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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1147/2015-S2

Sucre, 23 de noviembre de 2015

SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: Juan Oswaldo Valencia Alvarado
Acción de cumplimiento

Expediente: 11116-2015-23-ACU
Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución de 18 de mayo de 2015, cursante de fs. 97 a 100,


pronunciada dentro de la acción de cumplimiento interpuesta por Genara
Vargas Vda. de Heredia contra Reynaldo Cristóbal Amurrio Reyes,
Registrador de Derechos Reales (DD.RR.) de Cochabamba.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 17 de abril de 2015, cursante de fs. 15 a 16 vta., la


accionante expresó lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Señala que con su esposo Alberto Heredia Ayala, adquirieron un lote de terreno de
1000 m2, ubicado en la zona de Chávez Rancho, Pampa Grande, camino antiguo a
Quillacollo, actualmente avenida Capitán Víctor Ustáriz, el que se registró en DD.RR.
a fs. 368, partida 1432, del Libro Primero “B” de propiedades de la provincia
Cercado, el 13 de diciembre de 1977, folio real con matricula 3.01.1.01.0038863.
Al fallecimiento de su esposo, tuvo que regularizar sus documentos ante la
municipalidad, tramitando la declaratoria de herederos en la que se le declaró
heredera forzosa, salvando el juez los derechos de sus hijos, registrando el inmueble
a su nombre pero con acciones y derechos en favor de sus hijos como si hubieran
sido declarados herederos, documentación que presentada en la municipalidad para
continuar con el trámite de regularización exigía la presencia de sus hijos o poder
suficiente para realizar estos trámites, quienes actualmente radican en el exterior
de país.

Advertida del error cometido en DD.RR. al haber registrado la declaratoria de


herederos en acciones y derechos y no como propietaria del cien por ciento del

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inmueble, el 5 de marzo de 2015, por memorial dirigido al Registrador de DD.RR.
solicitó que a través de una sub-inscripción se rectifique este error en aplicación del
art. 1029 del Código Civil (CC), pedido que fue rechazado con base en los arts.
32 y 42 del Decreto Supremo (DS) 27957 de 24 de diciembre de 2004, sin mencionar
el art. 1029 del CC, al que hizo referencia respecto al plazo para aceptar la herencia
en forma pura y simple, en tal razón el 26 de marzo de 2015 solicitó nuevamente
que fundamente su rechazo, a lo que le manifestó verbalmente que se atiene a lo
manifestado a su anterior memorial sin dar una respuesta escrita a este último.

Aduce que su esposo falleció el 1 de septiembre de 1976 y a la fecha ninguno de


sus hijos aceptó la herencia en forma pura y simple, tampoco la han rechazado,
habiendo transcurrido más de treinta y ocho años siendo ella la única heredera, pero
por cuestión legal en la declaratoria de herederos le indicó al juez sobre la existencia
de todos los hijos habidos en matrimonio, por lo que el juez la declaró heredera,
salvando los derechos de sus hijos, no obstante haber prescrito el mismo; situación
que le perjudica, por una errónea interpretación legal de DD.RR. sobre derechos
sucesorios.

I.1.2. Norma legal supuestamente incumplida

La accionante estima como aparentemente incumplidos los arts. 1029 y 1053 del
CC.

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela, disponiendo que el registrador de DD.RR. de


Cochabamba rectifique el error cometido y registre su derecho como dueña total del
inmueble y no como acciones y derechos.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

La audiencia pública se realizó el 18 de mayo de 2015, según acta cursante de fs.


95 a 96, produciéndose los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

La accionante, a través de su abogado, en audiencia ratificó íntegramente los


términos expresados en su demanda.

