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La Mujer en La Poesía Negra Parte 2
La Mujer en La Poesía Negra Parte 2
toda una gama de calificativos: "poesía negra", "poesía mulata", "poesía negrista", "poesía
exponente de esta denominada "poesía negra”, pese a que el mismo autor considerara más
los años 30 para reivindicar los derechos de los negros. Algunas publicaciones,1 que
analizan la representación de la mujer durante este periodo, señalan que los poetas se
eróticas.
muchas veces, cruel, fría y distante. Sin embargo figura un balbuceo de la mujer que se
triunfales.”2
otras imágenes femeninas de sus libros anteriores. Es aludida en siete de los ocho poemas
que conforman el libro. Las palabras que se utilizan para nombrarla son: mulata, negra,
1
J. M. Zuluaga Robledo, Ibid., Deicy G. Jiménez, Negrismo y feminismo en la poesía de Excilia Saldaña. En
Perifrasis, revista de literatura, teoría y crítica. 2011. Consultada el 30-05-2016.
https://revistaperifrasis.uniandes.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=91%3Anegrismo-
y-feminismo-en-la-poesia-de-excilia-saldana-deicy-g-jimenez&catid=38%3Aindice&lang=es
2
Obra poética, p. 11
chiquita, mujé. Las palabras o frases que la describen son no ere tan adelantá, colorá,
mala. Se describen su cuerpo, su boca grande, su sojo. Las actividades que realiza son
pasar, correr de bachata, caminar, llorar, cantar, bailar, coser, cocinar. Lo que ella dice es:
vocabulario peculiares, se trata del lenguaje popular adoptado y practicado por las
del poema. Invito a leer de corrido las enunciaciones a la mujer en el anexo 2.3. Es difícil
no dejarse llevar por la cadencia del ritmo del son que existe en Sóngoro Cosongo (1931),
en particular “Rumba”. Por la música y esa forma apelativa de la tradición oral y popular
en las que las reiteraciones y paralelismos constituyen el eje rítmico de estos poemas.
Guillén esboza un comentario sobre los que ven a la negra encasillada en el baile. La
que ya ha trocado la blanca figura del cisne y de la mujer por la de la mulata o negra,
haciéndose partícipe no sólo de su mundo pintoresco, sino que por momentos parece
representación sexual.
En West Indies, LTD (1934) (ver anexo 3) la imagen de la mujer es muy parecida a la
anterior etapa, sin embargo, habla sobre “la negra Juana” ya no como la bailadora erotizada, sino
una mujer enferma. En la publicación de España (1937) no aparecen alusiones a la mujer, y en las
siguientes obras existe un cambio significativo en la manera de tratar la imagen femenina, aunque
sigue apareciendo la mulata, aparecen también la “Santa María”, la “señora, mi vecina”; y Rosa,
su esposa, recordada en un poema: “tú, melancólica: … / Rosa tú, melancólica / rosa de mi
recuerdo.”3 En poesía de amor (1933-1971), Guillén hace una alusión a la mujer en todo el
otras muchas virtudes, tal es el caso de las otras mujeres que figuran en sus libros como la
Dolores de España, dibujada en “Pasionaria”: “Que será Dolores , ella, / paloma, dile, /
quien al corazón de España / dolores quite.”4 Ángela Davis, activista afroamericana, “Creo
que sí que eres bella, / no se trata de eso. Se trata de que te quieren muerta.”5 A la pintora
cubana Amelia Peláez (1896) “Amelia es como un mundo submarino. / es como un mundo
En Prosa de Prisa, Ediciones Unión, La Habana, 2002, en donde Guillén dedica varias
líneas a distintas figuras, resaltan Rosa la Bayamesa (1840), “cuyo recuerdo en ruinas urge
reconstruir”7; es una mujer famosa a causa de su habilidad y ciencia para curar a los
cubanos heridos o enfermos en la contienda. Rafaela Chacón Nardi (1926), “la gran voz”
que entonces despertaba; Josephina Baker, “vedette mundial”, gran artista, negra universal
a quién el suntuoso Hotel Nacional de Cuba le negó hospedaje por ser negra;8 Luz Gil, la
que mucho significó en el teatro cubano; Gertrudis Gómez de Avellaneda, quien “sin duda
sentía profundo afecto por la isla en que nació”; y Rita Montaner, considerada la Única. A
María Teresa, poetisa, intelectual española y esposa de Rafael Alberti, le hace una larga
3
Ibid., p. 212.
4
Ibid., p. 118.
5
Ibid., p. 235.
6
Ibid., p. 242.
7
¡Aquí estamos! El negro en la obra de Nicolás Guillén. Compilación de Denia García Ronda. La Habana,
Cuba, Editorial Ciencias Sociales, 2008. 171.
8
Ibid., pp. 188-191.
referencia en periódico Noticias de Hoy: “se asomó a nuestro pueblo, le tocó la piel
valiente y torturada, ha descrito sobre él páginas de húmeda simpatía en una de sus más
en esos versos iniciales, cuando la mujer no tenía el protagonismo de hoy en día y cuando
era resaltada la cultura africana de donde nace. A estos poemas-son le siguen una fila de
versos en los cuales aparecen la mulata y la negra, quienes son puestas en escena por sus
9
Alex Pausides, “María Teresa León y la isla de Cuba” en El exilio literario de 1939, 70 años después: Actas
/ coord. por María Teresa González de Garay Fernández, José Díaz-Cuesta Galián, 2013, ISBN 978-84-695-
9285-4, pp. 133-142