You are on page 1of 2

El 24 de mayo de 2015 solemnidad de Pentecostés el papa Francisco publicó un documento titulado

laudato sí, dedicado a hablar sobre el cuidado del medio ambiente.


Este texto es una carta encíclica, a diferencia de otros documentos anteriores y está escrito por propia
iniciativa de Francisco.
En 2013 publicó Evangelii Gaudium, que era una exhortación apostólica, es decir, un documento
elaborado a partir de las conclusiones del sínodo de los obispos. El 11 de abril de 2015 salió a la luz la
carta apostólica misericordia vultus una bula, mediante la que anunció el año Santo de la misericordia.
Laudato si está dividido en 7 bloques repartidos en 6 capítulos y una introducción. No es un texto muy
largo, a pesar de que está constituido por 246 puntos.
Termina con dos oraciones, una por nuestra tierra y otra junto a la creación.
El título del documento proviene de las primeras palabras del texto, laudato sí, mi señor, que están
sacadas del cántico de las criaturas, escrito por San Francisco de Asís.
Los capítulos que veremos en detalle son.
Lo que le está pasando a nuestra casa.
El Evangelio de la creación.
Raíz humana de la crisis ecológica.
Una ecología integral.
Algunas líneas de orientación y acción.
Y educación y espiritualidad ecológica.
A continuación vamos a profundizar en la introducción punto por punto.
Al igual que hacía San Francisco de Asís, el papa nos invita a reconocer que nuestra casa común, el
planeta, es también como una hermana que nos sustenta y gobierna y produce diversos frutos con
coloridas flores y hierba.
Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los
bienes.
Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores y por eso considera que la tierra
está entre los pobres más abandonados y maltratados. Nos olvidamos de que nosotros mismos somos
tierra.
Los puntos 3 al 6 los dedica a hacer un recorrido por diferentes documentos escritos por otros papas
anteriores a él.
Ah minterrey de San Juan xxiii, está escrito para todos los católicos, pero se dirige también a todos los
hombres de buena voluntad.
Francisco hace suyo ese llamamiento para poder entrar en diálogo con todos los seres humanos del
planeta, sean o no católico.
En octogesima adveniens el beato papa Pablo sexto se refirió a la problemática ecológica,
presentándola como una crisis que es una consecuencia dramática de la actividad descontrolada del ser
humano.
Los progresos más extraordinarios se vuelven contra el hombre si no van acompañados por un
auténtico progreso social y moral.
San Juan Pablo segundo habló repetidamente sobre este tema, decía, entre otras cosas, que el ser
humano parece no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente aquellos que
sirven a los fines de consumo y uso inmediato.
Muchas veces llamo a una conversión ecológica global diciendo que el desarrollo humano tiene que
incluir el respeto de la persona y del mundo natural.
Benedicto 16, volvió a insistir en que la economía mundial y los modelos de crecimiento tenían que
cambiar porque actualmente parecen incapaces de garantizar el respeto al medio ambiente.
Decía que el ambiente natural y el social están llenos de heridas surgidas del pensamiento de que la
libertad humana no tiene límites.
Entre los puntos 7 y 9 habla sobre el aporte a este tema de otras personas fuera de la Iglesia católica e
incluso de otras religiones.
El patriarca ecuménico Bartolomé ha expresado la necesidad de que cada 1 se arrepienta de sus
propias maneras de dañar el planeta.
Dice que un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra
Dios, así como llama la atención sobre las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales.
Después dedica 3 puntos a hablar sobre San Francisco de Asís, del que tomó el nombre por ser un
ejemplo de excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral. Mi vida con alegría y
autenticidad.
San Francisco entraba en comunicación con todo lo creado y en él se advierte hasta qué punto son
inseparables la preocupación por la naturaleza.
La justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.
Mencionando a San Buenaventura, discípulo de San Francisco, dice que esta convicción no puede ser
despreciada como un romanticismo irracional.
La introducción termina con el llamado del Papa, invita a todos los seres humanos a buscar un
desarrollo sostenible e integral y recuerda que las cosas pueden cambiar, así como reconoce, alienta y
da las gracias a quienes trabajan por la ecología y especialmente a quienes combaten las
consecuencias que tiene la degradación ambiental sobre los más pobres del planeta.
Lanza una invitación a replantear el diálogo sobre cómo estamos construyendo el futuro del planeta e
indica que muchos esfuerzos para buscar soluciones suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los
poderosos, sino también por la falta de interés de los demás, incluso entre los creyentes. La
introducción termina recordando esta carta encíclica se agrega al magisterio social de la Iglesia y
aspira a que nos ayude a reconocer la grandeza, la urgencia y la hermosura del desafío que se nos
presenta. Los puntos 15 y 16 finalizan explicándolos capítulos que vendrán a continuación y que
nosotros veremos.
En los próximos vídeos no te los pierdas.
Hasta aquí con este punto comparte este vídeo y recuerda, haces falta para cambiar El Mundo ánimo
no temas.

You might also like