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Esta no es una cartilla de presentación.

Es una carta de invitación:

LA CAMPAñA LA HACEMOS TODXS

campaniacontralasviolencias@gmail.com

Campañacontra LasViolencias
Violencias visibles e invisibles. Brutales y sutiles. Cotidianas y esporádicas. Públicas y privadas. Impulsivas y
premeditadas. Violencias todas racionales, porque tienen explicación: la necesidad del patriarcado de
controlar y disciplinar los cuerpos insumisos. Disidentes. Rebeldes. Nuestros cuerpos.
Un control que intenta expandirse y reforzarse, desesperado recurso del machismo. Desesperado, porque la
emancipación avanza.

Avanzamos.

No estamos solas. Estamos organizadas.


fb//Campañacontra LasViolencias
campaniacontralasviolencias@gmail.com
¿Que
¿ pasa en nuestro pais con las violencias hacia las mujeres?
En la Argentina, no existen estadísticas oficiales sobre cómo afectan las violencias a las mujeres ni a
lesbianas,gays, travestis, transexuales, transgéneros, bisexuales e intersex (lgtttbi). Sin embargo, el esfuerzo
de organizaciones feministas y de derechos humanos por sistematizar realidades aporta algunos números: en
2012 murieron 255 mujeres en manos de parejas y ex parejas y 406 niños y niñas quedaron huérfanos por este
motivo. Se estima que 500 mujeres desaparecen cada año por las redes de trata. Más de 100 mueren y 60.000
terminan hospitalizadas a causa de abortos clandestinos. Apenas 3.500 se animan a denunciar cuando sufren
una violación. Las travestis tienen una expectativa de vida que no supera los 35 años de edad. El 84% de las
publicidades televisivas promueven modelos de sumisión. Y el salario de las mujeres por la misma tarea que
los varones es de un 30 a un 50% menor.

Aunque recortadas y parciales, estas cifras dibujan el mapa de las violencias. Un mapa que sigue vigente a
pesar de las convenciones internacionales suscriptas por el país, leyes sancionadas, organismos
intervinientes, flamantes protocolos, oficinas con largos nombres, líneas 0800…

Un andamiaje enorme, que demasiado se parece a cartón pintado cuando no existen la voluntad política ni los
fondos necesarios para que todo esto se ponga en marcha verdaderamente.
¿Del dicho al hecho… (de las leyes a la realidad)
Fruto de la organización, la movilización y la lucha, en las últimas décadas conquistamos la aprobación de un
conjunto de leyes que reconocen nuestros derechos -aunque está pendiente, y no es casualidad, la
legalización del aborto-. Contamos con leyes que reconocen el derecho a una vida libre de violencias (26.485),
a la salud sexual y reproductiva (25.673) a la atención sin discriminación por identidad de género (26.743), a la
educación sexual integral (26.150), entre muchas otras.

¿Entonces? ¿Cómo es que las hermanas Jara terminaron presas por defenderse de un abusador? ¿Por qué fue
asesinada la Pepa Gaitán? ¿Qué le pasó a Romina Tejerina? ¿Qué falló el tribunal en el juicio por Marita Verón?
¿Por qué sigue impune el crimen de Sandra Cabrera? O, para pensarlo en primera persona: ¿Cuántas veces al
denunciar la violencia de tu pareja en la comisaría te tratan como si vos tuvieras la culpa?

Es que las leyes cambiaron, pero no el carácter patriarcal del Estado, las prácticas machistas de sus
instituciones, los intereses políticos y económicos que necesitan nuestros cuerpos dóciles para servirles,
como víctimas de trata y como cuidadoras gratis en cada familia. Todo esto lleva a que la implementación de
las leyes sea insuficiente, recortada y malinterpretada por quienes tienen la responsabilidad de aplicarlas.
¿No estamos solas. Estamos organizadas
Somos muchas las que en todo el país nos organizamos cotidianamente para eliminar las violencias. Nos
acompañamos entre compañeras, creamos grupos de pares en los que hacernos más fuertes y poderosas,
enfrentamos a instituciones machistas, sacamos recursos hasta de las piedras para seguir adelante.
Luchándola, vamos sumando experiencias, también broncas e indignaciones…

Convencidas de que nuestro papel no es el de derrotadas, ni de resignadas, organizaciones del campo


popular, movimientos sociales, organizaciones feministas y antipatriarcales, culturales, estudiantiles y
mujeres independientes comenzamos a construir la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las
Mujeres.

