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Prélogo —Quiero el divorcio. Aquellas palabras, dichas con frialdad, fueron tan repentina que Emilia se qued6 con la cuchara de sopa a‘mediocamino mirando la seria expresion de su marido. Confundida solo atino a sonreir educada mas no dijo palabra alguna. EI silencio rode6 el comedor y la pareja de casados solo se quedaron mirando uno al otro. Emanuel.chasque6 la lengua,,impaciente. —Quiero:que te vayas de la:casa lo mas pronto posible, en lo posible hoy o mafiana. Que tu abogado hable con el mio. Te dejaré el departamento, yo me quedo con Ia casa — agreg6 molesto. esperaba, pero después de tres afios de matrimonio donde “casi" viven tranquilos podria no comprende la repentina decision y esa impaciencia de que abandone ya la casa. Pero lo sabe, sabe que es por ella, por esa mujer, que él siempre ha afiorado tanto. Se mordid la lengua, resignada, bajo la cabeza conteniéndose. Emanuelsuspiré llevandose las manos a su cabello. Quisiera golpear la mesa y hacerla reaccionar, pero prefiere no hacerlo. Los ojos verdes de Emilia siguen tan fijosen él que siente que lo quema, los odias. —Esto no esta funcionando, intenté cumplir como marido pero se acabé —mascullé Emanuel, aunque su razon es otra. Y es que Emilia a pesar de parecerse fisicamente a ella, su ex prometida, es tan distintasSe notaila diferencia de quien fue educada por una institucion de huérfanos, a una educada por una familia de clase alta. "Cumplir como marido" Emilia aprisioné ambas manos al escucharlo, si cumplir le llama a casi no vivir en esta casa, a compartir cama solo un par de veces, ser infiel, a ignorarla, mirarla como si fuese inferior a él, sacarle en cara que su comportamiento no es igual a su amor platénico, y solo recordarla para las fiestas familiares por no querer dar explicaciones a su madre, entonces no quiere esa clase de compromiso. —Te adverti al casarte conmigo, no soy ella, no labusquesenmi, no.soy la sustituta de tuamor de juventud —tartamuded Emilia. Ella lo ama, a pesar de todo, lo ama. Recuerda hasta ese dia que él bajé corriendo de'su auto llamandola por un nombre que no era suyo. Que la siguié a pesar de que intento evitarlo sabiendo que nada bueno iba a traer con enamorarse de un hombre que buscaba en su similitud a un amor perdido. Y al final acepto:casarse, aunque sabia que asumir.un rol que no era suyo tarde.o temprano iba’a acabar de esta forma. Emilia no se enamoré de su apariencia, sino de el amor que parecia profesar a ella. Pero la engajid, no solo por las mujeres con que se acostd los afios que estuvieron casados, sino por esa promesa que le hizo antes de casarse. Le prometié que la queria a ella, a Emilia, no como una sustituta. Y aunque le duele debe reconocer que la verdad es que Emanuel nunca la am6, solo volcé el amor arrepentido, el amor desesperado, por aquella otra mujer en ella. Aunque no esta demas decir que su marido es un-hombre apuesto, alto, elegante, de cabellera negra, y con un lunar debajo de su ojo derecho. Sus ojos son grises y sus pestafias casi tan largas como las suyas. Pero su.coraz6n frio solo es calido para su amor de juventud, no para su esposa. Ajiora el pasado e ignora su presente. No hubo palabras de parte de él y Emilia se levanté de la mesa caminando hacia las escaleras. Emanuel no va a decirle que acaba de saber que la mujer que él ama sigue viva, y no va.a seguir atado a la sustituta que eligid para casarse. Pero desconoce que Emilia ya lo sabe, ella escuché su conversacion con el detective. —Esta bien, acepto, pero quiero la segunda casa, no el departamento, y asi aceptaré divorciarme de ti y no volver jamas a aparecer en tu vida. —Trato hecho —respondié Emanuel con indiferencia. las la espa Capitulo 1 Fue un dia de primavera cuando Emilia caminaba a su trabajo. Los cerezos en flor dejaban caer sus pétalos rosas y blancos, como copos de nieve de primavera. Cruzo el paso peatonal, apresurando el paso para no llegar tarde a su trabajo. Apenas habia subido a la vereda cuando escucho un bocinazo y de la nada vio un auto negro detenerse en la calle causando aglomeracién de inmediato. Un tipo alto y apuesto baj6 desesperado de su vehiculo y de improviso.se colocé delante de ella. El cabello negro de aquel hombre, con un traje que'luce muy caro y.le queda muy bien, mas\sus penetrantes ojos grises, la cohibieron de inmediato. Tiene un lunar bajo su ojo derecho que le da mayor realce a su ya atractiva apariencia. Es como si estuviera frente a uno de esos guapos actores de la television. Emilia asustada lo miré confundida. No lo conoce, tampoco se le hace similar a un ex compafiero de clases 0 de algun otro trabajo, o cualquier otro que pudiera conocer. De seguro si lo conociera no seria alguien que olvidara. —jéEres tu?!... No puede ser —exclam6 el desconocido de la nada intentando tomarla de las manos. El hombre luce desesperado y a pesar de que sonrie, asustada la ansiedad desbordante de su mirada, La mujer retrocedié confundida. —{Por qué no volviste? {Qué dira tu padre, tu hermano, todos quienes te hemos llorado con tanta desesperacion? Rose {Ddnde.has estado? Vamos;salgamos de aqui —le dijo en modo de suplica. Ver a un tipo asi, con aires de rico y altanero, suplicandole a ella fue aun mas confuso. Pero al escuchar el nombre de "Rose" entendié que no es a ella a quien busca. Se llevé la mano al pecho respirando con mas calma y luego movid la mano negandose a ese nombre. —Me ha confundido, mi nombre es Emilia. Y al decirlo aquel tipo la contemplé con mas atencién, incluso tomandose el atrevimiento de tomarla de ambos hombros para acercarse aun mas. Sonrid ala fuerza, avergonzada, la gente a su alrededor se ha detenido observando a la extrafia pareja. El hombre mientras mas la mira mas arrugaba el cefiomolesto»Los ojos de esta chica son verdes, los ojos de Rose eran de color miel. Incluso sus movimientos son distintos, esta mujer ha tomado sus manos y las ha alejado de sus hombros bufando molesta. Rose era una sefiorita educada que nunea se atreveria a tocar las manos de un hombre desconocido. Ademas su cabello era liso, castafio, y bien cuidado. Esta chica en cambio solo se ato una cola y su Cabello rojo ondulado cae con desorden. Fisicamente es muy similar, pero no es ella. —Sefior Stravros—dijo el chofer de su auto bajando apresurado—. Los bocinazos han subido; necesitovestacionarme!:. —No es necesario —exclam6 molesto cambiando totalmente su actitud anterior, dandole la espalda a Emilia—. Vamos, fue todo un error. Se siente tan desilusionado que a duras penas contiene su rabia. Por un momento pensé que el milagro que tanto rogaba se habia vuelto real. Pero no era asl, sin embargo una ligera idea rondé su cabeza. Detuvo sus pasos antes de subir a su auto, y con aires de superioridad pregunto a la mujer que aun desconcertada se mantiene impavida en su lugar. —zCuél es tu nombre? —dirigiéndose a ella. Emilia solo lo miré para luego chaquear la lengua aferrandose:aun mas a su cartera {De verdad cree que le va a dar su nombre a un loco que cruza la calle, la llama por otro nombre y hace todo este espectaculo sin importarle nada? Podria tratarse incluso de un psicépata. —No.tengo porque decirselo, sefior—dijo dandole la espalda y apresurando su paso. No insistié. Su orgullo no se lo permitia. Pero dentro del auto, Emanuel Stravros sintid que su corazon sigue latiendo con fuerzas. Se parecia tanto, la expresién en su rostro, los labios entreabiertos asustada con su repentina presencia. Incluso hasta el tacto con sus manos. Suspiré dolorosamente, pensd que era ella. Que Rose segula viva, que no se habia lanzado al acantilado y que todo eso no habla sido mas que una pesadilla. Se llevé las manos a la cabeza con desesperacion. El dolor que creyé que al fin habla sanado volvid en cuanto vio a esa mujer cruzar la calle. La herida lacerante de su pecho, la culpabilidad que lo torturaba, esa ansiedad de estrechar en sus brazos a la mujer que perdid. El.solo creer que era ella le hizo perder la cordura bajandose del auto y cruzando la calle sin mediar el peligro. No era un fantasma, ni un producto de su imaginacién, era ella. Sin embargo, al verla con mayor atencion, al escuchar su forma de expresarse, se dio cuenta que no era mas que una copia barata de ex-prometida. Apreto los dientes con tanta fuerza que se mordié los labios sacandose sangre. —Crist6bal —exclam6 llamando a su chofer—. Averiguame informacion de esa mujer y de la empresa HTM Asociados. Dijo esto ultimo acordandose de la carpeta que la mujer llevaba en sus manos. Puede que no sea donde trabaje como puede que si. Pero es la Unica pista que tiene ahora. —Lo intentaré, sefior... —No quiero que lo intentes, quiero que lo hagas —lo interrumpié Emanuel con severidad. Ante esas palabras y el tono de su jefe, su chofer solo.movi6éla cabeza en forma afirmativa. No va a ser facil averiguar la informacién de una mujer que solo han visto una vez en la calle. Suspir6é con disimulo. "Que tipo mas raro" penso Emilia desde cierta distancia viendo al auto alejarse. Luego siguié su camino. Capitulo 2 —Su nombre es Emilia Lopez, no tiene familia, solo tiene relaciones con sus compaiieros de trabajo.y.los tutores de la institucién infantil en donde se crio. Trabaja para HTM Asociados desde hace dos aiios, esta bien calificada en su trabajo. No se le conoce amistades. Ni pasatiempos tampoco. Su cumpleajios es el 25 de noviembre y tiene veintiséis afios. Su profesién