I.2.2. Informe de la autoridad demandada

Reynaldo Cristóbal Amurrio Reyes, Registrador de DD.RR. de Cochabamba, a través


de informe escrito cursante de fs. 93 a 94, y en audiencia expresó lo siguiente: a)
El inmueble referido con matrícula 3011010038863, en el que se encuentra
registrada la declaratoria de herederos con escritura judicial de 20 de junio de 2014,
dictado por la titular del Juzgado Décimo de Instrucción en lo Civil y Comercial del
departamento de Cochabamba. La autoridad judicial que conoció la causa, en la
parte resolutiva declaró heredera en acciones y derechos a la sucesión de Alberto
Heredia Ayala a su esposa Genara Vargas Vera, salvando los derechos de sus hijos
Juan, Mateo Alberto, Benita Paulina, Jorge Víctor, René Orlando, Maria Elena y
Daniel Henry, todos, Heredia Vargas sin perjuicio de terceras personas que acrediten
tener igual o mejor derecho; b) La accionante solicita se consigne la porción de su
derecho de acciones y derechos con el cien por cien como debe ser, por haber
pagado el cien por cien del derecho sucesorio, indicando que sus hijos no se
declararon herederos, empero la oficina de DD.RR. aclara que por la vía de sub- 2
inscripción, procede de oficio cuando el error es cometido por ésta; c) Según el
Manual de Procedimientos Técnico Jurídicos de Derechos Reales, caso 1.1.3, indica
“si el título constitutivo no indica los porcentajes o fracciones definidos a momento
de realizar la inscripción, en la columna proporción se debe colocar ‘A/D’ (significa
acciones y derechos)” (sic). Rechazada la solicitud de sub-inscripción por Auto de
18 de marzo de 2015 la interesada deberá acudir a la vía legal pertinente hasta
agotarla; y, d) Como Registrador de DD.RR. su labor esta restringida a la publicidad
de los actos jurídicos y no así a la interpretación de la norma, la que debe ser
aplicada por orden judicial, añade que el inmueble tiene un gravamen de $us3 000.-
(tres mil dólares estadounidenses).

I.2.3. Resolución

La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba,


constituido en Tribunal de garantías, a través de la Resolución de 18 de mayo de
2015, cursante de fs. 97 a 100, denegó la tutela solicitada, determinación asumida
con base en los siguientes fundamentos: 1) La acción de cumplimiento conforme a
la uniforme jurisprudencia constitucional ha establecido de acuerdo al texto del art.
134 de la Constitución Política del Estado (CPE), tiene por objeto garantizar la
materialización de la Constitución y la ley, protegiendo de esa manera el principio
de legalidad y supremacía constitucional, la seguridad jurídica y a su vez, de manera
indirecta, derechos fundamentales y garantías constitucionales, citando al efecto las
SSCC 0258/2011-R de 16 de marzo y 1292/2012 de 19 de septiembre; 2) La
accionante no precisó cuál es la norma específica que debió haber cumplido el
Registrador de DD.RR., que contenga un mandato vigente, cierto y claro, sin que
esté sujeto a controversia compleja ni a interpretaciones dispares y constituya un
deber ser ineludible, de cumplimiento obligatorio e incondicional, por el que la
autoridad demandada pueda dar curso a la petición de la accionante de registrar el
100% de acciones y derechos del bien inmueble sucesorio solo a su favor, obviando
una declaración judicial expresa existente, que fue pronunciada en un proceso
judicial voluntario; 3) En cumplimiento de lo dispuesto por la autoridad judicial en
el Auto motivado de 20 de junio de 2014 y lo dispuesto por el manual de
procedimientos técnico jurídicos del registro de DD.RR., caso 1.1.3 el Registrador
de DD.RR. procedió al registro de la referida declaratoria de herederos, salvando
los derechos de los hijos del causante, por tanto en acciones y derechos no
definidos; y, 4) Si bien la accionante alega que han transcurrido treinta y ocho años
desde el fallecimiento del causante, citando disposiciones del Código Civil sobre la
sucesión hereditaria de sus hijos, se declaró heredera el 20 de junio de 2014,
pretendiendo equivocadamente que el Registro de DD.RR. defina sobre derechos
reales cuando su labor se restringe a la publicidad de los actos jurídicos que
constituyan, transmitan, modifiquen, limiten o extingan derechos reales, conforme
el mandato del art. 1538 del CC. No existe evidencia que demuestre objetivamente
que la autoridad demandada incumplió un deber definido en alguna disposición legal
concreta, clara, expresa y menos que le otorgue atribución de invadir facultades que
no le competen, la accionante no indicó cual la disposición legal, que con las
características anotadas precedentemente debió ser cumplida por el Registrador,
limitándose a señalar lo regulado por los arts. 1023, 1029, 1032, 1033 y 1053 del
CC y los arts. 32 y 42 del DS 27957, normativa que solo puede ser aplicada en forma
voluntaria por los propios interesados o por la jurisdicción ordinaria al definir sobre
su derecho sucesorio.

