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24/01/2018 – CIVIL

145-2017 y 177-2017

CIVIL

Recursos de casación acumulados interpuestos por VINICIO ANTONIO


LAINEZ GODÍNEZ y ANGÉLICA ROSARIO NORATO LÓPEZ, contra la
sentencia emitida el ocho de diciembre de dos mil dieciséis, por la Sala
Cuarta de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil, Mercantil y Familia
del departamento de Quetzaltenango.

DOCTRINA

Error de derecho en la apreciación de la prueba

a) Es procedente este submotivo cuando a un medio de


convicción determinante para resolver la controversia, el juez no
le concede el valor probatorio que le corresponde, conforme a la
norma de estimativa probatoria pertinente, teniendo incidencia en
la resolución de la litis.

b) Es deficiente el planteamiento de este submotivo, cuando no


se realiza tesis de manera individualizada para cada uno de los
medios de convicción, así como tampoco se indica cuál fue el
valor probatorio que supuestamente la Sala, erróneamente les
confirió.

Error de hecho en la apreciación de la prueba

Es improcedente este submotivo, cuando se denuncia que la Sala


tergiversó documentos y al mismo tiempo, alega que se omitieron
apreciar los mismos.

«Aplicación indebida e interpretación errónea de la ley»

No es procedente la invocación conjunta de estos submotivos, ya que


por su naturaleza y efectos jurídicos son excluyentes entre sí.

«Aplicación indebida e interpretación errónea de doctrinas legales


aplicables»

Es improcedente este submotivo, cuando se invoca infracción de


doctrina legal, y no se cumple con el requisito legal establecido en el
artículo 627 del Código Procesal Civil y Mercantil, es decir, citar el
número de fallos uniformes del Tribunal de casación.

LEY ANALIZADA

Artículos: 127, 195 y 621 inciso 2º del Código Procesal Civil y Mercantil.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

CÁMARA CIVIL

SENTENCIA

Guatemala, veinticuatro de enero de dos mil dieciocho.

I. Se integra con los Magistrados suscritos. II. Se tiene a la vista para


resolver los recursos de casación acumulados interpuestos en contra de
la sentencia dictada por la Sala Cuarta de la Corte de Apelaciones del
Ramo Civil, Mercantil y Familia del departamento de Quetzaltenango, el
ocho de diciembre de dos mil dieciséis.

IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES

I. Interponentes:

a) Vinicio Antonio Lainez Godínez; y,

b) Angélica Rosario Norato López

II. Parte contraria:

Ester Juana Norato Ixchajchal viuda de Norato

III. Terceros:

a) Ismael Castro Par; y,

b) María de los Ángeles Santos García de Ixcaquic

CUESTIONES DE HECHO

I. El Juzgado de Primera Instancia Civil y Económico Coactivo


del departamento de Totonicapán, el ocho de enero de dos mil
quince, emitió sentencia dentro del Juicio Ordinario de Nulidad
Absoluta, siendo la demandante Ester Juana Norato Ixchajchal
viuda de Norato, y los demandados Vinicio Antonio Lainez Godínez
y Angélica Rosario Norato López, el que fue declarado con lugar.

II. Ante dicha sentencia, los demandados presentaron recurso


de apelación.

III. La Sala Cuarta de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil,


Mercantil y Familia, el ocho de diciembre de dos mil dieciséis,
emitió sentencia en la cual declaró sin lugar dichos recursos.

RESUMEN DE LA SENTENCIA RECURRIDA

La Sala declaró sin lugar los recursos de apelación planteados, para


fundamentar el fallo consideró: «… En el presente caso, en la
celebración del negocio jurídico contenido en la escritura relacionada,
autorizada por el Notario Vinicio Antonio Lainez Godínez, el nueve de
junio de dos mil cinco, que contiene Contrato de Compraventa de Bien
Inmueble sobre la finca relacionada, según certificación extendida por el
Registrador del Segundo Registro de la Propiedad, obrante a folios del
treinta y siete al treinta y nueve del expediente de primera Instancia, se
aprecia que no se cumplieron con los requisitos establecidos en la ley,
porque “la voluntad del otorgante vendedor” señor Santos Agustín
Norato Par fue supuestamente “obtenida” cuando padecía de
insuficiencia renal severa y Diabetes Mellitus, puesto que el seis de junio
de dos mil cinco, a su ingreso necesitaba ser asistido por otras personas
y en silla de ruedas, siendo su condición grave, indicando su médico
tratante Doctor Edgar Humberto Molina Cajas a sus familiares que debía
ser ingresado inmediatamente al Hospital Regional de Occidente de la
ciudad de Quetzaltenango, al hacerle preguntas al paciente no le pudo
responder, refiriendo dicho facultativo que ni respondía a estímulos
verbales porque estaba ya intoxicado por la insuficiencia que
presentaba, según el informe y certificación expedidas por dicho
profesional de la medicina, quien declaró e informó sobre la gravedad
en la salud del citado señor y que el día siguiente, siete de junio del año
dos mil cinco le diagnosticó una insuficiencia renal severa;
robusteciéndose esa información con la certificación emitida por el
Doctor Héctor Morán O. quien refiere el contenido de la Constancia
Médica extendida por el Doctor Edgar Humberto Molina Cajas,
constando que el siete de junio de dos mil cinco al ser visto
nuevamente, el señor Norato Par presentaba Coma Urémico, estado en
el cual ya hay ausencia de las facultades mentales, volitivas,
intelectuales y físicas; además, según consta en el historial clínico del
citado paciente que informa el doctor César Estuardo Palacios Jefe de
Residentes de Medicina Interna del Hospital Regional de Occidente de
Quetzaltenango, que sobre el estado de salud del señor Norato Par fue
establecido por el doctor Gustavo Adolfo Castillo García, Médico
residente, según el expediente clínico, informando que el nueve de junio
de dos mil cinco ingresó a las once horas con treinta minutos con
insuficiencia renal crónica, y que cuatro días antes de su ingreso inicia
con anorexia, debilidad generalizada, y según expediente clínico ingresó
consciente, con tendencia al sueño, que no tiene respuesta verbal, con
respiración superficial, intranquilo, por lo que deciden iniciar ventilación
mecánica y catéter de diálisis peritoneal, siendo que su estado se
agravó entre el diez y once de junio de dos mil cinco, presentando el día
siguiente, doce de junio del citado año paro cardiorrespiratorio
irreversible por lo que se le declaró fallecido a las trece horas (…)
debido a esa enfermedad tenía problemas de próstata y renales por los
que era tratado y llevado al doctor, y el seis de junio de dos mil cinco el
médico tratante lo remitió al Hospital Regional de Occidente, pero ellos
no lo llevaron sino hasta que ya estaba en coma; por lo que se acredita
el mal estado de salud que tenía el señor Santos Agustín Norato Par el
nueve de junio de dos mil cinco, fecha en que se dice fue celebrado el
negocio jurídico objeto de este juicio (…) la apelante manifiesta que la
sentencia recurrida le causa agravios, porque se valoró con error de
derecho las declaraciones de parte de Ismael Castro Par, Vinicio
Antonio Lainez Godínez, Delia Lucia Pérez Batz, María Isabel Ramos
Pérez, Angélica Rosario Consuelo Ajpop Turnil de Zapeta y Silvia
Esperanza Escún Bulúx de Tiu (sic)…».

