You are on page 1of 191
De entre las aumerosas obras sobee temas econémicos que apare cen hoy en dia a nivel internacional, la coleccign ECONOMIA de RBA tiene como objetivo seleccionas solo las mejores as que reco jan con mayor claidad las ideas més innovadoras en torno a los problemas y debates de mayor atualidad en la realidad econdmica mundial. Siguiendo los crteros de calidad, lider y modernidad, ité editorial dirigido por ANTONI cAstrLtS y formado por JOSEP MARIA BRICALA, GUILLERMO DE LA DEHESA y EMILIO ONT! ‘Vero seleccionaréregularmente los ensayos mis sobresalintes en teste Ambit. As con La aparicién de media docena de itulos anna Tes, RBA quiere conformar una slecta biblioteca de actalidad ‘econdimiea que eumpliea dos grandes objtivos por un lado, reunir libeos de un alto nivel de calidad, excritos por economists de reco- nocido prestigio y, por otro, converte la coleccién en un atlas que radiogeaic la realidad econsmica que vivimos, de un modo amen ile para quienes no estén profesionalmente familiar a coleccién ECONOMIA abordard los mis diversos aspectos inculados a esta ciencia social en constante evolucion sin reste fi los Ambitos de ss andisis, que podria ser nacionales, europeos © globales. De este modo ef lector interesado podra encontea® hi lbs queluchan por aeahar con ideas peofundamentearraigadas en la politica ye] pensamiento econdmico actules (como es el easo de EL Estado emprendedor, de Mariana Mazzucato), tabajos que desde tna iteresante perspectva histérica ofrecen wna vision al- temativa sobre los fundamentos del actual sistema eapitalista ppropuestasinnovadoras (tle el caso de El capital en el siglo XI, cde Thomas Piketty) ocerteros estudios sobre una realidad conere- ta, esritos por los mejoces experts sobre cada tema {como por cjemplo Europa sin euros, de David Marsh). Una colecsi6n, en ‘dinitiva,destnada a letores com inquiedes y con afin de com prender mejor el mundo cambiance de la ecr MARIANA MAZZUCATO EL ESTADO EMPRENDEDOR Mitos del sector piiblico frente al privado Prétogo de CARLOTA PEREZ Traduecién de JAVIER SANJULIAN 9’ ANNA SOLE | RBA | Comité eo sro CASTE (ietor) ose? MAR [HERE BL LA DEMESAy RU ONTEREDS ‘io orgnl inglés: Th Feanopreneral State, 1 Author Press, 2014 (© dela taducin: vie Soni rape y Nn Sol el Bari, 24 (© docs edn: REA Libro, S.A, 254 Primera edie octubre de 2014 Seu edn septembre de 2016 nurs onr638 sane 97884-90562963 pundstro tucatsn. 1B184 2004 geen a -rtd Seie ude sguament oii sn arc poco i eee cage rma dreprotie, atasn, omnia soa Sens a ae soil oncom ee porn ey Pare dig» Coto (en igual de Dero Report wc.) secre aecopar xan agi ego de ets hr "renner cons 917981972793 3720647 Tro dro er st libro esti dedicado ami madre Alessandea,cuyo esprit sigue influyendo en todos aquellos que la conacieroa, contibuyendo a fauestro deseo y capacidad para entender y wansformar el mando con firme, generosidady gracia. Y a mi padre Eenesco cuya ba talla para sobeevivi sin ella no ha mermado su busqueda de casi toda una vida de aque quiz seals sinica fuente de enerpiaverda- deramente renovable la fasién nuclear. CONTENIDO Agradecimientos 1" Prologo, por Carlota Pérez a5 EL ESTADO EMPRENDEDOR Introduccién: hacer algo diferente 27 1, DE LA IDEOLOGEA DE CRISIS A LA BIVISION DEL TRABAJO INNOVADOR ” 2 TECNOLOGLA, INNOVACION ¥ ERECIMIENTO ” EL RIESGO» AL «HACER QUE OCUIRRA» i 4 ELFSTADO EMPRENDEDOR ESTADOUNIDENSE 153 | 5. ELnstabo DETRAS DEL. PHONE 153 6, EJECUTAR VERSUS ALENTAR LA REVOLUCIGN INDUSTRIAL VERDE 19r 7. LAS ENERGIAS BOLICA Y SOLAR: HISTORIAS DE fxtTO | ges RE rrr 8, RIESGOS ¥ BENEFICIOS: DE LAS MANZANAS. PODRIDAS A LOS ECOSISTEMAS SIMBIOTICOS 9. SOCIALEZACION DEL RIESGO Y PRIVATIZACION DP 10S ENEFICIOS: 2PUEDE EL ESTADO. [EMPRENDEDOR COMER TAMBIEN DB SU TARTA? Apandice Lista de tablas y gréficos Lista de siglas y acrénimos Bibliografia Indice analitco y de nombres an 295 air sar 335 327 331 363 AGRADECIMIENTOS [No habria podido escribir este libro sin el estimalo intelee: tual y el duro trabajo de muchos colegas y amigos, En primer lugar, y ante todo, estén los escimulantes inter cambios con dos de los mejores historiadores econdmicos del mundo: Carlota Pérez y Bill Lazonick. El trabajo de Carloca yauestras constantes discusiones sobre el papel del Estado en diferentes fases de las revoluciones tecnolégicas me han de- safiado a realizar una intensa reflexién sobre el papel cam: Diance de los diferentes tipos de «capital» —financiero y pro- ductivo—a lo largo del tiempo. Y sobre el papel que tiene el Estado en guiar a ambos tipos de capital hacia propésitos productivos y no puramente especulativos. A pesar de ello, ‘por supuesto, la innovacién requiere clerta especulacién, que Bill ha distinguido con mucho cuidado de Ja «manipula- cidno. EI incisive anaisis de Bill no deja ninguna palabra intacta. Por ejemplo, pone mucho cuidado al distinguir a las ‘empresas del mercado, algo que la mayoria de nosotros con: fundimos al utilizar el término «sector privado>. El trabajo de Bill sobre la estructura cambiante de la produccién eapi- talista, su relacin con los mercados de trabajo y las dinmi- cas financieras deberia ser de lectura obligatoria para todos tos estudiantes interesados en la teoria de la empresa y para todos aquellos egisladores interesados en reformat las finan- 2as con el objetivo de hacer que la produccién capitalista sea nds inclusiva y sostenible ‘También le estoy agradecida a Bill por haberme presenta- do a dos de sus mas brillantes estudiantes de mister: Oner ‘Tulum y Matt Hopkins, quienes se han convertido en los mejores ayudantes de investigacion que se pueda tener. Oner aplicé sus métodos quirirgicos al estudio de fos informes ‘orporativos, con el objetivo de llegar al fondo de la cuestion de cuanto proporcioné el Estado a Apple, tanto en térmi- nos de tecnologias de base como de financiaci6n inicial. No podria haber escrito el eapiculo s sin él. Y Matt aplic6 su ‘agucdo y apasionado conocimiento de las teenologiaslimpias, algo en lo que es académicamence un experto pero con lo que tiene un compromiso politico, Sin él no podria haber escrito los capitulos 6 y 7. ‘También quiero darles las gracias a Caetano Penna y a Caroline Barrow, quienes me ofrecieron una laboriosa ayuda editorial. La experiencia de Caetano tanto en teoria econd- ‘mica heterodoxa {y en el marco del «tro Canon») como en studios sobre innovacién —y su pionera tesis sobre la «tran- icin» necesaria en Tos automéviles— le han conyertido en tun consejero y corrector sinico y estimulante, Caroline, que se sumergié en la edicin y el