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638 PIV. Fancién de regir jora del patrimonio, sino ademas en el cumplimiento de sus fines, y es apoyada por los érganos de control correspondien- tes: el consejo de asuntos econémicos en el ambito Perroauaal (c.537) y el consejo diocesano de economia en el de la didcesis (c.492), asi como por el deber de vigilancia que corresponde al ordinario local toh los bienes de todas las personas juridicas publicas de su jurisdiccién (c.1276). De no menor interés resulta una triple prescripcién, aunque sobre aspectos muy diversos, que viene a sumarse a las obliga- ciones del administrador: a) la observancia de las leyes civiles en materia laboral y social, en los contratos de trabajo dentro de los principios cris- tianos, asi como la de un salario justo y honesto para el personal contratado (c.1286); 4) la publicidad administrativa exigida por el legislador al establecer tanto la rendicién anual de cuentas al ordinario sobre los bienes administrados como a los propios fieles sobre las cantidades ofrecidas por los mismos (C128) + ¢) _lano incoacién de litigios en nombre de la persona juti- dica ni contestacién a la demanda en el fuero civil, sin previa li- cencia escrita del ordinario (c.1288). 5, ENAJENACION Y CONDICIONES DE VALIDEZ Particular atencién es necesaria en relacién con los actos de administracién extraordinaria y en especial con los de enajena- SOMATA Ta cnajénaci6a-ea'el ordenamiento'candnicn, como es sabido, minio (venta, donacién, etc.), la persona juridica (c.1295). Tal es el caso de los contratos de arrendamiento cuando son sometidos a condiciones que empeoran la disponibilidad del propietario y dificultan la enaje- nacién de Ja cosa, como sefialan los autores (prérroga forzosa, congelacién de alquileres, fuertes indemnizaciones, etc). La CEE sefialaba en 1984, en oportuno decreto ’, que el arrenda- miento de bienes eclesiasticos risticos y urbanos, comprendi- dos en el c.1297, se equipara a la enajenacidn en cuanto a los re- quisitos necesarios para su otorgamiento. 7 CEE, Primer Decreto General, cit, art4,3, 1 Powered by ea CamScanner C4, Administracién de los bienes parroquiales 639 Laatencidn es importante, porque va en juego la propia zali- degdel acto, segin sefiala de manera explicita el c.1281: «Quedan- do firmes las prescripciones de los estatutos, los administrado- ses realizan invdlidamente los actos que sobrepasan los fines y d modo de la administracion ordinaria, a no set que hubieran obtenido previamente autorizacién del ordinario». Los estatu: t08,0, en su defecto, — como afiade el mismo canon, Por otra parte, la responsabilidad del administrador es manifiesta 12813), ini 0 ano set que le haya reportado algun proved y en la medida del mismo. Res- pondera, por tanto, el administrador. La persona juridica, en cambio, respondera de los actos realizados por los administra- dotes ilegitima pero validamente, «sin perjuicio del derecho de accién o de recurso de la misma contra los administradores que le hubieran causado dafio». de bienes del patrimonio esta- ble de una persona juridica publica 6 (1291). E En este sentido, el c.1292 puntualiza la siguiente normativa ®: A) Sielvalor de los bienes haere minimo y maximo que fije cada Conferencia Episco] autor de la. : a) si se trata de personas jutidicas no sometidas al chispe’diocesaro, ser4 determinado pot los propios estatutos; b) pero io obi el con- sentimiento del consultores y el de los interesados. Este mismo consentimiento €s requerido si el obispo desea enajenat bienes de la didcesis. B)_Encambio, , también se requiete, ademas, la 1 . Este requisito se extiende al caso de enaje- nacién de bienes votivos o exvotos donados a la Iglesia y a bie- Nes preciosos por razones i istori ©) Finalmente, q ie le, ia para la enajenacion deben especificarse las 8 CER, Primer Deerdto Genera, cit, art.4,2: «A efectos del ¢-1292, se fia como It tite gainiono la eantidad de 10,000,000 de pesetas y limite méximo la de 100,000,000 de ° segin modificacién de 1992, ratificada por la Santa Sede (Bol CEE [1992] 151). Powered by CamScanner 640 PIV. Funcibn de regir ee © lo contrario es invalida la icencia. Complementariamente y para la licitud (necesidad, utilidad...) (¢.1293). La subasta como medio de ase- gurar un precio de enajenacién, de que hablaba el Cédigo ante- rior, es silenciada en el actual, pero no es prohibida, y puede uti- lizarse con tal de garantizar un justo precio. El dineto resultante habra de aplicarse, como dice el c.1294,2, a los fines previamen- te determinados 0 colocatse con cautela en beneficio de la Igle- sia (cf. CIC, BAC, ¢.1294). 