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CapfruLo IV ADMINISTRACION DE LOS BIENES PARROQUIALES 1, DERECHO PATRIMONIAL Y BIENES ECLESIASTICOS La existencia de un patrimonio més o menos significativo en la parroquia, con bienes muebles e inmuebles, y la incidencia de actividad juridica sobre el mismo, suscita la atencién hacia el derecho patrimonial canénico, al menos de forma breve, cuyas normas de obligada observancia suponen, sin duda, valiosa orientacién. A) El nuevo derecho patrimonial EI nuevo derecho patrimonial (cc.1254-1310) establece una interesante renovacién de no pocas normas i su adquisicion y administraci6n, asi como sobre fundaciones de finalidad religiosa, puntos que estudiamos con brevedad en las lineas siguientes, contemplando después la vertiente civil de los mismos, en especial su eficacia y fiscalidad. En el derecho patrimonial del Codigo destacan, desde lue- go, la insistencia e intencionalidad primaria en los fines propios . de los bienes temporales de la Iglesia, pero también algunas no- vedades, como son, entre otras, una nueva matizacién en cuan- to a la denominacién de «bienes eclesidsticos», el refuerzo del control sobre la administracién de los bienes, la reforma del sis- tema beneficial, la restriccién del derecho impositivo, el deseo de publicidad en la gestién, la insistente remisién al ordena- miento civil de los paises, la creacién de tres nuevas institucio- nes diocesanas y otras novedades. En otro orden de cosas menos técnico, pero no menos sig- nificativo, destaca la cuidada atencién a las personas que sitven ala Iglesia en cuanto a remuneracién y bienestar temporal, ala Powered by (@ CamScanner C4. Administracién de los bienes parroguiales comunicacién interdiocesana de bienes y al testimonio cristiano de los eclesiasticos en relacién con los bios Estos principios y novedades son clara proyeccién de los di- versos documentos anteriores, conciliares 0 pontificios, que fueron iluminando el camino en este tema '. Es de interés hacer constar desde el ptincipio que el legisla- dor sigue subrayando, ante todo, los principios fundamentales y finalidades del patrimonio de la Iglesi Por eso, al mismo tiempo que reivindica el derecho innato de la Iglesia universal, independientemente de la potestad civil, a adquitir, retenet, administrat y enajenar bienes temporales para alcanzat sus propios fines, determina inmediatamente sin dilaciones, en su primera norma, los fines propios a que la Igle- sia destina los bienes: culto divino, sustentacion del clero y de- mis ministros, apostolado y caridad, sobre todo @n los necesi- tados (c.1254). La enumeracién de los sujetos patrimoniales se tefiere no solo a la Iglesia universal y a la Sede Apostdlica, sino también a cualquier otra persona juridica de la Iplesia, tanto pablica como ptivada (c.1255). B) Bienes eclesiasticos El concepto de bienes eclesidsti¢os ha adquirido nueva matiza- cién al referirse precisamente a los a a ; en Ja legislacion anterior comprendia, como es sabido, los bienes de unas y otras. Elc.1257 considera, en efecto, que - tales que pettenecen a la Iglesia universal, a la oa ———————— y se tigen por los cénones que siguen, asi como por los propios estatutos»; afiade en un segundo parrafo que dos bienes temporales de una persona juridica privada se tigen Por sus estatutos propios, y no por estos cénones, sino se indi- ca expresamente otra cosa», Por tanto, la denominacién de «bienes eclesidsticos» en su sentido mis estricto es aplicada a los bienes de las petsonas juri- ' CHD 7, 28, 31; PO 8, 17, 20, 21; Mpr. ES I 8; BI 117, 136, 137; Sinodo de los Obispos de 1971, De sacerdotio ministerial, pats altera, I 4. 49 4 Powered by (@ CamScanner 630 PIV. Funcién de regir dicas piblicas, y no corresponde a los de las personas juridicas privadas, ni tampoco a los de las personas fisicas, aunque tanto éstas como las juridicas privadas estén en el Ambito de la com- petencia eclesiastica. Es indudable que toda didcesis y toda parroguia, como las de- mas entidades fundamentales de la estructura constitutiva de la Igles i i it s. Hablar, por consiguiente, dela iglesia parroquial, de los objetos que Pentene, de la casa y huetto parroquial, de otras propiedades o derechos de la parroquia, es hablar de bienes eclesidsticos en’ sentido estticto, y, por tanto, la actividad juridica en torno a los