Prélogo
—Quiero el divorcio.
Aquellas palabras, dichas con frialdad, fueron tan
repentina que Emilia se qued6 con la cuchara de
sopa a‘mediocamino mirando la seria expresion
de su marido. Confundida solo atino a sonreir
educada mas no dijo palabra alguna.
EI silencio rode6 el comedor y la pareja de
casados solo se quedaron mirando uno al otro.
Emanuel.chasque6 la lengua,,impaciente.
—Quiero:que te vayas de la:casa lo mas pronto
posible, en lo posible hoy o mafiana. Que tu
abogado hable con el mio. Te dejaré el
departamento, yo me quedo con Ia casa —
agreg6 molesto.esperaba, pero después de tres afios de
matrimonio donde “casi" viven tranquilos podria
no comprende la repentina decision y esa
impaciencia de que abandone ya la casa. Pero lo
sabe, sabe que es por ella, por esa mujer, que él
siempre ha afiorado tanto. Se mordid la lengua,
resignada, bajo la cabeza conteniéndose.
Emanuelsuspiré llevandose las manos a su
cabello. Quisiera golpear la mesa y hacerla
reaccionar, pero prefiere no hacerlo. Los ojos
verdes de Emilia siguen tan fijosen él que siente
que lo quema, los odias.
—Esto no esta funcionando, intenté cumplir
como marido pero se acabé —mascullé
Emanuel, aunque su razon es otra.
Y es que Emilia a pesar de parecerse
fisicamente a ella, su ex prometida, es tan
distintasSe notaila diferencia de quien fue
educada por una institucion de huérfanos, a una
educada por una familia de clase alta.
"Cumplir como marido" Emilia aprisioné ambas
manos al escucharlo, si cumplir le llama a casi
no vivir en esta casa, a compartir cama solo unpar de veces, ser infiel, a ignorarla, mirarla como
si fuese inferior a él, sacarle en cara que su
comportamiento no es igual a su amor platénico,
y solo recordarla para las fiestas familiares por
no querer dar explicaciones a su madre,
entonces no quiere esa clase de compromiso.
—Te adverti al casarte conmigo, no soy ella, no
labusquesenmi, no.soy la sustituta de tuamor
de juventud —tartamuded Emilia.
Ella lo ama, a pesar de todo, lo ama. Recuerda
hasta ese dia que él bajé corriendo de'su auto
llamandola por un nombre que no era suyo. Que
la siguié a pesar de que intento evitarlo sabiendo
que nada bueno iba a traer con enamorarse de
un hombre que buscaba en su similitud a un
amor perdido. Y al final acepto:casarse, aunque
sabia que asumir.un rol que no era suyo tarde.o
temprano iba’a acabar de esta forma.
Emilia no se enamoré de su apariencia, sino de
el amor que parecia profesar a ella. Pero la
engajid, no solo por las mujeres con que se
acostd los afios que estuvieron casados, sino por
esa promesa que le hizo antes de casarse. Le
prometié que la queria a ella, a Emilia, no como
una sustituta.Y aunque le duele debe reconocer que la verdad
es que Emanuel nunca la am6, solo volcé el
amor arrepentido, el amor desesperado, por
aquella otra mujer en ella.
Aunque no esta demas decir que su marido es
un-hombre apuesto, alto, elegante, de cabellera
negra, y con un lunar debajo de su ojo derecho.
Sus ojos son grises y sus pestafias casi tan
largas como las suyas. Pero su.coraz6n frio solo
es calido para su amor de juventud, no para su
esposa. Ajiora el pasado e ignora su presente.
No hubo palabras de parte de él y Emilia se
levanté de la mesa caminando hacia las
escaleras.
Emanuel no va a decirle que acaba de saber que
la mujer que él ama sigue viva, y no va.a seguir
atado a la sustituta que eligid para casarse. Pero
desconoce que Emilia ya lo sabe, ella escuché
su conversacion con el detective.
—Esta bien, acepto, pero quiero la segunda
casa, no el departamento, y asi aceptaré
divorciarme de ti y no volver jamas a aparecer entu vida.
—Trato hecho —respondié Emanuel con
indiferencia.
las
la espaCapitulo 1
Fue un dia de primavera cuando Emilia
caminaba a su trabajo. Los cerezos en flor
dejaban caer sus pétalos rosas y blancos, como
copos de nieve de primavera.
Cruzo el paso peatonal, apresurando el paso
para no llegar tarde a su trabajo.
Apenas habia subido a la vereda cuando
escucho un bocinazo y de la nada vio un auto
negro detenerse en la calle causando
aglomeracién de inmediato. Un tipo alto y
apuesto baj6 desesperado de su vehiculo y de
improviso.se colocé delante de ella. El cabello
negro de aquel hombre, con un traje que'luce
muy caro y.le queda muy bien, mas\sus
penetrantes ojos grises, la cohibieron de
inmediato. Tiene un lunar bajo su ojo derecho
que le da mayor realce a su ya atractiva
apariencia. Es como si estuviera frente a uno de
esos guapos actores de la television.Emilia asustada lo miré confundida. No lo
conoce, tampoco se le hace similar a un ex
compafiero de clases 0 de algun otro trabajo, o
cualquier otro que pudiera conocer. De seguro si
lo conociera no seria alguien que olvidara.
—jéEres tu?!... No puede ser —exclam6 el
desconocido de la nada intentando tomarla de
las manos.
El hombre luce desesperado y a pesar de que
sonrie, asustada la ansiedad desbordante de su
mirada, La mujer retrocedié confundida.
—{Por qué no volviste? {Qué dira tu padre, tu
hermano, todos quienes te hemos llorado con
tanta desesperacion? Rose {Ddnde.has estado?
Vamos;salgamos de aqui —le dijo en modo de
suplica.
Ver a un tipo asi, con aires de rico y altanero,
suplicandole a ella fue aun mas confuso. Pero al
escuchar el nombre de "Rose" entendié que no
es a ella a quien busca. Se llevé la mano al
pecho respirando con mas calma y luego movid
la mano negandose a ese nombre.—Me ha confundido, mi nombre es Emilia. Y al
decirlo aquel tipo la contemplé con mas atencién,
incluso tomandose el atrevimiento de tomarla de
ambos hombros para acercarse aun mas. Sonrid
ala fuerza, avergonzada, la gente a su alrededor
se ha detenido observando a la extrafia pareja.
El hombre mientras mas la mira mas arrugaba el
cefiomolesto»Los ojos de esta chica son verdes,
los ojos de Rose eran de color miel. Incluso sus
movimientos son distintos, esta mujer ha tomado
sus manos y las ha alejado de sus hombros
bufando molesta. Rose era una sefiorita educada
que nunea se atreveria a tocar las manos de un
hombre desconocido. Ademas su cabello era
liso, castafio, y bien cuidado. Esta chica en
cambio solo se ato una cola y su Cabello rojo
ondulado cae con desorden. Fisicamente es muy
similar, pero no es ella.
—Sefior Stravros—dijo el chofer de su auto
bajando apresurado—. Los bocinazos han
subido; necesitovestacionarme!:.
—No es necesario —exclam6 molesto
cambiando totalmente su actitud anterior,
dandole la espalda a Emilia—. Vamos, fue todo
un error.Se siente tan desilusionado que a duras penas
contiene su rabia. Por un momento pensé que el
milagro que tanto rogaba se habia vuelto real.
Pero no era asl, sin embargo una ligera idea
rondé su cabeza. Detuvo sus pasos antes de
subir a su auto, y con aires de superioridad
pregunto a la mujer que aun desconcertada se
mantiene impavida en su lugar.
—zCuél es tu nombre? —dirigiéndose a ella.
Emilia solo lo miré para luego chaquear la lengua
aferrandose:aun mas a su cartera {De verdad
cree que le va a dar su nombre a un loco que
cruza la calle, la llama por otro nombre y hace
todo este espectaculo sin importarle nada?
Podria tratarse incluso de un psicépata.
—No.tengo porque decirselo, sefior—dijo
dandole la espalda y apresurando su paso.
No insistié. Su orgullo no se lo permitia. Pero
dentro del auto, Emanuel Stravros sintid que su
corazon sigue latiendo con fuerzas. Se parecia
tanto, la expresién en su rostro, los labios
entreabiertos asustada con su repentinapresencia. Incluso hasta el tacto con sus manos.
Suspiré dolorosamente, pensd que era ella. Que
Rose segula viva, que no se habia lanzado al
acantilado y que todo eso no habla sido mas que
una pesadilla. Se llevé las manos a la cabeza
con desesperacion.
El dolor que creyé que al fin habla sanado volvid
en cuanto vio a esa mujer cruzar la calle. La
herida lacerante de su pecho, la culpabilidad que
lo torturaba, esa ansiedad de estrechar en sus
brazos a la mujer que perdid. El.solo creer que
era ella le hizo perder la cordura bajandose del
auto y cruzando la calle sin mediar el peligro. No
era un fantasma, ni un producto de su
imaginacién, era ella. Sin embargo, al verla con
mayor atencion, al escuchar su forma de
expresarse, se dio cuenta que no era mas que
una copia barata de ex-prometida.
Apreto los dientes con tanta fuerza que se
mordié los labios sacandose sangre.
—Crist6bal —exclam6 llamando a su chofer—.
Averiguame informacion de esa mujer y de la
empresa HTM Asociados.Dijo esto ultimo acordandose de la carpeta que
la mujer llevaba en sus manos. Puede que no
sea donde trabaje como puede que si. Pero es la
Unica pista que tiene ahora.
—Lo intentaré, sefior...
—No quiero que lo intentes, quiero que lo hagas
—lo interrumpié Emanuel con severidad.
Ante esas palabras y el tono de su jefe, su chofer
solo.movi6éla cabeza en forma afirmativa. No va
a ser facil averiguar la informacién de una mujer
que solo han visto una vez en la calle. Suspir6é
con disimulo.
"Que tipo mas raro" penso Emilia desde cierta
distancia viendo al auto alejarse.
Luego siguié su camino.Capitulo 2
—Su nombre es Emilia Lopez, no tiene familia,
solo tiene relaciones con sus compaiieros de
trabajo.y.los tutores de la institucién infantil en
donde se crio. Trabaja para HTM Asociados
desde hace dos aiios, esta bien calificada en su
trabajo. No se le conoce amistades. Ni
pasatiempos tampoco. Su cumpleajios es el 25
de noviembre y tiene veintiséis afios. Su
profesién es administracién de empresas.
El hombre habl6 con seriedad y tensién,
intimidado por la grave expresion de su cliente.