II. CONCLUSIONES

Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se


establece lo siguiente:

II.1. A través del folio real con matrícula 3.01.1.01.0038863, Genara Vargas Vera
Vda. de Heredia, tiene acreditado su derecho propietario registrado el 28 3
de agosto de 2014, sobre el inmueble ubicado en la zona Chávez Rancho,
Pampa Grande, Cantón Itocta, con una superficie de 1000 m2., del
departamento de Cochabamba. Registro que responde a la declaratoria de
herederos, efectuada ante el Juzgado Décimo de Instrucción en lo Civil y
Comercial del departamento de Cochabamba, de su esposo Alberto Heredia
Ayala, salvando los derechos de sus hijos Juana, Mateo Alberto, Benita
Paulina, Jorge Víctor, René Orlando, María Elena y Daniel Henry, todos,
Heredia Vargas, sin perjuicio de terceras personas que acrediten tener igual
o mejor derecho (fs. 2 a 10).

II.2. En atención a la solicitud de sub-inscripción de la accionante por Resolución


de 18 de marzo de 2015, el Registrador de DD.RR. de Cochabamba negó
dicho pedido, fundamentando su negatoria en las previsiones contenidas en
los arts. 32 y 42 del DS 27957, solicitud que fue reiterada mediante memorial
de 26 de marzo de 2015 (fs. 13 y 14 vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La accionante alega que el Registrador de DD.RR. de Cochabamba omitió su deber


de cumplir lo dispuesto por la norma prevista en los arts. 1029 y 1053 del CC,
referidas al plazo para aceptar la herencia; toda vez que no obstante solicitarle
proceda a la sub-inscripción de su derecho propietario sobre la totalidad del bien
inmueble registrado a su nombre y no -como acciones y derechos-, como si sus hijos
hubieran aceptado la herencia, a fin de rectificar la mala interpretación legal y el
error cometido sobre el registro de derechos sucesorios, petición a la
que el demandado se negó por Resolución expresa.

En consecuencia, corresponde examinar en revisión, si tales extremos son


evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela impetrada.

III.1. La acción de cumplimiento y sus alcances

La acción de cumplimiento ha sido diseñada como un proceso constitucional,


en razón a su configuración constitucional y no solo a través de una ley;
tiene existencia autónoma y está destinada a resolver controversias en
materia constitucional. En este contexto el constituyente mediante esta
nueva acción de defensa busca dar eficacia al ordenamiento jurídico, a
través de la exigencia a las autoridades y a los particulares que desempeñen
funciones públicas, de ejecutar materialmente las normas contenidas en las
disposiciones constitucionales y en las leyes, con el objeto de garantizar la
ejecución de la norma omitida. En ese sentido el art. 134.I de la CPE, estipula
lo siguiente: “La acción de cumplimiento procederá en caso de
incumplimiento de disposiciones constitucionales o de la ley por parte de
servidores públicos con el objeto de garantizar la ejecución de la norma
omitida”. En concordancia con dicha previsión constitucional, el art. 64 del
Código Procesal Constitucional (CPCo), prevé que esta acción tiene por
objeto garantizar la ejecución de la norma constitucional o legal, cuando es
omitida por parte de servidoras o servidores públicos u órganos del estado.