formateado del manuscrito in- rmediatamente después de incorporarse ala Unidad de Inves: tigacin de Policicas Cientificas de la Universidad de Sussex, runca perdi la paciencia ¢ incluso proporcions interesantes ideas sobre el papel del sector piblico en el mundo del arte desde su experiencia como bailarina profesional Por altimo, estoy agradecida por fa financiacién que me hha permitido tomarme el tiempo necesario para escribir el ‘manuscrto. La beca de Ia iniciativa Reforma de las Finanzas lohales de la Fundacién Ford, liderada por Leonardo Burr lamaqui, no solo me ayudé mucho, sino que también me re sult6 de gran utilidad gracias al trabajo del propio Leonardo sobre los mecanismos a través de los cuales la «gobernanza del conocimiento» puede «dar forma» a los mercados. De hecho, fue el trabajo de Leonardo con la fandacién lo que inspit6 las primeras reuniones y condujo a otro proyecto de FF BO AgRADECIMIENtOS B investigaci6n, financiado por el Instituto para el Nuevo Pen: samionto Econdmico (INET), en el que Randy Wray y yo nos estamos devanando los sesos ahora mismo: un intento de unir las ideas de Joseph Schumpeter sobre innovaciéa y las de Hyman Minsky sobre finanzas, con el objetivo de descu- bri cGmo pueden convertirse las finanzas en un vehiculo para la destraccién creativa, en lugar de su obsesién actual por la creacion de destruccién al estilo Ponzi. Entre los dems amigos y eolegas que me han inspirado ‘mediante su colaboracion y sus comentarios, quiero mencio- rar a Fred Block, Michael Jacobs, Paul Nightingale y Andy Stirling, los dos iltimos de la Unidad de Investigacion de Politcas Cientificas, mi nuevo hogar académico. La Unidad, fundada por Chris Freeman, es uno de los entornos més di- ‘némicos en los que he trabajado, un lugar donde se considera ‘que la innovacién es elcenceo de la competencia capitalsta y donde, en lugar de mitificar el proceso, este se estudia de forma scritica», tanto en lo que se refiere a su tasa de creci- Imiento como a su direccién, Por iltimo, alo largo de los ilkimos dos afios he tenido la suerte de trabajar codo con codo junto con diferentes legisla- ores de rodo el mundo que, deforma acertada, desean escu char a voces «diferentes» en el terreno de Ia economia. En Reino Unido he encontrado una especial inspiracién traba- jando con el secretario de Estado David Willetts, el secretario de Empresa en la sombra* Chuka Umunna, la ministra de Ciencia en la sombra Chi Onurah (ahora en la Oficina del Gabinete}** y Andrew Adonis, En a Comisién Furopea, tra- bajar con Peter Droell (lider de la Unidad de Innovacién de “FI gabinete en la sombra estéformado por los miembros de bs ‘pose, que forman un gabietalteratvo al qe een el gobierno, (Wedelt) ** Departament dl gobierno bvtinicoencargade de spoyar al pi mer ministry l goer. (N:delt) Renee 4 Acrapecimnvros la DG RTD, la Direccin General de Investigacién de la Unién Europea) acerca de la innovaci6n del sector piblico (tanto «dentro como «a través») me ha motivado no solo para discutirel potencial papel «emprendedore del gobierno, sino también para reflexiomar de forma concreta sobre cémo construir organizaciones «emprendedoras» dentro del sector pablico. Por supuesto, ninguna de las personas agus mencionadas es en absoluto responsable de mis propios errores, exagera- Cones y provocaciones, asf como de las opiniones, a veces demasiado apasionadas, que expreso en este libro. PROLOGO, por ‘cARLOTA pene Desmontar mitos nunca es facil. Nadar contracottiente re auiere determinacién, un serio compromiso con la verdad y evidencias irrefutables, Esto es lo que Mariana Mazzuca: oexhibe en este libro, que desafia con éxito la ampliamente extendida idea de que el Estado no puede tomar decisiones ascertadas, que es torpe, buroctiticoe ineapaz de asumir res- go emprendedor. Su anilisisno solo es keynesiano, sino tambign schumpe- « teriano. Fl papel del Estado no debe limitarse a intervencio- ‘nes macroecondmicas para «solucionar fallos del mercado (0 financiar de forma pasiva la T+D publica. También se considera al Estado como un emprendedor que asume ries- {08 yerea mercados, El argumento de Mazzucato va mucho sms alli del papel que desempefiaron los gobiernos de paises {que han crecido mucho en los tltimos tiempos (Japén en la Aéeada de 1980.0 Corea del Sur en la de 1990) y se centra en al papel de las agencias piblicas de Estados Unidos —el pais mds rico del mundo y un activo defensor del «libre merca ddo»—en las inversiones artiesgadas que hay detrés de Inter: net y la financiacion de la mayoria de los elementos cruciales (que hay detrés de las «estrellas» de la revolucion de Ja infor ‘macién, empresas como Google y Apple. De hecho, un capi tulo revelador sobre los ordenadores de Apple demuestra mo cada una de las reenologias que han hecho que el iPho- te sea tan «inteligente> se basan en inversiones del Fstado, desde la propia Internet, a las pantallas tdctiles 0 a Siri, el 15 Bee ccantora pénez 6 acto asitente personal actvado por vr. Marzucatotam- Shen snaia el papel crucial de low gobirnos de Alemania, Digamarea' muchos otros pes (inluyendo Chin, por purse) e los recientes intents de desarollary andr tecnologia de engi fimpian. Sa argumento clave x que ay nuevas tecologas nis ea dicate on dfrentessectores desde Internet hasta el etor Tarmacsutico enenstorgen nua inverign de uh Eta do atrevido y que asune resgos. Sa explcacion de imversn del gobierno de Estados Uniden en Internet propor Ciona evden sbreel comple conjuto deacons gue oriinan tales innovaione de gran aleancs. Resales l pottancia de la inanciaiony dela alquisiionorentadas a Uererminados propostos, el cooperacin de maltiples Suencas ambien de Ia creacin de ncenivos dennados a tiles Setorssy ihe heramientas de financiaion Cimpendos pra favoreer el que exo ocuta babicnyaplicaa, sno que también llevan a cabo ol abe jo par lorar In comeilacion. Empresas como Apple Compa, tte! y muchas ota han conse Finaeiatén para lsprimeras tapas devs proyectos ateaés de progea Inas de Rnaneiacion gubernarmentals ales como el SBIR {Programa de Investigacion parla Inovacion ena Pequeta Empresa) Por elempl, a infacsractura para Ta revolion Se as TIC fecnoloias dela informacion ylacomanicacién, tue set las bases de Icene,recbi uina Banciacin ge eros del Fx desde sus etapa iniciales Bawa que et Xe consoidada, fue plenamente funcional y podo adapeate avs usos comerciales, Taleomo Mazzcato argument, ni fininersor ptvad ni ninguna fuerza dl merado podsan Inet che prs coe Sus ejemplos ms recientes eativs al inser en te nologin sends murstan la