Sidewinder 02 | Abigail Roux

Sidewinder 1,5
Alto & Ceñido
Por Abigail Roux

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Traductora
Morfeo
Correctora
Mae
Portada y Formatación
Rub

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Capítulo Único

Zane estaba subiendo las escaleras cuando sonó el timbre.

Debatió un momento acerca de responder o no, pero al final volvió
a bajar, gruñendo.
Era domingo, su único día de descanso, y hoy no quería hacer
frente a cualquier mierda.
Miró a través de la mirilla, y su corazón tembló cuando vio a
un marine en el porche.
Llevaba un uniforme de servicio verde y caqui, una boina
cubriéndole la cabeza, el petate de marine colgando del hombro, y
situado alto y recto de espaldas a la puerta, miraba hacia la calle.
Zane se atrapó en la cerradura, con los dedos de repente
incapaces de continuar y con el corazón acelerado.
¿Eran noticias? ¿Una buena o mala noticia? ¿Por qué
demonios estaría un marine en su porche, si no fuera por traer
noticias?

4 Abrió la puerta, sintiéndose estúpido y torpe cuando el

hombre se volvió hacia él.
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—¿O'Flaherty?
Nick le dio una débil sonrisa y levantó la mano. —Nadie está
herido.
Zane se quedó de pie, mirándole. No estaba seguro de si
creerle o no. Y no estaba seguro de si quería darle un abrazo o
golpearle.
Nick se rió al ver la expresión de Zane, un sonido cansado, sin
alegría.
—No hay nada malo, lo prometo.
Zane lo miró de arriba abajo, inspeccionándole, buscando las
heridas que debieron haberle enviado a casa. Ninguna herida
visible.
—¿Por qué estás aquí? ¿Cómo que estás aquí?
—Permiso especial. Cuarenta y ocho horas.
Zane frunció el ceño más fuerte. Se dio cuenta de que aún
sostenía la puerta, y le dolían los nudillos. La soltó y le apretó la
mano.
—¿Permiso especial? —Preguntó, con cuidado.

—Estoy resfriado, —respondió Nick, inexpresivo y esperando

5 un momento. —¿Puedo entrar?

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Zane comenzó asintiendo con la cabeza y apartándose del

camino.
—Sí. Mierda. Lo siento, es que... yo solo…
—En pánico, lo sé. Lo siento, no tenía otro lugar para
cambiarme el uniforme, —dijo Nick al entrar.
Dejó su petate de marine junto a la puerta, el mismo lugar
donde Ty siempre dejaba caer su bolsa de deporte cuando llegaba
cansado después de un largo día.
Zane la miró por un momento, dejando que el dolor se
asentara en el pecho antes de intentar tomar otro aliento.
Finalmente apartó los ojos del petate y trató de sonreírle a
Nick, que estaba mirándole. Parecía agotado, pero su ceño fruncido
era amable. Tenía que sentir la decepción de Zane de que no era la
bolsa de Ty.
—Te ves bien, —Zane logró decir asintiendo con un gesto de
mano.
Nick sonrió. —Lo sé. Los marines siempre tenemos buen
aspecto.

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Se metió la mano en el bolsillo de atrás y sacó una carpeta de

cuero, en la cual parecía llevar sus órdenes, y a continuación sacó
de su billetera un sobre arrugado y roto y se lo entregó a Zane.
Zane lo miró lamiéndose los labios y preparándose antes de
extender la mano cogiendo el sobre. Se sentía cálido entre sus
dedos, y el simple garabato de un nombre le era muy familiar. Era
de Ty, pero tenía la apariencia de una carta que había visto muchas
noches en el bolsillo de alguien. Zane sabía que una gran cantidad
de soldados, marines e infantes de marina dejaban una carta a un
amigo en caso de no poder volver a casa.
Si Nick cargaba con esta carta todos los días por este motivo,
Zane no quería leerla. —Esto no es...
—Sabía que iba a venir a casa, —dijo Nick, su voz suave. —La
escribió antes de irme.
Zane dejó escapar el aire que había contenido. Volvió a mirar
la carta, con los dedos temblando, desesperado, rasgo el sobre y lo
abrió para leer la primera comunicación que había recibido de Ty
en meses.

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Nick se aclaró la garganta. —Garrett. Conozco mi camino si

quieres subir, tomarte tu tiempo y leerla. Puedes escribir una
respuesta y voy a llevarla conmigo cuando vuelva.
Zane parpadeó, luchando por respirar. —Sólo tienes 48 horas.
No debes desperdiciarlas.
Nick levantó las cejas y sacudió la cabeza. —No lo haré.
Zane lo miró por un segundo sin aliento, luego saltó hacia
arriba y envolvió a Nick en un abrazo. Nick se rió, respondiéndole
con unos golpecitos torpes en la espalda.
—Adelante, —dijo finalmente. —Voy a fisgonear y a robarle
unos cubanos a Ty en cuanto tú lo haces.
—Está bien. —Zane dio un paso atrás y luego se giró para
subir las escaleras, sujetando la carta sobre su cadera para que sus
dedos no temblaran mientras la sostenía.
Escuchó a Nick en la cocina, probablemente en busca de la
caja fuerte portátil que Ty mantenía oculta debajo del fregadero,
donde guardaba sus puros cubanos.
A Zane no le importaba que Nick supiera que estaba allí. Subió

a su habitación y se sentó a los pies de la cama, mirando la carta de

Ty. Casi no quería abrirla. Había una alta posibilidad de que esto
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

podría ser lo último que oía de Ty, y aunque intentaba no pensar de

esa manera, no era más que un ser humano.
La idea todavía se mantenía arrastrándose en su cabeza. ¿Y si
así fuera? Y si eso era lo último que conseguían decirse uno al otro?
¿Cómo podría ser esto suficiente?
Se obligó a rasgar el sobre antes de que enfermara.

Zane,
—Estoy bien. Todos estamos bien. Te extraño de un modo que
nunca he experimentado antes, y quería que lo supieras. No puedo
decirte más. Por favor, no le pidas detalles a Nick. Sólo sabemos que
estamos haciendo de tripas corazón para volver a casa.

Firmaba formalmente con las palabras Capitán B. Tyler Grady

garabateadas en la parte inferior.
—Sí, Sí,
—Capitán, —murmuró Zane. Sonrió mientras su compostura
amenazaba con desmoronarse. No había casi nada para seguir
adelante, pero era de Ty y era todo lo que importaba.

