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Coleccion Derribar Mitos Construir Inclusion. Fasciculo 1
Coleccion Derribar Mitos Construir Inclusion. Fasciculo 1
AUTORÍA
Inés Sancha
Mónica Escobar
Pilar Cobeñas
Verónica Grimaldi
DISEÑO GRÁFICO
Florencia Fortunato
María Nela Díaz
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1. La RREI es una coalición de organizaciones de personas con discapacidad, de familias y de derechos humanos que tra-
baja en la promoción y protección del derecho a la educación inclusiva en América Latina. Para más información, ingresar
a su sitio web: https://rededucacioninclusiva.org/.
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ciones que circulan en el sistema educativo sobre derecho a la educación que enfrenta este colecti-
el principio de inclusión educativa, que habilitan vo en los Estados latinoamericanos y los ha urgido
prácticas con efectos contradictorios sobre las a cumplir con la Convención sobre los Derechos de
formas de escolarización de las personas con dis- las Personas con Discapacidad mediante la trans-
capacidad: la integración y la segregación. Desde formación de sus sistemas educativos. No obs-
este punto de vista, se considera que los alumnos tante, esto continúa siendo una deuda pendien-
y las alumnas con discapacidad deben tener cier- te. Ahora bien, mientras seguimos luchando por
tas características, ciertas “posibilidades” como las decisiones políticas que posibiliten que estas
condición para “integrarse” a las escuelas genera- macro transformaciones se produzcan de mane-
les. Caso contrario, serán “atendidos” en “propues- ra efectiva, sostenemos la necesidad de impulsar
tas pedagógicas complementarias” dependientes acciones que involucren a la totalidad de escuelas y
de educación especial. Estas formas deben ser docentes, tanto “comunes” como “especiales”. Res-
abandonadas a la luz de los tratados internaciona- pecto de esta forma de nombrar, queremos hacer
les de derechos humanos y de las investigaciones una aclaración: si bien adoptamos la denominación
pedagógicas que sugieren que ciertas prácticas “escuelas comunes” por ser de gran circulación,
educativas están íntimamente relacionadas con consideramos que esta debe ser problematizada
la producción del fracaso escolar y con distintos a la luz de la pregunta sobre qué entendemos por
modos de exclusión educativa y social. “común” en las escuelas y en las comunidades. Ade-
más, es importante señalar que en distintos países
Por el contrario, la educación inclusiva es conce- estas reciben otras denominaciones, por ejemplo,
bida como una perspectiva pedagógica y como un “escuelas regulares” o “escuelas ordinarias”. Algo
derecho humano. Se trata de un proceso que parte similar ocurre con la denominación “educación
de considerar que las limitaciones o los fracasos común” para referirnos a aquello que en distintos
nunca pueden asociarse a las características de los países de la región se suele llamar “educación regu-
alumnos y las alumnas, sino a aquellas inherentes a lar” o “educación ordinaria”.
la institución, a la enseñanza y al sistema educativo
homogeneizador y normalizador. Para ello, es nece- Si bien la educación inclusiva no es una perspec-
sario transformar las políticas, culturas y prácticas tiva que solamente se preocupe por la escolariza-
educativas tanto a nivel macro como a nivel micro, ción de las personas con discapacidad, en estos
avanzando sobre la inclusión en el día a día escolar, fascículos hemos definido centrarnos sobre los
en cada escuela, en cada aula. modos de exclusión educativa de este grupo ya
que, en principio, siguen constituyendo uno de
Si bien el derecho a la educación inclusiva impli- los colectivos más vulnerados en su derecho a la
ca entonces que todas las personas asistan a la educación. Por otra parte, consideramos que los
misma escuela, participando y avanzando juntas sistemas educativos históricamente han tenido
en sus aprendizajes, la realidad demuestra que los -y continúan teniendo- un rol privilegiado en la
países de la región siguen excluyendo a las perso- construcción de la noción de discapacidad des-
nas con discapacidad de los sistemas educativos, de el denominado “modelo médico” y por ende lo
o sosteniendo instituciones de educación espe- tienen también para transformarla, y que existen
cial y perpetrando otras formas de discriminación aún formas de exclusión específicas para este
contra este grupo, independientemente del tipo grupo que no han sido (al menos no suficiente-
de escuela en la que cada persona se encuentre. mente) problematizadas por aquellos espacios,
tradiciones pedagógicas o políticas que refieren
Informe tras informe, la Organización de las Nacio- a la inclusión educativa. Por ejemplo, que siga
nes Unidas ha alertado sobre las violaciones del existiendo un subsistema escolar destinado a este
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colectivo, que figuras del campo de la salud ten- cículos, en donde se proponen instancias reflexi-
gan alta injerencia pedagógica, que surjan ciertos vas para problematizar ciertos mitos que circulan
modos particulares de violencia escolar o, incluso, alrededor de la educación inclusiva:
que se siga sospechando acerca de la educabili-
dad y de las posibilidades de aprender del alumna- Mito 1 “Necesitamos conocer el diagnóstico de
do con discapacidad. los y las estudiantes para saber si se les puede
enseñar”. Debates y discusiones sobre los diag-
Asimismo, la producción pedagógica y didác- nósticos en la escuela desde la perspectiva de la
tica en educación inclusiva contemporánea ha educación inclusiva.
