INSTANCIA EVALUATIVA DE PROCESO

TÉCNICAS PROYECTIVAS PSICOPEDAGÓGICAS II

Alumna: Linda Castelli

1) Elaborar un cuadro donde se articulen escenas de la constitución

subjetiva en el caso Nadia. puntos 1-2-3. Elegí solo una escena y ponela a
conversar con autores varios.
Constitución subjetiva
Punto 1: “El pequeño otro”
Escena N°1
El 12 de Octubre, cuando vuelvo, está
en la cama, en su dormitorio. Se
precisa la posibilidad de un contacto
conmigo: sonríe y parece encantada
cuando le hablo. Va a sentarse en lo
alto de su almohada, todavía más
sonriente.
13 de Octubre.
En cuanto me acerco a ella, una
sonrisa ilumina su cara ojerosa, hoy
tiene mucha fiebre. Entra en contacto
físico conmigo jugando con mi mano
que descansa en el borde de la cama,
tirándome de los dedos y hasta
lamiendome.
15 de Octubre vuelve a dirigir su
demanda. Sonríe cuando me acerco a
ella, después lanza en mi dirección,
breves gritos cuando me acerco a otro
niño del lazareto de quien también me
ocupo y, finalmente se echa a llorar.
Entonces renuncia, me vuelve la
espalda, coloca su pulgar en la boca
sin succionar y cruza la otra mano
sobre la primera. Imprime a sus
manos un movimiento de balanceo y
se acuna a sí misma.
Rosine Lefort realiza algunas
consideraciones teóricas que ayudan
a explicar la constitución subjetiva en
relación a Nadia.
Lo primero que nos dice es en
relación a ella con Nadia, el vínculo se
limita a nivel de la voz y la vista, lo
soportable para ella.
Es Nadia la que pone límites, es lo
Real de los cuerpos lo que imposibilita
esa relación.
En lo Real hay registro solo de lo que
respecta a lo simbólico y lo
imaginario, siendo lo simbólico lo que
más se destaca, el cual se hace
evidencia en la demanda que Nadie
dirige a Rosine.
Lo simbólico se funda en el acceso al
significante, y es precisamente la
articulación con lo real. Esa
transmisión es mediante la palabra
que dará la concepción de Otro que
es lo que falta en Nadia.
Punto 2 “El gran otro”

Escena N° 2

El 23 de Octubre me siento en el Rosine nos explica el proceso en el

suelo cerca de ella. No hace nada; que Nadia registra su existencia a
cerca de ella hay un cubo. Su mirada través del pequeño otro. Es cuando
es mortecina, tiene muy mala cara. Le aparece otro niño en escena, el cual
sonrió pero no la tocó. No responde y saca el cubo a Nadia y ella recurre a
me mira sin que ningún sentimiento se la autora tendiendo los brazos por
refleje en su rostro. Parece primera vez.
indiferente. Es el modo en que el niño lleva a
Otro niño se acerca a mí. Entonces Nadia hacia el adulto, la conduce al
me tiende los brazos, primero con Otro.
vacilación, después los mantiene En cuanto al autoerotismo oral,
tendidos; pero las manos estan Nadia en la sesión del 28 de Octubre
vueltas hacia atrás, con las palmas hunde su dedo en la boca de Rosine,
hacia arriba. como si el objeto erotico sacado de su
De nuevo otro niño se acerca a mí y cuerpo no pudiera cumplir esa función
me toca. Ella se echa hacia atrás, sino en relación con el hueco de la
poniendo de manifiesto un gran boca.
disgusto por el compacto de ese niño. El objeto del dedo no excita su
Se criapa y su rostro se cierra. boca sino con la condición de que
El día 24 de Octubre quiso venir a esté en el lugar del objeto que me ha
mis brazos y explora mi boca, por quitado, que me ha hecho perder: el
primera vez balbucea un poco. otrro niño o el lápiz.

El 27 de Octubre la sesión tiene

lugar, como las anteriores en el
dormitorio, donde hay siete camas.
Nadia sonríe desde que entro, y me
reconoce muy bien. Cuando ve que
tomo la silla para sentarme cerca de
ella se ríe balbuciendo. Se acomoda
en lo alto de la almohada y después
de algunas vacilaciones se inclina y
pone su dedo en mi boca.

28 de Octubre continúa su contacto

conmigo. En cuanto me acerco a ella
se agita, hunde su dedo en mi boca,
lo chupa y vuelve a ponerlo, después
pasa a mis dedos, lo sacude, y se
detiene bruscamente, como si la
desconcertara el hecho de no poder
hacer como con el lápiz, separarlo y
arrojarlo para que yo la recoja.

