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NO ENTIENDO A MI MUJER

Personajes:
Ana. – Esposa de Ricky, casada hace 5 años, las dos
últimas semanas ha cambiado su carácter está muy
celosa.
Ricky. – Esposo de Ana.
Cata. – Madre de Ana
Lola. Hermana de Ana, está de vacaciones en casa de su
hermana.
Martha. – Amiga de Ana.
Jacinta. – Amiga de Ana.
Doctora. – Doctora que atiende a Ana.

Ana. – (SE PASEA INQUIETA Y NERVIOSA POR TODA LA


SALA DE SU CASA, HAN PASADO CUATRO HORAS DESDE
QUE DEBERÍA HABER LLEGADO SU MARIDO DEL
TRABAJO. MIRA A CADA INSTANTE LA HORA EN SU
CELULAR)
¿Y ahora con qué excusa me vendrá? ¡Ah, ¡Pero hoy lo
hago confesar, no soporto más esta situación!
TOCAN EL TIMBRE DE LA CASA, INGRESAN SUS AMIGAS
MARTHA Y JACINTA
Ana. – Que milagro Uds. Por acá, hace tiempo que no me
visitaban.
Jacinta. – Tenés razón Anita, hace mucho tiempo que no
nos vemos.
Martha. – Estamos organizando el Baby Shower de
Clotilde.
Jacinta. – Vinimos a invitarte, es una buena ocasión para
reunirnos con todas las chicas.
Ana. – Una más que tiene su Baby Shower, yo soy la
única del grupo que no tiene un bebé.
Jacinta. – Pero Anita, tené paciencia en cualquier
momento será.
Ana. – Paciencia, ya no me queda mucha.
Jacinta. – Ahora existen muchos métodos para aumentar
la fertilidad.
Ana. – Hemos seguido todos los métodos científicos y
naturales.

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Jacinta. – ¿No será estéril tu marido?, deberían hacerle una
prueba.
Ana. – En dos clínicas le han tomado la prueba y la
reprueba de la fertilidad.
Jacinta, Martha. – ¿Y?
Ana. – Todavía puede.
Martha. – Probá con los chamanes, o los curanderos,
dicen que son muy buenos.
Ana. – Nos Hemos bañado en las 14 lagunas sanadoras de
las Huaringas.
Martha y Jacinta. – ¿Y?
Ana. – Nada…, visitamos a las brujas de chachiche…
Martha y Jacinta… ¿Y?
Ana. – Nada…, (SOLLOZANDO) que desgraciada soy.
APARTE CONVERSAN MARTHA Y JACINTA.
Jacinta. – ¿No será mecha corta?
Martha. – Seguro, tanto tiempo y no funciona.
Jacinta. – Pobre Ana, como podríamos ayudarla.
Martha. – Rezando a Santa Ana, la santa de los embarazos
Jacinta. – Así como van, vamos a tener que rezarles a
todos los santos.
Martha. – Mejor, le buscamos otro marido.
Jacinta. – (ASOMBRADA) Ah….
Ana. – Como último intento, estamos siguiendo un
tratamiento con un famoso doctora que vive en el 5to. Piso
del edificio, ojalá nos resulte.
Jacinta. – Si, seguro va resultar tené fe, bueno nosotras
nos vamos, tenemos que seguir entregando las
invitaciones.
Martha. – Suerte Anita en tu tratamiento.
Jacinta. – Seguro que algún día estamos organizando el
tuyo.
Martha. – No dejes de ir a la reunión Anita, será grato
reencontrarnos con todas las chicas.
Ana. – De todas maneras, voy, (MIRANDO LA HORA EN SU
CELULAR Y MOLESTA), no sé si como esposa de Ricky o la
viuda de Ricky, pero ahí estaré (SALEN MARTHA Y
JACINTA).

