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DERECHO INFORMATICO

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL PERU – UTP

SEDE EDIFICIO PACIFICO

FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLITICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

LA PROBLEMÁTICA ORIGINADA POR LAS PUBLICACIONES DE WIKILEAKS

DEL PERIDISTA JULIAN ASSANGE

ASIGNATURA : DERECHO INFORMATICO

DOCENTE : MANUEL FABRICIO GUERRERO ZERPA

TURNO : NOCHE

AULA : A0304

ALUMNO : PALACIOS AGUIRRE JESUS ALEXANDER

LIMA – PERU

2018
DERECHO INFORMATICO

INTRODUCCIÓN

Un torbellino mediá tico ataca al fundador de WikiLeaks. ¿Quién es este


guerrillero informá tico que quiere revolucionar el manejo de los secretos de
Estado?

Este caso aborda la famosa colaboració n entre Wikileaks, una web segura para
los denunciantes, y los principales medios de comunicació n, centrá ndose en el
diario britá nico The Guardian. Sirve para discutir si The Guardian y sus socios
en los medios internacionales actuaron correctamente al colaborar con
Wikileaks y publicar documentos secretos del gobierno de Estados Unidos. El
caso describe la historia de la relació n entre The Guardian y Julian Assange,
fundador de Wikileaks, durante la publicació n en verano y otoñ o de 2010 de
documentos confidenciales de las guerras de Afganistá n e Irak, hasta la víspera
de la publicació n de un alijo de cables diplomá ticos clasificados en noviembre
de 2010. También examina la relació n y la logística de coordinació n de las
cinco organizaciones de noticias obligadas a guardar secreto mientras
preparaban la publicació n simultá nea de los cables.

Use este caso para discutir la relació n gobierno/medios. En este caso, ¿es el
gobierno de EE.UU. un socio o un adversario? ¿Cuá ndo es la seguridad nacional
una razó n para no publicar? Los estudiantes deberían también considerar qué
constituye el periodismo y quién es periodista. ¿Qué es Assange? ¿Qué normas
deberían regir la relació n entre The Guardian y Wikileaks? También habla
sobre la colaboració n internacional de los medios. ¿Qué principios está n
involucrados? Finalmente, los estudiantes podrá n conocer los retos que
plantea la informació n basada en datos y apreciar qué requiere en la era de
Internet, procesar grandes cantidades de datos y hacer posible su publicació n.

Este caso se puede usar en una clase sobre las relaciones entre gobierno y
medios; manejo de fuentes; periodismo de datos; procesos editoriales de
decisió n; o informació n internacional.
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I. ORIGEN DE LA PROBLEMÁTICA
Assange era un australiano, nacido en 1971 en la provincia de Queensland.
Criado por su madre en un estilo de vida nó mada, Assange era en buena
medida un autodidacta obsesionado por la informá tica. A los 22 añ os le
acusaron de 31 delitos de piratería informá tica y otros delitos relacionados,
de los que finalmente se declaró culpable pagando una multa mínima.
Autodidacta en temas tan amplios como la física, las matemá ticas, la filosofía y
la neurociencia. A los 18 añ os fue padre de un niñ o y pasó añ os tratando de
obtener un acuerdo de custodia (su madre afirmó que el estrés fue la causa de
que su pelo, que había sido de color castañ o oscuro, se volviese blanco).
Assange, partidario de la libre circulació n de informació n, registró en 1999 el
nombre de dominio Wikileaks.org, pero no lo empezó a usar activamente
hasta 2006. Ese añ o transformó febrilmente el sitio web en un lugar seguro
para los denunciantes, específicamente para aquellos que quisieran brindar
documentos secretos para su difusió n pú blica. Tal y como él lo describe,
Wikileaks es “un sistema incensurable que permite la filtració n masiva e
imposible de rastrear de documentos y su aná lisis pú blico”[8]. La primera
publicació n, en diciembre de 2006, fue sobre la decisió n (nunca verificada)
tomada por un líder de los rebeldes somalíes de ejecutar a funcionarios del
gobierno. En 2007, Assange anunció el lanzamiento oficial del sitio.
Fue Assange quien empezó la relació n con The Guardian. A principios de
2007, segú n recuerda el entonces director Rusbridger, recibió correos
electró nicos regulares de Assange como “editor jefe” de Wikileaks, en
ocasiones con alguna buena noticia que contar. El 31 de agosto de 2007, las
dos organizaciones trabajaron en tá ndem por primera vez. Wikileaks publicó
el texto completo de un informe de la firma privada de investigaciones Kroll
sobre la presunta corrupció n del ex presidente keniata Daniel Arap Moi,
mientras The Guardian publicaba un artículo sobre la noticia. El gobierno de
Kenia había decidido mantener en secreto el informe. The Guardian en ese
momento era el ú nico perió dico britá nico que escribía sobre Wikileaks o
utilizaba algunos de sus documentos.
En 2008 y 2009, Wikileaks y The Guardian volvieron a cruzarse en el camino.
En dos ocasiones, la Corte Suprema de Reino Unido emitió una orden
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restrictiva contra la publicació n periodística de documentos condenatorios, la


