You are on page 1of 26
IA Y DER, OC OLSEN A. GUIRARDI Laiciones e snfroduccion a la : filosolia del derecho i ra EDITORIAL | ASTREA Escaneado con CamScanner Capriruto Primero LA SOFISTICA Y EL ORIGEN DE LA FILOSOF{A DEL DERECHO A) La Grecia de los sofistas 1. El medio fisico La Grecia del periodo sofistico se ubica funda- mentalmente en tres peninsulas: la Grecia propia- mente dicha, el occidente del Asia Menor, y el sur de Italia. Y en la cercania de las semi-islas, que son las peninsulas, una serie de islotes diseminados en el archipiélago que se extiende entre Grecia y Jonia, y otros, ciertamente mayores, como el de Creta, o la enorme isla de Sicilia dividiendo el mar Mediterraneo. Este, en suma, es un mar griego en su cuenca oriental, aunque la occidental, pese a los cartagineses, lampoco es extraiia. Escaneado con CamScanner Se A ae con LA SOFISTICA ¥ EL ontcEN fisico, donde el agua esta casi la montana no es un ausente, Las cindades: griega habfan desparramado en las costas 0 en Tos valles cerrados: por agrestes ce. En principio, pareciera que el aislamiento debiera ser el sino fatal de la ciudad griega; no obstante, esto. sirve de acicate para vencer tales obsticulos, porque las ciudades tenfan muchas co- sas en comin, que el ciudadano griego, sin impor- tar el lugar de su_nacimiento, sentia consciente- mente en forma profunda: el origen, la lengua, la on, y, en definitiva, la forma de vivir! ‘Atenas en el Atica, Abdera en el norte, Mileto y Efeso en el Asia Menor, Crotona y Elea en la Magna Grecia (sur de Italia), y Siracusa en Sicilia, eran ciudades que tenfan singular importancia en el momento en que los sofistas advienen al mundo griego? En ese medio ente, siempre pres TOS. 2. El medio temporal El persa Dario, que habia heredado el afan de someter el mundo griego, y quizd repartirselo con la fenicia Cartago, murié el aiio en que en Abdera habia nacido Protagoras (ca, 485-415 a. j.C.), el Van der Meer, Panorama. .,, p 2 Pausanias, D ei: ad Escaneado con CamScanner DE LA FILOSOFIA DEL DERECHO 15 primer gran sofista. Antes de su muerte, Dario habia tenido tiempo de destruir la miltiple Mileto en el Asia Menor (494 a. J. C.), donde casi un siglo antes, Tales, el padre de la ciencia y de la filosofia, habia hecho la prediccién del primer eclipse que fuera descrito cientificamente (585 a. J. C.), lo que habia Henado de admiracién a los griegos y de asombro a los egipcios, ya que este griego habia descubierto que podfa calcular racionalmente la altura de una pirdmide sin medirla en forma directa. Cuando nuestro Protagoras tenfa cinco afios, Jerjes, el nuevo mandatario persa, aparece ante el mundo heleno con mas de dos millones de soldados y con un equipo auxiliar que hace ascender el total a mas de cinco millones de personas, si ha de creer- se a Herodoto. La orgullosa Atenas es incendiada y saqueada. Pero desde la batalla naval de Salamina; la curva de la historia inicia el ascenso politico de la pe- quefia Atenas. La ciudad es reconstruida. Sobre las cenizas y la muerte, el marmol, el oro y la plata hacen un mundo nuevo en manos del genio griego. Los persas son expulsados de Grecia y se re- tiran de Tracia cuando Protgoras llega a la edad de diez afios. La victoria de la Europa naciente es la victoria, por una parte, contra el Asia, y por la otra, contra el Africa, ya que la fenicia Cartago debera retirarse también, con el tiempo, de Sicilia. Escaneado con CamScanner in 1A SOFISTION YEE OnicEeN 3. La Atenas de Pericles Atenas, a mediados del siglo v (a. J.C.) es ya la Atenas de Pericles. Y Protagoras, que también se habia prestigiado en su ciudad natal, se encamina al centro politico del mundo griego. Atenas lo ve Hegar alrededor del aito 444 a. J. C., v Pericles lo hace su amigo, encargindole la redaccién de la constitucién de la colonia griega de Turios (sur de Italia). Con todo, dada Ia importancia de la inquietan- te Atenas, ésta es todavia una ciudad pequeiia. Incluso, es poca la poblacién total del Atica. Se- gin parece, no tiene mis de 315.000 