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ASIGNATURA: DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES.

DOCENTE: LIC. LUIS VANZETTI.

CARRERA: LIC. EN KINESIOLOGÍA Y FISIATRÍA.

NOMBRE Y APELLIDO DE LOS ALUMNOS:

SALVADOR GILARDI FRANCO, SANZ MAYO MAURO.


ARTROSIS
La artrosis u osteoartritis, es una enfermedad articular degenerativa, que se caracteriza por la
degeneración del cartílago que determina una insuficiencia estructural y funcional de las
articulaciones sinoviales. Si bien su nombre osteoartritis, implica un proceso inflamatorio, se
considera un trastorno intrínseco del cartílago, en el que los condrocitos responden a los estreses
bioquímicos y mecánicos con la consiguiente degradación de la matriz e incapacidad para repararla.
En la actualidad se considera a la articulación como un solo órgano, una unidad funcional integrada
por diferentes tejidos, principalmente el cartílago, la membrana sinovial y el hueso subcondral, todos
ellos implicados en la etiopatogenia de la artrosis, que presenta 3 manifestaciones fundamentales:
sinovitis, destrucción del cartílago y alteraciones en el hueso subcondral, como por ejemplo, el
remodelado óseo con esclerosis subcondral, osteofitos (crecimiento anormal del hueso sobre la
superficie articular) y osteonecrosis focal.

CLASIFICACIÓN
Existen diferentes formas de clasificar a la artrosis, sin embargo, ninguna de ellas tiene relevancia
para el manejo y tratamiento del paciente por parte del médico, quizá la más utilizada, por su claridad
conceptual, es la etiológica. Esta última, clasifica a la artrosis en función de sus causas, pudiendo ser
primaria o idiopática y secundaria. Puede también, clasificarse según topografía o localización de las
articulaciones afectadas y por último, según su repercusión radiológica (clasificación de Kellgren y
Lawrence), la artrosis puede clasificarse en 5 grados, teniendo en cuenta la reducción de la luz
articular, la presencia de osteofitos y esclerosis subcondral.
1) Clasificación etiológica
a) Artrosis primaria o idiopática
■ Localizada o generalizada (oligoarticular o poliarticular)
b) Artrosis secundaria
■ Postraumática
■ Enfermedades congénitas, displasias y trastornos del desarrollo
■ Enfermedades metabólicas
■ Enfermedades endocrinas
■ Enfermedades por depósitos de cristales
■ Enfermedades óseas
■ Enfermedades articulares inflamatorias
■ Artropatía neuropática
2) Clasificacion topografica
a) Típicas
■ Mano/Trapeciometacarpiana: Rizartrosis
■ Rodilla: Gonartrosis
■ Cadera: Coxartrosis
■ Columna vertebral: Espondiloartrosis
■ Acromioclavicular
■ Esternoclavicular
■ Primera articulación metatarsofalángica
b) Atípica
■ Articulación metacarpofalángica
■ Carpo
■ Codo
■ Tobillo
■ Tarso
3) Clasificación radiológica de Kellgren y Lawrence
● Normal: Radiografía normal.
● Dudoso: Posible estrechamiento de la luz articular. Posible osteofitosis.
● Leve: Posible estrechamiento de la luz articular. Presencia de osteofitos.
● Moderado: Disminución del espacio articular. Moderada osteofitosis. Leve
esclerosis subcondral.
● Grave: Importante disminución del espacio articular. Abundante osteofitosis.
Esclerosis subcondral severa. Deformidad de los extremos óseos.

● ESTUDIO RADIOLÓGICO: La radiología (RX) simple es el patrón que determina la

presencia o ausencia de artrosis, a pesar de ser muy poco sensible como marcador de
patología articular. Los cambios precoces del cartílago en el hueso subcondral y en los
bordes articulares no se observan en las RX. Ayudan algunas RX especiales con vista
anteroposterior de las rodillas en posición de pie o cargando peso, que es un modo
sensible de determinar la presencia de estrechamiento del espacio articular
tibiofemoral. El espacio articular disminuye por pérdida del cartílago. Otra característica
importante es la presencia de osteofitos en los márgenes articulares y la presencia de
cambios en el hueso subcondral: quistes óseos y esclerosis. Para el estudio de la
progresión de artrosis mediante RX, se comparan los cambios en el espacio articular, la
aparición de osteofitos y los cambios en el hueso subcondral. Para calificar estos
cambios se utiliza la Escala de grados radiológicos de artrosis de Kellgren y Lawrence.

● RESONANCIA MAGNÉTICA: La RM es la técnica de imagen con mayor sensibilidad y

especificidad en la artrosis. Es útil para detectar cambios degenerativos precoces y


complicaciones periarticulares y óseas, tales como el adelgazamiento o la desaparición
del cartílago hialino, la localización de osteofitos, quistes intraóseos y edema
subcondral.