primera sobre las estrategias de evasió n de impuestos de Barclays Bank, y la
segunda en relació n al vertido de residuos tó xicos en Costa de Marfil de
productos de la empresa Trafigura. Wikileaks, cuyos servidores se
encontraban en Suecia y en otros lugares, no estaba atado por ninguna de
estas ó rdenes. Publicó online muchos de los materiales prohibidos por los
tribunales.
Sin embargo, también hubo casos en que Wikileaks publicó documentos que
pensaba que provocarían un escá ndalo pú blico y en cambio las revelaciones
fueron recibidas en silencio. Por ejemplo, documentos de la prisió n de
Guantá namo, correos electró nicos de la ex candidata republicana a la
vicepresidencia Sarah Palin enviados desde Yahoo! y manuales secretos de la
Cienciología suscitaron escasa reacció n. En la primavera de 2010, Assange
llegó a la conclusió n de que para conseguir que se le oyera, tenía sentido
alinearse con la prensa dominante. Tanto que en abril presentó en elNational
Press Club de Washington D.C. un vídeo de 2007 en que dos pilotos de
helicó pteros Apache estadounidenses parecían matar a algunas personas que
estaban en suelo iraquí, entre ellos a dos corresponsales de Reuters. El vídeo
del helicó ptero captó la atenció n, pero centrá ndola en la torpeza de Assange
presentando y editando el material, que bautizó “Asesinato Colateral”.
Entonces, a finales de mayo, Assange desapareció . Enseguida se supo el
motivo. La historia no atrajo demasiado la atenció n de los medios, pero el 26
de mayo el Pentá gono había arrestado al soldado del Ejército de EE.UU.
Bradley Manning, de 22 añ os, acusado de la descarga ilegal de cientos de
miles de documentos clasificados de EE.UU., incluyendo -se informó entonces-
un alijo de cables del Departamento de Estado sobre Irak y Afganistá n. Al
parecer, Manning podría haber dado los documentos a Wikileaks. Uno de los
que leyó la breve noticia sobre el arresto de Manning y que el Departamento
de Estado estaba buscando a Assange para interrogarle, fue el veterano
periodista de investigació n de The Guardian Nick Davies. Davies decidió
buscar a Assange. (Lundberg, s.f.)
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II. ASPECTOS ÉTICOS-LEGALES


Una vez má s el portal WikiLeaks, fundado en el 2006 por el hacker Julian
Assange, ha puesto a temblar la opinió n pú blica mundial.
Segú n sus declaraciones al filtrar cerca de doscientos cincuenta mil cables
diplomá ticos pertenecientes al gobierno de los EE. UU., el objetivo es
desenmascarar mentiras y actos de corrupció n, en aras de la verdad y la
transparencia.
En el pasado, WikiLeaks ya había publicado miles de documentos sobre la
Guerra en Irak, entre los cuales se encontraban videos de ataques en los que
civiles resultaron dados de baja. Si bien es cierto que muchas denuncias en
ese sentido ya eran motivo de investigaciones en el Congreso norteamericano,
la crudeza de las imá genes filtradas alimentaron un debate profundo sobre las
conductas militares y le permitieron al fundador de este medio posicionarse
como un "héroe del Nuevo periodismo", frente a muchos activistas.
La controversia causada por Assange, un australiano de treinta y nueve añ os
que fue condenado a prisió n en 1991 por haber penetrado redes
confidenciales, le ha permitido ser visto como una especie de Robin Hood que
obtiene informació n por el bien de la sociedad. La ONG Amnistía Internacional
le otorgó el premio de nuevos medios en el 2009, por haber filtrado
informació n sobre violaciones de Derechos Humanos en Kenya.
¿Cuá l es la ética detrá s de revelar secretos? Para muchos filó sofos, como la
Profesora de Harvard Sissela Bok, revelar secretos tiene un sentido ético
cuando estos está n fundamentados en lograr el bien social y no existe detrá s
de la intencionalidad una finalidad negativa o un deseo manifiesto de causar
un dañ o irreparable a la integridad de otros.
En ese sentido, muchas de las filtraciones realizadas por WikiLeaks son éticas
y otras no. Por ejemplo, muchas de las revelaciones realizadas con respecto a
las comunicaciones diplomá ticas presentadas en días pasados, só lo buscan
poner en ridículo y avergonzar la diplomacia estadounidense, exponiendo
comunicaciones privadas con opiniones personales de ciertos agentes
estatales, cuyo objetivo reconocido en el Derecho Internacional es velar por
los intereses de su nació n.
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De igual manera, algunas de las comunicaciones presentadas con gran