habitantes, de los cuales, 43.000 son ciudadanos; 115.000, es- clavos, y 28.000, metecos*. Todo el trabajo fis —0 casi todo— es realizado por esclavos *, No existen méquinas importantes. No hay me- canizacién propiamente dicha. Los esclavos son siempre el pilar fundamental en el trabajo. La in- dustria no es sino incipiente, y apenas cuenta. Se citan como excepcién la fabrica de escudos de Ce- falo, con 120 obreros; la de calzado de Timarco, (ot) 2.W. Durant, La vida... — M. _ AW. Dorant, La vida..., | Rostovteelf, Historia... . D. AIS y 555 Jenofonte, Economia. .., Escaneado con CamScanner DE LA FILOSOVIA DEL DERECHO VW con 10; la ebanisteria de Demédstenes, con 30, y una fabrica de arneses, con 305. La moneda circula. La efigie de las lechuzas atenienses grabadas en la plata son famosas en ese perfodo, aunque, en verdad, desde la época de Solén, se habfa acufiado una moneda de plata digna de confianza. Surgen los pequeiios banqueros; qui- za, mas que tales, cambistas. Y el templo de Apolo en Delfos atesora el capital metalico griego §. Las minas de plata del Laurio —descubiertas en 483 a. J. C— aportan su riqueza para hacer de ésta la ciudad: digna de ser visitada. La plata corre en la ciudad bulliciosa entre el mérmol del Penitlico, haciendo agradable la vida del ciuda- dano, endulzada con la miel del Himeto, y bajo Ja sombra de los olivares que se extienden por doquier. 4. La vida en la ciudad Politicamente, la forma de vida queda condicio- nada por la ciudad. Esta es el centro de la vida humana, y sdlo en ella el hombre puede realizarse plenamente como tal, segiin lo ensefiarfa Aristételes en su Politica. Por consiguiente, es menester ade- 3 W, Durant, La vida.. de Glotz, Le travail. 6 W. Durant, La vidas. .; p. 414 y ss. p. 409 y ss. (La fuente es la obra 2. Ghirardi. Leoe, Escaneado con CamScanner 18 La soFisTICA ¥ EL ORIGEN cuar toda la estructura de la vida politica para con- seguir ese objetivo, y éste sera logrado cuando todos los hombres participen plenamente en la tarea, La ciudad antigua habia descansado sobre dos grandes sillares: la vida familiar y las creencias re- ligiosas. La polis habia sido, en primer lugar, un recinto fortificado con sus dos caras: la acr6polis, en su parte alta y sagrada, y el asty, la parte baja y profana, la plaza del mercado. El hombre libre era principalmente un soldado en la ciudad forti- ficada. Por eso, es ante todo un soldado. La or- ganizacién politica deviene, en consecuencia, de la organizacién militar. La ley es, fundamentalmen- te, el lazo sagrado que abreva en la fuente religiosa. Destruida la ciudad durante las guerras con medos y persas, los saqueos e incendios la conmue- ven hasta sus cimientos. No sélo ella fenece como ciudad: concluye una forma de vida. La ciudad nueva, reconstruida, tendra otros muros, y los mu- ros serdin levantados y sostenidos por otros hombres de espiritu mas abierto, Todos los ciudadanos ha- bian sufrido en carne propia la destruccién de lo antiguo; de ahi que todos, también, quieran parti- cipar en la reconstruccién; es decir, en la forma de vida nueva, 0, lo que es lo mismo, en el arte de gobernar. La ciudad tiene su crisis. Los per- sas, al retirarse, dejaron en las cenizas un caballo de Troya invisible, que, por tanto, no es de ma- dera; pero tiene lados, angulos, y una forma, en fin, Escaneado con CamScanner DE LA FILOSOFIA DEL DERECHO 19 que cada uno vera desde su particular punto de yista. La Asamblea o Ekklesia es ahora multitudina- ria. A pesar de que no todos los ciudadanos con- curren a ella, tiene en sus sesiones, de dos a tres mil ciudadanos. Y cuando la democracia adviene en sus sucesivas modalidades, la forma de designa- cién de los jurados sera el sorteo. Cualquier ciu- dadano tiene acceso asi a las magistraturas. El azar provee los recursos humanos de las nuevas ins- tituciones ”. B) La soffstica 1. Protdgoras y el desplazamiento de los temas El advenimiento del nuevo régimen planteaba el problema de su funcionamiento, ya que era me- nester poseer ciertos conocimientos para ejercer los cargos. Los conocimientos debian ser positivos y pragmaticos, y debian ser adquiridos rapida y ur- gentemente. El estudio de las leyes, por ejemplo, y el arte de la palabra hablada, merecen el primer lugar. La vida ciudadana exige una ensefianza ra-~ ,,. 