● ECOGRAFÍA: La ecografía permite visualizar el cartílago de cualquier articulación de las

extremidades. Es una técnica inocua, rápida, accesible y económica por lo que la hace
idónea para la práctica clínica reumatológica diaria.

FACTORES DE RIESGO:

Los factores de riesgo de la artrosis se pueden clasificar en dos grupos: factores individuales y
articulares

- FACTORES DE RIESGO INDIVIDUALES:

● EDAD: La edad es el principal factor de riesgo en la artrosis. La prevalencia y la incidencia

de la artrosis radiológica aumentan de forma considerable con la edad. Entre los 50-75 años
se observa un fuerte aumento de la incidencia, que es más limitada después de los 75 años.

● SEXO: La prevalencia es mayor en las mujeres a partir de los cincuenta y cinco años , siendo

antes de los cincuenta similar en ambos sexos. A medida que aumenta la edad de los sujetos,
la articulación afectada varía.
● OBESIDAD: En las personas que sobrepasan en un 10% el peso considerado como normal se

da una mayor incidencia de artrosis en las articulaciones que soportan peso. La obesidad está
estrechamente asociada a la artrosis de la rodilla, que se produce con mayor frecuencia en
mujeres. El 61% de las mujeres obesas tienen artrosis en las rodillas frente al 26% de las no
obesas. La experiencia demuestra que la pérdida de peso puede prevenir la enfermedad,
especialmente en las rodillas. También está relacionada con la artrosis de la cadera pero en
menor grado.

● FACTORES ALIMENTICIOS: Hay varios factores alimentarios sospechosos de favorecer el

desarrollo de artrosis, como una baja concentración de vitaminas D, C y K. En efecto, en dos


estudios recientes se ha demostrado una asociación entre la deficiencia de vitamina D y una
mayor progresión de los síntomas de gonartrosis. Respecto al papel de la vitamina K, en un
estudio se ha demostrado que los pacientes con baja concentración plasmática de vitamina K1
tenían más riesgo de progresión de las lesiones articulares detectadas en la resonancia
magnética (RM). En un estudio longitudinal se ha demostrado que los pacientes con mayor
concentración circulante de vitamina C tenían una incidencia de gonartrosis radiológica más
elevada que los pacientes que tenían una concentración baja. Respecto a la vitamina E, se han
obtenido resultados similares. Sin embargo, son necesarios estudios complementarios, en
particular clínicos, para aclarar y confirmar el papel de las vitaminas y de los otros factores
alimentarios en la aparición y progresión de la artrosis.

- FACTORES DE RIESGO ARTICULARES:

● TRAUMATISMOS: Pueden ser causa de artrosis y una fractura articular es un claro

ejemplo de ello. Sin embargo, en el caso de los microtraumatismos que se producen


habitualmente durante el ejercicio de algunas profesiones, la relación no es tan clara,
porque entre ellos, en las mismas condiciones de edad, sexo y actividad profesional, unos
desarrollan artrosis y otros no. Esto indica la existencia de algún otro factor
desencadenante de esta patología. Los deportistas acumulan riesgo de padecer artrosis si a
lo largo de su carrera sufren traumatismos severos, luxaciones e intervenciones que
favorecen la aparición de cambios articulares postraumáticos. Es típica la artrosis de
hombro en jugadores de béisbol, de cadera en jugadores de fútbol americano, artrosis
femorotibial en futbolistas, etc.
● ACTIVIDAD FÍSICA: La actividad física podría ser beneficiosa al reforzar los músculos

periarticulares y así ayudar a estabilizar la articulación. Sin embargo, podría ser


potencialmente perjudicial si aplica una carga excesiva sobre la articulación, en particular
la que ya es vulnerable.

● FUERZA MUSCULAR: En los diversos estudios de asociación entre la fuerza muscular y

la artrosis se tienen en cuenta diferentes músculos y articulaciones. En algunos se llegó a


la conclusión de que la debilidad muscular era un factor de riesgo de desarrollo y de
lesión sintomática de la artrosis.

● RIESGO PROFESIONAL: Hay un efecto significativo de las posiciones arrodilladas o en

cuclillas prolongadas y repetidas en el desarrollo de la artrosis. La permanencia


prolongada en posición de pie y levantar objetos pesados también se asocian de manera
significativa al desarrollo de la misma. Asimismo, se ha demostrado que llevar cargas
pesadas se asociaba al desarrollo de coxartrosis, con un riesgo de dos a tres veces mayor.
En varios estudios se ha demostrado que los trabajos que implican llevar cargas de 10-25
kg durante un período de al menos 10 o 20 años se asociaban a un riesgo muy alto de
coxartrosis y gonartrosis. Respecto a la artrosis de los dedos, los estudios han revelado
que su desarrollo está relacionado con tareas que requieren una gran destreza manual.