es administracién de empresas. El hombre habl6 con seriedad y tensién, intimidado por la grave expresion de su cliente. Por el gesto de aquel individuo de ojos grises es claro que no parece muy conforme'con’su investigacién, pero dado el poco tiempo que le dio es todo lo que pudo recabar en un par de horas..Aun asi se :mantiene impavido, en su lugar, sin moverse un centimetro. Luego de este escueto resumen, Emanuel Stravros recibié una carpeta con el resto de antecedentes, como direccién, numero telefénico, etc. Y las fotos. Oje6 cada documento sin decir palabra alguna. No esta satisfecho aunque es suficiente. No puede negar que su chéfer y guardaespaldas, es un buen investigador. Con un gesto en la mano le indicé que saliera de su oficina. Apenas Emanuel estuvo solo volvié a revisar cada foto. En verdad se parece a Rose. Demasiado. Que burla del cielo de crear dos seres humanos tan iguales y a la vez tan distintos. Con su dedo pulgar cubrié los ojos de la foto |de aquella mujer, sin.esos ojos verdes es como si fuera ella, su ex prometida. Aunque la edad de ambas difieren en afios, esa chica es mas joven que Rose. Se llevé la mano a la barbilla, pensativo. Por culpa'de'su deseo y obsesién hacia Rose nunca ha podido hastasahora cumplir la peticién dersu famniliayasarse y tener un heredero. Eso no quiere decir que no ha llevado a otras mujeresia la cama, pero ninguna ha logrado Ilenar ese vacio. Y no es que planeé hacer familia con esa mujer que encontré en la calle y que se parece tanto a ella. Sino que si logra meterla en su cama puede que al cumplir su deseo de hacerla suya, como no pudo con Rose, al fin acabe con esa desesperacion incontrolable. "Tener un hijo con una mujer de esa categoria seria mi ruina" Bufé con burla. Ahora Qué pasa con su "amor" hacia Rose? Es evidente que no va a obsesionarse de la misma forma por una mujer simplemente porque se parezca a ella, jamas otra podra ocupar ese lugar. Rose un dia volvera, lo sabe aunque todos digan que es imposible. Y cuando lo haga se casara con ella y sera la madre de su hijo. Solo Rose podria ser la madre de sus hijos, ninguna otra: Volvidé a revisar los antecedentes de esa mujer, de esa copia barata, como le gusta llamarla con desprecio, porque para él, Emanuel Stravros, no es mas que una sombra de su Rose. —Es dos afio menor —musit6é mirando a la ciudad a través de los enormes ventanales. Rose deberfa tener ya’veintiocho ajios, versus los veintiséis afios de la mujer de la foto. Se senté en el sofa negro de su oficina. Sonrid satisfecho. No puede negar el parecido. Palpa con sus dedos la imagen del rostro de la desconocida, pensativo. Aunque esta mujer es vulgar comparada a ex prometida, aun asf no hay nada que no se pueda remediar. Y en su cabeza comenzé a germinar aquella idea. 4 Seria la perfecta sustituta para calmar su deseo? Su ansiedad por poseer a Rose va desahogarlo en aquella reemplazante. Cogerla como por afios ha sofiado poseer a su ex prometida. Entrecerré los ojos sin ocultar la ligera malicia que se|dibujé en ellos de tan solo pensar tenerla entre Sus manos. —Esto podria ser beneficioso... —mascull6 sonriendo. Tomé su teléfono llamando a su secretaria. —Llama a Cristobal, hoy me retiraré mas temprano —le indicé. La mujer se qued6 en silencio, sorprendida, porque desde que trabaja para el sefior Stravros nunca antes ha salido temprano de la oficina, usualmente hasta madruga trabajando 4Qué sera lo tan importante que lo obligue a salir a estas horas? No sabe que Emanuel solo piensa en una sola idea en su cabeza, atrapar a esa mujer que se parece tanto a su ex novia, para que se convierta en su sustituta. Sin embargo no alcanzo a responderle a su jefe cuando un hombre alto, de ojos claros y bonita sonrisa se paro frente a su escritorio. El cabello rojo y llamativo y la expresién seductora le hace ver que no.es nada mas y menos que Esteban Torrealba. Aquel le cerré un ojo tomando el teléfono en sus manos. —tQué.pasa; amigo? ¢Te has encontrado a alguien con quien jugar esta noche? No hubo respuesta del otro lado. Emanuel buf6 antes de colgar. Y apenas se colocé de pie vio al hombre alto de cabellera roja entrar a su oficina. Alzé su mirada con gesto poco amigable. Lo que menos quiere es que en este momento lo detengan con sus boberias. —jVamos, Emanuel! Hace un mes que no nos vemos y me recibes con esa cara —Se quejé tomando asiento en el sofa negro. —zY que quieres? No te fuiste precisamente de vacaciones —respondié con tono seco—. No es bueno para un empresario como yo estar al lado de alguien acusado de estafa... —Soy inocente —levanté ambas manos antes de reirse—. Reconozco que fue un desliz, pero todo ya esta solucionado, —Si no fuera por tu padre no hubieras pouido volver a este pais, ya deberlas tener cuidado, no siempreiva a poder tapar tus mugres —refunfuhié tomando un vaso.y sirviéndole whisky. —No'te:pongasitan grave; mis padres tienen.que pagar sus ajios de indiferencia y poco carifio a su Unico hijo, de algo que sirva que mi padre sea un ministro de estado y mi madre una poderosa empresaria —le sonrid con maldad recibiendo el vaso antes de ponerse de pie y observando las luces de la ciudad que comenzaba a oscurecer —. Ya que estoy aqui gVamos a divertirnos? Emanuel solté un bufido antes de beber y dejar su vaso vacio encima de su escritorio. —Ya tengo planes —hablé entre dientes sin evitar mirar las fotos sobre su escritorio. Y aunque se.apresur6 a guardarlas, no pasaron desapercibidas para la curiosidad del pelirrojo. Pero la sonrisa en el rostro de Esteban se desencajé en el momento, al ver.a la mujer de las fotos. Incluso tuvo que sostenerse de la silla de Emanuel ante la expresion confusa de aquel. —Rose... —musité llevandose una mano al pecho sintiendo como si un liquido caliente se le derramara en el interior—. Pero.ella murid, yo mismo la vi lanzandose al vacio ella no... —No.es Rose, es.una mujer que encontré que se parece a ella —respondié guardando las fotos con actitud molesta. Esteban aun asi siguié palido. Sin embargo no se olvida que su amigo siempre ha insistido que ella sigue viva, lo que no es posible, su cuerpo putrefacto lo encontraron flotando en el mar. Lo recuerda con claridad. Aquella estupida nifia rica No podria estar viva, Se mordié los labios sin esconder el odio en su mirada. —zQué te pasa ahora? —le hablé Emanuel haciendo volver a la realidad. —Nada —sonrié y luego con gesto malicioso agrego—. 4Y qué planeas hacer con la copia de Rose? —Usarla —respondié Emanuel con indiferencia —=. ¢Para qué mas sirven las muchachas como esta? 40 te crees que planeo algo serio? Esteban se sirvid mas whisky sin responderle, calmando su pecho. Su animo bajé de golpe ante la imagen que le hizo creer que veia\un fantasma. Sus ojos se quedaron fijos en el rostro de Emanuel quien arrug el cefio y solo atiné a sonreir. —Me da compasién esa mujer... es todo —se defendié intentando explicar su serio semblante. sttkaeenen(nenene nine —Bien, Emilia, has hecho un trabajo excelente —le dijo su jefe sonriendo—. Por eso mismo, el proximo proyecto importante que viene lo dejaré en tus manos. La joven mujer abrié sus ojos con emoci6n. Luego de tanto esfuerzo, tantas noches sin dormir, al fin lo habia logrado ¢Significara eso su ascenso que tanto ha esperado? La pequefia Oficina donde trabaja luce arrebatada de escritorios, aunque los enormes ventanales dejan entrar la luminosidad de un pequefo jardin trasero. Al fondo-hay una cocina sencilla y afuera por el pasillo estan los bafios, —-Podriamos ira.celebrar. el logro.de Emilia, hoy es viernes, hay un nuevo local nocturno —sefialé un compajiero sonriendo animado. Emilia movié la cabeza en forma negativa, sonriendo avergonzada. No es muy buena para ir a esos lugares. Prefiere la tranquilidad de su pequefio departamento. Ademas no sabe tomar. No tolera el alcohol por su falta de costumbre de beber. —Buena idea —respondi6 otra compafiera—. iVamos, Emilia! Nunca vas con nosotros, la vida no solo es trabajar. —Quisiera, pero no puedo —se excusé con amabilidad. —Emilia, bebamos hasta que el mundo desaparezca —dijo otro alzando sus manos—. No quiero ir a casa, me peleé con mi sefiora y creo que me va a dejar. Necesito beber y desaparecer en el sublime sabor del anochecer. Pero nada de lo que digan la convence. Emilia solo piensa en su cama, en ver una buena pelicula.y dormir. —éSebastian tu vas? —su companera alzé la voz hacia otro que trabajaba concentrado en el fondo del piso. Aquel hombre de cabellos castafios y sonrisa risuefia alzo su cabeza hacia el grupo y sonrié con suavidad. Emilia sintié que su coraz6n se paralizaba. Sebastian Saez llegé a la oficina desde hace un ajio. Siempre ha sido muy amable y considerado, le tocd a ella ser su guia en las primeras semanas en la empresa. Aunque después de eso es poco o nada lo que hablan entre ellos. Al notar como aquel les presta atenci6n, con sus ojos fijos en ellos, aunque no la mira directamente a ella, Emilia siente como el calor se sube a su rostro. Desvié la mirada avergonzada de no poder controlar sus sentimientos. Estar con un hombre asi.se aleja.de su realidad. Alguien como él de seguro estarla interesado en una mujer hermosa y talentosa, no un ratén de trabajo forzado como ella. —Si va Emilia, yo voy —respondio entrecerrando los ojos. Y sus ojos claros se detuvieron en.la aludida. La expresion de sorpresa de todos se volcaron en el semblante cohibido de Emilia. Sus ojos bien abiertos estan