1G. de Reynold, La formacién... Cfr., también, P. Jouguet, Liimpérialisme.. . = Escaneado con CamScanner LA SOFfSTICA ¥ yy, 20 ONIeRy cional y metédica, en el centro de cuyas preoey. paciones, al margen del nacimiento de una verda- dera ciencia pedagdgica, se yergue siempre la ide, de la ciudad, que es una forma de vida. Asi, el régimen necesité un nuevo hombre, hombre que debfa ser formado. Y aqui aparecen los maestros, formadores de este nuevo griego: esos maestros fueron Ilamados sofistas. El] vocablo era muy antiguo. Ya lo habia usado Homero en la Iliada, cuando puso la palabra sofa en boca de un constructor de naves. Otras actividades también merecen la adjetivacién de sofdés. Lo comin es el “dominio de una técnica y su aplicacién”*. Los que fueron Iamados sofistas, en general, eran extranjeros venidos de los confines del mun- do griego. Viajeros sempiternos —con el espiritu sutil que da la vida sin ataduras y el afan de anali- zarlo todo para mostrarlo en su entrafa—, no tenian arraigo ni compromisos. En la época en que Protagoras Hegé por pri- mera vez a Atenas (444 a. J. C.), la ciencia y la fi- losofia de la ahora vieja Jonia eran casi desconoci- das, - Por eso, los sofistas, que, cobraban por sus pene, comienzan vulgarizando el conocimien- fistas se arog ee Foto, los perspicaces = interés del Delisamntort reunstancia, El centro © jonico —el problema cos FW. Nestlé, Mistoria..., p. 93 i - t Escaneado con CamScanner pe LA FILOSOFEA DEL DERECHO on molégico— es desplazado por el centro de interés de la nueva Atenas, que esti siendo reconstruida (el problema antropoldgico). Y, ast, la ley, el no- mos, sustituye a la Physis o naturaleza. Lo que el hombre hace, interesa mas ahora que lo que es producido por la naturaleza. En un notable estudio, Nestlé resume asi un triple desplazamiento: 1°) El desplazamiento de los temas: de lo fi- sico a lo espiritual, y de-lo religioso y artistico a lo intelectual y racional; 29) El desplazamiento del auditorio: la prolon- gacién de la educacién en los jévenes y adultos; 3°) El desplazamiento del método: de las es- peculaciones deductivas a la induccién, con el con- siguiente giro hacia un relativismo creciente. 2. Los sofistas y el cambio Los sofistas, como no podia ser de otra manera, reflejan con fidelidad el clima de su tiempo. La Giecia se trasforma cada vez mds. Es la época del cambio. En un perfodo increiblemente breve, se producen acontecimientos verdaderamente catastré- ficos. La ceniza y la sangre se encuentran dema- siado cerca de Ja plata y del mérmol. La aparicin de abundante moneda, las Guerras Médicas, la cai- del régimen aristocratico y la lucha por instau- Escaneado con CamScanner 22 LA SOFISTICA ¥ EL onicey rar la democracia, con la consiguiente agitacign popular, se dan velozmente. Y en medio de todo ello, el triunfante régimen de Pericles, con la eclo- sién de la hegemonia ateniense, es una luz suma- mente vivida, tanto que los sofistas de todos los confines se sienten atraidos como las libélulas, y como ellas seran atrapados por el resplandor de Atenas. La trasformacién veloz, que es virtual revolu- cién, alverga dentro de si la lucha de las dos co- rrientes: la conservadora, aristocratica, partidaria del viejo régimen politico, y la renovadora, demo- crdtica, abierta a los nuevos vientos. Y, en el cen- tro del vértice, los sofistas. 