CRITERIOS CLÍNICOS
Los síntomas típicos incluyen dolor articular que empeora con el uso (dolor de tipo inflamatorio),
rigidez matutina de entre 30 a 60 minutos, crepitantes y limitación del arco de movilidad. Debido a la
inflamación, se va a producir derrame articular, que a su vez va a generar inhibición muscular y por
ende atrofia muscular con deterioro funcional e inestabilidad articular, la cual a su vez va a generar
dolor e inflamación, repitiendo el ciclo. En estadios más avanzados, se pueden observar (en casos de
artrosis de mano), nódulos de Heberden y Bouchard, en las articulaciones interfalángicas distales y
proximales respectivamente.

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
El paciente va a presentar una historia de artralgias, rigidez matutina, presencia de cambios
radiológicos y ausencia de alteraciones serológicas, esto último, es de suma importancia ya que nos va
a permitir realizar un diagnóstico diferencial con otra patología como lo es la artritis reumatoide, en la
cual el paciente va a presentar factor reumatoide.
CRITERIOS RADIOLÓGICOS
Los criterios radiológicos, que nos van a permitir complementar la clínica para poder lograr un
diagnóstico son 3, los que se conoce como triada radiológica: formación de osteofitos, pinzamiento
del espacio articular y esclerosis del hueso subcondral.

LOCALIZACIÓN
● Espondiloartrosis: dolor en la zona paravertebral, que se intensifica durante el movimiento.
Las características del dolor no permiten determinar los cambios degenerativos (afectación
del disco intervertebral, de articulaciones facetarias, articulaciones vertebrocostales, de
ligamentos u osteofitos). En la hiperostosis esquelética (enfermedad de Forestier) el dolor es
generalmente leve, sordo, de intensidad variable. La movilidad de la columna se reduce
enormemente, pero se diferencia de la espondilitis anquilosante, ya que nunca es
completamente rígida. Los cambios degenerativos de la columna más comunes, aunque de
importancia clínica limitada, son los osteofitos en los bordes vertebrales. No constituyen
signos de artrosis en el sentido estricto, ya que los cambios se encuentran alrededor del disco
que carece de cápsula articular.
● Artrosis de dedos: Los cambios afectan a ambas manos, causan engrosamiento y
deformidad de contornos articulares. Por lo general se afectan las articulaciones
interfalángicas distales y proximales de los dedos 2do y 5to y la base del pulgar, son muy
comunes y características las nodulaciones y deformidades alrededor de las articulaciones
(nódulos de heberden y de Bouchard). Por lo general los cambios degenerativos se
acompañan de inflamación articular de diferente gravedad. En algunos casos se produce
deterioro significativo de las manos. Este tipo de cambio cursa con deformidades y cambios
óseos.

● Rizartrosis: Esta artrosis es la más común en la mano, afecta la articulación trapecio


metacarpiana. La articulación TMC es una articulación en silla de montar que soporta las
cargas de trasmisión que se producen en cada gesto de pinza manual. La acción de los
tendones y la biomecánica de la columna articular del pulgar provocan una sobrecarga en el
cartílago muy superior a la fuerza ejercida. Generalmente, la exploración y el estudio
radiológico (proyecciones postero lateral, lateral, oblicua y de Roberts) son suficientes para
establecer el diagnóstico. Es obligatorio establecer un diagnóstico diferencial con otros
procesos, como la tendinitis de De Quervain, la tenosinovitis de los flexores del carpo, pulgar
en resorte, artrosis de los sesamoideos, fracturas del polo distal de escafoides, etc.
Generalmente se realiza un tratamiento conservador el cual se basa en el uso de
férulas, antiinflamatorios no esteroideos o infiltraciones intraarticulares de corticoides o ácido
hialurónico. En los pacientes en los cuales no responden a las terapias conservadoras o con
dolor crónico durante más de 6 meses se puede considerar el tratamiento quirúrgico. Hay
distintos tipos de procedimientos como:
● Artroplastia: Es un tipo de cirugía en el cual se usa prótesis para corregir la
rizartrosis.
● Artrodesis: Es una opción terapéutica ante la presencia de una artrosis avanzada,
fuente de dolor e impotencia funcional. Tras la resección del hueso subcondral de
ambas carillas articulares se procede a la fijación de la articulación TMC pudiendo
emplear distintos implantes en función del hábito del cirujano (agujas, placa, tornillos
canulados, sistemas endomedulares, etc.).
● Trapecioctomia con ligamentoplastia: Se extirpa el trapecio y se reconstruyen los
ligamentos de la articulación .
● Coxartrosis: Se distinguen formas con acetábulo plano (displasia), demasiado profundo
(protrusio) y correcto. El dolor se puede sentir en cualquier parte del muslo, pero con
frecuencia a nivel anterior, en la ingle y rodilla; por lo general no irradia a los glúteos ni a
otros tejidos situados por encima de la articulación. Muchos pacientes presentan dolor en el
área de la cresta ilíaca, pero este suele deberse a una carga inadecuada sobre la columna
vertebral. La limitación del movimiento se produce rápidamente, inicialmente se refiere al
movimiento de rotación interna e hiperextensión. Puede ocurrir entesopatía de las inserciones
de músculos glúteos al trocánter mayor y bursitis trocantérea (dolor de lado lateral del muslo),
atrofia de músculos glúteos y acortamiento relativo de extremidad; estos cambios se producen
con mayor frecuencia en lado contralateral, sobrecargado.

