A Psicologia+y+Mediumnidad

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Psicología

y Mediumnidad
1ª Edición
del 1º al 5º milenio

Creación de la capa: Objetiva Comunicación y Marketing


Dirección de Arte: Rafael Oliveira
Foto de la capa: Michel Ray
Modelo de capa: Paulo Fagundes
Revisión: Hugo Pinto y Sílzen Furtado
Revisión en español:
Juan Miguel Fernandes e Maria Jesus Fernandes
Segunda revisión en español: Maria Inés Vítola

Copyright  2002 by
Fundación Lar Harmonia
Rua da Fazenda, 560 – Piatã
41650-020

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www.larharmonia.org.br
Teléfono-fax: (71) 286-7796

Impreso en Brasil

ISBN: 85-86492-11-6

Todas las recaudaciones de este libro se destinan


a la manutención de las obras de la Fundación Lar Harmonia.
Adenáuer Novaes

Psicología
y Mediumnidad

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2002

Datos Internacionales de Catalogación en la Publicación (CIP)


(Cámara Brasileña del Libro, SP, Brasil)

Novaes, Adenáuer Marcos Ferraz de


Psicología y mediumnidad. – Salvador: Fundación
Lar Harmonia, 10/2002.

172p.

1. Mediumnidad. I. Novaes, Adenauer Marcos


Ferraz de, 1955. – II. Título.

CDD – 154.63

Índice para catálogo sistemático:

1. Mediumnidad 133.9
2. Psicología 154.6
La mediumnidad, antes de ser una facultad
espírita, es un fenómeno del inconsciente peries-
piritual, cuya estructuración se dio en el origen de la
evolución anímica, con la evolución del animal al
ser humano.

“El Espiritismo anda en el aire; se difunde por


la fuerza misma de las cosas, porque torna felices a
los que lo profesan.” Allan Kardec.

“El periespíritu representa un importantísimo


papel en el organismo y en una multitud de
afecciones, conectadas a la fisiología, así como a la
psicología.” Allan Kardec.

A los médiums incomprendidos e


incomprensibles a sí mismos.
Psicología y Mediumnidad

Índice

Psicología y mediumnidad ............................................ 9


La subjetividad de lo mediúmnico ................................. 13
Definición de mediumnidad .......................................... 18
Mediumnidad y alegría ................................................. 20
Verifique si es hora de cuidar de su mediumnidad .......... 22
Pequeños ejercicios prácticos ...................................... 25
A los psiquiatras .......................................................... 30
A los que tratan la desobsesión .................................... 35
A los psicólogos, terapeutas y curanderos del alma ....... 37
Pequeñas dificultades y simples soluciones .................... 42
Señales y síntomas característicos de la mediumnidad ... 48
Mediumnidad y sintonía ............................................... 52
Fenómenos psíquicos resultantes .................................. 55
Invasiones psíquicas ..................................................... 58
El yo dividido en el fenómeno mediúmnico .................... 61
Los complejos autónomos y la mediumnidad ............... 65
Cuidados con el desarrollo ........................................... 68
Mediumnidad y sueños ................................................ 72
Alteraciones somáticas ................................................. 75
Mediumnidad y embarazo ............................................ 78
Obsesión y trastornos psíquicos ................................... 80
Características de la obsesión en los médiums ostensivos 84
7
adenáuer novaes

Desobsesión y psicoterapia .......................................... 87


Infancia y mediumnidad ................................................ 91
Adolescencia y mediumnidad ....................................... 94
Mediumnidad institucional y caritativa ........................... 97
Pruebe su sensibilidad mediúmnica ............................... 99
Reuniones de desarrollo mediúmnico ............................ 116
Reuniones mediúmnicas de desobsesión ....................... 119
Cómo se trata con los espíritus .................................... 122
Los malos espíritus u obsesores ................................... 125
Miedo a los espíritus desencarnados ............................ 128
Inconsciente, intuición, presentimiento y mediumnidad ... 131
Diferencias entre anímico y mediúnico en lo psíquico ..... 134
El provecho de la mediumnidad .................................... 138
Mediumnidad y sexo .................................................... 141
La mediumnidad en la mujer ......................................... 144
La mediumnidad en el hombre ...................................... 146
Mediumnidad en el soltero y en el casado ..................... 149
Mediumnidad y homosexualidad .................................. 152
Mediumnidad y conocimiento intelectual ....................... 156
Mediumnidad en los animales ....................................... 159
Mediumnidad, mediumnismo, magia y brujería .............. 161
Mediumnidad y fluidoterapia ........................................ 164
Uso de la mediumnidad en las diversas situaciones de la
Vida ...................................................................... 167
Nuevas perspectivas .................................................... 172

8
Psicología y Mediumnidad

Psicología y mediumnidad

E ste libro fue escrito no sólo en aquellos países por los


que viajé dando conferencias, sino también en otra ocasión, en
vacaciones con familiares. Escribí en Brasil, en Portugal, en España,
en Francia, en Suiza y en los Estados Unidos. En esos viajes, las
ideas iban y venían como si fueran hojas al viento que tocaban
suavemente la tierra para iniciar un nuevo ciclo. En cada ciudad
por donde pasé, escribí un poco sin la preocupación de formar
capítulos. Ya iniciaba un capítulo, ya complementaba otro. A veces,
las ideas desaparecían de mi mente para reaparecer días después
sin que tuviera preocupación y control sobre ellas. Así sucede
siempre que escribo. Siento como si las ideas estuvieran dispo-
nibles a la espera de mi buena voluntad en captarlas. Creo que los
espíritus desencarnados que por ventura me inspiran, tuvieron que
tener la paciencia de acompañarme y de esperar por el fin mis
ocupaciones y mi descanso para incumbirse de sus tareas junto a
mí. Deben haber tenido mucho trabajo, pero así es la vida, pues
en todo debe existir la paciencia de parte a parte.
Este no es un manual sobre mediumnidad, puesto que Allan
Kardec ya lo escribió con el nombre de El Libro de los Médiums,
lo cual aconsejo al lector estudiar para mejor comprensión del tema.
Este libro contiene solamente algunas ideas y suposiciones,
siendo un simple ensayo sobre la frontera entre lo que es
9
adenáuer novaes

psicológico y lo que es mediúmnico. No tuve la pretensión de


profundizar en los temas naturalmente relacionados con la práctica
mediúmnica, ni tampoco traer verdades nuevas. En caso de que
alguna afirmación aquí contradiga lo que se encuentra en la obra
de Allan Kardec, debe el lector quedarse con él y con sus juicios
de observación, entendiendo que mi equivocación se debe a la
dificultad en hacerme entender.
Este trabajo, como digo, no es un estudio profundo de la
mediumnidad ni pretende sustituir los compendios existentes sobre
el asunto. Se trata de escritos a partir de algunas lecturas del autor
y de sus observaciones clínicas.
Me gustaría que el lector adoptara lo que aquí escribo a fin
de que pueda entrar en contacto con su propia mediumnidad,
poniéndola al servicio de su crecimiento personal. Cuando lo haga
estará dando un importante paso en su evolución y para su feli-
cidad.
No hay quien, teniendo contacto con relatos sobre fenó-
menos mediúmnicos, no se halla preguntado si es o no médium o
capaz de realizar aquellos fenómenos. De la misma manera,
aquellos que, constatando su mediumnidad, no se pregunten si lo
que la produce viene o no de sí mismo, y no de algún espíritu
desencarnado. Para ambas preguntas, la respuesta es la misma: sí
y no. Nadie es capaz de realizar un fenómeno mediúmnico solo,
sin la ayuda de algún espíritu como también toda producción
mediúmnica contiene elementos de quien se coloca como inter-
mediario.
El fenómeno mediúmnico es espiritual y psicológico al mismo
tiempo, pues él se procesa por vía del inconsciente humano, lo
cual se localiza en el periespíritu. El conocimiento de la psique
humana es fundamental para la comprensión de cómo se procesa
una comunicación mediúmnica. Cuanto más se estudie el psiquismo
humano más cerca se llegará de lo espiritual.
La Psicología, cuando desprecia las posibilidades de influen-
cias espirituales en la vida del ser humano, deja de comprenderlo
10
Psicología y Mediumnidad

adecuadamente y así no consigue crear una psicoterapia eficaz.


Entretanto, está próximo el día en que la ciencia psicológica utilizará
los postulados espiritas en sus tesis. No La Psicología no tiene
otra salida más que admitir el Espíritu. Si esto no ocurre, tendrá
que cambiar su nombre para Comportamentología. De la misma
manera, el Espiritismo tendrá que profundizar cada vez más en el
estudio de la psiquis del ser humano encarnado, a fin de entender
mejor el fenómeno mediúmnico.
Uno de los objetivos en este trabajo es estrechar la relación
entre el Espiritismo y la Psicología trayendo cuestiones fronterizas
para subsidiar un estudio más detallado para el lector más exigente.
Es un pequeño ensayo, como he dicho antes, sobre la interfase
entre lo psicológico y lo espiritual, en lo cual busco analizar las
posibles interferencias entre el psiquismo de un desencarnado y el
de un encarnado. Busco provocar ideas que hablen sobre las
implicaciones en la mente encarnada y en la vida de los médiums,
de la actuación de la facultad mediúmnica que todo ser humano
posee.
El litigio existente entre Psicología y Espiritismo es aparente.
Son conocimientos para la evolución humana que no están
enfrentados ni se contrarían. La Psicología todavía incorporará
en su campo aquello que el Espiritismo viene afirmando o por el
contrario tendrá que surgir un nuevo saber humano que unirá lo
psíquico a lo espiritual. El Espiritismo, a su vez, se propone educar
al ser humano en cuanto a la inmortalidad del alma, no necesita de
lo que hoy la Psicología alcanzó, pero en caso de que lo quiera, y
creo que sí, contribuir también con el proceso de autotransfor-
mación del individuo, tendrá que adoptar algunas propuestas de
la mayoría de las escuelas psicológicas.
Le pido al lector que haga la prueba propuesta en el cuerpo
de este libro a fin de familiarizarse mejor con su contenido y
también darse cuenta de como se encuentra su sensibilidad
mediúmnica. Es una prueba que no tiene la pretensión de ser
infalible, pero que ciertamente lo llevará a cuidar de su
11
adenáuer novaes

mediumnidad. Después de haber respondido a las cuestiones, en


caso de que usted tenga dudas, aplíquelas en otra persona y
compare los resultados. Usted constatará que la mediumnidad es
universal y que todos nosotros deberíamos prestarle más atención.
Independientemente del resultado de la prueba, procure un
esclarecimiento sobre mediumnidad en El Libro de los Médiums.
Otro objetivo de este modesto trabajo es intentar populari-
zar la mediumnidad como facultad natural dell ser humano, así
como mostrar los inconvenientes que derivan de la falta de per-
cepción de la misma.
Perdóneme si parece que quiero tratar la mediumnidad
como un proceso psicológico o tornarla producto exclusivo del
inconsciente. Quiero solamente tornarla accesible al ser humano
para que se espiritualice cada vez más.

Salvador
Octubre de 2002

12
Psicología y Mediumnidad

La subjetividad
de lo mediúmnico

L o mediúmnico es subjetivo por naturaleza, pues ocurre


por el inconsciente humano. No pertenece a la conciencia, sin
embargo, debe tornarse consciente para el crecimiento humano.
Su objetividad deberá ser colocada al servicio del ser humano en
la búsqueda de la felicidad.
Por más que seamos cautelosos con la mediumnidad,
considerándola producto religioso o fruto de creencia popular,
interfiere intensamente en el estado psíquico y emocional del ser
humano. No es una facultad extrahumana ni tampoco adquirida
exclusivamente de prácticas trascendentes y místicas, pues su
adquisición es fruto del desarrollo de la conciencia en los milenios
de evolución de la especie. Se estructuró en el ser humano a partir
de su contacto con la muerte como fenómeno no controlable y
catalizador de acceso al inconsciente, tanto para aquel que
desencarna como también para los que quedaron.
La mediúmnidad es una adquisición evolutiva del espíritu
en fase de su refinamiento, permitiéndole percibir una dimensión
energética de la vibración típica del cuerpo físico.
Permite una comunicación entre seres a través del peries-
píritu en frecuencias que superan aquellas que ocurren con los
13
adenáuer novaes

sentidos físicos y por medio de los centros cerebrales. Su


percepción por el ser humano fue posible gracias a la evolución
de su aparato cerebral, pues cuando éste se mostró maduro y
con el cortex desarrollado, la facultad se tornó perceptible.
Su alcance es mayor que el de aquel que usualmente se
observa en la práctica de la desobsesión. Como se trata de algo
adquirido por la evolución del espíritu en beneficio de su propio
progreso y felicidad, su utilidad trasciende el auxilio espiritual a
los desencarnados.
Como todo lo que es adquirido por el espíritu en evolución,
su estructuración se localiza en el periespíritu, instrumento con el
cual el Espíritu se comunica con el mundo. Las facultades humanas
se adquirieron y desarrollaron por el contacto del Espíritu con la
materia, cuyo producto resultante, por un lado, fue la constitución
del periespíritu, y, por el otro, la absorción por el primero, del
conocimiento de las leyes de Dios.
Los estudios de Allan Kardec, principalmente aquellas
constantes en El Libro de los Médiums, proporcionaron una visión
más objetiva y crítica sobre la mediumnidad, tornándola perceptible
a los medios intelectuales. Eso, por sí solo, no la tornó popular o
agotó su estudio y su comprensión. Estudios más profundos, así
como su constante utilización, la tornarán un importante medio de
comunicación del ser humano.
La mediumnidad es una facultad humana y debe ser utilizada
para la felicidad del ser encarnado o del desencarnado. Su falta
de utilización provoca atrofia y limitaciones evolutivas. Cuando
digo utilización no me refiero a aquella que deriva de la práctica
espírita, de utilidad obvia, sino a la amplia aplicación en la Vida en
general, principalmente en las ricas relaciones humanas.
La ausencia de utilización puede ser comparada a la atrofia
derivada de la falta de uso de las alas, que hace surgir especies de
aves de vuelo bajo y limitado, como los pavos, incomparablemente
bellos, pero cuyos apéndices les sirven más como adornos.
Las prácticas místicas y de rituales de pueblos primitivos,
en que el fenómeno mediúmnico era inherente, revelan la fuerza
14
Psicología y Mediumnidad

psíquica de la mediumnidad que atraviesa los siglos con la misma


autenticidad. Los metapsiquistas y parapsicólogos se ocuparon,
y se ocupan, en demostrar la veracidad del fenómeno mediúmnico
en cuanto los espíritas de hoy muestran el alcance, al servicio del
bienestar de los médiums y en la práctica de la caridad a los
desencarnados. El ir más allá de esto es lo necesario, hay que
diseminar el uso de la mediumnidad en la vida práctica del ser
humano sin tornarla instrumento de degradación de los valores
morales ya conquistados.
El ser humano jamás podrá vivir sin esta excelente facultad,
inherente a su actual condición: de estar conectada a la materia
por el periespíritu. Su utilización representa un peldaño hacia arriba
en la evolución espiritual y es fundamental para el desarrollo
psicológico del individuo. Sin su uso no se avanzará mucho en la
evolución; por otro lado, el uso que hará de esa facultad permitirá
que avance en la escala evolutiva, deshaciéndose de forma trascen-
dente de la materia bruta, de la misma forma que antaño el reptil
alzó vuelo en la condición de ave portadora de alas para gozar de
su natural libertad.
Las polaridades de la evolución (material e intelectual) son
extremos que revelan entre sí, un espectro muy amplio de posibi-
lidades evolutivas. Entre ellas (las polaridades) existen procesos
a desenvolver para que se alcancen niveles evolutivos superiores.
Uno de ellos es el desarrollo y uso de la mediumnidad.
El ejercicio de la mediumnidad no es un acto que pertenece
al espíritu desencarnado. La mediumnidad pertenece al médium
que, aunque no sea autor del fenómeno que por ventura se
produzca, puede a veces, bajo ciertas condiciones, provocarlo.
La educación de la facultad es responsabilidad del médium que
debe colocarla al servicio de situaciones que transcienden la ayuda
a desencarnados necesitados de esclarecimientos. La mediumnidad
es más que una facultad para la desobsesión de espíritus. Es una
ventana del Espíritu hacia las dimensiones existenciales del
universo.
15
adenáuer novaes

El hecho de que el médium sea consciente de que es


portador de la facultad mediúmnica contribuye para su desarrollo
en virtud de la permanente conexión que ella favorece con lo
espiritual. Es esa conciencia la que lo hará educarla al servicio de
su realización personal.
Mientras tanto usamos la mediumnidad como instrumento
para la obtención de algún favor proveniente de las fuerzas
espirituales. Y también la usamos en una relación de cambio. Quere-
mos obtener con ella, alguna ventaja sobre algo con lo cual no
sabemos trabajar objetivamente.
Muchas veces establecemos una relación con los espíritus
como lo hacemos con Dios. Les atribuimos un cierto poder adivi-
natorio a nuestro favor. No siempre lo consiguen. Es bueno cuando
lo hacen. Sin embargo, independientemente del resultado del
pedido, eso demuestra que los consideramos portadores del poder
y a nosotros eternos dependientes. Ellos son personas. Nada más
que eso. La cultura mítica de reverenciar a los espíritus favorece
una relación de sirviente y desigual, depreciando a la mediumnidad.
Si por un lado hiciéramos mal uso de la mediumnidad,
estimulando su uso exclusivamente en la esfera institucional, por
otro, en virtud de la mente humana ser demasiado compleja, la
psicología viene negando con vehemencia la posibilidad de las
comunicaciones mediúmnicas. Entretanto, cuanto más avanza el
conocimiento, más se desprende el velo de la ignorancia en cuanto
a los intrincados procesos psíquicos. Es en el estudio del incons-
ciente y de las capacidades intelectuales humanas que se descubrirá
la existencia del periespíritu, sede de los procesos psicológicos y
mediúmnicos del ser humano. Aislar lo mediúmnico de lo anímico-
psicológico, es como querer separar el agua del vino. Ellos están
íntimamente ligados en una feliz interdependencia.
La mediumnidad es una facultad tan subjetiva que no nos
damos cuenta de la gama de fenómenos que sólo ocurren a causa
de su existencia. Por ejemplo, las conexiones amorosas entre los
espíritus encarnados y desencarnados, también ocurren por las
16
Psicología y Mediumnidad

vías de la mediumnidad sin que, en la mayoría de los casos, ellos


se den cuenta. De la misma forma, las transmisiones de saber y de
sentimientos ocurren por la facultad mediúmnica que las criaturas
poseen.
Será siempre un desafío del ser humano trascender su
materialidad. Por mucho tiempo buscará en su cuerpo y de acuerdo
con paradigmas enraizados en las estructuras cerebrales
explicaciones para el psiquismo humano. La línea divisoria entre
lo que es material y lo que es espiritual no existe. Aunque aquellos
que se encuentran desligados del cuerpo físico tienen dificultad en
establecer la diferencia entre una dimensión y otra.

17
adenáuer novaes

Definición de la mediumnidad

N o es fácil encontrar una definición precisa de


mediumnidad. Sus correlaciones y las raíces con la estructura
cerebral, con el periespíritu y con la propia naturaleza íntima del
Espíritu, son muy intensas y demasiado complejas. Prefiero definirla
aquí de varias formas con el fin exponer mejor su concepto y con
la intención de ampliar su comprensión. El lector verá que las
definiciones serán incompletas y que mejor sería reunirlas en una
sola. No lo hago por causa de la naturaleza triple de la
mediumnidad. Tal cual la luz, que puede ser definida como ondas
y como partículas, la mediumnidad puede ser definida como
facultad orgánica, psicológica y espiritual simultáneamente.
Es una facultad del Espíritu que le permite comunicarse con
otros que estén en una frecuencia vibratoria diferente. Por exten-
sión, permite que el Espíritu que esté encarnado se comunique
con otros sin el uso de los sentidos físicos sensoriales, en una alta
frecuencia, por encima de lo que el cerebro capta o emite de la
realidad. Sólo es explicable gracias a la existencia del periespíritu,
que posee propiedades que capacitan al cerebro a conectarse en
un nivel de frecuencia por encima del suyo.
Se puede admitir que haya un sistema mediúmnico compues-
to de las estructuras cerebrales y de los elementos periespirituales,
los cuales permiten que una conexión interdimensional se esta-
18
Psicología y Mediumnidad

blezca. Es una facultad que contiene un componente en la estructura


cerebral y otro en la periespiritual.
El uso que el individuo hace de esta facultad estimula su desar-
rollo y perfeccionamiento de las conexiones interdimensionales en
diferentes niveles evolutivos. Las percepciones se vuelven cada vez
más nítidas, es decir, las conexiones se tornan más completas.
La mediumnidad tiende a acentuarse cuando hay una cierta
disposición del individuo a que el fenómeno ocurra. Parece que el
factor de sentirse capaz de producirlo, influye en la ocurrencia del
fenómeno, aumentando la parte anímica que él siempre presenta.
La voluntad y el deseo de las mentes implicadas favorecen la
existencia del fenómeno, incluso cuando ocurre a expensas de
una de ellas.
Es una facultad que predispone al individuo al contacto con
otras personas que se encuentren en dimensiones que sobrepasan
el sistema tridimensional humano típico.
El contacto constante del ser humano, desde los principios
de su evolución, con espíritus desencarnados provocó alteraciones
en el campo cerebral permitiendo el surgimiento de circuitos
neuronales capaces de captar pensamientos emitidos por campos
tetradimensionales. Se trata de la formación de conexiones de
neuronas en redes, todavía no identificadas, que permiten este
tipo de comunicación. Esto es genético en la especie humana.
La mediumnidad permite la existencia del fenómeno de la
comunicación entre espíritus en niveles dimensionales diferentes.
Se da una comunicación entre las mentes de dos personas. Esa
conexión se da por yuxtaposición, no existiendo el contacto físico,
pues ocurre una especie de inducción, a semejanza de lo que se
da con el surgimiento de la energía eléctrica.
La mediumnidad es una facultad humana y está relacionada
con una cierta disposición cerebral específica, probablemente,
hecha posible, después de la formación de la zona cortical cerebral
en el humano.
Es una adquisición consecuente de la evolución anímica y
está relacionada al periespíritu.
19
adenáuer novaes

Mediumnidad y alegría

S iento la falta de la alegría y de la espontaneidad en el


trato de las personas con la mediumnidad. La personas relacionan
la mediúmnidad con los espíritus y éstos se relacionan con la
muerte, lo que induce al miedo y a la tristeza. Esa cadena de
palabras y sentimientos dificulta la relación de la mediumnidad
con la alegría. Está claro que estamos manejando un asunto muy
serio, sin embargo, hablamos de algo que debe traer felicidad y
paz a quien la utiliza. No precisamos ser huraños o atormentados
al estudiar o ejercitar la mediumnidad. Ella es una facultad del
Espíritu y el espíritu busca sobretodo, su felicidad.
El contacto con los espíritus, por más desequilibrados que
sean o incluso enfermos, debe ser en un clima cordial, afectuoso y
espontáneo, pues tanto la enfermedad como el desequilibrio se
disminuye en contacto con la alegría. Un médico o quien visite a
un enfermo internado debe establecer una conexión emocional
que eleve su estado de humor y de confianza. De lo contrario,
contribuirá a reducir sus defensas inmunológicas en fase del
ambiente pesaroso o grave que se establecerá.
En el trabajo de desobsesión, es decir, de contacto con
espíritus desencarnados en condición agresiva u hostil,
independiente de la actitud segura y del estado de oración, no se
debe olvidar uno de la alegría íntima, la cual pasará a las personas
20
Psicología y Mediumnidad

y al ambiente donde se encuentran. Cuando hablo de alegría no


me refiero a carcajadas o a la falta de respeto a las personas
enfermas, pero tranquilidad y confianza para trabajar con las
experiencias de la vida. Tampoco la alegría se trata de una broma
o de frivolidad, sino de un estado íntimo de equilibrio y satisfacción
personal.
El estado de alegría íntima no perjudica la ocurrencia del
fenómeno mediúmnico, tampoco influirá en la calidad de las
comunicaciones. La alegría en el ser humano será siempre un
catalizador de los estados de paz y equilibrio que atrae a los Buenos
Espíritus.
La vida nos invita a la alegría para superar vivencias adversas
que se encuentran en el inconsciente, estructuradas en las diversas
experiencias reencarnatorias. La mediumnidad está atada, proba-
blemente, a las experiencias que contienen miedo, tensión, muerte,
poder, entre otras. Para modificar tales emociones precisamos
vivir experiencias de alegría con la mediumnidad.
La falta de conformidad provocada por la facultad mediúm-
nica se deriva de la percepción exclusiva que se hace de algunos
de sus efectos. La mayoría de las veces la mediumnidad provoca
sensaciones desconocidas y desagradables en el ser humano y
eso lo lleva a renegarla en virtud de los desequilibrios surgidos.
Generalmente cuando se manifiesta la mediúmnidad
ostensiva viene acompañada de perturbaciones y sufrimientos. No
siempre es fácil atravesar ese período de dolores e incertidumbre
con alegría. Muchos disturbios emocionales aparecen por causa
de las dificultades de tratar con la propia cordura en la fase en
que la mediumnidad se manifiesta con mucha intensidad. El
preconcepto contra el ejercicio de la facultad mediúmnica también
viene de esos inconvenientes. La mejor manera de atravesar esa
fase es encarar un estudio serio al respecto junto a personas con
más experiencia.
Al manifestarse la mediúmnidad ostensiva provoca esos
inconvenientes porque el ser humano todavía vive una especie de
21
adenáuer novaes

infancia en su evolución, siendo la facultad una reciente adquisición.