3. Protégoras, los sofistas y la educacién. La justicia y el hombre Cuando llega Protagoras a Atenas, no obstante la connotacién peyorativa que tendra luego el vo- cablo sofista, es un hombre apreciado y respetado. Lo respeta y distingue Pericles, y lo respeta el pro- pio Sdcrates. Pero Protagoras hace publica confesién de su arte sofistico. Después de afirmar que ese arte es tan antiguo como Homero o Hesiodo, dice: “Yo afirmo abiertamente que soy un sofista.y un edu- Escaneado con CamScanner pE LA FILOSOF{A DEL DERECHO 23 cador’®. Y luego, refiriéndose a los jovenes, afia- de; “Junto a mi, el tnico objeto de estudio serd Jo que ellos vengan a buscar en mi. El objeto de la enseianza es la prudencia que todos deben tener para la administracién de su casa, y, en lo refe- rente a las cosas de la ciudad, la capacidad de Ile- varlas a la perfeccién por medio de las obras y de las palabras”. Dicho de otra manera: A los j6- venes se les debe ensenar a pensar, a hablar ya obrar correctamente, y a conducir los asuntos pri- cados y ptiblicos de la forma més correcta. Este es el objetivo de un sofista como Prota- goras: formar buenos ciudadanos, y educar a los jovenes en la virtud, en la excelencia (areté). Tan- to es esto asi, que desarrolla todo un mito para de- mostrarle a Sécrates que el arte de la politica, de la virtud ciudadana, de la excelencia de la vida de la ciudad, puede ser ensefiado. La maxima de oro es ésta: Todo hombre tiene parte en la justicia por el solo hecho de ser hombre. La educacién en el arte de la vida, el dominio de la vida, es un objetivo que no debe perderse de vista. Y la raiz democratica de Protigoras se encuentra en el hecho de que, en definitiva, acepta que la virtud se encuentra cuantitativamente, ad- mitiendo la validez de la opinién mayoritaria en 9 Chr. Platén, Protdgoras, 317, ¢. 1 Cfr. Platén, Protdégoras, 319, a. Escaneado con CamScanner - 1A sorisnca ¥ EL omen, Ja asamblea de la ciudad. Pero, por cierto i cantidad que nos da la virtud, debe basarse a la suma de buenas cualidades de los ciudadanos. Y cuando redacta la constitucién para la colonia griega de Turios, no vacila en Ilevar a la practica su ensefianza, haciendo que la propia ley estatuya su teoria en reglas imperativas: la ensefanza esco- lar es obligatoria para los hijos de los ciudadanos, y los maestros deben ser pagados por el Estado. C) Los sofistas y el derecho 1. La religidn y la conducta humana Todo el orden ético y la religién eran una sola y misma cosa en la época de Homero. Las teogo- nfas griegas absorbieron dentro de la religion a la moral, a las costumbres y al derecho. Es decir, todo aquello que era conducta humana, de una manera u otra, estaba dominado y reglado por la religién. Es probable que Ja guerra de Troya deba ubi- carse en el siglo xm a. J. C.; Hoimero, en el 1x, Y Hesfodo, en el vm. Pues bien: el orden social, para Homero, segin surge de la Iiada y la Odisea, Escaneado con CamScanner pE LA FILOSOFIA DEL DERECHO 95 mana de Themis, esposa de Zeus y consejera de éste, La fuente es apenas distinta del omnipotente dios que ordena el cosmos todo, y, por extensién, la naturaleza y los actos de los hombres. La cuestién tiende a cambiar en Hesfodo. En La teogonta aparece Dike —siguiendo siempre la concepcién antropomérfica— como portadora del derecho para difundirlo entre los hombres, junta- mente con sus hermanas Eunomia (el buen orden) y Eirene (la paz). Pero su labor se ve obstacu- lizada por Eris (la pendencia), Bia (la fuerza) e Hypbris (la incontinencia ) *. En Las obras y los dias, Hesiodo nos muestra un mundo regido por leyes (némoi) de origen di- vino. Advertimos, es cierto, un notorio progreso en las distinciones, ya que la naturaleza irracional es regida por Bia (la fuerza), mientras que el hom- bre —en su esencia racional— es gobernado por Dike (el derecho), que es descubierto al pasar a ser costumbre y legislacién ”. Y el proceso culmina, en esta primera etapa, con Soldn, electo arconte de Atenas en el afio 594 a.J.C. En sus Leyes trata de ganar un equilibrio, un orden legal equilibrado 0 Eunomia; pero, para que éste pueda perdurar, el astuto Solén hace 2 ty Hesiode, La teogonia, Hesiodo, Las obras y los dias, Escaneado con CamScanner | . LA SOF{sTICA Y EL ONIGEN Bia aliada de Dike. En otras palabras, la ley, en cuanto es justa, debe recibir el apoyo de la fuerza”, 2. Protdgoras, la religidn y la cultura (Acerca de los dioses) Al influjo de sus