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Retórica para la Interpretación

y Argumentación Jurídica
LICE NC I ATU R A E N DER ECH O
Pensamientos lógicos
El pensamiento lógico en el derecho debe ser entendido como la capacidad de dar
razones, por parte de los operadores jurídicos, para fundamentar una decisión en el
campo práctico del Derecho.

Después de haberse hecho evidente la crisis del positivismo-formalista del Derecho,


sobre todo luego de acaecida la segunda guerra mundial, los partidarios de dicha
posición, se han visto en la necesidad de reformular algunos postulados básicos que se
creían inatacables e inamovibles, sufriendo de esta manera una modificación en su
enfoque metodológico.

Junto a esta actitud, un sector de la teoría jurídica contemporánea, ha elaborado


nuevos fundamentos, sobre la cual han de erigirse las nuevas concepciones del
Derecho, entre las cuales tenemos la denominada “corriente principialista del
Derecho”, la cual apunta a construir el Derecho a partir de ciertos principios lógicos o
valores que deben necesariamente estar inmersos en un sistema jurídico.

Las discusiones que se han suscitado entre las


posturas antagónicas del positivismo-
formalista y el enfoque principialista, no
únicamente se han dado a nivel teórico, sino
que también han alcanzado las dimensiones
prácticas, viéndose reflejadas sobre todo en el
campo de la función jurisdiccional, puesto que
la metodología empleada para la aplicación y
fundamentación de la norma jurídica, a un
caso en concreto varía según la postura
adoptada por el juzgador.

(1) Posicionamiento argumentativo

Si éste profesa o es partidario del positivista-formalista, no cabe duda que sus


reflexiones en torno a la aplicación de la norma, únicamente han de circunscribirse
acerca de la validez de la misma, y en algunos casos por cierto muy raros y aislados se
preguntan por el contenido, en cambio; si el operador jurídico se adscribe a una
metodología principialista, indudablemente el proceso de meditación en torno a la
aplicación del derecho, va estar ligado a la existencia de ciertos valores o principios
lógicos que en forma explícita o implícita se encuentran en el orden jurídico.

La labor judicial, no se agota en lo señalado en el parágrafo anterior, puesto que no


termina con la visión que se tenga del Derecho, sino que, va más allá de lo referido en
cualquiera de las posiciones metodológicas. Pues hoy por hoy, el juzgador, no
únicamente tiene el deber de decidir un caso concreto, sino que también; está en la
obligación imperiosa de fundamentar su decisión con argumentos lógicos de carácter

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racional, los cuales tienen como función primordial, justificar y dar el porqué de dicha
sentencia, esto debido a que en estos tiempos ya no es aceptada la mera justificación
de un fallo, apelando al concepto formal de autoridad judicial.

Combinación de pensamientos

En argumentación jurídica y en muchas otras disciplinas se viene estableciendo una


serie de pensamientos lógicos que le dan una nueva visión al lenguaje normativo
mediante tres perspectivas: sintáctica, semántica y pragmática poniendo énfasis
en esta última como herramienta aplicada a la obtención de razonamientos lógicos
jurídicos.

Perspectivas del lenguaje normativo

sintáctica semántica pragmática

Tipos de pensamientos

Los tipos de pensamientos lógicos son procesos intelectuales ordenados y


sistematizados, que posibilitan el obtener razonamientos correctos o formalmente
válidos también denominados o conocidos en la praxis como lógica formal o
materialmente pura, permitiendo fijar razonamientos u operaciones intelectuales
propias del jurista (conceptualizar, interpretar, analizar, definir distintos fenómenos
normativos).

Pensamiento verdadero

Una de las modalidades particulares que reviste el razonamiento de los juristas es el


pensamiento verdadero, es un criterio lógico formal que alude a premisas siempre
válidas constituyéndose por medio de normas, directivas o imperativos a través de los
cuales se demuestra cierta eficacia en los contenidos materiales facilitando la
conceptualización del conocimiento jurídico.