Decidimos unir nuestras resistencias, nuestras formas de buscar


soluciones y nuestras experiencias para ser más y ser más fuertes.
¿Nace la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres
“Saquemos los trapitos al sol” fue la consigna que elegimos para presentar la Campaña Nacional contra las
Violencias hacia las Mujeres, el 2 de octubre de 2012 en la Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires. Dimos
vuelta aquel refrán que dice “los trapos sucios se lavan en casa” porque entendemos que, precisamente, las
violencias hacia mujeres y lesbianas, gays, travestis, transexuales, transegéneros, bisexuales e intersex (lgtttbi)
no son un problema particular o privado, sino social y político.

Con la Campaña buscamos que las violencias salgan de las cuatro paredes, que empiecen a hablarse y
problematizarse en toda las esquinas, en las plazas, en los lugares de trabajo, en las escuelas, en los centros de
salud, en los medios de comunicación.

Avanzamos en interpelar a los tres poderes del Estado, para que sus funcionarios se hagan responsables de
tomar medidas concretas y garantizar nuestros derechos. Y trabajamos para visibilizar no simplemente las
dramáticas consecuencias de las violencias, sino sobre todo poner sobre la mesa reivindicaciones, propuestas
y posibilidades de acciones.

En la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres decidimos corrernos de los discursos
victimistas que ponen el acento en los sufrimientos y la opresión del patriarcado. Reivindicamos el juego y la
alegría, como herramientas pedagógicas de transformación. Reivindicamos la autodefensa. Reivindicamos el
poder revolucionario de la acción colectiva.
Las reivindicaciones de la Campaña
Acciones y definiciones
1- Acceso a recursos para prevención de las violencias y asistencia en los casos de emergencia.
Exigimos recursos accesibles para todas nosotras, como refugios y subsidios, que ante las situaciones de
emergencia garanticen nuestra seguridad inmediata, al mismo tiempo que respeten nuestras elecciones y
necesidades.
Exigimos disponibilidad de profesionales idonexs que asistan y garanticen la salud en general y la salud
mental en particular de quienes salimos de situaciones de violencia.
Exigimos y luchamos por la plena implementación de políticas públicas dirigidas a otorgar a mujeres y
lesbianas, gays, transexuales, travestis, transgéneros, bisexuales e intersex (lgtttbi) el acceso a los derechos
humanos garantizados en la Constitución tales como: acceso a la vivienda, al trabajo, a la educación y a la
salud. Entendemos la cobertura de estos derechos como modos de prevenir la violencia porque nos facilitan
la independencia económica, lo que nos proporciona mayor nivel de autonomía.

2-Implementación efectiva de las leyes, reglamentaciones y protocolos ya existentes.


Los derechos de mujeres y lgtttbi son vulnerados cotidianamente por las mismas instituciones del Estado que
tienen la obligación de garantizarlos, entre otras cosas por la falta de presupuestos adecuados a las
necesidades de implementación. Estas herramientas jurídicas, logradas con años de lucha, si no se dan a
conocer y no se aplican cuando las necesitamos, terminan en letra muerta. Algunas de las normativas más
importantes y cuya aplicación efectiva e inmediata exigimos son: Ley 26.485 de Protección Integral para
Prevenir, Sancionar y Erradicar las Violencias contra las Mujeres (2009); Ley 25.673 de Salud Sexual y
Procreación Responsable (2002); Ley 26.150 Programa Nacional de Educación Sexual Integral (2006); Ley
26.743 de Ley de Identidad de Género (2012)
3- Denunciamos los femicidios y crímenes de odio.
Entendemos por femicidio a los asesinatos de mujeres por el hecho de ser mujeres y los crímenes de odio a los
que se llevan a cabo contra lesbianas, gays, travestis, transexuales, transgéneros, bisexuales e intersex (lgtttbi)
por su identidad y orientación sexual.
El patriarcado es un sistema disciplinador y sus formas de disciplinamiento más radicales son los femicidios y
los crímenes de odio. Es por este motivo que la mayoría quedan impunes. Cada uno de estos asesinatos es un
mensaje para el resto.
Repudiamos, denunciamos y combatimos los femicidios y crímenes de odio. Exigimos políticas efectivas y
eficaces de prevención y justicia.