A este efecto, el art. 134.II de la CPE, establece que en la tramitación de la


acción de cumplimiento, se aplicará el mismo procedimiento establecido para
la acción de amparo constitucional, disponiendo en el parágrafo III del
mismo artículo, que la resolución final será pronunciada en audiencia
pública, inmediatamente recibida la información de la autoridad demandada
y, a falta de está, sobre la base de la prueba aportada por el accionante. En
consecuencia, si la autoridad judicial encuentra cierta y efectiva la demanda,
declarará procedente la acción y ordenará el cumplimiento inmediato del
4
deber omitido; decisión que será elevada, de oficio, en revisión ante el
Tribunal Constitucional Plurinacional, en el plazo de veinticuatro horas, sin
que por ello se suspenda la ejecución de lo resuelto por el juez o tribunal de
garantías.

La jurisprudencia constitucional contenida en la SC 0258/2011-R de 16 de


marzo, respecto a la naturaleza jurídica de la acción de cumplimiento, señaló
que: “…la acción de cumplimiento está configurada como un verdadero
proceso constitucional, por las siguientes razones: i) Está configurada
procesalmente por la Constitución Política del Estado; ii) Su conocimiento
y resolución es de competencia de la justicia constitucional; iii) Tiene como
objeto -conforme se verá- garantizar el cumplimiento de la Constitución y
la ley y, en tal sentido, protege el principio de legalidad y supremacía
constitucional y la seguridad jurídica; y, iv) Tutela de manera indirecta
derechos fundamentales y garantías constitucionales (…).

La acción de cumplimiento está integrada por una serie de actos de


procedimiento como la demanda, el informe, la audiencia, la resolución y
posterior revisión por el Tribunal Constitucional, que configuran un
proceso constitucional autónomo, de carácter extraordinario, tramitación
especial y sumaria, en el que se reclama la materialización de un deber -
constitucional o legal- omitido, existe en tal sentido una pretensión, partes
discrepantes, un procedimiento específico conforme al cual se desarrolla la
acción, y un juez o tribunal que resuelve otorgar o denegar la tutela.

Cabe resaltar que esta garantía constitucional jurisdiccional está prevista


en nuestra Constitución como una acción de defensa, entendiéndola como
la potestad que tiene toda persona -individual o colectiva- de activar la
justicia constitucional en defensa de la Constitución Política del Estado y
de las normas jurídicas, ante el incumplimiento de deberes concretos
contenidos en ellas. Es una acción sumaria, ágil y expedita a favor del
ciudadano, cuyo conocimiento compete a la jurisdicción constitucional,
que tiene por finalidad garantizar el cumplimiento de las normas
constitucionales y legales, otorgando seguridad jurídica y materializando el
principio de legalidad y supremacía constitucional; de ahí que también se
configure como componente esencial del subsistema garantista,
ampliamente mejorado debiendo invocarse ante el incumplimiento de
deberes específicos previstos en la Constitución y en la Ley”.

Sobre esta acción, el profesor José Antonio Rivera Santiváñez, señala que:
“es un proceso constitucional que tiene por objeto hacer cumplir, por la
autoridad pública, un mandato imperativo impuesto por el ordenamiento
jurídico, en aquellos casos en los que de manera injustificada incumple o se
resiste a cumplirlo”; complementando este concepto, el indicado autor, en
lo relativo a la naturaleza jurídica y las características de esta acción sostiene
que, “a través de la sustanciación de la acción de cumplimiento se persigue,
de un lado, que la autoridad judicial competente, verificada la inacción o
renuencia de la autoridad pública con respecto a un deber imperativo
impuesto por el ordenamiento jurídico, declare la ilegalidad de esa conducta
omisiva y expida un mandato expreso para que la autoridad pública cumpla
con su deber; y de otro, que esa autoridad judicial haga cumplir su
determinación para restablecer la situación jurídica alterada y restablecer los
derechos fundamentales que hubieren sido vulnerados con esa conducta”.