MOTIVOS Y SUBMOTIVOS INVOCADOS

Del recurso de casación presentado por Vinicio Antonio Lainez


Godínez

Motivo de fondo

Submotivos

a) Error de derecho en la apreciación de la prueba.

b) Error de hecho en la apreciación de la prueba.

c) Violación de ley por inaplicación.

Del recurso de casación presentado por Angélica Rosario Norato


López
Motivo de fondo

Submotivos

a) Aplicación indebida e interpretación errónea de la ley.

b) Aplicación indebida e interpretación errónea de doctrinas


legales aplicables.

c) Error de derecho y error de hecho en la apreciación de la


prueba.

CONSIDERANDO I

Recurso de casación interpuesto por Vinicio Antonio Lainez


Godínez

Error de derecho en la apreciación de la prueba

Con respecto a este submotivo el interponente, expuso: «… dentro de la


prueba de documentos, que es la prueba en la cual la Sala centró su
decisión, uno de estos documentos lo constituye la Constancia médica
de fecha diecinueve de agosto de dos mil cinco, extendida por el Doctor
Edgar Humberto Molina Cajas (…) por medio de la cual refiere, por su
estado de salud al señor Santos Agustín Norato Par, al Hospital
Regional de Occidente, para que sea ingresado al día seis de junio del
año dos mil cinco; A esta constancia en la sentencia se le otorga pleno
valor probatorio, estableciendo con ella el estado de salud en la
fecha en que fue celebrado el negocio jurídico objeto del juicio (…)

»La constancia antes relacionada fue extendida con fecha diecinueve de


agosto de dos mil cinco y refiere en la misma dos fechas, siendo estas
el seis y el siete de junio, sin embargo, de esta constancia establece la
Sala el estado de salud del señor Santos Agustín Norato Par en la fecha
en que fue celebrado el negocio jurídico; sin embargo el negocio jurídico
impugnado es de fecha nueve de junio de dos mil cinco, fecha que no
se cita en el aludido documento, por lo que de esta cuenta la inferencia
que la Sala hace en cuanto al estado de salud del señor Santos Agustín
Norato Par en la fecha en que fue celebrado el negocio jurídico, no es
obtenida directamente del propio documento, sino de una presunción,
sin que la Sala fundamente en forma precisa el porqué llega a esta
conclusión aplicando las reglas de la Sana Crítica, en especial las de la
lógica y de la experiencia (…)

»… Al confrontar los argumentos de la tesis expuesta y la sentencia que


se impugna, demuestro (…) que el Tribunal de Segunda Instancia
resuelve con trasgresión de las normas que se contienen en los
artículos 127 del Código Procesal Civil y Mercantil, último párrafo, y 195
del mismo Código, cuya aplicación es obligatoria por cuanto son normas
de estimativa y valor probatorio (…)

»… El documento consistente en la Constancia médica de fecha


diecinueve de agosto de dos mil cinco, extendida por el Doctor Edgar
Humberto Molina Cajas, como documento, no puede probar de manera
plena el estado de salud del señor Santos Agustín Norato Par en la
fecha en que se otorgó el negocio jurídico impugnado, que lo fue con
fecha nueve de junio de dos mil cinco, porque en dicho documento se
refieren otras fechas en las cuales el citado galeno examinó al paciente,
pero de este documento la Sala obtiene una inferencia relativa al estado
de salud del citado paciente, en la fecha en que se otorgó el negocio
jurídico, conclusión que corresponde a una presunción humana que la
Sala debió de establecer de conformidad con la norma contenida en el
artículo 195 del Código Procesal Civil y Mercantil, aplicando la lógica
para deducir esta conclusión de manera directa y precisa (…)

»… El error del Tribunal de segundo grado al ignorar la norma antes


relacionada, y valorar la prueba de documentos antes mencionada con
pleno valor probatorio en cuanto a la fecha de otorgamiento del negocio
jurídico impugnado, incidió en contra de la parte demandada al
momento de dictar sentencia, por cuanto que la aprecia únicamente
como documento aislado y con base a ella, fundamenta su decisión,
resultando como consecuencia un fallo contrario a los intereses de la
parte demandada, cuando debió de haber integrado con este medio de
prueba, la prueba presuncional en aplicación de las reglas de la Sana
Crítica, especialmente en este caso de la lógica y de la experiencia,
efectuando el razonamiento que corresponde en este caso, el cual se
deriva de generalidades accidentales dependientes del conocimiento
humano, en este caso el de la medicina (…)