Cuando madure el hombre verá el gran valor que ella tiene como
para dar impulso a su desarrollo psíquico. Verá que su uso traerá
más ganancias que perdidas.

22
Psicología y Mediumnidad

Verifique si es hora
de cuidar su mediumnidad

L ea atentamente las siguientes preguntas y responda sí


o no. Ellas pueden presentar indicios de incomodidad con su
mediumnidad. No son patologías, pero sí señales indicadoras de
que usted debe preocuparse con su mediumnidad.
1. ¿Alguna vez le llegó a sus manos un libro espirita para
leer? En caso negativo, procure conocer su mediumnidad, al menos
teóricamente, leyendo El Libro de los Médiums así como otras
obras de Allan Kardec;
2. ¿Sus conversaciones con los amigos siempre acaban por
girar entorno de lo espiritual? En caso que usted tenga algún
prejuicio con relación a ese asunto verifique su proximidad con lo
místico y lo trascendente, a que distancia se encuentra. Estar
leyendo este libro, por ejemplo, es uno de los indicios;
3. ¿Tiende a soñar con personas que ya fallecieron, o tiene
sueños premonitorios? Verifique la cantidad y frecuencia que
recuerda sus sueños, sobretodo aquellos en los cuales aparecen
personas que ya murieron y pase a anotarlos;
4. ¿Últimamente usted recurrió a la religión, a las prácticas
místicas para solución de sus conflictos? Cuando lo haga aproveche
también para reflexionar sobre sus procesos no resueltos;
23
adenáuer novaes

5. ¿Usted ha presenciado fenómenos espiritas u oído relatos


sobre ellos que le despertaron curiosidad? En caso negativo, pase
a verificar la ocurrencia de fenómenos en su vida, para los cuales
usted no encuentre una solución lógica y racional;
6. ¿Ya le ocurrieron fenómenos de “sin cronicidad”, los
cuales le han causado sorpresa? En caso negativo, pase a observar
la frecuencia con la que ellos pueden estar ocurriendo en su vida
y relaciónelos con su mundo interior;
7. ¿Las personas a su alrededor suelen invitarlo a que busque
su espiritualidad? En caso de no suceder aproveche ahora para
atender al pedido y entrar en contacto con lo sagrado de usted.
No espere más tiempo, pues la vida nos invita de muchas maneras
cuando estamos preparados;
8. ¿Ha surgido, internamente en usted, el deseo fuerte de
conectarse a una religión o al desarrollo de su mediumnidad? No
espere que el deseo surja; dedíquese desde ya a su desarrollo espiri-
tual, a fin de no desencarnar sin iniciar el encuentro con lo divino;
9. ¿Han ocurrido alteraciones frecuentes en la calidad de
su sueño? Verifique usted si ha tenido insomnio o pesadillas, pues
esos son fuertes indicios de influencias espirituales. En caso posi-
tivo, busque ayuda espiritual y psicológica. En caso negativo, nada
por qué preocuparse;
10. ¿Usted ha tenido sensaciones de desmayo, falta de aire,
miedo sin causa aparente, taquicardia y sensación de presencias
a su alrededor? En caso de que esos síntomas ocurran simultá-
neamente, procure trabajar su mediumnidad, pues ella está rela-
cionada con esas ocurrencias.
En caso que usted haya dicho sí, por lo menos a un tercio
de las preguntas es señal de que su mediumnidad está precisando
que usted se dedique a ella con seriedad. No pierda más tiempo.
Esté seguro de que será muy importante para su vida y para su
futuro espiritual.
Dedicarse a la mediumnidad es estudiarla y ejercitarla
visualizando su propia felicidad, así como hacer uso de uno de los
24
Psicología y Mediumnidad

factores de la realización personal. Ejercer la mediumnidad


solamente para ayudar al prójimo puede ser una equivocación,
pues faltará el ayudarse a sí mismo colocándola al servicio del
proceso de su desarrollo espiritual. Algunas personas pasan la
encarnación dedicándose al ejercicio de la mediumnidad al servicio
del prójimo, y llegando a cierta edad preguntándose para qué y
cuál fue su significado en la propia realización personal.
El ejercicio de la mediumnidad no está disociado del proceso
de realización personal, pues la vida exige que cada uno, además
de ayudar al prójimo, se observe a sí mismo y cuide su mundo
íntimo.

2 Principio de la conexión a causal. Cuando dos fenó-


menos, siendo uno de ellos interno y el otro externo, se correla-
cionan sin que haya una lógica explicación para tal, se dice
que se trata de la sin cronicidad. Por ejemplo: pensar en una
persona y enseguida observar algunos números del teléfono
de ella en la matricula de un coche que lo ve pasar en la calle.

25
adenáuer novaes

Pequeños ejercicios prácticos

E jercitar la mediumnidad es una actividad que requiere


estudio en virtud de la complejidad del asunto y de los incon-
venientes que pueden ocurrir. Ocuparse con el fenómeno espiritual
no es como tratar con el material, ya que el primero, al contrario
del segundo, trasciende los límites de la mente consciente, pene-
trando en el inconsciente de quien lo ejercita. Los ejercicios aquí
descritos no buscan preparar a la persona para el trabajo mediúm-
nico dentro de los moldes comunes de un Centro Espirita, sino
solamente contribuir a la flexibilización psíquica de quien pretende
trabajar con los espíritus. La espera en oración en una reunión
mediúmnica, buscando una comunicación espiritual, no constituye
propiamente un ejercicio para el desarrollo de la mediúmnidad,
es solamente un estado que predispone para la ocurrencia de un
contacto mediúmnico. De la misma forma, la confianza, la pacien-
cia, la tranquilidad y la paz interior son condiciones deseables a la
mente de quien pretende una comunicación de orden elevada. Es
siempre aconsejable que el ejercicio de la mediumnidad se acom-
pañe de esas condiciones psicológicas como también de estudio,
adecuándolo a las cuestiones pertinentes al asunto. Además de esa
espera, del estudio y de las condiciones íntimas apuntadas, es
necesario que se ejercite la facultad de forma directa y consciente.
Por este motivo, elaboré algunos ejercicios preparatorios para el
26
Psicología y Mediumnidad

desarrollo de la facultad mediúmnica en si, los cuales no excluyen


el estudio, la oración, así como otros requisitos recomendados
por Allan Kardec para el trato con los espíritus.
Los ejercicios que relacioné no son suficientes a quien quiera
trabajar mediúmnicamente, pues son apenas una preparación
psicológica para el inicio del desarrollo de la facultad. A aquellos
que obtengan buenos resultados con esos ejercicios, les aconsejo
que procuren una institución espirita, se dediquen al estudio y
reciban orientación de personas con más experiencia con la
mediumnidad.
Evite hacer estos ejercicios indiscriminadamente. Elija uno
de ellos por un período de tiempo, y sólo empiece otro tipo de
ejercicio después de evaluar los resultados anteriores.

1. Colóquese dispuesto a la captación de ideas nuevas, en


el mismo día y hora de la semana, por una hora. Elija un sitio
silencioso de su casa en la cual nada le moleste. Sentado a la
mesa, coloque algunas hojas de papel en blanco y bolígrafo delante
y, por un período de tiempo, aguarde si tiene el impulso natural de
escribir alguna idea que no le sea habitual. Antes de empezar el
ejercicio, haga una oración, para atraer a los Buenos Espíritus.
Haga el ejercicio como mínimo durante dos meses y máximo por
cuatro meses. Muestre la eventual producción a alguien que tenga
experiencia con mediumnidad. Las eventuales manifestaciones que
puedan dejarle con temor o con ocurrencias desagradables, que
puedan suceder, deben ser llevadas a la misma persona, antes de
seguir adelante con el ejercicio.
2. Pídale a un amigo que separe tres objetos cualesquiera
sin que usted sepa cual y colóquelos dentro de una caja de zapato,
cerrándola y envolviéndola con papel de regalo. En presencia de
ellos, y en un sitio en que no haya interferencia de terceros, intente
apenas colocando las manos en cima de la caja, percibir y describir
que objetos se encuentran en su interior. Su amigo anotará sus
observaciones. Usted deberá estar sentado, la caja delante en
27
adenáuer novaes

cima de una mesa. Antes de colocar la mano sobre la caja usted


deberá hacer una oración, para atraer a los Buenos Espíritus. Pídale
a su amigo que repita la experiencia diez veces, con diferentes
objetos y presente los resultados el último día. Lleve los resultados
a una persona con experiencia en mediumnidad.
3. Elija el mismo día y hora de la semana, durante por lo
menos dos meses y como máximo por cuatro meses durante una
hora, solo en el cuarto donde usted duerme. Siéntese en su cama,
después de una oración para atraer a los Buenos Espíritus, cierre
los ojos y observe las posibles imágenes que le ocurren en la
mente. Observe también si usted oye voces dentro de su cabeza.
Coloque un pequeño despertador a su lado. Asegúrese de no ser
molestado durante una hora. Después de media hora abra los
ojos y, provisto de papel y bolígrafo, anote sus observaciones y
visiones, en caso de que no ocurran, recomience el ejercicio para
completar la otra media hora. Lleve los resultados a una persona
con experiencia en mediumnidad.
4. Semejante al 2, pídale a un amigo que le lleve un objeto
de uso personal que pertenezca a alguien que usted no conozca.
No tiene importancia si la persona es fallecida o no. Con el objeto
en las manos, tocándolo directamente por algunos minutos,
concentrándose en él y después de orar a los Buenos Espíritus,
intentará captar las vibraciones que en él están impregnadas.
Inténtelo varias veces durante una hora por día durante una semana
repitiendo la experiencia con el mismo objeto. Haga el ejercicio
durante diez semanas, con diez objetos diferentes, de diez personas
distintas. Antes de cada ejercicio, pida a su amigo que anote sus
impresiones sobre ellos verbalizadas. Intente también captar las
historias asociadas de los objetos. Procure concentrarse lo
suficiente a fin de captar datos realmente identificadores de las
personalidades a las cuales pertenecen. Al final de las diez semanas,
pida a su amigo los datos de sus respectivos dueños y preséntelos,
con las observaciones anotadas, a alguien con experiencia en
mediumnidad.
28
Psicología y Mediumnidad

5. Elija el mismo día y hora de la semana durante por lo


menos dos meses y como máximo durante cuatro meses; túmbese
cómodamente durante una hora en un sitio donde no lo incomoden.
Elija un horario en que no esté con sueño. Después de la oración
por los Buenos Espíritus, cierre los ojos e imagínese en la casa de
un amigo, en la cual usted nunca estuvo, ni sabe la descripción
minuciosa de su interior. Intente sentir que se desplaza por el interior
de la casa. Haga también algunas tentativas de desdoblarse para
sitios conocidos. Con o sin éxito en estos intentos, haga el ejercicio
para sitios desconocidos que tenga medios posteriores de
constatar.
6. Haga este ejercicio una vez por semana, en un mismo
día y siempre al acostarse. Piense en una o más personas que
sabe que desencarnaron. Personas que usted conoce de cerca.
Haga una oración por ellas, deseándoles donde estén, paz y
armonía. Pídales a los Buenos Espíritus que si es posible, lo pongan
en contacto con aquellas personas y que se acuerde del encuentro
al despertar. Haga este ejercicio por lo menos, durante dos meses
y como máximo, durante cuatro meses. Verifique el resultado,
observe si aumentó el número de veces en que usted se acordó
de sus sueños y si aquellos desencarnados en ellos aparecieron,
durante dos meses después.
7. Elija un sitio silencioso y agradable. Siéntese o túmbese
cerrando los ojos. Haga una oración a los Buenos Espíritus. Procure
centrar su pensamiento en algún asunto de su interés que no esté
relacionado a un conflicto específico. Después de que elija el tema,
medite sobre él, preguntándose sobre el concepto que tiene al
respecto. Enseguida visualice un objeto que esté relacionado en sus
mínimos detalles. Al formar el objeto en su mente píntelo de azul.
Hágalo tornarse azul bien claro y enseguida hágalo disminuir al tamaño
de la palma de su mano. Visualice entonces la figura de un ser
espiritual delante suyo. Regálele el objeto.
8. Haga este ejercicio durante dos meses seguidos y
siempre al dormir. Después de acostarse para dormir procure
29
adenáuer novaes

relajarse lo máximo posible, quedando inmóvil en la cama en


posición de decúbito dorsal (boca arriba). Intente no moverse.
No hay problema si usted se duerme. En caso que eso suceda,
inténtelo al día siguiente. Túmbese sin moverse y con los ojos
cerrados imagine que su cuerpo está subiendo, es decir, que está
levitando. No haga cualquier esfuerzo físico para eso. Solamente
imagine que su cuerpo sube. Siéntalo ligero y flotando arriba de la
cama. En este caso usted no se duerma durante el ejercicio, hágalo
por lo menos diez minutos y como máximo durante veinte minutos.
Después de ese tiempo, relájese y duerma normalmente.

30
Psicología y Mediumnidad

A los psiquiatras

Q uerer enseñar algo a los médicos psiquiatras, con


respecto a asuntos de su área profesional sería mucha pretensión
de mi parte. Un psicólogo es solamente un profesional que “mira”
el yo comportamental, intentando entender las razones y motiva-
ciones a fin de mostrarlas buscando su adecuación psíquica. Sin
embargo, un psicólogo que agrega una percepción espiritual, tal
vez tenga algo que decir, sin arrogancia y sin cualquier intención
de desmerecer o disminuir la psiquiatría. El abordaje de la psiquia-
tría gira aún, en torno del síntoma y de la química que supues-
tamente lo provoca. Cuando no está aliada a una psicoterapia, la
acción de los psicofármacos que ella utiliza será solamente paliativa
y, a veces, retarda una cura efectiva. De la misma forma, en ciertos
casos, sin los psicofármacos será imposible que el enfermo soporte
la presión del inconsciente sobre su conciencia.
Los psicofármacos son imprescindibles como recurso,
principalmente en las tendencias auto-destructivas. Sin ellos, en
ciertos casos, no le es posible al individuo con graves trastornos
psíquicos, contener o reducir los efectos de la presión que sufre
en la conciencia. Los medicamentos administrados en dosis
adecuadas atienden al sistema nervioso central inhibiendo la
captación por el córtex cerebral de los impulsos propios del
inconsciente periespiritual.
31
adenáuer novaes

El córtex cerebral es la extensión de la conciencia en la cual


el ego se fija para tratar con la realidad. Su inhibición permite al
ego protegerse de la fuerza ejercida por las imágenes emocionales
oriundas del inconsciente. Cuando el psiquiatra prescribe una
medicación, sabe que estará atendiendo solamente parte de la
conciencia, inhibiendo parcialmente la acción del inconsciente. No
estará reduciendo la totalidad de los síntomas ni siquiera atendiendo
la causa, en virtud de que ella se encuentra, en la mayoría de los
casos, en el inconsciente. Para penetrar en el inconsciente se
requiere más que una sustancia química. Es necesario entenderlo
en su lenguaje simbólico, cargado de procesos. Los síntomas son
representaciones de procesos químicos no resueltos, los cuales
alivian. Será siempre necesaria una psicoterapia a fin de alcanzar
la raíz del problema.
La comprensión de la mediumnidad es una de las herra-
mientas para que se pueda entender mejor la mente humana y sus
relaciones con lo espiritual. La mediumnidad permite que la cone-
xión virtual entre la conciencia y el inconsciente sea más intensa,
en virtud de la excitación cerebral (cortical y subcortical) que
provoca.
Ciertas sustancias químicas inhiben parcialmente esa
conexión, reduciendo el nivel de exposición de la conciencia y, en
particular, del ego, a las influencias psíquicas. Por otro lado, otras
sustancias amplían de tal forma la conexión de la conciencia con
el inconsciente excitando la camada cortical, que le provocan al
individuo un descontrol insoportable.
En algunos casos, la retirada o cambio abrupto de la
medicación puede provocar alteraciones significativas en el
comportamiento del individuo. Por un lado, por causa de la
interacción que había entre las sustancias medicamentosas y los
neurotransmisores y, por otro lado, por causa de la alteración del
campo de conexión entre la conciencia y el inconsciente que el
cambio provocaría. El cambio o la retirada brusca de ciertas
medicaciones, en algunos individuos en irrupción psicótica, bajo
32
Psicología y Mediumnidad

el intenso proceso de obsesión, y con tendencias auto-destructivas,


puede provocar la falta de estructuración del ego y consecuente
suicidio.
La obsesión, por vía de la mediumnidad, es un componente
siempre presente en la psicosis, pues ésta se caracteriza por la
abertura inadecuada entre el inconsciente y la conciencia sin el
debido control del ego. Tal abertura amplía la sensibilidad del
individuo a las percepciones espirituales.
La psiquiatría no reconoce, o por lo menos no aplica, las
técnicas psicoterapéuticas en el descubrimiento de las causas y
en el tratamiento de las afecciones mentales. Menos aún hacen
los psiquiatras que no utilizan la desobsesión, pues no reconocen
la posibilidad de la existencia de los espíritus y de la mediumnidad
como componentes siempre presentes en la psicopatología.
Los procesos mentales, excluyendo los que son provocados
por problemas neurológicos, merecen tratamiento psicológico,
psiquiátrico y espiritual. A veces requiere solamente uno de ellos
y, en algunos casos, dos o tres combinados. Saber reconocer
cuando el problema debe ser tratado como psiquiátrico, psicoló-
gico o espiritual es fundamental para la eficacia de su cura.
En algunos casos, en los cuales la psicosis está presente, la
compleja operación de internar a la persona podría ser evitada si
se utilizara el tratamiento espiritual, lo cual contribuye para su
equilibrio psíquico y espiritual. En tales casos, la familia ejercería
un importante papel en el tratamiento cuando asumiera la
responsabilidad por el enfermo y lo considerara también como un
síntoma de la morbidez del grupo.
En los pacientes que se encuentran en tratamiento psiquiá-
trico, en los cuales noto que existe una contribución de las influen-
cias espirituales adversas, cuando no se torna posible recomendar-
les el recurso espirita, suelo hacer una oración por ellos. Algunas
veces, cuando el psiquiatra es receptivo a lo espiritual, entro en
contacto con él, informándolo en cuanto a la problemática de la
obsesión. En algunos casos, cuando hay receptividad de algún
33
adenáuer novaes

miembro de la familia, los alerto para que el grupo busque recursos


en el Espiritismo.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es sobre la
contaminación a que está sujeto el profesional que trabaja con la
psicopatología. El profesional médico o psicólogo que trabaja con
la sicopatología (principalmente psicosis y esquizofrenia) no percibe
el campo mediúmnico al que está expuesto. Por estar en condición
de quien quiere ayudar, aunque lo haga profesionalmente, sufre
las influencias agresoras, de “quien” (espíritus desencarnados) de-
sean perjudicar a sus pacientes. Sería prudente que buscaran algún
tipo de prevención, al menos intentar conocer la mediumnidad,
sus inconvenientes y peligros. La posibilidad de “contaminación
psíquica” es mucho mayor de lo que se pueda imaginar, como la
contaminación a la que los médicos estaban sujetos en las cirugías
cuando no usaban guantes.
La psiquiatría y la psicología se deben unir para el trata-
miento de los trastornos psíquicos. Es imprescindible que un
psiquiatra conozca los fundamentos de la psicología para evaluar
mejor a su paciente, tanto como es importante que el psicotera-
peuta entienda sobre la acción de los psicofármacos y el funcio-
namiento de los neurotransmisores para una mejor comprensión
de los síntomas y del comportamiento de los suyos. Probablemen-
te, en un futuro próximo, surja una ciencia que combine estos dos
grandes campos del saber. Entretanto, ambas juntas o aisladas
serán siempre superficiales si no tienen en cuenta la facultad
mediúmnica del ser humano. Por más que estudien el cerebro, la
neurología y la neuropsiquiatría no encontrarán la raíz de la
mediumnidad palpando estructuras cerebrales que apenas le dan
soporte en lo físico.
La acción de los espíritus desencarnados en el tratamiento
de las personas portadoras de trastornos psíquicos, así como lo
que se procesa en el mundo íntimo de alguien cuando procura una
institución religiosa, espirita o no, son el lado oculto del tratamiento
espiritual, sin embargo, ejercen una importancia capital en las curas
34
Psicología y Mediumnidad

de los trastornos mentales. He observado que los pacientes


psicóticos que empiezan un tratamiento espiritual simultáneamente
con el tratamiento psicológico se liberan más temprano de la
dependencia química de psicofármacos, así como disminuye el
tiempo que permanecen enfermos.
La recomendación para que el psiquiatra conozca la
mediumnidad es para entender mejor y orientar a su paciente,
como también para sí mismo, pues su vulnerabilidad y exposición
a las influencias espirituales nocivas son muy sutiles e impercepti-
bles. Por este motivo, la ignorancia en cuanto a la mediumnidad
es un doble mal. Con el tiempo de ejercicio profesional las defensas
naturales que el psiquiatra utiliza van desestabilizándose, lo que lo
torna cada vez más vulnerable a los ataques psíquicos.
Es fundamental que la psiquiatría se dedique al estudio de
la mente humana, no apenas como si fuera una biomáquina, sino
como una estructura psíquica que se conecta a otras a través de
la mediumnidad.