demostrado que cualquier modificación en pos
de la inclusión de estudiantes con discapacidad Mito 2 “A mí no me formaron para esto”. La edu-
en las escuelas redunda en una mejor educación cación inclusiva en la formación docente.
para todo el estudiantado. Entre los aportes del
campo de la educación inclusiva encontramos Mito 3 “Hablar de integración e inclusión es casi
uno particularmente relevante: las concepciones lo mismo”. El impacto de los cambios de termino-
sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje en logía en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
torno a estudiantes con discapacidad tienen pro-
fundos efectos en las prácticas, al mismo tiempo Mito 4 “Los y las estudiantes con discapacidad
que la reflexión crítica sobre esas concepciones tienen un techo porque sus posibilidades son
permite el desarrollo de prácticas, culturas y polí- limitadas”. De los límites de la enseñanza a la
ticas más inclusivas. Es por ello que hemos decidi- construcción de oportunidades.
do estructurar este conjunto de fascículos en tor-
no a la problematización de ciertas miradas sobre Mito 5 “Los y las estudiantes con discapacidad
la educación de las personas con discapacidad. siempre requieren material concreto y textos
cortos”. Diálogos pendientes entre didáctica y
Desde esta perspectiva, en esta colección se plan- accesibilidad.
tean distintas actividades que buscan promover
discusiones en torno a ideas muy instaladas en Resulta importante explicitar desde qué mirada rea-
las sociedades en general, y en los sistemas edu- lizamos esta propuesta para comprender su forma-
cativos en particular. Para su desarrollo hemos to y su intención. Por un lado, concebimos la labor
propuesto trabajar sobre algunos supuestos que docente como una tarea necesariamente colectiva
han sido estudiados por el campo de la educación y colaborativa. Es por ello (y no podría ser de otro
inclusiva e identificados como barreras a la plena modo) que las actividades se configuran como un
inclusión de, entre otros grupos, el estudiantado conjunto de tareas para discutir junto a colegas,
con discapacidad. Así, hemos definido cinco mitos docentes y equipos directivos de distintos niveles
que nos permitirán plantear un conjunto de pregun- y modalidades, estudiantes en formación, profe-
tas con la intención de visibilizar dichos supuestos sionales que se vinculan a la labor escolar, familias e
e interrogarlos desde perspectivas pedagógicas, integrantes de organizaciones de la sociedad civil.
didácticas y de derechos humanos. Para ello resul- Estas discusiones se podrían llevar adelante en gru-
ta necesario el trabajo colectivo y situado. pos de docentes, en las instituciones escolares en
las que se inscribe su participación, y también más
Esta colección se compone entonces de cinco fas- allá de ellas, abriendo diálogos que movilicen a toda
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seguir produciendo conocimiento para construir rias hacia una educación inclusiva, sostenemos
herramientas didácticas más potentes que nos la necesidad de realizar acciones que incluyan
permitan cooperar con los niños en los diversos a la totalidad de escuelas y docentes, ya que la
aprendizajes. Y, como dice por ahí Flavia Terigi, transformación debe darse en todos los ámbitos
para eso hay que ensayar, hay que indagar, hay del sistema educativo, incluidas las escuelas y
que producir y hay que discutir mucho. (Universi- sus aulas. El desarrollo de comunidades escola-
dad Alberto Hurtado, 2017, 1h 19m 45s) res que trabajen de manera colectiva y colabo-
rativa para transformar sus prácticas, tanto al
En efecto, es a través del trabajo, la exploración de interior de las propias escuelas como de manera
caminos, la reflexión y las discusiones que podre- interinstitucional, constituye una de las accio-
mos construir posiciones que se vinculen con nes de “mayor impulso” para el cambio (Senge,
nuestras propias realidades regionales. Propone- 1989, citado en Ainscow, 2004). Es por esta razón
mos entonces distanciarnos de cualquier creen- que estos fascículos están dirigidos a toda la
cia que postule la existencia de una perspectiva comunidad educativa, considerando a la educa-
pedagógica y/o didáctica única, a prueba de sis- ción común y a la educación especial, en todos
temas educativos, de escuelas, de docentes, de los niveles educativos, e incluyendo a aquellos
sociedades y de culturas. grupos de docentes y profesionales de la educa-
ción en formación, con la intención de que todos
Queremos aclarar entonces, que los ejemplos que sus integrantes se sumen a la reflexión sobre sus
incluimos en estos fascículos, especialmente en propias prácticas, y a la construcción de institu-
relación a las discusiones más cercanas al aula y ciones y propuestas cada vez más inclusivas.