importania dela nani Sym de largo plzo,compromesid y «pacientes. Ex el mun- PR61060 0 do avanzado, esta financiacién ha sido proporcionada por agencias estatales, tales como la ARPA-E de Estados Unidos (la version en el sector energético de Ia DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigacién Avanzada en Defensa, que de- sarroll6 Internet) o por bancos de inversin del Estado, ta- les como ef KIW en Alemania. En las economias emergentes, los fondos han legado del BNDES, el Banco Nacional de Desarrollo Econémico y Social de Brasil, © del Banco de De- sarrollo de China. En todos los casos y en todos los contextos tal como Mazzucato demuestra de forma convincente—, las grandes inversiones requieren tiempo y paciencia. La fi nanciacién privada se ha vuelto demasiado cortoplacista y depende cada vez en mayor medida de los laboratorios gu- bernamentales, que se responsabilizan de las etapas n artiesgadas de la cadena de innovacién, antes de que el sector privado comprometa sus propios fondo. Fste es otto mito que el libro desmonta: el ampliamente celebrado papel del capital riesgo (CR). Mazzucato demues- tra cmo cl CR ha dependido del gobierno para la investiga- ion mis cara eincierta, antes de entrar y rentabiliza las in- nnovaciones, una vez que la incertidumbre de la inversin en ‘nuevas innovaciones se ha visto reducida de forma signifiea- tiva, Incluso revela que el ampliamente escarnecido fracaso de la administracién Obama para apoyar Solyndra fue tam- bién, por no decir que de manera principal, el resultado de la reticada de los fondos de capital riesgo en un momento criti ‘co del desarrollo de la empresa. En el desarrollo de su andlisis, Mazzucato consigue esta- blecer una sélida conexidn con la literatura de la «dindmica industrial». Estaes una gran contribucién, La mayorta de los argumentos a favor de la intervencién del Estado en el proce- $0 de crecimiento y desarrollo olvidan mencionat Ia innova: ‘i6n, que toman como una acompaiiante natural del cree tiento, una especie de mand caida del cielo. Lo que hace Mazzucato es vincalarel gobierno directamente a la tecnolo- 8 ccanora vine, af la innovacién y el espiritu emprendedos, a la ver que ‘examina los factores clave de la economia de la innovacién, tales como la ID y el erecimiento, el papel de las patentes, papel de las pymes y las grandes empresas que actiian como innovadores y otros aspectos relacionados. Por consiguiente, este libro aparece en el momento perfec: to. No es probable que se supere la intensa crisis econémica ‘con medidas de austeridad ni con la expectativa de que la snormalidad» volvera con el rescate de los bancos. Esta es tuna erisis como la de la década de 2930, que requiere me- didas tan atrevidas e imaginativas como las del Estado de bienestar y los Acuerdos de Bretton Woods, pero orientadas ala necesidad de un desarrollo global sosteaible liderado por Ja actual sociedad del conocimicnto. Seria deseable que los politicos del mundo desarrollado recapacitaran y compeen- diesen esto y que, al buscar una guia, descubrieran el valor de las ideas y los argumentos de Mazzucato, sua buena sefial que la UE considerase relevant, casi de inmediato, la versin en «informe» de este libro, mucho mas corta y en una fase més temprana de desarrollo. Las altos car- {gos politicos la citan cada ver més, En Reino Unido, los me- dios y tanto los ministros oficiales como los ministros en la sombra han destacado estas ideas y las han incluido en sus declaraciones ¥ proyectos. También se le esta prestando una reciente atencidin en otros paises europeos en la instancias mas clevadas. Es prevsible que esta version completa, con in- novadores capitulos sobre la tecnologia verde y sobre la histo- ria real del iPhone, sea reeibida con mayor interés, si cabe. Del anélisis de Mariana Mazzucato surgen al menos tres lecciones vitales para la institucionalizacién efectiva de la innovacién: es necesario reforzar las fuentes de financiacion, de la IsD pablica; es necesario incrementar el compeoriso pablico con la innovacidn en ecnologias «verdes» y su otien- tacién, y ¢s necesario actualizar las respuestas keynesianas a las crisis econémicas moderna. PROLoco 8 Sila inversién del Estado en I+D es necesaria como condi-| cién inicial para generar innowacin privada mas adelante, entonces garantizar un flujo constante de fondos para tal propdsito va a favor del interés general. Su explicacion de la historia de Apple muestra que, ademas de «seguir alocados», tal como Steve Jobs recomends, lo que muchos emprendedo. res de éxito han hecho —incluido él— ha sido integrar de- satrollosteenoldgicosfinanciados por el Estado en productos rompedores. Si se tienen en cuenta los gigantescos beneficios generados por sus éxitos, zno deberian los emprendedores devolverle parte de las ganancias al gobierno para que pueda seguir asumiendo riesgos importantes, que después pucdan convertirse en algo revolucionatio en el mercado? De hecho, podriamos afirmar que la devolucién se produce mediante nuevos ingresosa través de los impuestos. Aun asi la globali- zacién y la tecnologia de la informacién han permnitide que los benteficios emigren a regiones con fiscalidad reducida 0 incluso a paraisos fiscales. Fs evidente que se requieren inno- vaciones en los sistemas fiscales para asegurar que el gasto Piblico en actividades con alto riesgo pueda garantizar el ft turo de la innovacién privada. El andlisis de Mazzucato pro- porciona un marco para reflexionar sobre las posiblesrefo ‘mas que deberia emprenderel modelo actual para conseguitlo, + La otra ditecci6n de la innovacién en el sector piblico esté relacionada con la tecnologia «verdes. A tiulo personal estoy * Convencda de qu, adem de evar el plane, on efoque “verde puede salvar la economia, sempre que rete apo yo neces. Sse reforman fs pata de consumo ¥ prods Giény se modemizan asestractaseinfoestrutras exten: tess I teznologi ede puede generar crecimiento econicy Y soxenbidad medioarbintal alan plao. limps del ‘crecimiento verdes porn ser equalent al qu tavern éreciniento dels cadaes yl reconstruc de poner énla epoca dorada de capitalismo en os qu se basal eso dr vida smercano». Es imponble que los millones de svos xe ‘oaRLoTA rena. consumidores que seincozporan a la economia global encuen: tren bienestar a partir de la esteategia intensiva en el uso de cenergia y materiales explotada en el pasado, La limitacién de recursos y la amenaza del calentamiento global podrian con- vertitse tanto en un poderoso freno al proceso de globaliza cidn como en el factor mis poderoso de crecimiento, ceacién