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CIENCIAS AUXILIARES DE LA HISTORIA

Las ciencias auxiliares o disciplinas auxiliares son aquellas que, sin avocarse del todo a un
área de estudio específica, se vinculan con ella y le prestan auxilio, ya que sus posibles
aplicaciones contribuyen con el desarrollo de dicha área de estudio.
La mayoría de las ciencias auxiliares de la Historia tienen que ver con campos específicos
en los que ésta pueda interesarse, como por ejemplo la Literatura, un área autónoma e
independiente del saber, cuyo encuentro con la Historia da pie al nacimiento de la Historia
de la Literatura: una rama puntual y específica.
Este tipo de encuentros atiende a los temas de interés y a los contenidos abordados por la
Historia, y pueden reconocerse porque abren segmentos novedosos del estudio histórico,
de los que devienen el objeto de estudio.
Cronología. Tal y como hemos dicho, se trata de una subdivisión de la Historia, enfocada
específicamente en el ordenamiento temporal de los eventos. Su nombre proviene de la unión de
los vocablos griegos Chronos (tiempo) y Logos (escritura, saber).
Epigrafía. Ciencia auxiliar de la historia y también autónoma por naturaleza, se avoca a las
inscripciones antiguas hechas en piedra u otros soportes físicos duraderos, estudiando su
preservación, lectura y desciframiento. En ello se vincula, además, a otras ciencias como la
paleografía, la arqueología o la numismática.

Numismática. Quizá la más antigua de las ciencias auxiliares de la historia (nacida en el siglo XIX),
se interesa exclusivamente por el estudio y colección de monedas y billetes emitidos oficialmente
por alguna nación del mundo en una época determinada. Dicho estudio puede ser teórico y
conceptual (doctrinal) o histórica (descriptiva).

Paleografía. Ciencia
auxiliar encargada del
estudio crítico y
sistemático de las
escrituras antiguas: la
preservación, desciframiento, interpretación y datación de los
textos escritos en cualquier soporte y provenientes de culturas
ancestrales. A menudo se la encuentra en estrecha
colaboración con las Ciencias de la Información, como la
Bibliotecología.

Heráldica. Disciplina auxiliar de la


historia que describe y analiza
sistemáticamente las figuras y
representaciones típicas de los
escudos de armas, muy frecuentes
en las familias de alcurnia en épocas
pasadas.
Codicología. Disciplina que centra su estudio en los libros antiguos, pero entendidos en tanto
objetos: no tanto su contenido como la manera de hacerlos, su evolución en la historia, etc.,
prestando especial atención a los legajos, códices, papiros y demás formas de soporte de
información de la antigüedad.

Diplomática. Esta ciencia histórica centra su atención en los documentos, cualquiera que sea su
autor, atendiendo los elementos intrínsecos de la escritura: el soporte, el lenguaje, el formulismo y
otros elementos que permiten extraer conclusiones sobre su autenticidad y permiten su correcta
interpretación.

Sigilografía. Ciencia histórica dedicada a los sellos empleados para identificar las cartas y
documentos de proveniencia oficial: su lenguaje específico, sus condiciones de creación y su
devenir histórico.
Historiografía. A menudo considerada la meta-historia, es decir, la Historia de la Historia, se trata
de una disciplina que investiga el modo en que se construye la Historia oficial (escrita) de las
naciones y el modo en que ésta fue preservada en documentos o en escritos de alguna naturaleza.

Arte. El estudio del arte es una disciplina


por completo autónoma, que centra su interés en las diversas formas de manifestación del arte en
la sociedad humana e intenta responder la infinita pregunta de qué cosa es. Sin embargo, cuando
se junta con la historia producen la Historia del Arte, que contempla únicamente al arte en el paso
del tiempo: las formas iniciales que tuvo, su evolución y su modo de reflejar el paso del tiempo,
etc.