arraigados sentimientos reli- giosos, y gracias también a la victoriosa lucha por la supervivencia durante las Guerras Médicas, los atenienses se mostraron agradecidos a sus dioses. Durante la reconstruccién de Atenas quisieron dar pruebas de este agradecimiento, y, entre otros tem- plos, construyeron el Partenén. Quizé esto sea fru- to del azar; pero lo cierto es que el Partenén, co- menzado el afio 447 a. J. C., se concluye cuando estalla la fraterna Guerra del Peloponeso (431 a. J. C.). Protagoras, por su parte —probablemente, con breves intervalos—, segufa su ensefianza de sofista. Si bien es verdad que mucho de lo que afirma puede ser aceptado, también lo es que merece ser considerado el gran socavador de fundamenta- | les instituciones atenienses. A despecho del em- | pefio que ponen los arquitectos del Partendn para construirlo en lo alto de la Acrépolis, Protagoras ataca sistematicamente a la religiOn. En su libro Acerca de los dioses se revela como 13 A. Verdross, La filosofia..., p. 14, Escaneado con CamScanner DE LA FILOSOF{A DEL DERECHO 27 un tenaz escéptico, al decir: “No puedo saber de los dioses ni si existen, ni cual es su forma y natu- raleza. Pues hay muchos obsticulos en esta inves- tigacién: tanto la oscuridad de la cosa cuanto la brevedad de la vida humana”. No se detiene en esto solamente. La critica se extiende también a las representaciones religiosas, al culto y ala li- turgia. Se preocupa por estudiar el origen de Ia religién, y en su labor, que se expande a otras areas de la cultura, funda una verdadera filosofta de la cultura, basada en el examen profundo de todo lo que es producto del hombre. No escapa a sus andlisis un buceo en la naturaleza de las profecias, tan caras a los griegos, y su incursién las aniquila totalmente, cuando proclama que la razén y la comprensién son las “mejoras profetisas”. Desacraliza a la religién y la concibe como un producto cultural, como obra del hombre, de la misma manera que el arte, el lenguaje y el derecho. 3. El relativismo de Protdgoras. Su mdxima fundamental (Acerca de la verdad) Si Protagoras se hubiera limitado a atacar a la religion, habria construido solamente un Anti-par- ento citado por Didgenes Laercio. Edicién de textos, tas y bibliogratla por A. Capizzi, Le testimonianze. .. ne Escaneado con CamScanner 28 LA soristica y "AY EL ong; EN tenén en la conciencia de muchos ateniense, fan a, a que, en definitiva, habria sido ya extremadamey i. peligroso. Pero también atacéd a la Metafisi 7 que alrededor de medio siglo antes habia Riitlad el gran Parménides de Elea, nacido ca. 540 a Le ; Este filésofo, que escribia sus pensamientos en poe. mas, enuncia una premisa fundamental, una verdad primera, de la cual se deducen las demés: “py ser, es; el no ser, no es”. Esta premisa es el prin- cipio. de identidad (ontolégico y légico), y desde aht deduce las otras verdades: que el verdadero ser es tnico, es inmdvil, es eterno y es infinito Parménides habia llegado a esa conclusién ana- lizando las manifestaciones de Herdclito de Efeso (Asia Menor), nacido ca. el afio 544 a. J. C. Hera- clito habia sostenido que todo fluye, que todo cam- bia permanentemente, hasta tal punto que no nos podemos bafiar dos veces en un mismo rio. El ser es dindmico, es un constante devenir. Las cosas no son; devienen. Protagoras toma este ultimo partido. Influido por Herdclito —dice Platén—, en la obra Acerca de la verdad Protdgoras afirma: “El hombre es la medida de todas las cosas (chrémata), de las que son en cuanto son, y de las que no son en cuanto a 15 G, §. Kitk y J. E, Raven, Los fildsofos..., dan la fecha “© 515-510 a. J. C. fae 16 Cf, G. S> Kitk y J. E.-Raven, Los fildsofos.+» B 377 ¥ Escaneado con CamScanner pe EA FILOSO! {A DEL DERECHO 29 no son”. Con agudisima perspicaci Nestlé inter- reta este juicio en el sentido de ser, no wn juicio existencial, sino un juicio de valor. No se refiere, pues, @ las cosas concretas, sino a las cualidades de las cosas, a las instituciones y a las ordenaciones sociales". Las valoraciones humanas son simple- mente impresiones, y éstas no tienen valor absoluto alguno, cvalquiera sea el area que abarquen. 