a los procesos de enseñanza y aprendizaje, pro-
vienen de perspectivas pedagógicas y didácticas Es nuestro deseo que esta colección se constitu-
particulares. No es la intención de estos ejemplos ya en un insumo para la consolidación de espacios
constituirse en modelos de acción para la tarea de producción, discusión y transformación con los
docente ni prescribir en modo alguno lo que se que soñamos desde la perspectiva de la educa-
considera “la manera correcta de proceder”. Se ción inclusiva. Apostamos a que toda la sociedad
trata de materiales que nos resultan potentes se involucre en la construcción de
para iniciar las conversaciones y discusiones, que
esperamos sean enriquecidos a partir de los diá- una escuela que todos desean y merecen y don-
logos con otros ejemplos que emerjan en la sin- de todos aprendan, participen y progresen a
gularidad de cada grupo. En este sentido, resulta partir de lo que la comunidad va decidiendo. No
central reconocer las diferencias en las perspecti- solo los niños y niñas, sino también los docen-
vas desde las que se proponen unos y otros ejem- tes, que en el modelo de escuela de ‘talla úni-
plos (los que proporcionamos en los fascículos y ca’ han debido dejar a un lado gran parte de sus
los que surjan de las discusiones), y valorar la posi- saberes, su experiencia y sus deseos para ajus-
bilidad que cada una de ellas pueda brindar para tarse al modelo hegemónico; y las familias, que
iluminar aspectos del problema abordado que no solo buscan un espacio para que sus hijos se
hubieran resultado visibles sin su aporte. desarrollen, progresen y prosperen como cual-
quier otro. (Calderón Almendros, 2021, párr. 19)
Para concluir, queremos volver a subrayar que
mientras esperamos las decisiones políticas
que posibiliten las transformaciones necesa-
COLECCIÓN
“Derribar mitos, construir inclusión”
MITO 1
“NECESITAMOS CONOCER EL
DIAGNÓSTICO DE LOS Y LAS
CARATULA 1ER
ESTUDIANTES PARA SABER
FASCICULO
SI SE LES PUEDE ENSEÑAR”
Debates y discusiones sobre los diagnósticos
en la escuela desde la perspectiva de la
educación inclusiva
2023
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En este fascículo, el primero de la serie, ofrece- Las actividades de este fascículo invitan entonces
mos elementos para problematizar un mito que a complejizar la mirada sobre los diagnósticos. A tal
suele estar muy presente en los sistemas educa- fin, partimos de algunas preguntas para guiar nues-
tivos: la idea de que es necesario disponer de un tro recorrido: ¿Qué entendemos por “diagnóstico”?
diagnóstico médico para planificar la enseñanza, ¿Por qué en muchas escuelas la palabra “diagnósti-
o incluso para saber si es posible enseñar a las co” se refiere únicamente a los diagnósticos médi-
personas con discapacidad. cos? ¿En qué sentido este término se asocia a un
modo de pensar los diagnósticos médicos como
La pregunta sobre el diagnóstico médico suele descriptores objetivos y exhaustivos que definen y
marcar el punto de partida en la interacción de los cristalizan las características del estudiantado con
equipos escolares con los y las estudiantes con dis- discapacidad? ¿Qué efectos tiene la mirada desde
capacidad y sus familias. Muchas veces las escue- los diagnósticos médicos sobre los procesos de
las -sus docentes, equipos directivos y de orien- enseñanza y de aprendizaje y sobre las subjetivida-
tación- solicitan conocer los diagnósticos como des de las personas con discapacidad?
condición necesaria para escolarizar a las perso-
nas con discapacidad. También es frecuente que, Estas preguntas nos ofrecen una base para
frente a estudiantes que se alejan de lo esperado comenzar a indagar sobre los alcances educativos
por la escuela, se les demande a las familias realizar que tiene un diagnóstico médico. ¿Lo necesita-
consultas que permitan arribar a un diagnóstico. mos como condición para pensar las propuestas
educativas? ¿Podemos pensar en las prácticas de
Tal como plantea el equipo de DescLAB Colombia enseñanza sin conocer los diagnósticos médicos
(2019), del estudiantado con discapacidad?
muchos maestros tienen, cuando se trata de Desde nuestra perspectiva, comprendemos que
los estudiantes con discapacidad, un peligroso cualquier diagnóstico, sea médico o de otro tipo,
objeto de deseo: el diagnóstico. Quieren saber describe una situación, pero no brinda la totali-
qué tiene, qué le falta, qué le pasa, qué le falla. dad de los datos necesarios para diseñar y desa-
Muchas veces, cuando no tienen el diagnósti- rrollar estrategias de enseñanza. Por ejemplo,
co simplemente no pueden hacer nada, pare- un diagnóstico médico no indica qué tratamiento
ciera que un papel que diga “chuequera-bila- médico específico hay que seguir, así como tam-
teral-congénita” es fundamental para ser un poco qué apoyos específicos necesita una perso-
maestro innovador. (párr. 3) na para desarrollar su vida de forma plena. Y algo
que sostendremos y profundizaremos en el desa-
Y agrega que, sin embargo, rrollo de este fascículo: un diagnóstico médico no
indica qué apoyos requiere el o la estudiante para
el diagnóstico es una categoría médica que aprender un contenido dado.