Literatura. Como hemos visto antes, la literatura y la historia pueden colaborar para dar pie a la
Historia de la Literatura, una forma de la Historia del Arte mucho más focalizada en su objeto de
estudio, pues se centra en la evolución histórica de la literatura desde sus primeras formas míticas
hasta hoy en día.
Derecho. Al igual que los dos casos anteriores, la colaboración entre la Historia y el Derecho
produce una rama de estudio histórico que circunscribe su objeto de estudio a las formas en que
la humanidad ha sabido legislarse y administrar la justicia, desde los tiempos remotos (sobre todo
la época Romana, considerada de vital importancia para nuestro entendimiento de la justicia)
hasta la modernidad.
Arqueología. Oficialmente la Arqueología es el estudio de los restos antiguos de las sociedades
humanas desaparecidas, en pro de la reconstrucción de la vida de los pueblos ancestrales. Esto
hace que su objeto de interés sea amplio, ya que pueden ser libros, formas de arte, ruinas,
herramientas, etc., así como las formas de recuperarlos. En ese sentido, es una ciencia autónoma
cuya existencia sería imposible sin la Historia y que, a la par, aporta importante evidencia respecto
a las formulaciones teóricas de ésta.
Lingüística. Esta ciencia, interesada en los lenguajes del hombre, es decir, en los diversos sistemas
de signos disponibles para su comunicación, puede juntarse a menudo con la historia para
constituir la Lingüística Histórica o Lingüística diacrónica: el estudio de la transformación en el
tiempo de los métodos de comunicación verbal y de las distintas lenguas inventadas por el
hombre.

Estratigrafía. Esta disciplina se trata de una


rama de la geología, cuyo objeto de interés lo constituyen los ordenamientos de rocas ígneas,
metamórficas y sedimentarias en la corteza terrestre, visibles en casos de cortes tectónicos. Al
colaborar con la Historia, da nacimiento a la estratigrafía arqueológica, que emplea dicho saber
sobre las piedras y los estratos para establecer la historia de la formación de la superficie
terrestre.

Cartografía. Una rama de la geografía, interesada en los métodos de representación espacial del
planeta, es decir, la elaboración de mapas y de atlas o planisferios, puede colaborar con la historia
para formar la Historia de la Cartografía: una disciplina mixta que persigue entender el devenir
histórico del hombre a partir de la manera en que éste representaba el mundo en sus mapas.

Etnografía. La etnografía es, a grandes


rasgos, el estudio y la descripción de los pueblos y de sus culturas, por lo
que muchos la consideran una rama de la antropología social o cultural.
Lo cierto es que suple de mucha información a la Historia, ya que una de
las herramientas más empleadas por los etnógrafos es la Historia de vida, en las que se entrevista
a individuos y se utiliza su recorrido vital como una aproximación a la cultura a que pertenece.

Paleontología. La
paleontología es la
ciencia que estudia a los
fósiles de los seres
orgánicos que habitaron

nuestro mundo en épocas


pasadas, con el afán de entender cómo vivían y entender mejor
el enigma de la vida en el planeta. En ello se aproximan mucho a
la historia, ya que abordan los tiempos previos a la aparición del
hombre, brindándole a los historiadores la oportunidad de
pensar la historia antes de la Historia.

Economía. Así como esta


ciencia social estudia los modos
en que el hombre transforma la
naturaleza para su beneficio, es
decir, las formas de producir bienes y servicios y satisfacer las
necesidades humanas con ellos, su conexión con la historia abre toda
una rama de estudio: la Historia de la Economía, que se adentra en
los cambios que ha dado en materia económica la sociedad desde
nuestros inicios.

Filosofía. La ciencia de
todas las ciencias, la
Filosofía, se supone
la ciencia ocupada del pensamiento mismo. En conjunción con la historia, pueden dar origen a la
Historia del pensamiento, un estudio de los cambios en la manera de pensarse a sí mismo y al
universo del hombre desde las épocas antiguas hasta hoy.

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