También es necesario considerar que la acción de cumplimiento no tiene por


objeto la protección de derechos subjetivos de manera directa, así la SCP
0862/2012 de 20 de agosto, dejó sentado el siguiente precedente:
5
“’La jurisprudencia constitucional boliviana por su parte sostiene que: la
acción de cumplimiento ‘…puede estar directa o indirectamente vinculado
a la lesión de derechos fundamentales o garantías constitucionales…’ (SC
258/2011-R de 16 de marzo), en este sentido, si bien la realización y
efectivo cumplimiento de las disposiciones constitucionales y legales se
constituye en una condición necesaria para el ejercicio de los derechos, no
por ello podría concluirse que la acción de cumplimiento tenga como
propósito la tutela de derechos subjetivos, sino en todo caso, el derecho
objetivo de defender la eficacia de las normas conforme lo dedujo el
Tribunal Constitucional Peruano en la sentencia 0168-2005-PC/TC’.

(…)

Sin embargo, debe aclararse que los derechos fundamentales están


desarrollados por la ley, por lo que al cumplirse ésta también es posible
que pueda tutelarse derechos pero no en su dimensión subjetiva sino en
su dimensión objetiva, es decir, que la acción de cumplimiento puede
otorgar la tutela de un derecho en su dimensión objetiva de manera
directa o indirecta, pero la tutela que puede conceder a un derecho en su
dimensión subjetiva siempre es indirecta, aspecto que permite diferenciar
a la acción de cumplimiento del amparo constitucional por omisión.

Este razonamiento ha sido acogido en la SC 1765/2011-R de 7 de


noviembre, que diferenció entre la acción de cumplimiento y el amparo
constitucional por omisión sosteniendo que la garantía del cumplimiento
de la normativa: ‘…responde precisamente a una visión de ‘construcción
colectiva del Estado'… De lo expresado precedentemente, puede
establecerse una diferencia esencial entre la acción en análisis y las
acciones de libertad, amparo y protección de privacidad, toda vez que
estas últimas, son acciones tutelares cuyo objetivo es el resguardo a
derechos fundamentales pero sin una afectación o incidencia directa en la
colectividad…’”.

III.2. Sobre la procedencia e improcedencia de la acción de


cumplimiento

Sobre el punto la SCP 0680/2013 de 3 de junio, realizó la siguiente


interpretación: “La norma prevista por el art. 134.I de la CPE, que
consigna a la acción de cumplimiento, prevé tres elementos constitutivos
de la regla de procedencia de esta acción; el primero, referido a la
conducta que da lugar a la procedencia de la acción tutelar, definiendo
que será el incumplimiento; el segundo, relacionado con el objeto
incumplido, determinando que son las disposiciones constitucionales o de
la ley; y el tercero, referido al protagonista de la conducta de
incumplimiento, definiendo que son los servidores públicos.

De acuerdo al autor José Antonio Rivera Santiváñez, respecto al primer


elemento constitutivo; es decir, la conducta que da lugar a la procedencia
de la acción de cumplimiento; se puede inferir que la acción de
cumplimiento procederá cuando se produzca una conducta de
incumplimiento de disposiciones constitucionales o de la ley. Ello supone
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que el servidor público que asuma una conducta renuente u omisiva ante
un deber impuesto por disposiciones de la Constitución o de una Ley
(nacional, departamental o municipal) dará lugar a la procedencia de la
acción de cumplimiento.

Este autor señala que: ‘Debe entenderse que se trata de una conducta
deliberada y manifiesta del servidor público, toda vez que dada la
naturaleza subsidiaria de esta acción, la condición de admisión es que
previamente se haya intimado al servidor público, por la vía administrativa
o judicial, el cumplimiento de la disposición constitucional o de la Ley, y
que éste haya rechazado expresamente o no haya respondido a la
solicitud, incurriendo en silencio administrativo negativo’.

Por su parte, con relación al segundo elemento constitutivo de la norma,


es decir, el objeto de cumplimiento, el citado autor refiere lo siguiente:
‘Cabe aclarar que esta acción no ha sido prevista para lograr, mediante
una orden judicial, el cumplimiento del deber general de acatar y cumplir
la Constitución y las leyes; se entiende que, en coherencia con su
naturaleza jurídica, esta acción tiene por finalidad hacer cumplir un
mandato, deber u obligación imperativamente impuesto por la norma
constitucional o legal; que se trate de un mandato, deber u obligación no
sujeto a condición alguna, y que de manera indubitable y directa emerja
de la norma constitucional o legal’.