dde empleo einnovacién de toda una generacién. Mazzuceto afirma que la «revolucién verde» dependeré de que haya gobiernos proactivos, Demuestra, con maitiples ejemplos obtenidos a partir de Ia experiencia de las sltimas décadas en Europa, Estados Unidos, China y Brasil, que el éxito en direccién hacia lo verde ha sido el resultado de un apoyo gubernamental clare, comprometido y estable. Al ‘gual que ha sucedido en el caso de Fstados Unidos con la tecnologia de la informacién, aquellos paises que estén di puestos a aceptar el elevado riesgo y que estén decididos a apoyar a sus emprendedotes son los que tal vezlideraran los mercados mundiales en tecnologias verdes. La incertidumbre del mercado es inevitable en el contexto de la innovacién, ‘pero la incertidumbre de la politica —como la que han expe- rimentado Estados Unidos y Reino Unido con respecto a to: das las cosas «verdes>— es leral. Su analisis sugiere que el xo lo consiguen aquellos paises que son capaces de obtener tun firme consenso nacional y que, por tanto, pueden mante- ner el nivel de financiacién y una politica de apoyo estable a “lo largo de los altibajos de la economia. _ Esto nos lleva a la tercera leccin: necesitamos las ideas econéinicas tanto de Keynes como de Schumpeter. Tal como Keynes argumenté ce manera acertada, el gobierno debe con- vertise en el inversor en altima instancia cuando el sector privado esti paralizado, Pero, en la economfa del conoci- ‘miento moderna, no basta con invertr en infraestructuras 0 generar demanda para que aumente la producci6n. Sila inno- ‘yacién ha sido siempre —tal como afirmé Schumpeter— el ‘motor del crecimiento en la economia de mercado, en la era PROLoco a de Ia informacién es todavia més crucial seguir dedicando recursos piiblicos para catalizarla. En su libro, Mazzucato parte del éxito de la experiencia de ID orientada a una mi sin y la generacién de innovacién en Estados Unidos para afirmar que el gobierno podria sali de la recesiGn intensif- cando los esfuerzos en el campo de la innovacién, Ahora es fundamental que los gobicenos combinen las infraestructuras tradicionales con las teenologias modernas y sean activos en Ja creacién de nuevos metcados, através dela promocién di secta yallanando el camino para las innovaciones radicales, Este es uno de esos libros que todo el mundo deberia leer: aquellos agentes del sector piblico que descen solucionar los grandes problemas actuales; aquellos agentes dl sector priva- doconscientes de que es mejor participar en un juego de sma positiva los economistas que necesiten abandons la retrin- fda explicacién de las fuerzas del mercado promulgada en los manuales de economia convencionales; las académicos ‘que estén investigando sobre estas cuestiones; los estudian- tes que quieran comprender por qué las ideas ampliamente compartidas no tienen por qué ser verdads el pibico general al que a menudo se le pide que vea al Estado como una carga, ¥ los politicos que necesiten superar su miedo a la accién de gobierno y a disefiar las politics arrevidas que puedan gene- ar crecimiento y recuperar el bienestar para todos. Autora de Revoluciones tecnolégicasy capital financlero: la dinémica de as burbuias fnancirasy las épocas de bonanza. Universidad Teenogia de Tallin (Estonia London School of Economics; Universidad de Cambridge Universidad de Sussex (Reino Unido} Febrero de 2013 [En realidad, la economia capitalista noes i puede se estactonaa ‘Tampoco # expande a un ritmo uniforme. Fstérevolucionada, de manera incesante y desde dentro, por un nuevo expita de enpre- sy 6 deci, por Ia introduccién de nuevas mereancias @ nuevos métodos de produccién © nuevas posibilidades comerciales en la ‘seructura industria, a como existe en cualquier momento ose scruserente (1968, pgs. 59-60) ‘La importante para el gobierno no es hacer cosas que ya estén ha- ciendo los indwviduos, y hacerlas un poco mejat 0 un poco peor, ‘ino hacer aquellas cosas que en la atualidad nose hacen en abeo- uta. JON MAYNARD KEYES (988, pig. 293) sun error popular creer que la burocracia se mestra menos flexi ble que la empresa privada. Es posible ue asf sea en aspectos de tlle, pero cuando se requieten adaptaciones a gran exci, el control central resulta muchisimo més flexible. Un departamenca "> jubeenamental puede tardar dos meses en contestar una cart, ‘ero una industria bajo el control de a empresa privada tarda vein. {fe aflos para readapearse a una reducein de la demanda, JOAN ROMMNSON (1979, PHB. 54 :Dénde estabais vosotros [eapitalistas de riesgo} en las décadas ‘de 1950,y 1960, cuando toda la financiacién tenia que dedicarse a la ciencia bisica? La mayoria de los descubrimientos que It han limentado [ala industria] se crearon entonces ‘ganador del Premio Nobel de Quimica en 1982 [cit en Henderson Scheage, 1984) | EL ESTADO EMPRENDEDOR msropucci6n HACER ALGO DIFERENTE [.-] Nuestra incapacdad ex dscursiv: simplemente yano sabemos emo hablar de todo et, rons jubr (2019, pg. 45) LUNA BATALLA DISCURSIVA Ahora es ms necesario que munca cuestionar el papel del Estado ena economia, que es un asunto candente desde que ‘Adam Smith publicara Una inestgacisn sobre la naturales 1 causas de lariqueza de las naciones (Smith, 1776). Esto se ‘debe a la importante retrada del Estado de la que estamos sendo testigos en la mayor parte del mundo. Dicha reticada 4 ha justficado en términos de reduccién de la deuda y quiz de manera mas sstemsitica— en términos de hacer que [a economia sea mis «dindmica», «competitiva e wine novadora+. Se considera que las empres fuerzas Jnnovadoras, mientras que al Estado se le asigna el papel de rercia: es necesatio para lo «bésico», pero demasiado srande y pesado como para ser un motor dinémico. Este libro pretende desmontar esta flsa imagen. De la misma forma que se le robé México a California y Texas Janz6 de manera interesada la imagen del «mexicano perezo- 0» tumbado debajo de una palmera (Acufa, 1976), el Esta- do ha sido atacado y desmantelado de manera progresiva mediante imagenes que nos muestran su carter butoctée tio, inercial y opresivo. Puesto que la ianovacién no es la fancin principal del Estado lustrar su potencal innovadot su cardcterdindmico —su capacidad histrica, en algunos a paises, para jugar un papel emprendedor en la sociedad—es ‘quiza la forma més efectiva para defender su existencia y a ‘mao de una forma proactiva. De hecho, en Algo va mal, ‘Tony Judt (2070) explica que el ataque al Estado de bienestar {que se ha producide a lo largo de las tres Gltimas décadas ha conllevado una batalla «discursivas —gue ha cambiado la forma en la que discuimos— en la que se emplean palabras como «administeacién» para calificar al Estado de menos importante y atrevido. El libro pretende cambiar la forma en la que hablamos del Estado, y para ello desmantela los cuen- tos ¢ imagenes ideoligicas; es decir, separa la evidencia de la ficcion. Este trabajo se basa en la revision y la ampliacion signif- ccativa de_un informe que eseribi para DEMOS, un labora- torio de ideas establecido en Reino Unido, sobre El Estado emprendedor. A diferencia deescritos académicos mas tradi- cionales —que pueden requeriraftos desde que se empiezan hasta que se terminan— escribi el trabajo para DEMOS en tun estilo parecido al de los panfletos del siglo xrx: de forma ripida y con un sentido de urgencia. Queria convencer al gobierno briténico de que cambiaca de estrategia: no debia recortar los programas pablicos en nombre de una economia mas «competitiva» y mas «emprendedora», sino reimaginar «qué podia y debia hacer el Estado para garantizar una rect _peracién sostenible en el periodo posterior ala crisis. Subra- yarel papel activo que el Estado ha tenido en los vinvernade- ros» de innovacién y espicitu emprendedor —como Silicon Valley— era la clave para demostrar que el Estado no solo puede facilitar la economia del conocimiento, sine que tam- bign puede crearla de manera activa con una visién atrevida {yuna inversion dieigida a un propésio, Esta versiGn ampliada del informe de DEMOS (més del doble de extensidn) desarrolla Ia investigacién inicial y va _mas lejos, ya que exteae mas implicaciones en los niveles sec torial y de empresa. El capitulo 5, dedicado de manera inte> rsrnopucer6s » gr Apple, examina te abanico de apoyo gubeenamen- fal que a ribo esta empresa lider dela nocva economia Después de analizarel papel del Fstado en la eatizacion de iasinversiones nis arcespadss que hay dete de internet y dela evolucin de as oonlogas dela informacis, fone piss 6y 7 ecentran en el siguiente rane tema [oe toogia. Cons era de espera dscubrmns que, en {odo el planets, ios pales que enenbezan la revolucén verde {as energian sla ein son Tos ejemplos paradigmatcos gp bemos esteado) son aquellos en Tos qu el Esta ex jogando un papel activo, mae all del qn sel aie a teoria dos alos dl mercado, Y las organizaiones pi Casimplicads, sles como los bancor de desarrollo de Brasil + China, no solo etn siinistrando ertito contraciticn (tal como Keynes habria pedido}, sino que también estan sdiriiendo» escrito hacia lon aspecros mis nnov adores dela econom «verde Las ddas sobre si tal sdecional dad> deer encrar fs preocupacioneshabitals sobre Ia ‘ncapacidad del atado para omar deisionesacertadas se afrontan de forma clara, ydesmitifeando las antigus sop. Siciones EI ibe ambien aatza de forma expt cl cole: Gro de actoresnecesaris para genera crecimiento asad ena innovaciény las duds acerea de scl atal secon. rma» de innovacion es un ecoistena simbidtco funcional 0 tn ecosistema parastaro dsfuncionl, Puede um Estado inseguroreeonoceesgherala diferencia? Loscapitlos 8y 9 profandizan en sa cuestén y planteancémo podemos ase furaros de quela diambucion de as emaneraciones (bene. Fos) generada partie inversonesacvas del stad cn imovacion se secaicen en la misma medida que los sees asumidos. De hecho algunas de as ecas recientes on Banco (sciliacin del riesgo yprivatizacon de los bene de la innovacién. . : motivo por el cual ano el informe de DEMOS como x0 PL ESTADO EMPRENDEDOR cl presente libro se titulan El Estado emprendedor es que el spirit emprendedor —aquello que todos los lgisladores parecen querer fomentar hoy en dia—no tiene que ver (ni ‘camente) con las start-ups, el eapital riesgo y los «inventores de garajes. Tiene que ver con la voluntad y la capacidad de los agentes econémicos para asumir el riesgo y la verdadera, incertidumbre knightiana: aquello que es genuinamente des ‘conocido. Los intentos de innovacién suelen fracasar, pues, de fo contrario, no se llamaria «innovacién». Este es el mo- tivo por el que hay que estar un poco «loco» para intentar innovar. A menudo cuesta mas que los beneficios que supo- ne, y eso hace que el tradicional andlisis coste-beneficio fre~ ne el proceso desde el primer momento. Pero, a pesar de que Steve Jobs hablé de todo esta en la célebre conferencia de Stanford en 2005, l referirse a a necesidad de que los inno- vadores siguieran «hambrientos y alocados», son muy po- cos quienes han admitido que parte de esta Iocura se mont6 en Ia ola de las innovaciones financiadas y dirigidas por el Estado, El Estado desarrolla innovaciones «de manera alocada»? Sila mayoria de las innovaciones radicales y evolucionaias {gue han alimentado la dindmica del capitalismo —desde el Ferrocarril hasta Internet y la nanotecnologia y la farmacé\ tica modernas— parten de inversionesiniciales Ia inversi6n privada (au mentando el PIB a través del efecto multiplicador) —que es un angumento correcto pero limitado de los keynesianos—, sino que hace algo ms. La forma en la que interpreco el de~ safio de Jude es que debemos empezar a utilizar palabras nuevas para describir al Estado. El efecto crowding in es un cconcepto que —a pesar de que defiende al sector pablico— todavia utiliza como referencia el efecto negativo: la posbili- dad de que Ia inversin del gobierno desplace la inversion privada, y compita por la misma cantidad limitada de ahorro. Si queremos describit algo positivo y visionario, deberiamos emplear una palabra més atrevida y ofensiva, en lugar de defensiva. En vez de analizar el papel activo del Estado a través dela correccién de los «fallos del mercado» (en los que hhan insistido muchos economistas «progresistas» que identi- nmopucersy 39 ican cortectamente muchos fallos), es necesario constrair una tearia sobre el papel que desemperia el Estado en crear y dar forma alos mercados, mas en a linea de Karl Polanyi (1044), {quien insisti6en que cl «mercado» capitalista ha estado fuer- temente condicionado desde el principio pot las acciones del Estado. En el dmbito de la innovacién, el Estado no solo “incentiva la inversion privada, sino que también la «dina- sizas es deci, crea la visin, Ia misin y el plan. Este libro ‘esti dedicado a explicar el proceso-a través de cual se prod ceeste fendmeno. Ellibro pretende cambiar la forma en la que hablamos del Estado, con el objetivo de ampliar nuestra perspectiva sobre fo que este puede hacer; es decir, adopra la batalla «discursi- vax de Judt. Pasa de concebir el Estado como un «Leviatén» hurocriticoe inercial a considerarlo el verdadero