poco o nada tiene que ver con el proceso de
enseñanza-aprendizaje, no es una fuente de En efecto, los diagnósticos médicos no permiten
creatividad o de innovación en las prácticas responder preguntas como las siguientes: ¿Qué
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historia escolar tiene el o la estudiante? ¿Qué aprendizaje escolar. En este sentido, es usual que
sabe? ¿Qué y cómo se le ha enseñado? ¿Qué el “desarrollo natural” se entienda como una serie
intereses tiene? ¿Qué mirada de sí ha construido de etapas fijas por las que pasaría cualquier indi-
como estudiante? ¿Cuáles son los efectos de esas viduo “normal” a medida que se desarrolla biológi-
miradas sobre los procesos de enseñanza y de camente, y esto se vería reflejado directamente en
aprendizaje? ¿Cuál es el vínculo entre la escuela y el rendimiento escolar. De este modo, las perso-
su familia? ¿Cómo es el mundo que le rodea fuera nas consideradas “normales” transitarían las pro-
de la escuela? ¿Cuáles son las condiciones socio- puestas escolares sin dificultades y en un período
económicas y culturales familiares? ¿Cuáles son previamente definido (ya que la enseñanza escolar
las condiciones didácticas y pedagógicas que han se supone graduada teniendo en cuenta estas eta-
enmarcado sus trayectorias escolares? ¿Necesita pas “naturales”); pero las personas con discapaci-
algún apoyo? ¿Cuál? (por ejemplo, respecto a dad mostrarían aquí sus limitaciones debido a sus
los apoyos para la comunicación no todas las “deficiencias” biológicas, caracterizadas a través
personas ciegas manejan el Braille, no todas las del diagnóstico médico.
personas autistas/con autismo2 tienen el mismo
perfil sensorial, etc.). Desde este paradigma, las y los estudiantes con
discapacidad estarán siempre “un paso atrás” del
Por otro lado, resulta ineludible problematizar resto del alumnado, y el avance que se planifica
el uso extendido del diagnóstico médico en una desde las propuestas de enseñanza hacia apren-
población específica, la de las personas con dis- dizajes considerados como “abstractos” es pos-
capacidad, que ha sido estigmatizada y discrimi- puesto o incluso negado. Así, si se sabe que un
nada en base a miradas patologizantes. Es decir, alumno o una alumna tiene discapacidad, su bajo
no podemos confiar ingenuamente en la “neutra- rendimiento escolar se explicará siempre desde
lidad” de las miradas sobre el estudiantado con su diagnóstico. Pero también a la inversa: para
discapacidad desde los diagnósticos, ya que hay quienes tengan bajo rendimiento escolar según
altas posibilidades de que estén atravesadas por los estándares considerados “normales”, se irá en
múltiples prejuicios que encuentran en el capaci- busca de un diagnóstico que permita explicarlo.
tismo su razón de ser.
Por ello, los diagnósticos son una fuente de pre-
En este sentido, si volvemos sobre la historia ocupación desde la perspectiva del derecho a la
de la escuela, como haremos brevemente en el educación inclusiva. No solo porque pueden ser
desarrollo de este fascículo, podemos identificar leídos directamente como la verdad absoluta de
que esta institución ha tenido gran preeminencia un alumno o alumna, identificándoles con una
en la construcción y legitimación de las miradas patología, sino también porque pueden ser utili-
que asocian la discapacidad con la enfermedad. zados para determinar a priori su destino escolar
También, con la idea de que quienes tienen dis- y vital, limitándoles a unas supuestas posibilida-
capacidad se definen por tener un cuerpo o una des establecidas para ese diagnóstico.
mente biológicamente “deficitarios”. Esta mirada
biologicista, esencialista y patologizante sobre la Sin embargo, para derribar el mito que problema-
discapacidad persiste en la actualidad, y no solo tizamos en este fascículo, proponemos no reducir
persiste sino que continúa siendo la dominante. las discusiones sobre los diagnósticos a “sí” o “no”.
Se trata de una creencia basada en ciertas ideas En cambio, invitamos a reflexionar sobre las razo-
acerca del vínculo entre el “desarrollo natural” y el nes por las cuales en muchas oportunidades se les
2. Utilizamos ambas expresiones porque la denominación del colectivo es actualmente objeto de debates. Dentro de él, hay
personas que prefieren referirse a sí mismas como “personas autistas” y otras como “personas con autismo”.
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otorga tanta importancia en la escuela. ¿Qué les recursos. Señalamos esta cuestión reconociendo
pedimos a estos diagnósticos? ¿Cómo se vincu- la necesidad de problematizarla. Sin embargo, no
lan con la práctica educativa? ¿Para qué sí pueden la abordaremos en este fascículo dado que está
resultar de utilidad y para qué no? destinado a reflexionar sobre aspectos pedagógi-
cos y didácticos, y no burocráticos.