6. OBSERVANCIA DE LAS LEYES CIVILES como insinua- mos antes, + ministrativo de los bienes eclesiasticos. EI legisladot se pronuncia, en efecto, por hacer suyas las le- yes de los paises respectivos en materia de contratos y obliga- Ciones (c.1290) y en materia de prescripcién como titulo adqui- sitivo 0 minorativo de bienes (cc.1268 y 197), produciéndose una ‘erdadera eeanonizaciony de la legislacion evil correspon- diente siempre que no contradiga el derecho divino 0 las dispo-, siciones candnicas. Por otta parte, i i i - nes eclesidsticos, como dice en el c.1286,1: dos administradores de bienes, en los contratos de trabajo y conforme los principios que ensefia la Iglesia, han de observar cuidadosamente también as leyes en materia laboral y socials, 3 .1682,2). Asimismo insiste, en el mismo tema, de forma mas gen al sefialar entre otras obligaciones del administrador, como de- clablon nice, 1s de MEENA ORATOR: de que no sobrevenga dafio para la Iglesia cuidar sobre todo (c.1284,3). Dentro de esta adecuacién a la ley civil, cabe destacar, desde luego, las obligaciones impositivas que correspondan por raz6n de los bienes eclesiasticos, como a toda petsaae fisica 0 juridica, peto también los comunes beneficios fiscales y otros que pue- dan corresponder pot via legal, bien sea los relativos a los bie- nes del patrimonio histérico y artistico, y archivos y bibliotecas Powered by CamScanner C4, Administracin de los biens parroguiales oa de especial interés, para su reparacién, conservacién, mejora y otros aspectos, bien a las diversas instituciones eclesidsticas be- néficas, asistenciales, docentes, etc., para su ayuda. ‘Estas aportaciones, de suyo, no constituyen privilegio, ya que son eBAREAELETAE a eelAclbn eli: comda, de caracter general para las personas fisicas 0 juridicas o para los bienes; se establecen por taz6n de bien comun para la sociedad ea pais, % por conn, on derechos apa od Gl Hn divers pales es"precisorobservas, ademis las especi que especifican de forma més concreta los objetos carentes de imposicién o dota- dos de exenciones fiscales, asi como las situaciones y casos de aplicacion de la legislacin comin. Asf sucede en la actual cit- cunstancia espafiola en virtud del Acuerdo de 1979 entre la Santa Sede y Espafia sobre asuntos econdmicos, que determina, por una parte, la modalidad de colaboracidn estatal y entidades y personas eclesidsticas a quienes va referido el Acuetdo, y, por otra, los bienes y modalidades de tributacién, no sujecién 0 exencién de los mismos °. les 9 En los supnestos de no syjecién se inckaye no sélo liberacién del pago del irpues- to, sino también de las demas obligaciones (presentar declaraci6n, registrar las operaciones, etc). Las exenciones se determinan en razén de los fines afectos a los bienes yen tanto la actividad econémica se dirija a ellos y precisamente sobre bie- nes taxativamente enumerados (contribuciones urbanas y especiales y la llamada tasa de equivalencia, impuestos reales o del producto sobre el patrimonio, impues- tos sobre sucesiones y donaciones y transmisiones pattimoniales). Por Orden de 29 de febrero de 1988 se aclara el alcance de a no sujecién y de las exenciones estableci- das en los articulos IIL y IV del Acuerdo con la Santa Sede respecto al Impuesto so- bre el Valor Afiadido (BOE de 12 de marzo de 1988): el IVA se impuso a partit de 1986, ataiie al Impuesto de Lujo, al de Transmisién Patsimonial y al de Trifi- co de Empresas, y era preciso realizar la adaptaci6n a la nueva situacién fiscal en lo que atatie a lo previsto en dicho Acuerdo: se trata de bienes destinados al culto 0 edificios que sirvan a alguno de estos cuatro fines: culto, apostolado, sustentacion del clero y ejercicio de la caridad, Algunos supuestes de tributacién, por lo demas, si- guen la normativa general (rendimiento de explotaciones econémicas, rendimien- tos del patrimonio cuando su uso se halle cedido, rendimientos del capital, etc). Otras actividades son equiparadas con los consiguientes beneficios fiscales a las actividades benéficas privadas o actividades sin fin de hucro (¢f. L. DE ECHEVERRIA, ‘Nuevo Derecho Canénic, cit., .608-609). Sobre legislaci6n eclesidstica del Estado es- patiol y de las Comunidades Autonomas cf, Legilacin Eclsdstica (Edit. Civitas, Madrid, 15. edicién, 2003) 357-438, «Régimen econdmico fiscal; y «Anuario de Derecho Eclesidstico del Estado» I (1985) 395s; II (1986) 497ss; III (1987) 48355; TV (1988). = Powered by ea CamScanner 642 PIV. Funcién de regir Finalmente, reitera una y otra vez la eficacia civil en la activi- dad administrativa econémica, también de forma explicita, tan- to al sefialar la creacion de las tres nuevas instituciones adminis- trativas mencionadas (c.1274,5) como al tratar de asegurar la propiedad de los bienes (c.1284,2) y al referirse a las disposicio- nes mortis causa (c.1299,2). Esa eficacia civil es planteada de manera singular en el Cédi- go, apuntando ademés un rincipio de solucién, en una de las. E tal vez la mas problemitica, a sabet: cuando en la enajena- Recoreivilmenses lida (c.1296): «Si se enajenaron bienes ecle- sidsticos sin las debidas solemnidades canénicas, pero la enaje- nacion resulté civilmente valida, corresponde a la autoridad competente, después de sopesar todo debidamente, determinar si debe o no entablarse accidn, y de qué tipo, es decir, si perso- nal o real, y por quién y contra quién, para reivindicar los dere- chos de la Iglesia». Juzgamos de interés a este respecto reproducir el comenta- tio que a este canon 1296 hace L. de Echeverria (CIC, BAC, En e de verse con cuidado k es posible hacer: - (cf. c.1729-1731); castigar a éste directamente, en virtud del 1377. La autoridad competente debera pedir, en consecuen- cia, los debidos asesoramientos para evitar que una accién desa- certadamente ejercida, lejos de remediar el dafio, venga a agra- vatlo con las expensas del juicio». «En Espafia, durante la vigencia del Concordato de 1953 —prosigue el mismo autor—, tanto la doctrina como la juris- prudencia del Tribunal Supremo, del Econémico-Administrati- vo Central y de la Direccién General de Registros, reconocian plenamente la eficacia de los requisitos candnicos exigidos y la nulidad consiguiente de los actos en que no hubiesen sido ob- setvados. El Acuerdo juridico (de 1979) lo reconoce también, en forma indirecta, al hablar de los institutos de vida consagra- da (art. I, 4), ya que dice que “a los efectos de determinar Ja ex- Powered by ea CamScanner CA. Administracién de los bienes parroquiales 643 tension y limite de su capacidad de obrar y, por tanto, de dispo- ner de sus bienes, se estara a lo que disponga la legislacion canonica, que actuara en este caso como derecho estatutario”. La disposicién es aplicable a los demas casos, ya que la raz6n es idéntica y era la que se venia aplicando durante la pervivencia del Concordato» ". 7, VOLUNTADES Y FUNDACIONES Dentro de la administracién de bienes en didcesis y parro- gis es de destacar el capitulo correspondiente a voluntades y daciones pias, es decir, ya que los fieles, como todo ciudadano, pueden destinar sus bienes por disposiciones inter vivos 0 mortis causa, segan el derecho natu-. ral y ajustandose a la ley canénica y civil (c.1290). Respecto de unas y otras, el legislador canénico intenta el maximo respeto, y por eso prescribe que «deben cumplirse con suma diligencia, una vez aceptadas, las voluntades de los fieles, que donan o dejan sus bienes para causas pias por actos inter vi- 0s O mortis causa, aun en cuanto al modo de administrar e inver- tir los bienes, salvo lo que prescribe el c.1301,3» (sobre clausulas 0 d iles. «Queda a salvo —aclara a este respecto L. de Echeverrfa— el caso en que las disposiciones de derecho civil concreten y determinen tan sdlo lo que es de derecho natu- ral, como puede considerarse que ocurte con la legitima de los hijos» (CIC, BAG, ¢.1299). sin constituir ellas mismas persona juridica (capellanias, aniversarios, misas, etc.). 1 La Direccién General de Registros y del Notariado publicé una instruccién sobre Inseripcién de bienes eclesidstcos en el Registro, 14 de diciembre de 1999. Seguin ella no es suficiente inscribirlos a nombre de «lglesia Catélica», sino que se precisa también la entidad religiosa a que pertenecen. (ARANZADI, Repertorio de Legislaciin, 1999, n.9162). Otras disposiciones legales sobre bienes eclesiasticos, cf. Legislac Ecksidstica (Bait. Civitas, Madrid, 15* edicién, 2003) 357-438. Powered by ea CamScanner 644 PIV. Funcién de regir ql En uno y otro caso es jemuprenatprelzontinario local] (c.1301), quien deberé vigilar por el cumplimiento de volunta- des y fines de las mismas soy Pero Solicit: , respectivamente, ic 1 (1308), i (no confundiendo sus fines, sino vinicamente acumulando las masas de bienes) i- ¥, Por tanto, para facilitar la admi- nistracién ji ductividad "1. para el cumplimiento de las volunta- des y fundaciones (cc.1287, 1300-1302 y 1306-130 - 1 ble ejemplar, uno para la curia y otro para la correspondiente 1 persona juridica. 11 La CBE aprobé, en 1979, la posible destinacién de las rentas excedentes alas necesidades diocesanas, cumplidas previamente las obligaciones fundacionales. La norma adquirié fuerza vinculante por decreto de la SCO de 19 de junio de 1981y 5 respuesta de la misma de 16 de noviembre de 1981. a2) 1 { Powered by CamScanner

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