»… En relación con la norma contenida en el artículo 127 del Código


Procesal Civil y Mercantil, la misma se considera de mi parte igualmente
que fue infringida, pues en ella se establece que, los tribunales, salvo
texto de ley en contrario, apreciarán el mérito de las pruebas de acuerdo
con las reglas de la sana crítica, lo que no sucedió en este caso en
relación concreta con el documento ya tantas veces relacionado en este
sub motivo, del cual los Magistrados extraen conclusiones deductivas
que no fundamentan debidamente como presunciones, sino
simplemente como documento cuyo contenido afirman establece un
estado de salud a una fecha que en dicho documento no se menciona
(…)

»… El error del tribunal de alzada, lo constituye no haber aplicado al


documento en cuestión, las reglas de la sana crítica para extraer con
ellas conclusiones o afirmaciones distintas a las que el documento en sí
mismo contiene, debiendo razonar porqué motivo se hace esta
deducción y no simplemente darle el valor de plena prueba al
documento como tal (…)

»… De conformidad con el artículo 165 del Código Procesal Civil y


Mercantil, la prueba de expertos debe quedar integrada con un experto
para cada parte, más el tercero en discordia nombrado por el juez. El
artículo 170 del mismo Código establece que el dictamen de expertos,
aunque sea concorde, no obliga al juez, quien debe formar su
convicción teniendo presentes todos los hechos cuya certeza se haya
establecido en el proceso (…)

»… En el caso de análisis, la prueba de expertos propuesta en este


asunto por la parte actora, NO SE INTEGRO, de conformidad como lo
estipula el artículo 165 del Código Procesal Civil y Mercantil, ya que
únicamente dos de los tres expertos nombrados rindieron informe,
siendo ellos las Médicos y Cirujanas Libertad Elcira Ixquiac Benavente y
Claudia Graciela Reyna Caro, no habiendo rendido informe la Médico y
cirujana SANDRA ILEANA CUTZ CAMEY; Sin embargo, al valorar la
Sala este medio de prueba, el cual identifica en el numeral H) de medios
de prueba aportados por la parte actora, le otorga pleno valor
probatorio, cuando el mismo no se integró de conformidad con la ley y
además dichos informes fueron efectuados sobre la base del historial
clínico hospitalario del paciente, en el cual consta que el mismo, a su
ingreso al Hospital, estaba CONSCIENTE, circunstancia que ambas
expertas omiten en su respectivo informe; De allí el error de derecho en
la apreciación de la prueba, pues se valora la prueba de dictamen de
expertos sin que la misma se haya integrado legalmente, violando con
ello las normas contenidas en el artículo 165, primer párrafo del Código
Procesal Civil y Mercantil, como la contenida en el artículo 170 del
mismo Código al darle pleno valor probatorio, no obstante que este
dictamen de expertos se contradice con la ficha clínica del placiente
Santos Agustín Norato Par, en la cual se indica que el mismo a su
ingreso al Hospital se encontraba consciente, circunstancia que tiene
certeza al constar en prueba documental consistente en Certificación de
la copia de la ficha clínica del señor Santos Agustín Norato Par de fecha
quince de marzo de dos mil seis (…)

»… Al confrontar los argumentos de la tesis expuesta y la sentencia que


se impugna, demuestro (…) que el Tribunal de Segunda Instancia
comete ERROR DE DERECHO en la apreciación de la prueba, violando
el primer párrafo del artículo 165 del Código Procesal Civil y Mercantil,
así como el artículo 170 del mismo cuerpo legal (…)

»… La prueba de dictamen de Expertos en este caso no se integró de


conformidad con la ley, al haberse rendido informe solamente por dos
de los tres expertos nombrados, con ello se vulnera la primera de las
normas antes citadas (artículo 165 del Código Procesal Civil y
Mercantil), no obstante que, al valorar este medio, la Sala expone que
se le concede valor probatorio al primero de los informes, por ser
expedido con las formalidades legales y por profesional en el ejercicio
de su ciencia; y al segundo, indica que se le otorga pleno valor
probatorio debido a que permite comprender lo informado por otros
médicos, siendo informe rendido con las formalidades de ley por
profesional de la ciencia forense (…)

»... En el caso de estudio, la Sala formó su convicción apreciando


principalmente este medio de prueba, al cual otorgó pleno valor
probatorio, no obstante que el mismo es contradictorio con prueba
documental, principalmente en este caso con la Certificación de la copia
de la ficha clínica del señor Santos Agustín Norato Par de fecha quince
de marzo del dos mil seis, en cuanto a la característica de
CONSCIENCIA del paciente a su ingreso al Hospital, la cual ambas
expertas omiten, violando la Sala entonces la segunda de las normas
citadas, ya que para formar su convicción debió de tener presentes
todos los hechos cuya certeza se haya establecido en el proceso,
conforme lo dispone el Código Procesal Civil y Mercantil, artículo 170
(…)

»… El error de derecho del Tribunal de segundo grado al valorar la


prueba antes relacionada, incide directamente en el fallo porque de
haberla analizado y apreciado en forma correcta, de acuerdo a la
valoración que se determina por el artículo 170 del Código Procesal Civil
y Mercantil, no habría acogido la demanda, pues su convicción se formó
con base a la prueba de dictamen de expertos que es contradictoria con
prueba documental aportada al proceso y que la misma Sala le confirió
pleno valor probatorio, especialmente en este caso la Certificación de la
copia de la ficha clínica del señor Santos Agustín Norato Par de fecha
quince de marzo del dos mil seis (sic)…».