Si avanzamos con la pregunta sobre los diagnósti-
cos desde una perspectiva compleja, es importan- En definitiva, las miradas que se sostengan sobre
te tener en cuenta que hay un lugar para ellos, tanto los diagnósticos, sobre la discapacidad y sobre
vinculado a asegurar el derecho a la salud como si las personas con discapacidad en tanto estudian-
consideramos a la discapacidad en tanto identi- tes condicionan las prácticas educativas. En con-
dad. Algunas personas se sienten identificadas secuencia, resulta sumamente relevante pensar
con los diagnósticos, no como patología sino como modos de construir marcos reflexivos que permi-
un modo de describir y reconocer una caracterís- tan analizar estas miradas desde una perspectiva
tica. En este sentido, muchas personas con disca- crítica y restituir un enfoque pedagógico y didác-
pacidad han pasado por situaciones en las que se tico, muchas veces subsumido a prescripciones
hacen preguntas como: ¿Por qué me cuesta tanto médicas que circulan por otros carriles.
vivir en este mundo, interactuar con personas, con
el ambiente, etc.? ¿Tengo algún problema? ¿Hay De la mano de las preguntas que hemos ido pre-
algo malo en mí? En algunas ocasiones, los diag- sentando en esta introducción y que orientan el
nósticos permiten responder a estas preguntas, desarrollo del fascículo, proponemos un conjunto
ya que ayudan a considerar ciertas características, de tareas y actividades para repensar críticamen-
a visibilizar los propios desafíos y a comprender- te el rol de los diagnósticos en la escuela.
los en función de un mundo capacitista, es decir,
atravesado por una ideología de la “normalidad” Los materiales seleccionados intentan ser dispa-
que resulta discriminatoria para este grupo y que radores para la reflexión y las discusiones, por lo
tiene como efecto su exclusión y la vulneración de cual en este fascículo hemos definido tomar varios
sus derechos. En este sentido, nuestra posición no ejemplos de un territorio en particular (la provincia
implica negar la importancia de los diagnósticos de Buenos Aires, Argentina), lo que nos permiti-
médicos en sí, ni cuestionar que puedan ser valio- rá seguir un caso; asimismo, en su mayoría hemos
sos y significativos incluso para las propias perso- recuperado aportes de Argentina y de Colombia. Sin
nas con discapacidad. De lo que se trata es de ana- embargo, esperamos que en el transcurso de las
lizar de qué modo entran a la escuela y qué efectos actividades y a partir del recorrido propuesto por
tienen sobre las prácticas educativas. este fascículo, cada lector o lectora, o bien cada gru-
po de lectores o lectoras, puedan establecer nuevos
Por último, no debemos dejar de considerar la fun- vínculos con materiales propios de su jurisdicción,
ción de la diagnosticación en el acceso a servicios de modo de situar los debates en cada territorio.
educativos dado su vínculo con los sistemas de
salud (que será un área de problematización en Por otro lado, hemos definido privilegiar ejemplos
esta propuesta). Muchas veces se necesitan diag- de dos áreas escolares, matemáticas y prácticas
nósticos médicos para que los sistemas educativos del lenguaje, ya que entendemos que son aquellas
habiliten el ingreso de ciertos recursos a las escue- que producen más exclusión entre estudiantes
las, ya que, además, son las áreas de salud las que con discapacidad y aquellas que habitualmente
financian e incluso regulan las funciones de esos son consideradas de mayor estatus curricular.
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3. Juan Cobeñas es Licenciado en Letras en la Universidad Nacional de La Plata. Es co-fundador de la Asociación Azul por
la Vida Independiente de las personas con discapacidad, miembro del Grupo Artículo 24 de Argentina y activista por los
derechos humanos de las personas con discapacidad.
4. Para conocer más sobre este sistema de comunicación, visitar el sitio web: https://arasaac.org/.
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[En la imagen se lee en letras y en CAA: “Se rotulan los frascos no las personas. Octubre mes internacional de la CAA.
Asociación Azul. Por la vida independiente de las personas con discapacidad”]
Les proponemos ahora algunos ejes para el debate ¿Qué podemos inferir, en base a estos materia-
en torno a estos materiales: les, sobre cómo se comprenden los diagnós-
ticos médicos en la experiencia escolar de las
personas con discapacidad?
¿Por qué creen que la frase “Se rotulan los fras-
cos no las personas” es parte de una campaña ¿Qué función creen que cumple el diagnóstico
producida por personas con discapacidad? médico de un o una estudiante con discapaci-
dad en la escuela?
¿Cuáles creen que pueden haber sido las expe-
riencias de las personas con discapacidad como ¿Cuáles son las ideas sobre los diagnósticos que cir-
para producir y difundir ese mensaje? culan en las escuelas en las que trabajan ustedes?
¿Se consideran necesarios? ¿Para qué? ¿En qué
¿Cómo pueden vincular el mensaje de la campa- casos? ¿Cómo circulan estos diagnósticos? ¿Quié-
ña con lo que expresa Juan en el prólogo? nes los pueden conocer? ¿Circulan formal o infor-
malmente? ¿Se plasman en documentos públicos?
¿Conocen alguna campaña similar que se haya
producido en su país o en su región? ¿De qué tra- ¿Cuáles creen que pueden ser los efectos de los
ta esa campaña? ¿Quiénes la produjeron? ¿Con diagnósticos médicos sobre las personas con
qué intenciones? discapacidad?