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Bajo la firma había ocho números que parecían tirad os al

azar. Zane se preguntó primero si tal vez eran un código de
procesamiento, pero no podía ser, la letra era de Ty.
Después de buscar unos segundos más, se dio cuenta del
significado. Un código simple. Ty le había enviado un mensaje
codificado. Tomó una hoja de papel de la mesita de noche y
comenzó a escribir las letras necesarias para reemplazar los
números y no necesitó mucho para descifrar el mensaje, que decía:
—Te amo.
Zane se echó a reír. Ty le había enviado un rompecabezas para
jugar.
Tardó largos minutos en escribir la respuesta. Tenía que ser
corta, muy corta, sabiendo que estas cartas serian leídas.
Incluyó su propio código en la respuesta, con el mensaje:
Capitán, —sólo para descolocar a Ty.
No selló el sobre, sabiendo que no importaría, y corrió
escaleras abajo.
Sin embargo, Nick no estaba por ningún lado.

Ojeó la habitación tranquila, nada estaba fuera de lugar.

Zane le llamó por su nombre, ladeando la cabeza para
10 escuchar.
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

La respuesta distante venia de fuera.

Se acercó al porche delantero, pero de nuevo no encontró a
nadie.
—¿Nick?
—Aquí, arriba, —gritó Nick.
Zane estiró la cabeza, pasando con la mirada las dos plantas
de altura hasta la terraza de la planta superior, donde Nick estaba
de pie, inclinándose y mirando abajo.
—¿Cómo demonios pasaste sin que te notara? —Preguntó
Zane, riéndose con el recuerdo de Kelly y Nick escalando un balcón
en Nueva Orleans.
—Tengo mis habilidades, —dijo Nick, en voz baja, solo lo
suficiente como para escucharse hasta abajo. Gesticuló con el
cigarro que sostenía entre sus dedos largos. —Ven y comparte esto
conmigo.
Desapareció detrás de la barandilla y Zane volvió a entrar para
unírsele. Subió pasando las habitaciones del segundo piso y legó al

ático grande con la puerta del balcón abierta y las cortinas fluyendo
con la ligera brisa.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Se quedó de pie en la puerta, observando a Nick por un

momento. Éste estaba reclinado en una vieja y oxidada silla de
jardín, con los pies apoyados en la barandilla. Se había cambiado,
llevaba puesto unos vaqueros, una camisa de color negro y estaba
descalzo.
Le ofreció a Zane el cubano y este se sentó en la silla junto a
él, estudiándolo por unos segundos y colocándose el cigarro en la
boca.
Zane nunca le había prestado mucha atención, no más que
por un breve momento, intentando decidir si podría gustarle
acercarse a él en vez de querer golpearlo.
No lo conocía bien, a pesar de ser tan parecido a Ty en la
superficie.
No sabía sus estados de ánimo y no podía leerlo.
Aun así, incluso Zane pudo ver que Nick no era la misma
persona que había estado en Nueva Orleans.
—¿Tengo una respuesta? —Preguntó Nick, cuando finalmente
se giró hacia él y le sonrió.

Zane le entregó el sobre. —¿Estás bien? —Preguntó

impulsivamente.
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Nick dobló la carta y levantó la vista, arqueando las cejas. —

¿Por qué?
—Bueno, quiero decir... estás aquí. No estás en Boston. Sé
que no soy la primera persona en tu lista que quisieras ver, así
que... ¿estás bien?
Nick sonrió, mirando lejos y escrutando por encima la ciudad
que se extendía más allá del balcón.
Zane se había sentado aquí con Ty muy a menudo. Era el sitio
donde a Ty le gustaba sentarse y pensar, reflexionar sobre sus
casos, descomprimirse después de un día agotador.
Nick, obviamente, había estado aquí lo suficiente como para
saber que si no hubiese apoyado la puerta abierta, esta se habría
bloqueado.
—No, no estoy bien, —dijo finalmente, su voz tan suave y
ronca que Zane tuvo que inclinarse más a escucharlo.
Zane contuvo la respiración, esperando que continuara, sin
embargo Nick permaneció en silencio.
—O'Flaherty, —Zane finalmente susurró.

Nick bajó la cabeza, lamiéndose los labios. —Nunca te di las

gracias por lo que hiciste.
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—¿Qué?
—Ty es mi mejor amigo—, dijo Nick. —Ha sido lo más
constante que he tenido en mi vida. Y sé que si le hubiese obligado
a elegir entre nosotros, él te habría elegido. Y debía hacerlo —, dijo
Nick rápidamente mirándole de reojo. —Gracias por no haberle
hecho elegir.
Zane tuvo que tomar unos segundos y poner sus
pensamientos en orden cuando Nick le devolvió la mirada con esos
ojos verdes tan llamativos.
Finalmente encontró la voz. —Estoy contento de no haberlo
hecho. Eso lo habría matado.
Se sentaron en silencio, mirándose uno al otro durante unos
momentos.
Zane ya no se sentía extraño y el momento no parecía para
nada lleno de pesadez como antes.
Nick tenía una manera de hacerle que se sintiera a gusto a
pesar de su comienzo inestable, y Zane tenía que saber si era por
esto qué él y Ty se habían mantenido tan cerca durante tanto

tiempo.

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Nick era la roca para el huracán de Ty, era inmune a los

estados de ánimo de Ty. Era como si fuese su superpoder.
Nick cogió el cigarro de entre los dedos de Zane y le dio una
larga calada.
Cuando habló, humo acompañó sus palabras.
—Doc está volando para encontrarse conmigo y debería estar
aquí pronto. Probablemente vamos a cenar fuera. Eres bienvenido
si quieres unirte a nosotros.
—Me gustaría eso. Gracias.
Nick sonrió y dio otra calada.
Zane se rio de la mirada malvada en los ojos de Nick.
—Oh Dios mío. Ty te dijo que me sacaras a cenar, ¿verdad?
—Eso es confidencial—, contestó Nick, arrastrando las
palabras con la cabeza inclinada hacia atrás y soltando un anillo de
humo en el atardecer.
—Perfecto, —murmuró Zane, con los ojos siguiendo las
espirales rompiéndose con la brisa.
Tendría que convencer a Ty que le enseñara como hacerlo,

cuando regresara. —Ahora soy un caso de caridad.