4- Repudiamos toda expresión de violencia sexual.


Sucede masivamente en el ámbito de lo privado, pero funciona de tal modo que queda oculta bajo el silencio.
Sucede en la niñez, en la adolescencia y en la adultez. Las secuelas de esta violencia son enormes y muy
dañinas para la subjetividad y la autoestima.
Exigimos al Estado recursos y programas efectivos para visibilizarla, combatirla y prevenirla. Necesitamos
centros de atención idóneos para asistir estos casos, campañas de difusión y prevención que no se diseñen
desde el temor, sino desde el respeto y la construcción de relaciones igualitarias.
Luchamos para visibilizar esta violencia, concientizar y combatirla de forma organizada entre todas nosotras.
5- Basta de justicia sexista y patriarcal.
Impulsamos una noción de Justicia que trascienda el plano institucional y la idea de que la única justicia es
aquella que aplica el Estado mediante sus sanciones punitivas (las cuales, sin embargo a veces consideramos
necesarias).
Luchamos en pos de construir un sentido de justicia social y popular a partir de la cual, vecinxs y compañerxs,
seamos parte activa tanto en la construcción de valores sociales solidarios y respetuosos como en el repudio y
escrache ante los constantes hechos de violencia, previniéndolos y sancionándolos ética y socialmente.
Denunciamos la violencia institucional que muchas veces se comete desde los organismos públicos, desde
los cuales se subestiman las denuncias de las mujeres, se burocratiza la restitución de los derechos
vulnerados y se deja impunes a lxs agresores.
Exigimos que la justicia garantice los derechos de mujeres y lgtttbi y sancione prácticas discriminatorias de
cualquier tipo. Por ello mismo también exigimos y denunciamos la criminalización de la pobreza en
cualquiera de sus expresiones y principalmente la de las mujeres.
Luchamos por construir legitimidad sobre el ejercicio de la autodefensa en tanto empoderamiento subjetivo y
colectivo de nosotrxs, mujeres y lgtttbi, de sectores populares, migrantes. Entendemos a la autodefensa como
una vital estrategia de prevención de la violencia.
6- Por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Desde la Campaña luchamos para que se garantice desde el Estado el derecho a abortar de manera segura.
Por ello apoyamos la legalización del aborto y la implementación de consejerías pre y post aborto, tanto las
llevadas a cabo por los equipos de salud como las constituidas por las compañeras de organizaciones. Por otro
lado, exigimos que el Misoprostol esté disponible en farmacias, bancos públicos y centros de salud, que todos
los fármacos incluidos en el listado de medicamentos esenciales de la OMS sean de producción pública, para
así garantizar el acceso a los mismos y mejorar la salud de las mujeres de sectores populares.
La maternidad es un derecho y un deseo, no una imposición.

7- Fin de las violencias médica y obstétrica.


Entendemos por violencia médica a la que tiene como agente violento al sistema de salud en sus diferentes
niveles. Esta violencia puede ser por acción u omisión, ya que consiste en, desde provocar el dolor corporal con
fines de castigo (por ejemplo, al negar la medicación durante un post aborto) hasta negar información sobre
los procesos de salud, enfermedad y atención a quienes asistimos a una consulta. Esta violencia muchas veces
es naturalizada porque se parte de la idea de que el médico tiene un saber superior y mayor autoridad para
hablar y actuar sobre nuestros cuerpos.
Denunciamos particularmente la violencia obstétrica en tanto expresión evidente, cruel y paradigmática de la
violencia médica. A través de la misma se obturan las capacidades que las mujeres poseemos para decidir
sobre y conocer nuestro propio cuerpo. Exigimos el cumplimiento de la Ley 26.485 de Protección Integral para
Prevenir, Sancionar y Erradicar las Violencias contra las Mujeres, de la Ley de salud sexual y reproductiva en
todo el país, de la Ley de anticoncepción quirúrgica (ligadura y vasectomía), de parto respetado, entre otras.
Estas reglamentaciones garantizan derechos, pero no nos obligan a hacer cosas relacionadas con nuestra
salud sexual si no lo deseamos. En este sentido, repudiamos las prácticas compulsivas y disciplinarias del
sistema de salud en cualquiera de sus instancias.
Denunciamos el machismo en el sistema de salud y los acosos sexuales y laborales a las trabajadoras de la
salud. Desde la Campaña también denunciamos y luchamos contra la heteronormatividad del sistema de
salud, la cual tiene como efectos la discriminación y expulsión del colectivo lgtttbi al mismo tiempo que tiene
efectos compulsivos sobre la reproducción de mujeres heterosexuales.
Luchamos para que la formación de médicxs se base en el respeto y autonomía de lxs pacientes, respetando
las diferentes necesidades de todxs, la diversidad sexual, cultural y étnica. Exigimos atención adecuada en
salud para lesbianas, travestis y trans.