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diferenciada en el país y, además, fue una de las pri- desde el robo hasta el hecho de no hacer la tarea o
meras en contar con escuelas de educación espe- de provocar ruido en clase.
cial en nuestra región. Asimismo, es la que tiene
más estudiantes y más docentes en Argentina. Dentro de los niños anormales, se genera una divi-
sión entre los educables y los ineducables, atribu-
En el fragmento que compartimos a continuación, yendo a la anormalidad dos causas: unas innatas y
que incluye un texto del año 1956 escrito por Mario otras sociales. Los ineducables serían sujetos que
Vitalone, precursor de la Educación Especial en la han nacido sin inteligencia, los educables serían
provincia de Buenos Aires, se recuperan los modos sujetos que poseen una menor capacidad respec-
de clasificación y los criterios que se utilizan para to a la norma, pero que pueden haber tenido con-
plantear formas diferentes de escolarización de flictos en su socialización que haya producido una
aquellas niñeces y juventudes que se distancian disminución en su capacidad. Muchos artículos
de lo considerado como “normal”, en este caso, por mencionan la falta de afecto como posible causa
el sistema educativo argentino. de deficiencia, aunque otros mencionan diversos
aspectos relacionados con la crianza familiar, que
En los años cercanos al surgimiento de la Dirección refieren a la descomposición del núcleo familiar,
de Enseñanza Diferenciada de la provincia de Bue- desviaciones en la conducta de los padres o mala
nos Aires se describen tres categorías básicas de alimentación. (Cobeñas, 2016, p. 96)
alumnos anormales, vinculadas a lo motriz, lo inte-
lectual o a lo social, incluidas bajo la denominación
de “alumno excepcional”: disminuido físico, irregu- Proponemos analizar el texto considerando las
lar mental o irregular social. Así, se argumenta que: siguientes preguntas:
/…/ es profundizando el verdadero sentido de la ¿De qué manera se clasifica a las infancias y
solidaridad social que ha llevado al Ministerio de juventudes “normales” y de qué manera se con-
Educación a no descuidar en ningún momento, cibe lo “anormal” en el sistema educativo al que
ni a despreciar ninguna oportunidad para hacer alude el fragmento anterior?
extensivos los beneficios de la educación integral
de aquellos niños, jóvenes y adultos que por razo- ¿Qué lugar ocupa el saber médico en estas clasifi-
nes de sus deficiencias físicas, mentales o irregu- caciones? ¿Qué efectos tiene sobre las formas de
laridad social, no se encuentran en condiciones escolarización de las personas con discapacidad?
de recibir la orientación educativa en las escuelas
primarias comunes y necesitan un tratamiento ¿Cuál es la relación entre la mirada médica y la
pedagógico y médico asistencial diferenciado en mirada pedagógica en niñeces y juventudes con-
establecimiento llamados ‘escuelas para alumnos sideradas “anormales”? ¿Creen que es la misma
excepcionales’ (Vitalone, 1956: 428) que en aquellas consideradas “normales”?
Esta clasificación se va complejizando a medida ¿Cómo se podría vincular esta mirada sobre las
que se avanza a través de los años de la publica- personas con discapacidad con lo desarrollado
ción, introduciendo categorías como débil mental, en el video “Discapacidad y derechos”?
deficiente precoz, inadaptado social y escolar. A
estos últimos se los llama “delincuentes” o niños Hemos analizado hasta aquí un fragmento vincu-
con problemas de conducta, lo que puede remitir lado a la historia del sistema educativo argentino.
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Los y las invitamos a que indaguen en la historia ¿Qué diagnósticos menciona la escuela en este
del sistema educativo de su país. ejemplo? ¿Cómo se interpretan?
¿De qué manera se han clasificado las niñeces y ¿Qué vínculos podrían establecer con el frag-
juventudes allí? ¿Qué criterios se utilizaron? mento del texto de Mario Vitalone de 1956 pre-
sentado más arriba? ¿De qué manera se podrían
¿Es similar a lo que se plantea en el fragmento comprender algunas miradas actuales a través
analizado? ¿Qué diferencias pueden identificar? de los modos en que fue definida originalmente
la educación especial? ¿Qué efectos creen que
¿Qué nuevos aspectos pueden sumar a la discu- puede tener esa definición inicial? ¿Qué aspec-
sión que han sostenido hasta aquí? tos se han transformado y cuáles no?
¿Qué detalles se ofrecen sobre los modos de que se cursan por semana, 3 horas asisten al aula
realizar las evaluaciones de conocimientos? especial y 1 hora se incluyen en el aula regular con
el resto de sus compañeros y compañeras.
¿Qué efectos tienen en cada caso las decisio-
nes que se toman en base a las evaluaciones de Lidia no está acostumbrada a trabajar en peque-
conocimientos de los alumnos y las alumnas? ños grupos, ya que en el aula especial el trabajo
es siempre individual. A pesar de eso, en la hora
¿Les ha pasado en sus escuelas que el modo en que va al aula regular se espera que lo sepa hacer.
que han evaluado los conocimientos de algún También se espera que tome decisiones al resol-
alumno o alumna ha arrojado resultados dife- ver problemas en matemática, cuestión que no
rentes a los compartidos por otros y otras cole- caracteriza el tipo de trabajo que lleva a cabo en
gas? Considerando las discusiones que vienen el aula especial.
desarrollando hasta aquí, ¿a qué creen que se
han debido esas diferencias? Pero lo que parece incomodarla más es la actitud
que percibe de sus compañeras y compañeros.