—¿No lo somos todos, Garrett?
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Asintió, sonriendo irónicamente. Apoyó los pies en la

barandilla.
—Siempre os he envidiado un poco, a ti y a Ty, —admitió.
Nick le miró.
—Nunca he tenido un amigo así. Alguien que yo sepa que
estaría allí no importa qué. No me puedo imaginar cómo sería.
Nick frunció los labios y asintió lentamente. —Ahora sabes
que tienes al menos un amigo de esta manera
Sintió la garganta apretada por la emoción. No iba a
engañarse pensando que Nick le estaba ofreciendo cualquier tipo
de lealtad que no incluya su conexión con Ty, pero era más de lo
que podía recordar haber tenido en años. —Gracias.
Nick sonrió y dijo con un deje malicioso. —Así que, la cena.
¿Te gusta el italiano?
Zane soltó una carcajada. —Conozco un lugar cercano.
Todavía se estaban riendo cuando escucharon una puerta de
coche cerca, calle abajo. —Veo los anillos de humo!—Gritó Kelly. —
Y he oído vuestros feos cacareos.

Nick se enderezó y miró por encima de la barandilla, luego

saltó de su asiento y salió dejando a Zane sentado allí sin decir una
16 palabra.
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

No hizo ningún ruido al bajar las escaleras. Desde arriba, Zane

saludó con una señal de mano a Kelly, que tenía una bolsa colgada
del hombro y estiraba el cuello para mirarlo.
—¿Adónde se fue el Irlandés?
Antes de que le pudiera contestar, Nick golpeó fuerte la
puerta y saltó los tres escalones restantes hasta la acera. Tomó a
Kelly duro en sus brazos sosteniéndole fuerte.
Este hizo un sonido ahogado como si fuera un pájaro
golpeado por un coche, entonces se agarró con los brazos y piernas
alrededor de Nick sujetándose en el abrazo apretado.
Zane se rio incluso cuando un dolor melancólico sele instaló
en el pecho. Estaba contento viendo a los dos amigos
encontrándose, pero no podía evitar desear que fuesen él y Ty allí
abajo.
—No demorará mucho más —, se susurró a sí mismo. —
Volverá entero y vais a estar juntos, Garrett.
Nick había sido enviado a través del mundo con el pretexto de

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un descanso de cuarenta y ocho horas para su salud mental, pero

su verdadero propósito era entregar un único mensaje de cinco
palabras para la Oficina de Inteligencia Naval en Suitland, Maryland.
Había volado 12 horas en un jump seat1, entregó su mensaje,
luego se desvió a Baltimore para sorprender a Zane.
Ty no lo había enviado allí, tal como Zane había sospechado,
pero Nick pudo convencerlo de lo contrario.
Había conseguido hablar con Kelly, que había volado para
reunirse con él. Estaba casi enfermo de los nervios mientras
esperaba que Kelly llegara, pero en el momento en el que lo vio de
pie en la acera de enfrente de la casa adosada de Ty, cuando oyó su
alegre voz, cualquier aprehensión lo abandonó y todo lo que quería
ahora era abrazarlo y mantenerlo cerca hasta enloquecer.
Se llevaron a Zane a cenar manteniendo una conversación
fácil, intentando que nada se le escapara.
Kelly sabía que no debía hacer preguntas, y Zane pareció
coger rápidamente el punto que hasta preguntar sobre el clima
podía ser demasiado.

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1Es el asiento para el uso de los tripulantes de un aparato de vuelo, o para algunos invitados de la
compañía. En España creo que se llama trasportín.
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La cena fue muy buena y Ryan, el amigo camarero de Zane,

era tan caliente como Ty se había quejado.
Nick y Kelly fueron capaces de mantener sus manos y ojos
para sí mismos durante horas, cenando y hablando con Zane.
Al final, Kelly y Zane quedaron dispuestos en mantener un
mejor contacto entre ellos, ofreciéndose apoyo mutuo mientras los
Sidewinder estaban fuera.
Zane se veía claramente deprimido, pero no parecía solitario.
Cuando se separaron al final de la noche, no se demoró en
ofrecerles otra vez a quedarse con él pero no insistió.
Se negaron... por razones obvias. Pero Nick se sintió aliviado al
ver que Zane parecía estar haciéndolo bien por su propia cuenta.
Nick no les podía decir a Zane y Kelly que no eran los únicos
que estaban solos la mayor parte del tiempo. No les podría decir
que el equipo había sido dividido, promovido y plantado en grupos
más pequeños.
Teniendo en cuenta la verdadera razón por la que habían sido
reconvocados (las misiones de operaciones encubiertas en el
MARSOC2 donde no se podían usar operadores conocidos).

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2 Mando de Operaciones Especiales de las Fuerzas del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos
Ingles United States Marine Corps Forces Special Operations Command (Fuente: Wikipedia)
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Nick y Digger ahora eran sargentos primeros, cada uno líder

de un escuadrón de reconocimiento de doce hombres.
Ty era un capitán que comandaba cuatro escuadrones
separados, incluyendo los de Nick y Digger.
Owen había sido infiltrado por la inteligencia naval, y sólo lo
veían cuando se encontraban en la oscuridad para realizar sus
trabajos reales
Sin embargo, nada de eso importaba esta noche. Nada de eso
importaba para los próximos dos días. Nick colocó su brazo
alrededor de la cintura de Kelly y lo acercó mientras caminaban por
el pasillo hasta su habitación de hotel. Se miraron el uno al otro,
ambos sonriendo. Ninguno de los dos dijo una palabra.
Nick deslizó la llave en la cerradura de la habitación y abrió la
puerta, luego se estiró para tomar la mano de Kelly y lo llevó
adentro. Apenas pusieron sus maletas en la habitación empezaron
a besarse delante de la puerta nada más cerrarla.
Kelly le agarró por la camisa, luego deslizó las manos por
detrás del cuello clavándoselas en los hombros.

