El neoliberalismo es una corriente económica y política asociada al capitalismo. Sostiene
que la economía se debe regir por el libre comercio, estar desregulada y privatizada, es decir, con menor intervención de las políticas del Estado. El término fue promulgado en 1938 por el economista alemán Alexander Rüstow y obtuvo especial popularidad a partir de 1980. El neoliberalismo considera que la intervención del Estado mercado promueve la ineficiencia a través de las regulaciones sobre las industrias, los altos impuestos y servicios públicos que no están sujetos a la competencia del mercado. El sistema neoliberal pretende capitalizar el accionar del Estado y generar mayor producción con menor inversión social. Esta premisa recae en un dilema debido a que en la práctica no resulta justa o equitativa. El neoliberalismo como filosofía económica surgió en 1930, ante la necesidad de replantear el liberalismo clásico que no resultó exitoso y ante el agotamiento económico del modelo capitalista. Desde la teoría, el liberalismo clásico defendía la libertad individual, el libre mercado, la igualdad ante la ley, la igualdad de género, el capitalismo, la propiedad privada, la democracia y el estado de derecho. Pero en la práctica, la corrupción y falta de moral no permitieron implementar esta teoría de manera total. El modelo capitalista defendía la circulación de gran cantidad de capital a nivel masivo, lo que implicó un aumento de la inflación y una destrucción de la economía. A partir de 1929 tuvieron lugar fuertes crisis económicas a nivel mundial, como la Gran Depresión. Los principales defensores del neoliberalismo consideraban que las políticas monetarias basadas en el modelo de John Keynes y la corriente liberal clásica fueron las causas de las crisis mundiales. En base a esos fundamentos, los conservadores neoliberales se postularon nuevamente en el poder, también a partir de la década 1980. El sistema neoliberal exige reducir la intervención del Estado con una menor carga impositiva y una menor restricción legislativa sobre mercado para que, de esa manera, las grandes empresas (que representan un grupo capitalista de la minoría) puedan ejercer control de los negocios, las industrias, la producción y el comercio interno y externo. Entre las principales características del neoliberalismo se destacan:
La privatización. Consiste en que los servicios como la educación, la salud, la
seguridad, la bancarización, entre otros, sean administrados por entidades privadas en lugar de estar regulados por el Estado. Es decir, que el acceso a los servicios está restringido solo a quienes tengan dinero suficiente. Las personas que no tienen acceso a una educación adecuada no podrán progresar en su trabajo y en su vida profesional. Por ende, la privatización de todos los servicios solo promueve beneficios para una minoría y la falta de calidad de vida para una mayoría. El libre mercado. Consiste en que los precios de los bienes y de los servicios se regulen en base a la oferta y la demanda, en un mercado libre de restricciones por parte del Estado. Defiende la apertura de las importaciones y el control por parte del sector privado. Si esa modalidad no es moderada y regulada, contribuye a un menor desarrollo de la producción del país y solo enriquece a quien puede importar y vender esa mercadería a nivel nacional. No promueve el crecimiento comercial del resto del sector productor, que se vuelve cada vez menos competitivo. La competencia. Consiste en fomentar la competitividad en toda relación laboral, tanto en el sistema productivo como en la oferta de servicios, a fin de obtener más variedad de opciones en el mercado. El problema surge ante la falta de regulación para establecer límites en el accionar comercial, lo que puede desencadenar en una competencia desleal a costa de la explotación laboral, de la difusión engañosa, entre otros. POLÍTICA COMERCIAL: La política comercial es el conjunto de regulaciones que determinan cómo se desarrollarán las relaciones económicas entre empresas o individuos locales y agentes del extranjero. En otras palabras, la política comercial engloba todo el marco legal al que están sujetas las importaciones y exportaciones. Esto, a su vez, varía para cada socio. Así, hay algunos países con los que pueden existir acuerdos comerciales y otros mercados con los que se establecen fuertes restricciones al intercambio de bienes y/o servicios. A. Herramientas de una política comercial restrictiva Los países cuentan con distintas herramientas de política comercial. Primero, nos centraremos en las restricciones o barreas que tienen como efecto aumentar el coste de la importación. Dichas medidas pueden clasificarse en dos: Barreras arancelarias: Son impuestos sobre las importaciones, los cuales a su vez se dividen en tres: Ad valorem: Se calcula como un porcentaje del valor de la mercancía. Específico: Se establece en función de la cantidad del bien importado. Mixto: Es una combinación del arancel ad valorem y el específico. Barreras no arancelarias: Son aquellas que no corresponden a aranceles: Cuotas a la importación: Es la aplicación de límites de unidades o peso máximo a la importación de un producto durante un periodo determinado. Medidas fitosanitarias: Son certificaciones que se requieren a ciertos productos para salvaguardar la salud de los consumidores. Cabe señalar que los países pueden adoptar estas barreras con el fin de proteger a los productores locales de la competencia extranjera, por ejemplo, bajo el argumento de la industria naciente. Otra herramienta que se puede usar para aumentar la competitividad de las empresas locales es el subsidio. Así, el Estado brinda un apoyo económico a las empresas exportadoras o de un sector sensible que compita con productos del exterior de menor precio.