4. El principio de la relatividad de la ley Después de los principios formulados en Ia obras citadas, resultan obvias las consecuencias: si en materia de religién todo es invencién humana, y en el terreno metafisico nada hay absoluto, las leyes y costumbres (ndmoi) también son relativas y ala medida de cada pueblo y de cada sociedad. El contacto frecuente de los griegos con puec- blos diversos —sobre todo, a partir de las Guerras Médicas— apoya el argumento sobre base empirica. Jonios y lacedemonios, sicilianos y tracios, persas y egipcios, tienen entre sf gran disparidad de leyes y costumbres. Mas atm: a veces las leyes y cos- tumbres son contradictorias, cosa que hacia notar Euripides cuando citaba en el Eolo el caso del ma- WW. Nestlé, Historia... p. 118 y ss. —- i Escaneado con CamScanner 40 La SOFISTICA ¥ EL onigey trimonio entre hermanos, permitido por los egip- cios, y prohibido como un crimen entre los griegos, Las leyes y costumbres no devienen de la natu- raleza, sino de simples invenciones o de conven- ciones entre las partes. Su validez deja de ser abso- luta, y queda limitada en el espacio y en el tiempo. En otras palabras, en el campo del derecho, Proti- goras funda el principio de la relatividad de la ley. La negacién de un absoluto metafisico entraiia como su legitima consecuencia, segin el sofista, la afirmacién de la relatividad del juicio de valor, y de ello se sigue la relatividad de la ley, la que queda reducida a una simple funcién reguladora de la vida social. 5. El advenimiento de la filosofia del derecho Como se advierte, Protagoras asesté un golpe mortal a la concepcién de vida de los griegos, qué estaban consustanciados con Homero y Hesiodo. Aniquilado el sentimiento religioso, tanto la moral como el derecho se independizaron. Lo moral y lo juridico aparecen como lo con- veniente o util en un momento dado. Cada pueblo tiene y crea su derecho. No existe un derecho na- tural absoluto; existe solamente un derecho positive variable. Con esto habia nacido la filosofia del Escaneado con CamScanner 3L DE LA FILOSOFLA DEL DERECHO a que, en alguna medi- derecho como una disciplin a epcién pu- da, sustituia a la metafisica, en esta conc ramente pragmatica. El orden social se hace posible, porque el hom- bre crea el sentimiento de moralidad (aidés y di- ké). Este orden no es, en manera alguna, antina- tural; es un orden tan conveniente como lo es el orden fisico en la naturaleza. El ndémos, total- mente despojado de toda connotacién religiosa, deja de ser orden divino, para ser simplemente un orden humano. Si quisiéramos resumir las consecuencias dé esta postura, podriamos hacerlo asi: 19) Orden religioso: prédica del ateismo. Los dioses no admiten su existencia desde el punto de vista racional; 2°) Orden natural: prédica de la explicacién ra- cional mediante el principio de causalidad. No obstante, la verdad aparece como inalcanzable, y asoman por doquier un subjetivismo y un relativis- mo proclives al escepticismo '; 3°) Orden social: prédica de un orden conven- cional que exagera la autonomia del individuo con- tra la sociedad. Por consiguiente, la critica social muerde en la costumbre y en la ley para relativi- zarlas. Todo ello produce una constante y perma- 18 A, Truyol y Serra, Historia..., p. 85. Escaneado con CamScanner 32 La soristica y ry, ontcE: s inst nente inconformidad en el individuo, que se ty, duce en un aluvion de reformas. Las instituciones politicas sufren asi también las consecuencias !