35
adenáuer novaes

A los que tratan la desobsesión

L a prevención de las afecciones psíquicas empieza con


la búsqueda por la armonía del propio individuo, mediante los
esfuerzos que hizo para mejorarse como persona. Además, a lo
que se conoce con el nombre de reforma íntima debe agregársele
el desarrollo equilibrado de la mediumnidad.
El trabajo de esclarecimiento a las entidades desencarnadas,
así como los esfuerzos para que los complejos procesos que
provocan tragedias y sufrimientos que duran siglos se resuelvan,
son actividades ligadas a la desobsesión, que traen una importante
contribución al equilibrio y a la armonía del planeta. Es un trabajo
casi anónimo y silencioso que las instituciones espiritas ejecutan a
través de sus trabajadores. Una sesión de desobsesión puede equi-
valer a algunas sesiones de psicoterapia, cuando está bien conducida
y con propósitos típicos. Conversar con los espíritus desencarnados
a través de médiums con experiencia es un arte que requiere además
de habilidades específicas, mucha paciencia, humildad y amor. Tratar
con lo psíquico del otro exige que el propio esté en armonía. El
trabajo de autotransformación es fundamental, a fin de evitar la
contaminación psíquica. He visto algunos tratan con la desobsesión
con graves trastornos psíquicos, y otros, después de cierto tiempo,
no se han realizado en la vida personal.
Es necesario estar atento al enfermo desencarnado como
también al supuesto sano encarnado que lo atiende, pues no
36
Psicología y Mediumnidad

siempre el “médico se cura a sí mismo”. Las recomendaciones


para que utilice la oración, para que vigile, para que se mejore,
son útiles, sin embargo, necesitan ser muy minuciosos en estos
aspectos. La oración es tranquilizadora e induce a un estado de
paz y equilibrio íntimo. Sin embargo, por sí sola ella no resuelve
los problemas personales. La vigilancia es oportuna, pues induce
a un estado de alerta en cuanto a las posibilidades de equivocación,
pero solas no solucionan los conflictos íntimos de la personalidad.
La reforma íntima requiere el contacto directo con el propio
proceso de vida y encarar los problemas de frente sin huir de la
responsabilidad personal.
El Centro Espirita que posee reunión de desobsesión debería
crear un grupo terapéutico específico para aquellos que trabajan
en ella. El grupo sería coordinado por personas habilitadas a tratar
con los procesos psíquicos humanos y que sepan acoger
debidamente aquellos que desempeñan tan delicada función. Por
otro lado, la persona que trata la desobsesión, cuando no sienta
satisfecha su necesidad íntima de auto-transformarse y tenga
problemas psicológicos, puede y debe buscar ayuda individual
especializada. No siempre el curador consigue curarse a sí mismo.
Es común en las personas que tratan la desobsesión crean que
sus problemas psicológicos se deben a la obsesión, descuidándose
de su mundo íntimo.
Tratar la desobsesión es semejante a manejar el fuego, exige
habilidad y cuidados personales a fin de evitar quemaduras. No
es actividad para un aficionado ni se admite ingenuidad. Se trabaja
con lo psíquico y lo espiritual simultáneamente.
La persona que trata la desobsesión debe estudiar y conocer
los mecanismos e inconvenientes y el funcionamiento de la psique
humana. Ella funciona en el desencarnado a semejanza del
encarnado. Cuanto más conozca una, más se familiarizará con la
otra. Debe dedicarse al estudio de las técnicas psicoterápicas para
ejercer mejor su actividad, como para prevenirse de las
contaminaciones psíquicas.
37
adenáuer novaes

A los psicólogos, terapeutas


y curanderos del alma

Q uien maneja la psique humana sabe que está delante


de algo demasiado complejo para creer que tiene el dominio de
lo que ocurre en ella. Siempre se maneja con hipótesis que, aunque
consideradas valiosas y parecen explicarlo todo sobre el
funcionamiento de la mente humana, son siempre incompletas y
parciales. Los psicólogos y los terapeutas saben que tratan con la
materia prima de Dios que es bastante compleja y fascinante
como para caber en una sola teoría. Saben que deben aprovechar
todas las teorías psicológicas cuando están manejando los
conflictos psíquicos y humanos. Además de ellas están descubrien-
do que es necesario tratar con el fenómeno espiritual y con la
mediumnidad. Aquellos que consideran suficiente una teoría
psicológica como tela de fondo de su percepción de los procesos
de sus pacientes, están muy atrasados con relación a aquellos que
utilizan un poco de cada escuela psicológica. Aunque estos últimos,
continúan atrasados por desprestigiar la mediúmnidad de sus
pacientes.
La psique humana es un vasto campo para ser explotado,
sobre el cual mucho se escribió y todavía se escribirá (como ahora
lo hago yo). Los límites que se le imponen, como si sus intrincados
38
Psicología y Mediumnidad

mecanismos estuvieran contenidos en la estructura cerebral,


contribuyen con la permanente ignorancia que todavía existe sobre
los conflictos humanos. El cientificismo empirista, al no permitirles
a los teóricos de la psicología que admitieran la posibilidad de
que algo se les escapara de sus dominios, llevó a que grandes
pensadores no se atrevieran a ir más allá de los límites de su época.
Sin embargo, incapaces de explicarlo todo, podría admitir-
se, a partir de los conocimientos de la física quántica, que la
estructura cerebral generara un campo tetra-dimensional en el cual
los fenómenos psíquicos pudieran ocurrir. En ese campo virtual
encontraríamos la mente y sus procesos. Ni siquiera esta hipótesis
se considera, que se dirá de la existencia del periespíritu como
sede de la psique humana. Todavía estamos lejos de una psicología
del Espíritu que pueda englobar la gama inmensa de los procesos
envolviendo la mediumnidad.
El terapeuta que actúa en el siglo veintiuno, no puede ser
cómplice de la ignorancia del saber científico con respecto a la
mente humana. Debe ir en busca de conocimientos sobre la
mediumnidad. Cuando lo haga sabrá que, independientemente de
la creencia, fé o teoría psicológica que adopte, o que su paciente
tenga, los fenómenos mediúmnicos interfieren mucho en el sentir,
el pensar y el actuar del ser humano. Por el desconocimiento de la
mediumnidad, muchos tratamientos de los trastornos mentales y
de las inadecuaciones en la forma de actuar del ser humano se
tornan prolongados o no son eficaces.
Pierden mucho los profesionales, y consecuentemente sus
pacientes, que no tienen un conocimiento teórico y práctico
adecuado sobre las influencias de la mediumnidad en el sentir,
pensar y actuar del ser humano. No se trata de transformarse en
espíritas, ni mucho menos en imponerles una creencia que modifique
o perturbe su visión científica.
La comprensión de que los procesos psíquicos se estructu-
ran en una o más existencias del Espíritu, y bajo diversos papeles,
permite no sólo una mayor percepción de la personalidad de quien
39
adenáuer novaes

se atiende como también contribuye a la reducción del tiempo de


cura. Tal comprensión no depende de la creencia religiosa del
paciente, así como de que a él se le hable de cualquier postulado
doctrinario.
Se trata de la adquisición de una herramienta imprescindible
que favorecerá la percepción de lo que pasa en la psique humana.
Comparando, es como si un astrónomo dejase de usar unos
prismáticos para observar los fenómenos del universo y lo hiciera
con un poderoso telescopio electrónico.
Es por falta de aquel conocimiento que debemos ser
parciales en los diagnósticos incompletos. Sin él la psicoterapia
se limita al aquí y ahora, sin llevar al individuo al encuentro con sí
mismo a que se refería C. G. Jung. Las terapias breves, como
aquellas que sitúan las causas de los conflictos humanos en el
cuerpo físico, ven solamente “la punta del iceberg”. Menospreciar
la mediumnidad y las experiencias acumuladas en las vidas
sucesivas es ver al individuo con un sólo ojo y con miopía.
Por ahora, es el Centro Espirita cuyos fundamentos teóricos
se basan en las obras de Allan Kardec y que posee personas que
conocen la psique humana, que se encuentra más apto para acoger
a los portadores de trastornos mentales, de los cuales la mediumni-
dad sea uno de los vehículos.
Considerar el Espiritismo como religión, o simple creencia,
colabora para el prejuicio y la negación de importantes tesis a
respecto de la psique humana. La posibilidad de aceptar la existen-
cia de una sensibilidad supra-sensorial en el individuo, que puede
contribuir para desestabilizarlo psíquicamente, llevaría al profesio-
nal a una comprensión más precisa de las afecciones mentales.
El individuo es mucho más que aquello que los cinco senti-
dos comportan, pues el pensar es un acto no sensorial. Lo que él
piensa y siente contiene elementos influenciados no sólo por las
experiencias acumuladas a lo largo de muchos siglos en diversas
vidas, sino también por las interferencias espirituales favorecidas
por la mediumnidad.
40
Psicología y Mediumnidad

Cuando atiendo a los pacientes en el consultorio intento


mirarlos desde todos los puntos de vista posibles para captar todo
lo que pueda sobre él. Hago observaciones y preguntas que no
siempre entiende, pero que me traen importantes subsidios para
auxiliarlo en lo que busca. Aconsejo al profesional o al entrevistado
en un Centro Espirita, o en la atención terapéutica, que recuerden
las siguientes observaciones:

1. Pregúntele a la persona sobre sus creencias para conocer


su campo de la conciencia y su relación con lo sagrado;
2. Profundice en la percepción de lo que ella dice en cuanto
a lo que vio o ultrapase el sentido común y que pueda ser atribuido
a una causa no convencional;
3. No se olvide de que su (del profesional) creencia, compo-
nente posible de la transferencia, fundamentará la expresión de su
cliente. Por este motivo, pregúntele sobre temas que ultrapasan la
creencia de él y la suya;
4. Recuerde que los síntomas resultantes de las influencias
provocadas por la sensibilidad mediúmnica no son diferentes de
aquellos que se presentan por los procesos psicológicos naturales.
La distinción es difícil y exige, además de conocimientos de ambos
campos del saber, tiempo de observación;
5. No se deje engañar por la afirmación pura y simple de su
paciente que cree que se tratar de un proceso exclusivamente
psicológico o, al contrario, exclusivamente espiritual. Ambos
campos, por regla, se interpenetran;
6. Aunque se tenga conocimiento y percepción de que se
trata de síntomas resultantes de la facultad mediúmnica no educada,
evite hablarle a su paciente, pues podrá no entenderle, por no ser
conocedor de esas nociones. Aunque las conozca, evite hablar
sobre ello para no transformar una sesión de análisis o de terapia
en una consulta espiritual;
7. No levante hipótesis precipitadas sobre las causas de
los síntomas que un paciente presente. Espere siempre tener
41
adenáuer novaes

mayores informaciones sobre todos los aspectos que envuelven


la vida, creencias y valores de la persona;
8. Procure, cuando sea posible, tener mayores informacio-
nes sobre la vida familiar y hábitos de su paciente junto a personas
que conviven con él. No siempre el paciente informa o cree rele-
vantes ciertas alteraciones de comportamiento;
9. Pregúntele sobre sus enemigos, sus decepciones, sus
amores, sus relaciones profesionales, sus horas de ocio, con quien
vive, que medicamentos utiliza, quien se los indicó, como son sus
relaciones familiares y, sobre todo, cual es su queja principal;
10. Analice su pensamiento (curso, forma y contenido) y
sus emociones (alteraciones del humor);
11. Esté atento a su comportamiento en la entrevista
(agitación, expresión facial, estereotipias, hipo o hiperactividad);
12. Procure saber sobre su conducta, con respecto al juicio
de la realidad y fallas de carácter;
13. Infórmese sobre su vida intelectual y sobre sus limitacio-
nes de comprensión en el campo de la inteligencia;
14. Observe su lenguaje (jerga, errores, cualidad y conte-
nido);
15. Procure percibir sobre su memoria, con respecto a la
fijación, retención y evocación;
16. En la entrevista observe a respecto de su conciencia,
principalmente la atención, la orientación, la voluntad, la vivencia
del tiempo y el espacio (unidad e identidad del yo);
17. Verifique como está la afectividad de él (euforia, relación,
exaltación, éxtasis, ansiedad, depresión, apatía, inapropiación,
ambivalencia, miedos, fobias, pánico);
Esas son algunas de las observaciones que pueden hacerse
sobre una persona, que no siempre se consiguen solamente en la
primera entrevista o sin ayuda de la familia. Otras observaciones
surgen a partir del relato del paciente sobre sus síntomas, que
pueden revelar aspectos importantes con respecto a la naturaleza
espiritual de su problema.
42
Psicología y Mediumnidad

Pequeñas dificultades
y simples soluciones

R euní en este capítulo algunas preguntas que formaron


parte de mi iniciación en el Espiritismo y la mediumnidad. Las
respuestas que se mencionan aquí fueron aquellas que me aliviaron
la conciencia y me tranquilizaron en cuanto al ejercicio de la me-
diumnidad. Son simples cuestionamientos y sus respectivas res-
puestas, que pueden ser útiles a aquellos que se encuentran
iniciando el contacto con la mediumnidad.

1. A los que sienten influencia psíquico-espiritual y no saben


qué hacer y cómo vencer esta dificultad.
En todos los casos de sospecha de influencia espiritual las
recomendaciones básicas son: procurar una persona que sepa
sobre asunto, o un Centro Espirita, para esclarecerse; utilizar la
oración en los momentos de aflicción; leer sobre el tema y no
considerar que es locura o simple imaginación. Para vencer la
dificultad es necesario tener paciencia y tranquilidad, y evitar que
el miedo se apodere de la conciencia.

2. ¿Qué hacer con la mediumnidad cuando no se quiere


ejercer institucionalmente?
43
adenáuer novaes

Es un equívoco pensar que la mediumnidad sólo puede ser


ejercida como tarea de esclarecimiento a entidades desencarnadas
y en un Centro Espirita. Cuando la mediumnidad es molesta y no
se quiere ejercer de forma convencional, se deben buscar otras
formas de uso, que alivien la tensión provocada por el inconsciente
abierto, debido a su manifestación. Antes de encontrar aquellas
formas es necesario e imprescindible que se la conozca. En primer
lugar estúdiela. Le aconsejo que empiece con la lectura del Libro
de los Médiums, de Allan Kardec. Después, vea las siguientes
posibilidades:
a) Dedicarse a una actividad profesional o no, en la cual
aconseje a terceros;
b) Dedicarse a una actividad de cura, por ejemplo, el pase
de Reiki, masaje terapéutico, etc.;
c) Participar en grupos de ayuda mutua, por ejemplo, las
Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que promueven
solidaridad y paz social;
d) Practicar meditación, tomando en serio su propia
intuición;
e) Hacer retiros espirituales, tratando de entrar en contacto
con su naturaleza esencial;
f) Participe en trabajos terapéuticos en grupo para estar en
contacto con el sentido principal de su vida.

Independientemente de esas formas, que son unos pocos


ejemplos entre muchos, podrá prepararse en algún Centro Espirita
para dar pases, estudiar mediumnidad, o podrá poco a poco,
desenvolverla en grupos adecuados.

3. ¿Cómo tratar con el deseo de comunicarse solamente


con Buenos Espíritus y con el llamado “Ángel de la Guarda”.
En caso de que usted se encuadre en esta categoría, y sea
uno de los que sólo quieren comunicarse con espíritus buenos, no
se olvide de que existe todo tipo de persona desencarnada. Aunque
44
Psicología y Mediumnidad

sólo quiera comunicarse con los buenos, usted está rodeado de


otros que no lo son y que pueden también querer establecer
contacto con usted. Querer comunicarse solamente con los buenos
puede significar que usted todavía se relaciona con lo espiritual
para obtener ventajas. No se olvide de que “su” “Ángel de la
Guarda” es una de las representaciones de lo que de bueno existe
en usted, lo cual debe buscarse.

4. ¿Cómo trabajar la voluntad de tener una mediumnidad


precisa y la envidia de quien la tiene?
La mediumnidad es una adquisición del Espíritu y, de
acuerdo con la intensidad, significa dedicación a lo largo de varias
encarnaciones. Es necesario que se dedique a ella con ahínco.
Poseer una mediumnidad precisa, le confiere al médium responsa-
bilidad para ponerla al servicio de la propia evolución y de la
comprobación de la inmortalidad del alma. Por otro lado, tener
una mediumnidad tan amplia, lo pone al médium, en contacto
intenso con lo espiritual, lo que exige madurez para trabajar con
las invasiones psíquicas recurrentes. Por lo tanto, para realizar
esos deseos es necesario estudiar, dedicarse, seriedad, humildad
y paciencia.

5. ¿Cómo comprenderse a sí mismo estando en sintonía


con los espíritus y con la vida material simultáneamente?
Es necesario que el médium se sienta como espíritu inmortal
y, como tal, debe realizarse, independientemente del trabajo que
ejecuta con su mediumnidad a favor del Espiritismo. El trabajo
espírita no es el medio de realización personal, sino una de las
dimensiones de la vida del médium, que debe contener otras
dimensiones de realización. El médium debe llevar una vida normal
como cualquier otro ser humano sin necesidad de considerarse
un misionero de la humanidad. El ejercicio de la mediumnidad no
debe ser más importante que las demás actividades de la persona
en sociedad. El médium debe establecer una relación con los
45
adenáuer novaes

espíritus, de tal forma, que haya mutuo interés por el autodesarrollo


personal.

6. ¿Cómo enfrentar una crisis existencial en la cual el


ejercicio de la mediumnidad se encuentra en peligro?
Las crisis existenciales son momentos importantes para el
Espíritu, en las cuales él tiene la oportunidad de tomar decisiones
fundamentales para su evolución. Todo ser humano enfrenta crisis
en la vida, principalmente después de la mediana edad. El médium
no debe pensar que podría ser diferente para con él. Sus crisis
son como las de todo ser humano. Poner el ejercicio de la me-
diumnidad en peligro significa poca consistencia en su inserción
en sus propósitos personales y espirituales en la vida. Es necesario
que el médium entienda el significado del ejercicio de la mediumni-
dad en su realización personal. Sería importante que él entendiera
que su vida espiritual engloba su vida material, siendo ésta última
su gran y actual canal de realización.
7. ¿Cómo trabajar mediúmnicamente estando con deseo
de hacer sexo?
La actividad sexual del ser humano es algo común para los
espíritus, no les es desconocido. El estado emocional del médium
es lo que es relevante en el momento del ejercicio institucional de
la facultad. El médium debe realizar su deseo, de acuerdo con sus
posibilidades y condiciones de vida, calculando las influencias que
tendrán en su mente emocional, de forma que no lo moleste
ejerciendo la mediumnidad. Es mejor que la actividad sexual sea
realizada y adecuadamente satisfecha para que no se presente
como obstáculo durante el ejercicio pretendido, sea por la fijación
mental al acto durante el servicio mediúmnico o por la represión
indebida.
8. ¿Cómo ser médium y resolver el miedo de los espíritus?
El miedo al contacto con los espíritus es natural y deriva del
instinto de autopreservación. El médium debe tener conciencia de
46
Psicología y Mediumnidad

su inmortalidad y de que los espíritus desencarnados no pueden


hacer lo que quieren. Tampoco suelen poner en riesgo la vida de
sus médiums. La mejor manera de reducir el miedo es enfrentán-
dolo con determinación y confianza en Dios. Entendiendo que los
espíritus son personas tan comunes como el propio médium, tal
vez él disminuya su miedo en la medida que se vaya tomando
conocimiento de la falibilidad y fragilidad de ellos. Es importante
que el médium no atribuya tanto poder a los espíritus desencar-
nados.

9. ¿Cómo manejar el deslumbramiento derivado del


contacto con los espíritus?
Es común que médium iniciante, al recibir buenas y elogiosas
comunicaciones de los espíritus, se deslumbre y crea que es un
privilegio. Él no sabe que este hecho puede ser el comienzo de una
gran y solitaria responsabilidad. Es importante que el médium sea
consciente de que es un intermediario de los espíritus y que la calidad
de lo que recibe, aunque contribuya, deberá ser someterse al juicio
crítico de personas con más experiencia, para su propia seguridad.
Para manejar mejor el deslumbramiento, el médium debe siempre
someter las comunicaciones que recibe al juicio de otros.

10. ¿Cómo manejar a aquellas personas interesadas en


obtener mensajes de desencarnados, que no saben que eso no
depende del médium?
Es muy importante para el médium que él sea transparente
en el ejercicio de su mediumnidad. Siempre que sea necesario, debe
esclarecer a las personas sobre cómo funcionan las comunicaciones
de los espíritus. Decirles que no se tiene el dominio sobre la vida de
los espíritus y que, aunque quieran comunicarse, no siempre lo
consiguen. A quien le pide esto debe recomendar paciencia y explicar
la importancia de la oración a favor de la persona desencarnada,
dando a entender que el ciclo de la Tierra ya se acabó. Es
fundamental, tener la humildad de admitir la incapacidad de obtener
47
adenáuer novaes

lo que se pide debido al libre albedrío de los espíritus y, cuando sea


el caso, también tener la humildad de depender de las restricciones
del tipo de mediumnidad que se posee.