mismos, adquisicién, administracin, enajenacidn, etc., debe realizarse segin la norma candnica. Prescindimos aqui de la polémica establecida por algunos autores sobre el régimen autonomo de los bienes de las perso- nas juridicas privadas a pesar de estar destinados también a fi- nes eclesidsticos de piedad, apostolado, caridad (c.114) 2. Estos bienes eclesidsticos pueden estar constituidos por bie- nes muebles e inmuebles y por derechos y acciones, sean perso- nales o reales (c.1270). , que asume en general la clasificacién de bienes de los ordenamientos civiles de los paises, matiza, sin embargo, con especial normativa canénica, lo telativo - Por se entienden aquellos objetos, lugares o inmuebles que obtienen desenOHEelsioeol mediante consagracién o bendicién y requie- ren especial norma canénica (cc.1171 y 1205), y, en cambio, dentro de la categoria de bienes «preciosos» son incluidas por a legislador las © culto (ce,1189-1190), y otros bienes valiosos por razones ar- tisticas o histéricas (c,1292,2). Unas y otros son objeto de espe- cial atencién canéhica, asi como también lo son las reliquias in- signes (c.1190), 2 A, Mostaza, Derecho patrimonial, en Nuevo Derecho Canénico (BAC, Madrid 1983) p.426-428; CIC, BAC, c.1257 (L. pz EcHeverata); CIC, EUNSA, ¢.1257 (M. LO- Pez ALARCON). 2 ; i fi Powered by (@ CamScanner C4, Administracin de los bienes parroguiales 631 2. ADQUISICION DE LOS BIENES El patrimonio parroquial, como el de cualquier otra entidad eclesidstica, esta ya normalmente constituido, al menos en su micleo fandamental, cuando la parroquia es establecida y cuan- do el parroco se hace cargo de la misma. como también de disminu- el objeto del siguiente spactstcy anteponiendo ahora, sin em- bargo, breves palabras sobre la adquisicién de bienes, como es- tablece también previamente el Codigo antes de hablar de su administracion. La adquisicién de los bienes temporales es contemplada en \haIglesia, por una parte, como = ma, itivo; pero, por otra par- te, y al mismo tiempo, es contemplada como un derecho y obli- gacién de los fieles, y, por tanto, como una colaboracién posible y hasta exigible en orden a obtener los fines propios de Ja Igle- sia (ce.1259, 1260, 1261 y 222). > La expresién genética del c.1260: «La Iglesia tiene el dere- cho nativo de exigir de los fieles los bienes que necesita para sus propios fines», es especificada en otro momento del Cédigo (c.222, sobre deberes de los fieles) de forma mas concreta: «Los de modo que di i ivino, las Los modos de adquisicién, por otra parte, incorporados al Cédigo no varian.de los:tradicionalmente' admitidos, y bastara at referirlos sumariamente: a) tributos; L) tasas y aportaciones; 4 ) -amianioui a) La adquisicién a titulo de sributos se refiere en este caso ala parroquia y a otras entidades como a sujetos pasivos, ya que el titular beneficiario es la propia diécesis. ee segtin él'c.1263, en efecto, puede im- pone 'a toda persofia juridica publica’ un tributo en calidad de tributo ordinario, ofdos, sin embargo, i Omi y salvo leyes o costumbres particulares, e incluso puede imponerlo en calidad de tributo. extraordinario, en’ cuyo caso alcanzaria también a toda persona juridica privada. Powered by camScanner 632 PIV. Fancién de regir | en los tiltimos decenios ha intro- ducido en no pocas didcesis, como es sabido, bajo asesoramien- to y control de los consejos econémico y press, eae eclesidsticas, consistente en s, en orden a sumi- En cambio, han quedado suprimidos, con respecto al dere- cho anterior, el llamado ttibuto caritativo, el llamado catedratico y la pensién beneficial, permaneciendo como posible el semina- ristico (c.264). En cuanto a la aportacién de las didcesis a la Sede Apostéli- ca, aconseja el legislador (¢.1271) que los obispos contribu- yan conforme a las posibilidades de su didcesis, por raz6n del vinculo de unidad y de caridad, para que aquélla pueda disponer de los recursos necesarios para el servicio zi Ja Iglesia universal. Es practica habitual hacer coincidir la aportacién diocesana a la Sede -Apastélica con la visita Ad limina. 4) Por lo que respecta a las + con motivo (expedientes, certifi- cados, etc.), o de administracién de sacratnentos.o sacramenta- les de cada provincia - (c.1264) y pueden set parte de la masa parroquial de que habla el c.531. 