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(ANA SE PASEA INQUIETA POR LA SALA, INGRESA LOLA
BOSTEZANDO, LLEVA CONSIGO UN PROGRAMA DE
APUESTA DE CABALLOS)
Lola. – OOOAAAUUUHHH, qué buena siestecita, ahora a
jugar nuestros caballitos, hola Hermanita, te veo
preocupada, pasa algo.
Ana. – Ricky ya debería haber llegado, eso me irrita.
Lola. – Seguro tiene trabajo pendiente, él es muy
trabajador.
Ana. – (MOLESTA) No lo defiendas, acordate que estás en
esta casa por mí.
Lola. – Si Hermanita, vos tenés toda la razón se está
demorando mucho, (PASANDOLE LA MANO POR EL
HOMBRO) yo, yo, yo siempre estoy contigo hermanita.
Ana. – Más te vale.
Lola. – No le habías programado un GPS en su celular para
seguirlo, digo para que sepas donde esta.
Ana. – (MIRANDO SU CELULAR), Estoy siguiendo cada uno
de sus pasos, ¿Qué?, está en el shopping, que hace ahí,
para que habrá ido.
Lola. – Tal vez, para comprarte un regalo.
Ana. – Nunca me compra nada. Uhm va a tener que
explicarme para qué ha ido al shopping. ¡Aay me desespera
todo esto!
(INGRESA DOÑA CATA LA MADRE DE ANA)
Cata. – Anita, sabes dónde está el cortador de callos.
Tengo un par que me hacen ver a Judas calato.
Ana. – Si mamá, está en el baño, dentro del armario
blanco.
CATA. – ¿Qué pasa hija? ¿Qué tenés?
Ana. – Nada mamá, no pasa nada.
Cata. – ¡Nada!, y esos ojos medio llorosos.
Ana. – Es una alergia.
Cata. – Alergia a que.
Ana. – (SEÑALANDO EL FLORERO) A las flores.
Cata. – Pero si son de plástico.
Ana. – Es un nuevo tipo de alergia.
Cata. – Algo te pasa, las madres presentimos todo, seguro
que el causante es el antipático de tu marido.
Ana. – No mamá, te repito que nada me pasa.

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Lola. – Si mi hermanita dice que…
Cata. – ¡Vos callate ¡
Lola. – Pero, no puedo dar mi opinión.
Cata. – Vos no tienes vela en este entierro, Silencio.
Lola. – Esta bien, está bien, mejor seguiré jugando mis
caballitos. (SE SIENTA EN EL SOFA CON SU CARTILLA A
SEGUIR JUGANDO)
Cata. – (DIRIGIENDOSE A ANA) Ya debería haber llegado
del trabajo el ogro de tu marido, ¿es eso verdad?
Ana. – Si mamá, de repente algún trabajo de última hora lo
retiene.
Cata. ¨- A mí con trabajitos, ¿Dónde estará? ¿Con quién
estará?, Yo siempre te decía que no te casaras con ese
bueno para nada.
Ana. – Mamá por favor.
Cata. – Esteban era un buen partido, pero no, qué me ibas
hacer caso, tuviste que casarte con el cavernícola de
Ricardo y ahora tenés que pagar las consecuencias.
(SE ESCUCHA QUE ABREN LA PUERTA)
Mejor me voy, ahí viene el salvaje de tu marido.
Ricky. – (INGRESA RICKY. DESDE LA PUERTA OBSERVA A
DOÑA CATA INGRESANDO A LOS
DORMITORIOS) (SONRIENDO) Hola suegrita, ya se va a su
cueva (DIRIGIENDOSE A SU ESPOSA, LA SALUDA MUY
AMOROSO) Hola mi amor, mi princesa.
Ana. – Hola (LO SALUDA MUY SERIA), ¿estas son horas de
llegar? (MIRANDO SU RELOJ)
Ricky. -Me quedé un rato más en el trabajo.
Ana. -Un rato más ¿Cuatro horas es un rato más?
Lola. – exactamente cuatro horas y cuarenta.
Ricky. – (MIRA A LOLA MOLESTO) Que decís.
Lola. – Dentro de cuatro y cuarenta arranca la primera
carrera cuñadito.
Ricky. – (A ANA) Necesitaba ponerme al día en mis
labores, tengo muchos trabajos atrasados.
Lola. -El Laborioso.
Ricky. – Otra vez.
Lola. – No, no, el Laborioso este caballo es fijo en la
segunda carrera.

