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Un Estado Laico no tiene una religión oficial y las organizaciones políticas se separan de las religiones. Es decir, se mantienen
neutrales a los aspectos de gobierno; aunque si reconozcan derechos que protegen las convicciones religiosas de los individuos.
(Cagnoli 1998). En cambio, el Estado Confesional es aquel que denomina a una religión como oficial y le otorga privilegios; en
consecuencia, las autoridades estatales sujetan sus decisiones a esa creencia y sus valores (Catanzaro 2016: 177). El Estado
Pluriconfesional es similar al modelo anterior, con la diferencia de que este sistema privilegia a más de un grupo religioso.
1. Estado teocrático: El Estado es Dios. El Estado impone una religión y no tolera otras religiones ni siquiera el ateísmo.
2. Estado religioso: La iglesia ocupa un lugar en el gobierno y es mantenida por los impuestos. Se tolera otras religiones
también.
3. Estado multi religioso: Se financia todas las religiones y no existen preferidas.
4. Estado Laico: Admite otras creencias, pero no apoya a ninguna.
5. Estado ateo: Nadie tiene derecho a profesar creencia alguna. El ateísmo se convierte en el Estado.
Nos preguntamos: ¿El Perú es un estado Laico? ¿Qué tipo de relación tienen el Estado peruano con la iglesia?
Un poco de historia:
Desde la antigüedad hubo una relación estrecha entre iglesia y gobierno. Por ejemplo, en Babilonia, los templos de adoración
eran en realidad los bancos, lugares donde se guardaban los tesoros y recolectaban los impuestos o lo ganado en guerras.
Desde esos tiempos se aceptaba como correcto “Según el rey la religión”. Un Estado o gobierno tenía un Rey, una Ley y una
religión. “Todos creyendo lo mismo”
Los reyes afirmaban que eran elegidos por Dios. Gobernaban en representación de Dios y su voluntad era la voluntad divina.
Incluso actualmente existen lugares con emperadores (Japón) que son adorados por considerarse dioses.
Con la corriente del pensamiento ilustrado surge la idea que “un Rey, con una Ley y diferentes religiones” si puede gobernar.
Surgen así los ideales de la Libertad de conciencia y la tolerancia religiosa.
En la época del imperio incaico, con la llegada de los españoles, llegó la iglesia católica que respaldaba al Rey de España y al
virrey en Perú. Entendieron que su misión aquí era evangelizar a los indios para adoctrinarlos, para convertirlos en creyentes.
Con el movimiento de la independencia la iglesia empezó a apoyar esta corriente libertadora, dando sus recursos, joyas y
diezmos que tenían para apoyar a la causa.
Entonces, la iglesia acepta los sistemas democráticos aceptando que el pueblo elija a sus gobernantes, “Te permito gobernar
porque estoy de acuerdo con tus electores”
Como vemos, la relación de iglesia y Estado fue cambiando con el tiempo.
Algunas conclusiones:
Según el artículo 50° de nuestra CPP el Estado Peruano no tienen una religión oficial y tiene una relación de colaboración dentro de un
ambiente de convivencia con todas las organizaciones religiosas. Aunque le brinda beneficios económicos, tributarios y educativos a la
Iglesia Católica. (Todos los colegios estatales enseñan la religión católica. El Estado paga un % de los servicios de agua y luz, asigna un
dinero mensual al cardenal, obispos y sacerdotes, goza de licencias municipales para desarrollar procesiones y festividades; existen
días festivos a causa de festividades católicas como el día de los muertos, de Santa Rosa; etc.) Por esta razón no reúne los criterios
para ser considerado un Estado Laico.
La colaboración Iglesia – Estado debe apuntar a un objetivo común para ambas partes. Se admite que el Estado se involucre solo si su
intervención cumple principalmente con satisfacer una finalidad cultural, social o educativa de los ciudadanos.
Además del aporte histórico, cultural y moral de la iglesia, es un gran avance que nuestra CPP garantice la libertad de religión,
establecida en el artículo 2, incisos 2 y 3.
También, la iglesia aporta a la enseñanza y cultivo de los valores religiosos, éticos, culturales, cívicos y patrióticos, colaborando en el
surgimiento y desarrollo del Perú.