dirigidos a Sebastian. No sabe como responder a sus palabras. —Uy Emi, responde a eso —dijo uno de sus compafieros riéndose antes de recibir un codazo en su vientre de la otra chica. Bajé la cabeza con timidez y luego desvié su mirada a otra direccién lejos de Sebastian. —Esta bien, pero solo un rato —respondid. Todos alzaron las manos celebrando exageradamente. Se sintid un poco ahogada, pero aun asi al notar la sonrisa de Sebastian que va dirigida hacia ella sonrié con suavidad. Si él va puede hacer ese esfuerzo, seria la primera vez que este cerca de Sebastian fuera de la oficina. Y aunque no este dispuesta a confesarle sus sentimientos le emociona ver como es él afuera de la oficina. Capitulo 3 —jSalud! —grité uno de los compaiieros mas jOvenes alzando su vaso. Todos bebieron en medio de la algarabla que rodea la mesa en aquel tipico local noctumo. Lucen felices y animados. Emilia sonrie, pero aun asi observa la hora en su reloj y suspira. Quisiera ya irse a casa, aunque luego contempla de\reojo a Sebastian Z no puede evitar que el pecho se le acelere. El sonrie con suavidad haciendo que se dibujen dos hoyuelos en sus mejillas que lo hacen lucir mas encantador. —zNo te gusta beber? le pregunté Sebastian de repente capturando justo sus ojos cuando ella lo contemplaba. Lo qued6 mirando, confundida, sintiendo que acababa de atraparla espiandolo. Aquel le sonrié con suavidad como respuesta. Aquella sonrisa la atolondré aun mas. Cohibida estuvo a punto de volcar su vaso de juego de pia. —No, Emi solo bebe jugos, sufre de intolerancia alcohélica, segin ella, {Se pierde esta diversion! —dijo una chica ya con el alcohol subido a la cabeza. —jVamos, Emilia, un vaso para la salud de todos! —dijo otro tan animado como la otra muchacha, sirviéndole. Emilia titubeé y sus ojos se detuvieron en Sebastian quien la observa atentamente, sus ojos estan tan fijos en ella, parece que espera ver si se atreve a beber. No quiere desilusionarlo, nerviosa tomd el.vaso de cerveza que le ofrecieron y se lo tom de un golpe hasta toser ahogada por el alcohol. Quienes la rodearon empezaron a aplaudir su gesto, sin embargo Emilia no deja de toser ahogada. —Eres una verdadera caja de sorpresas — musité Sebastian entrecerrando los ojos con dulzura. Dejo de toser. Sintié como el calor se subié a su cabeza ante el gesto de aquel hombre. No sé esperaba que pudiera llamar su atencién con algo como eso. Quiso sonrelr pero no pudo hacerlo y solo bajé la cabeza mordiéndose los labios con una leve alegria en su mirada, es la primera vez que nota ese gesto de Sebastian hacia ella. &Qué puede pensar de esto? 4Acaso él podria sentir algo por ella? Desvié la mirada un poco cohibida, y antes de darse cuenta ya se habia bebido un par mas de cervezas. Hideo tibet —Sefior Stravros parece que no vendra —dijo Cristobal, su chofer, luego de una hora deestar estacionados esperando afuera del, edificio del lugar en donde vive Emilia. Emanuel bufé de mala gana, arrugando el cefio. Nunca antes habia esperado tanto por una mujer, y menos por una de clase inferios a la de él. Esto lo hace enojarse aun mas. Presiona sus nudillos con fuerzas pensando en que lugar pudo haberse metido esta mujer un dia viernes a estas horas. Ni siquiera deberfa dudarlo, es claro que debe andar deambulando en bares de mala clase. Dio un golpe a la puerta del auto al darse cuenta lo tan distinta que es con Rose. Ella jamas hubiera ido aun bar. Eso es seguro. Se hubiera quedado encasa’sindarle problema alguno. Lo peor, es pensar que podria estar en los brazos de otro hombre o planeando pasar la noche con algun tipo que conozca en una fiesta. Es evidente que no es mas que una facil mujerzuela que solo tiene de ventaja su parecido con su ex-prometida. Carraspeé impaciente sin controlar su enojo. —Bien, vamonos a casa, vendré otro dia luego cerré los ojos cruzando los brazos. No pudo ocultar lo molesto que se siente con esta situacion. La frustracién es evidente en su semblante. Queria acorralarla, pero ahora tendré que esperar otra ocasion. En vano salio temprano de su trabajo. Esa mujer barata le ha jugado sucio. Ya le hara pagar por esto cuando la tenga atrapada entre sus manos. tetnenEet Qtneeetete Emilia sonrié alzando ambas manos en medio de los aplausos de sus compafieros. Ha bebido mas de:lo.que. su.cuerpo podria tolerar y yano es consciente de sus actos. De repente, Sebastian colocd su mano, carifosamente, sobre la cabeza de la mujer. Y aquella como respuesta le sonrié con sinceridad mientras sus mejillas rojas por el alcohol le dan un aspecto distinto al usual. —Ya no mds cerveza para ti, es hora de volver a casa —dijo en forma paternal. —jAguafiestas! —grit6 otro antes de reirse. —Llévatela y cuidala, hazte responsable — respondi6 la chica tan borracha como Emilia. —Esta bien, eso haré, palabra de hombre — Sebastian alzé una mano como si estuviera prometiéndolo. Luego salié del local ayudando a Emilia a caminar. Aquella apenas logra sostenerse bien en pie. Tal vez fue demasiado instarla a beber asi, No penso que solo con sonreirle le animaria de esa forma. Sebastian no puede evitar pensar lo ingenua que es. Peligroso si cayera en manos equivocadas. Deben buscar un taxi antes que se haga mas tarde para ir a dejarla a su casa. Avanzan sin notar que un par de-ojos grises ha visto a la pareja. Emanuel arruga el cefio, molesto, es ella esta seguro. Aprieta los dientes al ver como el brazo de la mujer se apoya atrevidamente en los hombros.de ese hombre. De seguro es el tipo que escogidé para.pasar la.noche. E incluso. como puede sonreirle de esa forma lasciva mientras no deja de parlotear ruidosamente. “Cuan sucia puede ser esta mujerzuela" Sin pensar que Emilia se apoya en Sebastian porque en su estado no puede caminar de otra manera. Y la sonrisa de aquella, que a diferencia de lo que piensa Emanuel, no tiene nada de lasciva solo sonrie con dulzura, y en sus momentos de lucidez, con agradecimiento al hombre que la ayuda a ir a casa. Sin embargo la expresién del hombre desconocido le hacen hervir la sangre aun mas a Emanuel, pues aquel parece muy carifioso y tisuefio con esa mujer. —jDetén el auto! le grité a su chéfer. Se detuvo justo al lado de Ia pareja, y Emanuel déscendié dando un fuerte portazo, que llamé la atencién de Sebastian que alz6 su atencion al hombre que se acerca a ellos en forma agresiva. —Yo la llevaré a casa —dijo Emanuel imponente. Sebastian arrugo el cefio. Ese tipo de actitud altanera no le da confianza. Lo contemplo de pies a cabeza. Le parece extrafio que alguien tan sencilla como Emilia pueda involucrarse con alguien asi. Es alto, muy bien vestido y con un auto carisimo, ademas su actitud es altanera e intimidante. Sus ojos grises lo miran con fiereza, tal como si fuera un tigre a punto de devorarlo. ¢Cree que esta loco para dejarla en las manos de él asi como asi? —Si teme que secuestre a su amiguita le dejo mi tarjeta —le dijo con sarcasmo sacando su tarjeta. Sebastian ley6 la tarjeta "Emanuel Stravros" y abrié los ojos sin creerlo. Este es uno de los empresarios mas présperos en el area de las finanzas. Se le conoce como el agresivo tigre de ojos grises. gAcaso Emilia tiene alguna relacién con un tipo asi? Pero 4Cémo? Sebastian entiende que no le conviene hacer conflictos con alguien como ese hombre. Por lo que aun, cuando no esta seguro, dejo que aquel alzara a Emilia entre sus brazos. Apenas la sostuvo, Emanuel le dio la espalda. Su interés solo esta enfocado en esa mujer, y suspira. La dulce y educada Rose jamas hubiera caido en ese estado, y eso le molesta Por qué No puede comportarse como ella? Cuan patética y avergonzada es esta mujer. Ademas Como se le ocurre irse as! con un hombre cualquiera? Va a tener que encerrarla y ensefiarle como debe comporlarse adecuadamente. Su chofer le abrid la puerta y Emanuel subié a Emilia al auto sin ningun cuidado, incluso empujandola con tal rudeza que se estrellé con la otra esquina, sin que esto le importara mucho aEmanuel.Se encuentra tan molesto que piensa que ese golpe se lo merece. — ¢Cémo has podido emborracharte de esta forma? {Qué eres? {Una puta cualquiera que se emborracha y se mete con el primero que ve? — la reprendié con rabia. Emilia se sobo el golpe y desperté confundida. Recuerda que caminaba al lado de Sebastian Por qué/ahora esta en un auto? gPidid un taxi? Sus ojos recorrieron el interior. Es un taxi bastante lujosonSonrio con emocion: —jQué grande y enorme! —exclamé aun atolondrada. Emanuel tosié confundido sin saber a que se teferla exactamente con eso. —zQué cosa es grande y enorme? —pregunté molesto. Esta mujer no deja de ser una ordinaria. Hizo una.mueca.con horror, Mientras mas la conoce mas distinta es a Rose. Se sobé la sienes impaciente, tal vez su idea no es tan buena. Dio un golpe con su pufio en la puerta de su auto, incluso casi rechinando sus dientes. Sefior gle duele algo? —sefialé de repente Emilia preocupada. Su expresién luce dolida, con sus cejas alzadas y sus ojos verdes fijos en los suyos: Emanuel se quedo paralizado sintiendo que su pecho se agitabasAl tenerla mas cerca puede observarla con mayor atencion. En este momento aquella Mujer luce tan igual como Rose que es como si fuese ella quien esta frente a él. No pudo evitar que sus ojos se quedaran detenidos en los de ella. Y alz6 su mano tocandole la mejilla, y aunque Emilia salté ante el repentino contacto luego su rostro confuso se detuvo otra vez en él. Su piel es suave y calida, tal