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Ana. – (APARTE) A mí con el cuento de los trabajos
atrasados, (DIRIGIENDOSE A RICKY) Así que trabajitos
atrasados.
Ricky. – Si mi amor, trabajo atrasado, no los pude hacer
antes, hoy era el momento propicio para hacerlo.
Ana. – Seguro, Seguro, el empleado ejemplar de la
oficina, Te van a condecorar por quedarte más de la hora.
Lola. – El alcahuete.
Ricky. – (MOLESTO MIRA Y LE DICE A LOLA) Seguís con lo
mismo.
Lola. – El alcahuete gana la tercera carrera nadie lo
para.
Ricky. – (A ANA) Además, mi demora se debe también,
porque camino a casa pase por el shopping, por unas
compras para la oficina.
Ana. – Se que estuviste ahí. (MIRANDO SU CELULAR)
Ricky. – ¡Aaah!, ¿cómo sabes que estaba ahí?
Ana. – Esteeee, intuición femenina. (ESCONDE EL
CELULAR)
Lola. – La vidente
Ana. – (A LOLA) Conmigo no te metas
Lola. – No hermanita, la vidente es una yegua ganadora
en la quinta carrera.
Ricky. – Oh, ya veo, el sexto sentido femenino. Estaba
comprando tinta para las impresoras de la oficina.
Ana. – Pero vos no tenés que comprar nada, eso no te
corresponde.
Ricky. – Se va a terminar la tinta de las impresoras y
como el shopping está camino a casa, me ofrecí para
comprarlas.
Ana. Claro te ofreciste para poder coquetear con las
vendedoras, no lo niegues.
Ricky. – Siempre hay que colaborar corazoncito.
Ana. – La secretaria está de adorno, no te gusta darle
trabajo, por algo será, que te traerás entre manos o
entrepiernas, cuidadito nomas.
Lola. – El picaron, en la sexta…
Ricky. – (JALA A LOLA A UN COSTADO) acordate quien te
da para tus “vacaciones” (HACE UNA SEÑA CON LAS
MANOS DE ENTREGA DE DINERO)

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Lola. – Si cuñadito, yo siempre te apoyo en todo.
Ricky. – Mas te vale ya sabes. ¿Y cuando terminan tus
vacaciones? Ya tenés más de 6 meses en casa.
Lola. – Pronto cuñadito, pronto. No querés apostar. Me
das 100 dólares y ganamos 5 veces. 250 para cada uno.
(SEÑAL CON LA MANO DE RECIBIR DINERO).
Ricky. – (LA MIRA Y LE RUGE COMO UN LEON) ¡GROAR
GROAR ¡
Lola. – (ASUSTADA) Mejor lo dejamos para otro día.
Ricky. – (SACA DE SU BOLSILLO UNOS AFICHES Y SE LOS
ENTREGA A ANA), mira corazoncito en el shopping,
consulté en una agencia de viajes sobre un Tour para
darnos unos días de relax en las playas del Caribe.
Ana. – (EMOCIONADA MIRA LOS AFICHES) a ver, 10 días
de vacaciones en playas del Caribe, que lindo mi amor.
(SOÑANDO) Playa, arena, mar, sol.
Ricky. – Ves mi principesa, siempre pienso en nosotros.
Ana. – Aaah, seguro que escogiste las playas para estar
mirando las chicas en bikini, a ver si te sale algún plancito,
además vos no sabes ni nadar, muy sospechoso todo esto.
Ricky. – (SACA UNA BOLETA DE SU BOLSILLO) siempre
pensado en todo, ya me inscribí para practicar natación.
Ana. – ¿Qué?, ¿Cuándo?, en qué momento.
Lola. – El precavido. (RICKY LA MIRA CON COLERA,
ANTES QUE DIGA ALGUNA PALABRA), es fijo que gana en
la séptima carrera
Ricky. – Camino a casa me encontré con Martita, me
contó del programa de natación que está llevando, así que
me inscribí como alumno libre.
Ana. – Martita, que cariñoso, quien es esa Martita, no
perdés el tiempo cuando se trata de mujeres.
Ricky. – Pero corazoncito, Martita es la vecina, una Sra. de
75años, ella está en el programa de natación del adulto
mayor del municipio.
Ana. – Ahora te gustan las abuelas.
Ricky. – No corazoncito, me inscribí ahí porque las clases
son a las 6 de la mañana.
Ana. – Pero quien toma clases de natación a las 6 de la
mañana, vos crees que soy caída de la cuna, algo te traes
con ese cuento.

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Lola. – El madrugador
Ricky. – Seguís molestando y te va caer una…
Lola. – Nada cuñadito, nada, el madrugador es este
caballo es ciento por ciento ganador.
Ricky-. Ningún cuento corazoncito, a las 7 de la mañana
tengo clases de ingles, y a las 8 tengo que entrar a
trabajar, mejor hora para nadar es a las 6.
Lola. – Nunca descansa mi cuñadito. (LO PALMOTEA EN
LA ESPALDA)
Ricky. – Descansan los muertos, o, los vagos.
Ana. – No molestes a mi hermana, con tus indirectas.
Lola. – Pero hermanita, yo no estoy muerta.
Ricky. – (A LOLA) Vas a ver sino te callas.
Lola. – Mejor me retiro, estas con un genio. (ANTES DE
SALIR) Podés prestarme para las carreras, (RICKY LA MIRA
MOLESTO), mejor otro día hablamos. (SALE DE ESCENA)
Ricky. – Qué pasa, mi amor, mi, princesa, por qué esas
dudas.
Ana. – Ahora te molesta, que te pregunte.
Ricky. – No te entiendo.
Ana. – No me entiendes, No hablo claro o crees que soy
una loca.
Ricky. – No, jamás pensaría eso.
Ana. – No pensás, cuidado porque el que no piensa, puede
cometer actos indecentes, como adornarle la cabeza a su
esposa.
Ricky. – Pero qué decís, de qué estás hablando.
Ana. – Por lo visto no te conviene que hablemos sobre
este punto.
Ricky. – Mira, ni me conviene, ni tampoco no me conviene.
Además…. (CONTESTA CON CIERTO FASTIDIO)
Ana. – Ya voy confirmando mis sospechas
Ricky. – No tengo la más mínima idea de qué se tratan tus
sospechas, esta conversación no nos lleva a nada, será
mejor cambiar de tema.
Ana. – (SARCÁSTICA) Claro, qué bonito, el señor viene
tarde del trabajo, no puede tener una conversación
tranquila con su esposa y encima se enoja (CAMBIANDO EL
TONO DE VOZ) Cómo querés que no sospeche si te quedas