fanfarria a los principales diarios del mundo crean un enorme dañ o a los
medios diplomá ticos de resolució n de conflictos y exponen la seguridad
nacional de varios países, al igual que la vida de cientos de funcionarios
internacionales.
Por supuesto el otro elemento de controversia tiene que ver con los medios
para obtener informació n. La filtració n ilegal de documentos de seguridad
nacional, amparados legalmente por legislació n de inteligencia como es el
caso de EE. UU., puede conducir a acusaciones de traició n a la patria,
castigados con pena de muerte para los responsables de haber suministrado
la informació n a Assange.
¿Es ético un comportamiento ilegal que en pro de la transparencia ponga en
riesgos la vida de otros? Para expertos en la material, como el autor Españ ol
Adolfo Sá nchez Vá zques el derecho, la ética y la moral responden a una
necesidad social de regular las relaciones de los seres humanos en aras de la
cohesió n y por lo tanto, la ilegalidad e inmoralidad de los medios no puede
legitimar el resultado.
WikiLeaks ha publicado informació n obtenida ilegalmente y protegida por
derechos de Propiedad Intelectual y clasificació n de seguridad nacional.
Validar este comportamiento es entrar en el dudoso terreno del relativismo
ético que poco conviene a la sociedad de la informació n. (Duque Marquez,
2010)
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III. IMPACTO POLÍTICO LOCAL (EE.UU.) E INTERNACIONAL


La mayor pesadilla de la diplomacia estadounidense genera represalias
oficiales contra Assange, y mantienen aislado en prisió n al soldado Manning
Julian Assange, el delgadísimo australiano de 39 añ os que dirige la
organizació n Wikileaks, se ha convertido en la peor pesadilla de la diplomacia
estadounidense. A través de su ya mundialmente famoso portal, una
plataforma para la filtració n de documentos secretos a través de una conexió n
cifrada, Assange y su equipo han hecho pú blicos documentos oficiales que
dejan en evidencia la arbitrariedad, el secretismo y la arrogancia de la política
exterior estadounidense. La ú ltima gran filtració n, centenares de miles de
papeles del Departamento de Estado, han puesto a Assange y a Wikileaks en el
centro de las críticas y la persecució n de Washington y sus aliados.

Wikileaks nació en diciembre de 2006. Leaks, en inglés, significa fuga o


filtració n. Y de eso va la web. Se trata de una plataforma novedosa creada
para filtrar documentos o datos secretos que pueden tener interés pú blico:
videos, audios, despachos oficiales. Las filtraciones se hacen a través de una
conexió n cifrada que permite el anonimato de quienes entregan la
documentació n. Desde 2006, Wikileaks ha creado un inmenso archivo que
supera el milló n de documentos, incluyendo informació n crítica del
Pentá gono o el Departamento de Estado, pero también de entidades
financieras internacionales o controvertidos grupos religiosos con gran poder
econó mico.

La organizació n recibe, clasifica y organiza la informació n que luego es


distribuida a través de medios de comunicació n de gran prestigio
internacional. Para ello cuenta con 800 colaboradores en todo el mundo,
aunque los cuartales centrales está n en Londres, donde una docena de
colaboradores gestiona las actividades principales del organismo, incluyendo
el financiamiento y la relació n con los medios de comunicació n.