3 La sugerencia del Sinodo de los Obispos de 1971, que invi- taba a la supresién de las mismas, ha sido seguida-de forma no generalizada por distintas partoquias o arupor de parroquias en diferentes paises, pero los reformadores del Codigo no consi- deraron oportuna su derogaci6n, sin duda por la penuria eco- némica en que se desenvuelve la actividad de muchas iglesias, y esto a pesar de que la sensibilidad pastoral moderna, como. se ha dicho, rehttye el recibir algo de los fieles con ocasion de los servicios sagrados que se les prestan, particularmente de los sacramentos.. = Permanecen en vigor en buena parte de paises, zonas y pa- rroquias, si bien, en no pocos casos, subsisten como aportacio- nes voluntarias de los fieles tanto en lo relativo.a la continuidad de las:mismas como;en lo relativo a su cua spa puck se ptefie- re, en cuanto sea posible, una disponibilidad libre y, gratuita (1264), siaey ects ¢,.a suveZ, (ce.945ss). Powered by (@ CamScanner C4, Administraion de los bienes parroquiales 633 (c.1181), asf como sobre tasas de la juris- diccion contenciosa (c.1649 y otros). (Sobre estipendios de mi- sas véase tercera parte, cap.V). g Las iones il constituyen un modo otdina- tede los fieles, asi como para y otros cargos y demas gastos parroquiales y diocesanos (c.1262). Después del Vaticano II, en algunos paises, entre ellos Espa- fia, se ha ido introduciendo en didcesis y parroquias la modali- dad de suscribir los fieles aportaciones temporales voluntarias {al afio, al trimestre...). Pero las colectas o cuestaciones de pet- sonas privadas, tanto fisicas como juridicas, incluso para fines piadosos o eclesiasticos, son prohibidas por el derecho, necesi- tando para su realizacién especial licencia escrita del ordinario propio y del ordinario del lugar, salvo el derecho de los religio- sos mendicantes (c.1265). y Por el contrario, en las iglesias y oratorios abiertos a los fie- les puede el ordinario local ordenar colectas especiales en fa- vor de obras parroquiales, diocesanas, nacionales o universales, cuyo importe, seguin el c.1266, debe ser transmitido diligente- mente a la curia diocesana. eae oes a) Como isicio iberacid de otras situaciones juridicas (derechos, obliga- ciones, etc.), b I : : Si la prescripcién se refiere a cosas sagradas, que estan en dominio de personas privadas, ésas i si bien no es licito dedicarlas a usos profanos mientras no hayan perdido la dedicacion o ben- dicién sagrada; pero si pertenecen a personas juridicas puiblicas elegans spt adi or ota peso ith (1269). _ s», segtin lo explicado antes, relativos a la Santa Sede es de cien afios; pero si son relativos a otras personas juri- dicas eclesidsticas prescriben a los treinta afios. «Para los demas bienes, es decir, para las cosas muebles no preciosas (sefiala L. de Echeverrfa, en CIC, BAC, c.1270), rige en Espajia el Codigo Civil, en virtud del c.197 (como para los demas paises el respectivo Ordenamiento jtiridico), y.por consi- guiente prescriben, si hay buena fe, en el perfodo, de tres afios. No cabe, en cambio, la presctipcién por seis afios establecida Powered by camScanner 634 PIV. Funcién de regir i por el mismo Cédigo para los casos en que no hay buena fe, porque lo estorba el c.198». | Es de tener en cuenta, finalmente, que, segtin el c.199, de- terminados derechos y obligaciones alli enumerados taxativa- mente no estan sujetos a presctipcién, sean de derecho divino natural o positivo o de derecho eclesiastico. ¢) Cabe afiadir como el pro- pio una vez deducidos los correspondientes gastos de administraci6n, personal, custo- dia, conservaci6n, etc. Ps Ppdsito (legados, fundaciones, capellanias, etc.) establecido con fines especificos, ini i i Cabria inicamente, res- pecto del mismo, arbitrar tal vez la forma de federacién 0 co- operacion de instituciones, sugerida por el legislador (c.1274,4), y en tal caso (via de uni6n, no de confusién) puede producir be- neficios ademés de levantar las cargas fundacionales. Aludamos, finalmente, ala aportacién estatal, que actia, en no pocos paises, como sistema de colaboracién econdmica por i : especificamente religiosas, asisten- ciales, benéficas, compensatorias, etc. Tales sistemas suelen de- terminarse por via de acuerdos 0 concordatos. Para el caso es- pafiol, véase capitulo V de la primera parte, sobre derechos parroquiales. 