Cuando el tratamiento conservador falla y el dolor es persistente y debilitante, con un descenso


significativo de las actividades de la vida diaria, puede llegar a ser necesario el tratamiento quirúrgico
de la articulación. Contamos con varios tipos de cirugía:
● Artroplastia parcial: Consiste en la sustitución de la cabeza del fémur, dejando la cavidad
acetabular íntegra. Este tipo de cirugía es menos agresiva, más corta y genera menos sangrado
que en los otros tipos, pero los resultados de funcionalidad son peores a medio y largo plazo.

● Artroplastia con prótesis de recubrimiento o resurfacing; En este tipo de intervención, en


lugar de extraer la cabeza femoral, ésta se recorta y se recubre, junto con el acetábulo, con un
metal. Presenta las ventajas de ahorrar masa ósea aunque, parece provocar dolor e
inmovilización, además de deterioro acelerado de la cavidad acetabular que puede requerir
una segunda intervención quirúrgica.
● Artroplastia total: En ella se realiza la sustitución de toda la cadera, tanto de la parte femoral
como de la acetabular unida a la pelvis. Muchos de los sistemas que se utilizan son modulares
y presentan de forma separada el vástago femoral, la cabeza femoral y el componente
acetabular. Esto ofrece una amplia variedad de posibilidades para resolver cualquier situación
anatómica, pero también genera dificultad para la toma de decisión del modelo a usar, los
materiales de la prótesis y la técnica de fijación.

● Gonartrosis : Dolor notable en la articulación y parte superior de la pierna. Generalmente es


más doloroso bajar las escaleras que subir. El movimiento lateral de la rótula presionada
contra el fémur generalmente causa dolor. Los movimientos de flexión y extensión pueden
causar crujidos palpables. El eje de la extremidad casi siempre está deteriorado: es más
común el varo que el valgo. A menudo hay derrame articular, a veces también quistes en la
fosa poplítea (quiste de Baker). Los contornos de la rodilla se engruesan y deforman. A
menudo se produce debilidad secundaria muscular y atrofia del cuádriceps, entesopatías de
ligamentos colaterales, inserciones de flexores y bursitis de la pata de ganso, lo que también
causa dolor. En casos avanzados se produce contractura de la rodilla en flexión. Según la
localización de los cambios destructivos del cartílago articular se distinguen las formas:
medial (la más común, coexiste con rodilla en varo); lateral (rara, coexiste con rodilla en
valgo) y femororrotuliano (conflicto femoropatelar).
El estudio radiológico no debe servir más que para confirmar las sospechas clínicas.
En primer lugar, debemos contar con unas proyecciones anteroposteriores de la rodilla en
carga y en flexión a 30º. Para la objetivación de las desviaciones axiales en genu varo o en
genu valgo, precisaremos una telemetría de ambas extremidades. El estudio específico de la
articulación femoropatelar se realiza con las proyecciones axiales a 30, 60 y 90º para
comprobar todo el recorrido de dicha articulación y poder valorar las variaciones y la
estabilidad rotulianas, así como determinar cuál de las dos facetas rotulianas está más
afectada. En los casos de condrocalcinosis asociada se podrán objetivar las calcificaciones
meniscales.

En caso de estar muy avanzada la enfermedad también se recurrirá al tratamiento quirúrgico con
prótesis .