como lo era el de su novia. Sus pestafias son igual de largas y proyectan una sombra bajo sus ojos que realzan sus mejillas sonrojadas por el alcohol. Desliz6 su pulgar por sus labios, y se qued6 jugueteando con ellos sin que la mujer se lo impidiera. Ella solo lo contempla con fijeza, parece aun confundida y adormilada por el alcohol. No es su Rose, ni siquiera se compara con ella, pero es tan similar que puede conformarse con esta version barata y de mala-calidad. Puede hacer con ella lo que no pudo hacer con su novia. Y con atrevimiento la agarré de la cintura acercandola tanto a él, que Emilia tuvo que poner sus manos en su pecho para tener algo de distancia. —Ella era la flommas bellade un jardin,.tu solo una maleza, pero seras la mujerzuela que calmara mi cuerpo y me permitiré desahogar mi. ansiedad en la cama, solo seras el cuerpo que a partir de ahora me pertenece. A cambio te daré todo lo que necesites, dinero, ropa, joyas, lo que quieras pedir. Pero nunca me pidas que te ame porque eso jamas sucedera. Emilia no respondié. El alcohol es tan fuerte que no escuché nada, ni siquiera sabe si esta sofiando, dejé caer su cabeza en el hombro de ese hombre de cabellera oscura y se durmié. I Books Capitulo 4 Dejo caer a Emilia en su cama sin nada de delicadeza. Arrugando el ceio molesto. Aun cuando fisicamente se parece a Rose, su comportamiento es totalmente inadecuado a ella &éCémo pudo emborracharse y ademas andar con otro hombre? Le hierve la sangre de solo pensar lo que hubiera pasado sino hubiera llegado a tiempo. Apreté los dientes dandole la espalda mientras se desabrocha su corbata como si con eso buscase calmar su estado de animo. Rose jamas hubiese dado tal espectaculo. La chica conocida’en\la escUéla como™La‘diosa del violin" era.un ejemplo de virtud y comportamiento. Una dama en tiempos que es dificil encontrar una igual. Bufé molesto. Volvid a dirigir su atencion a la mujer que yace en su cama, aquella parece muy a gusto acostada en cama ajena y eso le hizo arrugar el cefio. Tiene que entender que quien ahora duerme en su cama no es mas que una copia barata que solo tiene la ventaja de parecerse a su Rose pero que jamas le llegara siquiera a los talones. Dejo caer su corbata sobre la banca que se encuentra a los pies de la cama y se desabrocho los primeros botones de su camisa para luego contemplar con mas cercania a la mujer. Las luces de su habitacién permanecen apagadas; solo la luz de la luna entra por las ventanas con las cortinas abierta y hacen lucira la mujer mas palida. Su cabello ondulado cae desparramado sobre su rostro..Es un espectaculo que no le agrada, se alejé. Encendio la lampara llevandose las manos a la cabeza sentandose a un costado de la cama. zEstara cometiendo una locura? Suspiré desganado antes de volver a ponersu atencién en la mujer. Ella sigue con los ojos cerrados, durmiendo, sus:pestafias sonilargas, y tiene las mismas bonitas facciones que su ex prometida. Sus mejillas lucen sonrojadas por todo lo que ha bebido y eso le da un toque tentador que no puede negar. Emanuel se fija en sus hombros desnudos, debido a que su blusa se ha salido de posicién, su piel es blanca, casi tanto como lo era la Rose. Palpé con sus dedos la barbilla de la mujer, el calor del cuerpo de aquella lo atolondré, pero la solté con rudeza. Desvid la mirada cubriendo su rostro. —NMi cuerpo cree que es Rose, por eso esta teaccionando de esta forma —chaque6 la lengua al sentir como el calor se sube por todo su ser. En eso noto que esos ojos verdes lo observan, entreabiertos. Se quedé anonadado dandose cuenta como la "magia" se rompio ante esos ojos que no son de color mie! como los de Rose. Si tan solo fuesen del mismo color... No soporta ese tono-de ojos y aprieta ambos pufios. Tuvo que contener sus ganas de cubrir esa mirada que le recordaba que ella no es su ex prometida. Y sucalenturarse desvanecié ante esa mirada, es como si al observarlo le abofeteara en su cara que no es Rose quien yace en su cama en este momento. Alfin, como si no se diera cuenta de que no esta en su casa, Emilia volvi6 a cerrar sus ojos para seguir durmiendo. Y otra vez fue como si hubiese dejado de ser esa mujer desconocida para convertirse nuevamente en la mujer que Emanuel ama. Se acercd sin pensarlo dos veces, colocando sus dos manos sobre sus ojos para que no volviera a abrirlos y no romper con la ilusidn que ha vuelto a renacer en su cabeza. Sintid.surespiracién mezclado con el aroma.a alcohol barato, pero sus labios lucen tan rosados y himedos, que acercé los suyos rozandolos. Emilia abrid la boca sintiendo-el cosquilleo y antes de que los cerrara él se abalanz6 poseyendo los suyos, con una presién fuerte que la ahog6. La sostuvo de la nuca, su boca esta caliente, tanto. que la mujer siente que le cuesta mas respirar sin estar consciente si esto es un suefio. La lengua de Emanuel se deslizé al interior de su boca sin que ella lo rechazara, al contrario, parecid excitarse con este movimiento atrevido € intenté\responder con la‘suya. Es tan desbordante y placentero que dejo escapar unos quejidos. Esto aceleré la respiracién de Emanuel quien siempre habia sofiado tener a Rose de esta forma, en sus brazos, poder besarla, consolar cada lagrima de Sangre que por su culpa tuvo que pagar. Cada hoja marchita que consumié a aquella bella y admirada flor. La rode6 por la cintura aprisionandola con fuerzas a la suya, y su entrepierna sintié la calidez del cuerpo femenino retenido entre sus brazos. Los besos siguieron en un ritmo mas apasionado, su lengua buscando la suya y la respiracién jadeante y mutua que parece pedir mas. Pero al sacar sus manos sobre los ojos de Emilia, aque! par de pupilas verdes le hizo darse cuenta de la realidad. No es Rose jMaldita sea! La solt6 indignado. Los ojos de la mujer se quedaron detenidos en los suyos, confundida del repentino rechazo, pero ha bebido tanto que no pensd mas en lo que habia pasado y solo se durmié aun pensando que todo esto no es mas que un suefio. Emanuel apreto los dientes, y bufo impaciente levantandose de la cama y encendiendo un cigarro. Salié de !a habitacion apoyandose en la puerta para luego despeinarse desesperado Qué demonios le pasa? —Pero ya he comenzado con esto y no puedo echarme atras —indicé entrecerrando los ojos con ideas enfermas rodeando su cabeza, y claro era hora de dar el primer paso. Mam a uno de sun sitviento, —Busca ol jarrén mas caro de la casa —le ordend para lego volvar a su habilacion y observar la figura que duerme en su casa—. A partir de ahora no habré forma que puedas huir Tey Books Capitulo 5 Cuando Emilia se desperté se dio cuenta que esa no es su habitacién. Asustada y desesperada dio un salto descubriendo que hay algo peor. Esta desnuda debajo de las sabanas de esta cama. Se mordié los labios sin creer que esto este pasando. Se qued6 muda, aterrada, pensando lo que habfavhechoren medio de su borrachera. No Trecuerda nada, ni siquiera como salié ni con quien 4Cémo pudo cometer tal estupidez? Sabla que era una mala idea salir a tomar con sus compafieros de trabajo, ahora no solo le Preocupa Saber en donde esta sino ademas saber que cosas hizo en su inconciencia alcohdlica. Sintié ruidos al otro lado de la cama y recién se dio cuenta que hay un hombre con el dorso desnudo a su lado. Su musculatura es perfecta, y el tipo es guapo, si... Pero jgCémo diablos terminé en la cama con un hombre que no conoce?! Su corazén se acelerd, es claro lo que ha pasado, ambos desnudos dentro de una misma cama. Se llevé las manos a la cabeza sin creerlo. Por culpa del alcohol se metid con un desconocido y ahora 4Qué hard? ,Se cuidd? ZY si se embaraza? Miré a su alrededor por si ve su ropa cerca pero no hay nada. Debe estar en otra habitacion... El lugar es enorme y lujoso, le hace creer que esta en la suite de un lujoso hotel, y le asusta ademas no llevar el dinero suficiente para pagar una estadia asi o pagar un taxi a su casa. Ni siquiera sabe en donde estan sus documentos. Pero lo primero es huir, es salir de aqui antes que aquel tipo despierte. Se cubrid con la colcha y se movid sin hacer, tuido sentandose en la cama, pero apenas puso un pie’én el pisorsintid que alguien'la tomabaide la mufieca arrastrandola otra vez a la cama. Abrio los ojos espantada cuando vio al individuo despierto encima de ella con las manos apoyada a ambos lados de su cabeza. Le sonrié con sarcasmo mientras Emilia no deja de mirarlo asustada. —2A dénde piensas que vas? —le dijo amenazante. Emilia pestafieé confundida. Pero pronto arrugé el cefio colocando sus dos manos sobre el pecho del hombre alejandolo de su lado. —Mire, lo que haya pasado entre nosotros fue fruto del alcohol, no recuerdo nada y... —Déjame refrescarte la memoria —la interrumpi6 entrecerrando los ojos con frialdad para sostener sus mufiecas y presionarlas contra la cama, Emilia hizo un gesto de dolor al sentir la presién—. Te subiste casi a la fuerza a mi vehiculo, borracha afirmando que nos conociamos, aunque me diste vergiienza ajena Porque pensé que nunca habia visto una mujer tan vulgar y con poco amor propio, decid! ayudarte. Emilia no puede creer que haya hecho algo asi, Pero eso no explica aun como terminaron en la cama. Se mordié los labios, inquieta por lo vulnerable que se siente en esta situacién. No le gusta. —Como no sabia donde vivias —continud Emanuel— te traje aqui, a mi casa, Sin embargo no dejabas de bailar y correr, y en una de tus locas carreras botaste el jarrén