° Como se ve, los sofistas produjeron un cambio eq las estructuras, como lo propugnan algunos hombres de nuestros dias. Pero el proceso escapara de sus 19 E, Wolf, El ovigen..., tH goras, Fragmentos..., con trad. del griego, introduccién y noias gaael José Barrio Gutiérrez, que en Ia nota 62 (p. 85-86) dice: “En este texto Cicerén, como ha sido demostrado por Untersteiner, se opone a las tesis protagéricas sobre Ja naturaleza del derecho. Pata el sofista no existe el derecho natural, y toda norma es producto del convencionalismo social. Por el contrario, Cicerén defiende la exis- tencia de un derecho y una moral naturales, y por tanto, inmutables, Se ha intentado reconstruir cual seria, siquiera de un modo mado, el texto de Protigoras que dio lugar a la réplica de Ci y que apareceria incluido en el texto ciceroniano a que aludimos; y ésta ha sido la reconstruccién del texto del filésofo griego: ‘El derecho tiene su fundamento en el deseo de los pueblos, en los decretos de los gobernantes y en las sentencias de los jueces; es, cn consecuencia, aprobado por los votos o los decretos de la mayoria. on ‘Tan grande es el poder de las sentencias y de los deseos, que lt naturaleza de las cosas es modificada por el voto. La ley puede hacer justo lo que es injusto. Es la opinién la que dictamina Jo que es moral y lo que es inmoral. La perfeccién de un azbol o de un caballo depende de la opinién; si la perfeccién en general de- p. 134 y ss. — Chr. Proti- pende de la opinién, igualmente les sucederd a sus especies. as cualidades naturales, y las virtudes y los vicios de que ellas deviva gdeberin ser juzgadas de modo distinto? Indudablemente, si- cnalidades naturales derivan de Ja naturaleza misma; las vistudes 5 iW los vicios deben juzgarse con otro criterio. Lo moral y lo once | no tienen que ser referidos a la naturaleza, El bien depende de © opinién. Existe phualidad de opiniones y disensién entre los hombre’: 3 y, dado que no acontece lo mismo con relacién a los sentidos, a mos con razén que éstos son veraces por naturaleza. Por el cone a consideramos que aquéllas son producto de la imaginacién, ¥* ae 8 manifiestan en unos de una manera, y en otros, de otra, pero zi de un mismo modo. La madre, la nifiera, el maestro, © Por Escaneado con CamScanner DE LA FILOSOFEA DEL DERECHO 33 manos y se volverd contra ellos. Y, como ocurre siempre en estos casos, todo acabaré con un con- quistador extranjero. D) Naturaleza y Derecho. La contraposicién de Physis y Némos 1. La filosofia de la cultura y la filosofia del derecho En lo que ataiie al derecho, se ha dicho que la toma de conciencia, la toma de razén y la hiper- critica conducen a una filosofia de la cultura, en detrimento del interés por la naturaleza. Y, para- lelamente a esa filosofia de la cultura, se desarrolla —como parte de ella— una filosofia del derecho. Ademas de Protagoras, muchos otros sofistas concurren a ese objetivo. No quiere decir que to- dos hayan opinado lo mismo. Muy por el contra- rio, obedeciendo a su ley disgregante, a veces las ideas son de lo mas dispares ™. teatro, informan y modelan Jas almas maleables e, inexpertas que han recibido’”, - El texto de Cicerén: Sobre las leyes, 1, XVI-XVU, 43-47. 20 F. Elias de Tejada, Historia..., p. 72 y- ss. Escaneado con CamScanner LA soFistica y yy 34 AY EL onicpy, 2. Prédico de Ceos Prédico, nacido probablemente entre los afios 470 a 460 a. J. C,, en la isla de Ceos, perteneciente a Ja segunda generacién de sofistas y discipulos de Protagoras, sostuvo que es falsa la oposicién entre Physis y Némos. La naturaleza y el derecho no son, necesariamente, opuestos. El pensamiento de Prédico acerca de la virtud es desarrollado en un famoso apdlogo denominado “Hércules en la encrucijada”. La virtud y el vicio se disputan a Hércules, y éste, finalmente, decide y lo hace por la virtud. EI apdlogo mencionado contiene la médula de la ética de Prédico. Algunas de sus sentencias son famosas: “Nada que sea bueno y hermoso conce- den sin trabajo y esfuerzo los dioses a los hombres”. “Ninguna accién bella, sea divina o humana, tiene lugar sin mi ayuda (virtud)”. En lo que nos interesa, José Barrio Gutiérrez nos resume, en su prdlogo a los fragmentos, las ideas fundamentales, diciendo que “tanto la natu- raleza como la ley —en Prddico— exigen la pric- tica de la virtud”2!, Es decir, naturaleza y derecho no estan en contraposicién, sino en una misma linea continua. 