Por el gesto de aquel individuo de ojos grises es
claro que no parece muy conforme'con’su
investigacién, pero dado el poco tiempo que le
dio es todo lo que pudo recabar en un par de
horas..Aun asi se :mantiene impavido, en su
lugar, sin moverse un centimetro.
Luego de este escueto resumen, Emanuel
Stravros recibié una carpeta con el resto de
antecedentes, como direccién, numero
telefénico, etc. Y las fotos. Oje6 cada documentosin decir palabra alguna. No esta satisfecho
aunque es suficiente. No puede negar que su
chéfer y guardaespaldas, es un buen
investigador. Con un gesto en la mano le indicé
que saliera de su oficina.
Apenas Emanuel estuvo solo volvié a revisar
cada foto. En verdad se parece a Rose.
Demasiado. Que burla del cielo de crear dos
seres humanos tan iguales y a la vez tan
distintos. Con su dedo pulgar cubrié los ojos de
la foto |de aquella mujer, sin.esos ojos verdes es
como si fuera ella, su ex prometida. Aunque la
edad de ambas difieren en afios, esa chica es
mas joven que Rose.
Se llevé la mano a la barbilla, pensativo. Por
culpa'de'su deseo y obsesién hacia Rose nunca
ha podido hastasahora cumplir la peticién dersu
famniliayasarse y tener un heredero. Eso no
quiere decir que no ha llevado a otras mujeresia
la cama, pero ninguna ha logrado Ilenar ese
vacio. Y no es que planeé hacer familia con esa
mujer que encontré en la calle y que se parece
tanto a ella. Sino que si logra meterla en su
cama puede que al cumplir su deseo de hacerla
suya, como no pudo con Rose, al fin acabe con
esa desesperacion incontrolable."Tener un hijo con una mujer de esa categoria
seria mi ruina"
Bufé con burla. Ahora Qué pasa con su "amor"
hacia Rose? Es evidente que no va a
obsesionarse de la misma forma por una mujer
simplemente porque se parezca a ella, jamas
otra podra ocupar ese lugar. Rose un dia
volvera, lo sabe aunque todos digan que es
imposible. Y cuando lo haga se casara con ella y
sera la madre de su hijo. Solo Rose podria ser la
madre de sus hijos, ninguna otra:
Volvidé a revisar los antecedentes de esa mujer,
de esa copia barata, como le gusta llamarla con
desprecio, porque para él, Emanuel Stravros, no
es mas que una sombra de su Rose.
—Es dos afio menor —musit6é mirando a la
ciudad a través de los enormes ventanales. Rose
deberfa tener ya’veintiocho ajios, versus los
veintiséis afios de la mujer de la foto.
Se senté en el sofa negro de su oficina. Sonrid
satisfecho. No puede negar el parecido. Palpa
con sus dedos la imagen del rostro de la
desconocida, pensativo. Aunque esta mujer esvulgar comparada a ex prometida, aun asf no
hay nada que no se pueda remediar. Y en su
cabeza comenzé a germinar aquella idea. 4 Seria
la perfecta sustituta para calmar su deseo?
Su ansiedad por poseer a Rose va desahogarlo
en aquella reemplazante. Cogerla como por afios
ha sofiado poseer a su ex prometida.
Entrecerré los ojos sin ocultar la ligera malicia
que se|dibujé en ellos de tan solo pensar tenerla
entre Sus manos.
—Esto podria ser beneficioso... —mascull6
sonriendo.
Tomé su teléfono llamando a su secretaria.
—Llama a Cristobal, hoy me retiraré mas
temprano —le indicé.
La mujer se qued6 en silencio, sorprendida,
porque desde que trabaja para el sefior Stravros
nunca antes ha salido temprano de la oficina,usualmente hasta madruga trabajando 4Qué
sera lo tan importante que lo obligue a salir a
estas horas?
No sabe que Emanuel solo piensa en una sola
idea en su cabeza, atrapar a esa mujer que se
parece tanto a su ex novia, para que se convierta
en su sustituta.
Sin embargo no alcanzo a responderle a su jefe
cuando un hombre alto, de ojos claros y bonita
sonrisa se paro frente a su escritorio. El cabello
rojo y llamativo y la expresién seductora le hace
ver que no.es nada mas y menos que Esteban
Torrealba. Aquel le cerré un ojo tomando el
teléfono en sus manos.
—tQué.pasa; amigo? ¢Te has encontrado a
alguien con quien jugar esta noche?
No hubo respuesta del otro lado. Emanuel buf6
antes de colgar. Y apenas se colocé de pie vio al
hombre alto de cabellera roja entrar a su oficina.
Alzé su mirada con gesto poco amigable. Lo que
menos quiere es que en este momento lo
detengan con sus boberias.—jVamos, Emanuel! Hace un mes que no nos
vemos y me recibes con esa cara —Se quejé
tomando asiento en el sofa negro.
—zY que quieres? No te fuiste precisamente de
vacaciones —respondié con tono seco—. No es
bueno para un empresario como yo estar al lado
de alguien acusado de estafa...
—Soy inocente —levanté ambas manos antes
de reirse—. Reconozco que fue un desliz, pero
todo ya esta solucionado,
—Si no fuera por tu padre no hubieras pouido
volver a este pais, ya deberlas tener cuidado, no
siempreiva a poder tapar tus mugres —refunfuhié
tomando un vaso.y sirviéndole whisky.
—No'te:pongasitan grave; mis padres tienen.que
pagar sus ajios de indiferencia y poco carifio a
su Unico hijo, de algo que sirva que mi padre sea
un ministro de estado y mi madre una poderosa
empresaria —le sonrid con maldad recibiendo el
vaso antes de ponerse de pie y observando las
luces de la ciudad que comenzaba a oscurecer
—. Ya que estoy aqui gVamos a divertirnos?Emanuel solté un bufido antes de beber y dejar
su vaso vacio encima de su escritorio.
—Ya tengo planes —hablé entre dientes sin
evitar mirar las fotos sobre su escritorio.
Y aunque se.apresur6 a guardarlas, no pasaron
desapercibidas para la curiosidad del pelirrojo.
Pero la sonrisa en el rostro de Esteban se
desencajé en el momento, al ver.a la mujer de
las fotos. Incluso tuvo que sostenerse de la silla
de Emanuel ante la expresion confusa de aquel.
—Rose... —musité llevandose una mano al
pecho sintiendo como si un liquido caliente se le
derramara en el interior—. Pero.ella murid, yo
mismo la vi lanzandose al vacio ella no...
—No.es Rose, es.una mujer que encontré que
se parece a ella —respondié guardando las fotos
con actitud molesta.
Esteban aun asi siguié palido. Sin embargo no
se olvida que su amigo siempre ha insistido que
ella sigue viva, lo que no es posible, su cuerpo
putrefacto lo encontraron flotando en el mar. Lorecuerda con claridad. Aquella estupida nifia rica
No podria estar viva, Se mordié los labios sin
esconder el odio en su mirada.
—zQué te pasa ahora? —le hablé Emanuel
haciendo volver a la realidad.
—Nada —sonrié y luego con gesto malicioso
agrego—. 4Y qué planeas hacer con la copia de
Rose?
—Usarla —respondié Emanuel con indiferencia
—=. ¢Para qué mas sirven las muchachas como
esta? 40 te crees que planeo algo serio?
Esteban se sirvid mas whisky sin responderle,
calmando su pecho. Su animo bajé de golpe
ante la imagen que le hizo creer que veia\un
fantasma. Sus ojos se quedaron fijos en el rostro
de Emanuel quien arrug el cefio y solo atiné a
sonreir.
—Me da compasién esa mujer... es todo —se
defendié intentando explicar su serio semblante.sttkaeenen(nenene nine
—Bien, Emilia, has hecho un trabajo excelente
—le dijo su jefe sonriendo—. Por eso mismo, el
proximo proyecto importante que viene lo dejaré
en tus manos.
La joven mujer abrié sus ojos con emoci6n.
Luego de tanto esfuerzo, tantas noches sin
dormir, al fin lo habia logrado ¢Significara eso su
ascenso que tanto ha esperado?
La pequefia Oficina donde trabaja luce
arrebatada de escritorios, aunque los enormes
ventanales dejan entrar la luminosidad de un
pequefo jardin trasero. Al fondo-hay una cocina
sencilla y afuera por el pasillo estan los bafios,
—-Podriamos ira.celebrar. el logro.de Emilia, hoy
es viernes, hay un nuevo local nocturno —sefialé
un compajiero sonriendo animado.
Emilia movié la cabeza en forma negativa,
sonriendo avergonzada. No es muy buena para
ir a esos lugares. Prefiere la tranquilidad de su
pequefio departamento. Ademas no sabe tomar.No tolera el alcohol por su falta de costumbre de
beber.
—Buena idea —respondi6 otra compafiera—.
iVamos, Emilia! Nunca vas con nosotros, la vida
no solo es trabajar.
—Quisiera, pero no puedo —se excusé con
amabilidad.
—Emilia, bebamos hasta que el mundo
desaparezca —dijo otro alzando sus manos—.
No quiero ir a casa, me peleé con mi sefiora y
creo que me va a dejar. Necesito beber y
desaparecer en el sublime sabor del anochecer.
Pero nada de lo que digan la convence. Emilia
solo piensa en su cama, en ver una buena
pelicula.y dormir.
—éSebastian tu vas? —su companera alzé la
voz hacia otro que trabajaba concentrado en el
fondo del piso.Aquel hombre de cabellos castafios y sonrisa
risuefia alzo su cabeza hacia el grupo y sonrié
con suavidad. Emilia sintié que su coraz6n se
paralizaba. Sebastian Saez llegé a la oficina
desde hace un ajio. Siempre ha sido muy
amable y considerado, le tocd a ella ser su guia
en las primeras semanas en la empresa. Aunque
después de eso es poco o nada lo que hablan
entre ellos. Al notar como aquel les presta
atenci6n, con sus ojos fijos en ellos, aunque no
la mira directamente a ella, Emilia siente como el
calor se sube a su rostro.
Desvié la mirada avergonzada de no poder
controlar sus sentimientos. Estar con un hombre
asi.se aleja.de su realidad. Alguien como él de
seguro estarla interesado en una mujer hermosa
y talentosa, no un ratén de trabajo forzado como
ella.
—Si va Emilia, yo voy —respondio entrecerrando
los ojos. Y sus ojos claros se detuvieron en.la
aludida.
La expresion de sorpresa de todos se volcaron
en el semblante cohibido de Emilia. Sus ojos
bien abiertos estan dirigidos a Sebastian. No
sabe como responder a sus palabras.—Uy Emi, responde a eso —dijo uno de sus
compafieros riéndose antes de recibir un codazo
en su vientre de la otra chica.
