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Unidad Didáctica 2
Unidad Didáctica 2
MÓDULO 1:
CIENCIA, TECNOLOGÍA, SOCIEDAD E INNOVACIÓN
UNIDAD DIDÁCTICA 2:
MODELOS DE DESARROLLO Y MODELOS DE PRODUCCIÓN CIENTÍFICA Y
TECNOLÓGICA
También existen autores que no refutan el criterio anterior pero defienden su posición.
Para Morales Morejón «la creación (es decir: producción) propiamente de los aportes
científicos (nuevas teorías, nuevos métodos y procedimientos de investigación, nuevos
productos científicos, etc.) que logran en su quehacer científico, los que pueden generar
uno o más artículos por cada uno de dichos aportes obtenidos, es lo que debería
expresarse en términos de ‘productividad científica»[3] pues esta concepción abre
nuevas posibilidades de medición en la actividad de los científicos y tecnólogos. Para este
autor la productividad científica es aquella que refleja el resultado de investigaciones
científicas traducidos en nuevo conocimiento, si lo que se investiga no genera este tipo
de conocimiento entonces lo que se escribe acerca del tema es considerado mera
producción bibliográfica, o sea, un conjunto de documentos escritos que comunican el
resultado de un determinado trabajo científico.
Por su parte, Spinak afirma que «la productividad científica es la cantidad de investigación
producida por los científicos»[4] pero agrega que generalmente se mide mediante «la
cantidad de publicaciones que produce un autor, una institución o un país
determinado»[5]. Según este autor la productividad científica es un eslabón inseparable
de la PC porque constituye su elemento medible.
Mollo Pécora es del criterio de que teniendo a la universidad básicamente como espacio,
la PC debe entenderse como ¨toda la actividad resultante de una reflexión sistemática,
que implica producción original dentro de la tradición de investigación con métodos,
técnicas, materiales, lenguaje propio, y contempla críticamente el patrimonio anterior de
una determinada ciencia¨ [7].
¿Cómo se produce?
Las investigaciones científicas son el resultado del denominado proceso de investigación
científica (PIC) que no es más que «un proceso de carácter creativo que pretende
encontrar respuesta a problemas trascendentales y con ello lograr hallazgos
significativos que aumenten el conocimiento humano»[11]. Este proceso consta de
diferentes momentos que son vitales para que se desarrolle a cabalidad. Entre estos
figuran:
- «Acumulación de información, de hechos, de datos empíricos.
- Desarrollo de la teoría, interpretación, descripción, explicación de los hechos y datos
acumulados y pronóstico o predicción de otros nuevos y desconocidos de la misma
naturaleza.
- Validación, comprobación, aplicación, constatación en la práctica de lo pensado. «[12]
¿Dónde se produce?
Universalmente es aceptado el hecho de que la investigación científica depende de la
calidad de las universidades y de las instituciones profesionales y de investigación de
cada país, así como también es conocido que la investigación y la PC son la propia
esencia de dichas universidades.
La gran mayoría del esfuerzo del desarrollo científico y tecnológico de un país está
intermediado, directa o indirectamente, por la universidad y la actividad académica e
investigativa que la misma genera.
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CIENCIA, TECNOLOGÍA, SOCIEDAD E INNOVACIÓN
Según Krohling Kunsch lo que se desea y defiende es que» la universidad, como centro
de producción sistematizada de conocimiento, canalice sus potencialidades, sus
programas de naturaleza científica y cultural, procurando difundir junto a la opinión
pública el saber y los progresos, los debates y las discusiones que generan las áreas de
ciencias, tecnología, letras y artes. Como programas comunicacionales basados en una
producción científica bien elaborada, la universidad mantendrá o recuperará su real
dimensión.» [13]
Por otro lado, los centros o institutos de investigación, ejercen fuerza al desempeñar una
ardua labor en la PC pues no existen dudas acerca del papel que juegan como centros
de I+D dedicados al desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica en aras de
solventar problemas de cualquier índole de un país determinado. En estos se genera
conocimiento traducible en ponencias y artículos, pero que inicialmente aparecen en
informes o reportes de investigación.
a la ciencia como un sistema dinámico que depende no sólo de factores internos a sus
organizaciones y al quehacer de los científicos, sino que también responde a
determinantes externos de carácter social, político y económico.
El enfoque de los Sistemas de Innovación comparte algunas ideas básicas con el planteo
de Gibbons et al. (1997). En ambos casos existe la búsqueda hacia una interacción más
estrecha entre productores y usuarios de conocimiento. Para los Sistemas de Innovación,
la interrelación entre diferentes actores, promoviendo relaciones sistémicas entre estos,
interviene en la producción, difusión y uso de conocimiento nuevo y económicamente
útil resultando fundamental para promover procesos de innovación localizados
(Lundvall, 1992)
Por su parte, Etzkowitz y Leydesdorff (1998 y 2000) a través del enfoque de la Triple
Hélice incorporan una nueva misión a la producción del conocimiento orientado hacia
el crecimiento económico. En esta orientación, los tres componentes de la hélice,
gobierno, empresa y universidad, deben trabajar para la producción de riqueza y
mantener una competitividad de la balanza global y asegurar relaciones de mutuos
beneficios para obtener resultados entre la investigación y el mercado.