familiar. Un jarron que ha estado en mi familia desde generaciones. Y dicho esto se levanté de la cama, sin vestirse, llevando,a Emilia de la mufieca, quien solo logré tomar una manta e intentaba cubrirse con ella. Desviando su mirada para no sentirse tentada a mirarle la entrepierna. Llegaron-a una sala enorme y clara, con un piso de madera reluciente, y cortinas blancas y largas que cubren los ventanales. Y en el suelo los trozos de.un jarrén.rojo y negro. Emiliano pudo evitar llevar su'mano libre a la boca 4 Qué habia hecho?.Luce tan,caro.que siente escalofrios. Pero lo extrafio es que no recuerda nada 4Estara mintiendo? Lo pens6é mirandolo de reojo, sin embargo el hombre se muestra serio y dolido. —Rompiste un jarrén de trescientos millones de ddlares —dijo esto girandose hacia ella con expresion adusta—. Ni trabajando toda tu vida serias capaz de pagarlo. Ante la mirada severa del hombre, Emilia palidecié. Es cierto que ni trabajando tres vidas podria pagar el valor de ese objeto 4Cémo pudo pasar eso? Trag6 saliva y sus ojos verdes se detuvieron fijamente en los ojos de aquel desconocido. —No me mires —mascullé Emanuel molesto, por dentro estaba feliz que la mujer fuese tan ingenua de caer en sus mentiras, pero odia esos ojos verdes, si tan solo fueses de color miel como Io eran los ojos de Rose. Bajé la mirada apretando la mufieca de Emilia con tal fuerza que ella sintid un dolor agudo, mas nose:quejé. Atribuyd que su actitud se debe al recordar lo que.pasd con.su jarron familiar, debla tenerle:mucho carifio a ese objeto. —Sefior, sé que no hay forma que pueda pagarle el dafio causado, pero puedo intentar trabajar y pagarle lo mas que pueda y... —Es lo mismo que me dijiste ayer, y yo te respondi 4Qué podria ofrecerme que valga la pena? —entrecerro los ojos con altaneria—. Qué crees que respondiste? —Yo... no tengo nada de valor —balbuceé desconcertada. Emanuel bufé soltandola y al fin Emilia pudo sobarse su.mufieca donde los dedos del. hombre han quedado marcados, Se cubrié el cuerpo con la colcha y retrocedié sin saber que decir mientras aquel sigue observandola con fiereza. —Veo que sin alcohol te vuelves una sefiorita, no fue asi enila noche, me dijiste "puedo entregarle mi cuerpo, sefior” —y dicho esto arrugé el cefio severo—, tal cual como una vulgar.prostituta... Emilia se quedé anonadada, ella no hubiese dicho.eso, jamas.Apret6 los dientes y retrocedi6 mas. Es claro que ese hombre acepto, aprovechandose de estado etilico, porque en sus cinco sentido preferiria morir trabajando y pagando esa deuda que meterse a la cama a cambio de pagarla. Empufio ambas manos, temblando. —Eso, eso es mentira —reclamo. Y sus palabras parecieron molestar al hombre mas de lo que hubiese imaginado. Emanuel sin nada de cuidado y con brusquedad la agarré de la nuca llevandola devuelta a la habitacién para lanzarla contra la alfombra. Tropez6 con torpeza pero logr6é sostenerse antes de golpearse la cabeza, peroapenas habia girado cuando Emanuel le tiré un documento en el rostro. —AQuisiste firmar ese documento en donde declaras que durante un afio tu cuerpo me pertenece —dijo agachandose a su lado y tomandola de la barbilla. Emilia abrié los ojos y se perdié en el piso de. madera, ella no hubiese firmado eso, pero’es su firma, es su maldita firma. Se ha prostituido un afio con este hombre por un jarrén. Su pecho se acelera:sintiendo que estoes tan malo comoisi se hubiese entregado a la mafia. No puede creerlo. Se pellizca el brazo rogando despertar, pero el dolor punzante le hace darse cuenta que esto es real, esto es su maldita realidad. Hace un dia todo estaba bien y ahora su vida parece comenzar a desmoronarse frente a sus ojos. —Necesito... la pastilla del dia después —musitd aun sin ordenar sus ideas—, si ayer tuvimos relaciones... "Tuvimos..." le cuesta tan solo pensarlo, porque si solo ella estaba borracha claramente acaba de sufrir un abuso, sea que se haya ofrecido o no, y eso le hace sentir un escalofrid desagradable. —Bien le dijo interrumpiéndola con frialdad y se acercé tomando su teléfono—. Oye ve ala farmacia y comprate unas pastillas del dia después. Y corto para volver a acercarse a Emilia que sigue.de rodillas en el suelo sin,reaccionar. Al ver a ese hombre desnudo a su lado sintid su cabeza.enfriarse y alzd sus ojos hacia él. —Esa firma... es falsa —afirmé estando segura que nunca hubiese aceptado un trato como ese. Emanuel solo tens6 su rostro al escucharla. —Tengo una oficina de abogados que pueden demostrar lo contrario 2 Qué tienes tu? gUn abogado del estado? —y con rudeza volvio a sostenerla de la nuca obligandola a mirarlo a los ojos—. Mira no hagamos las cosas mas dificiles, tengo el poder de volver tu vida un infierno, ti no eres mas que una sola y miserable mujer que no tiene en donde caerse muerta, ademas puedo demandarte por el jarrén, sumando y sumando tus condiciones serian peores. Pero si cumples con el trato es solo un afio donde tu cuerpo me pertenecera y luego seras libres del pago del jarron y de mi. No es un mal acuerdo. Emilia no respondié ni siquiera-sabe si eso es mejor a vivir toda una vida con esa deuda. Y no es porque el tipo se vea mal parecido y no dotado, le ha sido imposible no fijarse al tenerlo desnudo frente a ella. Pero tener ese tipo de relaciones no es lo que quisiera. —Bien, supongo.que te has dado cuenta de tu situacion —sin soltarla'la hizo levantarse del piso llevandola\a la cama en donde con rudeza la lanz6. Se subid encima ante la expresion desconcertada de Emilia que lo contemplé de inmediato. —Baja la mirada, miantras lo hacamos to prohibo mirarme —hablé con sequedad. —¢Hacerlo? —pregunto sin creerlo que quiera mas cuando se supone que ya lo hicleron en la noche. —Claro, tu cuerpo es mio, y puedo hacer uso de él las veces que se me de la gana —sonrié con maldad mientras Emilia solo tragaba saliva, La desnudez de aque! hombre rodeé la suya, no puso resistencia. Su calor es tan fuerte que siente que la quema, pero no solo su piel sino su alma completa. Y solo se resigné cerrando los ojos sintiendo como besa su cuello sin consideracién con sus ideas mezcladas atosigandole/la razon. Trescientos millones de délares Como podria saldar una deuda asi? gComo de la noche a la mafiana pudo meterse en esta situacién? Atrapada en un tipo que no tiene las mejores intenciones. De todas formas no esta mas que usando su Cuerpo para pagar una deuda imposible para su situacién econémica... solo eso. Maldita sea... Capitulo 6 Pero no puede aceptarlo. Cada vez que besa su piel, cada vez que su tacto la roza, siente ansias de huir de ese lugar. Esto’no puede estar pasando, y lo que aun es peor, ella no puede estar aceptando algo como esto. —No, deténgase, jbasta! —exclamé Emilia empujandolo y sacandoselo de encima mientras se colocabayen pie cubriéndose con lo que encontré6—. zg Usted cree que con mostrarme un documento que no recuerdo que he firmado voy a aceptar todo esto? Apreto los dientes, inquieta, retrocediendo de inmediato. Emanuel entrecerré los ojos molesto, sentandose sobre la cama. No se esperaba esto, mas aun cuando ya estaba a punto de hacerla suya, se siente frustrado, aun asi mantiene la calma. Arregl6é su cabello con sus manos antes de pronunciar alguna palabra. Su expresién fria se alz6 hacia la mujer, intimidandola. —Entiendo, sobria no piensa igual que borracna éNecesita beber algo primero? —le dijo en tono sarcastico. Emilia lo noté. Arrugé el cefio, ofendida. —No sea absurdo, sefior, lo que haya hecho borracha no cuenta legalmente —reclamé retrocediendo, dispuesta a cruzar esa puerta y no volver jamas. Emanuel se rio en su cara sin borrar la expresion severa de sus Ojos; —Borracha rompio el jarrén —dicho esto alz6é ambas cejas con ironia. —jTiene pruebas de eso? Sonrié con sarcasmo. —zLas necesito? Es su palabra contra la mia — se colocé se pie saliendo de la cama sin cubrirse mientras Emilia desvia la mirada para no verlo—. La palabra de una simple mujer comun y corriente versus un empresario de una de las , mas grandes empresas financieras del pais. —Lo voy a denunciar por las redes sociales si es necesario —lo amenazo Emilia retrocediendo a la vez que se acerca a ella. Emanuel la escucho incrédulo antes de echarse a reir a carcajadas. —gCon que pruebas? Hagalo y yo'la denunciare por difamacién, frente a todo el mundo quedara como.una mentirosa que. solo buscaba sacarle dinero a Emanuel Stravros —respondié tomando una bata que habia detras de Emilia haciéndola entender que no se acercaba a ella sino a recoger su ropa. Emilia no respondidé. Sabe que es injusto pero lamentablemente el mundo es manejado por quien tiene mas dinero, y ella dificilmente podria contra aquel hombre. NI siqulera tiane familia ni amigos que la apoyarian. Ademas no hay pruebas mas que un jarrén roto... a menos que... —Y si piensa denunciarme por abuso sexual — sefialé Emanuel como si le leyera la mente— no tiene pruebas, puede ir al hospital y corroborarlo, no le puse ningtin dedo encima. Se que acostarse con alguien borracho es ilegal, no soy idiota. —Pero usted y yo estabamos desnudos en la cama —indic6 incrédula—, e incluso mand6 a unodé sus empleados a traerme la pastilla del dia despues... —~¢Quién quisiera acostarse con alguien que huele a alcohol y vémitos? —sefialé con otra pregunta tomando unas toallas blancas—-. Ademas:¢ Tienes testigos?