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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Nick se encogió de hombros y se le acercó más, con las manos

en las mejillas, empujándolo contra la pared muy duro y con poca
consideración.
Ambos gimieron cuando Kelly se golpeó, pero eso no los
retrasó. Nick lo besó con avidez, sujetándole del pelo y este gimió
con los dedos de Nick apretando y tirando y su gemido sonaba
como una invitación para cenar.
Nick le mordió los labios, jadeando, con los cuerpos
presionándose entre sí. —He pensado en ti, así, tantas malditas
veces.
Kelly estuvo de acuerdo.
—Todas las noches. Cada puta noche pensé en ti.
Nick cerró los ojos, corriendo la punta de la nariz por la
barbilla de Kelly, por toda la cara, respirándolo, pero este empujo la
barbilla y rozó los labios contra los suyos.
Nick podía sentirle la sonrisa, podía sentir el deseo en sus
jadeos.
Ambos sabían lo que estaba por venir.

Esta vez no habría marcha atrás y no tenía sentido perder el

poco tiempo precioso que tenían, al tratar de negarse lo que ambos
21 querían.
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Nick le beso, sacudiéndolo. Empezó a sembrar un rastro de

besos por su barbilla, en el cuello, luego le mordió buscando los
sonidos que recordaba que Kelly hacía. No fue decepcionado. Kelly
gimió, los labios de Nick vibraban cuando le chupaba el cuello.
Le agarró sus muslos y lo cogió, deslizándolo en la pared
utilizando su cuerpo para mantenerlo allí.
Kelly envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Nick para
ayudarle. —Follame, Nick.
Los dedos de Nick se apretaron en su pelo y le mordió un poco
más fuerte en el cuello, arrastrando los dientes por la piel. No
quería nada más que hacer eso, y ahora que Kelly no estaba herido,
Nick no necesitaba preocuparse de hacerle daño. Bueno no mucho.
—La próxima vez, —Nick prometió, a pesar de su deseo de
decir —sí, sí—y lanzarle al suelo.
—Ahora—, gruño Kelly.
Nick se rió y metió la cara en su cuello.
—Los dos necesitamos al menos una liberación antes de

conseguirte o acabaría contigo.

—No, no lo harías. ¡He estado practicando!
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Kelly comenzó a desabotonarle la camisa, con sus dedos

temblando contra la piel del otro mientras se movían.
La respiración de Nick se enganchó. Sus rodillas se debilitaron,
y dejó que Kelly se deslizara por la pared, quedándose de pie.
Llevó ambas manos a cada lado de la cabeza de Kelly y se alejó
para que pudiera encontrarle los ojos.
—¿Practicando?
Kelly canturreó, mordiéndose el labio para esconder una
sonrisa.
—¿Cómo has hecho esto, exactamente?
El sonido ronco de su voz podría haber sido interpretado
como una amenaza, pero la sonrisa de Kelly solo se agrandó.
Conocía muy bien a Nick y podía interpretar todo lo que este
hacía.
—Jesús, adoro cuando haces eso, —Kelly murmuró,
desplazando con valentía sus ojos en la mirada de Nick.
Desabrochó el botón de los pantalones vaqueros de Nick con
dedos ágiles.

—¿Hacer qué?
Preguntó éste, con la voz aún más áspera mirando las manos en su
23 bragueta.
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Kelly le presionó la frente, ambos observando mientras

empujaba los pantalones vaqueros de Nick por sus caderas.
—Estuve solo un montón de noches, —,dijo Kelly.
Nick alzó la vista, sus narices cepillándose.
La respiración de Kelly estaba caliente contra sus labios.
—Grité tu nombre cada maldita vez.
—Kels, —susurró Nick.
—Pruébame, querido. Puedo tomar esto.
El pecho de Nick se tensó, haciendo que su aliento temblara.
Sus dedos se cerraron contra la pared.
Las palmas de Kelly se deslizaron sobre sus caderas, justo por
debajo de la banda de sus bóxers, luego apoyó la cabeza contra la
pared y le miró sonriendo mientras envolvía los dedos alrededor
del pene de Nick.
—¿Cuánto autocontrol te queda después de tres meses en el
desierto?
Nick le agarró la parte posterior del cuello y lo forzó contra la

pared. —No lo suficiente, —gruñó antes de compartir un beso

violento. Su otra mano atrayendo a Kelly a flor de piel.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—Fóllame, Nick.
—Cállate la boca, Kels. Solo deja de hablar.
Este se rió.
—¡No puedo callarme, siempre hablo cuando estoy nervioso!
Resopló y se apartó de la pared. Encontró los ojos de Kelly,
pasando los dedos por su mejilla. Meses de pensamientos se
arremolinaban en su cabeza, meses pensando que podía amarle,
que en realidad podría funcionar.
Solo quería decirle esto a Kelly, pero ahora no era el
momento.
No era el tipo de hombre que se ocultaba de sus emociones,
aunque, por todo lo que sabía, Kelly podía ver indicios de esto en
sus ojos.
—Bebé, —Kelly murmuró.
Cuando se besaron de nuevo, ninguno de los dos cerró los
ojos.
Los dedos de Kelly se sentían suaves contra su piel.
Nick le sujetó la cara y lo besó de nuevo, tarareando mientras
el cuerpo de Kelly se relajaba todavía más.

No quería que estuviera nervioso, por ninguna razón.

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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—¿Esto te parece bien? —Preguntó, moviendo los labios

contra la esquina de la boca de Kelly.
Kelly suspiró temblorosamente y luego tomó una respiración
profunda. —Sí, —susurró. —Se siente como en casa.
Nick lo empujó con su nariz, besándolo suavemente mientras
el calor se propagaba por todo su cuerpo.
—Tú te sientes como en casa, —le dijo Kelly envolviéndolo
con los brazos alrededor del cuello.
Nick no podía encontrar el aliento y todo lo demás pareció
desaparecer, excepto la sensación de tener a Kelly en sus brazos.
Disminuyó la velocidad, besándole lánguidamente.
Tuvieron que separarse en busca de aire y Nick se apartó de la
pared. Se encontraron en los ojos del otro, sin decir nada, sin sentir
la necesidad de hablar.
Kelly quiso levantarle la camisa pero Nick le sujetó la mano.
Los ojos de Kelly se estrecharon. —¿Qué?
Trató de verbalizar lo que estaba sintiendo, pero ni siquiera él
sabía lo que significaba. Solo que era mucho más que sexo. —Kels,
—por fin consiguió.