Bajé la cabeza con timidez y luego desvié su
mirada a otra direccién lejos de Sebastian.
—Esta bien, pero solo un rato —respondid.
Todos alzaron las manos celebrando
exageradamente. Se sintid un poco ahogada,
pero aun asi al notar la sonrisa de Sebastian que
va dirigida hacia ella sonrié con suavidad. Si él
va puede hacer ese esfuerzo, seria la primera
vez que este cerca de Sebastian fuera de la
oficina. Y aunque no este dispuesta a confesarle
sus sentimientos le emociona ver como es él
afuera de la oficina.Capitulo 3
—jSalud! —grité uno de los compaiieros mas
jOvenes alzando su vaso.
Todos bebieron en medio de la algarabla que
rodea la mesa en aquel tipico local noctumo.
Lucen felices y animados. Emilia sonrie, pero
aun asi observa la hora en su reloj y suspira.
Quisiera ya irse a casa, aunque luego contempla
de\reojo a Sebastian Z no puede evitar que el
pecho se le acelere. El sonrie con suavidad
haciendo que se dibujen dos hoyuelos en sus
mejillas que lo hacen lucir mas encantador.
—zNo te gusta beber? le pregunté Sebastian
de repente capturando justo sus ojos cuando ella
lo contemplaba.
Lo qued6 mirando, confundida, sintiendo que
acababa de atraparla espiandolo. Aquel le sonrié
con suavidad como respuesta. Aquella sonrisa la
atolondré aun mas. Cohibida estuvo a punto devolcar su vaso de juego de pia.
—No, Emi solo bebe jugos, sufre de intolerancia
alcohélica, segin ella, {Se pierde esta diversion!
—dijo una chica ya con el alcohol subido a la
cabeza.
—jVamos, Emilia, un vaso para la salud de
todos! —dijo otro tan animado como la otra
muchacha, sirviéndole.
Emilia titubeé y sus ojos se detuvieron en
Sebastian quien la observa atentamente, sus
ojos estan tan fijos en ella, parece que espera
ver si se atreve a beber. No quiere
desilusionarlo, nerviosa tomd el.vaso de cerveza
que le ofrecieron y se lo tom de un golpe hasta
toser ahogada por el alcohol.
Quienes la rodearon empezaron a aplaudir su
gesto, sin embargo Emilia no deja de toser
ahogada.
—Eres una verdadera caja de sorpresas —
musité Sebastian entrecerrando los ojos con
dulzura.Dejo de toser. Sintié como el calor se subié a su
cabeza ante el gesto de aquel hombre. No sé
esperaba que pudiera llamar su atencién con
algo como eso. Quiso sonrelr pero no pudo
hacerlo y solo bajé la cabeza mordiéndose los
labios con una leve alegria en su mirada, es la
primera vez que nota ese gesto de Sebastian
hacia ella.
&Qué puede pensar de esto? 4Acaso él podria
sentir algo por ella? Desvié la mirada un poco
cohibida, y antes de darse cuenta ya se habia
bebido un par mas de cervezas.
Hideo tibet
—Sefior Stravros parece que no vendra —dijo
Cristobal, su chofer, luego de una hora deestar
estacionados esperando afuera del, edificio del
lugar en donde vive Emilia.
Emanuel bufé de mala gana, arrugando el cefio.
Nunca antes habia esperado tanto por una
mujer, y menos por una de clase inferios a la de
él. Esto lo hace enojarse aun mas. Presiona sus
nudillos con fuerzas pensando en que lugar pudohaberse metido esta mujer un dia viernes a estas
horas.
Ni siquiera deberfa dudarlo, es claro que debe
andar deambulando en bares de mala clase. Dio
un golpe a la puerta del auto al darse cuenta lo
tan distinta que es con Rose. Ella jamas hubiera
ido aun bar. Eso es seguro. Se hubiera quedado
encasa’sindarle problema alguno.
Lo peor, es pensar que podria estar en los
brazos de otro hombre o planeando pasar la
noche con algun tipo que conozca en una fiesta.
Es evidente que no es mas que una facil
mujerzuela que solo tiene de ventaja su parecido
con su ex-prometida. Carraspeé impaciente sin
controlar su enojo.
—Bien, vamonos a casa, vendré otro dia luego
cerré los ojos cruzando los brazos.
No pudo ocultar lo molesto que se siente con
esta situacion. La frustracién es evidente en su
semblante. Queria acorralarla, pero ahora tendré
que esperar otra ocasion. En vano salio
temprano de su trabajo. Esa mujer barata le ha
jugado sucio. Ya le hara pagar por esto cuandola tenga atrapada entre sus manos.
tetnenEet Qtneeetete
Emilia sonrié alzando ambas manos en medio de
los aplausos de sus compafieros. Ha bebido mas
de:lo.que. su.cuerpo podria tolerar y yano es
consciente de sus actos. De repente, Sebastian
colocd su mano, carifosamente, sobre la cabeza
de la mujer. Y aquella como respuesta le sonrié
con sinceridad mientras sus mejillas rojas por el
alcohol le dan un aspecto distinto al usual.
—Ya no mds cerveza para ti, es hora de volver a
casa —dijo en forma paternal.
—jAguafiestas! —grit6 otro antes de reirse.
—Llévatela y cuidala, hazte responsable —
respondi6 la chica tan borracha como Emilia.
—Esta bien, eso haré, palabra de hombre —
Sebastian alzé una mano como si estuviera
prometiéndolo.Luego salié del local ayudando a Emilia a
caminar. Aquella apenas logra sostenerse bien
en pie. Tal vez fue demasiado instarla a beber
asi, No penso que solo con sonreirle le animaria
de esa forma. Sebastian no puede evitar pensar
lo ingenua que es. Peligroso si cayera en manos
equivocadas. Deben buscar un taxi antes que se
haga mas tarde para ir a dejarla a su casa.
Avanzan sin notar que un par de-ojos grises ha
visto a la pareja.
Emanuel arruga el cefio, molesto, es ella esta
seguro. Aprieta los dientes al ver como el brazo
de la mujer se apoya atrevidamente en los
hombros.de ese hombre. De seguro es el tipo
que escogidé para.pasar la.noche. E incluso. como
puede sonreirle de esa forma lasciva mientras no
deja de parlotear ruidosamente.
“Cuan sucia puede ser esta mujerzuela"
Sin pensar que Emilia se apoya en Sebastian
porque en su estado no puede caminar de otra
manera. Y la sonrisa de aquella, que a diferencia
de lo que piensa Emanuel, no tiene nada delasciva solo sonrie con dulzura, y en sus
momentos de lucidez, con agradecimiento al
hombre que la ayuda a ir a casa.
Sin embargo la expresién del hombre
desconocido le hacen hervir la sangre aun mas a
Emanuel, pues aquel parece muy carifioso y
tisuefio con esa mujer.
—jDetén el auto! le grité a su chéfer.
Se detuvo justo al lado de Ia pareja, y Emanuel
déscendié dando un fuerte portazo, que llamé la
atencién de Sebastian que alz6 su atencion al
hombre que se acerca a ellos en forma
agresiva.
—Yo la llevaré a casa —dijo Emanuel
imponente.
Sebastian arrugo el cefio. Ese tipo de actitud
altanera no le da confianza. Lo contemplo de
pies a cabeza. Le parece extrafio que alguien tan
sencilla como Emilia pueda involucrarse con
alguien asi. Es alto, muy bien vestido y con un
auto carisimo, ademas su actitud es altanera eintimidante. Sus ojos grises lo miran con fiereza,
tal como si fuera un tigre a punto de devorarlo.
¢Cree que esta loco para dejarla en las manos
de él asi como asi?
—Si teme que secuestre a su amiguita le dejo mi
tarjeta —le dijo con sarcasmo sacando su
tarjeta.
Sebastian ley6 la tarjeta "Emanuel Stravros" y
abrié los ojos sin creerlo. Este es uno de los
empresarios mas présperos en el area de las
finanzas. Se le conoce como el agresivo tigre de
ojos grises. gAcaso Emilia tiene alguna relacién
con un tipo asi? Pero 4Cémo?
Sebastian entiende que no le conviene hacer
conflictos con alguien como ese hombre. Por lo
que aun, cuando no esta seguro, dejo que aquel
alzara a Emilia entre sus brazos.
Apenas la sostuvo, Emanuel le dio la espalda.
Su interés solo esta enfocado en esa mujer, y
suspira. La dulce y educada Rose jamas hubiera
caido en ese estado, y eso le molesta Por qué
No puede comportarse como ella? Cuan patética
y avergonzada es esta mujer. Ademas Comose le ocurre irse as! con un hombre cualquiera?
Va a tener que encerrarla y ensefiarle como
debe comporlarse adecuadamente.
Su chofer le abrid la puerta y Emanuel subié a
Emilia al auto sin ningun cuidado, incluso
empujandola con tal rudeza que se estrellé con
la otra esquina, sin que esto le importara mucho
aEmanuel.Se encuentra tan molesto que piensa
que ese golpe se lo merece.
— ¢Cémo has podido emborracharte de esta
forma? {Qué eres? {Una puta cualquiera que se
emborracha y se mete con el primero que ve? —
la reprendié con rabia.
Emilia se sobo el golpe y desperté confundida.
Recuerda que caminaba al lado de Sebastian
Por qué/ahora esta en un auto? gPidid un taxi?
Sus ojos recorrieron el interior. Es un taxi
bastante lujosonSonrio con emocion:
—jQué grande y enorme! —exclamé aun
atolondrada.
Emanuel tosié confundido sin saber a que seteferla exactamente con eso.
—zQué cosa es grande y enorme? —pregunté
molesto.
Esta mujer no deja de ser una ordinaria. Hizo
una.mueca.con horror, Mientras mas la conoce
mas distinta es a Rose. Se sobé la sienes
impaciente, tal vez su idea no es tan buena. Dio
un golpe con su pufio en la puerta de su auto,
incluso casi rechinando sus dientes.
Sefior gle duele algo? —sefialé de repente
Emilia preocupada.