11. ¿Cómo se puede manejar la obsesión aun siendo un


médium con experiencia?
Todo médium, por más experiencia que tenga, está sujeto
a la obsesión por cauda de las influencias espirituales a que está
expuesto. Es aconsejable que todo médium, de tiempo en tiempo,
cambie experiencias con otros, incluso el que ejerce su facultad
hace mucho tiempo. El ejercicio prolongado de la mediumnidad,
como el de cualquier actividad humana, lleva a un padrón típico
(duro) de hacerlo. Es posible que ese padrón, no se perciba, y
lleve a actitudes que pueden tornarse extemporáneas e incon-
venientes por causa de la evolución de la sociedad. Aquellos
comportamientos son validos en un escenario cultural de una época
y pueden no ser necesarios en un nuevo contexto social. Todo se
transforma en la naturaleza y con el ejercicio de la mediumnidad
no puede ser diferente. Someterse a un proceso de análisis
psicoterapéutico hace bien a cualquier persona, pero si el médium
con experiencia no lo hace, podrá valerse de frecuentes diálogos
con personas con las mismas experiencias que él. Es sólo tener un
poco más de humildad.

12. ¿Cómo tratar con espíritus que desean comunicarse y


cuya producción sea intelectualmente inferior?
Cuando el médium verifica, después de someter su pro-
ducción a una persona con más experiencia, que se trata de algo
de calidad inferior, debe dialogar con los espíritus que se comuni-
can con él, orientándolos para que reflexionen más sobre las ideas
que pretenden pasar, para que se tornen más adecuadas al medio
que pretenden atender. Debe siempre ser transparente con él y
no postergar la decisión de parar con el ejercicio, si fuera
necesario.
48
Psicología y Mediumnidad

Señales y síntomas
característicos de la
mediumnidad

M ás allá de que Allan Kardec haya dicho “No hay


ningún indicio por el cual se reconozca la existencia de la
facultad mediúmnica”, podemos establecer por lo menos algunas
señales que identifican la manifestación de alteraciones en el
individuo que puedan atribuirse a algún tipo de interferencia
mediúmnica. La afirmación de Allan Kardec tal vez se refiera al
reconocimiento a priori, en virtud de la inexistencia de señales
externas en los médiums o aun por causa de la exigencia de la
presencia de los espíritus para su manifestación.
Por ahora la mediumnidad no se detectó orgánicamente,
sino solamente por los efectos que produce. Ningún médium, por
más experiencia que tenga, garantiza que pueda controlar la
demostración de su facultad. La mediumnidad es una facultad
psíquica y, como todo fenómeno subjetivo, no se somete, desde
el punto de vista experimental, a la observación y repetición.
Sin embargo, hay algunos indicios que nos pueden llevar,
en el futuro, a su detección y comprobación. Ellos son subjetivos
y fácilmente pueden tener explicaciones psicológicas inconscientes
o aun parapsicológicas anímicas. En su conjunto, en una misma
49
adenáuer novaes

persona, pueden apuntar la existencia de la facultad denominada


mediumnidad. Son ellos:
1. Ideas y sentimientos inusitados en forma de presenti-
mientos que acaban por hacerse realidad. Ocurre también como
si el individuo ya supiera anticipadamente lo que va a ocurrir,
permitiéndole actuar de acuerdo con certeza interna;

2. Fuertes dosis de intuición en cuanto a las pequeñas cosas


que pasan en lo cotidiano. Generalmente coloca al individuo en
un estado de conciencia de quien tiene el dominio de los eventos
del día, sin generar cualquier ansiedad;

3. Arrepentimientos tardíos después de actitudes inade-


cuadas que podrían haber sido evitadas. Son situaciones frecuentes
de ausencia de voluntad propia, en las cuales parece haber otra
personalidad en el control, trayendo falta de confort momentáneo;

4. Alteraciones constantes en la forma, en el contenido y en


el curso de los pensamientos promoviendo el desvío de la
elaboración de las ideas. Se presentan como fallos o ausencias en
el pensar, provocando serias alteraciones en la vida profesional,
afectiva y familiar de la persona;

5. Alteraciones orgánicas y de la censo-percepción no


atribuibles a factores funcionales ni las interferencias psicosomáti-
cas. Tales alteraciones pueden ir de la falta de confort orgánico a
alteraciones significativas de los cinco sentidos físicos, los cuales
pueden tornarse hipo o hiper-sensibles;

6. Manifestaciones repetitivas de sueños premonitorios o


de sueños frecuentes con personas que ya murieron. Frecuentes
sueños en los cuales eventos futuros son vistos por el soñador,
envolviendo a terceros o a sí mismo, como también sueños con
personas, familiares o no, ya desencarnados y que parecen querer
transmitir algún mensaje;
50
Psicología y Mediumnidad

7. Sensaciones constantes de presencias a su alrededor, o


de terceros, de seres invisibles. Ocurre como si algo envolviera a
la persona y le transmitiera la sensación de alguna compañía no
visible. A veces, la persona siente una alteración en su estado de
conciencia;

8. Ruidos y golpes a su alrededor, que no pueden atribuirse


a factores físicos conocidos. Son ruidos que parecen venir de
dentro de las paredes o de objetos macizos como golpes fuertes
y rápidos;

9. Audición de voces aparentemente oriundas del interior


de la cabeza. Sonidos de palabras o de músicas que suenan en el
interior de la cabeza y que no se originan en un lugar externo;

10. Sobrexistación motora seguida de un fuerte deseo de


escribir. En ocasiones, se inicia con una persistente idea inusitada
sobre algún tema. Muchas veces, tal deseo está acompañado de
temblores de uno de los brazos, el cual presenta movimientos
repetidos sin control consciente de la persona;

11. Sensación descontrolada de que podrá ser tomado por


algo, seguido de un fuerte deseo de hablar. Se presenta, muchas
veces, como una falta de confort toráxico y una necesidad de
gritar o llorar. Puede surgir también, como si alguna parte del cuerpo
fuera acometida por un intenso dolor agudo;

12. Facilidad en obtener la cura de enfermedades ajenas,


por el simple deseo de obtenerla o por la proximidad al enfermo.
La persona, por el deseo consciente o no, percibe la cura o mejora
de enfermedades en terceros por el contacto físico o por su simple
presencia;

13. Producción de conocimientos que no se atribuyen al


saber del individuo ni y a la falta del mismo. Cuando después de
51
adenáuer novaes

la simple actividad de escribir o de hablar en público, la persona


observa o alguien le dice que lo que producía es de excelente
contenido y de calidad superior a los conocimientos intelectuales
que posee.

14.Obtención de índices por encima de los niveles


aceptables en las cartas Zenner 1. Cuando se hace la prueba Zenner,
y el porcentaje de aciertos en la retro-cognición y en la
precognición presenta niveles por encima del promedio;

15. Descubrimientos psicométricos2 en experiencias típicas.


Cuando el índice de aciertos en los detalles de objetos en la prueba
de psicometría es superior al normal;

16. Constantes experiencias emocionales de “deja vü”.


Cuando la persona tiene frecuentes experiencias emocionales de
haber estado en determinados lugares antes, sin conscientemente
haberlos conocido.

1
Prueba que utiliza una baraja de 25 cartas con cinco naipes (líneas onduladas,
círculo, cuadrado, estrella y cruz) para identificar las facultades paranormales de
retro-cognición, precognición, entre otras.
2
Viene de Psicometría, facultad que permite al individuo entrar en contacto con la
historia pasada del objeto que toca, captándole las vibraciones de los eventos que
ocurrieron en su entorno, en él impregnadas.

52
Psicología y Mediumnidad

Mediumnidad y sintonia

S intonizar con los espíritus es predisponerse al contacto


psíquico con ellos, de forma consciente o inconsciente, no sólo
por pensar sino también por sentir. Naturalmente ya estamos
sintonizados con ellos por causa de nuestro padrón psíquico de
pensar y sentir. Nuestros actos no sólo resultan de esos dos
padrones como también de las influencias del medio en el cual
son ejecutados, incluyendo ahí las interferencias psíquicas de
encarnados y de desencarnados.
Pensamientos y sentimientos son la base de nuestras
acciones. El pensamiento humano consciente es un foco, no es
posible fijarlo en más de una idea simultáneamente, sin embargo,
se pueden retener distintas captaciones en un mismo instante.
Cuando queremos sintonizar con los espíritus debemos descen-
tralizar el pensamiento de una idea fija para que podamos captar
otra idea que por ventura esté disponible a la conciencia. El foco
del pensamiento sin dirección favorece la captación de ideas
provenientes de mentes desencarnadas que se coloquen en una
frecuencia similar a la nuestra.
Sintonizar con un pensamiento o idea ajena es una actividad
que exige disponibilidad para desconectarse del propio pensar
hasta el inicio de la captación de la onda mental externa. El foco
del pensamiento se consigue cuando el ego, centro de la conciencia,
53
adenáuer novaes

se adueña de una idea especifica, asociando otras disponibles en


su campo. El ego volcado exclusivamente para una idea, com-
binado con la impregnación de una emoción específica configura
una frecuencia psíquica. La frecuencia psíquica es, entonces, la
unión de una idea con un sentimiento especifico. La impregnación
es la propiedad que envuelve un objeto en una calidad que no le
pertenece, pero que a él se agrega de forma imperceptible.
Cuando deseamos comunicarnos con los espíritus desen-
carnados estamos en una determinada frecuencia psíquica para
tal. Si queremos cambiarla tendremos que alterar la emoción o el
pensamiento. El estado de oración es una forma de cambio de
ambos. La sintonía no se da solamente por un momento y en
estado de oración, pero principalmente por el modo de ser del
individuo, por su naturaleza íntima, por los sentimientos e ideas
que tiene.
La sintonía momentánea que se pretende hacer con un
desencarnado infeliz, inseguro, enfermo o algo parecido, durante
una reunión mediúmnica, no se hace emitiendo malos pensamientos
o sentimientos negativos, sino por una predisposición psíquica
voluntaria. Sintonizar es estar en la misma frecuencia psíquica del
otro, pudiendo captar y emitir pensamientos simultáneamente.
Tener buenos pensamientos no es sólo simplemente construir
buenas ideas en el momento en que se quiera conectar con los
espíritus desencarnados volcados para el Bien, sino también
establecer un estilo de vida personal que favorezca naturalmente
su surgimiento. Buenos pensamientos contribuyen para la sintonía
con Buenos Espíritus. Buenos sentimientos fortalecen la conexión
del individuo con aquellos espíritus, en la medida que se construyan
con base en la bondad y en el amor. El cariño de la persona es
una de las formas más seguras de construir sentimientos superiores.
Sin embargo, no se deben cultivar, el hecho de tener malos
pensamientos, así como tener rabia, no impide el contacto con los
Buenos Espíritus, visto que se trata de posibilidades humanas
naturales. Adoptar o librarse rápidamente de los malos
54
Psicología y Mediumnidad

pensamientos y de la rabia, puede ser un equívoco, pues antes


debemos cuestionarnos sobre su causa y procedencia, para
después ocuparnos en dar dirección a la energía psíquica que
ellos movilizan.
Personas desencarnadas o no, de distintas índoles y niveles
evolutivos diferentes, buenas o malas, pueden sintonizarse,
conciente o inconsciente, cuando se encuentran en una misma
frecuencia vibratoria.

55
adenáuer novaes

Fenómenos psíquicos
resultantes

L a gran mayoría de los síntomas presentes en las


psicosis y en otros trastornos psíquicos, que alteran significati-
vamente el curso y el contenido del pensamiento, se acentúan por
la existencia de la facultad mediúmnica, todavía embrionaria en el
ser humano y, por tanto, sin la debida educación.
La penetración de pensamiento de un desencarnado en la
mente de un encarnado puede provocar una serie de trastornos en
aquel que recibe la interferencia. Cuando hay una fuerte conexión
entre ambos, estructurada en experiencias vividas por ellos
anteriormente, el trastorno es más serio y tiende a alterar
significativamente el curso de las ideas del encarnado. Cuando el
desencarnado tuvo alguna relación con vidas pasadas del encarnado,
su presencia en el campo psíquico de este promueve sensaciones y
emociones que se asemejan a las que tuvieron en el pasado. El
desencarnado tiende a sensibilizar contenidos psíquicos archivados
en el inconsciente evocándolos a la conciencia o alterando su campo.
Aquella presencia provocará varias alteraciones en el estado
psíquico y emocional del encarnado de forma inconsciente. Cuanto
más consciente el médium sea de su facultad y cuanto más él se
conozca interiormente, menos perturbación ella le traerá.
56
Psicología y Mediumnidad

Esa especie de invasión psíquica, cuando ocurre, parece


una falla en el curso del pensamiento sobre el cual se pierde el
control, pasando a tener otro orden de ideas, que si no se percibe,
determina la vivencia en un plano fantasioso. Es exactamente esa
mezcla de pensamientos que provoca perturbaciones psíquicas y
desorden en el psiquismo del encarnado, pudiendo evolucionar
para una psicopatología.
La facultad mediúmnica inherente al ser humano permite
una alteración en la frontera entre el inconsciente y la conciencia.
Favorece la permeabilidad de contenido hasta entonces incons-
ciente en dirección a la conciencia, sin el control del ego. Esa
invasión psíquica facilita asociaciones automáticas de contenidos
adversos existentes tanto en la conciencia como en el propio
inconsciente. Esos contenidos adversos se relacionan a los
aspectos admitidos como sobrenaturales o conectados a la
muerte. Resultan en asociaciones que interfieren en el estado
psíquico general promoviendo trastornos que, muchas veces,
se asemejan a los de las psicosis. Cualquier ser humano está
sujeto a esas invasiones, sin embargo no en todos, que felizmente
representan la gran mayoría, este factor evoluciona para una
patología psíquica.
La mediumnidad flexibiliza la penetración del ego en el
inconsciente favoreciendo un grado mayor de auto-descubrimiento
de los contenidos simbólicos ya existentes. Con ella, el individuo
se muestra más conocedor de sí mismo y de aquello que normal-
mente está oculto. Ella lo coloca en un estado alterado de conciencia
que le permite estar más disponible a las captaciones de los eventos
emitidos por encarnados, tanto como por desencarnados.
Ese contacto constante con los contenidos simbólicos
inconscientes, como las emisiones mentales de encarnados y de
desencarnados, podrá llevar al individuo al desequilibrio psíquico
o al brillantismo intelectual, dependiendo de su nivel de madurez
espiritual. La forma como el individuo utiliza su mediumnidad
contribuirá para la manifestación de perturbaciones psíquicas.
57
adenáuer novaes

En la mayoría de los casos, la mediumnidad hace que el


individuo se sienta fuera del mundo real y alejado de su época.
Muchas veces, percibe las cosas bajo una óptica diferente del
censo común, lo que lo hace sentirse raro y fuera de lugar.

58
Psicología y Mediumnidad

Invasiones psíquicas

L as invasiones psíquicas a que el ser humano está sujeto


no derivan de la mediumnidad, pero son por ella facilitadas. Son
manifestaciones comunes al psiquismo humano sin ser patologías.
Son ideas y emociones que se conectan abruptamente al ego, lo
cual queda por ellas afectado.
Las invasiones son irrupciones inconscientes que asoman a
la conciencia por fuerza de fuertes y densos complejos estructu-
rados en vidas pasadas, que pueden promover graves trastornos
psíquicos. Los complejos pueden ser accionados por mecanismos
automáticos, que provienen de eventos externos que se conectan
a ellos, o por fuerza de influencias espirituales.
Son afecciones del psiquismo cuya erradicación es de difícil
alcance en virtud de las íntimas conexiones internas. El ego
conectado a un fuerte complejo, tendrá dificultad de desligarse
de él sin ayuda externa. De la misma forma, la conexión entre un
desencarnado y un encarnado, por causa de un fuerte sentimiento
entre ellos, difícilmente se deshace sin que uno de ellos se
modifique.
Todo ser humano posee experiencias de vidas pasadas
guardadas en el inconsciente que, por la intensidad de la energía
emocional se generaron cuando fueron vividas, quedando emitidas
frecuencias características, que permiten atraer (o son percibidas)
59
adenáuer novaes

otras mentes que se encuentran en el mismo padrón. Son


exactamente esas experiencias y sus emociones típicas que revisten
nuestro modo de pensar, sentir y actuar. Ellas facultan las invasiones
psíquicas sin la intervención de la vida consciente.
Las irrupciones psíquicas, cuando más intensas y desequili-
bradas, provocan las psicosis y otros trastornos graves de la
personalidad. Cuanto mayor sea la intensidad emocional y cuanto
más consciente haya sido vivida en el pasado, más abrupta podrá
ser la irrupción en el presente.
Por ser una extensión de la conciencia, las alteraciones
químicas provocadas en el córtex cerebral interfieren en las
irrupciones psíquicas. Meditaciones que inhiben el sistema nervioso
central disminuyen el campo de la conciencia accesible al ego,
reduciendo las irrupciones de la conciencia, sin embargo, limitan
la vida y las posibilidades de crecimiento del individuo.
Más allá de que no sea ella quien las provoca, las irrupciones
abruptas del inconsciente serán favorecidas por la mediumnidad,
cuya existencia amplía el campo de acceso de la conciencia al
inconsciente.
Para reducir los efectos de esas naturales irrupciones se
debe buscar traer equilibradamente los contenidos inconscientes
a la conciencia. El expresar lo inconsciente es fundamental para el
desarrollo psíquico del ser humano.
La expresión adecuada del inconsciente, buscando entender
el mito personal que vivencia, los procesos repetitivos, los
padrones de comportamiento personal, los símbolos y rituales
adoptados en la vida, contribuyen a la reducción de las irrupciones
abruptas del inconsciente. La comprensión de estos procesos y la
búsqueda de su significado trascendente llevarán a la manifestación
del inconsciente bajo el control del ego. Cuanto más entienda el
individuo los símbolos que interfieren en su vida, mejor la conducirá,
con o sin las invasiones psíquicas.
Tales invasiones pueden ocurrir durante el sueño por vía
del alivio psíquico promovido por los sueños. Una de las formas
60
Psicología y Mediumnidad

de evitar la posibilidad de que los sueños sean vehículos de


procesos que desencadenan ese tipo de invasión psíquica es el
hábito sano de interpretar los símbolos contenidos en ellos.
La prevención de las irrupciones psíquicas se promueve en
el pensar, en el actuar y en el sentir en equilibrio y armonía, por
parte del individuo, en el proceso de buscar una buena relación
con los contenidos del inconsciente. Entender la subjetividad del
mundo, como saber interpretar adecuadamente los símbolos de
la vida, es fundamental para una equilibrada asimilación de los
contenidos del inconsciente.

61
adenáuer novaes

Él yo separado en el
fenómeno mediumnico

T odo individuo que ejerce la mediumnidad osten-


sivamente y por mucho tiempo flexibiliza naturalmente la relación
entre la conciencia y el inconsciente de tal forma que las puertas
de este último quedan demasiado abiertas. Es natural que ocurra
el riesgo de asimilar los símbolos existentes en el inconsciente,
vivenciándolos nuevamente. El ego no sólo queda expuesto a las
influencias de los complejos como también a la mayor posibilidad
de identificarse con personas3 vividas en otras encarnaciones. La
identificación del ego con una persona del pasado reencarnado
puede ocurrir siempre que una experiencia emocionalmente fuerte
haya sido vivida por el espíritu sin que él haya conseguido desligarse
de ella.

3
El termo persona derivada de las máscaras que los actores griegos usaban para los
diversos papeles o personalidades que interpretaban. Es el aspecto ideal del yo que
se presenta al mundo y que forma la necesidad de adaptación y convivencia
personal. Es lo que se piensa que es. Muchas veces la persona es influenciada por
la psique colectiva confundiendo nuestras acciones como si fuesen individuales.
Ella representa un pacto entre el individuo y la sociedad, siendo un conjunto de
personalidades o una multiplicidad de persona en una solo. La identificación del
ego con la persona, cuando ocurre, provoca el alejamiento de nuestra identidad
personal, esto es, corremos el riesgo de no sabernos quién realmente somos.
(Concepto extraído del libro “Sueños: mensajes del alma”, del autor).

62
Psicología y Mediumnidad

La mediumnidad ejercida con equilibrio exige un ego maduro


y estructurado para que esa posibilidad se reduzca.
Cuando esto ocurre se da una especie de separación en el
ego que queda dividido entre la realidad actual y los contenidos
inconscientes. Un ego maduro y estructurado es aquel que, entre
otras cualidades, guarda una estrecha relación con el Self, es auto-
determinado, sabe evitar identificarse con la psique colectiva,
separa su vida privada de su tarea mediúmnica. El médium cuyo
ego es maduro y no se auto-titula misionero ni acepta tal condición.
No vive exclusivamente este papel, por la necesidad de vivir la
vida en la materia, inmerso en las ocupaciones normales de la
sociedad encarnada.
La división del yo, típica en la esquizofrenia, puede ocurrir
en el fenómeno mediúmnico en virtud de la profunda conexión
entre mentes que se alinean en una misma frecuencia, cuando una
de ellas sucumbe a la otra. En la esquizofrenia no se tiene el debido
control en la división ni es consciente el individuo, que imposibili-
tado de hacer cualquier cosa, se ve en realidades distintas y conflic-
tivas. En un momento se ve envuelto por una experiencia vivida
en reencarnaciones pasadas, en otro se ve en contacto con entida-
des desencarnadas y en otro todavía se percibe viviendo en la
realidad actual. Muchas veces las tres experiencias emocionales
se juntan promoviendo un gran trastorno psíquico. En el fenómeno
mediúmnico no es muy diferente, sin embargo, él yo que se separa
no pierde el dominio sobre aquel que desea comunicarse, ni
tampoco sobre sus propias experiencias pasadas.
Aun en los momentos de lucidez y de afectivo contacto con
su personalidad actual, consciente de la realidad, el portador de
la esquizofrenia sabe que su mente vive en constante inestabilidad,
en la cual la división puede ser inevitable.
En el trastorno psíquico, la división del yo se caracteriza
por la pérdida del control sobre la conciencia, donde el ego no
consigue dominar sus contenidos, es decir, tornarse incapaz de
mantenerse como ordenador de aquel campo. En el fenómeno
63
adenáuer novaes

mediúmnico, más allá de que pueda haber pérdida de control sobre


la conciencia, el propio médium, temporariamente desconectado
de parte de ella (córtex), mantiene el control sobre lo que ocurre.
La conciencia se mantiene, sin embargo, la energía psíquica no
está totalmente volcada para sus contenidos, lo que caracteriza
un estado alterado de ella. Esta separación proviene de un pode-
roso mecanismo de desconexión del ego, que pierde su autonomía
por el predominio que permite a otro ego expresarse.
Cuando el ego se identifica con una o más personas (ego-
identidad)4, o cuando se conecta con un intenso complejo
emocional inconsciente puede que haya también, en caso de que
no haya control del médium, una separación.
La separación del ego identidad presente proviene de la
fragilidad por la falta de aceptación de sí mismo y de identificación
externa no consciente. La identificación del ego actual con una
persona pasada también proviene de la intensidad como ésta haya
sido vivida, de la importancia que se le atribuye y de las influencias
espirituales que él atrae.
El fortalecimiento del ego-identidad es fundamental para
que aquella identificación tenga poca influencia. Ese fortalecimiento,
que será importante para evitar la división del yo (ego), se favorece
por los estímulos maternos y paternos en la edad infantil (primera
infancia) hasta la adolescencia. Estimular es identificar reales
cualidades en el niño y decirle su importancia y el uso adecuado
de sus habilidades.
En el inicio de la pubertad (generalmente a partir de los 9
años) la reencarnación del espíritu todavía está sin completar y el
ego, identidad que él está formando todavía, se encuentra tímido
y no constituido integralmente. Es en esa fase que el individuo se
torna susceptible a los estímulos oriundos de figuras referenciales
(padre, madre, hermanos mayores, amigos etc.), como también
4
El ego es una función de la conciencia que tiene la propiedad de asociar contenidos,
dándoles energía psíquica. Es también un complejo. Cuando el espíritu lo toma
como representación de su identidad, se trona ego-identidad.