3. SISTEMA BENEFICIAL Y NUEVAS INSTITUCIONES DIOCESANAS EI legislador canénico ha tomado buena nota de la reco- mendacién del Vaticano II de que se abandone, o, al menos, se reforme el sistema beneficial (deezis PO 20), y pot eso pres- ctibe en el c.1272 que «en las regiones donde atin existen be- neficios propiamente dichos, corresponde determinar su régi- men a la Conferencia Episcopal, segin normas establecidas de acuerdo con la Sede Apostdlica y aprobadas por ésta, de mane- ra que las rentas ¢ incluso, en la medida de lo posible, la misma dote de, los beneficios pasen gradualmente a la institucién de que se trata en el c,1274,1» (sobre sustentacién del clero). la Powered by (@ CamScanner Se a ee Oe TEES 635 , asi como una equitativa | El legislador, sin embargo, es sumamente cauto en esta su- presion o modificacién, y acumula las expresiones de cautela en d texto de la norma («segin normas establecidas de acuerdo con la Sede Apostdlica y aprobadas por ésta», «en la medida de lo posible», «pasen gradualmente»), ya que obedece sin duda a situaciones muy complejas y con derechos adquiridos. ando en cada didcesis la m de obtener en lo oe y de forma Ss aa La CEE, en orden a esta pretensién, dicté en 1984 importantes normas (en vigor desde el 25-de agosto de 1985) para proceder a esta reforma beneficial. En esas normas: a) establece que el fondo diocesano para sustentacién de los clérigos, que ddvlceaneatenordele1Z4A a entre otras fuentes, y salvados los derechos adquiti- los, cicianueniaayeinsluntyclsineriadoneicoethenscioa propiamente dichos que existan’todavia’ en” nuestro 'territorio 1272)»; b) ‘determina cudles‘son'los bienes beneficiales, muebles € inmuebles, de un beneficio, sea episcopal, canonical, parroquial 0 de las capellanfas; y g ) i una vez calificados oficialmente como beneficiales, y salvada, si se da el caso, la disconformidad sobre tal calificacién segun recurso canénico (cc.1732-1739) *. El. c1274 estable Ae | cacién de bienes (Vaticano II, PO 21). a) Para el sustento del clero, un instituto especial en cada did- cesis (c.1274,1): «En toda didcesis debe haber un instituto espe- cial que recoja los bienes y oblaciones para proveer conforme al 3 A. Mostaza, Derecho patrimonial Lc, pent, 4 CHE, Segundo Derelo Genera, arts.10-15, y Normas transitorias 2* y 31 y De- creto General sobre alginas eustones especiales en materia econémica, en vigot desde el 25 de agosto de 11985, art1,2. Ambos textos: BCEE 6 (1985) 59-69. eS" Powered by (@ CamScanner 636 PIV. Funcién de regir ¢.281 a la sustentacién de los clérigos que prestan un servicio en la didcesis, a no ser que se haya establecido otro modo de cumplir esta exigencia». b) Para la seguridad social del tlero (c.1274,2): «Donde atin no esta convenientemente organizada la prevision social en favor del clero, : : ti clétigos». : : ©) Para 6 de la misma (c.1274,3): « en la me- dida en que sea necesario, ina fr , en nga riemaemeea ir a las distintas necesidades de la y por la que también las didcesis mas ricas puedan ayu- dar a las mas pobres». Una. 's sefialada por el mismo legislador (c.1274,4), como apuntamos antes: “Seguin las circunstancias de cada lugar, los fines de que se trata en los parrafos 2.° y 3.° finstituciones 4) y 4] pueden Jograrse mejor mediante instituciones diocesanas Caleaclis entre si, 0 por me- dio de una cooperacién, e incluso por una asociacion convenida entre varias didcesis 0 constituida para todo el territorio de la misma Conferencia Episcopal», Finalmente, este interesante canon concluye su texto nor- mativo con una importante advertencia (c.1274,5): «Si es osi- ble, estas instituciones deben constituirse de manera que obten- gan ¢ficacia incluso ante él ordenamiento civil». 4. ADMINISTRACION DE LOS BIENES PARROQUIALES La administraci6n de los bienes eclesidsticos comprende los actos encaminados a la conservacién y mejota del patrimonio geesiiationza la produccién y empleo de sus frutos y rentas y a aquellos otros mediante los cuales se modifica el patrimonio con la adquisicién de nuevos bienes 0 con la pérdida o disminu- cién de los mismos 5, Cuando esos actos modifican o comprometen de forma im- portante la estabilidad del patrimonio (compra de inmuebles, 5 A. Mosraza, Derecho patrimonial l.c., p-444, J. L. Santos, La administration ex ‘traordinaria de los bieneseclesidstcos, en EL derecho patrimonial candnico en Espavia (Univer- sidad Pontificia, Salamanca 1985) p.33-56. Powered by [J CamScanner C4, Administracion de los bienes parroquiales 637 arriendo, enajenacion, aceptacin