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Extracto entrevista Andrés Larraguirre | Campaña Al Sur del Mundo

Iniciamos una serie de entrevistas en el marco de la campaña ecológica “Al sur del Mundo” conversando con
Andrés Larraguirre Ibáñez, vecino del sector de Butamanga, en la comuna de Ancud, oriundo de Santiago,
Antropólogo de la Universidad de Chile.

El 2013 tras terminar un Magíster en Desarrollo Rural en la Universidad Austral de Chile se traslada a la comuna
de Chonchi, y el 2015 se radica en el sector de Butamanga, comuna de Ancud, donde actualmente vive.

Dedicado a la apicultura, cría de corderos, labores de campo y a la consultoría a experiencias cooperativas, de


desarrollo rural y agroecología, con el transcurso de estos años se ha vinculado al Centro de Educacional y
Tecnología (CET Chiloé) y a la iniciativa de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (Sipam)
desarrollando labores vinculadas a la conservación. Trabajó en el Centro de Estudio y Conservación del
Patrimonio Natural (Cecpan), donde se gestaron procesos de planificación espacial marina, así como mapeos
participativos con comunidades y organizaciones de Chiloé.

¿Cómo ha sido tú experiencia en la ruralidad del archipiélago de Chiloé?

Mi acercamiento con Chiloé inició cuando estudiaba el Magíster en Valdivia, en una tesis sobre ruralidad y
cambio climático, y cómo los sistemas campesinos estaban haciendo frente a esta problemática, en un momento
en que este concepto era usado aún en ciertos grupos, no todas las personas manejaban el concepto. En un
momento en que la tensión en los problemas ambientales estaba puesta en las salmoneras y el estado del mar, no
tanto en la deforestación, los proyectos industriales en el territorio, y también las parcelaciones

En cuanto a los cambios, más allá de la agudización de la crisis ambiental global, creo que también ha
aumentado la presión de otras fuerzas, de la industrialización que entran en conflicto y tensionan a las
comunidades locales como la pérdidas de paisaje, la escasez de agua y otros fenómenos, que limitan el
desarrollo de estrategias de vida, estrategias que creo tienen mucho que aportar al mundo rural y a la sociedad
en general.

¿Cómo ha sido el convivir con el bosque?

Siempre he creído que para comprender algo hay que intentar hacerlo, al menos intentarlo, para tener una
aproximación solo teórica, como se dice, otra cosa es con guitarra, la ilusión de poder dedicarme al campo ha
sido difícil, requiere conocimiento, práctica y conciliar o combinar las actividades, a mi no me interesa
abandonar la investigación, por ese lado ha sido complicado.

Cuando llegué acá fue el bosque lo que terminó de convencer que si iba a dar una oportunidad de cuidar un
paño pequeño de bosque, uno al verlo dice vale la pena el esfuerzo. Lo que tenemos acá es sobretodo renoval
pocos especímenes antiguos, el sector de Butamanga fue víctima de una deforestación muy importante hace
algunas décadas, sobre todo de tepuales, entonces se extrajo mucha madera, mucha leña, y ahora lo que hay es
pradera y renoval de coigüe y canelo, además un poco de pomponales, turberas de origen humano antrópico
después de los tepuales.

De a poco me ha tocado ir viendo los distintos usos de la madera, reconocer las especies, las formas del trabajo.
Intento hacer autoconsumo con la leña y con algunos materiales, pero también si están las posibilidades
económicas trató de sustituir por otros materiales, por ejemplo las estacas de los cercos, aunque igual uno entra
en la contradicción del manejo y se pregunta ¿qué hay detrás de ese polin impregnado?, ahí uno trata de
manejar esas contradicciones.

¿Tienes alguna relación particular con alguna de las especies en particular?

Mira aquí siempre los individuos más antiguos generan una especie de asombro, una sensación de reverencia
frente a ellos, y uno se pregunta porque sobrevivieron a la explotación en su momento, entonces ver estos
grandes árboles en medio de un humedal y los que hay acá son sobre todo Mañio y Ulmo, entonces tengo una
relación con ellos en particular.

Ahora por la apicultura me ha tocado estar muy atento a las floraciones, lo que más noto de las distintas
especies, entonces el Ulmo, el Avellano son significativos en la parte comercial porque es la miel más valiosa
que se obtiene a finales de verano y otoño.

Pero en una mirada un poco más agroecológica de la apicultura también todas las otras especies que permiten
llegar a ese punto partiendo muy temprano con las lumas, el canelo, la tepa, etc y ahí pasando por la tiaca y ahí
va la sucesión no.

Siguiendo con el bosque ¿Cúal crees que el sector geográfico que observas que está siendo más presionado
en la Isla Grande de Chiloé?

Diría que la zona entre Chonchi y Quellón es la zona con mayores niveles de depredación, asumiendo que es
algo que ya pasó en las islas interiores, que ya pasó en la zona de Ancud donde lo que se encuentra es renovales
y no tantos, pero muy poco bosque primario. Lo que ocurre entre Chonchi y Quellón es muy delicado por
muchas cosas, una de ellas es que se está perdiendo mucho bosque primario y toda la diversidad genética que
eso lleva, también de muchas especies que requieren ese estado de madurez del bosque, ahora esto es una
impresión, lo que extraigo de las conversaciones y la prensa.
También relacionado con procesos de pérdida de ecosistemas vemos un factor nuevo ¿la generación de
energía en la Isla Grande de Chiloé?