Para el caso de la ciencia pos-normal (Funtowicz y Ravetz, 1993), estos autores aceptan
la coexistencia de distintos modos de producción científica, adoptando un punto de vista
que entiende la forma de funcionamiento de la I+D como un sistema complejo, y que
está alejada de supuestos reduccionistas y mecanicistas. En esos contextos
contemporáneos de gran complejidad la ciencia se ve limitada para proporcionar
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MÓDULO 1:
CIENCIA, TECNOLOGÍA, SOCIEDAD E INNOVACIÓN
Si la historia de la técnica tiene que ver con artefactos, pero también con instituciones;
con máquinas, pero también con comunidades; con herramientas, pero también con
recursos; con cambio tecnológico, pero también con cambio social; un modelo
alternativo que pretenda dar cuenta de su desenvolvimiento tiene que ofrecer un
margen de maniobra amplio en el que tengan cabida las conexiones entre estos diversos
factores. Como señala Volti, “el cambio tecnológico ha sido una fuerza importante en la
configuración de los roles sociales y las instituciones, aunque su propio desarrollo ha sido
el fruto de acciones humanas que tienen lugar en un particular entorno social”15. La
organización social incide en el desenvolvimiento de la técnica, y esta, a su vez, ayuda a
modelar aquella, en una constante retroalimentación mutua. A ello habría que sumar los
factores ambientales, que no en vano han sido un motivo de creciente preocupación en
las últimas décadas y sin cuyo concurso ni las sociedades ni las técnicas podrían
desarrollarse.
El modelo propuesto por Michel Serres para interpretar la historia de la técnica se sitúa
en este contexto amplio de acercamiento al tema. La primera novedad que introduce
Serres consiste en articular la historia de la técnica no alrededor de un único hilo
conductor que iría desde la época paleolítica hasta hoy, sino alrededor de tres hilos
conductores distintos, tres corrientes principales de desarrollo que no se ordenan
cronológicamente como partes de un eslabonamiento sucesivo, sino que discurren en
paralelo a lo largo de la historia, aunque sus caminos se traslapan y entrecruzan una y
otra vez. En cada una de estas corrientes, el desarrollo tecnológico evoluciona con
lentitud, si bien sus resultados generan transformaciones sociales revolucionarias en
períodos muy precisos. Cada una de las corrientes es caracterizada por Serres16 de
acuerdo con un abanico de variables que incluye el tipo de energía utilizada, las formas
de trabajo típicas, el modo de producción económica predominante, los momentos de
máximo apogeo histórico y, por último –lo que constituye una segunda e interesante
novedad–, ciertas figuras mitológicas y ciertos símbolos asociados que sirven como
emblemas de tres tipos de tecnología.
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MÓDULO 1:
CIENCIA, TECNOLOGÍA, SOCIEDAD E INNOVACIÓN
La primera corriente del desarrollo tecnológico está presidida por las figuras de Atlas y
Hércules. Estos personajes se caracterizan ante todo por su fuerza, por su capacidad para
sostener o movilizar pesos; son héroes de la fuerza mecánica, tanto estática como
dinámica. Su actividad se desarrolla alrededor de elementos estables, permanentes, fríos.
Primero está Atlas, cuya tarea consiste en sostener la bóveda celeste sobre sus anchas
espaldas (un trabajo comparable al que realiza una cariátide o una columna del
Partenón). La figura de Atlas evoca la arquitectura monumental característica de los
grandes imperios despóticos de la Antigüedad: los egipcios, los chinos, los babilonios, los
aztecas, los incas. La construcción de monumentos colosales –murallas, templos,
pirámides, zigurats– depende de la disposición vertical de bloques de piedra, roca o
mármol. El resultado: obras estables y sólidas, que desafían el paso del tiempo. Enseguida
está Hércules, cuyos míticos trabajos constituyen un despliegue de fuerza física en
cuanto capacidad para movilizar los elementos. Según Serres, con Hércules ya no se trata
solamente de sostener los pesos sino de transportarlos, desplazarlos, “pasando de la obra
puramente estática al trabajo cinemático, en movimiento, o a la dinámica de una
transformación: nadar para que avance el barco, limpiar los establos...”17, y así
sucesivamente. Mientras el sudor hace relucir su cuerpo, Hércules rema, corre, mueve las
rocas, canaliza las aguas de los ríos, levanta o persigue a los monstruos, los golpea con
su maza, los aprieta entre sus brazos musculosos.
a partir de la revolución industrial. Si bien la conquista del fuego puede datarse a más de
un millón de años atrás, su época de predominio corresponde al apogeo de la civilización
industrial, que comienza a cuajar hace unos 250 años.