El pensamiento verdadero presenta diferentes disyuntivas modales en la realidad


haciéndose ostensibles en la estructura de las normas jurídicas, los conceptos y
raciocinios legales.

Son elementos determinantes en la sistematización del propio derecho dentro de un


sistema jurídico, dándose fenómenos interesantes como los operadores deónticos que
determinan las reglas de inferencia inmediata, silogismos categóricos o hipotéticos

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proveyendo cánones exhaustivos de razonamiento formal, insistiendo siempre en un
pensamiento verdadero como parte de una deducción reductible a las formas
particulares del silogismo y la conversión del conocimiento lógico.

Von Wright creador de la lógica deóntica, reflexiona sobre el empleo de los


cuantificadores en los argumentos correctos como “alguno”, “ninguno” y “todos”
reflexionando analógicamente la existencia de los modales “posible”, “imposible” y
“necesario” lo que hace deducir conceptos jurídicos deónticos en la integración de los
razonamientos verdaderos. El estudio de la lógica deóntica debe basarse en la lógica
de la acción es decir en la producción de un suceso, originado involuntariamente una
modificación intencional en el estado original de cosas a otro estado material de la
norma.

Para saber más…

Sobre la lógica deóntica le recomendamos revisar el cuadro de


oposición, así como repasar el tema 10.4 de la materia de Oratoria
Forense y Debate Jurídico.

Pensamiento falso

El pensamiento falso vulnera las reglas lógico formal generando premisas inválidas o
irrelevantes, no permitiendo formular conclusiones mínimamente aceptables en la
dialéctica argumentativa del jurista, este tipo de pensamiento elabora inferencias
inválidas transgrediendo las reglas lógicas y fácticas del lenguaje normativo,
provocando fenómenos de ambigüedad-vaguedad en la norma jurídica, para Copi el
argumento falso ocurre cuando las premisas no concuerdan con la conclusión dando
como resultado el aspecto contingente del enunciado.

Por esta razón las normas jurídicas pueden contener razonamientos falsos a priori que
por sí mismos promueven o inducen errores en un sistema normativo, al materializarse
en enunciados prescriben determinados comportamientos humanos pudiendo afirmar o
negar cierta conducta contradictoria quebrantando los cánones lógicos sobre todo
cuando acreditan la racionalidad a través de premisas o reglas de inferencia aceptadas.

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Por ejemplo…

… las leyes en materia tributaria que prescriben obligaciones utilizando


preceptos mediante órdenes determinantes como el pago de determinado
tributo, un criterio aplicable al caso concreto utilizado comúnmente por el fisco,
es el cuantificador “todos” y “algunos” en el mismo precepto provocando una
confusión en la aplicabilidad de dichos mandatos conocido en la praxis como
conflicto normativo.

Término implementado por la Dra. Carla Huerta donde solventa dicha


problemática a partir de la incompatibilidad de dos o más normas jurídicas.

Pensamiento correcto

El pensamiento correcto es la comprensión o concordancia del objeto garantizando la


veracidad de los actos refiriéndose necesariamente a la correspondencia de este
elemento, se establece una secuencia lógica a fin de asegurar su veracidad o
verificabilidad en este proceso de conocimiento.

Los argumentos correctos parten de una simultaneidad lógica consistiendo en la


conexión de símbolos, por lo tanto determinan la relación entre pensamiento y objeto
erigiéndose una certeza derivada de un criterio de autoridad, evidenciándose en
principios, reglas o cánones que reconocen el pensamiento correcto del verdadero.

La lógica tradicional define a los enunciados correctos como criterios o sentidos de la


experiencia externa a través de los cuales se suministran pautas rectoras de
conocimiento sensible, a partir de los cuales se obtienen conocimientos puramente
intelectuales.

La justificación lógica del pensamiento correcto se da mucho en el campo de las


decisiones judiciales debido al acreditamiento de su racionalidad por parte del juez,
aplicando un principio de lógica general donde derivan las premisas correctas de
acuerdo a las reglas de inferencia formalmente aceptadas, observándose en la
regularización de las sentencias judiciales eliminando cualquier rasgo perturbador del
lenguaje ordinario, un claro ejemplo se da en la gramática castellana, no permite
conectar dos oraciones correctas en modo imperativo.