Su expresién luce dolida, con sus cejas alzadas
y sus ojos verdes fijos en los suyos: Emanuel se
quedo paralizado sintiendo que su pecho se
agitabasAl tenerla mas cerca puede observarla
con mayor atencion. En este momento aquella
Mujer luce tan igual como Rose que es como si
fuese ella quien esta frente a él. No pudo evitar
que sus ojos se quedaran detenidos en los de
ella. Y alz6 su mano tocandole la mejilla, y
aunque Emilia salté ante el repentino contacto
luego su rostro confuso se detuvo otra vez en él.Su piel es suave y calida, tal como lo era el de su
novia. Sus pestafias son igual de largas y
proyectan una sombra bajo sus ojos que realzan
sus mejillas sonrojadas por el alcohol. Desliz6 su
pulgar por sus labios, y se qued6 jugueteando
con ellos sin que la mujer se lo impidiera. Ella
solo lo contempla con fijeza, parece aun
confundida y adormilada por el alcohol.
No es su Rose, ni siquiera se compara con ella,
pero es tan similar que puede conformarse con
esta version barata y de mala-calidad. Puede
hacer con ella lo que no pudo hacer con su
novia. Y con atrevimiento la agarré de la cintura
acercandola tanto a él, que Emilia tuvo que
poner sus manos en su pecho para tener algo de
distancia.
—Ella era la flommas bellade un jardin,.tu solo
una maleza, pero seras la mujerzuela que
calmara mi cuerpo y me permitiré desahogar mi.
ansiedad en la cama, solo seras el cuerpo que a
partir de ahora me pertenece. A cambio te daré
todo lo que necesites, dinero, ropa, joyas, lo que
quieras pedir. Pero nunca me pidas que te ame
porque eso jamas sucedera.
Emilia no respondié. El alcohol es tan fuerte que
no escuché nada, ni siquiera sabe si estasofiando, dejé caer su cabeza en el hombro de
ese hombre de cabellera oscura y se durmié.
I
BooksCapitulo 4
Dejo caer a Emilia en su cama sin nada de
delicadeza. Arrugando el ceio molesto. Aun
cuando fisicamente se parece a Rose, su
comportamiento es totalmente inadecuado a ella
&éCémo pudo emborracharse y ademas andar
con otro hombre? Le hierve la sangre de solo
pensar lo que hubiera pasado sino hubiera
llegado a tiempo. Apreté los dientes dandole la
espalda mientras se desabrocha su corbata
como si con eso buscase calmar su estado de
animo.
Rose jamas hubiese dado tal espectaculo. La
chica conocida’en\la escUéla como™La‘diosa del
violin" era.un ejemplo de virtud y
comportamiento. Una dama en tiempos que es
dificil encontrar una igual. Bufé molesto. Volvid a
dirigir su atencion a la mujer que yace en su
cama, aquella parece muy a gusto acostada en
cama ajena y eso le hizo arrugar el cefio.
Tiene que entender que quien ahora duerme en
su cama no es mas que una copia barata quesolo tiene la ventaja de parecerse a su Rose
pero que jamas le llegara siquiera a los talones.
Dejo caer su corbata sobre la banca que se
encuentra a los pies de la cama y se desabrocho
los primeros botones de su camisa para luego
contemplar con mas cercania a la mujer.
Las luces de su habitacién permanecen
apagadas; solo la luz de la luna entra por las
ventanas con las cortinas abierta y hacen lucira
la mujer mas palida. Su cabello ondulado cae
desparramado sobre su rostro..Es un
espectaculo que no le agrada, se alejé. Encendio
la lampara llevandose las manos a la cabeza
sentandose a un costado de la cama.
zEstara cometiendo una locura?
Suspiré desganado antes de volver a ponersu
atencién en la mujer. Ella sigue con los ojos
cerrados, durmiendo, sus:pestafias sonilargas, y
tiene las mismas bonitas facciones que su ex
prometida. Sus mejillas lucen sonrojadas por
todo lo que ha bebido y eso le da un toque
tentador que no puede negar.
Emanuel se fija en sus hombros desnudos,debido a que su blusa se ha salido de posicién,
su piel es blanca, casi tanto como lo era la Rose.
Palpé con sus dedos la barbilla de la mujer, el
calor del cuerpo de aquella lo atolondré, pero la
solté con rudeza. Desvid la mirada cubriendo su
rostro.
—NMi cuerpo cree que es Rose, por eso esta
teaccionando de esta forma —chaque6 la lengua
al sentir como el calor se sube por todo su ser.
En eso noto que esos ojos verdes lo observan,
entreabiertos. Se quedé anonadado dandose
cuenta como la "magia" se rompio ante esos ojos
que no son de color mie! como los de Rose. Si
tan solo fuesen del mismo color... No soporta
ese tono-de ojos y aprieta ambos pufios.
Tuvo que contener sus ganas de cubrir esa
mirada que le recordaba que ella no es su ex
prometida. Y sucalenturarse desvanecié ante
esa mirada, es como si al observarlo le
abofeteara en su cara que no es Rose quien
yace en su cama en este momento.
Alfin, como si no se diera cuenta de que no esta
en su casa, Emilia volvi6 a cerrar sus ojos paraseguir durmiendo. Y otra vez fue como si
hubiese dejado de ser esa mujer desconocida
para convertirse nuevamente en la mujer que
Emanuel ama. Se acercd sin pensarlo dos
veces, colocando sus dos manos sobre sus ojos
para que no volviera a abrirlos y no romper con
la ilusidn que ha vuelto a renacer en su cabeza.
Sintid.surespiracién mezclado con el aroma.a
alcohol barato, pero sus labios lucen tan rosados
y himedos, que acercé los suyos rozandolos.
Emilia abrid la boca sintiendo-el cosquilleo y
antes de que los cerrara él se abalanz6
poseyendo los suyos, con una presién fuerte que
la ahog6. La sostuvo de la nuca, su boca esta
caliente, tanto. que la mujer siente que le cuesta
mas respirar sin estar consciente si esto es un
suefio. La lengua de Emanuel se deslizé al
interior de su boca sin que ella lo rechazara, al
contrario, parecid excitarse con este movimiento
atrevido € intenté\responder con la‘suya.
Es tan desbordante y placentero que dejo
escapar unos quejidos. Esto aceleré la
respiracién de Emanuel quien siempre habia
sofiado tener a Rose de esta forma, en sus
brazos, poder besarla, consolar cada lagrima de
Sangre que por su culpa tuvo que pagar. Cada
hoja marchita que consumié a aquella bella y
admirada flor.La rode6 por la cintura aprisionandola con
fuerzas a la suya, y su entrepierna sintié la
calidez del cuerpo femenino retenido entre sus
brazos. Los besos siguieron en un ritmo mas
apasionado, su lengua buscando la suya y la
respiracién jadeante y mutua que parece pedir
mas. Pero al sacar sus manos sobre los ojos de
Emilia, aque! par de pupilas verdes le hizo darse
cuenta de la realidad. No es Rose jMaldita sea!
La solt6 indignado. Los ojos de la mujer se
quedaron detenidos en los suyos, confundida del
repentino rechazo, pero ha bebido tanto que no
pensd mas en lo que habia pasado y solo se
durmié aun pensando que todo esto no es mas
que un suefio.
Emanuel apreto los dientes, y bufo impaciente
levantandose de la cama y encendiendo un
cigarro. Salié de !a habitacion apoyandose en la
puerta para luego despeinarse desesperado
Qué demonios le pasa?
—Pero ya he comenzado con esto y no puedo
echarme atras —indicé entrecerrando los ojos
con ideas enfermas rodeando su cabeza, y claro
era hora de dar el primer paso.Mam a uno de sun sitviento,
—Busca ol jarrén mas caro de la casa —le
ordend para lego volvar a su habilacion y
observar la figura que duerme en su casa—. A
partir de ahora no habré forma que puedas huir
Tey
BooksCapitulo 5
Cuando Emilia se desperté se dio cuenta que
esa no es su habitacién. Asustada y
desesperada dio un salto descubriendo que hay
algo peor. Esta desnuda debajo de las sabanas
de esta cama. Se mordié los labios sin creer que
esto este pasando.
Se qued6 muda, aterrada, pensando lo que
habfavhechoren medio de su borrachera. No
Trecuerda nada, ni siquiera como salié ni con
quien 4Cémo pudo cometer tal estupidez? Sabla
que era una mala idea salir a tomar con sus
compafieros de trabajo, ahora no solo le
Preocupa Saber en donde esta sino ademas
saber que cosas hizo en su inconciencia
alcohdlica.
Sintié ruidos al otro lado de la cama y recién se
dio cuenta que hay un hombre con el dorso
desnudo a su lado. Su musculatura es perfecta,
y el tipo es guapo, si... Pero jgCémo diablos
terminé en la cama con un hombre que no
conoce?! Su corazén se acelerd, es claro lo queha pasado, ambos desnudos dentro de una
misma cama.
Se llevé las manos a la cabeza sin creerlo. Por
culpa del alcohol se metid con un desconocido y
ahora 4Qué hard? ,Se cuidd? ZY si se
embaraza? Miré a su alrededor por si ve su ropa
cerca pero no hay nada. Debe estar en otra
habitacion...
El lugar es enorme y lujoso, le hace creer que
esta en la suite de un lujoso hotel, y le asusta
ademas no llevar el dinero suficiente para pagar
una estadia asi o pagar un taxi a su casa. Ni
siquiera sabe en donde estan sus documentos.
Pero lo primero es huir, es salir de aqui antes
que aquel tipo despierte.
Se cubrid con la colcha y se movid sin hacer,
tuido sentandose en la cama, pero apenas puso
un pie’én el pisorsintid que alguien'la tomabaide
la mufieca arrastrandola otra vez a la cama.
Abrio los ojos espantada cuando vio al individuo
despierto encima de ella con las manos apoyada
a ambos lados de su cabeza. Le sonrié con
sarcasmo mientras Emilia no deja de mirarlo
asustada.—2A dénde piensas que vas? —le dijo
amenazante.
Emilia pestafieé confundida. Pero pronto arrugé
el cefio colocando sus dos manos sobre el pecho
del hombre alejandolo de su lado.
—Mire, lo que haya pasado entre nosotros fue
fruto del alcohol, no recuerdo nada y...
—Déjame refrescarte la memoria —la
interrumpi6 entrecerrando los ojos con frialdad
para sostener sus mufiecas y presionarlas contra
la cama, Emilia hizo un gesto de dolor al sentir la
presién—. Te subiste casi a la fuerza a mi
vehiculo, borracha afirmando que nos
conociamos, aunque me diste vergiienza ajena
Porque pensé que nunca habia visto una mujer
tan vulgar y con poco amor propio, decid!
ayudarte.
Emilia no puede creer que haya hecho algo asi,
Pero eso no explica aun como terminaron en la
cama. Se mordié los labios, inquieta por lo
vulnerable que se siente en esta situacién. No le
gusta.—Como no sabia donde vivias —continud
Emanuel— te traje aqui, a mi casa, Sin embargo
no dejabas de bailar y correr, y en una de tus
locas carreras botaste el jarrén familiar. Un jarron
que ha estado en mi familia desde
generaciones.