catalizador de Ja nueva inversién privada; de ser el «corrector» de mer- ‘ados a ser ef moldeador y creador de mercados; de ser un reco mecanismo para «reducir el riesgo» del sector privado a aceptar y asumir el riesgo debido a las posiblidades de cre- ‘imiento futuro. Contra todos los pronésticos. ISTRUCTURA DEL LIBRO El libro esta estructurado de la forma siguiente Elcapitulo 1 empieza confrontando la imagen popular det Estado como una méquina burocrética con una imagen dife- rente segin la cual el Estado asume riesgos. Se presenta al Estado como un agente emprendedor, que se hace cargo de las inversiones mas arriesgadas inciertas de la economia, En lugar de enmarcar 1a toma de riesgos por parte del Estado cence esquema habitual de los «fallos del mercado» —en los ‘que el Estado actia como un parche inerte en las éreas que el ftercado no satisface—, se introduce el concepto de asuncin ‘emprendedora de riesgo. Fl Estado no «elimina el riesgo», ‘como situviera una evarita magica» que lo hiciera desapare- cer. Se hace argo del riesgo, moldeando y ereando nuevos mercados. El hecho de que los economistas no dispongan de tuna palabra para esta funcién ha limitado nuestra compren- sin del papel que el Estado ha jugado en el pasado —en re- slones como Silicon Valley— y del papel que puede jugar en el futuro, en areas como la «revolucién verdes.’ El capitulo 2 proporciona el marco necesario para la dis- ‘cusion, y examina cémo los economistas conciben el papel de Ia innovacion y la tecnologia en el crecimiento econdmico, Mientras que hace una generacién se consideraba el avance recnol6gico como algo exégeno en los modelos econdmicos, hoy en dia disponemos de una amplia literatura que demues. ta que, de hecho, son la tasa —y la direccin— de innova cidn las que condicionan la capacidad de crecimiento de las economias. Elcapieulo superpone dos marcos muy diferentes para entender el papel del Estado en el crecimiento generado a teavés de la innovacién. Ambos estan estructurados en tée ‘minos de ls diferentes tipos de «fallo que el Estado corrige. El primero es el enfoque de los «fallos,del mercado>, con arreglo al cual el Estado se limita a compensar el desajuste entre los beneficios privados y los beneficios sociales. El se- 9 sgundo es el enfoque de los «sistemas de ianovacién», que tiene una visién més holistca del gasto en [sD, al que consi- ddera como una parte de un sistema en que el conacimiento no solo se produce sino que también se difunde a través de toda la economia. Pero incluso en este segundo enfoque, el Estado se dedica sobre todo a arregla fallos, en este caso «fallos 4. Los economists politicos ates tals como Chang (2008) y Re et (2007), qe than especiaizad ea Ia isto cde split condm ‘is hablan, por spuesto, del papel del Etacoen el foment dl proceso de ‘convergenct» gen exncion contrac civ. A a eas s0- tes sin sen nen del Estado no como ent mpeendedor (de Prime ra mania gc sume rego, sina como wn emprendedor Je lain eRopuccion a sustituye a la que defienden los otros dos marcos teéricos, ‘sino que los complementa. Al haber hecho caso omiso de esta pesspectiva, las politicas basadas en el enfoque de los ofa- loss han sido de una naturaleza limitada y, 2 menudo, de caticter puramente «ideol6gico>. Presento ejemplos de la industria farmacéutica, en la que la mayoria de nuevos far- sacos revolucionarios se desarrollan sobre todo con fondos piblicos y no privados. También examino la forma en que el que han revolucionado el capitalism, sf como paca ilustrarel poder de la destraccién creativa schumpeteriana.* Yo le doy la vuel~ ta aesta idea. Apple est lejos de ser el ejemplo del «mercado» que a menudo se pretende ilustrar con ella, Es una empresa ue no solo recibi6 financiacién del gobierno en sus etapas iniciales (a través del Programa SBIC, que esti relacionado con el Programa SBIR que se analiza en el capitulo 4), sino {que también utlizé de forma vingeniosa» tecnologia finan: ciada por el sector piblico para crear productos «inteligen- tese, De hecho, no existe ninguna tecnologia clave de las que hay detras del iPhone que no haya sido financiada por el Es- tado. Dejando de lado las tecnologfas de la comunicacién (examinadas en el capitulo 4), el iPhone es inteligente gracias elementos como Internet, el GPS, la pantalla ctl y la nueva aplicacién personal de activado por vor (Siti). Aunque Steve Jobs fue, sin duds, un genio inspirador que merece todos ‘nuestros elogios, ef hecho de que el imperio iPhone/iPad se construyera sobre estas tecnologias financiadas por el Estado 4: Jose Schumpeter (x96) dein In «deeacelin reatvas como des- pués de Internet: a revolucion verde, a cuya vanguardia sigue situado el Estado, igual que lo estuvo la revolucién en la tecnologia de la informacion. Fn 2012 China anuncié un plan para producir 1.000 GW de energia eélica en 2050. Esto equivale mas 0 menos a remplazar todas las infraestruc: ‘turas eléctricas de Estados Unidos por turbinas edlicas. Son Estados Unidos y Europa todavia capaces de sofiar tan a Io srande? Parece que no. En muchos paises ele pide al Estado {que se eche a un lado y se limite a «subsidiar» o incentivar las inversiones del sector privado, Por este motivo, no consegui ‘mos construir visiones para el futuro similares alas que hace dos décadas llevaron a la difusion masiva de loternet. El ca pitulo analiza cudles son los paises del mundo que estén en- cabezando la visin verde y cual es el papel de sus Estados =y de la financiaci6n «paciente» que proporcionan los ban 0s de desarrollo estatales—en la creacién de las inversiones cataliticas»,iniciales y ariesgadas, necesatias para favore- cor este proceso. El capitulo 7 se centra en el papel del Estado semprende- dors que asume riesgos en el lanzamiento de tecnologias limpias especificas; en este caso, turbinas eélicas y paneles solares FV. La financiacién del Estado y el trabajo de agen- a “ [LESTADO ENPRENDEDOR ins estatalesconctetas proporconaron elimpulso nical a financiacion de las etapas niles de alto riesgo y un entor no instrocional que favorecié a etas importantes teenolo- tis. Si bien el capitulo insite en el papel del Estado em- prendedor de Estados Unidosal frente dela revolucion de las tecnologia de a informacin, asi como de la ereacion de la tase dela indostria de la biotenologi, el capitulo 7 lo hace en el papel que paises como Alemania, Dinamarca y China desemperian para encaberar la revolucon verde a medida ue estas expande a otras economia. Los caitlos 8 y 9 argumentan que, una ver aceptado el papel del Estado como agente que asume riesgo —mis