En la gramática lógica se emplean operadores normativos en premisas correctas para


formar e integrar sentencias o resoluciones declarativas evitando problemas de

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ambigüedad y vaguedad como ocurre frecuentemente en la casuística del derecho
penal.

Por ejemplo…

Es muy común que muchos ministerios públicos tratan de encuadrar el delito de


manera errónea no es lo mismo decir:

- “X” entonces mato a “Y”

Parece que no está bien estructurado el enunciado, en cambio es más


aceptable:

-“X” mato a “Y”

Se infiere de una manera más correcta y directa la expresión.

Para construir argumentos correctos en las sentencias deónticas o modales se tienen


que aplicar proposiciones gramaticales por ejemplo:

“es necesario que”


“es obligatorio que”

Son variables proposicionales que sirven de fundamento tanto a la lógica deóntica


como a la lógica modal representando proposiciones independientes simples,
requiriendo necesariamente un verbo en la oración normativa expresada en modo
subjuntivo tales como:

o Permitir
o Prohibir
o Obligar
o Anhelar

En modo subjuntivo los argumentos correctos denotan una incertidumbre más o


menos acentuada, este matiz es incluido en los silogismos del operador jurídico

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Por ejemplo…

-Es obligatorio que el derecho penal castigue el homicidio.


En lugar de:
-El derecho penal sanciona el homicidio.
Los tiempos verbales son distintos.

Pensamiento incorrecto

El pensamiento incorrecto ocurre cuando las premisas de un argumento no consiguen


apoyar su conclusión, se cataloga en la lógica formal pura como un razonamiento malo
o errado; en la praxis jurídica le decimos argumento falaz.

En un sentido muy genérico del término es cualquier error de razonamiento, sin


embargo el término, tal como lo utilizan los lógicos, no designa cualquier error de
razonamiento sino errores típicos, equivocaciones en el razonamiento cuyo patrón
común puede detectarse.

En un sentido más estrecho un argumento incorrecto es un tipo de pensamiento falaz,


existen múltiples equivocaciones en estas premisas debido al uso de silogismos
informales surgiendo de errores en el contenido de las proposiciones que construyen
los argumentos.

Los tipos de argumentos incorrectos se cometen en la construcción de silogismos o en


el uso de símbolos lógicos, algunos criterios son:

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1. Argumentos incorrectos generales.

•Son los más comunes donde las premisas no son relevantes para la conclusión
extraída aunque tienen la apariencia de ser relevantes.

2. Argumentos incorrectos contingentes.

•Son aquellas en donde la equivocación surge por el hecho de que las premisas
del argumento, aunque son relevantes para la conclusión, son tan débiles e
ineficaces que confiar en ellas es un error craso.

3. Argumento incorrecto compositivo.

•Son desaciertos que surgen porque se asume demasiado en las premisas, la


inferencia a la conclusión depende de presunciones no justificadas.

4. Argumentos incorrectos específicos.

•Surgen por el uso desacertado de palabras o frases en las premisas o en la


conclusión del argumento, algún término principal que tiene diferentes
acepciones en diferentes partes del argumento.

Sin duda los razonamientos incorrectos en el campo jurídico tienen una cierta
aceptabilidad en la secuencia lógica de lo satisfactorio, ampliamente criticado por los
puristas del derecho ya que garantizan la inferencia de los imperativos en los
enunciados normativos.

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El autor nos dice…

Kalinowski

Sustenta una tesis sobre las normas correctas o incorrectas, reconociendo que
su posición es minoritaria, plantea tres constituyentes de las normas:

 El sujeto de la acción
 La acción
 La relación normativa que los liga

Según el autor los argumentos correctos contienen verbos deónticos como


“deber”`, “prohibir”, “permitir”, se usan para conjugar predicados relacionales
en la acción del enunciado incorporando bases axiomáticas, por ejemplo:

Si (si p entonces Dq) y Dp entonces Dq

Bajo este esquema la norma correcta ordena una conducta bajo condición de
aquella que prescribe ejecutar una acción infiriendo que la norma manda
incondicionalmente tal conducta.