● Prótesis unicompartimental de rodilla: Su indicación fundamental es el tratamiento de la


artrosis de rodilla que sólo afecta a uno de los lados de la articulación Se supone que,
como no toda la rodilla está afectada, el reemplazo protésico debería de limitarse a las
regiones dañadas. Sin embargo, muchos cirujanos no la utilizan porque no evita la
progresión de la enfermedad al otro lado y porque no existe mucha experiencia en su
uso. Sus componentes son los mismos que en una prótesis total, pero sólo para una mitad
de la rodilla.
● Prótesis total de rodilla: Es el tipo de prótesis de rodilla más habitual. Consiste en un
reemplazo completo de las dos superficies articulares y, como ya comentamos se integra
de los siguientes componentes:
○ Bandeja tibial: Fabricada en metal (habitualmente cromo cobalto o
aleaciones de titanio), fija la prótesis a la tibia proximal.
○ Componente femoral: Se fija a la parte distal del fémur y actúa como
superficie de fricción, por lo que suele fabricarse en cromo-cobalto.
○ Inserto: Se sitúa entre los dos componentes anteriores y actúa como
superficie de fricción junto con el componente femoral. Suele estar
fabricado en polietileno.
○ Componente patelar: No se utiliza en todos los casos y su uso depende de
las preferencias personales del cirujano. Habitualmente está hecha de
polietileno.
● Prótesis de rodilla de revisión: Son los sistemas que se usan cuando hay que reemplazar
una prótesis ya implantada. En los casos más sencillos se podrán colocar prótesis totales
primarias, pero también existen implantes específicamente diseñados para estos
complejos procedimientos. En las cirugías de revisión suele haber problemas de
estabilidad y de falta de hueso. Para rellenar los defectos en el hueso se recurre a
productos biológicos o a elementos protésicos adicionales tales como vástagos o
suplementos. Para estabilizar la articulación pueden emplearse diseños protésicos más
constreñidos e incluso rodillas de tipo bisagra. Las rodillas de revisión pueden emplearse
también en otro tipo de casos en los que haya habido una gran pérdida de masa ósea,
como pueden ser los tumores.
Dentro de las prótesis totales de rodilla hay distintos tipos también:
Prótesis CR (con retención de cruzado): Para su implantación no es necesario retirar el
ligamento cruzado posterior. Ello hace que la biomecánica sea más natural y se conserva más
hueso.

Prótesis PS (posterior estabilizada): Se usa cuando no es posible o no se desea conservar el


ligamento cruzado posterior. La función del mismo se reemplaza mediante el uso de un poste
que estabiliza la prótesis. Aunque consume más hueso, muchos cirujanos prefieren la
fiabilidad que les ofrece una estabilización mecánica de la articulación.

Prótesis CS (cruzado sacrificado o ultracongruente): Se sacrifican ambos cruzados, pero la


estabilización se logra con un polietileno más ajustado. Hace posible el utilizar una opción
intermedia entre las dos opciones precedentes y confieren una estabilidad superior sin resecar
el cruzado y con un menor consumo de hueso.

Prótesis de plataforma rotatoria: El polietileno no está completamente fijado a la bandeja


tibial y permite cierto movimiento rotacional con respecto a la misma. Teóricamente, esto
reparte los movimientos torsionales entre dos superficies diferentes, reduciendo el desgaste, el
riesgo de aflojamiento y mejorando la propiocepción del paciente. Sin embargo, la poca
experiencia clínica no permite dilucidar si todo lo anterior es cierto y, además, se introducen
riesgos adicionales como el de luxación o el de posibles daños al polietileno.
COMPLICACIONES:

❖ COMPLICACIONES GENERALES DE LA ARTROSIS:

· La mayoría de las complicaciones se derivan de la pérdida de funcionalidad del paciente,


que será mayor a medida que el deterioro articular avance. No obstante, el paciente con
artrosis avanzada presenta una mala calidad de vida, siendo la artrosis de los miembros
inferiores la principal causa de incapacidad para la deambulación; se presenta falta de
control del dolor en la mayoría de los pacientes, limitación para realizar actividades
cotidianas y mayor posibilidad de presentar trastornos relacionados con ansiedad y
depresión.

En la práctica es necesaria la realización de distintos test para objetivar el grado de discapacidad de


pacientes. Esto puede lograrse mediante el uso de escalas y cuestionarios de funcionalidad de
miembros necesarios para valorar las limitaciones funcionales como por ejemplo

- Test de Kapandji Modificado: El test de Kapandji Modificado está validado para evaluar
funcionalidad y movilidad de los miembros, utiliza mediciones simples y fácilmente reproducibles de
movilidad.