Ahora bien, la norma prevista por el art. 134.I de la CPE, consigna una
cláusula abierta e indeterminada; toda vez que, hace referencia a
‘disposiciones constitucionales o de la Ley’. Realizando la interpretación de
la norma, con relación a las normas constitucionales, se tiene que, el
significado normativo que se debe asignar a la alocución empleada hace
referencia sólo a aquellas disposiciones previstas por la Constitución
Política del Estado que imponen mandatos u obligaciones imperativos a los
servidores públicos no sujetos a condiciones para su cumplimiento.

Finalmente, respecto al último elemento constitutivo de procedencia de la


acción de cumplimiento; es decir, el protagonista de la conducta de
incumplimiento; la norma prevista por el art. 134.I, que crea esta acción
tutelar es clara y precisa al definir que el protagonista de la conducta
renuente u omisiva es el servidor público”.

Complementado las causales de improcedencia de esta acción de defensa,


el Código Procesal Constitucional, en su art. 66, ha previsto las siguientes:

“Articulo 66. (Improcedencia). La Acción de Cumplimiento no


procederá:

1. Cuando sea viable la interposición de las acciones de Libertad,


Protección de Privacidad o Popular.
2. Cuando el accionante no haya reclamado previamente y de manera
documentada a la autoridad accionada, el cumplimiento legal del
deber omitido.
3. Para el cumplimiento de sentencias judiciales que tengan autoridad
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de cosa juzgada.
4. En procesos o procedimientos propios de la administración, en los
cuales se vulneren derechos y garantías constitucionales, tutelados
por la Acción de Amparo Constitucional.
5. Contra la Asamblea Legislativa Plurinacional con la intención de
exigir la aprobación de una Ley”.

III.3. Análisis del caso concreto

A partir de lo desarrollado precedentemente, de la revisión y análisis del


caso concreto, se tiene que la presente acción de cumplimiento no es
procedente por las siguientes razones:

Respecto a la procedencia de este mecanismo tutelar, se tiene que, en el


presente caso no se presentan los tres elementos constitutivos que hacen a
la acción de cumplimiento y que fueron desarrollados en el Fundamento
Jurídico III.2 del presente fallo; pues, si bien se ha identificado a la
autoridad demandada como funcionario público (Registrador de DD.RR. de
Cochabamba), que es el último de los elementos; no se cumplieron las
reglas previstas por los otros dos, referidos tanto a la conducta que da lugar
a la procedencia de la acción como al objeto incumplido.

En efecto, en el planteamiento de la problemática presentada en este caso,


no se ha identificado correctamente cuál fue la conducta que dio lugar a la
procedencia de la acción de cumplimiento; pues, la aparente falta de
aplicación de lo previsto por los arts. 1029 y 1053 del CC, no se constituye
en una omisión de cumplimiento de un deber imperativamente impuesto a
la autoridad demandada; ya que, la renuencia y mala interpretación a la
que se hace referencia en la presente acción, se da respecto a la aplicación
de cierta normativa, que según la accionante, es aplicable a su caso
concreto; pero que de ninguna manera se trata de alguna clase de
“mandato” de cumplimiento obligatorio en relación a las competencias
impuestas a la autoridad demandada en su calidad de Registrador de
DD.RR. de Cochabamba. Por tanto, se tiene que en el problema planteado,
no existe ninguna conducta renuente que dé lugar a la procedencia de esta
acción.