Alegaciones

Angélica Rosario Norato López, no obstante estar debidamente


notificada no hizo ningún pronunciamiento.
Ester Juana Norato Ixchajchal viuda de Norato, no obstante estar
debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Ismael Castro Par, no obstante estar debidamente notificado no hizo


ningún pronunciamiento.

María de los Ángeles Santos García de Ixcaquic, no obstante estar


debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Análisis de la Cámara

El submotivo de error de derecho en la apreciación de la prueba, se


configura cuando el tribunal le atribuye a la prueba un valor que no tiene
o se le niega valor probatorio teniéndolo, de conformidad con las normas
del derecho probatorio, que deben citarse específicamente infringidas.

En el presente caso, el casacionista cuestiona los medios de prueba


consistentes en: a) constancia médica del diecinueve de agosto de dos
mil cinco, extendida por el Doctor Edgar Humberto Molina Cajas, por
medio de la cual refiere, su estado de salud al señor Santos Agustín
Norato Par, al Hospital Regional del departamento de Quetzaltenango,
para que sea ingresado el día seis de junio de dos mil cinco; y b) prueba
rendida por dos expertos propuestos.

Respecto al medio de prueba impugnado, consistente en la constancia


médica del diecinueve de agosto de dos mil cinco, extendida por el
Doctor Edgar Humberto Molina Cajas, el casacionista expone: «… La
constancia antes relacionada fue extendida con fecha diecinueve de
agosto de dos mil cinco y refiere en la misma dos fechas, siendo estas
el seis y el siete de junio, sin embargo, de esta constancia establece la
Sala el estado de salud del señor Santos Agustín Norato Par en la fecha
que fue celebrado el negocio jurídico; sin embargo el negocio jurídico
impugnado es de fecha nueve de junio de dos mil cinco, fecha que no
se cita en el aludido documento, por lo que de esta cuenta la inferencia
que la Sala hace en cuanto al estado de salud del señor Santos Agustín
Norato Par en la fecha en que fue celebrado el negocio jurídico, no es
obtenida directamente del propio documento, sino de una presunción,
sin que la Sala fundamente en forma precisa el porqué llega a esta
conclusión aplicando las reglas de la sana crítica (sic)…». Por su parte
el Tribunal cuestionado, al momento de resolver consideró lo siguiente:
«… el contenido de la Constancia Médica extendida por el Doctor Edgar
Humberto Molina Cajas, constando que el siete de junio de dos mil cinco
al ser visto nuevamente, el señor Norato Par presentaba Coma Urémico,
estado en el cual ya hay ausencia de las facultades mentales, volitivas,
intelectuales y físicas (sic)…».

En el presente caso, al realizar el análisis correspondiente respecto al


cuestionado medio de convicción, se advierte que durante la dilación
del proceso, el mismo fue examinado con las formalidades de ley y de la
simple lectura de la constancia médica extendida por el Doctor Edgar
Humberto Molina Cajas, se establece que la misma fue emitida el
diecinueve de agosto de dos mil cinco, por el médico citado,
evidenciándose que la Sala al emitir su sentencia, estableció con dicho
documento, que el estado de salud de Santos Agustín Norato Par, el día
siete de junio de dos mil cinco, era de coma urémico, estado en el cual
ya hay ausencia de las facultades mentales, volitivas, intelectuales y
físicas.

Esta Cámara, considera que al haber resuelto de la manera como lo


hizo la Sala, respecto al relacionado medio de convicción, incurrió en
error de derecho en la valoración de la prueba, toda vez que no tomó en
consideración que en el mismo documento, no se establece el estado de
salud del señor Norato Par, al nueve de junio de dos mil cinco, fecha en
la que se celebró el negocio jurídico, esto debido a que, en dicho medio
de convicción, únicamente se hace alusión a las fechas seis y siete de
junio de dos mil cinco, no así a la fecha nueve del mismo mes y año, en
la cual se celebró el negocio jurídico objeto de la presente litis,
evidenciándose que la Sala bajo una presunción, estableció que no
poseía la capacidad mental, volitiva, intelectual y física de Norato Par,
para celebrar el negocio jurídico, lo cual no consta en el documento
relacionado, violándose de esa manera el artículo 195 del Código
Procesal Civil y Mercantil, el cual establece en su parte conducente:
«... La presunción humana solo produce prueba, si es consecuencia
directa, precisa y lógicamente deducida de un hecho comprobado (sic)
…». Y como consecuencia, se comete la infracción del artículo 127 del
mismo cuerpo legal, como norma de estimativa probatoria denunciada,
toda vez que la Sala al haber valorado dicha constancia médica, tuvo
por probado un hecho en base a una presunción que no es
consecuencia directa, precisa y lógica del medio de prueba impugnado.

Derivado de lo anterior, el submotivo invocado, en cuanto al medio de


prueba relacionado, deviene procedente estimándose innecesario
realizar el análisis del otro medio de prueba, así como de los demás
submotivos invocados.

Por los efectos jurídicos del pronunciamiento anterior, se procederá a


realizar las declaraciones que en derecho corresponden de conformidad
con lo establecido en el artículo 630 del Código Procesal Civil y
Mercantil, las cuales quedarán plasmadas en la parte resolutiva del
presente fallo.

CONSIDERANDO II

Recurso de casación interpuesto por Angélica Rosario Norato


López

Esta Cámara ha sostenido en distintas ocasiones que con el fin de


guardar el orden lógico de la sentencia, cuando en el recurso se invocan
los submotivos contemplados en los incisos 1º y 2º del artículo 621 del
Código Procesal Civil y Mercantil, el análisis respectivo debe iniciar por
los submotivos de error de derecho o de hecho en la apreciación de la
prueba, puesto que de analizar los argumentos del recurrente sobre si el
órgano recurrido incurrió en los submotivos relacionados con la
infracción de normas jurídicas de carácter sustantivo, debe analizarse si
hubo o no error en la valoración o apreciación de la prueba, pues la
determinación de los hechos o el valor probatorio dado a los medios de
prueba aportados al proceso, son determinantes para establecer si se
incurrió en violación, interpretación errónea o aplicación indebida de ley.
En ese orden de ideas, se realiza el análisis correspondiente en el
siguiente orden.