Ya hemos analizado que las evaluaciones que se En ningún caso son considerados o consideradas
realizan sobre los conocimientos del alumnado, estudiantes con necesidades educativas especia-
apoyadas en maneras particulares de considerar les y Lidia piensa que la tratan diferente porque
los contenidos que se están evaluando, así como ella sí es interpretada así.
en modos de interpretar a los y las estudiantes
como más capaces o menos capaces, con posibi- Cuando se le pregunta a Lidia, “¿te sientes cómoda
lidades de aprender o no, determinan las decisio- durante las clases regulares con todo el grupo?”,
nes que se toman y sus destinos institucionales. ella responde:
¿Cuáles serán los efectos que tienen estas deci-
siones en los y las estudiantes y sus familias? Para “Siempre estoy muy nerviosa porque no estoy
explorar esta cuestión, las y los invitamos a leer los acostumbrada a decidir todo... mis compañeros
siguientes testimonios. son muy duros conmigo, no puedo y me esperan y
me empiezan a menospreciar... y no sé qué decidir
Testimonio 1 porque no me lo explican... ¡todos están siempre
en esta clase y yo no! Cuando me llaman extran-
En una investigación del campo de la Educación jera... no puedo soportarlo. No soy extranjera por-
Matemática publicada en el año 2004, las investi- que quiera, sino porque los profesores dejan que
gadoras españolas Marta Civil y Nuria Planas estu- eso suceda.” (testimonio en Civil y Planas, 20046)
dian el efecto que tienen ciertas decisiones de las
escuelas desde la perspectiva de los alumnos y las
alumnas. Uno de los testimonios que recogen es Testimonio 2
el de Lidia, una estudiante de 16 años de la comu-
nidad gitana que asiste a una escuela en Bar- En su Blog “Cappaces”, Carmen Saavedra compar-
celona. Lidia no domina el catalán y tiene cierto te, entre otras cosas, su experiencia como madre
rezago académico en Matemática. Para estudian- de Antón, un joven con discapacidad. En su artí-
tes como ella se han creado aulas especiales de culo “Adaptaciones curriculares: cuando lo que se
matemática que funcionan en paralelo a las aulas agota es la voluntad de enseñar”, relata dos situa-
regulares. Así, de 4 horas totales de matemática ciones vinculadas a la propuesta educativa que se
le ofrece a Antón particularmente en Educación su equipo, sino que podía jugar porque, en lugar de
Física. El relato nos acerca a sus vivencias y senti- una pluma, utilizaban un globo. Un globo, en lugar
mientos frente a ciertas decisiones de la escuela, de una pluma de bádminton, hizo la diferencia. ¡Un
y algunas de las luchas que debió sostener. globo de 10 céntimos!
Cuando Antón estaba en el último año de la escuela El profe Domingo nos demostró que sí era posible
primaria, debió reunirse una vez más con el docen- hacerle un sitio a Antón en clase de Educación
te de Educación Física. Así lo relata: Física. (...) Desgraciadamente, al curso siguiente
(2º ESO) el profe Domingo no siguió en el centro y
“El caso es que otra vez volví a pedir explicaciones volvieron los suspensos en gimnasia y la expresión
de por qué a Antón se le suspendía gimnasia y otra de tristeza al ver el chándal por la mañana.” (testi-
vez me volvió a hacer un repaso de todo lo que mi monio en Saavedra, 2020, párrs. 19 y siguientes)
hijo no era capaz de hacer. En un momento dado,
le pregunté si realmente era tan difícil darle ese
aprobado a Antón, porque los avances que había Les proponemos analizar estos testimonios con-
tenido respecto a sí mismo (no al currículo o al res- siderando las siguientes preguntas:
to de la clase) y el esfuerzo bestial que implicaba
para él salir al mundo cada día, desde el primer ¿Qué tienen en común estas situaciones? ¿En
escalón hasta la última cremallera, pasando por qué sentido son diferentes?
tenedores, empujones, baches y millones de cosas
que ni imaginaban, le hacían merecedor no de un ¿Cuáles son las decisiones que se han tomado
aprobado, sino de una matrícula de honor. Su res- en relación a la participación de Lidia y de Antón
puesta la guardaré para siempre: en las clases de Matemática y de Educación Físi-
ca respectivamente? ¿En base a qué creencias y
No puedo desmerecer mi asignatura regalándole razones creen que se habrán tomado?
un aprobado a Antón.
¿Qué efectos tienen esas decisiones en las tra-
Eso me dijo, sin inmutarse. Y yo comprendí en ese yectorias escolares de ese alumno y esa alum-
mismo instante que hablábamos dos idiomas dis- na? ¿Cómo impactan en sus vidas?
tintos y que era inútil desgastarse con aquella per-
sona que, recuerdo, no era el entrenador del equi-
po de fútbol de nuestro pueblo, era un profesor, un
pedagogo, un D-O-C-E-N-T-E.
deramos que se debe hacer con esa producción? estas niñas frente a ciertas tareas vinculadas al
¿Creemos que es diferente si quien la produce es trabajo con números y operaciones en matemáti-
una persona con discapacidad? ca. Posteriormente ofrece algunas orientaciones
para trabajar con ellos.