Punto 3: “La pulsión escópica”

Durante estas sesiones la autora
Escena N° 3
concierne el tránsito de Nadia de la
El 9 de noviembre cuando llega al
invidia osea aquello por lo que parece
dormitorio por la mañana, duerme.
gozar, hacia la pulsión escópica,
Duerme boca arriba, con los brazos
hacia la percepción ella misma como
encima de la cabeza, manos abiertas,
unidad.
las palmas hacia arriba.
En la manipulación del auto se puede
Una vez que le he puesto en el diván,
observar como este es transformado
toma un autito verde; pero lo
en objeto con el cual puede negárselo
abandona, varias veces consecutivas,
a Rosine.
con un reflejo de la mano. Termina
Tanto el auto como el pollito no
por tomarlo y conservarlo riendo a
tienen nada que ver con una
carcajadas; lo pone contra su boca,
necesidad, sino con la demanda de
después contra la mía, me golpea con
Nadia.
bastante fuerza, riendose. Después
arroja el auto para tomar el pollito, con Los objetos son reales porque están

el que hace el mismo juego, lo pone allí, sobre mi cuerpo y ella también lo

contra su boca, después contra la sabe.

mía, aprieta también su mano contra Comienza un sentido pulsional a

mi boca gorjeando alegremente. dirigirse al cuerpo de la autora

El 12 de noviembre me entero de que dándole significado al cuerpo del otro.

Nadia, por la mañana, se ha negado Se evidencia una diferencia entre la

espontáneamente a tomar su
 desayuno si no era en el biberón. invidia y la pulsión, ya que el objeto ya

Comienza la sesión en su cama. Mira no es un elemento de fascinación,

los juguetes y salta de alegría sino un elemento que implica

mirándome. Arroja el auto al suelo, y necesariamente al otro.

después el bizcocho, y me tiende los Durante esta escena Nadai se la ve

brazos para venir a mis rodillas. Allí
que la haga saltar y que la bese;
después se inclina y toma uno a uno
los juguetes de la cama para echarlos
al suelo.
feliz por momentos, haciéndose ver y
buscando el contacto estrecho, por lo
que comenzó el paso en relación con
el otro iniciando la adquisición del
narcisismo.

Tomando la escena N° 2 tiene como escenario principal a Nadia es un vínculo

con Rosie, y el contacto que comienza a establecer con ella a través del tacto,
principalmente de su dedo en la boca, lo que me llevó a pensar en la teoría de las
zonas erógenas que desarrolla Freud.
“Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad”, Freud introduce la teoría del
desarrollo psicosexual y dedica un capítulo a la etapa oral.
La etapa oral es una de las etapas psicosexuales propuestas por Freud, que
abarca desde el nacimiento hasta aproximadamente el primer año de vida,
sosteniendo que esta etapa es la zona erógena principal y la fuente de placer se
encuentra en la boca.
Ubicando a Nadia en ese proceso de constitución subjetiva, construida según
el psicoanálisis por la relación con su madre, pero al carecer de ella en ese caso será
un otro el que permite esta constitución.
Rossie es quien comienza a establecer la presencia de este otro, en el que
puede descubrir las caricias, la atención y la palabra; abriendo para ella la zona
erógena, como vivencia de satisfacción.
Para Freud esta fase oral es la primera etapa en la cual el placer se centra en
la boca, por lo que es importante que el bebe experimente como conocer al mundo a
través de la boca.
Hay una escena de Nadia en donde constantemente toma al muñeco del
animal contra la boca de Rosie y luego contra la suya, lo lame y repite una y otra vez
la misma acción, permitiendo el autoerotismo, satisfacer su propio cuerpo.
Los labios de Nadia se comportan como zonas erógenas, que satisface y da
placer, asociándolo al placer de la succión.

2) Relacionar el caso “la niña del punto final” con un marco teórico o varios de elección
personal en clave psicopedagógica. Recupera, vuelve, relee a psicopedagogas/os que
aportaron psicopedagógicamente …que dirían o analizarían desde su quehacer lo que
Gisela Untoiglish hace desde su lectura personal.