Error de derecho en la apreciación de la prueba

En relación a este submotivo, la interponente, manifestó: «… Al valorar


la prueba ofrecida y diligenciada a solicitud de la demandante aparecen
los citados documentos, sin embargo se desnaturaliza su contenido,
pues se asumen como pruebas documentales sin embargo los mismos
contienen conocimientos y opiniones periciales o en su caso no
constituyen medios de prueba y por lo tanto se varían su contenido,
pues en el caso de los primeros debieron agotarse los procedimientos
periciales o en su caso valorarse en su debida dimensión en la forma
siguiente: Los documentos constituyen opiniones periciales que aparte
de rendirse ante el auxiliar fiscal del Ministerio Público y no del juez que
juzgó en el presente caso, no agota el procedimiento pericial (…)

»La parte demandante debió diligenciar la prueba pericial conforme a


las reglas del debido proceso, al no haberlo hecho así indujo al yerro
judicial y por lo tanto existe pleno error de derecho en la valoración de
dicho medio de prueba que por su esencialidad, bajo la supresión
hipotética de dicho medio de prueba no resta otros medios con el cual
acreditar los hechos afirmados por la parte demandante por ello deviene
procedente revocar totalmente la sentencia subida en grado declarando
sin lugar la demanda promovida, para el respeto al debido proceso
constitucional particularmente al procedimiento propio de la prueba
pericial (sic)…».

Alegaciones

Vinicio Antonio Lainez Godínez, no obstante estar debidamente


notificado no realizó ningún pronunciamiento.

Angélica Rosario Norato López, no obstante estar debidamente


notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Ester Juana Norato Ixchajchal viuda de Norato, no obstante estar


debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Ismael Castro Par, no obstante estar debidamente notificado no hizo


ningún pronunciamiento.

María de los Ángeles Santos García de Ixcaquic, no obstante estar


debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Análisis de la Cámara

El error de derecho en la apreciación de la prueba se configura


jurídicamente cuando el tribunal asigna a la prueba un valor que no le
corresponde, ello de conformidad con las normas de estimativa
probatoria contenidas en nuestra ley civil adjetiva y dicho medio de
convicción resulta determinante para resolver la controversia.

En el presente caso, la recurrente considera que existe el error


denunciado sobre los documentos siguientes: a) copia del informe
rendido por la médico forense departamental de Quetzaltenango,
médica y cirujana Libertad Elcira Ixquiac Benavente del diecinueve de
julio de dos mil cinco; b) copia de la ampliación del mismo informe del
diez de agosto de dos mil cinco; c) copia del informe médico forense
rendido por el Ministerio Público del veintisiete de octubre de dos mil
cinco; d) certificación de la copia de la ficha clínica de Santos Agustín
Norato Par, del quince de marzo de dos mil seis; e) constancia médica
del diecinueve de agosto de dos mil cinco; f) acta de fecha dieciocho de
noviembre de dos mil cinco, faccionada en el centro endoscópico de
Quetzaltenango; y g) certificación médica extendida por el doctor Héctor
Moran O. del seis de septiembre de dos mil cinco.

Aduce que el yerro consiste en que, del contenido de dichos


documentos, constituyen pruebas periciales y testificales que violentan,
entre otros, el artículo 164 del Código Procesal Civil y Mercantil, que
establece la audiencia que debe otorgarse a las partes en relación a la
prueba de peritos, por lo tanto, no se siguió el debido proceso y se
incorporó únicamente como documento. Indica además que la
demandante debió diligenciar la prueba pericial conforme a las reglas
del debido proceso, constituyendo esto un pleno error de derecho en la
valoración de los medios de prueba.

El recurso de casación es un medio de impugnación extraordinario,


eminentemente formalista, que la doctrina aceptada le reconoce cierto
rigor técnico, el cual consiste en exigir que el recurrente formule sus
planteamientos con un orden y una congruencia lógica que facilite la
comprensión de las peticiones del interesado y que tracen el marco
sobre el cual el Tribunal debe pronunciarse. Dada la naturaleza del
mismo, no puede subsanarse de oficio las deficiencias u omisiones en
que se incurra en el planteamiento del mismo.

Esta Cámara al analizar los argumentos expuestos por la casacionista,


establece que incurrió en defecto de planteamiento, puesto que, si bien
individualizó las pruebas atacadas de error, no desarrolló una tesis clara
y precisa para cada uno de los medios de convicción que permitan a
este Tribunal incursionar en el análisis de los mismos, pues cada uno de
estos posee una naturaleza y un efecto jurídico distinto. Aunado a lo
anterior no señaló los artículos de estimativa probatoria que estima
fueron infringidos por la Sala, pertinentes para cada uno de los medios
de prueba señalados; además, si bien menciona el 127, 131 y 164 del
Código Procesal Civil y Mercantil; 61 de la Ley del Organismo Judicial; y,
12 de la Constitución Política de la República de Guatemala; algunos de
estos no regulan aspectos correspondientes al valor probatorio.
Tampoco indicó el supuesto valor equivocado que le fueron atribuidos, ni
cuál es el que le corresponde así como la incidencia que pudiera tener
en el fallo; por lo que, se reitera, este Tribunal se ve imposibilitado a
suplir dichas deficiencias, por la naturaleza extraordinaria de este medio
de impugnación, de tal cuenta el submotivo invocado deviene
improcedente.

