You are on page 1of 2

Desde los inicios de la Lingúística como ciencia, los estudiosos de esta disciplina

se han preguntado para qué sirve el lenguaje. Sin embargo, según el lingúista ruso
Roman Jakobson, antes de analizar las distintas funciones del lenguaje, es
necesario
detenerse en los factores implicados en todo hecho discursivo. Así, todo acto de
comunicación verbal consiste en la transmisión de un mensaje por parte de un emisor
a un receptor. Asimismo, para que el mensaje pueda ser captado por el destinatario,
se requiere de un contexto de referencia, un código común y un canal físico. Todos
estos factores permiten tanto al emisor como al receptor establecer y mantener una
comunicación.

De acuerdo con Jakobson, cada uno de estos seis factores determina una función
diferente del lenguaje. No obstante, esto no significa que un hecho discursivo
cumpla
una única función, sino que una función prevalece sobre las otras. En primer lugar,
la
función referencial, basada en el contexto, consiste en la transmisión de
información
objetiva sobre hechos reales y verificables. Así, esta función se manifiesta
claramente
en los textos científicos, periodísticos y, en general, en todo discurso de
carácter
expositivo o informativo. En segundo lugar, la función emotiva, centrada en el
emisor,
apunta a la expresión de las actitudes, sentimientos y estados de ánimo del
hablante.
Asimismo, según Jakobson, esta función está presente principalmente en las
interjecciones —como ¡ay!, ¡oh!, ¡caramba!-, ya que expresan impresiones súbitas.
En
tercer lugar, la función conativa o apelativa, basada en el receptor, pretende
producir
una reacción en el oyente. Tal es el caso del vocativo y el imperativo que exigen
una
respuesta al receptor. En cuarto lugar, la función fática o de contacto, centrada
en el
canal, tiene por objetivo cerciorarse de que el canal de comunicación funciona
apropiadamente. Así, esta función se observa claramente en los intercambios de
saludos o de fórmulas de cortesía. En quinto lugar, la función metalingúística,
basada
en el código, ocurre cuando el discurso reflexiona sobre la lengua; en otras
palabras, se
reflexiona sobre la lengua utilizando como instrumento a la lengua misma. Si bien
esta
función es característica de la lingúística y la gramática, también está presente
en
situaciones de la vida cotidiana, cuando el emisor y el receptor quieren confirmar
que
están usando el mismo código. Por último, la función poética, centrada en el
mensaje
mismo, tiene por finalidad convertir al mensaje en un objeto estético. Al respecto,
Jakobson advierte que no se debe reducir esta función únicamente a la poesía o a
los
textos literarios, pues también está presente en eslóganes publicitarios e,
incluso, en el
lenguaje coloquial.

En conclusión, cada vez que se emplea el lenguaje se hace con una


intencionalidad distinta dependiendo de si el foco del mensaje está puesto en el
emisor, en el receptor, en el propio mensaje, etc. A estos distintos propósitos se
los
conoce como funciones lingúísticas, y dependen de los factores de la comunicación.

Tello, A. (2009). Las funciones del lenguaje. Blog de redacción PUCP.


http://blog.pucp.edu.pe/blog/blogderedaccion/2009/10/11/funciones-del-
lenguaje/tmore-167

You might also like