2 Chr Prédico ¢ Hippias, Fragmentos...., con trad. del grie6® prélogo y notas de José Barrio Gutiérrez, p, 23-24. Escaneado con CamScanner DE LA FILOSOF{A DEL DENECHO 35 3. Hippias de Elis Por el contrario, Hippias de Elis, nacido en Elis hacia el afio 443 a. J. C., perteneciente también a la segunda generacién de sofistas, abraza lo que fue una caracteristica general de la sofistica, contra- poniendo la Physis y el Némos, la naturaleza y Ja ley *. Para Hippias, la ley positiva es una convencién humana. Las verdaderas leyes son las leyes no escritas (dgrafoi némoi); tienen validez en todos los paises, porque derivan de la propia naturaleza del hombre. En consecuencia, el derecho positivo, que no se conforma con el derecho natural, es efimero en su contenido, pues las leyes son a menudo dero- gadas y sustituidas por otras. En verdad, esta con- traposicién —acotamos nosotros— no hace sino re- saltar la universalidad y la validez de la ley natu- ral, pues si la ley positiva no se conforma con la natural, se torna meramente convencional y no ab- solutamente valida. José Barrio Gutiérrez encuentra el fundamento de la distincién en el relativismo de Hippias, que - 2 Jenofonte, Memorias, IV, 4, 5 y ss., recogié, en dialogo entre Hippias y Sécrates, las ideas fundamentales que llegaron hasta nosotros. La otra fuente, como se sabe, es Platén, Escaneado con CamScanner ' | | » LA soristica y yy, Oni GEN le hace destacar dos tipos de Conocimientos ¢ tintos: . 1°) El conocimiento matematico, que es absoly to (necesario y universal); 2°) El conocimiento axioldgico, con “matiz so- ciolégico”, que es relativo, ya que “lo justo y lo in- justo varian segtin los individuos y pueblos”, Nestlé opina que Hippias predica “en cierto sen- tido la vuelta a la naturaleza”. “Ya él contrapone un derecho natural al dominio violento del dere- cho positivo y la costumbre”™, Es decir, lo ideal seria una ley positiva equilibrada por la ley na- tural. 4. Antifonte Hippias es seguido por Antifonte (segunda ge- neracién), autor de una obra titulada La verdad. Partiendo de la contraposicién del ser y la aparien- cia, contrapone también la Physis y el Némos. Las leyes de la naturaleza son necesarias y rE neas, mientras que el derecho positivo es obra ae la convencién, sus leyes son arbitrarias eter les, un encadenamiento de la naturaleza””. *° 2 Jenofonte, Memorias, cit., p. 40-41. 24 W. Nestlé, Historia. p. 129-31. 25 W. Nestlé, Historia..., p. 139. Escaneado con CamScanner DE LA FILOSOV{A DEL DERECHO 37 eso, el derecho positivo, en cuanto se opone al de- recho natural, merece ser violado. 5. Conclusion Todo esto, en definitiva, nos hace pensar que | la contraposicién entre Physis y Némos era mas | bien una postura con raices metafisicas. Dicho en- frentamiento es advertido por el hombre como fruto de la cultura, y se desarrolla con ella; pero, a la postre, se propugna que el hombre, para no per- derse en esa misma cultura, no debe olvidar el fin sefialado por la naturaleza. En otras palabras, si bien nos encontramos con que, a veces, naturaleza y ley se contraponen, debemos equilibrar a ésta con el fin perseguido por aquélla. En conclusién, la contraposicién no es real en el pensamiento de estos sofistas. Es advertida en la realidad social y ansian corregirla **, 2% Cfr., también, el pensamiento de Gorgias y Critias. También han sido publicadas: Gorgias, Fragmentos..., y Critias, Fragmen- tos... (En ambos casos, con prélogo de José Barrio Gutiérrez.) — El especialista W. Jaeger, en Los origenes, dice que “el rasgo dominante del pensamiento juridico griego, desde sus comienzos hasta las altas cumbres de la filosofia juridica, consistié en referir la ley y el dere- cho al ser; es decir, a la unidad objetiva del mundo en cuanto cosmos, en cuanto orden ontolégico y permanente de cosas que_al propio tiempo es el orden ideal de todos los valores, y el funda- mento de la vida y de la libertad del nombre occidental descansa sobre esta construcciin grie’ Toda una tradici clisica del mundo Miia eo I Escaneado con CamScanner

You might also like