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Sancion Contra Daniel Quintero
Sancion Contra Daniel Quintero
3-Las demás acciones que con diligencia deba realizar el municipio en aras de
contrarrestar cualquier riesgo de movimiento en masa y desgarre de terreno en la
respectiva zona.
4-Informar a la señora NORELIA DEL SOCORRO QUINTERO DE MONSALVE y a su grupo
familiar, lo relacionado a las garantías que tiene el municipio, a partir de los daños que
se le hubieren originado en sus bienes. Asimismo, sobre los programas integrales que
estén relacionados con la situación acaecida y de los cuales se puedan ver
beneficiados (…)”
1-Cuáles han sido de manera concreta las ofertas que el municipio le ha realizado a
la señora Norelia Quintero y su grupo familiar.
2-Actas con fecha posterior al fallo de tutela, donde se hubieren plasmado las ofertas
y estas no hubieren sido aceptadas por la señora Norelia Quintero y grupo familiar.
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Sobre el tema de la reubicación de acuerdo con lo determinado en el fallo,
también se precisó:
“(…)
“En ese sentido, se torna necesario que el ente territorial de manera directa sea quien
posibilite la determinación y ubicación del domicilio donde deban estar
provisionalmente la señora Norelia Quintero y su grupo familiar que está conformado
por siete personas, más allá del ofrecimiento de una suma de dinero que se indicó por
el apoderado se postuló en su momento. Para ello, deberán realizar las gestiones con
las entidades que correspondan, pero la ejecución de elección del domicilio, traslado
de las personas a ese lugar -varias de ellas son de la tercera edad, otras con
discapacidad y en general, un grupo que la Secretaría de Inclusión Social determinó
con como vulnerable-; el transporte de sus enseres, corresponde al ente accionado.
Aunado a ello, desde la razonabilidad y en términos de dignidad, al municipio le
corresponde optar por un lugar que esté acorde al número de personas, equiparables
a la actual, entre otros; que les permita ser reubicados desde lo material y así,
contrarrestar los riesgos que se pudieren presentar y poder iniciar con las obras que se
precisan, dentro del cronograma señalado. Dable señalar que en su momento la
judicatura precisó lo pertinente en la decisión, y en ese sentido debe entenderse el
cumplimiento:
Debe resaltarse que dicha orden no fue impugnada por el ente territorial, y la misma
desde la arista constitucional y a partir de la jurisprudencia sobre el tema, se encuentra
ajustada al ordenamiento. Se alude que el tema de la reubicación al parecer
excedería de las competencias del ente territorial, no obstante, debe recordarse que
los municipios en punto de la gestión del riesgo de desastres tiene unas cargas al
respecto, debiendo resaltarse que conforme sentencia T 175 de 2013 la Corte
Constitucional precisó:
Ahora, si bien el despacho en la decisión no determinó que debería ser entregada una
suma de dinero en concreto en relación a lo que pudiera constituir el respectivo
subsidio, el tema de la reubicación temporal y como aspecto sustancial al contexto de
la actuación, que conllevó a la postulación de un riesgo para la integridad de las
personas por temas de desprendimiento de franjas de terreno, más no como un asunto
que estuviere en contexto de la realización de un trámite inicial para la adquisición de
vivienda o arrendamiento por otras causas, sí se dejó claro que el mismo sí debería
conllevar unos aspectos connaturales y razonables a la dignidad y por ende, a
circunstancias propias del núcleo familiar compuesto por 8 personas, tal y como
ampliamente se ha venido señalando en la actuación”. (Negrillas y subrayas fuera de
texto)
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Lo anterior, precisándolo en el sentido que, solo se habían realizado
propuestas al grupo familiar de un máximo de $550.000 y en casas -cuatro
opciones- donde solo había 1 habitación y el máximo 2 -una opción- para
un grupo familiar compuesto por 8 personas de “76, 72 y 62 años, algunas
con enfermedades; igualmente de 57 y 45 años, que presentan
discapacidad laboral y sensorial -invidente-; y menores de 13 y 14 años, este
último con discapacidad cognitiva”. Opciones que no se tornaban
razonables o dignas, pues ello indicaría que en una sola habitación estarían
integrados 8 personas o mínimamente de ser dos, por lo menos 4 en cada
una de ellas.