/¢Alguien que corroboré sus palabras? Soy un buen hombre que encontré a una mujer borracha en la calle y sin saber donde vivia la llevd a su casa para que ella pudiera estar segura. Pero esa mujer enloquecié causando un dafio de millones de délares. Y se acercé a la mujer que no se ha movido de su lugar. —Dese un baiio, le traeran su ropa de la lavanderia, luego de eso la llevaran a su casa, le doy tres dias para que lo piense. Si en tres dias no recibo respuesta mis abogados se , contactaran con usted. Le dirfa que fue un gusto pero,le mentiria, solo espero que cuando vuelva a verla sea mas inteligente y se de cuenta que en sus condiciones no tiene derecho a quejarse. Emilia palidecié. Es claramente una amenaza. Sostuvo las toallas entre sus manos y su expresién se detuvo en aquel hombre. Aquel enmudeci6. Otra vez es ella. Ante Emanuel es como'si estuviera su ex prometida, la misma expresion dolida de Rose. El hombre trag6 saliva sintiendo un sudor frio antes de golpearla pared.sorprendiendo aila,mujer y.salic dando un portazo. —Si no fuera por esos infames ojos verdes — dijo apretando los dientes mientras se apoyaba en la puerta. Su corazén late acelerado, deseaba tanto poseerla en estos momentos, mientras tenga los ojos cerrados es como si quien esta en sus brazos es su ex prometida, no aquella vulgar mujer de aspecto similar. Su corazén rebosa del sentimientos adormecidos hacia su unico amor. Es una maldicién sin embargo, sus ojos verdes rompen su ilusi6n, es como si le restregara en la cara que por mas que se parezca a Rose, no es ella. Respiré inquieto llevandose la.mano al pecho, necesita darse una ducha, desahogar sus ansias con su mano. Sino cargara todo el dia con las ganas contenidas. La similitud de esta mujer con su Rose lo esta enloqueciendo. Pero acaba de descubrir que le sirve, su cuerpo reacciona y se calienta al estar junto a ella, siempre y cuando mantenga los ojos cerrados. Es obvio que nunca sera como ella, y que él nunca la amara por ser quien es, Solo sera una mufieca vestiday comportada para desahogarse fisicamente. La sustituta de su Rose, hasta que ella vuelva. Porque aunque todos le digan que ha muerto sabe en su interior que no es asi. Y mientras la espera puede usar a esta otra mujer. Emilia en tanto se ha dado un bajo sin salir de su ansiedad, solo quiere salir ya de este lugar y no volver. No quiere pensar en el tema del jarrén ni de ese contrato absurdo. Gira la llave para sentir el agua mas caliente y reaccionar. Esto es real, no una pesadilla. Al salir del bafio vio su ropa ordenada y limpia, sobre la cama por lo que se vistid de inmediato. Luego:tomoysu cartera’y abrio las puerta para salir como si estuviera huyendo, pero Eso es posible? Si se va lejos podria él. alcanzarla? El tema es que siendo huérfana toda la vida, sin familiares ni nadie conocido, y con poco dinero en el banco no tiene a donde ir ni con qué. Tendrla que buscar un trabajo primero en otro lugar antes de irse pero eso toma tiempo y solo tienestres\dias. Otro punto, no sabe si ese hombre pondré a alguien\vigilandola para que no huya. Podria ira la policia y acusarlo de secuestro, sin embargo teme que al saber que estaba borracha, que rompié ese jarr6n, crean mas en la palabra de él que en la suya. Un hombre le detuvo en paso apenas atraves6 la puerta de la habitacién. —La llevaré a casa, seforita le dijo con cortesia. —No es necesario —mascullé sin mirarlo, es claro.que.es.uno de los hombres de Emanuel Stravos—, pediré un taxi. —Los taxis no llegan a este lugar y no conviene que alguien se de cuenta de su estancia aqui — le respondié con seriedad. Es evidente que aquel tipo busca evitar cualquier testigo que de una declaracion a favor de ella. Aprisioné su cartera entre sus brazos’y titubed, No respondia y siguid caminando seguida por el hombre. El pasillo es amplio y claro, con muebles elegantes, y pinturas y fotos familiares. El piso flotante esta cubierto por una alfombra de tono oscuro. Comienza a darse cuenta que no se encuentra en un hotel, sino en una casa. De seguro la casa de Emanuel Stravos. Mientras mas grande es el lugar mas pequefia y desamparada se siente gComo pudo caer en este lio? Y otro punto que ha comenzado a inquietarla ahora 4Por qué un tipo que podria tener la mujer que quisiera a sus pies aceptarla un trato de aceptar el cuerpo de una mujer humilde como ella? 4Sera que le gusta doblegar y humillar a otras personas y no puede hacerlo conjlassmujeres de su mismo circulo social? 4O simplemente porque nadie tolerarla las practicas infames que piensa hacer con ella? Pensar en eso le provocé nauseas, pero se contuvo. Se subi al auto en silencio dando su direccién. Su pesadilla recién comenzaba. Capitulo 7 No ha podido trabajar durante el dia. Ha estado tan distraida que no puede concentrarse en sus labores. Tres dias, ese es el tiempo que le dio ese infame. Eso paso el sabado y ya esta a Lunes. Se llevo las manos a las sienes, inquieta, y se colocé de pie en direccién a la cocina. Bosteza. Necesita tomar un café. Con todo esto ni siquiera ha podido dormir bien, pues cada vez que cierra los ojos.ve ehrostro amenazante de ese individuo en frente suyo y su exigencia de cumplir con ese contrato que ella no recuerda haber firmado. zEntregar su cuerpo? El solo pensarlo,la hace sentinescalofrios,,No conoce ademas las practicas sexuales que debe realizar un tipo como ese para tener que atar a alguien a que lo acompaiie en la cama, sino no se explica que siendo asi de atractivo acepte un cambio como ese por un jarron de 300 millones de délares. "El contrato no decia nada, tal vez podria poner mis propias condiciones, nada de BSMD... jMaldita sea! Siquiera pensar en esto es absurdo" —zEstas bien? —le pregunté Sebastian haciendo que el vaso que sostenia en sus manos estuviera a punto de caérsele. — Sebastian? —musité sorprendida. —Disculpa no queria asustarte, solo queria saber como estabas, el viernes me quedé muy preocupado por ese tipo que te Ilevo en su auto —le dijo con sinceridad—. Quise Ilamarte pero despuésime di cuenta que no tengo tu numero. Seria bueno tenerlo... digo,para/saber.de ti..No lo digo envel mal sentido: Se colocé algo nervioso al decir esto. Emilia sonrié con suavidad, es como si su presencia hiciera que todo lo malo se alejara de su cabeza, aunque sea momentaneo. —Esta bien, este es mi numero —le dijo indicandolo. Luego de que Sebastian lo guardara en sus contactos la contempld con timidez. —iTodo bien entonces con ese tipo? —se rasco la cabeza algo incomodo—. No sabia que conocias a alguien como ese. —La verdad es que... nos conocemos poco... — se quedo en silencio pensando en las palabras de su compajiero de trabajo, no quiere decirle que no lo conocia y solo se subié a suauto estando borracha, eso seria muy vergonzoso. —Vaya,.me sorprendes, él es uno de los empresarios financieros y tecnolégicos mas reconocidos, Emanuel Stravros, quedé impresionado cuando me dijo que:te conocia... formé su propio imperio por si mismo, Claro su familiaes poderosa pero.él Separé sus:negocios por lo que es totalmente independiente de ellos. Dicen que es porque planeaban casarlo ala fuerza y por eso lo hizo. Para que no manipulen su vida. El tipo es un genio. Alguien admirable. Emilia tens6 su rostro extrafada ¢Un genio? éAdmirable? ¢Alguien asi como lo describe Sebastian seria capaz de poner a una pobre mujer entre la espada y la pared por un estupido jarron lujoso? —Por eso no podia creerlo cuando dijo que te conocia, y que él te Ilevarla a casa. Igual lucia bastante molesto, no como aparece en la . television, donde parece ser alguien bastante cortes,y.amable, claro que sumirada es como si te atravesaran miles de dagas en el pecho... — se tomd la barbilla pensativo. Estaba a punto de agregar algo mas pero Emilia habl6 primero. Ni siquiera noto que aquella habia palidecido al escucharlo. —ZEI te dijo que me conocia? ZNo es que yo me subi a suvauto’sin su permiso? —la historia que Sebastian le cuenta es muy distinta a la que.ese tipo le dijo a ella. —SjI, por eso me detuvo en la calle cuando yo te llevaba a casa, parecié muy molesto y dijo que te llevaria él porque ustedes se conocian, y te agarré subiéndote a su auto y se fue. Yo quedé impresionado... éSe conocen? Por mas que intenta recordarlo no puede ¢Sera alguien que conocié en el pasado y no lo recuerda? ¢Estara obsesionado con ella y por eso esa extrajia peticién? ¢Y el jarrén? jNo puede entender nada! Baja la cabeza suspirando desanimada. —éChicos que hacen aqui? —aparecié otra compajieraasomandose ansiosa—, El jefe nos esta llamando a todos, nos tiene una sorpresa. Sebastian y Emilia se miraron sin imaginar que podria ser y salieron atras de su compajfiera. Se reunieron todos en la oficina esperando que su jefe apareciera. La puerta se abrid y aparecié aquel sonriendo. Parece muy emocionado, incluso se soba las)manos, eso significan buenas noticias. La curiosidad rodea a los presentes. Detras suyo hace entrada precisamente quien Emilia menos queria ver en este momento, Emanuel Stravros. Su presencia intimidante los dejé a todos callados, su altura, su soberbia llend cada rincon de la oficina, ademas Ilamando la atencidn de las mujeres presentes con una semi sonrisa a pesar de su fria indiferencia. Pero la taza de Emilia, resbalando de sus manos y cayendo al piso, interrumpid el ambiente que aquel hombre habia provocado en ese lugar. Se voltearon hacia ella y su mirada atolondrada no pudieron entenderla. Los ojos de la joven — mujer estan abiertos de par en par mirando al hombre como si estuviera