Pensamiento falso e incorrecto

La comprensión del pensamiento falso parte de un razonamiento no valido o


incorrecto dando la apariencia de bueno sin que lo sea necesariamente, teniendo
como características la confusión y el engaño, los individuos que reproducen este tipo
de pensamiento no lo hacen necesariamente con la intención de desconcertar u
ofuscar, aunque pudieran tenerla siempre y cuando incurran en un impedimento
cognitivo de nuestro entorno o la simple incapacidad de comprender la diversidad del
objeto.

Pensamiento verdadero y correcto

La función del pensamiento verdadero y correcto tiene nociones en las proposiciones


compuestas erigiendo una función de verdad con las proposiciones simples que la
integran y de la conectiva que la une.

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Por ejemplo…

o “El derecho es coactivo” y “el derecho se compone de normas”

Son oraciones simples que pueden ser falsas o verdaderas volviéndose


contingentes.

o El derecho se compone de normas coactivas

Es una oración compleja cuyo valor de veracidad depende en gran


medida de los factores verdad o falsedad de “el derecho es coactivo” y
de “el derecho se compone de normas” y de la articulación lógica de la
conjunción “y”.

o El derecho es coactivo y se compone de normas

Es verdad solo si es verdad que el derecho es coactivo y también es


verdad que se compone de normas.

El pensamiento sirve para entender lo que nos rodea

Hay argumentos de diversa índole en el mundo que nos rodea y con diversos
contextos; argumentos jurídicos, científicos, religiosos, éticos, médicos, económicos y
otros argumentos que surgen de la vida cotidiana, sin importar el tópico o contenido
del argumento, la lógica se interesa en su forma y calidad.

Para varios autores la lógica jurídica tiene una naturaleza logoide manteniendo una
connotación razonable y no racional en el pensamiento, la estructura logoide de los
procedimientos lógicos empleados en el Derecho provienen de influencias en las
funciones intensivas peculiares al dominio jurídico.

En los sistemas jurídicos la forma logoide

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“es” o “deber ser”
•Se materializa a través •A este fenómeno se le
de las normas conoce como isomorfa
prohibitivas •la afirmación se refuerza debido a las expresiones
conteniendo expresiones por mandatos, contradictorias en los
imperativas manteniendo una argumentos incorrectos
conexión en las
estructuras lógicas
deónticas e imperativas. “debes ejecutar p” a
“no es” o “no debe
“debes ejecutar y p
llegar a ser”
debes ejecutar q”.

Con el razonamiento podemos preparar y elaborar argumentos (algunos correctos y


otros incorrectos), que podemos formular de manera escrita o hablada, cada
argumento esgrimido motiva a una pregunta retórica donde los criterios objetivos dan
respuesta a la pregunta planteada, el objetivo de la lógica es descubrir y aplicar estos
criterios en la norma jurídica.

Como hemos visto el pensamiento es el estudio de los principios y métodos utilizados


para diferenciar los distintos tipos de razonamientos, cuando razonamos sobre
cualquier asunto en nuestro caso el derecho concretamente en la norma jurídica
elaboramos argumentos o premisas que apoyan nuestras conclusiones
materializándose en pretensiones que justifican nuestras ideas.

Para obtener pensamientos se requiere analizar, comparar, y abstraer

El razonar es un arte y a la vez una ciencia, es algo que hacemos tan bien como lo
entendamos, dar razones puede ser algo que surge de manera natural o concomitante
pero nuestra habilidad consiste en construir buenos argumentos y probarlos, es una
actividad resultante de la práctica cotidiana. Es más probable que razone
correctamente un abogado que ha desarrollado esta habilidad a otro que nunca ha
pensado sobre los estándares de la lógica formal.