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en la oficina con tu secretaria, confesá ¿es verdad lo que
digo?
Ricky. – ¿Mi secretaria?, la quiero cambiar hace tiempo.
Ana. – Ósea ya me cambiaste por tu secretaria, eso quieres
decirme.
Ricky. – No mi amor, mi Princesa, no es así.
Ana. – Claro, yo soy la Princesa, ella, seguro es la Reina.
(LLORA), mi mamá tenía razón qué nunca debí casarme con
vos.
Ricky. – Está bien te voy a confesar la verdad.
Ana. – Ves, Ves, tenía razón, ya lo sabía, me lo decía el
corazón, sabes el corazón de una mujer no engaña, como
ciertos hombres.
Ricky. – La verdad es que fui a comprarte un regalo por el
día de los enamorados, hace tiempo que no te doy uno y
pensé que era un momento propicio para hacerlo, espero te
guste, (SACA DE SU BOLSILLO EL REGALO Y SE LO
ENTREGA)
Ana. – (ABRE EL REGALO, SE EMOCIONA, AL VER LA
PULSERA DE PLATA CON 5 DIJES), Amor qué hermoso
regalo, y que detalle, 5 dijes uno por año de nuestro
matrimonio.
Ricky. – (SORPRENDIDO SONRIE POR LA CASUALIDAD DEL
DETALLE) Si, Si, justo en eso había pensado.
Ana. – (SE PONE LA PULSERA, LA MIRA, LA REVISA, MIRA
A SU ESPOSO Y VUELVE A MIRAR LA PULSERA), Pero esto
no lo compraste vos solo.
Ricky. – Sí mi amor, yo solo.
Ana. – No, No te creo, vos no tenés gusto para los regalos,
vos siempre comprás cachichavaches, esto ha sido
comprado por una mujer.
Ricky. – Pero qué decís, no te entiendo.
Ana. – Nunca entendés nada, te haces el loco, esto lo ha
elegido tu secretaria.
Ricky. – ¿Quién, Charito?
Ana. – ¿Ahora la llamás, Charito?, qué cariñoso sos.
Ricky. – (SONRIENDO) Charito tiene 62 años, es viuda, no
quiere retirarse porque dice que la jubilación ya no da para
nada. (TOMA LAS PASTILLAS QUE SE ENCUENTRAN EN

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UNA MESA, LAS MIRA, MIRA A SU ESPOSA) Desde que has
empezado a tomar estas pastillas te veo muy alterada.
Ana. – Tal vez sea eso, no sé. (CONTESTA TRANQUILA AL
DARSE CUENTA DE SU ERROR)
Ricky. – Voy a llamar a la doctoraa, de repente la dosis no
es la recomendada para vos. (TOMA EL TELÉFONO Y
MARCA EL NUMERO DEL DOCTORA) Hola Doctoraa, buenas
noches, le habla Ricky, del 102, el esposo de Ana, podría
venir un momento, Gracias.
Ana. – ¿Qué dijo?
Ricky. – Enseguida viene.
TOCAN EL TIMBRE INGRESA LA DOCTORAA
Ricky. – Adelante Dra., creo que la dosis del medicamento
qué receto a mi esposa, es demasiado para ella.
Doctora. – A ver sr, dígame, tal vez presenta unos celos
extremos.
Ricky. – Efectivamente, Doctora.
Doctora. – Bien, su esposa ha adquirido el Síndrome de
Otelo, son casos que se presentan en los pacientes al
tomar este medicamento en razón de 1 en un millón.
Ricky. – ¡Por qué a mí me toca ese uno en un millón?
(DESESPERADO), no, no, Doctora cámbiele el
medicamento.
Doctora. – Imposible en su estado es lo mejor que puede
tomar.
Ricky. – (NERVIOSO) ¿Es de gravedad Doctora?
Doctora. – Depende como lo tome, (MOSTRANDO UNOS
PAPELES), de acuerdo a estos resultados Ud. va a ser
padre.
Ricky. – (ALTERADO) Pero qué tiene que ver que yo vaya a
ser padre, (HACE UNA PAUSA), ¡Ah! ¿Qué? ¿COMO? VOY A
SER PAPÁ (SORPRENDIDO).
Doctora. – A si es y de Mellizos.
Ricky. – ¡Mellizos ¡(RONDA POR TODA LA SALA) Voy a ser
Papá, Voy a ser Papá, (ABRAZA A SU ESPOSA) Voy a ser
Papá.
Ana. – Voy a ser Mamá, Voy a ser Mamá, Mamá. (SALTAN
Y RONDAN DE ALEGRIA)