Wikileaks es una organizació n sin fines de lucro y se mantiene a través de


donaciones anó nimas. En un principio, Assange y los fundadores de Wikileaks
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mantenían en su totalidad la organizació n, pero dado el éxito e impacto global


de sus filtraciones, el nú mero de donantes ha crecido sorprendentemente.
Cuanta con al menos 10 mil donantes, aunque las donaciones en su mayoría
no superan los 15 mil dó lares, en parte para evitar la dependencia del
organismo con un determinado donante.

Las grandes filtraciones de Wikileaks respecto a informació n oficial y secreta


comenzaron con fuerza en julio de 2007. Desde entonces, la informació n
presentada por la organizació n ha acaparado la atenció n de medios y pú blico
alrededor del mundo. Fue en abril de 2010 que Wikileaks se convirtió en una
organizació n mundialmente famosa, al hacer pú blico un video demasiado
comprometedor para el Pentá gono estadounidense. (Noticias, 200)

IV. PAÍSES INVOLUCRADOS.


La persecució n en contra de Julian Assange, fundador de Wikileaks,
demuestra que el secretismo de los países involucrados sigue siendo una
política estatal.
Qué mal se ven Suecia y el Reino Unido descalificando al Grupo de Trabajo
sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas. Dos países líderes de
Occidente y defensores en el discurso de los derechos humanos, el debido
proceso, el derecho internacional, la democracia y la misma Organizació n de
Naciones Unidas (ONU) adoptaron el tono típico de los mandatarios
autoritarios que piden crucificar el orden supranacional cuando los
contradice. ¿El motivo? La herida diplomá tica abierta que causaron Wikileaks
y su fundador, Julian Assange.
Segú n el grupo, los tres añ os y medio que Assange lleva escondido en la
embajada de Ecuador en Londres configuran una detenció n arbitraria y, de
perdurar, se convertirían en una forma de tortura. Es evidente. El fundador
de Wikileaks no ha sido condenado por ningú n crimen y la orden de captura
que pesa sobre él ha demostrado la terquedad de las autoridades suecas y
britá nicas. Hay suficientes indicios para suponer que hay otros intereses de
por medio.
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“La conclusió n del grupo de trabajo es francamente ridícula y la rechazamos”,