o rechazo de herencias, cons- traccién de nuevos edificios, etc.), la administracién se denomi- na extraordinatia, y requiere especiales cautelas; en los demas casos se trata de administracién ordinaria °, En toda persona juridica eclesidstica, y entre ellas la parro- quia, la administracion de los bienes cortesponde a quien de manera inmediata rige la persona a quien pertenecen esos bie- nes (¢.1279,1). ai (€.532) (c.563) son los bienes eclesidsticos respectivos. De la misma manera, en la administracion diocesana es designado responsable directo el ordinario del lugar, que, sin embargo, actéa por medio del ecénomo diocesano y del correspondiente consejo econdmico (¢c.494,3 y 4; 1276,1; 1278; 1279,2), Toda persona juridica, ademas, asuntos econdmicos, a los estatutos su fanci6n (c.1280). Cf. supra, «El consejo de asuntos econdmi- cos» (primera parte, cap.VI, y cuarta parte, cap.IIl). Se establece que ini i , que conforme (c.1284), y, por afiadidura, el mismo canon determina toda una tabla de funciones, sefialando los deberes concretos: Vigilancia sobre se- guridad de los bienes, cuidado de dotar la propiedad de validez civil, observancia de las normas canénicas y civiles pertinentes, adquisicién diligente de rentas y productos, pago puntual de in- teteses por préstamos 0 hipotecas y devolucion oportuna del capital prestado, aplicacién de sobrantes a mejoras, diligencia de libros ie entradas y salidas, rendicién de cuentas anuales, custo- dia ordenada de la documentacién de interés administrativo, y posible elaboracién de presupuesto anual si asf lo establece el derecho particular. Esta minuciosa descripcién de funciones supone por parte del legislador el mayor interés no sélo en la conservacin y me- 6 La CBE considera como actos de administracién extraordinaria también «la inversion de dinero y los cambios de las inversiones hechas, siempre que supongan alteracién notable en Ja naturaleza de los bienes que se invierten o riesgo grave para la inversién, cuando su valor exceda el limite minimo fijado por la Conferen- cia Episcopal, a efectos del ¢.1292» (Segundo Deereo General, cit. at.16). El mismo texto, en cambio, afiade: «se presumen actos de administracién ordinaria los inclui- dos expresamente en el presupuesto anual, una vez aprobado en debida formar. <—> Powered by camScanner 638 PIV. Funcién de regir jora del patrimonio, sino ademas en el cumplimiento de sus fines, y es apoyada por los érganos de control correspondien- tes: el consejo de asuntos econdmicos en el ambito parroquial (c.537) y el consejo diocesano de economia en el de Ee digceeis (c.492), asi como por el deber de vigilancia que corresponde al otdinario local sobre los bienes de todas las personas juridicas pliblicas de su jurisdiccién (c.1276). De no menor interés resulta una triple presctipcién, aunque sobre oe muy diversos, queiviensrasumensclalisrobne, a) la ‘social, en los contratos de trabajo dentro de los principios cris- tianos, asf como la de un salario justo y honesto para el personal contratado (c.1286); b establecer tanto la rendicién anual de cuentas al ordinario sobre los bienes administrados sobre las cantidades ofrecidas por los mismos (c.1287), y @_ lano incoacién de litigios en nombre de la persona jusi- cencia escrita del ordinario (c.1288). 5. ENAJENACION Y CONDICIONES DE VALIDEZ Particular atencién es necesaria en relacién con los actos de administracién extraordinaria y en especial con los de enajena- cién de bienes. La enajenacién en el ordenamiento candnico, como es sabido, se refiere no sélo a actos de traslacién de do- minio (venta, donaci6n, etc.), sino también a aquellos en que se peodeae riesgo notable de empeorar la condicién econémica de persona juridica (c.1295). Tal es el caso de los contratos de arrendamiento cuando son sometidos a condiciones que empeoran la disponibilidad del propietario y dificultan la enaje- nacién de la cosa, como sefialan los autores (prérroga forzosa, congelacién de alquileres, fuertes indemnizaciones, etc). La CEE sefialaba en 1984, en oportuno decreto ’, que el arrenda- miento de bienes eclesidsticos risticos y urbanos, comprendi- dos en el c.1297, se equipara a la enajenacidn en cuanto a los re- quisitos necesarios pata su otorgamiento. ; 7 CBE, Primer Decreto General, cit., art4,3, Powered by (@ CamScanner

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