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Ricky. – (SE ACERCA A La DORTORA, LA LEVANTA, LA
ABRAZA, LA BESA) Gracias Doctora, su método dio
resultado. Dos por uno.
Doctora. -Está bien, Esta bien, pero cálmese, cálmese.
Bueno yo me retiro, los dejo para que sigan celebrando.
(SALE LA DRA. INGRESAN CORRIENDO, GRITANDO
MARTHA Y JACINTA, SE CRUZAN LAS TRES ATROPELLAN
A LA DRA. QUE LE HACEN DAR UNA VUELTA DE
CAMPANA.)
MARTHA. – ¡No Anita, no lo hagas!
JACINTA. – ¡No mates a tu marido!
Ana. – ¿Pero qué dicen?
Martha– Al pasar escuchamos unos gritos
Jacinta. – Y como pensabas ir a la reunión como viuda,
nosotras creíamos….
Martha. - Todavía no lo has matado ¿verdad?
Ana. – No, como se les ocurre
MARTHA. – Aunque se lo merece, porque no funciona, pero
no tienes que hacerlo
Ricky. – Aquí estoy vivito, coleando y feliz como una perdiz
Ana. – Chicas, apróntense porque van a tener que
prepararme un Baby Shower.
Ricky. – No uno, sino dos, tendremos mellizos.
Martha y Jacinta. -Al fin funcionaste.
Ricky. – Te amo mi Princesa, qué Princesa, mi REINA.
Ana. – Yo también te amo, mi Rey. (SE ABRAZAN)
AL ESCUCHAR TANTA ALGARABIA INGRESA LA SUEGRA
CON UN MAZO EN LA MANO Y VESTIDA COMO RAMBO
CON UNA VINCHA DE TELA EN LA CABEZA TEMIENDO
ALGUNA SITUACION CONTRA LA HIJA
Doña Cata. – ¿Qué pasa aquí?, ¿Qué le hacés a mi hija? (SE
DIRIGE A QUERER GOLPEAR A RICKY, PERO ES DETENIDA
POR LOLA, RICKY SE ESCONDE DETRÁS DE ANA)
Lola. -No mamá, ¿Qué haces?
Doña Cata. – Para vos también hay, defensora de traidores.
(AMEZA A LOLA, QUIEN CORRE A ESCONDERSE DETRÁS
DE RICKY, LAS AMIGAS DE ANA ASUSTADAS SE
ESCONDEN DETRÁS DE LOLA)
Ana. – No pasa nada Mamá, al contrario, te tenemos una
sorpresa, que te hará feliz.

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Doña Cata. – Lo único que me haría feliz es que pongas de
patitas en la calle a este bueno para nada.
Ricky. – Mi casi querida suegra, va Ud. a ser Abuela,
doblemente Abuela.
Doña Cata. – Al fin este bueno para nada hizo algo bueno,
¿pero qué? ¡Mellizos ¡
Ricky. -Así es más fácil. ¡Dos de una vez, ya está!
Cata. – (ABRAZA A LA HIJA) felicitaciones hija que feliz me
haces.
Ana. -Mamá a Ricky no lo felicitas
Doña Cata. – bueno, para vos también, felicitaciones.
Lola. – Yo voy a ser doblemente tía, que alegría,
(PAUSA)pero se me va a acabar la propina. Ay tendré que
trabajar.
Martha y Jacinta. – Y nosotras prepararemos dos Baby
Shower
Ricky. - (A SU ESPOSA ABRÁZANDOLA) Ahora sí te
entiendo mi amor.
Ana. -Yo también ahora te entiendo mi amor (SE BESAN).
….

FIN

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