mirando un fantasma. No reacciono hasta darse cuenta de que todos la contemplan sin saber lo que le pasa. —Lo'siento mucho, se me resbald la taza de las manos —se disculpo de inmediato, —No te preocupes —le dijo\su jefe’en actitud tisuefia—) espero que no te hayas:quemado. Emilia solo movié la cabeza en forma afirmativa, aunque si se quemo. El agua caliente habia tocado el dorso de su mano, pero ni siquiera ella lo noté en ese momento, solo en su cabeza da vueltas la idea de que ese hombre extrafio esta justo en el Unico lugar que hasta ahora habia pensado que era seguro. No dijo mas palabras alejando su atencion de Emanuel, su mirada la quema, la impacionta, mds su axpreaion de sarcasmo que parece burlarso do su roncclan, Tragé saliva. —Emilia zestas bien? —lo susurré Sobastitin preocupado. Pero no respondid. Sus ojos verdes volvioron a detenerse en el hombre que frente a ella lo sonrid, de manera siniestra. En eso Sebastian colocé su mano en la cabeza de Emilia para hacerla reaccionar, Ante el calido contacto y esa mano paternal la joven gird sus ojos en direccién a su compaiiero de trabajo encontrandose con su suave sonrisa. Y sintié que su corazon comenzaba a calmarse. —Si te sientes mal deberias sentarte —le dijo con amabilidad. Emilia movio la cabeza en forma afirmativa y estaba a punto de hacerlo cuando sintié una presencia a su lado. Y antes de reaccionar, la fria mano de Emanuel Stravros estaba sobre su frente. Se qued6 paralizada sin saber que hacer. Y los murmullos alrededor de ellos se alzaron como la espuma de mar. "jQué considerado es el sefior Stravros!" "Se preocupa del estado de sus trabajadores | como nadie" "Es un hombre tan amable" —No tiene fiebre, es mejor que tome asiento, debe estar mareada —le dijo con suavidad, pero a diferencia del resto Emilia si pudo notar la maldad en sus palabras. Mas cuando se acercé a su oido a susurrarle "éYa tienes la respuesta?" Dio un salto sin poder evitarlo, se siente tan intimidada que no logra decir palabra alguna, aunque es en vano. Por su reaccion parecié verse como una mujer avergonzada por la cercania de un hombre tan apuesto y exquisito como ese. Emilia solo tom6 asiento por unos momentos, luego se puso de pie. En alerta, como si tuviera que salir huyendo. Como si fuera ella una presa y aquel hombre el cazador. Apret6 sus manos sobre el respaldo de la silla. Estar en las manos de un tipo asi no es algo que alguien quisiera, mas cuando quiere usarla solo por satisfaccion propia. Capitulo 8 “Es solo coincidencia..." Se repitid en su cabeza. No puede ser que ese hombre supiera en donde trabaja y viniera aqui solo a perturbarla. Eso no es posible, la tiene en sus manos 4Qué mas busca? Aunque luego recordando las palabras de Sebastian de que Emanuel Stravros la subié a su-auto y no fue ella quien se subié como le habia dicho este hombre, no sabe ya que pensar. Incluso eso la empuja a dudar que esto realmente sea solo una coincidencia. —Les.cuento que.el nuevo Socio de la.compaiia, a partir de hoy es el sefior Stravros —hablé su jefe—, y ha propuesto una nueva idea para darles la oportunidad a todos ustedes, que creen un nuevo proyecto que sea beneficioso para nuestra area, se les daran premios a las mejores ideas y claro una promoci6n. éUn nuevo socio? ~Por qué alguien tan "grandioso" como lo definié Sebastian quisiera comprar acciones de una empresa pequefia como esa? ¢Acaso no solo le basta tenerla entre sus dedos en su vida privada que planea hacerlo ee en su trabajo? Movid la cabeza a ambos jados, "Tranquilizate, Emilia, el tipo solo quiere que le Pagues su jarrén. Mirate en el espejo, solo eres una mujer sencilla, nada extravagante para haber llamado la atencién.de-alguien como ese... nadie se hace socio de una empresa asi como asi." —Estoy muy ansioso por conocer sus ideas y agradezco al sefior Stravros por esta oportunidad en nombre de todos —su jefe se volteo hacia Emanuel. —Yo'solo espero que me’sorprendan con sus proyectos —le respondio con amabilidad. Los ojos de Emilia se alzaron hacia su jefe Un proyecto? No puede negar que es una oportunidad que ha sofado durante afios, aunque que sea precisamente Emanuel Stravros que la auspicie la inquieta. Pero todos lucen emocionados, incluso Sebastian, por lo que se le hace imposible no contagiarse de la alegria. —Asi que piensen y les avisaremos desde cuando comenzaremos a recepcionar sus proyectos y claro, le damos la bienvenida al nuevo socio de la compajiia y agradecemos su interés hacialos trabajadores, —No hay nada que agradecer, siempre es bueno estar abiertos a las ideas de todos nuestros colaboradores. Fue un gusto conocerlos a todos —le respondio cortésmente. Emilia sintié su mano caliente y al verlo noté la quemadura. Sebastian preocupado se gird hacia ella tomando su mano notando el dajio que se hizo con el café. —No se ve grave pero igual es mejor que vayas a la enfermeria —le dijo con seriedad. La mujer movié la cabeza sonriéndole con suavidad antes de salir del lugar escuchando la algarabia de sus compaijieros que hablaban emocionados de la oportunidad que se les esta dando, y algunas claro, hablando de los guapo que es el nuevo socio. A lo lejos no noté que la mirada de Emanuel no dejaba de seguirla incluso parecié incomodo por la cercania de Sebastian hacia ella. Carrasped con amargura y por unos segundos parecid indiferentealas mujeres que lo rodeaban admiradas. Emilia espero el ascensor y apenas las puertas se abrieron se subid apoyandose en un costado y mirando su quemadura. Las puertas estaban a punto de cerrarse cuando alguien las detuvo y entré también. Al alzar su mirada se dio cuenta que es Emanuel. Sin pensarlo retrocedié aun mas yraktocar el fondo del ascensor le dio la espalda. zQuéthace justoveste tipo subiéndose con ellayal ascensor? La esta siguiendo? —Eres de verdad muy estupida le dijo mientras el ascensor bajaba haciendo referencia al asunto de la taza que se le cayé al piso. Emilia bufé, molesta, el tono con que le habla a ella es muy distinto al tono cortes con que le hablé al grupo completo 4Sera este el verdadero Stravros y no aquel cordial y amable como se muestra en publico? Claro recordando el dia que desperté desnuda en su cama, aquel que ahora tiene en frente, es el verdadero Emanuel Stravros. —Prefiero ser estupida que mentirosa —le respondi6 ofendida. Emanuel alzé ambas cejas sin entenderla. —~Por qué dices eso? le pregunto. Emilia“arrug6 el cenio viendo su propio reflejo en el espejo del ascensor y deteniendo su mirada en.la masculina espalda,de aquel. hombre. —Me dijo que me sub/ borracha a su auto y me dijeron que eso no fue asi, que fue usted quien me subid, gAcaso nos conocemos de antes? Yo no lo recuerdo. —Que te hayas subido sola o no, a da lo mismo —1 slas alluras spondid con indiferencia. —No da lo mismo, necesito saber si lo conozco, para siquiera explicarme si esta obsesionado conmigo 0 algo asi, porque aun no logro entender la logica de ese supuesto contrato que he firmado —reclamo. Emanuel se qued6 mirandola de reojo, incrédulo, antes de ponerse a reir con burla. —~Obsesionado? Yo? Solo eres una sustituta, que tiene la suerte de parecerse a la mujer que amo, no piense que es algo mas, solo quiero que me.pagues la deuda con tu cuerpo el resto no me interesa. Emilia.se gird hacia el hombre.sin,entenderlo. Aquel hizo lo mismo quedando uno frente al otro. No la conoce solo la subid a su auto porque se parece a alguien que él ama ¢Eso es ldgico? Claro para un loco como este puede ser. —Si usted es tan importante y duefio de todo éPor qué no va a buscar a esa mujer en vez de jugar con quien se parece a ella? Noto que las venas en la frente de Emanuel Stravros se hinchaban, incluso su rostro a duras penas contiene el rencor que se dibujé en sus ojos antes sus palabras. —Porque esta muerta... Hubo un silencio sepulcral. Emilia bajé la mirada, lo hubiese sabido no hubiera sido igual de ruda. Pero Emanuel que en un inicio parecié enfurecerse termino por responderle con tal frialdad que no sabe si realmente le duele la muerte de la mujer que dice aun amar. Le dio la espalda.sin animos de ahondar.mas en esta situacion y luego soplé su mano adolorida. —A ver, muestra tu quemadura—exclamé con severidad el hombre sacandose las manos del bolsillo. —No es necesario, voy a la enfermeria no es nada grave —replicd. —No te estoy preguntando —le dijo agarrandola de la mufieca con brusquedad y revisando la ligera quemadura, arrugé el cefio—. Quien iba a pensar que verme te impactara tanto para dejar caer la taza, si que eres impredecible. Y sonrié con malicia, y sin mas le pasé la lengua por el dorso de la mano. Emilia de inmediato sintidun-escalofrid subirsele por la espalda. ";é Qué demonios esta haciendo este tipo?!" Diolun salto’@intenté soltarse, sintiendo la saliva mojarle su mano, pero mientras mas intenta soltarse mas le aprieta su mufieca. Apreté los dientes.dispuesta a decir algo,.sin embargo, antes de darse cuenta aquel la acorralé contra la pared del ascensor. Sus ojos penetrantes, como de una fiera salvaje y hambrienta, Se detuvieron en su mirada. —Te queda solo un dia para darme tu respuesta, no me hagas esperar. No sabes como la ansiedad me carcome por tenerte en mi cama. El corazon de Emilia se aceleré en ese instante. Los latidos son tan fuertes que es como si se escucharan dentro de todo el ascensor. Aquel tipo no deja de intimidarla aprisionandola mas contra la pared hasta sentir el pasamanos enterrandosele por