CONSIDERANDO III

Error de hecho en la apreciación de la prueba

La casacionista en sus argumentos se limitó a indicar: «… Al apreciar el


contenido de tales declaraciones en su conjunto se establece que son
las personas que conforme a los hechos son las más cercanas al
momento del otorgamiento del negocio jurídico cuestionado y que por
lógica elemental son las más creíbles en cuanto a que si el otorgante del
mismo estaba o no inconsciente, siendo todas ellas congruentes en el
sentido de que al momento de otorgarse dicho instrumento público
estaba en el pleno uso de sus facultades mentales y volitivas y por lo
tanto conforme a los mismos se concluye dada la inmediatez con que
ellos conocieron los hechos que efectivamente dicho señor estaba
consciente y por tanto otorgó con absoluta libertad su consentimiento
para el otorgamiento del relacionado negocio (…) el error de hecho se
aprecia por cuanto lo que se deriva del testimonio de tales órganos de
prueba se establecen que fueron directos en apreciar los hechos
concretamente el estado de consciencia del otorgante del instrumento
público y por lo tanto respaldan el otorgamiento del consentimiento del
mismo, pero al no estimarse dicha inmediatez en el conocimiento de los
hechos y se tergiversa su contenido y no aprecia el contenido del mismo
para finalmente fijar los hechos en el presente juicio (sic)…».

Alegaciones

Vinicio Antonio Lainez Godínez, no obstante estar debidamente


notificado no realizó ningún pronunciamiento.

Angélica Rosario Norato López, no obstante estar debidamente


notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Ester Juana Norato Ixchajchal viuda de Norato, no obstante estar


debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Ismael Castro Par, no obstante estar debidamente notificado no hizo


ningún pronunciamiento.

María de los Ángeles Santos García de Ixcaquic, no obstante estar


debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Análisis de la Cámara

El error de hecho en la apreciación de la prueba puede darse de dos


formas: una por omisión, es decir, que el tribunal no toma en cuenta un
medio de prueba aportado al proceso. La otra por tergiversación, que se
configura cuando el juzgador aprecia erróneamente la información o los
hechos contenidos en el medio de prueba en cuestión, obteniendo
conclusiones distintas de las que realmente representan, en ambos
casos, los yerros denunciados deben enfocarse sobre prueba
determinante para resolver la controversia.

En el presente caso la interponente, en sus argumentos se limitó a


indicar: «… el error de hecho se aprecia por cuanto lo que se deriva del
testimonio de tales órganos de prueba se establecen que fueron
directos en apreciar los hechos concretamente el estado de consciencia
del otorgante del instrumento público y por lo tanto respaldan el
otorgamiento del consentimiento del mismo, pero al no estimarse dicha
inmediatez en el conocimiento de los hechos y se tergiversa su
contenido y no aprecia el contenido del mismo para finalmente fijar los
hechos en el presente juicio (sic)…».

De conformidad con la naturaleza del recurso de casación y atendiendo


a su categoría de extraordinario, una de las condiciones que se exige en
el planteamiento de la tesis, consiste en que el casacionista debe
formular su planteamiento observando los aspectos técnico jurídicos que
tanto la jurisprudencia como la doctrina, han establecido para el
perfeccionamiento de la impugnación, ya que a través de ellos se traza
el marco de referencia sobre el cual la Cámara debe pronunciarse.

Al realizar el estudio correspondiente, de los argumentos expuestos por


la casacionista, se advierte que si bien individualiza el medio de prueba
denunciado a través del submotivo invocado, consistente en las
declaraciones de parte de: a) Ismael Castro Par; b) Vinicio Antonio
Lainez Godínez; c) Delia Lucía Pérez Batz; d) María Isabel Ramos
Pérez; e) Angélica Rosario Consuelo Ajpop Turnil de Zapeta; y f) Silvia
Esperanza Escún Bulúx de Tiu, incurre en defecto de planteamiento al
denunciar simultáneamente que se tergiversa y no aprecian los mismos,
ya que no puede tergiversarse el contenido de un medio de prueba que
no fue analizado por parte de la Sala sentenciadora y viceversa,
tampoco puede denunciarse quee fue omitido un medio de convicción y
al mismo tiempo indicar que se le otorgó un sentido y alcance que no
coincide con su contenido real.

Por lo antes expuesto, y en virtud que a esta Cámara no le es dable


subsanar de oficio las deficiencias en que incurrió el casacionista, el
submotivo invocado deviene improcedente.

CONSIDERANDO IV

«Aplicación indebida e interpretación errónea de la ley»

La casacionista respecto de este submotivo, argumentó: «… Se debe de


hacer notar que todos los medios probatorios antes mencionados,
fueron ofrecidos al proceso como prueba documental, fueron admitidos
e incorporados al proceso como medios documentales de prueba y
tanto el Juez de Primera Instancia como la Sala Cuarta de Apelaciones
valoraron en sentencia dichos documentos, aplicándoles el pleno valor
probatorio que corresponde a la prueba documental; sin embargo cada
una de esas pruebas también tiene algo en común todos contienen
informes, dictámenes u opiniones de carácter pericial propias de las
ciencias médicas y por lo tanto ajenos al léxico y conocimiento de las
partes en el proceso, sus respectivos abogados e inclusive del mismo
juez y los magistrados de sala. No puede pretenderse introducir pruebas
periciales o dictámenes de expertos dentro de un proceso civil ocultando
y confundiendo al juzgador respecto de su verdadero sentido y dándoles
el carácter de prueba documental (…) si bien es cierto nada prohíbe
expresamente que alguna de las partes presente documentos en los
que se contengan pruebas periciales, también lo es que la ley
expresamente en el artículo 128 y 164 expone cual es la forma
CORRECTA Y LEGAL de introducir al proceso civil cualquier clase de
prueba pericial o dictamen de expertos, y por lo tanto descarta y prohíbe
tácitamente cualquier otra forma de hacerlo (…)

»… En el presente caso, tanto en primera como en segunda instancia,


se cayó en la prohibición expresa de avocarse causas pendientes al
haber aceptado como pruebas documentos que en el proceso que se
produjeron solo tienen carácter de indicio, y más aún haberles dado
cualquier clase de valor probatorio, porque dentro del procedimiento del
cual provienen y al cual pertenecen dichos documentos, los mismos no
son aun considerados como pruebas.