- Score de Cochin de Funcionalidad de Mano:. Este es un índice propuesto, específicamente, para


valorar la movilidad global de las manos. Consiste en un cuestionario autoadministrado de 18
preguntas sobre realización de actividades de la vida diaria.
● Dificultad en la realización de movimientos por dolor o deformidad articular
● Deformidad: En los casos avanzados puede aparecer deformidad y alteración en la alineación
de las articulaciones.
● Inflamación y cúmulo de líquido sinovial: Aproximadamente, un tercio de los pacientes
presenta episodios de hinchazón y cúmulo de líquido sinovial dentro de la articulación, que se
denomina derrame articular. Esto es especialmente frecuente en la rodilla.
● Atrofia de los músculos contiguos: En casos avanzados se produce atrofia de los músculos
contiguos, que contribuye a la inestabilidad de la articulación. En estas fases se pueden
presentar diferentes grados de deformidad articular con una limitación de la movilidad y una
pérdida progresiva de la función de la articulación.

❖ COMPLICACIÓN EN CIRUGÍA DE RIZARTROSIS (Artroplastia, Artrodesis,


Trapecioctomia con ligamentoplastia):

- Flebitis y tromboflebitis del miembro, con dolor, hinchazón.


- Lesión de un nervio, al acceder a la zona o porque esté atrapado por la fractura, con trastorno
sensitivo y parálisis, temporal o definitiva a pesar de su reparación.
- Lesiones de tendones adyacentes.
- Rotura o estallido del hueso al reducirlo o colocar la osteosíntesis, por fragilidad ósea.
- Infección, puede hacer fracasar totalmente la intervención, necesitando curas sucesivas, a
veces con anestesia, y extracción de la osteosíntesis si la hubiera, resultando un peor estado
funcional y mayor dolor.
- En la artrodesis, penetración de la osteosíntesis en la articulación, o roce de la misma con los
tendones adyacentes, lo que provocaría dolor, pérdida de movilidad y fuerza y necesidad de
nueva intervención para liberarlos tendones y/o retirar la osteosíntesis.
- Cicatrización con retracción de la piel, lo que condiciona que no se pueda movilizar bien la
articulación.
- Rigidez articular o pérdida de movilidad secundaria a la cicatrización y con adherencia de los
tendones, que de ser severa puede necesitar de otra intervención para intentar liberarla.
- Rigidez de las articulaciones de los dedos, que puede ir aislada o asociada a descalcificación
de los huesos e inflamación de la mano (atrofia ósea) que exija rehabilitación prolongada y
tratamiento médico.
- Apertura o falta de cicatrización de la herida; y necrosis cutánea que precise de ulteriores
injertos.
- Hinchazón de la mano, que suele resolverse rápidamente, pero puede tardar meses.
- Cicatriz atrófica, abultada, antiestética y dolorosa, dependiendo de la piel del paciente (no
igual en todas las zonas de su cuerpo ni en el tipo de herida), que puede adherir estructuras
subyacentes (por ejemplo, tendones).
- Síndrome compartimental, complicación muy grave que puede hacer peligrar al miembro.

❖ COMPLICACIÓN EN CIRUGÍA DE REEMPLAZO DE RODILLA:

· Infección: Puede ocurrir una infección en la herida o puede haber una infección
profunda alrededor de la prótesis, días o semanas después de la cirugía e, incluso,
años más tarde. Por lo general, las infecciones menores en la zona de la herida se
tratan con antibióticos. Las infecciones importantes o profundas pueden requerir otra
cirugía y la extracción de la prótesis. Las infecciones en el cuerpo pueden propagarse
a la articulación reemplazada.

· Coágulos sanguíneos: Los coágulos sanguíneos en las venas de la pierna son una de
las complicaciones más frecuentes de la cirugía de reemplazo de rodilla. Estos
coágulos pueden poner en peligro la vida si se liberan y se trasladan a los pulmones.
El cirujano ortopédico elaborará un programa de prevención, que puede incluir la
elevación periódica de las piernas, ejercicios para la pantorrilla para aumentar la
circulación, uso de medias de sostén y toma de medicamentos para hacer que la
sangre no se coagule.

· Problemas con los implantes: Aunque los diseños y los materiales de los implantes,
así como las técnicas quirúrgicas, siguen avanzando, las superficies de los implantes
pueden desgastarse y los componentes pueden aflojarse. Además, aunque
generalmente se prevé una amplitud de movimiento promedio de 115° después de la
cirugía, en ocasiones, se puede formar tejido cicatricial en la rodilla y el movimiento
podría estar más limitado, particularmente en los pacientes que tenían movimiento
limitado antes de la cirugía.

· Dolor continuo: Una pequeña cantidad de pacientes siguen teniendo dolor después
del reemplazo de rodilla. Sin embargo, esta complicación es poco frecuente.

