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Es imprescindible hacer una introducción a la geografía, para entender de manera

total su concepto y todo lo que en el mismo se halla. La geografía es la encargada


de estudiar la relación indisoluble entre el hombre y la naturaleza. Por ello, analiza
las huellas que han dejado las sociedades en la Tierra a lo largo del tiempo. Es
una ciencia de síntesis que intenta explicar cómo las distintas sociedades y
civilizaciones han alterado los paisajes que han habitado para su
aprovechamiento. También a su vez cuáles han sido las consecuencias de dichas
modificaciones en su entorno a nivel global. Todo lo anterior son conocimientos
que deben desarrollarse a fondo por el profesional de la geografía. El mismo se
encarga de tomar cada uno de los factores de afección en la historia y plasmarlos
para sus futuras consultas.

La domesticación de especies y paisajes, los problemas ecológicos vinculados al


mal aprovechamiento de los recursos naturales y los cambios climáticos derivados
de estos serían algunas de las consecuencias de la huella que se ha dejado en la
Tierra. El estudio de estos procesos y de otros, como la extinción de la
biodiversidad, la diversidad de plantas, la diversidad cultural o los fenómenos de
migración serían parte de la Geografía como ciencia sintética e integradora.

La Geografía es la ciencia que estudia el espacio físico donde se desenvuelve la


actividad humana y las recíprocas relaciones que se establecen entre la Tierra y el
hombre. El estudio del espacio geográfico se realiza a diferentes escalas para
interpretar las distintas dimensiones de la relación sociedad-naturaleza. Estas
escalas serían: local, territorial, regional, nacional, continental y global. Por otro
lado, también existirían escalas de tiempo, pues las relaciones sociedad-
naturaleza se transforman a lo largo del tiempo.

Introducción a la evolución de la geografía


La génesis de geografía tuvo su origen en la Edad Antigua (s. IV a. C- V) con las
primeras contribuciones de los pensadores de la Grecia Clásica. Fue en ese
periodo cuando surge por primera vez el vocablo geografía (geo=tierra y
graphos=descripción).

Heródoto de Halicarnaso fue reconocido ya como uno de los primeros geopolíticos


al considerar el saber geográfico como estratégico. Aunque fue a Eratóstenes a
quien se le atribuyó haber escrito la primera obra denominada Geografía.
Eratóstenes era un pensador con amplios conocimientos matemáticos y
astronómicos que elaboró diversos mapas descriptivos y corográficos y la primera
cuadrícula de lo que serían más tarde las coordenadas geográficas.

Estrabón desarrolló una geografía utilitaria para gobernantes e incorporó la técnica


de la observación directa. Este principio positivista que sería el fundamento de la
geografía regional a partir del siglo XVII. Durante este periodo, también es
importante destacar la aportación de Claudio Tolomeo. Este calculó el tamaño de
la Tierra y por primera vez expuso el paradigma geocéntrico, que postulaba que la
tierra era el centro del universo.

En estos siglos la geografía se caracterizó por tener un fuerte contenido


matemático. Predominaba la elaboración de mapas geográficos y astronómicos a
partir del uso de símbolos representativos.

Geografía en la edad media


En la Edad Media (siglos VI al XV) se presenta un estancamiento de la disciplina,
pues la geografía se limitó a mantener un carácter descriptivo. Durante este
periodo, destacan los aportes de estudiosos árabes como Al Idrisi, Ibn Batuta o Ibn
Jaldún, pues analizaron y tradujeron los tratados de geografía aportados por los
griegos clásicos, y los escritos de Marco Polo, un mercader y explorador
veneciano que, a partir de una expedición al continente asiático, dio a conocer un
nuevo mundo.

En la Edad Moderna (siglo XVI al XVIII) se realizaron grandes descubrimientos a


partir de los avances cartográficos e innovaciones tecnológicas en navegación
marítima. Las grandes potencias europeas patrocinaron viajes como los de
Cristóbal Colón, Vasco de Gama y Fernando de Magallanes. Todas estas
expediciones permitieron reelaborar la cartografía de los continentes y aumentar el
conocimiento geográfico del mundo.

Desde el siglo XIV, los navegantes se basaban para sus travesías en las cartas
portuláneas o portulanos, donde mostraban una cartografía de los mares
conocidos, lugares y accidentes geográficos. Los mapas de Tolomeo dominaron la
escena hasta el Renacimiento y solo a partir del siglo XVI, surgirán mapas más
concretos como el Atlas de Mercator (1595). El mismo quien incorporó el uso de
proyecciones cartográficas para solucionar la representación de una superficie
esférica sobre un documento plano.
Fue en la Edad Moderna cuando la geografía se consolidó como ciencia. La
modernidad y la revolución científica serían las principales causas de los avances
metodológicos y de la incorporación de nuevas fases en el método científico, tales
como la clasificación, la medición o la hipotetización.

Introducción a la era modernidad en la geografía


Los cambios más relevantes en los campos de la astronomía, la física, la
geografía y las ciencias naturales fueron la aceptación del paradigma
heliocéntrico. Este fue propuesto por Nicolás Copérnico o el desarrollo de la ley de
gravitación universal de Isaac Newton. Bernardo Varenio fue el geógrafo más
destacado en este periodo tras la publicación de Geografía General en 1650. Allí
se introdujo la división de la ciencia en geografía general, que estudiaría la tierra
en su conjunto, y la geografía regional, que estudiaría la situación de cada una de
las regiones del planeta, incluyendo también aspectos humanos.

En el siglo XVIII y principios del siglo XIX con el comienzo de la Edad


Contemporánea, algunos de los aportes más significativos se debieron a
Immanuel Kant y Alejandro de Humboldt, pues a ellos se debe la clasificación de
las ciencias en tres categorías: sistemáticas, corológicas y cronológicas,
denominadas de manera posterior por Alfred Hettner. Alejandro de Humboldt es
considerado como el “padre de la moderna ciencia geográfica”.

Se dedicó durante largos periodos de tiempo a realizar expediciones científicas


para recuperar información científica. Su viaje por Sudamérica y Centroamérica,
entre 1799 y 1804, le permitió grandes avances en el conocimiento geográfico del
nuevo mundo. Sus aportes siempre tuvieron un carácter integrador de las
diferentes disciplinas, pues no solo estudió los fenómenos físicos naturales, sino
que también experimentó sus relaciones recíprocas a partir del principio de
coordinación, que es la base de la investigación geográfica.

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