»A todo lo anterior cabe agregar que el Código Procesal Civil y Mercantil


en el artículo 164 indica que a la parte que le interese rendir prueba de
expertos deberá primero expresar los puntos sobre los que debe de
versar el dictamen; posteriormente en el artículo 165 se da la facultad a
las partes para presentar sus respectivos dictámenes y da la facultad al
juez para nombrar a un tercer experto por si existiere discordia (…)

»… El papel no constituye la prueba, esta se constituye por la


experiencia física del juez en su apreciación directa del medio
probatorio (sic)…».

Alegaciones

Vinicio Antonio Lainez Godínez, no obstante estar debidamente


notificado no realizó ningún pronunciamiento.

Angélica Rosario Norato López, no obstante estar debidamente


notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Ester Juana Norato Ixchajchal viuda de Norato, no obstante estar


debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Ismael Castro Par, no obstante estar debidamente notificado no hizo


ningún pronunciamiento.

María de los Ángeles Santos García de Ixcaquic, no obstante estar


debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Análisis de la Cámara

La aplicación indebida de la ley sólo procede cuando el juzgador, a la


situación de hecho que se analiza en la sentencia, aplica una norma
impertinente que fue creada y diseñada por el legislador para un
supuesto fáctico distinto, y omite aplicar la norma adecuada al caso en
concreto.

La interpretación errónea de la ley, se comete cuando la Sala le da un


alcance o sentido equivocado, a la norma o normas que le sirven de
base para resolver la controversia sometida a su consideración.

El recurso de casación es un medio de impugnación extraordinario,


eminentemente formalista, que la doctrina aceptada le reconoce cierto
rigor técnico, el cual consiste en exigir que el recurrente formule sus
planteamientos con un orden y una congruencia lógica que facilite la
comprensión de las peticiones del interesado y que tracen el marco
sobre el cual el Tribunal debe pronunciarse. Dada la naturaleza del
mismo, no puede subsanarse de oficio las deficiencias u omisiones en
que se incurra en el planteamiento del mismo.

En el presente caso, dadas las características del recurso objeto de


estudio y la forma en que la recurrente interpuso el mismo, se evidencia
que existe error de planteamiento insubsanable que impide a la Cámara
incursionar en el análisis de fondo del presente asunto, pues si bien es
cierto, cumple con señalar en el apartado de caso de procedencia, la
aplicación indebida e interpretación errónea de los artículos 127, 128,
131, 164, 170, 177, 178 y 186 del Código Procesal Civil y Mercantil; 61
de la Ley del Organismo Judicial; y, 12 de la Constitución Política de la
República de Guatemala, dicha tesis no puede ser analizada por el
Tribunal de casación en la manera en que se pretende, debido a que
ambos submotivos poseen diferente naturaleza.

Aunado a lo anterior, dentro de la tesis de los casos de procedencia la


recurrente desarrolla que no se tomaron en cuenta medios probatorios,
que no se le dio valor probatorio a medios de convicción y que se
vulneraron principio de defensa y debido proceso, lo cual es propio de
ser analizados a través de submotivos de diferente naturaleza a los
invocados. Por todos los defectos anteriores, los submotivos invocados
devienen improcedentes.

CONSIDERANDO V

«Aplicación indebida e interpretación errónea de doctrinas legales


aplicables»

Respecto a este submotivo la casacionista, expuso: «… En la sentencia


recurrida, la Honorable Sala (…) en sus considerandos cita una parte de
la sentencia de casación emitida por la Corte Suprema de Justicia con
fecha ocho de julio de dos mil cuatro, dictada dentro del expediente
identificado con el numero cuarenta guion dos mil cuatro (40-2004),
mediante la cual la referida Corte en aquel momento era del criterio que
un dictamen de expertos puede presentarse como prueba de
documentos ya que el artículo 178 del Código Procesal Civil y Mercantil
es amplio en ese aspecto. Doctrina legal que fue interpretada de forma
indebida por la Sala Cuarta de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil,
Mercantil y Familia de Quetzaltenango (…)

»La referida sentencia no obstante ser un fallo aislado y por lo tanto no


constituye jurisprudencia de ninguna especial, también es un fallo con
razonamiento erróneo e incurre en interpretación errónea de la ley (…)

»… la citada sentencia de la Corte Suprema de Justicia no hace


referencia alguna a indicios probatorios que se encuentren aún
pendientes de ser considerados como pruebas en el procedimiento en el
que se produjeron, por lo que en el presente caso es clara la
extralimitación en que cae tanto el juez de primera instancia como la
sala en segunda instancia, puesto que otorgan pleno valor probatorio a
circunstancias que deben de diligenciarse y apreciarse de conformidad
con el principio de inmediatez judicial para poder considerarlas como
pruebas, en otras palabras las supuestas pruebas aportadas por la parte
actora aún no han nacido como tal en el proceso del que se
desprenden, cayendo el juez de primera instancia y la sala cuarta en
segunda instancia, en una clara violación a la prohibición expresa
contenida en el artículo 61 de la Ley del Organismo Judicial de no
interferir y no avocarse el conocimiento de causas pendientes ante otro
tribunal (sic)…».

Alegaciones

Vinicio Antonio Lainez Godínez, no obstante estar debidamente


notificado, no presentó pronunciamiento alguno.