· Lesión neurovascular: Aunque es poco frecuente, puede ocurrir una lesión en los
nervios o en los vasos sanguíneos alrededor de la rodilla durante la cirugía.
❖ COMPLICACIÓN EN CIRUGÍA DE REEMPLAZO DE CADERA:

● Dismetría o Diferencia longitud piernas: Debido a que en la cirugía tenemos que cortar el
hueso del fémur y colocar 3 piezas que tienen distintos tamaños al final de la cirugía puede
ocurrir que la pierna operada quede más larga o más corta que la otra. Durante la cirugía se
prueba que la prótesis no se salga o luxe con las maniobras que se hacen en quirófano pues
una luxación es una complicación muy seria, y a veces durante las pruebas se ve que con el
tamaño ideal la prótesis tiene tendencia a salirse de su sitio por lo que se aumenta el tamaño
de alguno de los componentes, y al aumentar el tamaño también aumenta la longitud de la
pierna. Esta diferencia en la longitud de la pierna se puede solucionar con una plantilla o alza.
● Lesión nerviosa: aparece en el 0 – 3 % de los casos, siendo la más frecuente la lesión del
nervio ciático. También pueden lesionarse los nervios: femoral, obturador y glúteo superior.
● Lesión vascular: poco frecuente en la artroplastia total de cadera pero puede llegar a ser muy
grave. Su incidencia oscila entre el 0,2 – 0,3 %. Entre los vasos que se pueden lesionar
destacan los vasos ilíacos y femorales y las arterias femoral profunda, obturadora y glútea
superior.
● Osificación heterotópica: la osificación de los tejidos en torno a la cadera suele aparecer
alrededor del cuello femoral y del trocánter mayor. Los pacientes con alto riesgo de padecerla
presentan como factores de riesgo la existencia de osteoartritis hipertrófica bilateral, historia
previa de osificación heterotópica y osteofitosis hipertrófica por artritis traumática.
● Luxación: Su tratamiento requiere como primera medida realizar una reducción de la luxación
en quirófano bajo anestesia y relajación, y el traumatólogo con distintas maniobras intenta
corregir la luxación. Si no es posible corregir la luxación o si esta ocurre con frecuencia
habría que programar una nueva cirugía para reducir la luxación o cambiar de posición alguno
de los componentes. Como ya hemos dicho la luxación puede producirse por un mal gesto o
postura y a veces está favorecido por una colocación no perfecta de los componentes, por lo
que habría que plantearse en la nueva cirugía cambiar de posición o de tamaño alguno de los
componentes de la prótesis.
● Aflojamiento: La causa del aflojamiento no siempre es clara, pero las actividades de alto
impacto, el peso corporal excesivo y el desgaste del espaciador de plástico entre los dos
componentes metálicos del implante son factores que pueden contribuir. En algunos casos,
pequeñas partículas que desgastan el espaciador de plástico o polietileno se acumulan
alrededor de la articulación y son atacadas por el sistema inmunológico del cuerpo. Esta
respuesta inmune también ataca al hueso sano alrededor del implante, lo que lleva a una
afección llamada osteólisis y el hueso alrededor del implante se deteriora, haciendo que el
implante se suelte o sea inestable, bien porque se pierde la capa de cemento entre la prótesis y
el hueso, o en los casos en los que no se usa el cemento porque se pierde el hueso que aguanta
a la prótesis. La solución a este problema suele ser la cirugía del rescate de la prótesis, que al
descartarse infección se suele hacer en 1 solo tiempo, o sea, en la misma cirugía se quita la
prótesis y se vuelve a colocar una nueva prótesis de revisión o rescate.
● Dolor: El dolor es una consecuencia innata de esta cirugía, tanto que puede condicionar
mucho la calidad y cantidad de recuperación. A pesar de poder utilizar fármacos antes de la
cirugía que nos preparan para controlar mejor el dolor así como la utilización de analgésicos
potentes de forma oral una vez dado de alta hospitalaria, es muy importante realizar un
correcto control del dolor para poder mejorar la calidad y cantidad de recuperación clínica y
funcional.
● Infección: su incidencia varía entre 0,4 – 1,5 % de los casos.

➢ ÍNDICE DE KAPANDJI MODIFICADO

El índice de Kapandji Modificado consiste en valorar el resultado de tres diferentes test.

El primer test de Kapandji Modificado evalúa la oposición del pulgar, con score de 0 (imposible
de realizar) a 10 (completamente logrado).

El test consiste en tocar los cuatro dedos largos con la punta del pulgar, con resultado de: 1.
Cuando alcanza la región lateral de falange media del índice

2. Si alcanza el lateral de su falange distal

3. Si alcanza la punta

4. Cuando toca la punta del dedo medio

5. Del anular

6. Del meñique.

Luego se toca con el pulgar la región lateral palmar del meñique, con un puntaje de:

7. Si alcanza la punta

8. Si alcanza la falange media

9. Si alcanza la falange proximal

10. Si alcanza el pliegue palmar distal de la mano. Valor máximo alcanzado


(Figura 1. Índice de Kapandji Modificado I) Figura 1: Índice de Kapandji Modificado I.
Evaluación de la aposición del pulgar, los números muestran el valor asignado a cada posición
lograda por el paciente. Valores de 0 a 10

El segundo test de Kapandji Modificado evalúa la flexión de cada dedo largo con un score de 0
(imposible de realizar) a 5 (totalmente realizado), con un rango de 0 a 20.