64
Psicología y Mediumnidad

propenso a la asimilación de los componentes característicos de


personas de vidas pasadas.
La identidad explicita en esta fase tiende a contribuir para
la separación del yo, sino es debidamente educada. El niño presente
debe ser debidamente orientado, sin represiones dogmáticas, ni
estímulos al uso irresponsable.
En las esquizofrenias y en ciertas psicosis en las cuales él
yo se encuentra separado, la mediumnidad también es componente
que contribuye para que tal separación ocurra. En ellas la educación
mediúmnica debe hacerse a partir de la provocación de un breve
bloqueo.

65
adenáuer novaes

Los complejos autónomos


y la mediumnidad

L os complejos son núcleos de pensamientos, ideas y


emociones, generadas a partir de las variadas experiencias del
Espíritu, que se estructuran en la psique por las asociaciones
inconscientes. Todos tenemos complejos y, a cada momento
estamos generando otros. Algunos, por fuerza de la energía
psíquica que adicionamos a las experiencias se tornan suficiente-
mente autónomos y con eso influye el ego de tal forma que pasa a
dirigirlo. Otros, solamente influencian el ego sin llegar a dominarlo.
El concepto de complejo no es aquí aplicado en el sentido estricto
patológico, pero sí en su amplitud como núcleo agregado de
pensamientos, ideas y emociones, resultado de experiencias, sin
que necesariamente provoque trastornos psíquicos. La conciencia
no posee dominio sobre las asociaciones, pues ellas son automáti-
cas y se van realizando en cada nueva experiencia del Espíritu.
Experiencias de encarnaciones distintas pueden ser instantánea-
mente conectadas en el inconsciente cuando generan idénticas
emociones.
Los complejos, como todo el inconsciente, se encuentran
en el periespíritu. Ellos no son los chakras, pues éstos son
manifestaciones enérgicas del periespíritu, perceptibles físicamente
66
Psicología y Mediumnidad

y que se encuentran en la superficie del cuerpo espiritual, tal como


la piel en el cuerpo físico. Con eso quiero decir que el periespíritu
es psíquico y energético simultáneamente.
El inconsciente que, como dije, se encuentra en el peries-
píritu, como buena parte de la psique o mente, contiene una vasta
red especialmente constituida, cuyos nudos se interconectan por
la semejanza de vibraciones y de emociones. Esa red se constituyó
en el periespíritu por las experiencias del Espíritu en cada
encarnación y viene siendo arquetípicamente elaborada a lo largo
de la evolución espiritual. Las tendencias del comportamiento
colectivo proporcionan experiencias que promueven la internaliza-
ción de contenidos emocionales, los cuales se van constituyendo
en la parte personal del inconsciente. El libre albedrío en contacto
con las tendencias arquetípicas va a estructurar los aspectos
singulares de la personalidad en el individuo.
Las experiencias de una persona se rellenan de motivaciones
consientes, motivaciones inconscientes, ideas lógicas, emociones
conscientes, emociones inconscientes, sensaciones corporales,
estímulos externos no percibidos, actitudes activas, actitudes inactivas
y el resultando racional y emocional de cada vivencia. Esos
componentes, interactuando instantáneamente, generan un conjunto
por un lado cohesivo y por otro conectado en sus partes, a otras
emociones de antiguas experiencias que se asemejan. La conexión
de partes de esas experiencias con la energía psíquica vinculada en
un tono emocional a uno o más arquetipos, caracteriza un complejo.
Las experiencias, en que ocurrió un contacto con lo sagrado,
lo trascendente, lo místico, la muerte o la divinidad, al asociarse
en el inconsciente, forman complejos que se conectan a funciones
específicas del periespíritu responsables por la mediumnidad. Son
aquellas experiencias que contribuyen para las alteraciones en las
capacidades mediúmnicas del individuo. Algunas experiencias las
desarrollan las amplían, otras las bloquean o atrofian.
Cuanto más consideramos lo mediúmnico como algo
sobrenatural, o como un contacto con lo sagrado, más estaremos
67
adenáuer novaes

contribuyendo para la consolidación de los complejos que


contienen experiencias adversas, ligadas a él. Es necesario que
consideremos la mediumnidad como un fenómeno natural y
funcional para la vida del espíritu encarnado o desencarnado.
Cuanto más procedamos así, mas reduciremos las influencias de
los complejos estructurados ligados al médium.
La mediumnidad, por favorecer una mayor conexión de la
conciencia con el inconsciente, permite que el médium esté más
vulnerable a las influencias de los complejos. La conciencia de la
existencia de propios complejos así como su disolución efectiva
es fundamental para que el médium reduzca la posibilidad de ser
tomado por cualquiera de ellos. Los complejos de culpa y de
poder son fácilmente asimilados por los mediums en virtud de su
nivel de evolución y de las experiencias pasadas que lo llevaron al
ejercicio institucional de la mediumnidad. El complejo de culpa
se debe a la represión religiosa y cultural de la sociedad en la cual
el médium vive. Tal culpa le provoca la necesidad de un alivio por
vía de la actividad consoladora misionaria. Esa actitud puede
conectarlo también al complejo de poder que le podrá estimular
la vanidad.
El contacto con lo sagrado y lo trascendente, tanto como
con lo mediúmnico, contribuye para el desarrollo y la ampliación
de las facultades mediúmnicas, en la misma proporción en que lo
hagamos plenamente concientes del aprendizaje que estemos
realizando. Para reducir las influencias de los complejos estructu-
rados en vidas pasadas, adquiridos en el contacto con lo sagrado,
debemos considerar que nada está fuera de lo divino y que
nosotros también lo somos.

68
Psicología y Mediumnidad

Cuidados con el desarrollo

Allan Kardec afirma que El Libro de los Médiums contiene


“Enseñanzas especiales de los Espíritus sobre la teoría de todos
los géneros de manifestaciones, los medios de comunicación
con el mundo invisible, el desarrollo de la mediumnidad, las
dificultades y los tropiezos que se pueden encontrar en la
práctica del Espiritismo.” Podemos darnos cuenta, que antes
de publicar el libro, tenía la preocupación con el desarrollo de la
mediumnidad, pues sabía que sería algo relevante en la práctica
del Espiritismo. Es importante añadir también, que consideraba el
desarrollo factible cuando había rudimentos de la facultad, es decir,
cuando el individuo observase señales de su existencia más notoria.
Para él, el ejercicio serio llevaría al desarrollo de las facultades
mediúmnicas, principalmente de la psicografía.
Desarrollar algo es hacerlo crecer en forma, en cantidad y
en contenido, a través de la propia naturaleza o por estímulos que
aceleren el proceso. Con respecto a la mediumnidad, los medios
se dan a través del ejercicio continuo y sistemático. Es necesario,
como bien dijo Allan Kardec, que existan rudimentos de la facultad
para que se desarrolle. Es en el ejercicio de sus modalidades que
el individuo descubrirá cual de los tipos de mediumnidad posee.
El ejercicio debe acompañarse con estudio serio y con persisten-
cia. Hay casos en que él aconseja que se haga el ejercicio durante
69
adenáuer novaes

varios meses seguidos, pues conocía médiums que sólo consiguie-


ron resultados después de seis meses.
Antes de iniciar el desarrollo de la propia mediumnidad, la
persona debe preguntarse cuál es el objetivo de hacerlo, teniendo
a la vista la necesidad de dar un posible sentido a la propia vida.
Aunque se quiera el bien de la humanidad o hacer caridad a los
espíritus desencarnados con el esclarecimiento, o aún buscar la
propia redención, se debe tener una visión a largo plazo en la
actual encarnación. El ejercicio de la mediumnidad llamado
socorrista requiere abnegación y ciertos sacrificios. Es importante
que el candidato a tal puesto mida antes, sus posibilidades para
no culparse más adelante cuando descubra que no era aquello lo
que quería para sí.
El desarrollo de la mediumnidad se constituye con el
ejercicio de un determinado tipo de uso y por la conexión con
espíritus que se interesan por la comunicación que se pretende
establecer. Es importante que no se asista a una reunión para
desarrollar la mediumnidad sin descubrir antes que tipo de
mediúmnidad posee notoriamente. Sería conveniente no sólo
estudiar antes el espiritismo, junto a personas con más experiencia,
como también hacer algunas pruebas de detección.
Recomiendo que la persona haga algunos de los ejercicios
que constan en el capítulo “Pequeños ejercicios prácticos”, así
como prueba de su sensibilidad mediúmnica.
Los espíritus que se colocan junto a los candidatos evidentes
a médiums, generalmente buscan el bien de sus pupilos así como
el progreso de la humanidad. Ellos también, procuran el propio
crecimiento espiritual, pues están en vías de reencarnar y pretenden
continuar en contacto con la mediumnidad. Es importante que el
encarnado procure establecer una relación simpática con el
desencarnado, en la cual haya confianza y amistad. Como siempre,
debe ser una relación en la cual ambos se consideren en el mismo
nivel de evolución.
El desarrollo de la mediumnidad se favorece por la constante
conexión que el individuo debe hacer con su intuición y también
70
Psicología y Mediumnidad

cultivando siempre la certeza de estar en compañía de los espíritus.


La intuición es un instrumento poderoso en la vida del ser humano,
pues es con ella que los espíritus cuentan para pasar sus ideas a
los encarnados, cuando éstos no presentan mediumnidad evidente.
La mediumnidad no debe desarrollarse simplemente por
una obsesión. Más allá de que pueda desarrollarse después de
tratada la obsesión, ésta debe considerarse como una expresión
del inconsciente aflorada por influencia de una o más entidades
espirituales. El desarrollo y la educación de la mediumnidad deben
ocurrir siempre que el individuo lo desee, por tenerla naturalmente,
o cuando haya señales evidentes de su manifestación explícita.
Aunque la mediumnidad pueda desarrollarse en cualquier sitio,
inclusive en casa, es conveniente, por razones de seguridad
personal, que ocurra en un Centro Espirita cuya orientación
doctrinaria se basa en las obras de Allan Kardec.
Uno de los factores que contribuye mucho al desarrollo de
la mediumnidad es la conciencia de la existencia en sí mismo, pues
eso propicia la disposición psíquica a la manifestación de los
fenómenos. Tal disposición puede en un primer momento, suscitar
la imaginación, sin emabargo, después de cierto tiempo de
ejercicio, la propia persona podrá discernir sobre lo que ocurre.
Si se tiene dificultad en hacerlo, es conveniente que explique sus
sensaciones e impresiones a personas con más experiencia.
Los factores que facilitan el desarrollo armónico de la
facultad mediumnica son:
a) Disciplina al hacer ciertos ejercicios ligados al desarrollo.
Debe hacer los mismos ejercicios todos los días, en el mismo
horario y de preferencia, en el mismo lugar;
b) Foco de atención al curso del propio pensamiento.
Buscar un lugar donde pueda aislarse, sin molestias externas.
Mantenga el pensamiento volcado a los propios objetivos;
c) Atención volcada para sus propias sensaciones, emocio-
nes e ideas. Procurar integrar mente y cuerpo como un único
sistema;
71
adenáuer novaes

d) La oración sentida emocionalmente. Buscar mantenerse


en oración rogando a Dios y a los Buenos Espíritus la oportunidad
de mantener una conexión mediúmnica;
e) El contacto más frecuente y consciente con espíritus.
Procurar participar de grupos que se dedican al estudio de la
mente, de la mediumnidad o de cuestiones ligadas a los espíritus
desencarnados;
f) Entrar en contacto con otros médiums. El contacto
frecuente con personas que ya tengan la facultad mediúmnica
desarrollada y bajo control, le ayudará a quien se coloque a su
lado.
Aunque se quiera obtener el desarrollo de la mediumnidad
es posible que ella no aflore en la intensidad que se desea. Hay
factores psicológicos inconscientes y espirituales que pueden
interferir. Los factores psicológicos inconscientes pueden promover
un bloqueo que impida el desarrollo da la facultad. El bloqueo
puede ser una protección del propio individuo a la invasión de
contenidos inconscientes que le podrían traer desequilibrios. Ese
mismo bloqueo se puede dar por miedo o inseguridad, que pueden
ser eliminados con paciencia, persistencia y estudio. Los factores
espirituales pueden estar relacionados al proceso evolutivo del
individuo, cuyo conocimiento y evaluación se refiere a espíritus
que le supervisan la encarnación.

72
Psicología y Mediumnidad

Mediumnidad y sueños

L os sueños son producciones espontáneas del incons-


ciente, sin la participación directa del ego. Ellos brotan de las
conexiones psíquicas que forman los nudos de las redes de los
complejos. Son expresiones del Espíritu que alivian las tensiones
generadas por el conjunto de emociones de experiencias de vidas
sucesivas. No son quimeras ni fantasías, sino legítimas imágenes
cargadas de significado aparentemente incomprensible.
Son resultados simbólicos de las intensas emanaciones de
las experiencias vividas por el espíritu, que quedan grabadas en el
periespíritu, esas experiencias pueden ser manifestaciones en el
momento del sueño, de la vida actual, de vidas pasadas, así como
pronósticos en cuanto al futuro.
Los sueños que retratan vivencias del espíritu durante el
sueño del cuerpo físico, contienen menos símbolos y son más
nítidos y lógicos que aquellos que traen informaciones sobre vidas
pasadas. Sin embargo, cualquiera sea el contenido de los sueños,
siempre tendrá símbolos para decodificar.
La existencia de la facultad mediúmnica desarrollada
favorece la producción de sueños con poco contenido simbólico,
pues el inconsciente de los médiums notorios está más abierto a la
conciencia. Tal apertura favorece el alivio natural de las tensiones
inconscientes, conforme el médium vaya tratando armónicamente
los fenómenos resultantes de su relación con lo espiritual.
73
adenáuer novaes

Aunque los sueños retraten aspectos de la vida del soñador,


conteniendo realidades que le pertenecen, algunos médiums tienen
la facilidad de soñar con informaciones sobre la vida de otras
personas. Eso es raro y denota la existencia de una facultad psíquica
especial.
Hay personas que sueñan con eventos que frecuentemente
terminan por suceder. Son los llamados sueños premonitorios.
Ese tipo de mediumnidad no sólo proviene del contacto del médium
con espíritus que le proporcionaran conocimientos más allá del
sentido común, como también por la mayor flexibilidad del médium
para investigar en su inconsciente, obteniendo informaciones más
amplias para prever el futuro. No son previsiones absolutas, sino
posibilidades de que sucedan, con alto porcentaje de probabilidad.
La premonición es siempre una posibilidad y no un hecho futuro
absoluto.
Los sueños de los médiums pueden estar mezclados con
ideas, emociones e informaciones de espíritus desencarnados con
los que mantienen contacto próximo. Los espíritus que por ventura
se encuentren en el campo psíquico del médium podrán por
influencia, alterar el contenido de sus sueños. Los símbolos pre-
sentes en ellos pueden estar mezclados a los propios del incons-
ciente del médium. Los tipos de símbolos sirven como elementos
de identificación de sueños que son vivencias espirituales, de los
sueños comunes y oriundos de la psique del propio individuo. Es
siempre oportuno que los médiums ostensivos lleven sus sueños a
personas que tengan conocimiento psicológico y espirita para que
los interpreten, para que puedan auxiliarlos mejor en la comprensión
de los símbolos presentes en ellos.
Las personas que sueñan frecuentemente con otras que ya
fallecieron, familiares o no, poseen un tipo de mediumnidad a la
que llamo mediúmnidad onírica, pues ocurre durante el sueño y
sólo se percibe después de despertar. Su desarrollo está asociado
a la identificación de los personajes desencarnados presentes en
los sueños, así como a la interpretación adecuada de los mensajes
existentes en ellos.
74
Psicología y Mediumnidad

El médium onírico (no confundir con el médium sonámbulo)


siempre debe intentar interpretar sus sueños, si es posible conjun-
tamente con los familiares de los desencarnados que surgen en
ellos.

75
adenáuer novaes

Alteraciones somáticas

E l contacto con espíritus desencarnados provoca una


conexión muy próxima y a veces, demorada entre periespíritus,
pudiendo promover la transferencia de síntomas físicos de uno
hacia el otro. Una persona encarnada podrá tener sensaciones
que pertenecen a un desencarnado, en caso que mantenga un
contacto íntimo y prolongado con aquella. El cambio de fluidos
favorecerá la transferencia de síntomas. De la misma forma ocurre
en el ejercicio prolongado de la mediúmnidad, en virtud del
contacto constante con desencarnados, principalmente en las
actividades de desobsesión.
Con el uso de la mediúmnidad se flexibiliza el contacto del
médium con su inconsciente, lo que favorece la absorción por el
cuerpo físico de sensaciones y emociones guardadas en él, en
forma de complejos densamente cargados.
Las alteraciones físicas que ocurren por el uso de la
mediumnidad dependerán de diversos factores, entre los cuales
destacamos:
1. Densos complejos existentes en el inconsciente. Cuanto
más intensos sean, mayor probabilidad de ser somatizados, si el
médium no se conscientiza y los trabaja debidamente;
2. Tipo de individuo desencarnado y sus intenciones. Cuanto
más enfermas sean las entidades espirituales, mayor su influencia
76
Psicología y Mediumnidad

nociva sobre el médium y mayor la posibilidad de que éste absorba


las emisiones de fluidos negativos, tornándose propenso a enfer-
medades;
3. Grado de sensibilidad del médium. Cuanto más sensible
sea mediúmnicamente, más probabilidades de absorber fluidos
espirituales tendrá;
4. Procesos karmicos expiatorios del médium. Cuando el
médium posee karmas ligados a las enfermedades, más fácilmente
se instalarán;
5. Descuido del médium y envolvimiento en situaciones de
riesgo moral. Cuando el médium descuida su salud, no teniendo
los cuidados necesarios con ella y cuando adopta prácticas
tentadoras a la moral y a las buenas costumbres.

En general, la presencia de espíritus desencarnados en el


campo psíquico de un médium promueve la asimilación de
periespíritu a periespíritu de frecuencias típicas o adversas de
ambos. El periespíritu de uno puede evocar (emular) frecuencias
adversas en el otro. No sólo el desencarnado transmite fluidos al
encarnado como al contrario.
Esa transmisión de fluidos de uno al otro, convencionalmente
llamada de obsesión, es inherente a la convivencia entre espíritus
encarnados y desencarnados. No hay como impedir que ocurra.
Se pueden evitar sus males, pero no se puede evitar que haya
absorción. Un desencarnado, cuando permanece por mucho tiempo
al lado de un encarnado (buena parte de la encarnación), tenderá a
asimilar sus características físicas (rostro, habla, manera de caminar,
envejecimiento, etc.) Esto también ocurre en el sentido inverso.
Una persona puede tener una enfermedad cuyo proceso se
inicie o se acelere por un desencarnado en su campo psíquico. La
predisposición existe, independiente del comportamiento de la
persona, pues es inherente a la convivencia. Funciona como un
perfume que se huele por el simple hecho de tener un órgano
capaz de percibir la emanación. Eso sirve para buenas o malas
77
adenáuer novaes

vibraciones, es decir, para las frecuencias psíquicas agradables y


desagradables.
La mediúmnidad facilita la conexión del periespíritu de un
desencarnado al de un encarnado, que trasmitirá la captación de
vibraciones al cuerpo físico. Este sufrirá las consecuencias de tal
proximidad. Las alteraciones se tornan menos perjudiciales cuanto
mayores sean los contactos del médium con los Buenos Espíritus.
Eso se da poco a poco mientras se eleve moralmente.
Hay alteraciones somáticas que no derivan de las influencias
espirituales, sino que provienen de la asimilación del cuerpo físico
de enfermedades que se localizan en el periespíritu del propio
individuo, por sus actitudes en el pasado. Son sus propios procesos
karmicos en curso.
Hay enfermedades provocadas por el mal funcionamiento
orgánico, hay aquellas psicosomáticas y otras provocadas por
desencarnados. Las psicosomáticas son consecuencias de nuestro
modo de sentir, pensar y actuar en la vida y que, por activar
complejos inconscientes, promueven alteraciones en el cuerpo
físico.
La mediúmnidad no provoca enfermedades, ni tampoco su
falta será la causa de ellas. Ella es apenas una puerta semi-abierta
a lo espiritual que debe ser adecuadamente cerrada y abierta en
determinados momentos.