“Si bien es claro, el grupo familiar debe acogerse a ciertos aspectos connaturales a la
situación de emergencia que se presenta, y posiblemente en aspectos que
conllevarán a que no estén en las mismas condiciones que tenían, no debe dejarse de
lado que en uno de los informes de visita domiciliaria que se realizó por una de las
secretarias del ente accionado, se señaló que el lugar donde habitaban las 8 personas
contaba con 4 habitaciones; lo que conllevaría al municipio valorar ello y determinar
técnicamente a partir de los diferentes factores, si 1 o 2 habitaciones sería digno,
razonable y acorde a las características del grupo familiar que componen 8 personas,
lo cual no se ha puesto de presente al despacho; denotando que por lo menos un
lugar con 3 habitaciones eventualmente podría generar una situación más cercana a
como se encuentran y que ello en todo caso le corresponde determinarlo a los
expertos a partir de los criterios técnicos, económicos, sociales, entre otros, que al
respecto se deben analizar; pero se itera, hasta el momento ello no se ha determinado.
Trayendo a colación el informe de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos
Humanos de Medellín, en este se señaló: “Cabe resaltar que, la vivienda cuenta con
cuatro habitaciones y cocina, donde esta última, no está siendo utilizada por el riesgo
de colapso estructural; improvisando un mesón y fogón de gas en zona del balcón de
la propiedad”1.
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dentro de las posibilidades que permite el ordenamiento jurídico, el deber
de adelantar las gestiones necesarias y pertinentes, dirigidas a que se
cumplan las órdenes de tutela conforme lo ordenado, y con ello se
restablezcan los derechos vulnerados a quienes les fueron amparados
mediante la acción constitucional.
“Así las cosas, la decisión de juez constitucional, una vez verificados los supuestos
fácticos y jurídicos que conlleven la vulneración de uno o varios derechos
fundamentales, no puede ser otra que proferir una orden de naturaleza imperativa que
restaure el derecho violado en el caso específico. Esa orden proferida en sede
constitucional debe ser acatada en forma inmediata, total y sin interpretaciones por su
destinatario, ya sea una autoridad pública, o un particular en los casos contemplados
en la ley, sin entrar a considerar si los fallos que las contienen son o no convenientes o
contravienen sus intereses, pues sólo les basta con saber que han sido dictados por
jueces de la República que, en ejercicio de sus facultades constitucionales, han
proferido una decisión destinada a hacer valer el imperio de las normas
constitucionales que consagran derechos fundamentales. Si no se cumple, el orden
constitucional continúa quebrantado, con el agravante de que se pone en tela de
juicio la eficacia de las normas constitucionales que protegen los derechos
fundamentales.
Resulta entonces, que la figura jurídica del desacato, se traduce en una medida de
carácter coercitivo y sancionatorio con que cuenta el juez de conocimiento de la
tutela, en ejercicio de su potestad disciplinaria, para sancionar con arresto y multa, a
quien desatienda las órdenes o resoluciones judiciales que se han expedido para hacer
efectivo la protección de derechos fundamentales, a favor de quien o quienes han
solicitado su amparo.
(…)
3.3. Así las cosas, en caso de incumplimiento de una sentencia de tutela, el afectado
tiene la posibilidad de lograr su cumplimiento mediante un incidente de desacato,
dentro del cual el juez debe establecer objetivamente que el fallo o la sentencia de
tutela no se ha cumplido, o se ha cumplido de manera meramente parcial, o se ha
tergiversado, en consecuencia, debe proceder a imponer la sanción que corresponda,
con el fin, como se ha dicho, de restaurar el orden constitucional quebrantado. Ese es
el objeto del procedimiento incidental, por ello, no se puede volver sobre juicios o
valoraciones hechas dentro del proceso de tutela, pues ello implicaría revivir un
proceso concluido afectando de esa manera la institución de la cosa juzgada.” 2
De ahí que, contra la decisión que profiera una sanción, no proceda ningún
tipo de recurso, previendo única y exclusivamente el mecanismo de la
consulta ante el superior funcional.