dijo el ministro de Exteriores britá nico, Philip Hammond. Suecia, por su
parte, dijo que el comité de cinco expertos internacionales “no tiene derecho
a interferir en un caso en curso”. Es decir, la persecució n continú a.
La razó n oficial para buscar a Assange es loable: sobre él recaen acusaciones
de haber cometido abuso sexual en Suecia. Es importante que las
investigaciones continú en. Lo que no ha quedado claro es por qué los suecos,
pese a la colaboració n de Ecuador, se han rehusado a interrogar al fundador
de Wikileaks en la embajada de Londres y proceder con el caso a distancia.
¿De verdad la ú nica manera de esclarecer los hechos es con su presencia en el
país?
Assange dice que, de aterrizar en Suecia, sería extraditado a Estados Unidos,
donde sería juzgado por publicar una serie de documentos clasificados de las
embajadas de ese país en varias partes del mundo. No es irracional ese
miedo. EE. UU. se ha mostrado implacable en su interés por castigar cualquier
tipo de filtració n. Chelsea Manning, quien presuntamente envió los
documentos a Wikileaks, está actualmente en la cá rcel con una condena de 35
añ os. Edward Snowden, que filtró informació n sobre la forma en que la NSA
estadounidense espía a ciudadanos de todo el mundo, está refugiado en
Rusia. El mensaje es claro: no hay excusas, ni siquiera el bien comú n, para dar
a conocer esa informació n.
Má s allá de las críticas vá lidas que se le pueden formular a Wikileaks sobre su
manejo de las filtraciones (al no editar informació n que puede poner en
riesgo vidas civiles), lo que se ha publicado ha sido de gran utilidad para el
debate pú blico y ha creado todo un movimiento ciudadano en busca de
sociedades má s transparentes. La persecució n en su contra demuestra que el
secretismo de los países involucrados sigue siendo una política estatal. Alivia,
cuando menos, ver que la ONU puede seguir produciendo decisiones
independientes de sus miembros con má s poder. Pero causa desesperanza
ver que, excusados en el discurso de que no es una condena vinculante, los
países ignoran sus recomendaciones. Enviar ese mensaje al mundo es muy
dañ ino. (Espectador, 2016)
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V. SITUACIÓN ACTUAL.
Las recientes ‘estrategias’ del Gobierno ecuatoriano para liberar al fundador
de WikiLeaks, Julian Assange, no dieron los resultados que esperaban.
Convertir al extranjero (nacido en Australia) en un ecuatoriano má s generó
una serie de críticas. Y pretender, seguidamente, darle el estatus de
diplomá tico para revestirlo de inmunidad y que salga de la embajada en
Londres donde está asilado desde el 2012, las acrecentó .
Ambos procedimientos fueron realizados de forma reservada entre
septiembre y diciembre pasados.
Segú n el exsubsecretario de Relaciones Exteriores Carlos Estarellas,
pretender ocultar la naturalizació n de Assange constituye una contradicció n a
la norma legal, pues la Ley de Movilidad Humana establece que el pedido de
nacionalidad debe ser pú blico.
El también excanciller José Ayala Lasso califica la actuació n de esa cartera de
Estado como un fraude al utilizar un procedimiento legal con un objetivo
distinto al perseguido por la propia norma.
“Cuando se usa la ley, que prevé la concesió n excepcional de la nacionalidad,
para favorecer a una persona sindicada por la justicia sueca y britá nica, uno
tiene que preguntar qué piensa el Gobierno sobre la ecuatorianidad”,
cuestiona Ayala.
Señ ala que hay tres posibilidades para superar el problema: “Que Assange
renuncie a su condició n de asilado, que Gran Bretañ a conceda el
salvoconducto o que Ecuador dé por terminado el asilo”.
Sobre las dos ú ltimas alternativas ya hubo pronunciamientos. En 2012, 2015
(por razones médicas) y 2017, Ecuador solicitó el salvoconducto, pero el
Reino Unido se negó en las tres ocasiones; y la ministra de Relaciones
Exteriores, María Fernanda Espinosa, dijo el jueves pasado que Assange
seguirá como protegido de Ecuador.
Estarellas dice que técnicamente Assange, al ser ecuatoriano, perdió su
estatus de asilado, puesto que esa institució n es otorgada a extranjeros y no a
compatriotas.
Otras posibles soluciones han ido quedando en el camino en estos ú ltimos
cinco añ os y medio que lleva Assange en la embajada. En el 2015, por ejemplo,
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presentó un pedido de asilo a Francia, el cual negó el expresidente François


Hollande.
En junio pasado, uno de los abogados de Julian Assange, Baltazar Garzó n,
anunció que llevaría el caso ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados (Acnur), el Comité contra la Tortura de la Organizació n de
las Naciones Unidas (ONU) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH).
El Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias consideró en el
2016 que la detenció n del fundador de WikiLeaks es arbitraria. Pero su fallo
no es vinculante.
La ú ltima salida que Ecuador plantea en beneficio de Assange es la mediació n
de algú n país o personaje ante el Reino Unido, segú n Espinosa.
Pero el excanciller Patricio Zuquilanda explica que dicha mediació n no debe
ser frente a Gran Bretañ a, sino con Assange. “Que se le haga entender que no
tiene orden de captura de los Estados Unidos”.
Zuquilanda indicó que recibió informació n de que la administració n del
presidente Donald Trump, citando la Primera Enmienda Constitucional, que
protege la libertad de expresió n, ha presentado ante el Distrito de la Corte
Suprema de Columbia una petició n para que Assange no sea acusado de haber
publicado documentos considerados clasificados.
El exembajador Juan Carlos Faidutti insiste en que Assange tiene chantajeados
a funcionarios ecuatorianos, “pues así como logró ingresar a los archivos
secretos de los Estados Unidos para divulgarlos, debe conocer muchos
secretos de nuestro gobierno que amenaza con hacerlos pú blicos”. (Universo,
2018)
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VI. PROBLEMAS POLÍTICOS/SOCIALES SECUNDARIOS.