78
Psicología y Mediumnidad

Mediumnidad y embarazo

¿Cuál será la influencia del ejercicio de la mediúmnidad


durante el embarazo? ¿Hay por ventura alguna contra-indicación?
Por ahora no hay estudios más profundos sobre la influencia de la
mediumnidad en el embarazo y viceversa. Hay referencias de
aumento de sensibilidad de la médium durante el embarazo.
Como la mujer está más sensible emocionalmente, es verdad
que ampliará sus capacidades intuitivas y emocionales, favore-
ciendo el ejercicio de la mediúmnidad en ese campo, pero no
afectará otros tipos de facultades mediúmnicas que dependen
directamente del estado emocional del médium.
El embarazo es un fenómeno natural en la vida de una mujer
y su organismo se prepara adecuadamente para que ello ocurra.
Las condiciones especiales de una gestación alteran el estado de
sensibilidad del organismo y por algún motivo especial, el estado
psíquico general de la mujer. Cuando existe desarrollo de la
mediúmnidad durante el embarazo, la mujer debe evaluar su estado
psíquico general para no confundirse y no perjudicar su relación
con el bebe. El ejercicio de la mediumnidad ostensiva puede con-
tribuir para que el espíritu reencarnante pueda perturbarse,
principalmente si su estado sea frágil e inspire cuidados.
El embarazo no es apenas una predisposición e interacción
orgánica, sino una interacción periespiritual. Además de la conexión
79
adenáuer novaes

orgánica entre madre e hijo hay también otra de naturaleza energética


entre un periespíritu y otro, que promoverá alteraciones significativas
en el modo de pensar y sentir de ambos. El hecho de tornarse
madre, las alteraciones de las respuestas culturales del medio para
con ella, que adopta un trato especial, además de los complejos
activados por la conexión entre madre e hijo, son circunstancias
que promueven alteraciones en el campo psíquico de la mujer.
Durante la gestación no se tiene idea precisa del estado del
reencarnado, como tampoco si él se encuentra dentro o fuera del
cuerpo en formación, más allá de que permanezca siempre ligado
mediante los fluidos, a él. Creo que cuanto más próximo esté al
cuerpo físico de la madre, más sufrirá las influencias que ella
soportará en el ejercicio de la mediúmnidad ostensiva.
Dependiendo del estado del reencarnante, la madre podrá
captar sus pensamientos y transmitirlos mediúmnicamente. Tal
manifestación no es del todo imposible, pues hay espíritus que
permanecen lúcidos por mucho tiempo durante la gestación. Aún
en estado de hibernación, estará en íntima conexión mental con la
madre, compartiendo pensamientos y emociones, lo que favore-
cerá una posible comunicación mediúmnica.
La unión de los dos periespíritus o la simple conexión entre
ellos activará centros de fuerza en la madre que la capacitan para
una mayor sensibilidad mediúmnica. A aquellas que ejercen la
mediúmnidad con más seguridad, el embarazo tenderá a perfec-
cionar su facultad durante este período. No siempre en el embarazo
se siente segura para el ejercicio de la mediúmnidad ostensiva,
por su mayor sensibilidad y por centralizar su atención en hijo y
en su estado. Cuando se sienta menos segura es adecuado suspen-
der temporalmente los ejercicios de actividades mediúmnicas más
ostensivas, principalmente el trato con los espíritus más agresivos
y enfermos. Después del nacimiento del bebé, se puede retornar
a las actividades mediúmnicas normales. Otras formas de ejercicio
mediúmnico, inclusive el pase, no interfieren en el embarazo ni
sufren sus interferencias.
80
Psicología y Mediumnidad

Obsesión y trastornos psíquicos

N o es sencillo diferenciar en el ser humano aquello


que es psicológico de lo que es psicopatológico. La línea divisoria
inexistente y los fenómenos que afectan a una persona pueden no
afectar a otra. Todo pasa en el mundo íntimo de cada uno, y la
forma como se maneja internamente con los eventos externos, será
factor de desequilibrio o no. Si ya es difícil diferenciar lo psicológico
de lo psicopatológico, lo es mucho más, establecer la influencia de
la mediumnidad en ambos casos. En sentido estricto, la mediumnidad
está presente tanto en los fenómenos psicológicos comunes, como
también, y principalmente, en los complejos procesos psicopatoló-
gicos. El Psicológico, psicopatológico y mediúmnico son campos
que interfieren los unos en los otros y que merecen estudios
interdisciplinarios sin preconceptos, tanto por los espíritas como
(más) por los psiquiatras y psicólogos. Hay mucho que aprender si
se evitan los rechazos y prejuicios de ambas partes.
Como bien denominó Allan Kardec la obsesión es el
“dominio que algunos Espíritus logran adquirir sobre ciertas
personas. Nunca es practicada sino por los Espíritus inferiores,
que procuran dominar.”5
5
Proceso de crecimiento personal descrito por Jung, que incluye la madurez del
ego, la integración de la sombra, la disolución de los complejos, el reconocimiento
de las personas, el encuentro con la animalidad y la realización del Self.

81
adenáuer novaes

Cualquier ser humano es susceptible a la obsesión, pues las


influencias espirituales en la vida cotidiana son comunes y ocurren
en todo momento. Algunas personas son más frágiles e inmaduras
psíquicamente y, por lo tanto, más susceptibles a aquel dominio,
teniendo dificultades de evitar que sean blancos fáciles de la
obsesión. Los medios de hacerlo están a disposición de cualquiera,
desde el momento en que eduque su sentir, su pensar y su actuar.
Es difícil distinguir o separar un trastorno psíquico de la
obsesión, teniendo en cuenta, no sólo las semejanzas de las causas
que los provocan, como también las características comunes de
los síntomas que presentan. Se puede afirmar, sin temor a
equivocarse, que ellos ocurren simultáneamente en los portadores
de uno y de otro. La intersección entre las afecciones psíquicas y
la obsesión es mayor de lo que se supone y es un equívoco tratar
de una, despreciando a la otra.
Las obsesiones, como los trastornos psíquicos, son clasifica-
das de acuerdo con la intensidad y tipo de síntomas que presentan.
Cuanto más coacción se ejerza al libre albedrío y se limite la
voluntad del individuo que de ellas o de ellos son víctimas, más
difícil es su cura. Las causas se localizan en las actitudes actuales
y pasadas de la persona, principalmente cuando ellas hirieron el
derecho de alguien o agredieron las leyes de Dios. Los espíritus
que provocan las obsesiones así proceden, en la mayoría de los
casos, por venganza por lo que sufrieron en otras existencias, por
la que ya están sufriendo y quieren que otros sufran, y también
por cobardía. Por los efectos que producen se puede identificar
si una persona se encuentra bajo obsesión.
Son señales características de la obsesión:
1. Fallos frecuentes en el curso, contenido o forma del
pensamiento, con consecuentes perturbaciones en el contacto con
la realidad;
2. Alteraciones frecuentes de comportamiento con descono-
cimiento de la persona, generando contrariedad y dificultades en
vivir la normalidad cotidiana;
82
Psicología y Mediumnidad

3. Perturbaciones psicóticas (alucinaciones, delirios perse-


cutorios, audición de voces, etc.), que provoquen dificultades de
conciliación con la normalidad del ego);
4. Alteraciones constantes de la senso-percepción, promo-
viendo constantes distorsiones en la calidad y cantidad de lo que
se capta por los cinco sentidos;
5. Síntomas característicos del Síndrome de Pánico (taqui-
cardia, sensación de asfixia, miedo sin causa aparente, sudor frío
en las extremidades, miedo de salir solo, etc.), provocando
alteraciones en la vida diaria;
6. Sensaciones típicas de la mediumnidad no educada (vea
capítulo “Señales y síntomas característicos de la mediumnidad”),
perturbando la vida y las relaciones de la persona;
7. Alteraciones constantes en la cantidad y calidad del sueño,
provocando insomnios o sueño con más frecuencia de lo habitual;
8. Reincidencia de disturbios descritos por la Psiquiatría
Trastornos Mentales, excepto aquellos cuyas causas se deben a
problemas neurológicos y a los congénitos.
La graduación propuesta por Allan Kardec es una síntesis
que resume los efectos típicos de las obsesiones provocadas por
los espíritus desencarnados. Clasifica las obsesiones en tres tipos:
obsesión simple, fascinación y subyugación. La característica princi-
pal de la obsesión simple es la tenacidad en la agresión espiritual
a alguien, perpetrada por uno o más espíritus. En la fascinación es
la ilusión del pensamiento, falta de autocrítica, provocando
situaciones ridículas y vergonzosas al individuo, así como el aleja-
miento de quien pueda esclarecerlo. Ya en la subyugación ocurre
la parálisis de la voluntad, imposición de actitudes vergonzosas
provocando, en la mayoría de los casos, una irrupción psicótica o
la locura.
La clasificación propuesta por la Psiquiatría con relación a
los Trastornos Psíquicos es muy amplia en virtud de realizarla
exclusivamente por los síntomas, sin que se refiera a aquellas
provocadas por la obsesión espiritual. En algunos trastornos
83
adenáuer novaes

relacionados se puede observar que se trata de una obsesión


espiritual. La Psiquiatría tendría mucho que aprender con el
Espiritismo, sin embargo, éste tendrá que desdoblarse en muchos
de sus principios para poder efectivamente ayudar a aquellos que
se encuentran obsedados.
Creer que la Psicología y la Psiquiatría son capaces, con
los conocimientos resumidos por ellas hasta ahora, de resolver
los trastornos psíquicos sin considerar la obsesión, está tan equivo-
cado como creer que se puede tratar la obsesión sin resolver los
conflictos psicológicos del individuo.
No basta encaminar al obsedado al tratamiento de pases y
asistir a reuniones espíritas públicas, mientras se interceder en su
favor en las reuniones mediúmnicas de desobsesión. Añada a esas
prácticas las recomendaciones de realizar el Evangelio en el Hogar,
además de que el enfermo haga la llamada reforma íntima. Por si
solo, todo eso puede ser insuficiente, y en la mayoría de los casos
lo es, si no se realiza otro trabajo psicológico de análisis de los
procesos psíquicos que predispone al individuo a la obsesión, tales
como: sus culpas, sus miedos, sus complejos inconscientes, etc.
Los tratamientos psicológicos y psiquiátricos, para los graves
trastornos psíquicos en que está presente la obsesión, son frágiles.
Uno complementa el otro. El estudio de la facultad mediúmnica y
sus efectos sobre el psiquismo humano serán de gran valor para
la Psicología Clínica y para la Psiquiatría, que vendrán a ser, como
pensaba Allan Kardec, las verdaderas ciencias del Alma.

El Libro de los Médiums, cap. XXIII,


p. 297, 52ª Edición, 1985, FEB.

84
Psicología y Mediumnidad

Características de la obsesión
en los médiums ostensivos

L as personas que a temprana edad presentan señales


ostensivas de mediúmnidad están sujetas, con más intensidad a
sufrir graves obsesiones. Aún aquellos que ya se consideran
médiums pueden también sufrir algún tipo de influencia espiritual
con características de obsesión.
A continuación, presento algunos síntomas que denotan
obsesión en el médium, los cuales se extraen de las observaciones
de Allan Kardec en El Libro de los Médiums. El conjunto de
esas características en una sola persona no sólo se trata de
obsesión, como también de grave trastorno psíquico que impide
el crecimiento espiritual del portador de la mediumnidad ostensiva.
1. La actividad mediúmnica se muestra dominada por un
único espíritu desencarnado, o sea, el médium sólo se predispone
a ser intermediario de un determinado espíritu;
2. Ausencia de juicio crítico del médium en cuanto a la
calidad de sus comunicaciones. La característica principal en el
médium es alejarse de personas o grupos que puedan analizar el
producto de su facultad. Son refractarios a las consideraciones
de terceros y se valen de elogios de amigos que se colocan a su
lado;
85
adenáuer novaes

3. Creencia en la infalibilidad de los espíritus. Así ocurre


cuando el médium, por no sentirse suficientemente seguro de sí y
no confiar en su propio sentido común, cree que los espíritus que
se le acercan son sabios. Muchas veces el médium cree que de
esa forma está siendo humilde. A veces es un humilde sirviente, se
olvida que los espíritus son personas como él mismo;
4. Creer, en los elogios de los espíritus. Todo ser humano
tiene necesidad de ser elogiado. Esto es apenas el deseo del ego,
pero también por causa de complejos psíquicos inconscientes de
inferioridad que son activados. Hay espíritus que, para predominar
sobre ciertos médiums, se aprovechan maliciosamente de esa forma
de obsesión;
5. Alejamiento de personas que emiten opiniones útiles. Eso
ocurre cuando el médium desea ser exclusivo en su grupo, para
obtener notoriedad en el presente o en el futuro. Se torna
presuntuoso cuando así actúa;
6. Acepta toda crítica como negativa. Todo ser humano
tiene dificultad en aceptar las críticas que le hacen. El estar seguro
es una exigencia socio-cultural que impide, a primera vista, aceptar
la crítica, por más constructiva que sea. El orgullo también
contribuye fuertemente a eso, pues en general no se quiere para sí
la crítica y la inferioridad social;
7. Uso constante e inoportuno de la mediumnidad. Esta es
la manifestación más común entre los médiums, pues éste pasa a
destacarse exactamente por ser portador de la mediumnidad
ostensiva. La mayoría de las veces, él propio, por inseguridad,
siente un fuerte deseo de probar su mediumnidad. Quiere tener la
certeza de que realmente son los espíritus que realizan sus
“prodigios” y, a veces, se exhibe;
8. Situaciones que avergüenzan al médium. Algunas veces,
cuando existe obsesión por fascinación, se observan personas en
actitudes que avergüenzan, en las que el juicio crítico personal
desaparece. Por ejemplo: personas que dan escándalos públicos
reclamando pequeños derechos, cuya obtención podría ocurrir
86
Psicología y Mediumnidad

de otra forma mucho más tranquila, y que se arrepienten después


de lo ocurrido;
9. Desórdenes persistentes en torno del médium. Es común
a los médiums que no se resuelven como persona y no adoptan la
humildad como norma interna, que ocurran ciertos inconvenientes
en su vida personal. Pequeños contratiempos, dificultades
financieras, dificultades profesionales, entre otras. Ciertos espíritus
aprovechan la ignorancia del médium y su poca habilidad en
manejar su propia personalidad, provocando aquellos trastornos.
Si usted se encuadra en la categoría de médium ostensivo
que trabaja con mediumnidad hace mucho tiempo, verifique si
algunas de esas características están presentes en su práctica. En
caso que usted reconozca por lo menos una, busque sinceramente
un amigo con el cual usted pueda conversar al respecto. Tal vez él
pueda ayudarlo.

87
adenáuer novaes

Desobsesión y psicoterapia

L a desobsesión debe acompañarse de algún tipo de


terapia complementaria buscando la comprensión del individuo
en cuanto al porqué y al para qué ella se instaló. No basta curarse,
sino que es necesario principalmente descubrir como ella se instaló
y a servicio de qué vino. Ciertamente la Vida quiere, o quiso,
enseñar algo al obsesado que no se aprendió sin sufrir tanto.
Es muy importante que las personas que pasan o pasaron
por una obsesión busquen ayuda psicoterápica para complementar
el proceso de aprendizaje en cuanto a descubrirse a sí mismo. De
la misma forma, deben proceder aquellos que, aunque no estén
obsesados, tratan con la desobsesión. Todos los que se relacionan
con ese medio deben hacer algún tipo de análisis personal.
De preferencia ese proceso de análisis personal debe
hacerse por profesionales conocedores de la mediumnidad y de
la obsesión, a fin de auxiliar mejor y comprender al analizado.
La psicoterapia, como complemento a la desobsesión,
proviene del hecho de que la obsesión es un fenómeno cuyos
componentes básicos se encuentran en el inconsciente del
encarnado. Las experiencias y emociones que denunciaron algún
desconocimiento de las leyes de Dios, se encuentran en el
periespíritu a la espera de solución, para la educación del espíritu.
Mientras no se comprendan y se trabajen, el individuo estará
predispuesto a la obsesión.
88
Psicología y Mediumnidad

Los procesos de la obsesión y de la desobsesión envuelven


la existencia de tales experiencias, que emiten vibraciones
específicas, atrayendo espíritus vinculados a ellas y que están en
la mismo nivel vibratorio, promoviendo las influencias espirituales.
Las vibraciones son emitidas por los núcleos de los complejos
instalados en el inconsciente. La psicoterapia será útil para la
disolución de tales complejos.
El esclarecimiento que se da en las reuniones mediúmnicas
a los desencarnados y las orientaciones a los encarnados obsesa-
dos, no siempre son suficientes para la necesaria solución de los
conflictos de los individuos implicados. Ambos merecen, de un
lado y del otro, continuidad del tratamiento, para que entiendan
mejor las causas en si mismos. Los desencarnados continuarán
recibiendo ayuda por parte de los espíritus bienhechores. El
encarnado necesitará de auxilio semejante.
Los recursos utilizados para el tratamiento de las obsesiones
no son suficientes para una completa solución de los problemas
que ellas acarrean. Es necesaria una psicoterapia basada en la
condición de espíritu eterno, lo que contiene en si, en el inconsciente
periespiritual, una serie de complejos, culpas, miedos, frustraciones
etc., no resueltos. No se trata de una psicoterapia exclusivamente
basada en el karma o en la idea estricta de rescate. El Espiritismo
es mucho más rico que el reducido pensamiento que se hace
normalmente de él, cuando pasa la idea equivocada de que estamos
aquí apenas por la llamada “ley de causa y efecto”.
Una obsesión no se instala por una acción del pasado, sino
por un conjunto de actitudes, ideas y emociones que envuelven la
vida de alguien. Hay que entender que estamos tratando con perso-
nalidades y no con máquinas. La llamada “ley de causa e efecto” no
se aplica al psiquismo humano de forma lineal, como en la Física
Clásica, pues entre la causa y el efecto hay leyes misericordiosas
que actúan a favor del aprendizaje de quien se equivocó.
La confluencia entre una psicoterapia basada en una psico-
logía espiritual y el tratamiento desobsesivo llegará, en la medida
89
adenáuer novaes

que la psicología clínica y el Espiritismo práctico avancen. Una


psicología espiritual tendrá que ser profunda a fin de penetrar en
el inconsciente y en la esencia del ser inmortal. Ciertamente no
deberá ser superficial ni tratar de cuestiones exclusivamente
materiales. Tendrá que acercarse a instrumentos capaces de
investigar las estructuras emocionales en el periespíritu, trayendo
las experiencias contenidas en él, de acuerdo con el ego.
La psicoterapia espiritual llevará al individuo al encuentro
de su naturaleza actual, es decir, hasta donde él llegó con sus
encarnaciones, para que pueda mirar hacia adelante y encontrar
un sentido para su existencia como espíritu inmortal. En esa
psicoterapia, analista y paciente, ambos estarán juntos, cara a
cara, para que puedan crecer en el proceso. Ella deberá traer a la
superficie de la conciencia el ego, los mecanismos de defensa, los
cuales naturalmente ocurren y que, aunque auxilien en las relaciones
con el otro, camuflan la verdadera personalidad. Deberá ser capaz
de proporcionar el descubrimiento del potencial del Espíritu, así
como llevarlo a la efectiva transformación e iluminación interior.
El Espiritismo práctico introducirá además, al tratamiento
de la desobsesión, asistencia psicoterapéuticas individuales y en
grupo, para que el individuo encuentre un momento para cuidar
de sí mismo y asumir su propio destino. Los diálogos entre
encarnado (llamado de “adoctrinador” o “esclarecedor”) y desen-
carnado (llamado de “obsesor” o “perseguidor”) además de ocurrir
de corazón a corazón, deben contener cuestiones profundas de
los procesos psíquicos del último. El primero deberá ser preparado
también en técnicas psicoterapéuticas adecuadas para que se
abran las “heridas” del segundo, con el cuidado y la habilidad
necesarios siempre que trata con el psiquismo humano. La
introducción de esas técnicas no excluirá, de ninguna manera la
buena voluntad, el sentido común, el estudio doctrinario, y tampoco
el amor en el trato con los desencarnados.
En forma paralela a las reuniones mediúmnicas de deso-
bsesión, se debe estructurar un trabajo de asistencia psicotera-
90
Psicología y Mediumnidad

péutica, teniendo como base una psicología espiritual profunda, a


fin de auxiliar al individuo que busca en el Centro Espirita
encontrarse consigo mismo.

91
adenáuer novaes

Infancia y mediumnidad

T odo lleva a creer que la mediumnidad en el niño es


algo rudimentario. Las percepciones no son tan estructuradas como
en el adulto, ya que su psiquismo todavía no se completó y el
desarrollo adecuado del ego para sustentar las invasiones psíquicas
posibles, tampoco.
Los fenómenos más comunes están en el área de la videncia
a desencarnados familiares de la actual o de otras vidas, cuyas
presencias en el campo mediúmnico, en general por la buena rela-
ción que tuvieron, le evocan recuerdos agradables, transmitiéndole
buenos fluidos, y le infunden confianza y tranquilidad para enfrentar
los desafíos futuros.
Se puede imaginar que la falta de madurez física y psicológica
en el niño es un obstáculo para el desarrollo equilibrado de la
mediumnidad, y también de su uso.
El desarrollo de la mediumnidad en la infancia es un riesgo
que se corre en virtud de los desequilibrios psíquicos que pueden
advenir para el niño. No siempre el espíritu encarnado que se en-
cuentra en la infancia estaría apto a manejar la confusión mental que
acarrea. Los padres deben conversar y educar a sus hijos sin impo-
nerles comportamientos formales y padrones típicos de los adultos.
Las obsesiones en los niños no son comunes, no sólo por
su conducta inocente, por la protección de que gozan, como
92
Psicología y Mediumnidad

también por la poca influencia de los complejos inconscientes.


