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Tema3 - Dinamica 2 Año
Tema3 - Dinamica 2 Año
por
Álvaro García López
Resumen
En estas páginas se exponen los principios fundamentales de la
mecánica Newtoniana para cuerpos cuya dinámica puede referirse
al movimiento de un solo punto.
1 Introducción
2 Concepto de fuerza
1
2 Sección 2
F = Fxi^ + Fy j^ + Fz k^:
donde ; ; son los ángulos que forma el vector fuerza con los ejes
coordenados. La fuerza se mide en Newtons y sus dimensiones son
[F ] = MLT ¡2.
Sobre un cuerpo dado pueden actuar diversas fuerzas en diversos
puntos. En el caso de cuerpos rígidos ideales, dichas fuerzas se trans-
miten a todos los puntos del cuerpo de forma instantánea, de manera que
pueden referirse todas ellas a un punto del cuerpo, denominado centro
de masas. El centro de masas de un sistema de partículas es la media
de los vectores posición del cuerpo ponderada a la masa de cada punto.
Su cálculo se deja para temas venideros. Referidas todas ellas al mismo
punto, es posible calcular la fuerza total como la superposición (la suma)
de fuerzas. Así pues, la fuerza neta que actúa sobre un cuerpo es
n
X n
X n
X n
X
Fneta = Fi = Fix i^ + Fiy j^ + Fiz k^:
i=1 i=1 i=1 i=1
Son tres las leyes que permiten relacionar las fuerzas (las causas del
movimiento) con las variables cinemáticas en la mecánica newtoniana,
galileana o clásica. En particular, con la velocidad y con la acelera-
ción. El hecho de que en las leyes de Newton no aparezcan de forma
explícita derivadas superiores a la segunda se puede relacionar en cierta
medida con el teorema fundamental de las curvas, que establece que no
es necesario más que dos derivadas para determinar de forma intrínseca
la trayectoria de un punto en el espacio euclídeo. Sin embargo, existen
sistemas dinámicos en los cuales las derivadas de orden superior juegan
un papel trascendental.
Estas tres leyes descansan sobre una serie de presupuestos o postu-
lados en relación a la naturaleza del espacio y a la naturaleza del tiempo.
Por lo tanto, en primer lugar, es preciso exponer dichos postulados.
Las leyes de la física son las mismas para todos los observadores
que dieren entre sí por un movimiento uniforme.
Esta ley establece una relación entre el movimiento y las fuerzas que
actúan sobre el cuerpo. La constante de proporcionalidad entre la fuerza
y la aceleración se denomina masa del cuerpo y debe entenderse como
una medida de la resistencia que ofrece un cuerpo a cambiar su
movimiento. En el contexto de la mecánica Newtoniana, la inercia es
precisamente denida como dicha fuerza de resistencia. Para Newton,
la inercia es vis insita, esto es, fuerza intrínseca que todo cuerpo ejerce
cuando se pretende efectuar un cambio en la dirección o la rapidez de su
movimiento. Si se quiere, en este curso la inercia puede identicarse a
todos los efectos con la masa. Sin embargo, en teorías relativistas dicho
concepto es más general, dependiendo también de la energía cinética.
Matemáticamente, la segunda ley de Newton se escribe comúnmente
de la forma
Ftot = ma:
Una forma interesante de plantear la segunda ley es como una ley de
estática Ftot ¡ ma = 0, donde la fuerza de inercia se entiende como una
fuerza interna Fint = ¡m a, y la segunda ley dictamina que la suma
de fuerzas externas e internas están en equilibrio. A esta manera de
expresar la segunda ley se le denomina principio de D'Alembert. Sin
embargo, para sistemas de masa variable, es más apropiado escribirla
del modo
dp
Ftot = ;
dt
donde p = mv es la cantidad de movimiento o momento lineal.
Nótese que la cantidad de movimiento nos dice cuanto se mueve un
cuerpo, pero también nos da una noción de cuanto ha costado ponerlo
en movimiento, pues aparece la masa. Si la masa es variable, tenemos
entonces que
dp dm dv
Ftot = = v+m :
dt dt dt
esto es, a calcular el vector posición r(t) que verica la ecuación anterior
para todo instante de tiempo. Para ello, es preciso proveer las condi-
ciones iniciales r(0) y v(0).