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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—¡No, no, no hagas eso! Sólo tenemos dos noches y

deberíamos estar haciendo sexo caliente y salvaje! No puedes dar
vuelta atrás ahora!
Nick se rió, cubriéndose el rostro con una mano. —¡Te sientes
como en casa!—¡No se puede tener sexo caliente y salvaje después
de eso!
—¡Sí, se puede! —Insistió Kelly. Agarró el dobladillo de la
camisa de Nick y tiró de ella empujándola por la cabeza y luego la
dejó caer al suelo. Lo empujó a la cama. —Te lo voy a demonstrar.
Nick se tambaleó hacia atrás, apenas capaz de mantener el
equilibrio con los vaqueros deslizados hacia abajo alrededor de sus
muslos.
—Kelly.
Kelly lo empujó de nuevo. —No luches contra esto, Irlandés,
tendrás tu camino conmigo.
Nick se humedeció los labios y gruño, pero Kelly lo empujó
una última vez y acabó de espaldas sobre el colchón.
Kelly se quitó la camisa mientras se dirigía a la puerta para

traer las bolsas que antes había dejado caer.

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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Estuvo fuera de la vista por un momento, luego regresó,

desnudo, con las dos manos ocupadas. Levantó una botella de
lubricante con una, y una flipcam roja con la otra.
—¿Es una cámara de vídeo? —Preguntó Nick, con la voz
quebrada.
Kelly mostró la lengua, mordiéndosela cuando asintió.
—Estás loco, —Nick arrastró las palabras, incapaz de esconder
el afecto en su voz.
Kelly colocó sus dos premios en la cama y desabrocho los
zapatos de Nick, tirando de cada uno para sacarlos y soltándolos
con un pesado sonido en el suelo.
Luego le sacó los pantalones vaqueros, seguidos por sus
bóxers y se metió en la cama a horcajadas sobre Nick.
—Por favor, ¿dime que no has practicado con alguien así? —
Preguntó Nick con una sonrisa tensa.
Kelly le puso ambas manos sobre el pecho y se inclinó sobre
él. —Tal vez, más tarde te voy a mostrar cómo he pasado mis
noches.
Nick gruñó y Kelly se movió, frotándose contra la polla dura de

Nick.
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Sus ojos se encontraron, y ambos sonrieron.
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—No te aguantes, irlandés, —bromeó Kelly.

Nick se humedeció los labios, los ojos mirando hacia abajo el
cuerpo de Kelly. Se colocó en posición sentado y empezó a besarle
la cicatriz en el pecho y el cuello, hasta la mandíbula. Este se seguía
moviéndose en su regazo, frotando el trasero contra su palo.
Nick lo mantuvo apretado y le pateó la pierna hacia un lado
haciendo palanca para rotarlos y fijar a Kelly debajo, que se
extendió en la cama extra grande, arqueando la espalda y
apretando con sus piernas las caderas de Nick.
—¡Jesucristo, Kelly!
Kelly se rio y tomó el rostro de Nick. —No. ¿De quién es el
nombre que gritas?
—Tuyo, —gruñó Nick.
Kelly le mordió el labio mientras se besaban, no dejándolo
apartarse, aun cuando Nick dio un paso atrás.
Nick le agarró de las caderas y lo atrajo hasta el borde de la
cama, pasando rápidamente hacia atrás empujándolo con él.

Cuando sus pies tocaron el suelo, se levantó y le agarró de las

piernas para acostarlo sobre el estómago.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Kelly se sacudía y se agarraba de las sábanas, pero no podía

darse la vuelta.
Nick se inclinó sobre él, deslizando su mano debajo de su
pecho para atraer sus cuerpos juntos, su polla dura contra el culo
de Kelly.
Este bajó la cabeza para ofrecerle el cuello, y Nick lo mordió,
arrastrando una mano para apretarle la cadera. Podía sentir el
corazón de Kelly golpeando en la palma de su mano, igualando el
ritmo frenético del suyo.
—¿Es así como me quieres? —Preguntó Kelly, moviendo el
trasero en la polla dura de Nick, provocando que los dos gimiesen.
Nick colocó los labios en su oído, abrazándolo con más fuerza.
—Te quiero de todas las jodidas maneras que pueda tenerte.
Kelly estiró su delgada figura para llegar a la botella de
lubricante.
Nick le pasó la mano por la columna vertebral, dejando que la
polla se le deslizara contra su culo. Dios, estaba absolutamente
sinuoso. No podía esperar para estar en él, para hacerle retorcerse.

Kelly le entregó el lubricante y el cogió la botella, a duras

penas era capaz de mantener el control.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—¿No tenemos condones?

—No los necesitamos. —Respondió Kelly con la voz
amortiguada, descansando sobre los codos y bajando la cabeza.
Nick le frotó el culo con la mano y se inclinó para besarle los
hombros. —Está bien, —susurró, hecho un paquete de nervios y
agarró la botella abierta. Enderezó la espalda y se echó para atrás,
acariciando y observando el rápido ascenso y bajada de la
respiración de Kelly.
—Dame la puta cámara de vídeo.
Kelly lloriqueó y se acercó agarrándola cámara por la cuerda
amarrada, se giró y se la entregó.
Este golpeó el botón de grabar y se inclinó para hablarle en el
oído.
—Será mejor que no vea esta mierda en Internet.
Kelly empujó hacia arriba e hizo un sonido de exasperación. —
¡Sólo date prisa y entra allí!
Nick le agarró por el hombro, riéndose.
Se acarició, cubriéndose el pene generosamente con

lubricante.
—Última oportunidad.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Solo se estremeció en los brazos de Nick y giró la cabeza, en

busca de sus labios para juntarlos con los suyos.
Todavía besándose, Nick alcanzó entre ellos y presionó un
dedo contra su agujero.
Gimió desenfrenadamente y apoyó la frente en la cama,
dándole a Nick la apertura perfecta para besarle por todo el
hombro y el cuello - Se inclinó buscando sus labios encontrándose
de nuevo, Nick deslizó la lengua en su boca mientras deslizaba un
dedo en él. Fue una entrada fácil, un suspiro y un agarre apretado
como única reacción de los músculos.
—Has estado practicando, —gruñó Nick.
—Experimentando.
El corazón de Nick bombeaba con fuerza, haciéndole difícil
respirar, difícil incluso pensar.
El cuerpo de Kelly estaba caliente y duro contra el suyo. Se
había imaginado esto tantas veces en los últimos meses….
Maldición, lo quería mucho.
Introdujo un segundo dedo dentro moviéndose lentamente,

girándolos, girando la cámara de vídeo para grabar.