Así las cosas, para entrar a sancionar, se deberán establecer los siguientes
presupuestos, tal y como lo ha señalado en varias decisiones la Corte
Constitucional: i) Debida notificación de la actuación (aspecto
2Corte Constitucional, sentencia T-465 de 2005. expediente T-1021956. M.P. Dr. Jaime Córdoba Triviño.
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procedimental) ii) Verificación del incumplimiento según la orden (aspecto
objetivo) y iii) Determinación del sujeto obligado a llevar a cabo el
cumplimiento (aspecto subjetivo).
CASO CONCRETO.
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Debe precisarse que, dentro del trámite de tutela que nos ocupa, se
especificaron en el ordinal segundo de la decisión, cuatro numerales que
constituían el objeto de amparo, habiéndose declarado como hecho
superado los numerales 2, 3 y 4 de la orden de tutela, encontrándonos en
este escenario frente al incumplimiento del numeral 1 de la orden, como se
adelantó, en el cual precisó:
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De allí que, por parte del accionado no se estableciera a esta judicatura
desde el inicio del trámite de tutela y del trámite incidental, controversia en
punto de la legitimidad que le asiste para dar cumplimiento a la orden de
tutela, máxime que si bien el Instituto Social de Vivienda y Hábitat de
Medellín -ISVIMED- es una entidad con personería jurídica y autonomía
presupuestal, la misma no funciona de manera desarticulada de la
ALCALDÍA DE MEDELLÍN y conforme el artículo 24 del Decreto 883 de 2015, el
ISVIMED es una entidad descentralizada adscrita al despacho del alcalde y
al cual se le rinden cuentas, máxime que el servidor hace parte de la Junta
Directiva aunado a otros secretarios del despacho de la alcaldía.
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“(…) también es cierto que cumplida la evacuación y demolición de la vivienda
encuentra la Sala que las autoridades municipales responsables de la política de
vivienda que les corresponde mitigar el impacto de la pérdida de la vivienda a través
de la asignación de los subsidios y reubicación como solución definitiva de vivienda no
respondieron con la misma diligencia pues carece de sentido que el Estado llegue a las
comunidades y exija que los habitantes evacuen sus viviendas que han adquirido o
construido, hagan las demoliciones y luego dejen en total situación de indefensión a
sus pobladores, pues ello desconoce las previsiones de orden constitucional y legal
destinadas a proteger el derecho a la vivienda digna de todos los colombianos y en
especial de las personas en situación de vulnerabilidad como acontece con el
accionante”. (Subrayas y negrillas fuera de texto).
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amenazados o haya vulneración de los derechos de sus habitantes, el ente territorial
debe adoptar medidas preventivas o de atención con el objetivo de proteger sus
derechos.
(…)
6.3. Obligación estatal de adoptar medidas ante un riesgo. Sobre los requisitos de
disponibilidad, habitabilidad y lugar para una vivienda digna y adecuada, en varias
decisiones la Corte ha concluido que existe una violación al derecho a la vivienda, en
eventos en los cuales el espacio físico donde se ubica un domicilio no ofrece
protección a sus ocupantes, y por el contrario es fuente de riesgo y amenaza de
desastre[61].
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En ese sentido, la Corte Constitucional en sentencia T-266 de 2022, indicó:
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RESUELVE:
TERCERO: Consúltese esta decisión ante los Juzgados Penales del Circuito de
Medellín en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 52 del Decreto 2591
de 1991.
QUINTO: Las autoridades que deban ejecutar la sanción de acuerdo con sus
competencias –Policía y Jurisdicción Coactiva- remitirán informe al
despacho sobre la materialización y/o inicio del trámite según el caso, y/o
gestiones realizadas. La secretaría estará pendiente e informará lo que
corresponda, dejando las constancias en el expediente judicial.
COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE
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