8- Por una educacioón no heteronormativa y no opresiva, con perspectiva crítica de género .


Esta es la forma de quebrar con los sexismos y prevenir las violencias hacia lgtttbi. La ley de educación sexual
integral fue promulgada en el 2006, pero su aplicación no llega siquiera al 10% de las escuelas públicas.
Reivindicamos la lucha de los centros de estudiantes para que la ley se aplique de manera integral, desde la
educación inicial hasta el nivel terciario, incluida la formación de profesionales. Exigimos que las propuestas
curriculares de universidades, terciarios, secundarios y tecnicaturas cuenten con una perspectiva crítica de
género, para así multiplicar conocimientos que ayuden a prevenir y erradicar la violencia hacia mujeres y
lgtttbi. Luchamos por una educación para la autonomía, que brinde herramientas para nuestro crecimiento
como personas y colectivos, desde una perspectiva anti patriarcal, no discriminatoria ni reproductora de
estereotipos y relaciones desiguales y violentas. Por una educación que nos de herramientas para vivir y
disfrutar de nuestros cuerpos y de nuestras sexualidades.
9-Exigimos el desmantelamiento de las redes de trata.
Entendemos por trata al secuestro de mujeres, niñxs, travestis y trans, principalmente con fines de explotación
sexual.
Denunciamos las desapariciones en los barrios y la complicidad de las instituciones del Estado con las mafias
de tratantes y traficantes de personas.
Exigimos el desmantelamiento de las redes de trata. Exigimos políticas públicas concretas que garanticen el
rápido accionar ante los secuestros.
Exigimos que tanto las políticas de rescate como las de prevención sean eficaces y no una pantomima. Para
ello es fundamental un diseño serio y financiado de políticas especiales como la difusión de esta problemática
en pos de su prevención.

10- Luchamos contra la violencia económica. Violencia laboral. Feminización de la pobreza.


Los últimos datos censales muestran que en Argentina la pobreza no se distribuye aleatoriamente, por el
contrario, esta se encuentra feminizada. Esto quiere decir que las mujeres tenemos menos y peores
posibilidades laborales, estamos más expuestas a la precarización y al trabajo en negro. Todo esto al mismo
tiempo que padecemos la doble explotación: trabajamos fuera y dentro de nuestras casas.
Luchamos para que por el mismo trabajo se nos garantice igual salario al de los hombres, por mejores
condiciones laborales, por el trabajo digno para las compañeras desocupadas y por el fin del trabajo precario.
Asimismo luchamos por la erradicación de la explotación en el ámbito doméstico. Que las tareas del hogar se
repartan en partes iguales, sin distinguir entre hombres y mujeres.
Desde la Campaña decimos ¡basta de doble explotación!
11- Contra todo tipo de expresiones de lesbotransfobia.
Entendemos a la lesbotransfobia como la violencia y odio hacia las identidades no heterosexuales. Se expresa
a través de discriminación, violencia sexual, verbal y física, llegado a veces al asesinato de odio.
Desde la Campaña repudiamos cualquier tipo de agresión hacia lgtttbi, y, especialmente, denunciamos y
repudiamos la persecución policial y judicial de travestis.
Luchamos por la construcción de una cultura y una sociedad no heteronormativa, no patologizante ni
discriminatoria.

12- Contra toda expresión de xenofobia, discriminación y racismo.