El fundador de Wikileaks lleva seis añ os refugiado en esa embajada y no está
claro si va a poder salir o cuando va a hacerlo, porque un tribunal britá nico ha
dicho esta semana, que se mantiene la orden de arresto contra él, a pesar de
que la justicia sueca ha retirado los cargos de violació n y agresió n sexual por
los que se le buscaba originalmente en aquel país incluso la ofensa criminal
que supone el que no quisiera entregarse.
Assange siempre ha aceptado entregarse a la justicia sueca o a la britá nica,
siempre y cuando estas le garanticen que no será extraditado a Estados
Unidos. Pero ninguno de los dos países aceptaron el condicionante. En
Estados Unidos, Assange podría enfrentarse a una situació n muy complicada,
porque ha sido la fuente que ha revelado secretos de estado algunos
embarazosos para el Gobierno de aquel país, como la política de espiar a sus
socios europeos grabando conversaciones con países con los que tienen
profundos vínculos.
Al día de hoy, las cosas para Assange podrían haber cambiado. Su portal,
Wikileaks, publicó la filtració n de correos electró nicos de la campañ a de
Hillary Clinton obtenidos por hackers rusos, e incluso Donald Trump dijo en
un mitin que "amaba a Wikileaks".
Pero una vez en el cargo, el amor de Trump ha cambiado. El fiscal general del
estado de Estados Unidos, Jeff Sessions, dijo que era una prioridad detener al
fundador de este portal, a quien califica de un servicio de inteligencia hostil
no estatal y a menudo instigado por actores estatales como Rusia.
En Estados Unidos no hay una causa penal abierta contra Assange o contra
Wikileaks, así que tras la negativa del juez britá nico a levantar la acusació n de
bú squeda y captura contra él, ahora los siguientes pasos discurren por
continuar buscando garantías de que el Reino Unido no cuenta con una orden
de extradició n de Estados Unidos y que le dejarían salir del país libremente y
sin interferencia.
Pero esa preocupació n no está diluida, y por eso se mantiene la protecció n en
la embajada hasta que el Reino Unido confirme o niegue esa solicitud de
extradició n o de una garantía en contra. O bien, que en la vista prevista para
esta semana, el Reino Unido levante las restricciones que mantiene sobre el
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hecho de que Assange no se personó ante las autoridades cuando fue


requerido.
Wikileaks, el portal que fundó Assange, publicó miles de documentos
clasificados que revelaban datos como las muertes de civiles a manos de las
fuerzas norteamericanas en Irak y Afganistan, los llamados dañ os colaterales,
registros militares que incluían como un helicó ptero apache norteamericano
mató a tiros a un grupo de hombres que creían que tenían un lanzacohetes
cuando en realidad eran periodistas de Reuters con una cá mara de TV.
También dieron a conocer cables diplomá ticos con evaluaciones delicadas de
importantes figuras políticas y sociales internacionalmente. (García, 2018)
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CONCLUSIONES
1. WikiLeaks era inevitable Existiendo una plataforma de publicació n y acceso
a la informació n de á mbito global que funciona sin editores (internet) era
inevitable que tarde o temprano surgiera un portal dedicado a la revelació n de
secretos y filtraciones. Como dijo Arcadi Espada hace añ os, hoy Garganta
Profunda habría utilizado internet.
2. WikiLeaks era necesario El grado de impunidad, oscuridad y falta de control
con el que se vienen desarrollando las guerras, la diplomacia y la política desde
la Guerra Fría, acentuado desde los atentados del 11S, estaban exigiendo una
instancia de control desde fuera del sistema, como lo demostró el éxito del
blog de Salam Pax durante la Guerra de Iraq.
3. WikiLeaks no es periodismo La publicació n masiva de documentos secretos
militares y diplomá ticos no constituye un acto de periodismo ni convierte a
WikiLeaks en un medio periodístico. El periodismo es lo que viene después: la
comprobació n, el contraste, el contexto, el aná lisis y el aterrizaje de los
documentos a las realidades locales.
4. WikiLeaks necesita al periodismo Tanto por razones de seguridad, para
garantizar la difusió n de las filtraciones aunque el sitio fuera atacado, como
por razones de inteligencia, para analizar los documentos y presentarlos de
una forma inteligible al pú blico, WikiLeaks necesita y ha utilizado a los medios
como un canal alternativo de difusió n que, ademá s, han proyectado el prestigio
de sus cabeceras sobre los materiales revelados.
5. WikiLeaks es una llamada de atenció n al periodismo La publicació n de las
filtraciones ofrecidas por WikiLeaks no constituye un triunfo del periodismo,
por el contrario, pone al periodismo ante la urgencia de hacer el trabajo que
debió haber hecho antes de las filtraciones (investigando má s y mejor) y del
que debe hacer después (aportando interpretació n, contraste, contexto,
navegació n y visualizació n a los datos).
6. WikiLeaks no es neutral Las fuentes de informació n, especialmente las que
revelan informació n confidencial o secreta, nunca operan por altruismo.
Siempre hay una intenció n. El quid pro quo de El silencio de los corderos. La
fuente te escoge porque quiere influir sobre tí o sobre tu audiencia. El objetivo
de WikiLeaks no es periodístico, ni só lo informativo, sino específicamente
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político: Asange está en guerra contra el gobierno en la sombra, quiere