B. Herramientas de una política comercial de apertura
Como contraparte, el Gobierno puede adoptar una política comercial de apertura hacia el exterior, reduciendo o eliminando las barreras anteriormente mencionadas. Por ejemplo, puede disminuirse el porcentaje del arancel ad valorem a ciertos productos. Asimismo los gobiernos pueden llegar, por ejemplo, a los siguientes acuerdos: Acuerdo de libre comercio: Se centra en la eliminación de las barreras comerciales dentro de la zona o área que delimitan los países buscando mayor armonización entre sus economías. Unión aduanera: Es el siguiente paso al acuerdo de libre comercio, ya que supone la inclusión de un arancel externo común entre los integrantes de la unión frente a terceros. Es decir, si Colombia y Perú se pusieran de acuerdo para tener un único régimen de aranceles sobre los productos importados desde Estados Unidos. Además de Unión Aduanera, existen otros tipos de acuerdo que van más allá de lo comercial, incluyendo la movilidad, por ejemplo, del factor humano y del capital, como es el caso del mercado común. Asimismo, cabe señalar que los países pueden establecer medidas de forma unilateral, reduciendo aranceles a ciertos productos provenientes de un país. POLÍTICA ECONOMICA: La política económica comprende las acciones y decisiones que las autoridades de cada país toman dentro del ámbito de la economía. A través de su intervención se pretende controlar la economía del país para proporcionar estabilidad y crecimiento económico, estableciendo las directrices para su buen funcionamiento. A medida que un gobierno va estableciendo una determinada política económica, se encarga del control de diferentes factores económicos importantes en la vida del país, como los presupuestos del estado o el mercado laboral. Por así decirlo, el Estado conduce la economía de su territorio con las herramientas de la política económica. Características de la política económica Las políticas económicas deben contar con un alto nivel de coherencia, coordinación e integración de las medidas fiscales y monetarias con las que se conforma, de cara a la consecución de los objetivos marcados y la búsqueda del bienestar. Gracias a un buen empleo de la política económica un país puede lidiar con importantes problemas sociales y coyunturales como la inflación, la pobreza, además de intentar contribuir al crecimiento económico del país. La política económica es específica de cada país o región, ya que ésta se elabora atendiendo a las características de cada territorio en el que se aplica y generalmente no es posible obtener idénticos resultados probándola por igual en dos países distintos. Esto sucede porque existen factores sociales, geográficos o ideológicos que convierten a cada país en único. No obstante, dependiendo de las ideologías y de los planteamientos económicos que existen en el mundo, pueden encontrarse distintas posiciones respecto al nivel de intervención que tiene que adoptar un gobierno en la vida económica de su país. Existen organismos internacionales que influyen en la toma de decisiones a la hora de plantear una política económica en específico, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Reserva Federal o el Banco Mundial. De igual modo, la política económica está estrechamente relacionada con las tendencias ideológicas y políticas existentes en el mundo y representadas por los poderes políticos de cada país. COMERCIO Y SU EVOLUCIÓN: El comercio es el intercambio de bienes y servicios entre varias partes a cambio de bienes y servicios diferentes de igual valor, o a cambio de dinero. La creación del dinero como herramienta de cambio ha permitido simplificar enormemente el comercio, facilitando que una de las partes entregue a cambio dinero, en vez de otros bienes o servicios como ocurría con el trueque. El comercio existe gracias a la división del trabajo, la especialización y a las diferentes fuentes de los recursos. Dado que la mayoría de personas se centran en un pequeño aspecto de la producción, necesitan comerciar con otros para adquirir bienes y servicios diferentes a los que producen. El comercio existe entre diferentes regiones principalmente por las diferentes condiciones de cada región, unas regiones pueden tener ventaja comparativa sobre un producto, promoviendo su venta hacia otras regiones. En los tiempos antiguos, el comercio se inició como un sistema de trueque, en el que se intercambiaba una cosa por otra. Los seres humanos prehistóricos hacían trueque de pieles de animales o servicios por alimentos. Gradualmente, se fue estableciendo el concepto de las monedas. Algunas sociedades primitivas utilizaban conchas o perlas como monedas, y en la Mesopotamia y Egipto las barras de oro servían de monedas, pero había que pesarlas cada vez que se producía un intercambio. El desarrollo de las monedas de metales, hecho que según estimaciones probablemente se produjo entre los años 700 y 500 A.C., estandarizó el concepto del valor y simplificó mucho el comercio. Ya fue posible contar las monedas en lugar de pesarlas, lo cual facilitó las transacciones. A medida que se comenzaron a fabricar las monedas de oro y plata alrededor del año 500 A.C., el comercio entre los países se hizo posible, ya que estos metales preciosos tenían un valor estandarizado en todos lados. Esto permitió que los países con un superávit de ciertos bienes vendieran éstos a otras naciones que los necesitaban. Mientras los fundamentos