los pies de Luis XVI para suplicar su perdén. Me daria vergiienza discutir en serio sus artima- fias constitucionales; las dejo para los bancos de las escuelas 0 de palacio 0, mejor atin, para los salones 1 | 7 } -t | | | | de Londres, Viena y Berlin, No puedo dispistar ex- | tenshmente sobre digo cuya mera puesta en euestion | me parece un escdndalo. Se dice que es pna gran | causa y que hay que juzgarla cn prudente y reposa- | da consideracién. |Sois vos quienes {4 habéis | convertido en una gran causa; es mas, sois yosotros | quienes ta habéis convertido fe una causa. {Qué DIscURSOS. 85 | encontrais|allf dé grande? {LA dificultad? No ¢El personaje? Ante fos ojos de {a libertad nada hay mds. Seen pea que un rey.| Ante los ojos de la humanidad, nada Nay mas culpable que un rey. Slo vis viles que él [... puede dominar a los que son Por ml parte, aborrezco fa! de muerte, ad- mitida por vuestras leyes, y nto por) Luis ni amor nt odio; s6lo odio sus erfmenes ...]. Pronuncio a disgusto esta fatal verdad, pero Luis debh' mort para que Ia patria viva [...]. Yo pido que la Convencion Nacional le declare desde este momento traidor a la nacién frpnocss y criminal contra la humanidad. RERO DE|I794* DIScUHSO DEL7 DE La democracia es un Estadp en el que e} pueblo soberano} guiado for eyes qu son obra suja, acta por sf mismo siempre que le ts posible, y, por sus delegados cuando ho puede oljrar por sf mismo, Es, plies, en 10s principios, del gobierno demo- cratico donde debéis buscar las reglas del vuestra conducta politica. i Pero para fundarly consolitlar entre nosotros ta democracia, para Jlegar al reihado apacible de las lepesiconstitucionnes, ex precko terminas fa guerra 7 En este discursa, fironunciado arte ta Convendidn, Rabes- pierre expica su conkepetin dela poli tevol para él debe ir ndwoluplemente umdb ata vitud | que,

You might also like