Y dicho esto se levanté de la cama, sin vestirse,
llevando,a Emilia de la mufieca, quien solo logré
tomar una manta e intentaba cubrirse con ella.
Desviando su mirada para no sentirse tentada a
mirarle la entrepierna. Llegaron-a una sala
enorme y clara, con un piso de madera
reluciente, y cortinas blancas y largas que
cubren los ventanales. Y en el suelo los trozos
de.un jarrén.rojo y negro.
Emiliano pudo evitar llevar su'mano libre a la
boca 4 Qué habia hecho?.Luce tan,caro.que
siente escalofrios. Pero lo extrafio es que no
recuerda nada 4Estara mintiendo? Lo pens6é
mirandolo de reojo, sin embargo el hombre se
muestra serio y dolido.
—Rompiste un jarrén de trescientos millones de
ddlares —dijo esto girandose hacia ella con
expresion adusta—. Ni trabajando toda tu vida
serias capaz de pagarlo.Ante la mirada severa del hombre, Emilia
palidecié. Es cierto que ni trabajando tres vidas
podria pagar el valor de ese objeto 4Cémo pudo
pasar eso? Trag6 saliva y sus ojos verdes se
detuvieron fijamente en los ojos de aquel
desconocido.
—No me mires —mascullé Emanuel molesto, por
dentro estaba feliz que la mujer fuese tan
ingenua de caer en sus mentiras, pero odia esos
ojos verdes, si tan solo fueses de color miel
como Io eran los ojos de Rose.
Bajé la mirada apretando la mufieca de Emilia
con tal fuerza que ella sintid un dolor agudo, mas
nose:quejé. Atribuyd que su actitud se debe al
recordar lo que.pasd con.su jarron familiar, debla
tenerle:mucho carifio a ese objeto.
—Sefior, sé que no hay forma que pueda
pagarle el dafio causado, pero puedo intentar
trabajar y pagarle lo mas que pueda y...
—Es lo mismo que me dijiste ayer, y yo te
respondi 4Qué podria ofrecerme que valga la
pena? —entrecerro los ojos con altaneria—.Qué crees que respondiste?
—Yo... no tengo nada de valor —balbuceé
desconcertada.
Emanuel bufé soltandola y al fin Emilia pudo
sobarse su.mufieca donde los dedos del. hombre
han quedado marcados, Se cubrié el cuerpo con
la colcha y retrocedié sin saber que decir
mientras aquel sigue observandola con fiereza.
—Veo que sin alcohol te vuelves una sefiorita,
no fue asi enila noche, me dijiste "puedo
entregarle mi cuerpo, sefior” —y dicho esto
arrugé el cefio severo—, tal cual como una
vulgar.prostituta...
Emilia se quedé anonadada, ella no hubiese
dicho.eso, jamas.Apret6 los dientes y retrocedi6
mas. Es claro que ese hombre acepto,
aprovechandose de estado etilico, porque en sus
cinco sentido preferiria morir trabajando y
pagando esa deuda que meterse a la cama a
cambio de pagarla. Empufio ambas manos,
temblando.—Eso, eso es mentira —reclamo.
Y sus palabras parecieron molestar al hombre
mas de lo que hubiese imaginado. Emanuel sin
nada de cuidado y con brusquedad la agarré de
la nuca llevandola devuelta a la habitacién para
lanzarla contra la alfombra. Tropez6 con torpeza
pero logr6é sostenerse antes de golpearse la
cabeza, peroapenas habia girado cuando
Emanuel le tiré un documento en el rostro.
—AQuisiste firmar ese documento en donde
declaras que durante un afio tu cuerpo me
pertenece —dijo agachandose a su lado y
tomandola de la barbilla.
Emilia abrié los ojos y se perdié en el piso de.
madera, ella no hubiese firmado eso, pero’es su
firma, es su maldita firma. Se ha prostituido un
afio con este hombre por un jarrén. Su pecho se
acelera:sintiendo que estoes tan malo comoisi
se hubiese entregado a la mafia. No puede
creerlo. Se pellizca el brazo rogando despertar,
pero el dolor punzante le hace darse cuenta que
esto es real, esto es su maldita realidad. Hace un
dia todo estaba bien y ahora su vida parece
comenzar a desmoronarse frente a sus ojos.—Necesito... la pastilla del dia después —musitd
aun sin ordenar sus ideas—, si ayer tuvimos
relaciones...
"Tuvimos..." le cuesta tan solo pensarlo, porque
si solo ella estaba borracha claramente acaba de
sufrir un abuso, sea que se haya ofrecido o no, y
eso le hace sentir un escalofrid desagradable.
—Bien le dijo interrumpiéndola con frialdad y
se acercé tomando su teléfono—. Oye ve ala
farmacia y comprate unas pastillas del dia
después.
Y corto para volver a acercarse a Emilia que
sigue.de rodillas en el suelo sin,reaccionar. Al
ver a ese hombre desnudo a su lado sintid su
cabeza.enfriarse y alzd sus ojos hacia él.
—Esa firma... es falsa —afirmé estando segura
que nunca hubiese aceptado un trato como ese.
Emanuel solo tens6 su rostro al escucharla.
—Tengo una oficina de abogados que pueden
demostrar lo contrario 2 Qué tienes tu? gUn
abogado del estado? —y con rudeza volvio asostenerla de la nuca obligandola a mirarlo a los
ojos—. Mira no hagamos las cosas mas dificiles,
tengo el poder de volver tu vida un infierno, ti no
eres mas que una sola y miserable mujer que no
tiene en donde caerse muerta, ademas puedo
demandarte por el jarrén, sumando y sumando
tus condiciones serian peores. Pero si cumples
con el trato es solo un afio donde tu cuerpo me
pertenecera y luego seras libres del pago del
jarron y de mi. No es un mal acuerdo.
Emilia no respondié ni siquiera-sabe si eso es
mejor a vivir toda una vida con esa deuda. Y no
es porque el tipo se vea mal parecido y no
dotado, le ha sido imposible no fijarse al tenerlo
desnudo frente a ella. Pero tener ese tipo de
relaciones no es lo que quisiera.
—Bien, supongo.que te has dado cuenta de tu
situacion —sin soltarla'la hizo levantarse del piso
llevandola\a la cama en donde con rudeza la
lanz6.
Se subid encima ante la expresion
desconcertada de Emilia que lo contemplé de
inmediato.—Baja la mirada, miantras lo hacamos to
prohibo mirarme —hablé con sequedad.
—¢Hacerlo? —pregunto sin creerlo que quiera
mas cuando se supone que ya lo hicleron en la
noche.
—Claro, tu cuerpo es mio, y puedo hacer uso de
él las veces que se me de la gana —sonrié con
maldad mientras Emilia solo tragaba saliva,
La desnudez de aque! hombre rodeé la suya, no
puso resistencia. Su calor es tan fuerte que
siente que la quema, pero no solo su piel sino su
alma completa. Y solo se resigné cerrando los
ojos sintiendo como besa su cuello sin
consideracién con sus ideas mezcladas
atosigandole/la razon.
Trescientos millones de délares Como podria
saldar una deuda asi? gComo de la noche a la
mafiana pudo meterse en esta situacién?
Atrapada en un tipo que no tiene las mejores
intenciones.
De todas formas no esta mas que usando suCuerpo para pagar una deuda imposible para su
situacién econémica... solo eso. Maldita sea...Capitulo 6
Pero no puede aceptarlo. Cada vez que besa su
piel, cada vez que su tacto la roza, siente ansias
de huir de ese lugar. Esto’no puede estar
pasando, y lo que aun es peor, ella no puede
estar aceptando algo como esto.
—No, deténgase, jbasta! —exclamé Emilia
empujandolo y sacandoselo de encima mientras
se colocabayen pie cubriéndose con lo que
encontré6—. zg Usted cree que con mostrarme un
documento que no recuerdo que he firmado voy
a aceptar todo esto?
Apreto los dientes, inquieta, retrocediendo de
inmediato.
Emanuel entrecerré los ojos molesto,
sentandose sobre la cama. No se esperaba esto,
mas aun cuando ya estaba a punto de hacerla
suya, se siente frustrado, aun asi mantiene la
calma. Arregl6é su cabello con sus manos antesde pronunciar alguna palabra. Su expresién fria
se alz6 hacia la mujer, intimidandola.
—Entiendo, sobria no piensa igual que borracna
éNecesita beber algo primero? —le dijo en tono
sarcastico.
Emilia lo noté. Arrugé el cefio, ofendida.
—No sea absurdo, sefior, lo que haya hecho
borracha no cuenta legalmente —reclamé
retrocediendo, dispuesta a cruzar esa puerta y
no volver jamas.
Emanuel se rio en su cara sin borrar la expresion
severa de sus Ojos;
—Borracha rompio el jarrén —dicho esto alz6é
ambas cejas con ironia.
—jTiene pruebas de eso?Sonrié con sarcasmo.
—zLas necesito? Es su palabra contra la mia —
se colocé se pie saliendo de la cama sin cubrirse
mientras Emilia desvia la mirada para no verlo—.
La palabra de una simple mujer comun y
corriente versus un empresario de una de las ,
mas grandes empresas financieras del pais.
—Lo voy a denunciar por las redes sociales si es
necesario —lo amenazo Emilia retrocediendo a
la vez que se acerca a ella.
Emanuel la escucho incrédulo antes de echarse
a reir a carcajadas.
—gCon que pruebas? Hagalo y yo'la denunciare
por difamacién, frente a todo el mundo quedara
como.una mentirosa que. solo buscaba sacarle
dinero a Emanuel Stravros —respondié tomando
una bata que habia detras de Emilia haciéndola
entender que no se acercaba a ella sino a
recoger su ropa.
Emilia no respondidé. Sabe que es injusto pero
lamentablemente el mundo es manejado porquien tiene mas dinero, y ella dificilmente podria
contra aquel hombre. NI siqulera tiane familia ni
amigos que la apoyarian. Ademas no hay
pruebas mas que un jarrén roto... a menos que...
—Y si piensa denunciarme por abuso sexual —
sefialé Emanuel como si le leyera la mente— no
tiene pruebas, puede ir al hospital y corroborarlo,
no le puse ningtin dedo encima. Se que
acostarse con alguien borracho es ilegal, no soy
idiota.
—Pero usted y yo estabamos desnudos en la
cama —indic6 incrédula—, e incluso mand6 a
unodé sus empleados a traerme la pastilla del
dia despues...