alla elas habituales fanciones de vsolucionar falls de merca- do» 0 del enfoque de sear ls condiciones», a presnta aque se plantea e este papel se ve refcjado en la relacion Flesgo-beneficio. En mnichos casos, las inversiones pablcas se han convertido en regalos alas empress, que eniquecen 4 los individuos ya dichas empresas pero generan muy pocos beneficios (directas o indirectos) para la economia 0 el Esta~ dbo, Esto es mis evidene en el caso del sector facmacéutico, en el que los medicamentos que se han desarollado con fi nanciacin publica terminan siendo demasiado caros como para que los compren los contribuyentes (quienes los finan- Giaron) También es verdad ene caso de las eenologias dela informacin,en las que as invesione arcespadasactivas del Estado generan bensiciosprvados, que despues se exconden ¥ no pagan impuestos alos Estados que las apoyaron. El ca- pitulo#ilustra este punto centrindose en Apple. El capi To examina esta cuesiones de forma més general sosiene aque, en un periodo de grandes recortes para reducir los dé Cis publicos es mis importante que nunca abit una dscu- sin sobre como el Estado puede asegurarse de que st «toma de tisgo> sea recompensada con un benefcio directo, més alli de unos impuestos files de evadir,Precisamene cl he- cho de que las inversiones del Estado son inceras genera un eropuccion 4s are a cit ea Picea “6 EL ESTADO EMPRENDEDOR ‘que implican riesgo y en el cambio tecnol6gico radical, esen- cial para promover el crecimiento y el desarrollo. Ofrece una ddescripcién muy diferente del Estado de la que conciben los legisladores econdmicos actuates, que tienden a negar su pa- pel de vanguaedia de Ia innovacién y la producci6n. También desaia la politica industrial convencional, que minimiza de forma exagerada el alcance del Estado para encabezar y pro- mocionar nuevas tecnologias. En contra de estas visiones, el libro describe escenatios en los que el Estado ha proporcio- nado la principal fuente de dinamismo ¢ innovacién en eco- rnomias industriales avanzadas, sefalando que el sector pi- blico ha sido el actor principal de lo que suele conocerse como la «economia del conocimiento», que es una economia ‘movida por el cambio tecnol6gico y la produccién y difusiéa de conocimiento. En el desarrollo de la aviacin, la energia iuclear, los ordenadores, Internet, la Biotecnologia y los ac- ‘uales desarrollos en Ia teenologia verde, es y ha sido el Esta- do —y no el sector privado—el que ha arrancado y movido el motor del crecimiento, gracias a su disposicién 2 asumir riesgos en Areas donde el sector privado ha sido demasiado adverso al riesgo. En la actualidad, en un entorno politico donde las fronteras politicas del Estado estin siendo retro. taidas de forma deliberada, es més necesario que nunca comprender las contribuciones del Estado. De lo contrario, desaprovecharemos la oportunidad para generar mis pros- peridad en el futuro mediante la emulacién de inversiones piblicas exitosas del pasado. [Lo que necesitamos ¢s una comprensién madura de la di vision del trabajo innovador en el capitalism (descrito en el capitulo 1} y del papel que tanto el sector privado como cl pablico juegan en la creacién, produccién y difusi6n de ls. ynovaciones. El libro se centra en la innovacién, aunque {esto no sea To tinico o lo mas importante en lo que el Fstado puede invert E papel del Estado de garantizar los derechos bbésicos para todos los ciudadanos —alesde la sanidad pabli- mmopuccios a gaa la educaci6n piiblica—, asf como la creacién de la in frocstractura y del sistema legal y juridico necesario que mite que la economia funcione adeciadamente, son act- Fidades igual o mas importantes. El hecho de centrarse en la Jonovacién se debe, en parte, al hecho de que es el punto de ZGacusin en el que se ataca con mas frecuencia al Estado por fu papel. Si bien es cierto que suele exagerarse el papel del tector privado, el del sector piiblico se ha minusvalorado, AA menudo se ve al Estado como el problema, a pesar de que tst6 invirtiendo en nuevas tecnologias o mejorando el func: fnamiento del mercado. Un aspecto clave del reto es, por tanto, requilibrar nuestra comprensién sobre c6mo funcio- ‘nan realmente las economias. Solo cuando se haya hecho ‘esto podremos empezar a formular el tipo de politicas que funcionan, en lugar de reproducir unos estereotipos y unas jmigenes que solo sirven a propésitos ideoldgicos. DE LA IDEOLOGIA DE CRISIS A LA DIVISION DEL ‘TRABAJO INNOVADOR_ Los gobierns sempre han sido incapaces de tomar decisions correc y probablemente cada ver lose: in ma, en un entomo en que leiones de empeende ores inventors intercambian diss en linea, lo convieren en productos en sus case los comercia, lian a nivel global desde un garae. A medida que se impone Ia revolucién, los gobieros deberian limi tare af hisico: mejores escuela para proveer una rmanode obra preparads,ceglasclatasy un campo de juego para las empresas de todo tipo. Y que los revo- Tucionatios hagan el et. ‘The Economist (20%3) En todo el planeta ofmos que debe cedacire el tamafo del Estado con el objetivo de promoverlarecuperacion posterior alas, Se da por sentado que, i dejamo aun ado el Es tado, vamos a da riendasuelta al poder del esirtu empren- . Revelar la verdad contribuye no solo a dise- fat mejot las politcas del gobierno, sino también a posibi far que el sistema de «mercado funcione mejor. Por supuesto, el énfasis que se pone en el papel del Estado ‘como agente emprendedor no pretende negar la existencia de factividad emprendedora en el sector privado, tanto sise trata ‘del papel de las jovenes nuevas empresas que proporcionan dinamismo a nuevos sectores (por ejemplo, Google) como de fe importante fuente de financiacin proveniente de sectotes privados como el capital riesgo, El problema es que esta es a finica versiOn que sue contarse. Silicon Valley y la emergen- cia de la industria de la biotecnologfa suelenatribuirse a los ‘genios que hay deeras de las pequefias empresas tecnotgicas, ‘coma Facebook, 0 Ia plétora de pequeiias empresas de bio- ‘tecnologia de Boston (Estados Unidos) o Cambridge (Reino Unico). Por lo general, el vatraso» de Europa con respecte a Estados Unidos se atribuye al hecho de que el sector del capi- tal riesgo es mas débil. Bs habitual que los ejemplos de estos scctorestecnoligicos de Fstados Unidos se uilcen para afi ‘ar que necesitamos menos Estado y mas mercado, Inelinar la halanza a favor del mercado le pecmitiria a Europa crear sus propios «Googles». Pero gcunta gente sabe que una subvencin pablica de la Fundacién Nacional para