En cuanto al segundo elemento constitutivo de procedencia; es decir, el


objeto de cumplimiento; éste tampoco existe; ya que, como se mencionó
antes, la acción de cumplimiento tiene por finalidad hacer efectivo un
mandato, deber u obligación imperativamente impuesto por la norma
constitucional o legal, no sujeto a condición alguna; sin embargo, en el
presente caso, la accionante denuncia el incumplimiento de normas de
aplicación general referidas a un derecho fundamental y al procedimiento
que rige para los casos de bienes adquiridos o transmitidos por sucesión
hereditaria y la forma y tiempo de su aceptación; sin tener en cuenta que
las mismas de ninguna manera se constituyen en mandatos u obligaciones
imperativas respecto a la autoridad demandada, que en caso de
incumplimiento, den lugar a la procedencia de esta acción; pues, en todo
caso, la sucesión hereditaria de bienes está sujeta a lo establecido al
respecto en la referida norma sustantiva de la materia, empero, el
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procedimiento para la ejecución de dichos preceptos legales contenidos en
el Código Civil, están previsto en la norma procesal civil, los cuales deberán
sustanciarse y tramitarse ante la autoridad jurisdiccional correspondiente.

Téngase presente que, esta vía tutelar no ha sido prevista para lograr,
mediante una orden judicial, el cumplimiento del deber general de acatar y
cumplir la Constitución y las leyes; por lo que la accionante no puede
pretender, a partir de la presentación de esta acción, que la autoridad
demandada proceda a la sub-inscripción de un derecho real en su favor,
cuando existen derechos y acciones en favor de otros, declarados por la
autoridad jurisdiccional a través de la declaratoria de herederos, sobre los
cuales, en caso de no estar de acuerdo, corresponderá acudir a la autoridad
jurisdiccional a objeto de obtener su pronunciamiento y no al Registrador
de DD.RR. como pretende la accionante desacertadamente.

Debe advertirse que, tal como se desarrolló en el Fundamento Jurídico


III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, y la SCP
0862/2012 de 20 de agosto, la acción de cumplimiento no tiene por objeto
la tutela de derechos subjetivos, sino la efectivización de los mandatos
constitucionales y de orden legal, y sólo indirectamente se logra dicha
tutela, en aquellos casos en los que la vulneración del derecho sea el
resultado directo de una omisión o renuencia ilegal de un servidor público a
cumplir un deber imperativamente impuesto por la Constitución Política del
Estado o las leyes.

Consecuentemente, para los casos de restricción o supresión ilegal o


indebida de los derechos fundamentales y garantías constitucionales por
acciones u omisiones de las autoridades públicas o de particulares, está
prevista la acción de amparo constitucional, la misma no puede ser
sustituida por la presente acción. Por lo que, si la impetrante de tutela,
considera que se le está perjudicando en el ejercicio pleno del derecho
propietario que le asiste sobre la totalidad del inmueble, estos aspectos
deberá hacerlos valer previamente ante la autoridad jurisdiccional
competente conforme el art. 42 del DS 27957, que claramente prevé que
en caso de negativa o rechazo del Registrador, el interesado podrá
demandar ante el Juez de Partido Civil y Comercial dentro de los treinta días
siguientes a su notificación con dicha resolución y sólo cuando exista una
orden judicial en este sentido, el registrador efectuará el acto que se negó
realizar, con la constancia de la resolución judicial; razón por la cual el
asunto objeto de análisis se encuentra previsto dentro de las causales de
improcedencia de la acción de cumplimiento, fijadas en el art. 66.4 del CPCo.

En consecuencia, al no ajustarse la presente demanda a los presupuestos


previstos para habilitar este mecanismo constitucional; toda vez que, no
cumplió los requisitos exigidos para la procedencia de la acción de
cumplimiento; corresponde a este Tribunal denegar la tutela impetrada.

Por lo que, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, ha


efectuado una correcta compulsa de los antecedentes y las normas aplicables al
caso.

9
POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia;
los arts. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional y 44.1 del Código
Procesal Constitucional, en revisión, resuelve: CONFIRMAR en todo la Resolución
de 18 de mayo de 2015, cursante de fs. 97 a 100, pronunciada por los Vocales de
la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, en los mismos términos resueltos por
el Tribunal de garantías y los desarrollados en la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Juan Oswaldo Valencia Alvarado


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

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