debajo de la cintura. Se acercé como si fuera a besarla aprisionaéndola por la cintura en un abrazo para atraerla a su cuerpo, y con la otra mano , alzandole la barbilla, pero cuando sus labios estaban.a punto de tocarse, Emilia apreto los suyos para evitar el beso y cerré los ojos para no verlo tan cerca, sin saber que al hacerlo lo provoca aun mas, sin ver ese tono verde que tanto odia lo hace mas feliz. Al sentir una humedad caliente encima de su boca, abrié los ojos dandose cuenta que aquel infeliz acababa de pasarle la lengua sobre los labiosantes de sonreirle con maldad y darle la espalda justo cuando las.puertas del.ascensor'se abrierony bajo sin decirle palabra alguna. Mientras ella tuvo que sostenerse de las batfas del ascensor sintiendo que las piernas le temblaban. Capitulo 9 Emilia contemplo el reloj del apartamento donde vive. Solo cinco minutos para la medianoche. No ha podido dormir por lo que se levanté de la cama y se sento frente al televisor. Tomo el control pero no encendio la pantalla. Sus ojos solo estan fijos en el minutero. Cuatro minutos y sera otro dia, el tercer dia. Se llevd las manos a las sienes, ansiosa e impaciente. Y se colocé de pie tomando su teléfono sin saber a quien llamar. Si no fuera huérfana, si tuviera una madre, un padre, una hermana, un tio. Podria llamar a alguien’Pero esta’sola. Algo que antes nunca le molest6, hoy la hace sentir la necesidad de escuchar una voz que pueda calmarla. El minutero apunto a la medianoche y su mirada se qued6 clavada en el teloj. El silencio se hizo eterno hasta que su teléfono comenzé a sonar. Es una llamada. Su atencidn salté desde el reloj a la llamada. No respondio. El numero es desconocido pero ya imagina quien podria ser. Lo dejo sonar y sonar. Y cuando dejé de hacerlo lo apagé. Se qued6 en silencio. El departamento que arrienda es pequefio, de un solo ambiente, tiene suerte de tener una cocina y un bafio. Solo hay un televisor y un sofa econdmico, mas su cama y la cocina, luego el bafio y una ducha. Ese es todo lo|que puede pagar con su sueldo. Es por eso que pensar pagar un jarron de trescientos millones de dolares solo aumenta su incertidumbre. Por suerte el teléfono no volvié a sonar, y/Emilia se qued6 dormida sin darse cuenta. Es martes por la majiana. El sol alumbra en lo alto siendo el primer dia de la primavera. Septiembre, el mes que mas ajfiora Emilia. Sin embargo, luce apagada y ojerosa. Otra noche sin dormir pensando en como escapar del pago de ese jarrén. Ni siquiera pidiendo dinero a todos los bancos podria reunir esa cantidad de dinero, y no tiene ningun bien para vender que cubra el algo el valor de esa antigiiedad. . "Es Septiembre... si acepto ese contrato significaria que a partir de este mes hasta el préximo septiembre tendré que doblegarme a la voluntad de ese tipo" Se llevé la mano a la cabeza maldiciendo el dia que se le ocurrié salir a tomar. Piensa que se hubiera evitado caer asi en las manos de ese hombre. Se bafié y vistié para ir a trabajar, espera no ver a Emanuel Stravros dando wueltas en su oficina, o esperando su respuesta. Miré.hacia el interior de su departamento pensando sino seria mejor hoy quedarse en casa y pedir permiso por enfermedad, Titubeo antes de cerrar la puerta. Un tipo como ese tal vez se olvidé hoy del tema del contrato, teniendotantas cosas:que hacenni se acuerde.de-ella en esos momentos. Caminé a paso rapido para luego llegar a la estacién de metro. Intentando no pensar mas en ese tema. Suspiré sintiendo dolor en su pecho antes de darse cuenta que un auto se ha parado al lado suyo. —Seiiorita Vélez, suba al auto —le dijo el hombre que conducla. Es el mismo que ese dia la llevé por el pasillo de la.casa de Emanuel Stravos y le llamé un taxi. Aun desconoce si es un guardaespaldas o un mayordomo de ese tipo. Titube6. ¢Si corriera y huyera por las calles eso empeorarla su situacién? —Silintenta‘huir las cosas seran peor — amenaz6 el individuo a pesar que por su expresion parece mas preocupado por ella. Emilia miro a/su alrededor. Se aferré a su cartera. Y resignada termin6 por subir, tarde o tempranoirian porella. Y prefiere que el tema no sea conocido por todos, mientras mas sea en secreto menos sabran el tipo de trato sucio que tendra con Emanuel. —EI sefior Stravros la espera —le dijo antes de indicarle al chéfer que condujera. Emilia inquieta tom6 el dobladillo de su blusa y no lo solté mirando de reojo a los dos hombres que van sentados adelante. La superan en tamafio incluso hasta en fuerza. Comparando su baja altura y su delgado cuerpo. —Susefiong Siempre hace este tipo de pactos? —pregunto de repente arrugando el cefio pero su rostro no lucio molesto sino preocupado. —wNo, es raro que muestre interés as/ en otra mujer. que no sea la sefiorita Rose Riatta. Eso no significa que no lleve a mujeres a la casa, lo hace, pero luego de una noche las despacha y no las vuelve a traer mas. Le digo esto para que no sersorprenda si lo ve en esarsituacion, llevando mujeres.a la casa, todos los empleados estamos al tanto de.sus costumbres —respondid con indiferencia. Emilia titube6, le habla como si ella fuese a entrar como servidumbre, si lo hara pero en la cama. Pero eso no significa que vaya a cumplir horarios laborales ni se quedara alla como para notar sus malas costumbres. Solo ira por sexo... Quiso morderse la lengua de solo pensar en ella de esa forma. Es la primera vez que ademas escucha el apellido de la prometida de Emanuel Stravros gHabra realmente muerto? Es que aquel tipo parece obsesionado con esa mujer tanto que ve en ella rasgos parecidos a su ex novia y de ahi decir incluso que quiere llevarla a la cama porque se parece a su ex prometida. — Hace cuento tiempo Rose Riatta falleci6? — le pregunto con cautela sin saber si le responderia una pregunta tan personal. —Desconozco los detalles, pero dicen que la sefiorita se lanz6 al mar hace diez afos atras. Mas alla de eso no sabemos, pero no saque el tema ante el sefior Stravros, se enfurece. Ni siquiera sabemos como era el rostro de su prometida, él tiene una pintura que guarda con muchotrecelo. Por lo que le aconsejo que no indague mucho.en.esa historia. Usted. cumpla con lo,suyo no se meta mas alla de sus asuntos personales, cumpla con el trato que han hechoy luego siga su vida lejos de el sefior —el tono cortante de esa ultima frase le dio a entender que no planeaba responderle mas preguntas. Emilia guardo silencio. El tema de Rose parece mas complejo de lo que hubiera imaginado, y tal vez su parecido no es tanto como aquel hombre cree, es su locura que le hace creer que se parecen. 4En que lio se esta metiendo? Siguid el auto moviéndose y notd que van mas lejos de lo que hubiera pensado. Creyd que Emanuel Stravros la estaria esperando en algun café o una esquina, pero parece que la estan. llevando a su casa. —Disculpe, 4A donde me estan llevando? —le pregunt6 con seriedad. —A la casa del sefior Stravros —le respondi6é con sequedad. Emilia abrio los ojos, preocupada, —Si necesita solo mi respuesta no es necesario que haga ese recorrido, ademas yo tengo que trabajar, no puedo llegar tarde a la oficina y... —wNo se preocupe, ya nos hemos encargado de eso, usted tranquila, quédese sentada —le hablo con dureza antes de cortar la conversacién. Emilia entrecerré los ojos molesta. Claramente tendra un encuentro con ese tipo aunque no lo quiera. El tema es que aun ni siquiera sabe como responderle. No quiere aceptar su contrato, no lo quiere pero tampoco tiene como pagar. Aun asl él no podria hacerle nada si se niega aunque le tiré encima sus mil abogados, nadie se va preso por deudas en este pais. Suspiré. Porque aun asi sus manos no dejan de temblar. Cuando las puertas del auto se abrieron vino a darse cuenta que acababan de llegar. Abrieron la puerta y bajo quedando enceguecida por el sol. La casa luce mas intimidante y enorme que la Unica vez que la habia visto. Es la misma donde desperté desnuda al lado de un hombre desnudo que dice que no le puso un dedo encima. Y sabe que es cierto, aunque suene bastantelocowEl doctorque la’ cheques le confirm6é que no habia pasado nada. Sin embargo no encuentra explicacién en esa situacion ¢Solo buscaba hacerle creer eso? Hasta le pidié pastillas para el dia después que nunca llegaron. —Sigame —le dijo el hombre que la habia llevado a este lugar. Noto que no entraron por la puerta principal sino por el costado de la casa, detras de un pequefio pero tupido jardin de enredaderas. Una puerta pequefia se abrié apenas aquel giré la llave y la hizo entrar sin acompafiarla. Apenas Emilia puso sus pies el hombre giré el cerrojo y se qued6 afuera, dejandola encerrada y sola. Retrocedié,confundida y quiso abrir la puerta, golpeé y grité pero fue en vano. No entiende cuales son sus intenciones de retenerla en ese lugar. Miré a su alrededor dandose cuenta que el lugar es espacioso, por un lado un escritorio con todo lo necesario, libros, lapices, y un notebook. Y por el otro lado una cama matrimonial de gran tamajfio;.con cubiertas claras ywelador a cada costado. Al fondo.un bafio. personal, con ducha. Parece.como si fuese un pequefio departamento. Solo la pintura no le gusta, es un tono azul opaco que hace que el interior parezca mas oscuro. —éTe gusta? —y al escuchar esa voz se gird de inmediato encontrandose de frente con Emanuel Stravros quien la contempla con una sonrisa maliciosa—. Mandé a prepararla para usted.

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