Kelly se arqueó y lo recompensó con otro gemido profundo.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—Kels, —Gruñó Nick entre dientes.

—¡Fóllame, Nick, vamos!
Nick se cogió con la mano y empujó la cabeza de su pene
contra el culo de Kelly, presionando hacia adelante.
Este empujó la rodilla en contra de Nick para alargar su
posición. Bajó la cabeza jadeando aunque Nick siquiera había
empujado en el todavía.
Nick le puso una mano en el centro de la espalda y le dijo:
—Expira, cariño. Respira.
Lo hizo, y Nick empujó la cabeza de su pene en él, observando
y apenas recordando que apuntara la cámara hacia la acción.
—Jesús, mierda, Kels, —suspiró Nick.
Cerró los ojos y luchó con toda la fuerza de voluntad que
poseía para no empujar más profundo.
—Nunca he estado en el interior de una persona sin un
condón.
—Es la primera vez para los dos, entonces, —dijo Kelly con voz
tensa.

Levantó la cabeza, empujándose en las manos.

—Maldita sea.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Nick le acarició con la mano la columna vertebral.

—¿Todo bien?
Su respuesta llegó como un silbido. —Joder, sí.
Bajó la cabeza de nuevo, empujando las caderas hacia atrás
con cuidado. Nick no se movió, dejándole guiar la entrada por sí
solo. Kelly gimió más fuerte, quedándose inmóvil y Nick comenzó a
girar las caderas, moviéndose en su interior. Nunca, nada se había
sentido igual.
—Sí, cariño, —Kelly murmuró, agarrándole la cadera,
clavándole los dedos y tirando de él más cerca.
Nick se hundió aún más en él y jadeó sin aliento, sujetándolo
fuerte.
—Joder, Kelly, no voy a durar mucho tiempo si jodes mi
control de esta manera.
—A la mierda el control, —murmuró Kelly.
Se empujó hacia atrás y los dos gritaron cuando Nick se
hundió.
Nick cogió la cámara de vídeo y apuntó para capturar el tirón

lento de su pene hacia fuera y después su balanceo para hundirlo

dentro.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—¡Joder!! —Gimió Kelly, agarrándose a las sabanas, torciendo

los dedos en ellas.
Nick se posicionó empujándose hasta al fondo, luego se
inclinó y puso su mano sobre Kelly, entrelazando los dedos.
—Destrúyeme, cariño, —pidió Kelly.
—Maldita sea, —murmuró Nick.
Dejó la cámara y en su lugar agarró la cadera de Kelly, tirando
y empujando de nuevo con cuidado. Tardó más de lo habitual en
encontrar un buen ritmo, pero maldita sea, Kelly estaba tan
jodidamente apretado que tenía que ir poco a poco. Quería ir
despacio.
Apoyó la cabeza en el hombro de Kelly y lo folló empujando
profundamente y retirándose hasta que éste empezó a suplicar.
Giró las caderas y empujó hasta que se le enrollaron los dedos.
Los gemidos de Kelly se hicieron más fuertes, su cuerpo
contorsionado, su culo tan apretado que Nick pensó que podría
correrse cada vez que este se movía.
Finalmente, Kelly se empujó jadeante en sus manos y rodillas.

Extendió la mano, buscando a tientas la cámara y la colocó debajo

de él, orientándola para grabar todo mientras Nick lo follaba.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Nick, enterrado profundamente en él, comenzó a reírse.

—Eres un pervertido, Kels.
—Esto es como si Satanás me llamara “chico malo”.
Nick le contestó riéndose más fuerte y se inclinó sobre él,
balanceando las caderas.
Gritó, sorprendido por el nuevo ángulo.
—Oh Jesús, hola próstata, —jadeó.
Nick le agarró con fuerza de las caderas siguió golpeando en
este nuevo ángulo. Cada vez más, hasta que Kelly apenas era capaz
de sujetarse en el sitio.
Se detuvo el tiempo suficiente para añadir más lubricante a la
mezcla y luego aceleró el ritmo, sin dejar de apuntar la próstata.
Sus cuerpos chocaron, los golpes de piel contra piel apenas
enmascarados por los gritos de Kelly por más.
—¡Joder, Nick, me voy a correr! —Logró decir después de
varios minutos.
—¿Estás bromeando?—Jadeó Nick. —¿De verdad eres uno de
los que pueden correrse sin siquiera ser tocado?

—Sigue.

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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—Dios, te amo, —dijo cuándo los músculos de Kelly

comenzaron a apretar y temblar. —Si tú te vienes, yo también.
Kelly echó la cabeza hacia atrás. —¿Te vas a correr dentro de
mí?
—En ti, o a dónde diablos tu quisieras.
Kelly gimió. —Dentro de mí, Lucky. Lléname.
La cama se quejaba de los golpes de Nick, pero Kelly gritaba
por más. Nick vio desaparecer su pene en este culo apretado, y
clavó los dedos en los músculos.
La cámara de color rojo todavía estaba posicionada en la
cama, mirando y grabando todo. Probablemente Kelly tendrá
material de pajas por semanas. Guiño un ojo a la cámara.
Kelly gritó, echando la cabeza hacia atrás.
—¿Cuál es el nombre que gritas? —Preguntó Nick.
—¡Oh Dios! —Exclamó Kelly.
Golpeó en el con más fuerza. —Dime, cariño, vamos. ¿Qué
nombre?
—¡El tuyo! —Gritó Kelly.

Chocó contra él, girando las caderas para masajearle la

próstata. —Lo siento mucho, no te puedo oír. ¿De quién?
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—La puta que parió, Nick! ¡Me voy a correr!

—Te vas a venir cuando yo te diga. Te correrás cuando
empieces a gritar mi nombre de mierda.
Agarró el hombro de Kelly para mantenerlo quieto,
ralentizando sus impulsos para que pudiera sentir el orgasmo de
este cuando llegara.
Kelly luchado para liberarse del agarre, pero no tenía adónde
ir. Sus dedos agarraron las cubiertas y sus caderas se movían
tratando desesperadamente de hacer que el pene de Nick le
golpeara la próstata de nuevo.
—¡Nick! —Finalmente suplicó.
La voz de Nick sonó áspera, intentando controlar su propio
orgasmo.
—¿Lo quieres?
—Sí, cariño. Por favor, por favor.
—Eres tan bueno mendigando.
—¡Quiero esto, nene, vamos! ¡Lo quiero!
—Deja que te oiga viniéndote, —gruñó.