la Cien- «ia financié el algoritmo que llevé al éxito de Google (Batte- lle, 2005), 0 que los anticuespos moleculares, que sentaron las bases de la bioteenologia antes de que el capital riesgo centrara en el sector, se descubrieron en los laboratorios pabli- 0s del Consejo de la Investigacién Médica (MRC) de Reino ‘Unido? ¢Cusnta gente se da cuenta de que a muchas de las se EL ESTADO ENPRENDEDOR empresas j6venes més innovadoras de Estados Unidos no Jas Financ el eapital riesgo privado sino el pribico, como el que proporciona el Programa de Investigacin para la Inno= vacidn en la Pequefa Empresa (SBIR)? ‘Las lecciones que hay que extracr de estas experiencias son importantes. Fuerzan al debate aie mis all del papel del Estado en cuanto a los estimulos ala demands o la preoca pacin sobre la capacidad pare elegie a los «ganadoces. En su lugar, lo que tenemos es una justficacin para crear un Estado emprendedor, proactivo y con objtivos, ue ademas. sca caps de asumieresgos y crear un sistoma de actores muy interconectado, que retina lo mejor del sector privado a favor del bien nacional, en un horizonte de tiempo de medio-largo plazo, Cuando el Estado acta como lider inversor y eatali- zador hace que la red actde y expanda el conocimiento. EL Estado puede {y, de hecho, lo hace) actuar como un cteador de a economia del conocimiento, en verde limitaese al papel de mediador. Defender un Estado emprendedor no es una polit dustrial «nueva», porque en cealidad ya ha ocurrido, Tal como Block y Keller (2011, pg. 95) han explicado muy bien, las diectivas industrials del Estado estan «ocultas», sobre todo para evitar una reaccion en contra de la derecha con- servadora. Abundan las pruebas del papel primordial que y comple- jo. Muchos de los ereores de ls atuales polias de innova {Gn se deben a que se ica mal alos actores dentro de este panorama (con respectoal empo y el espacio). Por ejemplo, 5 una ingenuidad esperar que el capital riesgo dirja las eta pas tempranas y mis arriesgadas de muchos nuevos sectores econémicos actuales (tales como la tecnologia limpia). En tioteenologia, nanoteenologia e Internet, el capital riesgo lig de quincea veineafios después de que se hubieran rex firado las inversiones importantes con fondos pico. De hecho, la historia demuestra que aquellas éreas del panorama de riesgo (dentro de los sectores en cualquier mo- mento del tempo, o al principio de los nuevos sectores) que se definen por ser intensivas en eapital intensivasenteenolo- lay con mayor riesgo de mercado tenden a set evitadas por al sector privado y, por consiguiente han requerido grandes Cantidades de fnanciacidn pablica (de diferentes tipos), asf como la vision y el iderazgo del sector pblico paca hacerlas despega. Fl Estado ha aparecido detas de la mayoria de las revoluciones teenoligicas y de los periodos de crcimien- to de largo plazo. Fst es la razén por la que se necesita un “Fstado emprendedors, que se implique en la toma de ris- os yen la creacin de una nueva visién, en lugar de limita 8 a cortege los fallos del mercado, No comprender el papel que desempe los diferentes o {EL ESTADO FMPRENDEDOR actores hace més fil que el Estado se convierta en prisione. 10 de aquellos grupos de interés que retratan su papel de forma retbrica e ideol6gica, sin pruebas ni razonamientos, A ppesar de que los capitalistas de riesgo han realizado una in. tensa presién para que se les bajen los impuestos sobre el capital y los beneficios (cosa que ya hemos mencionado), no ‘basan en los tipos impositivos sus inversiones en nuevas tec- nologias. Por el conteatio, se basan en el riesgo percibido, ‘que suele ceducirse después de unas cuantas décadas de in: versién previa por parte del Estado. Si no comprendemos mejor a los actores implicados en el proceso de innovacién, nos arriesgamos a que un sistema de innovacién simbistico, ‘en que el Estado y el sector privado se benefician mutuamen- tc, se transforme en un sistema parasitaro, en el que el sector privado sea capa de extraer beneficios de un Estado al que, al mismo tiempo, se niega a financiar. 10$ “ECOSISTEMAS® DE INNOVACION SIMBIOTICOS [VERSUS 106 «ECOSISTEMAS» DE INNOVACION PARASITARIOS Hoy en dia es habitual referise a los «sistemas» de innova- cién como «ecosistemase. De echo, parece que este con- Cepto esta en boca de muchos especialistas en innovacién y legisladores. Pero ze6mo podemos asegurarnos de que el cecosistema de innovacién conduce a una relaci6n simbidtica {en vez de parasitaria) entree sector piblico y el privado? Fs deci, conduciea el aumento de la inversin del Estado en ccosistema de ‘menos yutilice estas ganancias retenidas para financiar bene- ficios de corto plazo (a tavés de practicas como la «tecom- pra de acciones),0a que invierta masen dreas més arviesga- as, como la formacién de capital humano y la 14D, para - promover el crecimiento econémico de largo plazo? En general, esta progunta podria enmarcarse en el concep- jovacién a que el sector privado invierta DELAIDEOLOGIA DECRISIS ALA DIVISION Lu) 63 Efendi, La ites ik cng ut oe Ho nine dl banda cadena ae rcics inc enpicato ace eae ‘propios planes de inversién (Friedman, 1979). Los key- eo reuntanis fo artes ee ge te paca eed pede pero an Fee surat a npeiode pln olla iicqoyanmntg mara Fem dicen on Exado empredder ive Fe eters een ee een etal anremtoned ‘ria, atrevido y que asume riesgos del Estado. El limite més Be Seton ni amenca a dake Sus saison | |g mentalidad de «lo de siempre». De hecho, los estudios & | de cmpresa han demostrado que lo que incentiva la ‘sector concreto} no son los beneficios existentesen ese sector, "sina las tecnologfas previstas y las oportunidades de mercado {(Dosi etal, 1997). ¥ tales oportunidades estn ligadas a la ‘antidad de inversion del Estado en esas reas. "Pero qué ocurre si este aspecto potencialmente atrevido = del sector privado se ve mermado por ef hecho de que el sec- tor piblico lena el hueco? En lugar de analiza lacuestién en | términos de crowding out, creo que deberiamos enfocala de “tal manera que lleve a la creacié de wna asociacién pablico- vada ms simbiGtica y menos parasitaria, El problema no | es que el Estado haya financiado demasiada innovacién y ‘reado, por tanto, un sector privado menos ambicioso, sino {gue los legsladores no han sido lo sufcientemente ambi 0s como para exigir que tal apoyo sea parte de un esfuerzo ‘mas colaborativo, en el que el sector privado también se im- plique en cl reto. En lugar de esto, ls grandes laboratorios de IsD han ido cerrando, y la Ide la T+D también se ha visto

You might also like