Cuando los niños tengan una influencia espiritual obsesiva los
padres deben procurar un tratamiento espiritual y psicológico. Este
último en los casos en que el comportamiento del niño y su
comprensión del mundo estén visiblemente comprometidos.
Tal vez por el hecho de estar escondido en un cuerpo muy
infantil, el encarnado salga temporalmente (hasta la pubertad) del
foco del desencarnado enemigo. Se esconden hasta que la
reencarnación se complete al principio de la adolescencia.
Cuando los padres noten que sus hijos puedan estar
sufriendo algún tipo de obsesión (sueño frecuentemente agitado,
comportamiento inhabitual, enfermedades sin diagnóstico
específico, miedos sin causa aparente, agresividad no típica,
hiperactividad fuera de lo común, sentimiento de persecución por
sombras raras, etc.) deben llevarlos a tratamiento médico-
psicólogo y a tratamiento espiritual basado en pases.
Niños que presentan trastornos psíquicos con influencia
espiritual obsesiva deben conducirlos a tratamiento psicológico o
psiquiátrico, de acuerdo con el caso, y el tratamiento espiritual, sin
ser conducida a la reunión mediúmnica o al desarrollo de su facultad.
¿Que deben hacer los padres cuando sus hijos presentan
señales precoces de mediumnidad? Deben conversar sin hacer
alarde con ellos, para informarles sobre lo que sienten o ven.
Consecuentemente deben esclarecerles sobre el asunto y por lo
tanto, deben ellos mismos, conocer de que van a hablar, o procurar
personas con experiencia en ese tipo de auxilio. No son poco
comunes las referencias a fenómenos mediúmnicos con niños que
muchas veces, perturban más a los padres que a ellos mismos.
Las percepciones mediúmnicas por parte de ciertos niños,
principalmente el contacto de mente a mente, son comunes y suelen
asustar más a los adultos que escuchan lo que los niños cuentan,
que a ellos mismos.
No hay nada que demuestre que la mediúmnidad sea una
facultad exclusiva del adulto o que esté relacionada a la madurez
93
adenáuer novaes

del cuerpo físico. Cualquier niño tiene el potencial de la facultad


mediúmnica, pudiendo despertarse en cualquier momento. Los
padres no deben estimular la mediumnidad en sus hijos, ya que
podrían dificultarles la estructuración del ego. La poca cantidad
de niños que se conoce ejercitando la mediumnidad explicita se
debe a la ausencia de madurez del ego, no consolidado aún para
el ejercicio de una facultad, cuya posibilidad de separar, por ese
motivo, es grande. No es adecuado el ejercicio de la mediumnidad
ya que se presupone que es un contacto con el mundo adulto del
más allá y de acá, en niños antes de la adolescencia.
La educación espírita de los niños debe comenzar en casa
y ser complementada en instituciones pedagógicamente prepara-
das para tal, con contenidos adecuados al ego en fase de consoli-
dación. Esa educación no debe contener ejercicios mediúmnicos
ni contactos explícitos con desencarnados en condiciones de sufri-
miento o con intenciones agresivas.
La presencia de niños en reuniones mediúmnicas de desobse-
sión es algo que debe ser evitado, en función del desequilibrio que
puede generar. En el caso presente de una mediumnidad ostensiva,
deberá ser orientada por educadores espíritas con experiencia en
el trato con la mediumnidad. Es oportuno recordar que el pase
dado a los niños sea en una reunión distinta de los adultos. El
tratamiento espiritual a las obsesiones en niños se debe limitar al
pase individual. En algunos casos debe ser administrado solamente
en casa.
Niños desencarnados pueden dar comunicaciones me-
diúmnicas a través de médiums adultos presentando un lenguaje
infantil. Eso es factible, pues algunos de ellos no asumen la edad
adulta después de la desencarnación. Poco a poco el espíritu
comunicante, al ser esclarecido de su condición y auxiliado por
benefactores espirituales, va retomando su condición de espíritu
lúcido, consciente de su madurez.

94
Psicología y Mediumnidad

Adolescencia y mediumnidad

L a adolescencia es la fase de las grandes transforma-


ciones de la encarnación. En ella ocurre la finalización del
procesamiento de reencarnación, la consolidación del ego y nece-
sidad de separación de los padrones paterno-materno, la
maduración de los órganos sexuales, identificación con un grupo
social, entre otros procesos que colocarán el espíritu encarnado
en condiciones de iniciar sus desafíos.
En la adolescencia, que generalmente va de los 12 a los 18
años, cuando las hormonas están en ebullición en el cuerpo físico
y las transformaciones en la conciencia son muy fuertes, es cuando
la mediumnidad parece dar sus primeras señales. Algunos adoles-
centes demuestran a veces, más madurez que los adultos en la
búsqueda y comprensión de las cuestiones espirituales y de la
religión. Los padres deben no sólo respetarlos, sino también esti-
mularlos al estudio de las cuestiones espirituales, a fin de auxiliarlos
en la comprensión de la vida y de la propia mediumnidad cuando
aparezcan sus primeras manifestaciones.
De la misma manera que se trata la mediumnidad en los
niños, debe tratarse con los adolescentes. Conversar al respecto,
pero no estimular el ejercicio, debido a la prioridad en cuidar de
las cuestiones ligadas al desarrollo intelectual típico de la edad.
Cuando la mediumnidad explícita aparece en esta fase, suele
traer trastornos al psiquismo del adolescente. Su mente está todavía
95
adenáuer novaes

confundida con la vida casi adulta, con las responsabilidades ante


el mundo y con los descubrimientos típicos. Es prudente buscar
ayuda especializada en una institución espírita para que la
mediumnidad explícita no promueva el que aparezca un trastorno
psíquico.
Cuando el adolescente es muy impresionable o emocional-
mente frágil, la “presencia” de otro pensamiento en su mente, podrá
hacerlo pensar, por la falta de experiencias adultas, que se trata
de fantasías o imaginaciones creativas. Como se encuentra en fase
de fortalecimiento de la identidad personal, difícilmente separará
lo que es de su propia personalidad de aquello que por ventura
pertenece a una entidad desencarnada que está en su campo
mediúmnico.
Sin embargo, cuando el adolescente, por su expresión
verbal, por la naturalidad y seguridad con que trata con el fenómeno
mediúmnico, demuestre comprensión y madurez para ejercer su
mediumnidad, no hay riesgo en que participe de las mismas
reuniones de los adultos. Aun así, es prudente que sea siempre
asistido por personas con más experiencia.
El desarrollo de la mediumnidad en la adolescencia, sobre-
todo al final de ella, no debe ocurrir perjudicando las actividades
educativas del joven. Se le debe estimular a la responsabilidad
con la escuela formal y en forma paralela a sus estudios espíritas.
Es importante también su formación profesional y, en la edad
adecuada, conseguir un trabajo digno, para que no se descuide
de su independencia financiera futura. Igualmente para que no
deje de ejercer su ciudadanía y respectivas obligaciones sociales.
El Espiritismo dice que el buen espírita deberá ser buen ciudadano,
buen padre o madre, buen hijo o hija, buen empleado o buen
patrón, buen administrador de sus recursos materiales, etc.
El estudio mediúmnico para el adolescente o para un grupo
de jóvenes, en una institución espírita, debe ser siempre orientado
por personas con más experiencia en el trato con la mediumnidad,
a fin de evitar problemas ligados a la obsesión o para evitar la
96
Psicología y Mediumnidad

excesiva focalización del fenómeno, en perjuicio del estudio


filosófico.
Por otro lado, los padres que por ventura sean espíritas no
deben imponerle al adolescente que asista al Centro para desar-
rollar su mediumnidad, pues tal actitud podrá ser perjudicial para
él y contribuir para que considere la institución un lugar de
corrección. El Espiritismo debe ser ofrecido como una opción a
la búsqueda de espiritualidad. El mejor instrumento, lo cual servirá
de estímulo al adolescente para dedicarse a los estudios espíritas,
será siempre el comportamiento y el ejemplo de los padres.

97
adenáuer novaes

Mediumnidad
institucional y caritativa

L a mediumnidad institucional es aquella que se practica


en el ambiente de una institución espírita, en que se busca, por la
disciplina y por el estudio, su educación. El ejercicio de la medium-
nidad en un Centro Espírita significa, además de contribuir para el
desarrollo personal, una de las formas más nobles de practicar la
caridad. La donación desinteresada a favor de otros, valiéndose
de los recursos mediúmnicos que se posee, proporciona el
surgimiento del sentimiento de utilidad ante la Vida.
La mediumnidad, entre aquellos que practican el Espiritismo,
es tratada como algo especial y su ejercicio considerado como
redención para su portador. Sin embargo, no siempre es tratada
como una facultad inherente al ser humano y que puede ser utilizada
de diversas maneras en la vida del individuo. Es tratada como un
instrumento sagrado semejante a un objeto intocable y extremada-
mente distante de algo natural. Por causa de un dogma religioso y
moralista, las recomendaciones para su ejercicio son más volcadas
hacia los riesgos y peligros que para el equilibrio y la felicidad de
su portador. Aún se explota como instrumento natural para ser
utilizado en la vida cotidiana.
98
Psicología y Mediumnidad

La mediumnidad es una facultad adquirida por el espíritu,


dada en el momento de su evolución y su desarrollo significa
mejores posibilidades de crecimiento espiritual. Ese desarrollo no
se restringe a la práctica en una institución, cualquiera sea. Su
utilización debe ampliarse a las dimensiones de la vida humana, es
decir, llevarla a la dimensión social, familiar, profesional, educa-
cional, intelectual, entre otras.
La mediumnidad utilizada con fines financieros o con la
intención de perjudicar a personas en prácticas religiosas o no, no
sufre alteraciones en cuanto a su existencia en el individuo. Tales
prácticas, entretanto, interfieren en la evolución espiritual de quien
así actúa y generan vínculos de calidad inferior. El uso de la me-
diumnidad, cualquiera sea la finalidad, aunque contribuya para su
desarrollo, podrá traer consecuencias negativas a la vida futura
del médium, dependiendo de sus objetivos. Cuando su ejercicio
se da en una institución espírita, con la pauta de las obras de Allan
Kardec, existe la garantía de que será para el bien del médium y
sin prejuicio de su evolución.
El desarrollo de la mediumnidad en una institución, así como
su ejercicio regular, ofrece algunas garantías al médium, si sigue
los preceptos recomendados por Allan Kardec, en El Libro de
los Médiums. El médium no debe limitar su uso a la institución,
sino que puede llevarlo otras dimensiones de su vida, cuidando
para no utilizarla como instrumento de ejercicio profesional.
La mediumnidad fuera de una institución es útil en la vida
diaria en la medida que el médium busca, por la institución, estar
en contacto con los Buenos Espíritus, procurando soluciones
creativas a sus quehaceres. Cuando se considera el contacto con
lo espiritual por la intuición como algo permanente, las posibili-
dades de captación de ideas creativas aumentan considera-
blemente. En las diversas actividades cotidianas, se puede utilizar
la conexión consciente con espíritus desencarnados, para mejorar
la propia manera de ser, principalmente con aquellos que tengan
inteligencia, bondad y espiritualidad mayor que la del encarnado.
99
adenáuer novaes

La mediumnidad en una institución obedece límites nece-


sarios a la comprensión y autocrítica de los médiums. No es fácil
conducirse con ella fuera de sus muros, pues existen grandes
posibilidades de desequilibrarse por falta de orientación específica.

100
Psicología y Mediumnidad

Pruebe su
sensibilidad mediumnica

L os resultados de cualquier tipo de prueba, son siempre


probabilidades que reflejan aspectos puntuales. No son verdades
absolutas ni muestran la totalidad de lo que se pretende obtener.
En su elaboración, las pruebas procuran evitar una visión muy
determinada a fin de alcanzar la mayor neutralidad posible, aunque
que traigan incluidas presuposiciones que les dan dirección. La
prueba que usted va a hacer ahora, busca de forma muy sencilla
captar su contacto con lo espiritual mediúmnico para identificar
en que grado de intensidad existe en usted. Procure ser muy sincero
en las respuestas, aplicando el número correspondiente a la
frecuencia relativa con que ocurre en su vida.
Esta prueba es un pequeño ejercicio, fruto de observaciones
personales, no es el resultado de experimentos científicos o de
elaboraciones profundas. No debe ser aplicado a niños o a perso-
nas con irrupción psicótica, o en aquellos que son muy sugestio-
nables. La prueba no detecta su mediúmnidad, sino que apenas le
da algunos indicativos de cómo ella se encuentra y qué debe hacer
usted, para tomar conciencia de su uso.
No pretendo que esta prueba sea exacta, sino que se torne
apenas una escala en que el individuo se perciba y le permita
iniciar un proceso de búsqueda de su propia mediumnidad.
101
adenáuer novaes

Prueba de sensibilidad mediumnica

Fecha ______/_____/_____

Nombre ..................................................................................
Edad ........................ Profesión ..............................................
Sexo ................... Estudios escolares ......................................

Instrucciones para la prueba.

1. Completar los datos personales antes de hacer la prueba;


2. En el espacio que está a la izquierda al principio de cada
pregunta coloque el número correspondiente al grado de intensidad
con que usted vivió la experiencia cuestionada;
3. Procure responder reflexionando profundamente sobre
la manifestación de cada evento cuestionado a lo largo de toda su
vida;
4. No deje ninguna pregunta en blanco;
5. Después de responder a todas las preguntas pase los
números para la página siguiente colocando su resultado en el
lugar solicitado;
6. Lea sobre cada mediumnidad y su grado de intensidad
en usted, de acuerdo con las letras de las columnas y las letras de
las sumas anotadas.
7. Utilice el tiempo que sea necesario para responder; cuan-
do esté seguro/a, utilice la respuesta más satisfactoria. General-
mente la primera reacción es la más indicada.

Marque de acuerdo con el grado de intensidad


de la escala a seguir.

Nunca se aplica a mí. ...................... 0


Casi nunca se aplica a mí ................. 1
Raramente se aplica a mí ................. 2
102
Psicología y Mediumnidad

A veces se aplica a mí. .................... 3


Generalmente se aplica a mí ............. 4
Casi siempre se aplica a mí. ............. 5

Cuestionario
_____ 01. ¿Ya le habló a alguien bajo estado de fuerte nerviosis-
mo, olvidándose enseguida de las ideas expuestas?
_____ 02. ¿Alguien ya se curó de una enfermedad después de
haber tenido algún tipo de contacto con usted?
_____ 03. ¿Ya ha producido algún cuadro de dibujo o pintura
mediúmnica?
_____ 04. ¿Usted ya sintió (impresión, sensación, presentimiento)
la presencia de espíritus, es decir, de personas ya
fallecidas?
_____ 05. ¿Ya tuvo una fuerte necesidad de escribir y cedió al
impulso de forma rápida y sorprendente?
_____ 06. ¿Frecuenta algún centro espírita sin que en él trabaje
como médium ostensivo?
_____ 07. ¿Ya vio sombras pasar cerca de usted, estando a solas?
_____ 08. ¿Ha producido alguna obra (hablada, escrita o artística)
con calidad muy superior a su habilidad normal, y tardó
poco tiempo en hacerla?
_____ 09. ¿Ya escuchó ruidos dentro de objetos o paredes, sin
causa aparente, y atribuible a espíritus desencarnados?
_____ 10. ¿Usted ya entró en estado alterado de conciencia, sin
uso de substancias químicas?
_____ 11. ¿Usted ya tuvo síndrome de pánico o sensación de
asfixia, taquicardia, quemazón o sudor frío sin causa
orgánica?
_____ 12. ¿Usted ya tuvo sueños premonitorios que se confir-
masen posteriormente?
103
adenáuer novaes

_____ 13. ¿Usted aplica Pases, Reiki, Johrei o algo semejante?


_____ 14. ¿Cuándo quiso dormir ya tuvo dificultades en mover
el cuerpo al (despertar)?
_____ 15. ¿Usted ya dibujó o pintó alguna imagen sin tener
cualquier don para tal cosa y en tiempo muy corto?
_____ 16. ¿Ya le ocurrió pensar en alguien a quien no ve hace
bastante tiempo y encontrarlo en el mismo día?
_____ 17. ¿Ya psicografió algún mensaje mediúmnico?
_____ 18. ¿Participa de reuniones mediúmnicas, apenas como
asistente?
_____ 19. ¿Ha visto nítidamente algún espíritu desencarnado?
_____ 20. ¿Ya tuvo alguna experiencia de desdoblamiento o
proyección de cuerpo astral?
_____ 21. ¿Próximo a usted ya ocurrió algún fenómeno mediúm-
nico de efecto físico, tal como objetos que aparecen o
desaparecen inopinadamente?
_____ 22. ¿Ya se sintió siendo guiado por una inteligencia desen-
carnada, en alguna actitud suya?
_____ 23. ¿Ya oyó voces dentro de si mismo?
_____ 24. ¿Suele soñar con personas que ya fallecieron?
_____ 25. ¿Usted trabaja profesionalmente como fisioterapeuta,
terapeuta o psicoterapeuta?
_____ 26. ¿Ya tuvo la fuerte sensación llegando a un lugar, de
haber estado ahí antes?
_____ 27. ¿Ya ha hecho algún trabajo de escultura consciente-
mente atribuido a algún espíritu desencarnado?
_____ 28. ¿En la infancia, ocurrieron fenómenos con usted que
obligaron a sus padres a recurrir a prácticas mediúmni-
cas en su favor?
_____ 29. ¿Ya le tuvo una fuerte excitación en la mano con temblor
y simultáneamente ganas de escribir?
104
Psicología y Mediumnidad

_____ 30. ¿Ya tuvo insomnio durante varias noches consecutivas


sin causa orgánica?
_____ 31. ¿Ya ha visto familiares fallecidos o personas desconoci-
das semejantes a espíritus desencarnados poco antes
de dormir?
_____ 32. ¿Ya tomó alguna vez durante más de un mes, medi-
cación psiquiátrica (ansiolítico, anti-depresivo, etc.)?
_____ 33. ¿Ya hubo a su alrededor, estando solo o acompañado
por alguien, algún movimiento de un objeto, contra-
riando su estado normal y sin acción física conocida?
_____ 34. ¿Alguna vez estuvo en irrupción psicótica diagnosticada
por un psiquiatra?
_____ 35. ¿Ya reprodujo con la voz el sentimiento o el pensa-
miento perteneciente a algún espíritu desencarnado?
_____ 36. ¿Utilizó artefactos o algún método para predecir el
futuro de las personas (cartas de taró, bucios, runas,
piedras, lectura de manos u otros)?
_____ 37. ¿Ya consiguió de forma intencional que algún enfermo
se curase después de su pedido o deseo?
_____ 38. ¿Ya fue diagnosticado alguna vez que usted estaba con
obsesión espiritual?
_____ 39. ¿Al coger un lapicero de colores o pinceles usted ya
sintió algún temblor en las manos y deseo simultáneo
de usarlo?
_____ 40. ¿Forma parte de cultos de la Iglesia Carismática?
_____ 41. ¿Ya le pasó, después de escribir algo, constatar que el
contenido no podría haber sido producido por usted
por que tiene calidad superior?
_____ 42. ¿Ya hizo algún curso de Pases, Reiki, Johrei o de
cualquier técnica de cura con imposiciones de manos?
_____ 43. ¿Usted ya “vio” en su mente imágenes desconocidas
que después constató que se trataban de proyecciones
de espíritus desencarnados?
105
adenáuer novaes

_____ 44. ¿Ya usó sustancias alucinógenas (marihuana, cocaína,


LSD, alcohol, infusión estupefaciente, etc.) por tiempo
prolongado, teniendo visiones trascendentales?
_____ 45. ¿Junto a usted ya se materializó algún espíritu por su
donación de fluidos?
_____ 46. ¿Desarrolla actividades profesionales en ambientes
donde se realizan trabajos mediúmnicos o volcados
hacia la cura psíquica?
_____ 47. ¿Ya le ocurrió hablar cosas raras a sus pensamientos
sin tener conciencia de lo que dice?
_____ 48. ¿Ya le ocurrió tener pesadillas varias noches seguidas?
_____ 49. ¿Usted ya le dio algún remedio completamente
desconocido a algún enfermo sin ser médico?
_____ 50. ¿Forma parte de cultos Umbanda o Candomblé
(magia negra)?
_____ 51. ¿Usted ha oído música o tonos dentro de sí mismo sin
tener cualquier don musical?
_____ 52. ¿Ya tuvo presentimientos a respecto de hechos cotidia-
nos con usted o con otros que más tarde se realizan?
_____ 53. ¿Usted ya tecleó en un ordenador algún texto que por
la calidad y velocidad con que lo hizo se dio cuenta
que estaba dominado o inspirado por alguna fuerza
superior?
_____ 54. ¿Se ha hecho alguna cirugía mediúmnica o cura
espiritual?
_____ 55. ¿Ya le vinieron a la mente imágenes de eventos sucedi-
dos en lugares distantes, conocidos o desconocidos y
después usted constató su veracidad?
_____ 56. ¿Se ha hecho alguna intervención quirúrgica con
anestesia general y permaneció en coma inesperado
por algún tiempo?
106
Psicología y Mediumnidad

_____ 57. ¿Ya hubo algún fenómeno de transporte espiritual junto


a usted?
_____ 58. ¿Practica actividades ligadas a la meditación o al
desarrollo de las facultades psíquicas?
_____ 59. ¿Ya le sucedió alterar repentinamente su estado de
humor sin causa conocida y sin su conocimiento?
_____ 60. ¿Forma parte de cultos de la Iglesia Mesiánica?
_____ 61. ¿Ya realizó alguna cirugía mediúmnica como médium?
_____ 62. ¿Auxilia directamente a personas que poseen medium-
nidad explícita en su ejercicio?
_____ 63. ¿Usted se ha sentido atraído por las obras de los
pintores clásicos del pasado?
_____ 64. ¿Ya le pasó tener problemas de afectos inapropiados
por algún tiempo?
_____ 65. ¿Usted a veces, tiene el hábito de escribir sin necesidad
en lugares inadecuados y en cualquier trozo de papel?
_____ 66. ¿Utilizó recursos mediúmnicos de terceros (quiroman-
cias, taró, gitanas, astrólogos, etc.) para solucionar sus
problemas?
_____ 67. ¿ Después de despertar usted ya vio imágenes fugaces
de personas cerca de la cama?
_____ 68. ¿Ya hizo la prueba de cartas Zenner alguna vez?
_____ 69. ¿Ya hubo alguna combustión espontánea con objetos
suyos o cerca de usted?
_____ 70. ¿Ocupa alguna función en la institución de cuya religión
es adepto?
_____ 71. ¿Ya le ocurrió sentir fuertes ganas de llorar sin causa
aparente, que sólo se alivió después de desahogarse?
_____ 72. ¿Tiene usted hábitos o rituales religiosos por lo menos,
semanalmente?
_____ 73. ¿Usted da masajes terapéuticos (fisioterapia)?
107
adenáuer novaes

_____ 74. ¿Ya le ocurrió en su vida, algún fenómeno de sincroni-


cidad (un tipo de conexión sin causa)?
_____ 75. ¿Aun sin dones para el dibujo o la pintura, usted ya
tuvo deseo de pasar al papel imágenes especiales que
le vienen a la mente?
_____ 76. ¿Ya le pasó tener delirios persecutorios (manía de
persecución) prolongados?
_____ 77. ¿Usted tiene facilidad en producir textos escritos a
lápiz, bolígrafo, o en el ordenador sin preparación
técnica para tal cuestión?
_____ 78. ¿Entró usted involuntariamente en trance alguna vez?
_____ 79. ¿Cuándo usted estuvo cerca de imágenes sacras o en
ambientes religiosos ya tuvo la sensación de haber visto
sombras próximas a ellas?
_____ 80. ¿Ya estuvo bajo hipnosis?
_____ 81. ¿Ya hubo algún fenómeno de transcomunicación en
aparatos electrónicos manejados por usted?
_____ 82. ¿Usted ya tuvo alguna regresión de memoria a vidas
pasadas, espontánea o provocada?
_____ 83. ¿Ya le ocurrió, en algún momento, hablar de forma
incoherente e inapropiada para el ambiente, sin su
control?
_____ 84. ¿Utiliza usted más frecuentemente, para tomar deci-
siones, la intuición en lugar de la razón?
_____ 85. ¿Tiene usted hábito de hacer visitas a personas enfer-
mas en casa u hospitales?
_____ 86. ¿Ha recibido muchas invitaciones para ir a algún
Centro Espírita o ha recibido libros espíritas de regalo?
_____ 87. ¿Tiene usted el hábito de hacer dibujos, cuando tiene
papel y lápiz a mano, mientras piensa o está esperando
algo?
108
Psicología y Mediumnidad

_____ 88. ¿Suele tener inspiraciones para escribir poemas,


crónicas o cuentos de ficción?
_____ 89. ¿Al cerrar los ojos o meditando ya vio imágenes raras
que se mueven independientes de su voluntad?
_____ 90. ¿Ya se torcieron cucharas o se interrumpieron los movi-
mientos de un reloj por su influencia y voluntad?
_____ 91. ¿Ya le ocurrió por algún tiempo tener ideas fijas prolon-
gadas o fijaciones persistentes?
_____ 92. ¿En las ocasiones en que se lastimó, las heridas cicatri-
zaron rápidamente?
_____ 93. ¿Tiene el hábito de pasar mucho tiempo dibujando a
mano o en el ordenador, sin que sea su ocupación
profesional?
_____ 94. ¿Cuándo estudia o estudiaba, suele o solía escribir para
entender mejor?
_____ 95. ¿En su infancia ocurrieron conversaciones con personas
o niños, que sólo usted los veía?
_____ 96. En su presencia, saliendo de usted, ¿ya hubo olor a
éter, a perfume o a algo semejante?
_____ 97. ¿Ya sufrió pérdida de ideas por tiempo prolongado?
_____ 98. ¿Siente o ya sintió al concentrarse como si saliera una
especie de energía de sus extremidades cuando pone
las manos sobre alguien o sobre algún objeto?
_____ 99. ¿Cuándo viaja de vacaciones es prioritario para usted,
ir a museos a ver pinturas y esculturas de artistas
famosos del pasado?
_____ 100. ¿Consigue usted expresarse mejor escribiendo que
hablando?
_____ 101. ¿Ya le ocurrió conseguir prever el futuro de alguien o
aun saber de cosas que van a suceder en estado
completamente consciente, teniendo una especie de
segunda vista?
109
adenáuer novaes

_____ 102. ¿Generalmente algún aparato electrónico de su uso


suele romperse o dar problemas con mucha facilidad
sin causa conocida?