El puntaje es:

0. Si la punta del dedo largo no alcanza la de el pulgar

1. Si alcanza la punta

2. Si alcanza el pliegue interfalángico del pulgar

3. Cuando llega al pliegue de la articulación metacarpofalángica

4. Si alcanza el punto medio de la eminencia tenar

5. Cuando toca el pliegue palmar. (Figura 2. Índice de Kapandji Modificado II)

Figura 2: Índice de Kapandji Modificado II. Evaluación de la flexión de cada dedo largo, con los
valores posibles de 1 a 5 para cada dedo (total 20 para cada mano, y 40 para ambas).
El tercer test de Kapandji Modificado evalúa la extensión de los dedos, con valores de 0
(imposible de realizar) a 5 (totalmente realizado), con un rango de 0 a 20.

El paciente posiciona el lado palmar de la mano contra la mesada para obtener el máximo
contacto posible entre las palmas de las manos y dedos contra la superficie.

Se obtiene puntaje de:

1. Si logra tocar con las uñas

2. Si se posiciona con el borde de las uñas

3. Si contacta la punta de los dedos

4. Si solo el pulpejo de los dedos se contactan con la superficie

5. Cuando puede apoyar toda la superficie de la mano y los dedos.

Figura 3: Índice de Kapandji Modificado III. Evaluación de la extensión de cada dedo largo, con
valores de 0 a 5 posibles para cada mano (total 10 para ambas). La imagen representa el valor de
3, cuando el borde de las uñas contacta con la superficie de la mesa.
El resultado final del test de Kapandji modificado toma en cuenta la suma de los tres test (50 valor
total máximo para cada mano, y un valor final total posible de 100 para ambas manos).

➢ TEST COCHIN DE FUNCIONALIDAD DE MANOS:


CONCLUSIÓN:

Como ya se mencionó antes, la artrosis es una enfermedad reumática a impacto


mundial la cual afecta en un gran porcentaje a las personas de mayor edad, por lo tanto
hay que concientizar y promover los estudios anuales reumáticos más que nada en este
tipo de pacientes, ya sea con una radiografía el cual es un proceso rápido en el que se
puede descartar la presencia de artrosis, con el fin de evitar todo tipo de complicaciones
más que nada los reemplazos a nivel de la cadera que son muy comunes en personas de
edades avanzadas.
Es una enfermedad sin terapia curativa que suele ser progresiva pero en ocasiones
puede detenerse o incluso revertir; cuyos tratamientos son paliativos para reducir el dolor,
frenar la progresión de la enfermedad y aumentar la calidad de vida. El tratamiento
deberá individualizarse en función de la severidad de los síntomas, de los factores de
riesgo, intensidad del dolor y la discapacidad, signos de inflamación, localización y grado
de lesión estructural. En caso de que la persona desarrolle artrosis, es importante dar con
la enfermedad en una primera instancia para poder prevenir su avance.

BIBLIOGRAFÍA:
o Macagno. Reumatología. El Ateneo.
o Kumar, V. Abbas, K. Robbins Patologia Humana. (10° edición). Elsevier
o https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-gonartrosis-
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o Semiología médica y técnica exploratoria . (8 edición ) . Antonio Suros batllo
o Francisco Vargas Negrína, María D. Medina Abellánb, Juan Carlos Hermosa Hernáncy
Ricardo de Felipe Medina (2014), Tratamiento del paciente con artrosis. Elsevier.
o Artrosis, B. P. Fisiopatología, diagnóstico y tratamiento. Sociedad Española de
Reumatología. Manual SER de las Enfermedades Reumáticas
o Rodríguez de la Serna, A. (2009). Diacereína en artrosis de rodilla. Dolor.
Investigación Clínica & Terapéutica
o DR. EDUARDO WAINSTEIN, (2014), PATOGÉNESIS DE LA ARTROSIS, revista med.
o Terrades Cladera, Guillem Salvà Coll, C. Pérez Uribarri, X. Martí Cabrer, C. De la
Calle Martínez- Resultado funcional y nivel de complicaciones tras la implantación
de prótesis ARPE® en el tratamiento de la rizartrosis (2012)
o https://www.reumatologia.org.ar/recursos/
evaluacion_de_discapacidad_de_manos_mediante_test_funcionales_gesar_escleroder
mia.pdf

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