El razonamiento no es la única forma en la que sustentamos las afirmaciones que


hacemos o aceptamos, frecuentemente nos dejamos llevar por los hábitos sin ninguna

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reflexión metódica. En ocasiones apelar a las emociones o a la autoridad resulta más
fácil y persuasivo que apelar a los argumentos lógicos y en algunos contextos tales
apelaciones puedes ser viables. Pero cuando tengamos que elaborar juicios en los que
debemos confiar, el razonamiento correcto será su fundamento más sólido, los
métodos y técnicas de la lógica nos permiten discernir de manera más confiable el
razonamiento correcto del incorrecto.

La relevancia del pensamiento lógico en el


derecho radica en saber argumentar a partir
de las normas jurídicas, por un lado
abogados litigantes, jueces, magistrados,
fiscales entre otros operadores jurídicos
realizan argumentos correctos en este
ámbito, estimando los argumentos
esgrimidos por los contrarios encontrando
posibles errores en su razonamiento, a esta
vertiente se le conoce como lógica para
juristas. (2) Sala de juicio oral

La lógica puede ser aplicada directamente a las normas jurídicas a partir de la


contradicción de dos normas o cuando hay una inferencia entre normas, los
argumentos lógicos son útiles también para detectar imprecisiones o defectos en el
lenguaje normativo conocidas como ambigüedades sintácticas, hay instrumentos que
ayudan a evitar estos fenómenos.

La lógica proporciona una base sólida para el análisis de los ordenamientos jurídicos,
tratando de determinar su carácter sistemático y evaluando posibles lagunas,
antinomias, redundancias o contradicciones legales, esto se podría denominar lógica de
los sistemas normativos. Como hemos visto argumentar es dar razones a favor o en
contra de una tesis u opinión, argumentar suele ser una actividad netamente
lingüística aunque cabe la posibilidad en la que en ciertas situaciones se argumente de
manera no verbal, recordemos que es un proceso cognitivo, podemos concluir desde
esta arista que un argumento es por tanto un conjunto de enunciados que expresan
razones apoyando una determinada tesis.

El argumento cumple su objetivo al confirmar las premisas como proposiciones


verdaderas, garantizando la verdad de la conclusión entonces de forma automática se
deduce que el razonamiento es correcto de otra manera es incorrecto transgrediendo
las reglas formales de la lógica.

Los argumentos deben ser distinguidos de las meras opiniones no respaldadas por
razones con el sufijo “me parece”, o de las meras explicaciones causales, unas y otros
pueden transformarse en argumentos o en fragmentos de argumentos, pero no los son
si no hay una pretensión del emisor de respaldarlas con razones en la inclusión de un
argumento, la intención de argumentar juega un rol fundamental para distinguir
oraciones que son perfectas de otras que pudieran ser imperfectas o entimemáticas.

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Dado lo anterior, los argumentos mantienen una estructura deóntica en nuestro
pensamiento o razonamiento jurídico, en ellos podemos diferenciar los enunciados
produciendo razones a los que solemos llamar premisas normativas, el enunciado que
expresa aquellos en que se sostiene se suele llamar conclusión y una inferencia
llamada atinencia entre unos y otros. Esta relación es compleja de precisar y puede ser
usada para distinguir unos tipos de argumentos de otros, pero la idea es que la
conclusión debe estar precedida al menos de las premisas esto es debe haber algún
tipo de ilación o conexión.

Fuentes de consulta

Bibliografía

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Lima, Palestra. 2005.
 Harnack Justus. Wittgenstein y la filosofía contemporánea, trad. de Jacobo
Muñoz, Barcelona, Ariel, 1972.

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Imágenes
(1) s.a., [Posicionamiento Argumentativo], [ilustración], 2014, disponible en
https://bit.ly/2mrmXRM consulta 23/09/2019
(2) Gaceta Digital UNAM, Sala de juicio oral, [fotografía], 2015, tomada de
https://bit.ly/2lPcSxP consulta: 25/09/2019

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