Cavó profundamente y Kelly gritó incoherentemente.

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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Continuó batiendo en este punto, cada vez más, sus estocadas

fuertes y rápidas, sin salirse, manteniendo todo el tiempo la presión
sobre la próstata.
—¡Nickkkk!—Kelly arqueó la espalda como un gato. Todo su
cuerpo se contrajo, los músculos alrededor de la polla de Nick se
tensaron, lo que hacía casi imposible que se moviera.
Siguió jodiendo a Kelly a través de su orgasmo y llegó debajo
de el para cogerle finalmente la polla en la mano.
Mierda, todavía no le había tocado la polla ni una sola vez
pero el semen de Kelly ya fluía sobre la cama. Realmente se estaba
corriendo simplemente por tener el culo bien follado. ¡Dios, que
divertido era follarle!
Lo levantó, haciendo que Kelly volviera a gritar.
—¡Nickkk!
Nick gruñó. —Tíralo todo, cariño.
Kelly finalmente perdió la capacidad de continuar, aunque
todavía en condiciones de coger la cámara antes de desplomarse y
orientarla por encima del hombro para que siguiera gravando a

Nick, todavía enterrado profundamente dentro de él, todavía

follándole.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Nick dio a la cámara un guiño descarado.

Se reajustó a la nueva posición colocando ambas manos en el
culo de Kelly, empujando las nalgas y apartarlas para que pudiera
ver su pene deslizándose dentro y fuera. Era casi como hacer
flexiones, pero mucho más divertido.
—Vamos, Nick, —Kelly murmuró levantando la mano con la
que sostenía la cámara de manera que se desplazara por la
extensión de su propio sudor hacia atrás y capturara los tirones
rudos de la polla de Nick en su culo. —Sé que tienes una carga para
mí.
—La tengo, —gruñó Nick.
—Tiene que ser una grande, cariño. Déjame tenerla.
Nick se inclinó, sus impulsos perdiendo su ritmo.
Los gemidos y suspiros debajo de él se hicieron más fuertes,
estimulándolo hasta que no pudo aguantar más – y tampoco
quería. Se retiró, bombeando su pene suavemente hasta que el
semen comenzó a disparar por el culo de Kelly, entonces se empujó
a dentro, gritando cuando la fricción lo dominó.

Se dejó sobre Kelly, empujando con fuerza, jadeando su

nombre, moviendo sus caderas mientras se vaciaba en el interior.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Ambos se quedaron resbaladizos y sin aliento. Nick podía

sentir saliéndose el semen del culo de Kelly que buscaba su camino
atrás empujado por el apretón de los músculos alrededor de su
pene. Después de un largo momento que simplemente trataron de
establecer la respiración, Nick rodó las caderas y los dos se
quejaron. Kelly se quedó sin huesos debajo.
—¿Acabas de disparar dentro de mí?
Nick se rio. —Sí. Si, lo hice.
—Dios, esto es muy caliente.
Nick le besó la parte posterior del hombro y se empujó hacia
arriba. —Voy a salirme ahora. ¿Estás preparado?
Estuvo de acuerdo, pero cuando Nick comenzó a moverse,
Kelly tomó una respiración profunda y sus músculos se tensaron. —
Jesucristo, ¿todavía estás jodidamente duro allí?
Nick no pudo evitar reírse de nuevo. Le agarró la barbilla,
girando la cabeza hacia un lado para darle un beso. Le lamió la
comisura de la boca. —Bésame.
Kelly lo hizo, separando los labios para que Nick pudiera

deslizar la lengua dentro. Profundizó el beso, transformándolo en

una operación lenta de labios, lengua y dientes lánguidos para
41 distraer la mente de Kelly del hecho de que se estaba retirando.
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Cuando estuvo libre, se giró y se quedó al lado de Kelly con

sus pies colgando fuera del borde de la cama. Se miraron el uno al
otro, sin decir nada, sin moverse.
—Por lo tanto, —Kelly dijo finalmente. —¿Cuál es tu tiempo
de recuperación?
Nick rodó sobre su espalda y se echó a reír.
—Estoy hablando en serio. Tampoco he chupado nunca una
polla. Quiero intentarlo más tarde.
—Oh Dios.
—No, tú dirás mi nombre cuando te chupe, perra—, dijo Kelly
lentamente mientras lo atraía hacia sí y apoyaba el codo en el
pecho de Nick. Le besó y sonrió. —¿Sabe qué?
Nick apoyó las manos en la cabeza, dejando que le abrazara
más cerca. —¿Qué?
—Te viniste dentro de mí. —dijo sonriendo y mordiéndose el
labio.
El cuerpo de Nick se sonrojó a pesar de que estaba agotado.

Fue la primera vez que se vino dentro de alguien si no contaba

las mamadas. La idea lo ponía más caliente de lo que esperaba. Sus
42 palabras salieron ahogadas. —Sí, lo hice.
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—Me pone tan caliente sólo el pensar en ello—, admitió

Kelly.
Nick le dio un beso de nuevo, agarrándole del pelo para evitar
que se alejara. Extendió la otra mano y le agarró el culo arrastrando
los dedos por el semen resbaladizo.
—Bebé, —Nick gruñó.
—Siento eso. Me llenaste. Sabía que tenías una grande carga
para mí.
—Eres tan pervertido, me encanta.
—Ni siquiera necesitas lubricante la próxima vez.
Nick cerró los ojos. —La próxima vez va a ser muy, muy
pronto, si continúas de esta manera.
Kelly lo besó de nuevo, arrastrando los dientes contra sus
labios
—La próxima vez quiero montarte. Dios, tu pene es divertido,
¿sabes? Y tengo que sostener la cámara también.
Nick deslizó las manos pegajosas por el pelo de Kelly,

entrecerrando los ojos. La expresión de este era cuidadosa, como si

pensara que Nick podría estar molesto por la presencia del
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

dispositivo de grabación, ahora que no estaba perdido en la niebla

de la lujuria.
Pero Nick sonrió. —Bien pensado, la cámara está a prueba de
agua.
Kelly se rio. Se inclinó para besarle, moldeándose a la forma a
su cuerpo. Este le abrazó y Kelly se instaló en el hueco de su brazo,
con la cabeza apoyada en su hombro.
—Me siento feliz de que estés de vuelta, aunque sea por tan
sólo 48 horas.
Nick se cubrió la cara con el pelo de Kelly. —Yo también.
—¿Estás bien, Irlandés?
Asintió.
—Es conmigo con quien estás hablando, —murmuró Kelly.
Nick se quedó en silencio. Finalmente asintió de nuevo. —Sí,
estoy bien.
Kelly lo mantuvo apretado y se volvió hacia él, cerrando los
ojos. —Todos estos años, y sigues siendo un mentiroso de mierda.