En este capitulo Untoiglich plantea como pregunta ¿Cuales son los efectos del
terrorismo de estado a lo largo de las generaciones?.
Para eso se hace referencia a los procesos de cada sujeto en lo que se le ha
transmitido de generación en generación, aquello que es transmitido y aquello que es
recibidor.
Para esto el recorte clínico nos presenta a Agustina la cual su mamá descubre
que es de desaparecidos durante el último proceso militar.
Su motivo de consulta es la falta de atención, por su dispersión e inmadurez,
anticipándose a un diagnóstico de TDAH.
La primera entrevista nos hace pensar en los procesos de historización en
Agustina.
Wettengel, Luisa expresa que el sujeto se encuentra en una gran disyuntiva de
ser para sí mismo, una negociación entre el narcisismo del niño y el narcisismo
parental, ser como heredero, a la manera de eslabón en una cadena de continuidad
entre generaciones de la cual se sirve. Este sujeto nace, y es su subjetividad lo que se
va constituyendo en los anudamientos del bagaje biológico, con el cual llega, los
anhelos, deseos y temores. Este proceso hace al trabajo de historización y a lo que el
recorte clínico nos muestra, la construcción de su historia vital.
Identidad como un derecho de cada sujeto, no sólo entendida como una historia
individual, como conjunto de circunstancias que a lo largo del tiempo constituyen el
entramado de relaciones en las cuales se inserta y cobra sentido algo, el mismo que
en una época y/o generación la determinó, dejó huellas y a su vez secretos; puesto
que no toda historia familiar se transmite completa. La identidad del sujeto, carga con
este bagaje inconsciente, que forma parte de su subjetividad histórica determinada.
Cuando un ser humano nace, su subjetividad se
En el ámbito psicopedagógico la historia vital nos permite mirar la encrucijada
entre dos familias: la paterna y la materna. El ejercicio de sus funciones está
atravesado por la relación que cada uno de los padres ha tenido con sus propios
padres y por la posibilidad más o menos lograda de haber dado posicionamiento de
hijos para donar ese espacio a sus descendientes. Es la propagación de la memoria
familiar lo que teje las redes de la historia para este heredero, lo que de una manera u
otra constituye a su psiquismo. Durante el relato nos encontramos con la historia de la
mamá de Agustina, donde ella misma se encuentra en un proceso de historización, al
cual la historia oficial hasta el momento ya no es posible ser sostenida, necesitando
ser reconstruida, siendo atravesada por su propio proceso de madre de una niña a la
cual es alcanzada esa angustia.
Se abre un proceso de diagnóstico en el que el síntoma de Agustina se pone
en juego.
En la primera pregunta que se le hace es porque viene a este espacio a lo que
ella dice que no puede atender a la maestra e interpelandola en la pregunta qué es lo
que no la deja atender dando lugar a la angustia.
Agustina ha perdido ese placer por aprender, y citando a Alicia Fernandez es el
espacio terapéutico el que tiene como tarea principal ayudarlos a recuperar el placer
por aprender.
Posicionarse en el quehacer psicopedagógico del diagnóstico me lleva a
realizar dos preguntas: ¿Cómo ha sido la escucha y la mirada sobre Agustina? ¿Que
preguntas abrirán paso entre lo que conoce y lo que no conoce de Agustina?-
Alicia Fernandez nos habla de las preguntas en la tarea psicopedagógica,
aportando principalmente la autoría de pensamiento que abre a la creatividad en el
proceso.
Esta autoría de pensamiento es sostenida por los aportes teóricos como es el
caso de los test, hay que recordar que Agustina llega con un apresurado diagnóstico
de trastorno de hiperactividad.
Los padres relatan que pierde todo, no termina de copiar en clases. Alicia
Fernandez subyace a los diagnósticos de déficit atencional se encuentra situados por
un antiguo concepto de atención, partiendo de las funciones neuropsicológicas, sin
tener en cuenta la subjetividad del sujeto y su inteligencia.
En este caso el profesional utiliza los test como la teoría, la cual es esa red que
sustenta y que permite transitar en el camino de accionar y pensar nuevos recursos y
descubrir que utilizar en cada ocasión. Es así donde este entramado va dando lugar a
lo que Agustina necesita tramitar.
Para Agustina el trabajo de subjetivación permitió recibir fragmentos de su
historia y procesarlo junto a sus padres.
Agustina expresa en su canción final “...y así viviré feliz”.
Bibliografía
● Fernandez, Alicia (2009). “La potencia atencional de la alegría”. Rev.
psicopedagogía. vol.26. São Paulo
● Fernandez Alicia (2002) “La inteligencia atrapada” Buenos Aires, Editorial Nueva
Visión.
● Wettengel, L. (2008). Los senderos de la transmisión, en Niños que no aprenden.
Actualizaciones en el Diagnóstico Psicopedagógico S. Schlemenson (comp) Editorial Paidós.
Buenos Aires.
. ● Wettengel, L. ((2001.)“Los senderos de la transmisión” en Schlemenson, S., (comp.),
Niños que no aprenden. Buenos Aires, Paidós, 2001.
● Freud Sigmund, (1905) “Tres ensayos sobre teoría sexual” 1905