—~¢Quién quisiera acostarse con alguien que
huele a alcohol y vémitos? —sefialé con otra
pregunta tomando unas toallas blancas—-.
Ademas:¢ Tienes testigos?/¢Alguien que
corroboré sus palabras? Soy un buen hombre
que encontré a una mujer borracha en la calle y
sin saber donde vivia la llevd a su casa para que
ella pudiera estar segura. Pero esa mujer
enloquecié causando un dafio de millones de
délares.Y se acercé a la mujer que no se ha movido de
su lugar.
—Dese un baiio, le traeran su ropa de la
lavanderia, luego de eso la llevaran a su casa, le
doy tres dias para que lo piense. Si en tres dias
no recibo respuesta mis abogados se ,
contactaran con usted. Le dirfa que fue un gusto
pero,le mentiria, solo espero que cuando vuelva
a verla sea mas inteligente y se de cuenta que
en sus condiciones no tiene derecho a quejarse.
Emilia palidecié. Es claramente una amenaza.
Sostuvo las toallas entre sus manos y su
expresién se detuvo en aquel hombre.
Aquel enmudeci6. Otra vez es ella. Ante
Emanuel es como'si estuviera su ex prometida,
la misma expresion dolida de Rose. El hombre
trag6 saliva sintiendo un sudor frio antes de
golpearla pared.sorprendiendo aila,mujer y.salic
dando un portazo.
—Si no fuera por esos infames ojos verdes —
dijo apretando los dientes mientras se apoyaba
en la puerta.Su corazén late acelerado, deseaba tanto
poseerla en estos momentos, mientras tenga los
ojos cerrados es como si quien esta en sus
brazos es su ex prometida, no aquella vulgar
mujer de aspecto similar. Su corazén rebosa del
sentimientos adormecidos hacia su unico amor.
Es una maldicién sin embargo, sus ojos verdes
rompen su ilusi6n, es como si le restregara en la
cara que por mas que se parezca a Rose, no es
ella.
Respiré inquieto llevandose la.mano al pecho,
necesita darse una ducha, desahogar sus ansias
con su mano. Sino cargara todo el dia con las
ganas contenidas. La similitud de esta mujer con
su Rose lo esta enloqueciendo. Pero acaba de
descubrir que le sirve, su cuerpo reacciona y se
calienta al estar junto a ella, siempre y cuando
mantenga los ojos cerrados.
Es obvio que nunca sera como ella, y que él
nunca la amara por ser quien es, Solo sera una
mufieca vestiday comportada para desahogarse
fisicamente. La sustituta de su Rose, hasta que
ella vuelva. Porque aunque todos le digan que
ha muerto sabe en su interior que no es asi. Y
mientras la espera puede usar a esta otra mujer.
Emilia en tanto se ha dado un bajo sin salir desu ansiedad, solo quiere salir ya de este lugar y
no volver. No quiere pensar en el tema del jarrén
ni de ese contrato absurdo. Gira la llave para
sentir el agua mas caliente y reaccionar. Esto es
real, no una pesadilla.
Al salir del bafio vio su ropa ordenada y limpia,
sobre la cama por lo que se vistid de inmediato.
Luego:tomoysu cartera’y abrio las puerta para
salir como si estuviera huyendo, pero Eso es
posible? Si se va lejos podria él. alcanzarla?
El tema es que siendo huérfana toda la vida, sin
familiares ni nadie conocido, y con poco dinero
en el banco no tiene a donde ir ni con qué.
Tendrla que buscar un trabajo primero en otro
lugar antes de irse pero eso toma tiempo y solo
tienestres\dias.
Otro punto, no sabe si ese hombre pondré a
alguien\vigilandola para que no huya. Podria ira
la policia y acusarlo de secuestro, sin embargo
teme que al saber que estaba borracha, que
rompié ese jarr6n, crean mas en la palabra de él
que en la suya.
Un hombre le detuvo en paso apenas atraves6 lapuerta de la habitacién.
—La llevaré a casa, seforita le dijo con
cortesia.
—No es necesario —mascullé sin mirarlo, es
claro.que.es.uno de los hombres de Emanuel
Stravos—, pediré un taxi.
—Los taxis no llegan a este lugar y no conviene
que alguien se de cuenta de su estancia aqui —
le respondié con seriedad.
Es evidente que aquel tipo busca evitar cualquier
testigo que de una declaracion a favor de ella.
Aprisioné su cartera entre sus brazos’y titubed,
No respondia y siguid caminando seguida por el
hombre.
El pasillo es amplio y claro, con muebles
elegantes, y pinturas y fotos familiares. El piso
flotante esta cubierto por una alfombra de tono
oscuro. Comienza a darse cuenta que no se
encuentra en un hotel, sino en una casa. De
seguro la casa de Emanuel Stravos.Mientras mas grande es el lugar mas pequefia y
desamparada se siente gComo pudo caer en
este lio? Y otro punto que ha comenzado a
inquietarla ahora 4Por qué un tipo que podria
tener la mujer que quisiera a sus pies aceptarla
un trato de aceptar el cuerpo de una mujer
humilde como ella? 4Sera que le gusta doblegar
y humillar a otras personas y no puede hacerlo
conjlassmujeres de su mismo circulo social? 4O
simplemente porque nadie tolerarla las practicas
infames que piensa hacer con ella?
Pensar en eso le provocé nauseas, pero se
contuvo. Se subi al auto en silencio dando su
direccién. Su pesadilla recién comenzaba.Capitulo 7
No ha podido trabajar durante el dia. Ha estado
tan distraida que no puede concentrarse en sus
labores. Tres dias, ese es el tiempo que le dio
ese infame. Eso paso el sabado y ya esta a
Lunes.
Se llevo las manos a las sienes, inquieta, y se
colocé de pie en direccién a la cocina. Bosteza.
Necesita tomar un café. Con todo esto ni siquiera
ha podido dormir bien, pues cada vez que cierra
los ojos.ve ehrostro amenazante de ese individuo
en frente suyo y su exigencia de cumplir con ese
contrato que ella no recuerda haber firmado.
zEntregar su cuerpo? El solo pensarlo,la hace
sentinescalofrios,,No conoce ademas las
practicas sexuales que debe realizar un tipo
como ese para tener que atar a alguien a que lo
acompaiie en la cama, sino no se explica que
siendo asi de atractivo acepte un cambio como
ese por un jarron de 300 millones de délares."El contrato no decia nada, tal vez podria poner
mis propias condiciones, nada de BSMD...
jMaldita sea! Siquiera pensar en esto es
absurdo"
—zEstas bien? —le pregunté Sebastian
haciendo que el vaso que sostenia en sus
manos estuviera a punto de caérsele.
— Sebastian? —musité sorprendida.
—Disculpa no queria asustarte, solo queria
saber como estabas, el viernes me quedé muy
preocupado por ese tipo que te Ilevo en su auto
—le dijo con sinceridad—. Quise Ilamarte pero
despuésime di cuenta que no tengo tu numero.
Seria bueno tenerlo... digo,para/saber.de ti..No lo
digo envel mal sentido:
Se colocé algo nervioso al decir esto. Emilia
sonrié con suavidad, es como si su presencia
hiciera que todo lo malo se alejara de su cabeza,
aunque sea momentaneo.
—Esta bien, este es mi numero —le dijo
indicandolo.Luego de que Sebastian lo guardara en sus
contactos la contempld con timidez.
—iTodo bien entonces con ese tipo? —se rasco
la cabeza algo incomodo—. No sabia que
conocias a alguien como ese.
—La verdad es que... nos conocemos poco... —
se quedo en silencio pensando en las palabras
de su compajiero de trabajo, no quiere decirle
que no lo conocia y solo se subié a suauto
estando borracha, eso seria muy vergonzoso.
—Vaya,.me sorprendes, él es uno de los
empresarios financieros y tecnolégicos mas
reconocidos, Emanuel Stravros, quedé
impresionado cuando me dijo que:te conocia...
formé su propio imperio por si mismo, Claro su
familiaes poderosa pero.él Separé sus:negocios
por lo que es totalmente independiente de ellos.
Dicen que es porque planeaban casarlo ala
fuerza y por eso lo hizo. Para que no manipulen
su vida. El tipo es un genio. Alguien admirable.
Emilia tens6 su rostro extrafada ¢Un genio?
éAdmirable? ¢Alguien asi como lo describeSebastian seria capaz de poner a una pobre
mujer entre la espada y la pared por un estupido
jarron lujoso?
—Por eso no podia creerlo cuando dijo que te
conocia, y que él te Ilevarla a casa. Igual lucia
bastante molesto, no como aparece en la .
television, donde parece ser alguien bastante
cortes,y.amable, claro que sumirada es como si
te atravesaran miles de dagas en el pecho... —
se tomd la barbilla pensativo.
Estaba a punto de agregar algo mas pero Emilia
habl6 primero. Ni siquiera noto que aquella habia
palidecido al escucharlo.
—ZEI te dijo que me conocia? ZNo es que yo me
subi a suvauto’sin su permiso? —la historia que
Sebastian le cuenta es muy distinta a la que.ese
tipo le dijo a ella.
—SjI, por eso me detuvo en la calle cuando yo te
llevaba a casa, parecié muy molesto y dijo que te
llevaria él porque ustedes se conocian, y te
agarré subiéndote a su auto y se fue. Yo quedé
impresionado...éSe conocen? Por mas que intenta recordarlo no
puede ¢Sera alguien que conocié en el pasado y
no lo recuerda? ¢Estara obsesionado con ella y
por eso esa extrajia peticién? ¢Y el jarrén? jNo
puede entender nada! Baja la cabeza suspirando
desanimada.
—éChicos que hacen aqui? —aparecié otra
compajieraasomandose ansiosa—, El jefe nos
esta llamando a todos, nos tiene una sorpresa.
Sebastian y Emilia se miraron sin imaginar que
podria ser y salieron atras de su compajfiera.
Se reunieron todos en la oficina esperando que
su jefe apareciera. La puerta se abrid y aparecié
aquel sonriendo. Parece muy emocionado,
incluso se soba las)manos, eso significan buenas
noticias. La curiosidad rodea a los presentes.
Detras suyo hace entrada precisamente quien
Emilia menos queria ver en este momento,
Emanuel Stravros. Su presencia intimidante los
dejé a todos callados, su altura, su soberbia llend
cada rincon de la oficina, ademas Ilamando la
atencidn de las mujeres presentes con una semi
sonrisa a pesar de su fria indiferencia. Pero lataza de Emilia, resbalando de sus manos y
cayendo al piso, interrumpid el ambiente que
aquel hombre habia provocado en ese lugar.