Donde vivo ya hay una línea de transmisión, estaba cuando llegamos por lo que aceptamos de cierta manera
que era parte del predio, y una línea de transmisión que significa paso de servidumbre que es mantenida sin
vegetación, se limpia cada cierta cantidad de años con sus consecuencias en el espacio, y esta línea está con la
mitad de los cables (creo que son conductores), nosotros pensábamos que se iban a completar la otra mitad y
eso no tendría mayor implicancia porque era parte de la misma servidumbre, pero el 2019 nos encontramos que
se había licitado esta nueva línea de transmisión que es el doble en todo sentido, más ancha, torres más altas.

Esa línea ve en paralelo y afecta en mi caso un pedazo importante de bosque que está en una quebrada, y que va
a dar a un pequeño humedal y un estero, una zona que es bien crítica para los objetivos que hemos pensado
para el lugar y esa conexión con la conservación y con el bosque. Obviamente va a impactar el paisaje, las
posibilidades de poder planificar el predio también, poder decidir qué usos darle, entonces ahí fue que me
conecte con la campaña Chiloé libre de saqueo, que aún no tenía nombre. Había personas afectadas
directamente por la línea, otras por otros proyectos energéticos y compañeras y compañeros que les preocupa el
tema en general. Entonces ahí veo dos miradas, una es la particular de los impactos que aquí va a tener esa
instalación, y también, una mirada a una escala mayor, ahí al ver la envergadura de este proyecto, veo que lo
que se viene para Chiloé es tremendo.

Todo esto tiene unas proyecciones, una planificación velada, económica y política a los niveles más altos, en
realidad a uno le llega solo cuando los proyectos se están comenzando a gestionar o se están ejecutando.
Entonces, para que se esté pensando en construir una línea de este estilo quiere decir que hay una voluntad de
los inversionistas de llevar este desarrollo de parque eólicos, e hidroeléctricas porque ahí hay derechos de agua
pedidos para esos fines.

¿Dónde uno puede meter ese nivel de industrialización de la energía sin destruir lo que va quedando?, lo vemos
con los grande proyectos de generación eólica en la cordillera, sobretodo en las turberas que tienen una función
ecológica importante, que no se considera, el Parque eólico San Pedro aún dice en su página que se instaló en
un sitio eriazo, omite hablar de las turberas o la biodiversidad que allí está presente.

Y dado este contexto que entregas ¿cómo ves las posibilidades de la ruralidad para enfrentar este proceso
que está en curso?

Mira las posibilidades son malas mientras no se aborde el tema de la planificación, que la ruralidad debe ser
planificada y de forma democrática, de forma transparente, al menos en mi experiencia personal puedo decir
que me he vuelto más pesimista, porque está un poco la sensación de que no hay donde meterse para no
enfrentar estos problemas. Y en mi caso, estoy construyendo un arraigo con el territorio, no es algo que me haya
llegado por herencia cultural, pero sobre todo para personas que tienen un arraigo mucho más fuerte con su
territorio como las comunidades indígenas.

Creo que los niveles de incertidumbre, indefensión, precariedad que existen en estos procesos son muy grandes.

¿Qué elementos vez necesarios para enfrentar estos procesos?

Bueno, iniciaría por quienes quieren iniciar una vida, y las garantías que tienen cuando tiene un parque eólico,
un vertedero, una línea de transmisión, y si no se donde va a pasar, es como una ruleta, puede que me toque,
puede que no, es precariedad sobre precariedad, entonces para enfrentarlo es muy importante el aspecto
colectivo, el aspecto comunitario, sobre todo en una parte emocional, que es como recuperar ciertos niveles de
certeza, porque si el estado, las empresas y el mercado me ofrecen este panorama tan amenazante, entonces
pareciera que la única forma es reconstruir esa confianza con tus pares de a poco, y ahí es común decir basta,
aquí dejo de arrancar o dejo de hacerme el loco y me paro, asumiendo los sacrificios que eso va a significar. A
pesar que para quienes trabajan en estos proyectos quienes se oponen es gente ociosa, como si no tuviéramos
nada que hacer, como si estuviéramos toda la vida esperando involucrarnos gratis en un conflicto.

Bueno en ese sentido, creo que la forma es la organización en colectivos que es difícil que vayan más rápido,
generalmente van más lento que la velocidad en que van las inversiones, por lo general cuando agarran un
momentum, una masa crítica ya están aprobados, ahí tenemos un tema de preparación, de mirada a largo plazo
que tenemos que construir.

Por eso en la campaña Chiloé Libre, si bien entendemos que Transelec es muy grave porque va a habilitar una
gran cantidad de proyectos de expansión de un modelo de generación de energía industrial, tengamos siempre
esa mirada de largo plazo porque después vamos a tener que seguir peleando, nuevas comunidades se van a ir
enfrentando a nuevos proyectos. Creo que ahí como tres que ya están haciendo gestión, y están diciendo que nos
vamos a instalar y es mejor llevarnos bien, pero omitiendo que nadie los está invitando. Las condiciones para
las empresas están dadas y para pasar a llevar también a las comunidades.

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