En esta sociedad racista estamos más expuestas a la violencia si no respondemos al estereotipo de mujer
blanca, heterosexual, de clase media. El racismo se construye sobre la idea de que habría algo en nuestro
cuerpo, más precisamente, en nuestro color de piel, que provocaría desigualdades entre nosotrxs. Por eso,
mujeres y lgtttbi negrxs, migrantes, practicantes de otros credos, etc. estamos más expuestas a ser víctimas de
violencia en sus múltiples formas.
Algunas de las consecuencias del racismo son, por ejemplo, la vulnerabilidad laboral de las mujeres
migrantes, la hipersexualización de personas negras, la discriminación en la vía pública, la criminalización,
etc.
Desde la Campaña denunciamos y repudiamos cualquier tipo de expresión racista. El racismo es un invento
político para justificar las desigualdades, y con ello, la dominación de unos humanos por sobre otros.
Luchamos por el derecho de todas las personas a migrar, trabajar, acceder a los derechos de salud, educación
y vivienda sin distinciones de ningún tipo ya que estos son derechos universales.
13- Por una comunicacióon no sexista
Desde la Campaña construimos una comunicación basada en el respeto y el derecho a la información.
Repudiamos la circulación de contenidos violentos, sexistas, misóginos y lesbotransfóbicos en los medios
masivos de comunicación.
Rechazamos el tratamiento informativo que se hace de femicidios, porque suele virar en torno a buscar “la
causa” del asesinato, sin hacer nunca visible que los motivos son el odio y la supremacía de unos humanos por
sobre otras.
La violencia mediática reproduce estereotipos sexistas. Llamamos al escrache de los medios de comunicación
que producen y reproducen la violencia hacia las mujeres, que nos cosifican, atemorizan y minan nuestra
autoestima.
Proponemos que se incluya la perspectiva de género en la currícula de las carreras de ciencias de la
comunicación y de periodismo.
Exigimos que las multas que cobra la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFCA) por
contenidos sexistas se destinen en forma efectiva a campañas de prevención de las violencias y que sus
contenidos se definan de manera participativa y popular.
¿Por qué nuestros ejes fundamentales son
Algunas definiciones antipatriarcales y anticapitalistas?
Somos antipatriarcales porque luchamos contra
¿Por qué decimos violencia “contra las este sistema político y social que nos oprime, nos
mujeres” y no de “género” o “patriarcal”? discrimina y naturaliza las violencias hacia todxs
El concepto “género” invisibiliza las diversas y quienes no queremos seguir el modelo
dispares existencias, y se convirtió en un modo de hegemónico patriarcal (ser hombre heterosexual,
decir superficial y políticamente correcto. Muy blanco, occidental y propietario).
distinto es referirse a la violencia “patriarcal”; sin Somos anticapitalistas porque este sistema
embargo es una palabra difícil para llegar a la económico nos explota y se apropia de los
mayor cantidad de gente. recursos necesarios para la vida. Un ejemplo de
ello, consiste en la dependencia económica de las
¿A quiénes nos referimos con “mujeres”? mujeres.
No decimos Mujer sino mujeres porque no todas
somos iguales, porque también hay ¿Cómo trabajamos?
desigualdades y opresiones por clase, identidad Somos muchas organizaciones, por lo tanto
sexual, etnia. Si bien las mujeres son el colectivo convivimos con distintas posturas sobre diversos
reconocido masivamente, entendemos que temas. A nuestras decisiones llegamos por
somos mujeres y lesbianas, gays, travestis, consenso y de manera colectiva, no elegimos la
transexuales, transegéneros, bisexuales e intersex opción de la votación. Nos autofinanciamos,
(lgtttbi) todxs quienes nos enfrentamos intentamos hacer un aporte regular por
cotidianamente a la violencia machista. organización o activista autónoma y organizamos
diferentes eventos para generar fondos. Los
objetivos generales de la Campaña se debaten de
las plenarias regionales a las plenarias nacionales.
La Campaña la hacemos todxs…
En cada rincón del país es posible construir la Campaña Nacional contra las Violencias. Ahora, es nuestra tarea
apropiarnos de ella y llevárnosla a casa.
Sólo hace falta animarnos a llenarla de vida, y expandir así nuestras experiencias y recorridos a lo largo y a lo
ancho de cada barrio, cada ciudad, y cada una de las provincias en donde estemos.
Estando profundamente convencidxs de que somos lxs protagonistas en esta lucha contra las violencias, lxs
invitamos a formar parte en esta campaña de largo aliento, de construcción e intenso trabajo en grupo, que día
a día nos motiva a seguir uniéndonos, para que no sólo sea nuestra voz la que se haga oir, sino para que en ese
fuerte grito nos acompañen las voces de todxs y cada unx de lxs que la integremos.

No estamos solas. Estamos organizadas

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