Se voltearon hacia ella y su mirada atolondrada
no pudieron entenderla. Los ojos de la joven —
mujer estan abiertos de par en par mirando al
hombre como si estuviera mirando un fantasma.
No reacciono hasta darse cuenta de que todos la
contemplan sin saber lo que le pasa.
—Lo'siento mucho, se me resbald la taza de las
manos —se disculpo de inmediato,
—No te preocupes —le dijo\su jefe’en actitud
tisuefia—) espero que no te hayas:quemado.
Emilia solo movié la cabeza en forma afirmativa,
aunque si se quemo. El agua caliente habia
tocado el dorso de su mano, pero ni siquiera ella
lo noté en ese momento, solo en su cabeza da
vueltas la idea de que ese hombre extrafio esta
justo en el Unico lugar que hasta ahora habia
pensado que era seguro. No dijo mas palabras
alejando su atencion de Emanuel, su mirada laquema, la impacionta, mds su axpreaion de
sarcasmo que parece burlarso do su roncclan,
Tragé saliva.
—Emilia zestas bien? —lo susurré Sobastitin
preocupado.
Pero no respondid. Sus ojos verdes volvioron a
detenerse en el hombre que frente a ella lo
sonrid, de manera siniestra.
En eso Sebastian colocé su mano en la cabeza
de Emilia para hacerla reaccionar, Ante el calido
contacto y esa mano paternal la joven gird sus
ojos en direccién a su compaiiero de trabajo
encontrandose con su suave sonrisa. Y sintié
que su corazon comenzaba a calmarse.
—Si te sientes mal deberias sentarte —le dijo
con amabilidad.
Emilia movio la cabeza en forma afirmativa y
estaba a punto de hacerlo cuando sintié una
presencia a su lado. Y antes de reaccionar, la
fria mano de Emanuel Stravros estaba sobre su
frente. Se qued6 paralizada sin saber que hacer.Y los murmullos alrededor de ellos se alzaron
como la espuma de mar.
"jQué considerado es el sefior Stravros!"
"Se preocupa del estado de sus trabajadores |
como nadie"
"Es un hombre tan amable"
—No tiene fiebre, es mejor que tome asiento,
debe estar mareada —le dijo con suavidad, pero
a diferencia del resto Emilia si pudo notar la
maldad en sus palabras.
Mas cuando se acercé a su oido a susurrarle
"éYa tienes la respuesta?"
Dio un salto sin poder evitarlo, se siente tan
intimidada que no logra decir palabra alguna,
aunque es en vano. Por su reaccion parecié
verse como una mujer avergonzada por la
cercania de un hombre tan apuesto y exquisito
como ese.
Emilia solo tom6 asiento por unos momentos,luego se puso de pie. En alerta, como si tuviera
que salir huyendo. Como si fuera ella una presa
y aquel hombre el cazador.
Apret6 sus manos sobre el respaldo de la silla.
Estar en las manos de un tipo asi no es algo que
alguien quisiera, mas cuando quiere usarla solo
por satisfaccion propia.Capitulo 8
“Es solo coincidencia..."
Se repitid en su cabeza. No puede ser que ese
hombre supiera en donde trabaja y viniera aqui
solo a perturbarla. Eso no es posible, la tiene en
sus manos 4Qué mas busca? Aunque luego
recordando las palabras de Sebastian de que
Emanuel Stravros la subié a su-auto y no fue ella
quien se subié como le habia dicho este hombre,
no sabe ya que pensar. Incluso eso la empuja a
dudar que esto realmente sea solo una
coincidencia.
—Les.cuento que.el nuevo Socio de la.compaiia,
a partir de hoy es el sefior Stravros —hablé su
jefe—, y ha propuesto una nueva idea para
darles la oportunidad a todos ustedes, que creen
un nuevo proyecto que sea beneficioso para
nuestra area, se les daran premios a las mejores
ideas y claro una promoci6n.éUn nuevo socio? ~Por qué alguien tan
"grandioso" como lo definié Sebastian quisiera
comprar acciones de una empresa pequefia
como esa? ¢Acaso no solo le basta tenerla entre
sus dedos en su vida privada que planea hacerlo
ee en su trabajo? Movid la cabeza a ambos
jados,
"Tranquilizate, Emilia, el tipo solo quiere que le
Pagues su jarrén. Mirate en el espejo, solo eres
una mujer sencilla, nada extravagante para
haber llamado la atencién.de-alguien como ese...
nadie se hace socio de una empresa asi como
asi."
—Estoy muy ansioso por conocer sus ideas y
agradezco al sefior Stravros por esta
oportunidad en nombre de todos —su jefe se
volteo hacia Emanuel.
—Yo'solo espero que me’sorprendan con sus
proyectos —le respondio con amabilidad.
Los ojos de Emilia se alzaron hacia su jefe Un
proyecto? No puede negar que es una
oportunidad que ha sofado durante afios,
aunque que sea precisamente Emanuel Stravrosque la auspicie la inquieta. Pero todos lucen
emocionados, incluso Sebastian, por lo que se le
hace imposible no contagiarse de la alegria.
—Asi que piensen y les avisaremos desde
cuando comenzaremos a recepcionar sus
proyectos y claro, le damos la bienvenida al
nuevo socio de la compajiia y agradecemos su
interés hacialos trabajadores,
—No hay nada que agradecer, siempre es bueno
estar abiertos a las ideas de todos nuestros
colaboradores. Fue un gusto conocerlos a todos
—le respondio cortésmente.
Emilia sintié su mano caliente y al verlo noté la
quemadura. Sebastian preocupado se gird hacia
ella tomando su mano notando el dajio que se
hizo con el café.
—No se ve grave pero igual es mejor que vayas
a la enfermeria —le dijo con seriedad.
La mujer movié la cabeza sonriéndole con
suavidad antes de salir del lugar escuchando la
algarabia de sus compaijieros que hablabanemocionados de la oportunidad que se les esta
dando, y algunas claro, hablando de los guapo
que es el nuevo socio.
A lo lejos no noté que la mirada de Emanuel no
dejaba de seguirla incluso parecié incomodo por
la cercania de Sebastian hacia ella. Carrasped
con amargura y por unos segundos parecid
indiferentealas mujeres que lo rodeaban
admiradas.
Emilia espero el ascensor y apenas las puertas
se abrieron se subid apoyandose en un costado
y mirando su quemadura. Las puertas estaban a
punto de cerrarse cuando alguien las detuvo y
entré también. Al alzar su mirada se dio cuenta
que es Emanuel. Sin pensarlo retrocedié aun
mas yraktocar el fondo del ascensor le dio la
espalda.
zQuéthace justoveste tipo subiéndose con ellayal
ascensor? La esta siguiendo?
—Eres de verdad muy estupida le dijo
mientras el ascensor bajaba haciendo referencia
al asunto de la taza que se le cayé al piso.Emilia bufé, molesta, el tono con que le habla a
ella es muy distinto al tono cortes con que le
hablé al grupo completo 4Sera este el verdadero
Stravros y no aquel cordial y amable como se
muestra en publico? Claro recordando el dia que
desperté desnuda en su cama, aquel que ahora
tiene en frente, es el verdadero Emanuel
Stravros.
—Prefiero ser estupida que mentirosa —le
respondi6 ofendida.
Emanuel alzé ambas cejas sin entenderla.
—~Por qué dices eso? le pregunto.
Emilia“arrug6 el cenio viendo su propio reflejo en
el espejo del ascensor y deteniendo su mirada
en.la masculina espalda,de aquel. hombre.
—Me dijo que me sub/ borracha a su auto y me
dijeron que eso no fue asi, que fue usted quien
me subid, gAcaso nos conocemos de antes? Yo
no lo recuerdo.—Que te hayas subido sola o no, a
da lo mismo —1
slas alluras
spondid con indiferencia.
—No da lo mismo, necesito saber si lo conozco,
para siquiera explicarme si esta obsesionado
conmigo 0 algo asi, porque aun no logro
entender la logica de ese supuesto contrato que
he firmado —reclamo.
Emanuel se qued6 mirandola de reojo, incrédulo,
antes de ponerse a reir con burla.
—~Obsesionado? Yo? Solo eres una sustituta,
que tiene la suerte de parecerse a la mujer que
amo, no piense que es algo mas, solo quiero que
me.pagues la deuda con tu cuerpo el resto no
me interesa.
Emilia.se gird hacia el hombre.sin,entenderlo.
Aquel hizo lo mismo quedando uno frente al otro.
No la conoce solo la subid a su auto porque se
parece a alguien que él ama ¢Eso es ldgico?
Claro para un loco como este puede ser.
—Si usted es tan importante y duefio de todo
éPor qué no va a buscar a esa mujer en vez dejugar con quien se parece a ella?
Noto que las venas en la frente de Emanuel
Stravros se hinchaban, incluso su rostro a duras
penas contiene el rencor que se dibujé en sus
ojos antes sus palabras.
—Porque esta muerta...
Hubo un silencio sepulcral. Emilia bajé la mirada,
lo hubiese sabido no hubiera sido igual de ruda.
Pero Emanuel que en un inicio parecié
enfurecerse termino por responderle con tal
frialdad que no sabe si realmente le duele la
muerte de la mujer que dice aun amar. Le dio la
espalda.sin animos de ahondar.mas en esta
situacion y luego soplé su mano adolorida.
—A ver, muestra tu quemadura—exclamé con
severidad el hombre sacandose las manos del
bolsillo.
—No es necesario, voy a la enfermeria no es
nada grave —replicd.—No te estoy preguntando —le dijo agarrandola
de la mufieca con brusquedad y revisando la
ligera quemadura, arrugé el cefio—. Quien iba a
pensar que verme te impactara tanto para dejar
caer la taza, si que eres impredecible.
Y sonrié con malicia, y sin mas le pasé la lengua
por el dorso de la mano. Emilia de inmediato
sintidun-escalofrid subirsele por la espalda.
";é Qué demonios esta haciendo este tipo?!"
Diolun salto’@intenté soltarse, sintiendo la saliva
mojarle su mano, pero mientras mas intenta
soltarse mas le aprieta su mufieca. Apreté los
dientes.dispuesta a decir algo,.sin embargo,
antes de darse cuenta aquel la acorralé contra la
pared del ascensor. Sus ojos penetrantes, como
de una fiera salvaje y hambrienta, Se detuvieron
en su mirada.
—Te queda solo un dia para darme tu respuesta,
no me hagas esperar. No sabes como la
ansiedad me carcome por tenerte en mi cama. El
corazon de Emilia se aceleré en ese instante.