desmontarlo, y para ello utiliza la informació n como el arma definitiva.
7. WikiLeaks ha demostrado que la red no es neutral WikiLeaks ha sido
sistemá ticamente atacado, privado de su dominio, expulsado de su hosting en
Amazon, cancelada su cuenta de PayPal, y perseguida su cabeza visible por
Interpol en lo que parece má s un montaje que un acto de justicia frente a dos
presuntos casos de acoso y abuso sexual. Segú n sabemos, WikiLeaks no ha
robado documentos ni ha hackeado redes, se ha limitado a publicar o a
difundir las filtraciones que ha recibido garantizando el anonimato de sus
fuentes y comprobando su autenticidad.
8. WikiLeaks ha dado argumentos tanto a quienes se oponen a la neutralidad
de la red como a quienes la defienden Es cierto que WikiLeaks ha sido
inicialmente posible gracias no só lo a la existencia de la red, sino también a su
cará cter neutral. Pero la neutralidad de la red ya se ha visto comprometida por
el evidente grado de persecució n al que se ve sometido el portal y por el
previsible endurecimiento de las políticas de control sobre la red que pueden
generarse a partir de este caso.
9. WikiLeaks ya ha ganado Aunque WikiLeaks despareciera como sitio, marca
y dominio y su impulsor fuera encarcelado o eliminado, WikiLeaks ya ha
demostrado que es posible y necesario utilizar la red como arma para
desmontar las conspiraciones del poder. Seguramente veremos en el futuro
pró ximo la emergencia de un WikiLeaks distribuido, así como el nacimiento de
WikiLeaks nacionales y sectoriales. WikiLeaks ya se ha convertido en un meme
imparable.
10. WikiLeaks cambiará la gestió n de la informació n confidencial Aunque la
pretensió n utó pica de WikiLeaks sea acabar con los poderes en la sombra
(inicialmente militar y diplomá tico, pero pró ximamente financiero y
farmacéutico, y quién sabe si también mediá tico), posiblemente su repercusió n
má s efectiva tenga que ver con el desarrollo de nuevos métodos para
garantizar el secreto de las comunicaciones y nuevas prá cticas para la gestió n
de la informació n militar, diplomá tica y corporativa. Descartada la guerra
como solució n a las disputas internacionales, só lo nos queda la diplomacia
como camino civilizado para armonizar las diferencias.
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Bibliografía
Duque Marquez, I. (02 de 12 de 2010). http://www.portafolio.co/opinion. Obtenido de
http://www.portafolio.co/opinion/ivan-duque-marquez/etica-wikileaks-121360

Espectador, E. (7 de 2 de 2016). www.elespectador.com. Obtenido de


https://www.elespectador.com/opinion/editorial/injusticia-contra-julian-assange-articulo-
615222

García, V. (11 de 02 de 2018). http://cadenaser.com. Obtenido de


http://cadenaser.com/ser/2018/02/08/internacional/1518109698_424387.html

Lundberg, K. (s.f.). https://casestudies.ccnmtl.columbia.edu. Obtenido de


http://ccnmtl.columbia.edu/projects/caseconsortium/casestudies/109/casestudy/www/
layout/case_id_109.html

Noticias, A. (21 de 08 de 200). El impacto mundial de Wikileaks.

Universo, E. (14 de 01 de 2018). Se empiezan a agotar las salidas para caso Julian Assange. Obtenido
de https://www.eluniverso.com/noticias/2018/01/14/nota/6564882/se-empiezan-agotar-
salidas-caso-assange

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