Angélica Rosario Norato López, no obstante estar debidamente


notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Ester Juana Norato Ixchajchal viuda de Norato, no obstante estar


debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Ismael Castro Par, no obstante estar debidamente notificado no hizo


ningún pronunciamiento.

María de los Ángeles Santos García de Ixcaquic, no obstante estar


debidamente notificada no hizo ningún pronunciamiento.

Análisis de la Cámara

La aplicación indebida de doctrina legal ocurre cuando el juzgador, a la


situación de hecho que se analiza, se aplica una doctrina que no es
aplicable al supuesto fáctico objeto de análisis y omite aplicar la
adecuada al caso en concreto.

La interpretación errónea de doctrina legal, ocurre cuando la Sala le da


un alcance o sentido equivocado, a la doctrina que le sirve de base para
resolver la controversia sometida a su consideración.

En el presente caso, la casacionista al desarrollar los submotivos


expuso lo siguiente: «… La referida sentencia no obstante ser un fallo
aislado y por lo tanto no constituye jurisprudencia de ninguna especie,
también es un fallo con razonamiento erróneo e incurre en interpretación
errónea de la ley. El error no es fuente de Derecho, y además habría
que analizar el caso en su totalidad para poder determinar que indujo a
aquella Corte a razonar de esa manera.

»Más aun, la citada sentencia de la Corte Suprema de Justicia no hace


referencia alguna a indicios probatorios que se encuentren aún
pendientes de ser considerados como pruebas (sic)…».

El recurso de casación es un medio de impugnación extraordinario,


eminentemente formalista, que la doctrina aceptada le reconoce cierto
rigor técnico, el cual consiste en exigir que el recurrente formule sus
planteamientos con un orden y una congruencia lógica que facilite la
comprensión de las peticiones del interesado y que tracen el marco
sobre el cual el Tribunal debe pronunciarse. Dada la naturaleza del
mismo, no puede subsanarse de oficio las deficiencias u omisiones en
que se incurra en el planteamiento del mismo.

En el presente caso, dadas las características del recurso objeto de


estudio y la forma en que la recurrente interpuso el mismo, se evidencia
que existe error de planteamiento insubsanable que impide a la Cámara
incursionar en el análisis de fondo del presente asunto, pues si bien es
cierto, señala un fallo emitido por esta Cámara, la recurrente debió
cumplir con el requisito establecido en el artículo 627 último párrafo del
Código Procesal Civil y Mercantil, el cual establece que, cuando se
invoca la infracción de doctrina legal deben citarse por lo menos cinco
fallos uniformes del Tribunal de casación que enuncien el mismo criterio,
y en el presente caso, al incumplir la recurrente con un requisito legal,
imposibilita el poder incursionar en el análisis respectivo, en
consecuencia los submotivos invocados devienen improcedentes y el
recurso de casación hecho valer debe desestimarse.

CONSIDERANDO VI

De conformidad con el artículo 573 del Código Procesal Civil y Mercantil


es procedente la condena en costas a la parte vencida, no obstante lo
anterior, de conformidad con lo establecido en el artículo 574 del mismo
cuerpo legal, se puede eximir la condena del mismo, cuando se haya
litigado de buena fe, por lo que se harán los pronunciamientos
respectivos.

LEYES APLICABLES

Artículos citados y: 12, 16 y 203 de la Constitución Política de la


República de Guatemala; 1141, 1149 y 1301 del Código Civil; 25, 26, 66,
67, 70, 71, 72, 620, 621 y 635 del Código Procesal Civil y Mercantil; 57,
74, 77, 79 inciso a), 141, 143, 149 y 172 de la Ley del Organismo
Judicial.

POR TANTO

La Corte Suprema de Justicia, Cámara Civil, con base en lo


considerado y leyes citadas.

RESUELVE

I. DESESTIMA el recurso de casación interpuesto por Angélica Rosario


Norato López. II. PROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por
Vinicio Antonio Lainez Godínez, en cuanto al submotivo de error de
derecho en la apreciación de la prueba. III. CASA la sentencia emitida
por la Sala Cuarta de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil, Mercantil
y Familia del departamento de Quetzaltenango el ocho de diciembre de
dos mil dieciséis. IV. Resolviendo conforme a derecho se declara: Sin
lugar la demanda de Juicio Ordinario de Nulidad Absoluta de: a) la
escritura pública número ciento veintidós de fecha nueve de junio de dos
mil cinco, autorizada en el Paraje Chotinimit, final de la zona tres, de la
ciudad de Totonicapán departamento de Totonicapán, por el notario
Vinicio Antonio Lainez Godínez; b) del negocio jurídico que lo
contiene; c) del primer testimonio de la escritura pública arriba
relacionada y copia respectiva que consta en el Archivo General de
Protocolos; d) del testimonio especial de la escritura pública arriba
indicada, que consta en el Archivo General de
Protocolos; e) cancelación de la cuarta inscripción registral de la finca
urbana número diecinueve mil quinientos treinta y dos, folio veintisiete,
del libro ciento nueve del departamento de Totonicapán, del Segundo
Registro de la Propiedad. V) Se exime al pago de las costas a Ester
Juana Norato Ixchajchal viuda de Norato, por las razones consideradas.
Notifíquese y con certificación devuélvanse las actuaciones a donde
corresponda.

Silvia Verónica García Molina, Magistrada Vocal Octava, Presidente de


la Cámara Civil; Ranulfo Rafael Rojas Cetina, Magistrado Vocal Décimo;
María Eugenia Morales Aceña, Magistrada Vocal Décima Segunda;
Elizabeth Mercedes García Escobar, Magistrada Vocal Décima Tercera.
Rony Eulalio López Contreras, Secretario de la Corte Suprema de
Justicia.

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