La tercera corriente de desarrollo tecnológico está regida por las figuras de Hermes y de
los Ángeles. Estos personajes se caracterizan ante todo por su habilidad para el registro
y la transmisión de datos; son adalides de las fuerzas electromagnéticas, metáforas de la
electrónica. Su actividad se articula alrededor de lo volátil, lo virtual, lo etéreo, los
mensajes inmateriales, el procesamiento de información. Hermes, el mensajero de los
dioses, inventor de la lira, protector del comercio y custodio de los caminantes, con sus
sandalias aladas se desplaza sutil y silenciosamente, pero con la velocidad del
pensamiento. Su misión es informar, establecer lazos de comunicación eficientes entre
distintos puntos del espacio. Los Ángeles, figuras itinerantes, a semejanza de Hermes,
pero mucho más numerosos, conectan el cielo y la tierra, portadores de buenas o de
malas nuevas, traductores que comunican a los hombres con los dioses, viajeros
infatigables a través de las redes y los circuitos (a este respecto, no sobra recordar que la
palabra griega angelos significa “mensajero”). Según Serres, Hermes y los Ángeles son
los emblemas de nuestra propia época. “Reflexione, cuando se va a trabajar por la
mañana, la multitud que transita por las calles: ¡cuán pocos Prometeos y aún menos
Hércules y Atlas, para tantos y tantos Arcángeles, que van partiendo de viaje portando
mensajes! Ahora vivimos en una inmensa mensajería”19.
De acuerdo con el modelo de Serres, las tres grandes corrientes del desarrollo
tecnológico acompañan a los seres humanos desde la prehistoria, requiriendo cada una
recursos naturales y humanos específicos. Si bien cada corriente ha seguido su propia
línea de desarrollo gradual, ellas no han alcanzado el apogeo de su florecimiento al
mismo tiempo; de ahí que la historia de la tecnología pueda adoptar, según el punto de
vista que se elija, o bien el aspecto de una línea quebrada por fases de progreso
revolucionario, o bien el aspecto de una pendiente acumulativa suavemente progresiva.
Con la Revolución Industrial se pudo percibir con mayor claridad la relación entre los
factores tecnológicos y sociales del desarrollo. Es a partir de esta época en que el proceso
de creación de nuevas tecnologías adquiere un carácter científico y se acelera el ritmo
de desarrollo tecnológico. Se produce entonces la demanda dirigida a un fin de
tecnologías nuevas. Este proceso conduce a la unión de la tecnología con las ciencias
naturales, lo cual induce a elevar la actividad investigativa científica y, recíprocamente, el
aumento del nivel tecnológico abrió nuevas posibilidades técnicas al experimento
científico y, al mismo tiempo, planteó a los científicos problemas de un nivel
cualitativamente nuevo.
Por tanto, los descubrimientos científicos de estas ciencias deben merecer gran atención,
pues su demora en su introducción puede conducir a un atraso tecnológico irreparable
en relación con lo que el nivel mundial exige. La necesidad de permanecer alerta
constantemente y, en el mejor de los casos, tener la capacidad de prever descubrimientos
científicos o tendencias de su desarrollo positivo, nos lleva directamente al aumento de
la importancia del peso específico de las investigaciones científicas y trabajos de diseño
experimental en el costo de las nuevas tecnologías. De aquí que Vinokurov y Mitin (1986)
han señalado el término de «producción con inversión por concepto de trabajo
científico» en relación con las ramas más modernas de la industria. Ellos plantean que:
«En las ramas con elevado nivel de inversión por concepto de trabajo científico, la
producción crece con alto ritmo y aumenta continuamente su peso específico en el
volumen global de la producción industrial en aquellos países que son desarrollados». El
alto ritmo de la producción y la rápida obsolescencia de los artículos conduce a que, a
diferencia de las ramas tradicionales de la industria, en las ramas con elevado grado de
inversión por concepto de trabajo científico desaparezca la diferencia entre el nivel de
los trabajos de investigación científica y de diseño experimental, de una parte, y
tecnología introducida de la otra; es decir, a que se introduzcan en un tiempo real
prácticamente todos los resultados de los trabajos de los científicos y de diseño
(Kutieinikov, 1984).
(…)
Por tanto, la base del PCT es el alto desarrollo de la ciencia y el aceleramiento de la
introducción de sus logros en la esfera de la tecnología y en la producción. La interacción
entre estos elementos constituye un elemento esencial en la conformación de cualquier
estrategia responsable de un país.