44
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Nick se despertó con el inquietante sonido de un silencio

absoluto. La habitación estaba tranquila, la infraestructura del
costoso hotel amortiguaba los ruidos de las otras habitaciones. El
aire acondicionado desconectado.
Se tomó unos momentos para sacudirse la confusión de estar
en una cama suave, fresca.
Le tomó un poco más de tiempo para darse cuenta de que
estaba solo. Extendió la mano, pasando los dedos sobre el hueco en
la almohada a su lado.
—¿Kels? —Gritó.
Contuvo la respiración, los nervios comenzando a construirse
cuando no hubo respuesta.
Se sentó y apartó las sabanas, mirando alrededor de la
habitación del hotel. Almohadas y ropas esparcidas por el suelo. El
edredón se había ido. Una de las lámparas de noche se había
volcado.
Nick podía sentir el labio partido, donde Kelly lo mordió. La
silla de salón de la esquina también tenía varias cosas encima. Lo

único que faltaba era Kelly.

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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Se deslizó de la cama y buscó en su bolsa de marine un par de

pantalones vaqueros limpios. Todavía los estaba cerrando cuando
salió al balcón para encontrar a Kelly sentado con los pies apoyados
en el alféizar, envuelto en la colcha.
—Hey, —dijo Kelly, sin mirarlo.
—Por un momento pensé que me abandonaste, —Nick le dijo,
sonriendo. —¿Que estás haciendo aquí?
Kelly se encogió de hombros, demasiado ocupado
mordiéndose el labio para responder.
Nick miró hacia el puerto, con el ceño fruncido. No podía ver
nada que pudiera mantener la atención de Kelly. Dio un paso hacia
él, pero algo le impidió acercarse.
—¿Estás bien?
—Me equivoqué—, dijo Kelly casi de inmediato, como si
hubiera estado esperando un alfiler para explotar un globo. Le
miró, con sus ojos azules y llenos de tristeza, en la luz de la mañana.
—No puedo hacer esto.
A Nick, las palabras le golpearon el pecho robándole el

aliento. Se dio cuenta de que lo estaba mirando fijamente,

encontrándole los ojos mientras trataba de conciliar un rápido fin a
46 algo que él pensó que sería... permanente. Dio un paso cuidadoso y
 Sidewinder 02 | Abigail Roux

se sentó en la silla más cercana, sacudiendo la cabeza y se aclaró la

garganta para tratar de deshacerse de su reacción natural.
—Está bien, —consiguió decir.
—Lo siento, —susurró Kelly. Le estaba observando y se volvió
hacia él con esa estúpida manta alrededor de sus hombros.
Nick no podía mirarlo, no hasta estar seguro de poder
esconder la devastación de su cara. Asintió de nuevo.
—Está bien, Kels. Nada de disculpas. Sabíamos que podía no
funcionar, ¿verdad?
—Pensé que podía hacerlo, realmente pensé. Pero me dijiste
que no era nada más que sexo.
Kelly se detuvo, dándole a Nick la oportunidad de hablar o
reaccionar. Pero éste no podía encontrar su voz. Jesús, ¿por qué le
dolía tan jodidamente mucho?
Kelly se aclaró la garganta. —Sin embargo, ya es más que
sexo.
Nick lo miró rápidamente, con el corazón palpitante.
Kelly se encogió de hombros, dando una sonrisa débil. —Los
dos sabemos lo rápido que me enamoro.

—Kelly...
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

—Creo que sería mejor si lo pararíamos ahora, —dijo Kelly

rápidamente. —¿Pensar que esto es nada, alguna cosa... frívola?
Pensar que tú puedes ir a casa y estar con otra persona? Esto casi
que me rompe el corazón, amigo.
—Otra persona. —Nick repitió, con voz ronca.
—Los dos sabemos cómo funciona lo de amigos con
beneficios, irlandés, vamos.
Nick se inclinó y le agarró la mano. Después tragó en seco,
alejando los nervios y el miedo y encontró los ojos cambiantes de
Kelly con una respiración profunda.
—Kels, no puedo pensar en una cosa bajo el sol que me haga
más feliz que tú.
Kelly parpadeó rápidamente, con la boca abierta en shock.
Nick le sostuvo la mano con más fuerza. —Si no se siente bien
para ti, dime la palabra y esto va a terminar. Pero si me das una
oportunidad, sólo una oportunidad, te juro que voy a hacer que
esto valga la pena.
—¿Una oportunidad para qué?

—Para ser tuyo.

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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Kelly intentó varias veces hablar. Se humedeció los labios

secos y dijo:
—Nick.
—¿Confías en mí, Kels?
—Sabes que confío.
Nick contuvo el aliento, esperando el veredicto.
Los labios de Kelly se torcieron, entonces él empezó a sonreír.
Extendió la mano y le agarró por la parte de atrás del cuello,
tirando de él en un beso urgente.
Nick agarró los bordes de la manta envolviéndoles a ambos,
arrastrándole con él en la tumbona y sentándole en su regazo.
—¿Es eso un sí? —Logró preguntar entre besos.
Kelly arrastró los dientes mordiéndose el labio, antes de
aceptar. —No hagas preguntas estúpidas.
Nick se rio, sosteniéndolo cerca. —Realmente vamos a
intentar hacer esto, ¿no es así?
Kelly estaba sonriendo contra sus labios mientras asentía.
—Eso significa que tengo que decirte que Te amo y tú tienes

que decírmelo de vuelta?

Nick se rio. —Sí. Eso es lo que significa.
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 Sidewinder 02 | Abigail Roux

Kelly los presiono frente con frente.

—Te amo, Nick O'Flaherty.
El corazón de Nick le saltó en la garganta. Sonreía tan
ampliamente que se hizo daño en el labio partido. —Te amo.
Bastardo loco.

FIN

Continua en:

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