Todo cuerpo que ejerce una fuerza sobre otro en una determinada
dirección, experimenta una fuerza proveniente del segundo en la misma
dirección y en sentido opuesto.
Esta ley viene a expresar que es imposible afectar algo sin ser afec-
tado. En particular, esta ley implica la acción de una fuerza a distancia,
y no será valida entre cuerpos que no estén en contacto directo, dado que
las interacciones entre cuerpos a larga distancia requieren un tiempo de
propagación. Este tiempo es el que tarda el portador de la interacción
en viajar de un cuerpo al otro. Matemáticamente, se tiene que para dos
cuerpos dados, tenemos que F12 = ¡F21. Nótese que F12 + F21 = 0, lo
cual puede verse como que la fuerza total sobre el sistema formado por
los dos cuerpos es nula. Por lo tanto, el centro de masas de un sistema
de partículas en ausencia de fuerzas externas se mueve con movimiento
uniforme, como consecuencia de esta ley. Otra de las implicaciones de
este hecho, de tremenda importancia en la física, será la conservación
del momento lineal y, bajo ciertas asunciones, también del momento
angular.
d 2x
= ¡! 2x :
dt2
Esta es, sin la menor duda, una de las ecuaciones más utilizadas en
la física, apareciendo en prácticamente todos sus campos. La integración
en este caso no es tan sencilla como en el caso anterior. La pregunta
que nos hacemos ahora es qué tipo de función x(t) cumple la anterior
ecuación. En particular, se tratará de una función cuya segunda derivada
sea la igual a ella misma cambiada de signo, con un factor ! en cada
paso de derivación (en total dos, lo que concede ! 2). La respuesta es
bien sencilla. Será una función oscilatoria, de la forma
6 Ejemplos de fuerzas
P = ¡mgk;
Figura 2. Campo gravitatorio formado por dos cargas eléctricas positivas. En azul
se muestran las líneas de fuerza del campo, mientras que las supercies equipoten-
ciales aparecen en línea discontinua.
F (x) = ¡k (x ¡ xeq) i;
dV ^
F (x) = ¡ i:
dx
Las segundas fuerzas de disipación son aquellas que resultan del roza-
miento entre un cuerpo y el uido en el que éste se encuentra inmerso.
Por ejemplo, un proyectil sufre la resistencia debida al aire. O un coche.
Nótese que no se esta hablando del viento en general, sino de aquel
viento que resulta del movimiento del coche. Considérese un coche que se
mueve con velocidad v(t) en un sistema de referencia jo en un instante
dado. Si ahora nos ponemos en el sistema de referencia del coche, el aire
se mueve en sentido contrario con velocidad dada. Este aire se opone al
avance del coche.
Existen dos modelos fundamentales para las fuerzas de arrastre. Uno
de ellos se denomina modelo de Rayleigh, mientras que el otro se llama
modelo de Stokes. El segundo postula una relación lineal entre la fuerza
de arrastre y la velocidad
Fa(v) = ¡kvut;
donde v es el módulo de la velocidad. El valor de la constante se puede
expresar en términos de la viscosidad dinámica del uido y el radio
de Stokes r, de la forma k = 6r. Esta ley funciona relativamente bien
cuando el número de Reynolds es pequeño, lo que viene a decir que las
velocidades del cuerpo son pequeñas en relación con la viscosidad del
uido. Pero cuando el ujo es turbulento, es preferible la ley de Rayleigh,
que depende cuadráticamente de la velocidad
Fa(v) = ¡kv 2ut;
1
donde k puede expresarse como k = CDA, siendo A la sección ecaz
2
del cuerpo y la densidad del uido. La constante CD se denomina
coeciente de arrastre y depende a su vez del número de Reynolds,
que a su vez depende de la velocidad, por lo que la dependencia no es
estrictamente cuadrática. A velocidades bajas CD decae con el número
de Reynolds, tal y como puede observarse en la Fig.3.
16 Sección 7
1.5
1.0
0.5
0.1
donde rOO 0(t) es tal que siempre apunta en la misma dirección (ver
Fig.4). En el caso anterior se tenía rOO 0(t) = vOO 0 t, pero ahora es una
función del tiempo más general. Podemos derivar dos veces y obtenemos
que, a diferencia del caso anterior, las aceleraciones en ambos sistemas
de referencia no son iguales
F = ma(t);
y por lo tanto
F = ma 0(t) + maOO 0(t):
Relatividad del movimiento 19