Las y los invitamos a analizar dos modos diferentes
de interpretar un mismo tipo de respuesta errónea, Al presentar el listado de “fallas”, aclara: “Esto no
considerando dos maneras distintas de mirar a significa que deban presentarse todas las fallas,
quien la produce y de indagar las razones por las cua- ya que esto depende de la cantidad y calidad de
les lo hace. Para ello, compartimos dos materiales. educación común o especial que el niño haya reci-
bido. Tampoco queremos (de ninguna manera es
El primero es la síntesis de un extracto de un libro nuestra intención) que de un examen operatorio y
denominado “Aritmética en niños con problemas aritmético surja un diagnóstico médico. Pero este
de lenguaje”, del fonoaudiólogo argentino Jacobo agrupamiento de síntomas puede sugerir al edu-
Feldman, que fue publicado en el año 1978 por la cador pautas de conducta en el trabajo, la calidad
editorial Publicaciones Médicas Argentinas. del tipo de fallas y los énfasis que deba darse a los
distintos temas de trabajo aritmético. Con todo,
El segundo corresponde a un extracto de un capí- los patrones de fallas pueden ayudar, en un enfo-
tulo de libro cuyo título es “La coherencia local y que multidisciplinario de estos niños, a orientar,
lógica en las notaciones numéricas producidas junto con otros elementos, un diagnóstico” (Feld-
por niños de 5 años”. Su autora es la investigadora man, 1978, p. 10).
Bárbara Brizuela, y fue publicado en el año 2013 por
la editorial Paidós, como parte de la serie “Cuestio- Para la categoría “Dificultades espacio-tempora-
nes de Educación”. les”, el autor identifica un tipo de producción que
considera una falla aritmética:
Figura 1
[En la imagen: los números del 1 al 5 escritos por un niño, uno
a continuación de otro. El 1 es un palito vertical; las escritu-
ras de los números 2, 3 y 4 están rotadas horizontalmente; el
5 está escrito de manera convencional]
Figura 3
Estas preguntas cobran otro sentido cuando [En la imagen: escrito el nombre Roodney; debajo, los núme-
ros del 1 al 15 escritos por un niño; del 1 al 13 de manera con-
Roodney continúa anotando números. El 2 que secutiva en la misma línea, el 14 y el 15 en la línea siguiente,
produce al anotar el número doce, el 3 que produ- debajo de los otros números. El 1 es un palito vertical; las
ce en el trece y el 4 que escribe cuando produce el escrituras de los números 2, 3 y 4 están rotadas horizontal-
catorce no están rotados. Sin embargo, el 5, que mente; del 5 al 14 están escritos de manera convencional; el
15 aparece con un 5 rotado horizontalmente]
había anotado convencionalmente cuando pro-
dujo el número cinco, está rotado en el quince que
produce (ver figura 2). Los y las invitamos a analizar ambos textos y a
comparar las interpretaciones que allí se realizan,
teniendo en cuenta las siguientes cuestiones:
¿Qué datos sobre el estudiantado involucrado ¿De qué manera pone en funcionamiento estas
ofrece cada texto? decisiones? ¿Qué lugar tiene la voz de Valentino
en esta puesta en marcha?
¿Qué detalles se brindan sobre los modos de
recoger la información? ¿Qué lugar parecen tener los errores para esta
docente? ¿Cómo se consideran?
¿Cómo se posiciona en cada caso quien realiza
la indagación frente a la producción que anali- ¿Qué efectos tiene este modo de abordar la
za? ¿Qué tipos de conocimiento utiliza para rea- inclusión de Valentino para el propio estudiante,
lizar sus interpretaciones? para sus pares y para la propuesta de enseñanza
de la docente?
¿Qué efectos creen que podría tener cada una de
estas maneras de mirar un mismo tipo de pro-
ducción en las decisiones de los y las docentes?
Analicen la experiencia considerando las siguien- ¿Qué vínculos pueden establecer entre las ocho
tes preguntas: ideas que propone el artículo y las tareas que han
abordado a lo largo del fascículo? ¿Cómo podrían
¿Qué tipo de recomendación recibió la docente relacionar algunos de los ejemplos analizados
al comienzo del ciclo lectivo? ¿Qué característi- con las afirmaciones que se van proponiendo?
cas parece tener Valentino desde la mirada de la
maestra que realiza las recomendaciones? ¿Qué ¿Qué nuevas preguntas les genera este artículo?
expectativas creen que podrían generar este
tipo de recomendaciones en los y las docentes
que las reciban?
Referencias
Publishing Association, Kingston, Ontario, Cana-
da (pp. 8-14). Disponible en inglés en: http://math.
bibliográficas
arizona.edu/~civil/Civil-Planas%2024(1)%20
FLM%20.pdf.
Materiales audiovisuales
rededucacioninclusiva.org