Los latidos son tan fuertes que es como si se
escucharan dentro de todo el ascensor. Aqueltipo no deja de intimidarla aprisionandola mas
contra la pared hasta sentir el pasamanos
enterrandosele por debajo de la cintura.
Se acercé como si fuera a besarla
aprisionaéndola por la cintura en un abrazo para
atraerla a su cuerpo, y con la otra mano ,
alzandole la barbilla, pero cuando sus labios
estaban.a punto de tocarse, Emilia apreto los
suyos para evitar el beso y cerré los ojos para no
verlo tan cerca, sin saber que al hacerlo lo
provoca aun mas, sin ver ese tono verde que
tanto odia lo hace mas feliz.
Al sentir una humedad caliente encima de su
boca, abrié los ojos dandose cuenta que aquel
infeliz acababa de pasarle la lengua sobre los
labiosantes de sonreirle con maldad y darle la
espalda justo cuando las.puertas del.ascensor'se
abrierony bajo sin decirle palabra alguna.
Mientras ella tuvo que sostenerse de las batfas
del ascensor sintiendo que las piernas le
temblaban.Capitulo 9
Emilia contemplo el reloj del apartamento donde
vive. Solo cinco minutos para la medianoche. No
ha podido dormir por lo que se levanté de la
cama y se sento frente al televisor. Tomo el
control pero no encendio la pantalla.
Sus ojos solo estan fijos en el minutero. Cuatro
minutos y sera otro dia, el tercer dia. Se llevd las
manos a las sienes, ansiosa e impaciente. Y se
colocé de pie tomando su teléfono sin saber a
quien llamar. Si no fuera huérfana, si tuviera una
madre, un padre, una hermana, un tio. Podria
llamar a alguien’Pero esta’sola.
Algo que antes nunca le molest6, hoy la hace
sentir la necesidad de escuchar una voz que
pueda calmarla. El minutero apunto a la
medianoche y su mirada se qued6 clavada en el
teloj. El silencio se hizo eterno hasta que su
teléfono comenzé a sonar.Es una llamada.
Su atencidn salté desde el reloj a la llamada. No
respondio. El numero es desconocido pero ya
imagina quien podria ser. Lo dejo sonar y sonar.
Y cuando dejé de hacerlo lo apagé.
Se qued6 en silencio. El departamento que
arrienda es pequefio, de un solo ambiente, tiene
suerte de tener una cocina y un bafio. Solo hay
un televisor y un sofa econdmico, mas su cama y
la cocina, luego el bafio y una ducha. Ese es
todo lo|que puede pagar con su sueldo. Es por
eso que pensar pagar un jarron de trescientos
millones de dolares solo aumenta su
incertidumbre.
Por suerte el teléfono no volvié a sonar, y/Emilia
se qued6 dormida sin darse cuenta.
Es martes por la majiana. El sol alumbra en lo
alto siendo el primer dia de la primavera.
Septiembre, el mes que mas ajfiora Emilia. Sin
embargo, luce apagada y ojerosa. Otra noche sin
dormir pensando en como escapar del pago de
ese jarrén. Ni siquiera pidiendo dinero a todos
los bancos podria reunir esa cantidad de dinero,y no tiene ningun bien para vender que cubra el
algo el valor de esa antigiiedad. .
"Es Septiembre... si acepto ese contrato
significaria que a partir de este mes hasta el
préximo septiembre tendré que doblegarme a la
voluntad de ese tipo"
Se llevé la mano a la cabeza maldiciendo el dia
que se le ocurrié salir a tomar. Piensa que se
hubiera evitado caer asi en las manos de ese
hombre. Se bafié y vistié para ir a trabajar,
espera no ver a Emanuel Stravros dando wueltas
en su oficina, o esperando su respuesta.
Miré.hacia el interior de su departamento
pensando sino seria mejor hoy quedarse en casa
y pedir permiso por enfermedad, Titubeo antes
de cerrar la puerta. Un tipo como ese tal vez se
olvidé hoy del tema del contrato, teniendotantas
cosas:que hacenni se acuerde.de-ella en esos
momentos.
Caminé a paso rapido para luego llegar a la
estacién de metro. Intentando no pensar mas en
ese tema. Suspiré sintiendo dolor en su pecho
antes de darse cuenta que un auto se ha paradoal lado suyo.
—Seiiorita Vélez, suba al auto —le dijo el
hombre que conducla.
Es el mismo que ese dia la llevé por el pasillo de
la.casa de Emanuel Stravos y le llamé un taxi.
Aun desconoce si es un guardaespaldas o un
mayordomo de ese tipo. Titube6. ¢Si corriera y
huyera por las calles eso empeorarla su
situacién?
—Silintenta‘huir las cosas seran peor —
amenaz6 el individuo a pesar que por su
expresion parece mas preocupado por ella.
Emilia miro a/su alrededor. Se aferré a su
cartera. Y resignada termin6 por subir, tarde o
tempranoirian porella. Y prefiere que el tema no
sea conocido por todos, mientras mas sea en
secreto menos sabran el tipo de trato sucio que
tendra con Emanuel.
—EI sefior Stravros la espera —le dijo antes de
indicarle al chéfer que condujera.Emilia inquieta tom6 el dobladillo de su blusa y
no lo solté mirando de reojo a los dos hombres
que van sentados adelante. La superan en
tamafio incluso hasta en fuerza. Comparando su
baja altura y su delgado cuerpo.
—Susefiong Siempre hace este tipo de pactos?
—pregunto de repente arrugando el cefio pero
su rostro no lucio molesto sino preocupado.
—wNo, es raro que muestre interés as/ en otra
mujer. que no sea la sefiorita Rose Riatta. Eso no
significa que no lleve a mujeres a la casa, lo
hace, pero luego de una noche las despacha y
no las vuelve a traer mas. Le digo esto para que
no sersorprenda si lo ve en esarsituacion,
llevando mujeres.a la casa, todos los empleados
estamos al tanto de.sus costumbres —respondid
con indiferencia.
Emilia titube6, le habla como si ella fuese a
entrar como servidumbre, si lo hara pero en la
cama. Pero eso no significa que vaya a cumplir
horarios laborales ni se quedara alla como para
notar sus malas costumbres. Solo ira por sexo...
Quiso morderse la lengua de solo pensar en ella
de esa forma. Es la primera vez que ademasescucha el apellido de la prometida de Emanuel
Stravros gHabra realmente muerto? Es que
aquel tipo parece obsesionado con esa mujer
tanto que ve en ella rasgos parecidos a su ex
novia y de ahi decir incluso que quiere llevarla a
la cama porque se parece a su ex prometida.
— Hace cuento tiempo Rose Riatta falleci6? —
le pregunto con cautela sin saber si le
responderia una pregunta tan personal.
—Desconozco los detalles, pero dicen que la
sefiorita se lanz6 al mar hace diez afos atras.
Mas alla de eso no sabemos, pero no saque el
tema ante el sefior Stravros, se enfurece. Ni
siquiera sabemos como era el rostro de su
prometida, él tiene una pintura que guarda con
muchotrecelo. Por lo que le aconsejo que no
indague mucho.en.esa historia. Usted. cumpla
con lo,suyo no se meta mas alla de sus asuntos
personales, cumpla con el trato que han hechoy
luego siga su vida lejos de el sefior —el tono
cortante de esa ultima frase le dio a entender
que no planeaba responderle mas preguntas.
Emilia guardo silencio. El tema de Rose parece
mas complejo de lo que hubiera imaginado, y tal
vez su parecido no es tanto como aquel hombre
cree, es su locura que le hace creer que separecen. 4En que lio se esta metiendo?
Siguid el auto moviéndose y notd que van mas
lejos de lo que hubiera pensado. Creyd que
Emanuel Stravros la estaria esperando en algun
café o una esquina, pero parece que la estan.
llevando a su casa.
—Disculpe, 4A donde me estan llevando? —le
pregunt6 con seriedad.
—A la casa del sefior Stravros —le respondi6é
con sequedad.
Emilia abrio los ojos, preocupada,
—Si necesita solo mi respuesta no es necesario
que haga ese recorrido, ademas yo tengo que
trabajar, no puedo llegar tarde a la oficina y...
—wNo se preocupe, ya nos hemos encargado de
eso, usted tranquila, quédese sentada —le hablo
con dureza antes de cortar la conversacién.Emilia entrecerré los ojos molesta. Claramente
tendra un encuentro con ese tipo aunque no lo
quiera. El tema es que aun ni siquiera sabe
como responderle. No quiere aceptar su
contrato, no lo quiere pero tampoco tiene como
pagar. Aun asl él no podria hacerle nada si se
niega aunque le tiré encima sus mil abogados,
nadie se va preso por deudas en este pais.
Suspiré. Porque aun asi sus manos no dejan de
temblar.
Cuando las puertas del auto se abrieron vino a
darse cuenta que acababan de llegar. Abrieron la
puerta y bajo quedando enceguecida por el sol.
La casa luce mas intimidante y enorme que la
Unica vez que la habia visto. Es la misma donde
desperté desnuda al lado de un hombre desnudo
que dice que no le puso un dedo encima. Y sabe
que es cierto, aunque suene bastantelocowEl
doctorque la’ cheques le confirm6é que no habia
pasado nada. Sin embargo no encuentra
explicacién en esa situacion ¢Solo buscaba
hacerle creer eso? Hasta le pidié pastillas para el
dia después que nunca llegaron.
—Sigame —le dijo el hombre que la habia
llevado a este lugar.Noto que no entraron por la puerta principal sino
por el costado de la casa, detras de un pequefio
pero tupido jardin de enredaderas. Una puerta
pequefia se abrié apenas aquel giré la llave y la
hizo entrar sin acompafiarla. Apenas Emilia puso
sus pies el hombre giré el cerrojo y se qued6
afuera, dejandola encerrada y sola.
Retrocedié,confundida y quiso abrir la puerta,
golpeé y grité pero fue en vano. No entiende
cuales son sus intenciones de retenerla en ese
lugar.
Miré a su alrededor dandose cuenta que el lugar
es espacioso, por un lado un escritorio con todo
lo necesario, libros, lapices, y un notebook. Y por
el otro lado una cama matrimonial de gran
tamajfio;.con cubiertas claras ywelador a cada
costado. Al fondo.un bafio. personal, con ducha.
Parece.como si fuese un pequefio departamento.
Solo la pintura no le gusta, es un tono azul opaco
que hace que el interior parezca mas oscuro.
—éTe gusta? —y al escuchar esa voz se gird de
inmediato encontrandose de frente con Emanuel
Stravros quien la contempla con una sonrisa
maliciosa—. Mandé a prepararla para usted.