del comercio no han cambiado desde los tiempos prehistóricos, durante el último siglo se ha producido una gran transformación. En un momento, todo negocio era una pequeña empresa, en la que los comerciantes vendían artículos a los residentes locales o a otros negocios (por ejemplo, una tienda de ramos generales en un pueblo pequeño en los primeros años del siglo XX). Pero el surgimiento de las grandes corporaciones llevó al establecimiento de las cadenas de tiendas y los grandes almacenes. En 1980 nacieron las “supertiendas” – tales como Barnes & Noble o la siempre temida Wal-Mart- Las tiendas minoristas más pequeñas temblaban con la noticia de que una de estas supertiendas se instalaría en el pueblo. Con sus masivas economías de escala y precios bajos, las supertiendas o hipermercados obligaron a muchas tiendas más pequeñas a cerrar sus puertas. Pero durante 1990, el péndulo comenzó a oscilar de vuelta a favor de las pequeñas minoristas, a medida que el surgimiento del comercio en línea empezaba a nivelar el campo de juego. Los fundamentos del comercio en línea se establecieron en 1960 con el desarrollo del protocolo “Intercambio de Datos Electrónicos” (“EDI” de su sigla en inglés), lo cual posibilitó la transferencia de datos de forma digital desde una computadora a otra. Pero preocupaciones de seguridad impidieron la adopción de esta herramienta para uso general en las empresas hasta 1994, cuando Netscape desarrolló la encriptación “Capas de Enchufes Seguras”, llamada “SSL” por su sigla en inglés. Al mismo tiempo, surgieron los primeros servicios de terceros para el procesamiento en línea de las tarjetas de crédito, y VeriSign desarrolló los primeros certificados de identidad digitales para verificar una empresa en la red. A mediados de 1990, Amazon y eBay cambiaron la cara del comercio electrónico en los Estados Unidos. La capacidad de buscar libros a base a distintos criterios, de recibir recomendaciones personalizadas y de dejar críticas de las compras ayudó a la popularización de Amazon entre los consumidores. Mientras tanto, eBay dio a las personas la posibilidad de abrir sus propias tiendas en línea de manera sencilla y segura. El colapso de la burbuja digital o de las “punto.com” en el 2000 disminuyó el entusiasmo por el comercio en línea durante un tiempo. Sitios como Pets.com habían apostado demasiado al deseo de comprar todo en línea. Pero el mundo del comercio nunca volvería a ser lo que era antes. En 2004, se formó el Consejo de Normas de Seguridad para las Tarjetas de Pago (“PCI” por su sigla en inglés) para asegurar que los negocios en línea cumplieran con los requerimientos de seguridad para las transacciones financieras. Esta seguridad adicional ayudó a hacer más atractivo comprar en línea incluso para los que anteriormente le temían. Según datos de BI Intelligence, un 40% de los hombres entre 18 y 34 años de edad dicen que idealmente les gustaría comprar todo en línea. Mientras los jóvenes se cuentan entre los compradores en línea más activos, hoy en día las mujeres, los llamados Baby Boomers, e incluso personas de mayor edad son activos compradores en línea. La nueva generación de millennials, nacida entre los años ’80 y ’90, es la que gasta la mayor cantidad en línea, tanto en dólares (un promedio de US$ 2.000 al año), como en términos del porcentaje de sus ingresos (9%). A medida que esta generación joven envejezca, su familiaridad con el comercio en línea le dará forma al futuro del comercio. En 2011, en EE.UU., las ventas de los comerciantes que operan exclusivamente en línea, o “e-retailers”, superaron por primera vez las ventas de las cadenas tradicionales con tiendas físicas, según un reporte de comScore. Esta brecha siguió profundizándose con las ventas de los e-retailers aumentando mucho más rápidamente que los sitios web de las tiendas tradicionales. Se espera que las ventas del comercio en línea alcancen más de US$ 400 mil millones durante los próximos años: Forrester Research proyecta ventas de US$ 414 mil millones y eMarketer estima ventas de unos US$ 491,5 mil millones. Sin embargo, una nueva contra-tendencia ya empieza a ocurrir en la que los vendedores web comienzan a lanzar tiendas físicas para satisfacer el deseo de los consumidores de ver, probar y tocar los artículos antes de comprarlos. NastyGal, Warby Parker y Bonobos se cuentan entre los vendedores online que han logrado la incorporación del comercio físico a su modelo de negocio. De hecho, un estudio de Accenture en 2013 indicaba que un 65% de los compradores en línea planificaban primero investigar los productos en línea y luego ir a una tienda física para comprarlos. El deseo de evitar los costos del envío (47%) y de poder tocar los productos (46%) son las razones más comunes de los consumidores para comprar en una tienda física. Por supuesto, existe también la tendencia contraria. Muchos consumidores visitan las tiendas físicas para tocar y examinar los productos, y luego buscan los mejores precios en línea. El mayor cambio que se esta dando hoy en día es el comercio on line con dispositivos móviles. Según comScore, en 2014 se produjo un punto de inflexión, y la mayoría de las interacciones con los sitios web del comercio minorista ahora ocurre en los equipos móviles. Esto no significa que la mayoría de los clientes ya están comprando a través de los equipos móviles – todavía – pero sí indica que están investigando, buscando y comparando precios desde el móvil.