Ahora lleve los valores correspondientes a las frecuencias


que anotó, para el siguiente cuadro, en el que constan los números
de las preguntas, y enseguida, efectúe las respectivas sumas en la
línea final.

A K N P T Z
01- 02- 03- 05- 07- 09-
04- 06- 08- 10- 12- 14
11- 13- 15- 17- 19- 21-
16- 18- 20- 22- 24- 26-
23- 25- 27- 29- 31- 33-
28- 30- 32- 34- 36- 38-
35- 37- 39- 41- 43- 45-
40- 42- 44- 46- 48- 50-
47- 49- 51- 53- 55- 57-
52- 54- 56- 58- 60- 62-
59- 61- 63- 65- 67- 69-
64- 66- 68- 70- 72- 74-
71- 73- 75- 77- 79- 81-
76- 78- 80- 82- 84- 86-
83- 85- 87- 88- 89- 90-
91- 92- 93- 94- 95- 96-
97- 98- 99- 100- 101- 102-
T= T= T= T= T= T=

110
Psicología y Mediumnidad

Significado de las letras de las columnas

A. Médium hablante o psicofónico


El médium psicofónico es aquel a través del cual los espíritus
se comunican utilizando su voz. Los espíritus actúan sobre los
centros cerebrales responsables del habla. “El médium hablante
generalmente se expresa sin tener conciencia de lo que dice y
muchas veces dice cosas completamente raras a sus ideas
habituales, a sus conocimientos y hasta fuera del alcance de
su inteligencia. Sin embargo, cree recordar perfectamente y
en estado normal, raramente guarda el recuerdo de lo que
dice. “No siempre, entretanto, es tan completa la pasividad
del médium hablante. Algunos hay que tienen la intuición de
lo que dicen, en el momento mismo en que pronuncian las
palabras.”

K. Médium curador.
Los médiums de cura son aquellos que “tienen la facultad
de poder curar o de aliviar al enfermo, sólo por la imposición
de las manos, o por la oración.” La cura se puede dar simple-
mente por la mirada o por cualquier pequeño gesto. El médium
posee un tipo de fluido que permite la cura o alivio de ciertas
enfermedades. A veces, el proceso de cura se produce indepen-
dientemente de que el médium sea conciente de ello, y sólo sabe
de lo ocurrido algún tiempo después.

N. Médium pintor.
El médium pintor o dibujante es aquel que produce obras
de arte inéditas sobre la influencia de uno o más espíritus. En
algunos casos, la producción mediumnica posee trazos de los
estilos de los pintores cuando se encontraban encarnados.
Generalmente el médium no tiene don para el dibujo o la pintura y
desconoce el estilo de los autores desencarnados. Los cuadros o
dibujos son producidos en mucho menos tiempo del que
111
adenáuer novaes

normalmente se toma un profesional para realizarlo. Los dibujos


y cuadros obtenidos son de buena cualidad y no se confunden
con garabatos, a veces producidos por ciertos médiums sin
experiencia, o con un grado de mediumnidad aún a desarrollar.

P. Médium psicógrafo.
El médium escribiente o psicógrafo es aquel que posee la
facultad de producir escritos cuyo contenido viene de los espíritus
desencarnados. Los espíritus actúan en los centros cerebrales
motor, en médiums mecánicos y semi-mecánicos, y cognitivo, en
médiums inspirados o intuitivos. La facultad es más precisa cuando
el contenido es de total desconocimiento del médium, trayendo
datos, cuya comprobación se da sólo después de exhaustivas
investigaciones. En ellas, generalmente, los datos son del
conocimiento que concierne a una persona o a un número muy
reducido de ellas.

T. Médium vidente.
El médium vidente es aquel que en estado normal, ve los
espíritus desencarnados. La visión no siempre es nítida, y, en la
mayoría de los casos, los espíritus no se muestran de cuerpo entero.
El médium vidente también, a veces, ve paisajes espirituales. Es
una facultad intermitente, es decir, pasajera y raramente es
permanente. El médium no ve con los ojos del cuerpo físico, pero
sí con el periespíritu. La visión puede darse con los ojos abiertos
o cerrados.

Z. Médium de Efectos Físicos.


Los médiums de efectos físicos son aquellos que por la
calidad del fluido que poseen, generan por este motivo, fenómenos
de efectos materiales con la ayuda de los espíritus tales como:
levitación de objetos, ruidos en la materia sin causa aparente,
transporte y materialización de objetos, materialización de espíritus
desencarnados, moldes en cera provocados por los espíritus, entre
112
Psicología y Mediumnidad

otras cosas. La mayoría de los fenómenos ocurre a expensas del


médium y, a veces, lejos de donde se encuentra.

Transporte las sumas para el cuadro siguiente


hasta donde su valor alcance.

Verifique que la letra que está a la derecha de esta nueva


tabla, corresponde a la suma de cada tipo de mediumnidad y lea
el texto siguiente al respecto.

G. Germen o Rudimentos de la mediumnidad.


Quiere decir que su mediumnidad todavía no se desarrolló
lo suficiente como para ponerlo en mayor contacto con los
fenómenos espirituales. Tal vez usted esté alejándose demasiado
de su naturaleza espiritual, conectándose demasiado al mundo
material. Es hora de hacer el camino de regreso a su verdadera
esencia. Procure envolverse con las cuestiones del espíritu. No se
olvide que usted también es uno de ellos, temporalmente revestido
de un cuerpo de carne. Aunque el resultado halla sido ese, eso no
significa que no pueda, en cualquier momento desarrollar su
mediumnidad. Ella está latente, esperando que usted se interese y
que usted llene su vida de eventos próximos a ella. Recuerde que
ella existe en usted y debe ponerla al servicio de su felicidad.
Varios tipos de mediumnidad pueden ser desarrollados. Elija uno
por vez para iniciar su jornada. No se olvide de los riesgos y
procure estudiar sobre aquel que pretende utilizar.
113
adenáuer novaes

M. Mediúmnidad natural.
Usted pertenece a la categoría de aquellas personas que
poseen la facultad mediúmnica de forma natural, sin atribuirle un
valor específico. Usted la maneja, más por influencia del medio
que por iniciativa propia. Tal vez por miedo o por prejuicio, no le
sea suficientemente atractiva. Es hora de salir de la inercia e iniciar
su propio movimiento en busca de su espiritualidad. No se olvide
que la vida espera por usted. La mediumnidad está presente en su
vida y usted la ha utilizado poco conscientemente. Esperar más
puede ser inadecuado, pues eso significa que usted está desperdi-
ciando talentos que pueden llegar a ser útiles en su vida. Preocúpese
por conocerla para evitar que se fascine por lo que ella le puede
proporcionar. Estúdiela poco a poco para hacer que le traiga paz
y felicidad. Aun con ese resultado, puede utilizar su mediumnidad
de forma ostensiva en cualquier momento. Para ello es necesario,
desarrollarla y educarla al servicio de su evolución espiritual.

D. Mediumnidad en desarrollo.
Su mediumnidad está lista para que usted se dedique a ella
con determinación y seriedad. Las señales han sido muy claras
invitándole a que usted no espere más tiempo. Parece haber un
compromiso y una llamada para que usted se conecte a lo espiri-
tual. Su facultad ya fue ejercida, pero no hubo interés suficiente
de su parte para que se tornase madura. Procure personas serias
para dar continuidad a estudios que le capacitarán al pleno ejercicio
de su mediumnidad. En este momento la mediumnidad es una
herramienta importante para la evolución del médium por causa
de un mayor contacto con espíritus interesados en su progreso.
Aproveche que usted cuenta con esa proximidad y reafirme sus
propósitos de tornarse un excelente intermediario de los espíritus
desencarnados. Recuerde que es preciso disciplina, dedicación,
humildad, además de estudios específicos. Los espíritus con más
confianza que usted, esta vez, no esperarán más y estarán atentos
a su empeño.
114
Psicología y Mediumnidad

E. Mediumnidad que necesita ser educada.


Ya posee conocimientos suficientes para utilizar su medium-
nidad al servicio del propósito de crecimiento personal. La
conciencia que posee al respecto de las cosas del espíritu lo ponen
al frente de su época. Su mediumnidad está casi a flor de piel,
precisando apenas más empeño de su parte para que ella se torne
plena. Tal vez esté utilizando su mediumnidad de forma inadecuada
y eso puede traerle desagradables consecuencias. Procure mejorar
como persona y dedíquese a su mediumnidad con seriedad y al
servicio del amor. Establezca un programa de estudio y trabajo
para que eso concretice y coloque la educación mediúmnica como
factor relevante en su vida. Recuerde que los espíritus le están
asistiendo y cuentan con su humildad para continuar trabajando
seriamente con usted. Trate de que la mediumnidad no sea un
estorbo en su vida y trátela como un precioso diamante que reluce
a la menor claridad. Coloque luz en su mediumnidad y realícela
con firmes propósitos de ser feliz.

O. Mediumnidad ostensiva o explícita.


Su mediumnidad está en muy buena situación. Usted ya
vino con ella o está listo para ejercitarla. Ciertamente, la usó en
vidas pasadas. Es hora de continuar considerándola como un
propósito superior. Siga su búsqueda espiritual utilizando la
mediumnidad de forma noble y equilibrada sin ir por malos
caminos, generadores de compromisos karmicos adversos. La
mediúmnidad es un don conquistado por las experiencias del
Espíritu en contacto con otros y con lo sagrado. Siga adelante
con su propósito de crecimiento espiritual. Ella es un instrumento
que usted adquirió durante varias encarnaciones. Por esta razón,
procure valorizarla. Trate de que ella sea cada vez más equilibrada
y transparente. Haga con que su relación con los espíritus sea
cada vez más madura e igual. Recuerde que los espíritus no siempre
estarán a su disposición, por eso establezca un programa cons-
ciente y responsable con ellos.
115
adenáuer novaes

En la categoría G encuadro a todas las personas, pues no


hay quien no tenga “en sí el germen de las cualidades necesarias
para tornarse médium”, como bien dijo Allan Kardec. Incluyo
en ellas los médiums sensitivos, impresionables, de presentimientos,
inspirados e intuitivos. Son personas que sienten de forma sutil la
presencia de los espíritus desencarnados sin tener nítida conciencia
y precisión de ello. Generalmente se confunden y creen que lo
que ven, oyen, sienten o perciben viene de ellos mismos.
Para desarrollar las cualidades necesarias a cada tipo de
mediumnidad lea él capitulo “Cuidados con el desarrollo”.

116
Psicología y Mediumnidad

Reuniones de
desarrollo mediumnico

E n las reuniones mediúmnicas para el desarrollo de la


mediumnidad se debe tener cuidado con la inducción exclusiva a
un único tipo, se deben probar diversas modalidades, principal-
mente las de psicografía, videncia, psicofonía, materialización y
cura. Es fundamental que en esas reuniones también haya estudios
sobre la mediumnidad y sobre cada manifestación de sus tipos.
Son distintas las reuniones de asistencia a espíritus desen-
carnados, necesitados de esclarecimiento o de cura, de aquellas
destinadas al desarrollo de la mediumnidad en los encarnados. En
las primeras deben participar principalmente médiums con
experiencia. En las del segundo tipo no es recomendable que haya
asistencia a espíritus perturbados o enfermos.
Antes de iniciar el desarrollo de la mediumnidad en reuniones
con esa finalidad, se debe preparar a las personas psicológicamente
para ello. Esa preparación incluye: conocimientos sobre medium-
nidad, explicaciones sobre como funciona y cual es la finalidad de
la reunión, entrevista terapéutica para evaluar el grado de los
conflictos del candidato, conocimiento de las principales señales
y síntomas de los tipos de mediumnidad, estudio de los principios
espiritas, entre otras cosas. El candidato a participar de la reunión
117
adenáuer novaes

debe tener estudio previo sobre mediumnidad, de preferencia en


la institución donde la reunión se realiza. Tal estudio, hecho en la
casa espirita donde se realiza la reunión, en uno de sus grupos,
sirve también para que la persona se integre con el equipo encar-
nado y desencarnado. En el período en el cual está vinculada a la
institución, será orientada en cuanto a la finalidad y al funcio-
namiento de la reunión mediúmnica. El dirigente de la reunión
deberá conocer a la persona, a través de entrevista previa, en la
cual evaluará sus condiciones psicológicas para participar de los
trabajos mediúmnicos.
Antes de admitir a alguien en una reunión de desobsesión,
para actuar como médium, se debe preparar a la persona en
reuniones de desarrollo, tanto para darle suficiente seguridad en
cuanto a su facultad, como la madurez psicológica para no
confundir sus procesos y conflictos con los de los desencarnados.
Las personas que actúan en reuniones mediúmnicas en una
institución espírita deben ocuparse de otras actividades en la Casa,
para que puedan envolverse con otras personas y grupos de
trabajo, estrechando la unión con los espíritus desencarnados que
allí actúan.
Las reuniones de desarrollo de la mediumnidad deben estar
dirigidas por personas que, en aquel momento, no procedan como
médiums y que tengan suficiente conocimiento del fenómeno
mediúmnico. Es importante que las reuniones destinen algún tiempo
a la lectura, más allá de que se les exija a los candidatos estudio
previo. Se les deben pasar tareas a los candidatos al ejercicio, a
fin de infundirles el hábito por el estudio.
Es importante que los candidatos a la mediumnidad más
ostensiva tengan un acompañamiento psicológico en la institución
para que puedan discernir entre sus propios procesos y aquellos
que por ventura puedan surgir en virtud de las influencias espi-
rituales pertinentes. Proviene de este prerrequisito, la necesidad
del Centro Espírita de ofrecer actividades (grupos de auto creci-
miento, evangelioterapia, grupos de auto-ayuda, etc.) con
118
Psicología y Mediumnidad

abordajes psicoterapéuticos, exclusivamente para sus trabajadores,


en las cuales puedan auxiliarse mutuamente, entrando en contacto
con sus propios conflictos, bajo la condición de personas habili-
tadas para tal.
Las instituciones espíritas deben, antes de iniciar una reunión
de desobsesión, formar sus médiums a partir de reuniones de
desarrollo de la mediumnidad.
Para aquellos que pretenden desarrollar su mediumnidad
sin conectarse a una institución espírita, deben atender las
recomendaciones siguientes, además de aquellas relacionadas en
el capítulo “Cuidados con el desarrollo”.

1. Estudie atentamente El Libro de los Médiums, de Allan


Kardec, aclarando las dudas con alguien que conozca el
Espiritismo;
2. Discuta su intención con personas con más experiencia,
comentando con ellas los resultados a que ha llegado en cada
momento que ejercita su facultad;
3. Encare con seriedad su intención en virtud de las
complejas implicaciones psicológicas decurrentes.

119
adenáuer novaes

Reuniones
mediúmnicas de desobsesión

S e dice que las reuniones de desobsesión equivalen a


las sesiones de terapia, entretanto, sólo pueden ser así consideradas
en un sentido no convencional y no técnico. Estas se tornan
terapéuticas en un cierto sentido, por permitir reflexiones profundas
en aquellos (algunos) que participan en las mismas, en virtud del
impacto provocado por las experiencias que allí ocurren. Evocan
sentimientos y pensamientos que necesitan reflexión y análisis más
específicos. No son sesiones de terapia ni de psicoterapia por no
existir la preocupación dirigida, al menos por parte de los encar-
nados, en cuanto a los procesos psicológicos de los participantes.
Para alguien sin instrucción pueden considerarse sesiones de
terapia, pero desde el punto de vista técnico profesional no lo
son. Son incompletas y parciales bajo el punto de vista psico-
terápico. Aun considerando que exista una preocupación en cuanto
a los procesos psíquicos de los desencarnados, no hay en esas
reuniones un acompañamiento de la evolución psicológica de los
mismos.
Es necesario definir o conceptuar lo que es terapia como
también, el significado de psicoterapia. Terapia significa cura, es
decir, el acto de realizar un procedimiento visual de la cura, sea
120
Psicología y Mediumnidad

del cuerpo físico o de algún proceso periespiritual. La psicoterapia


presupone la misma intención de cura, valiéndose de algún proce-
dimiento que tenga por objetivo los procesos psicológicos. Como
podemos ver, podríamos clasificar la reunión mediúmnica como
terapia en razón al objetivo, sin embargo, no debemos hacerlo
por diferenciarse profundamente en cuanto al método y al objeto
tratado de la práctica profesional, la cual justifica el uso del término.
Es más adecuado decir que las reuniones mediúmnicas son de
cura y esclarecimiento.
La escucha del médium, y del desencarnado que está
sintonizado con él, sería como una psicoterapia si ellos o uno de
ellos estuviera reflexionando y analizando su propio conflicto
basándose en lo que oye. Entretanto, esto como máximo podría
ser una sesión de psicoterapia y no la psicoterapia, la cual presu-
pone continuidad e interacción para el crecimiento de quien puntúa
(el terapeuta) y de quien habla (el paciente). Una psicoterapia o
una terapia no es una clase, ni tampoco son sesiones de conversión
o conversación religiosa.
Es común observar, en reuniones mediúmnicas, una preo-
cupación por convertir al desencarnado al cristianismo, sin preo-
cuparse por saber sus convicciones religiosas. No siempre los
conflictos psíquicos del desencarnado se localizan en la esfera
religiosa. En estos casos, es la propia necesidad del adoctrinador
(esclarecedor) que se transfiere para sus palabras, revelando
colocar la alternativa religiosa como única vía posible para el de-
sencarnado.
Para mayor eficacia en el auxilio a los desencarnados en las
sesiones mediúmnicas de desobsesión es aconsejable oír más que
hablar. Cuando es necesario que le hable el encarnado al desen-
carnado, deben haber más preguntas que respuestas o lecciones.
Los preguntas tienen por objetivo llevar al desencarnado no sólo a
reflexionar sino también a hacerlo encontrar las propias respuestas.
Los médiums y los asistentes encarnados de las reuniones
mediúmnicas de desobsesión, oyendo los diálogos entre escla-
121
adenáuer novaes

recedor y desencarnado, deberán naturalmente reflexionar sobre


el proceso (conflicto) en cuestión. Las preguntas dirigidas al espí-
ritu comunicante, van a ayudar también al propio médium y segu-
ramente, le serán muy útiles en su vida.
Las personas encargadas de esclarecer a los desencarnados,
ocupando el lugar de terapeutas en la desobsesión, deben prepa-
rarse para su trabajo de tres formas distintas. En primer lugar,
buscando resolver sus conflictos íntimos a través de la auto-
transformación con base en los principios espíritas. En segundo
lugar, a través del estudio sistemático, no sólo de las obras espíritas,
como también de libros afines, que tengan por objetivo el
conocimiento de la naturaleza humana, sobretodo a respecto de
la psicología del comportamiento, mitologías, artes y filosofía. Y
en tercer lugar, aprender algunas técnicas de entrevistas dirigidas
y no dirigidas, para que la conversación se torne productiva en el
proceso de cura del desencarnado. Lógico que esas formas no
dispensan la necesidad fundamental de que la persona sea
amorosa y fraterna en su relación con el desencarnado, de modo
semejante al trato que destina a los otros en la vida. Por lo tanto,
no basta haber leído a Allan Kardec y conocer el Evangelio. Eso
ayuda, y tal vez sea fundamental, pero no suficiente.
Es conveniente que los trabajadores de las reuniones
mediúmnicas de desobsesión realicen encuentros mensuales para
conversar sobre asuntos pertinentes al trabajo que desarrollan y
encuentros bimestrales para participar de trabajos terapéuticos
conducidos por profesionales, en las casa Espírita.
Aquellos que por ventura nunca hallan participado de una
reunión mediúmnica deben, antes de atender a la curiosidad de
hacerlo o aun suponer que van a ver espíritus (ver para creer),
que procuren proveerse de estudios al respecto, a fin de evitar
interferencias inadecuadas, asombros por causa de la ignorancia,
así como también perjudicar el trabajo de los espíritus.

122
Psicología y Mediumnidad

Como se trata con los espíritu

L os espíritus son personas y deben ser tratados como


tales. No hay necesidad de adularlos ni adorarlos de forma
enfermiza, ni tenerles miedo como si fueran criaturas sobrenaturales
divinizadas. Debemos siempre recordar que, cuando están
encarnados, tienen el mismo grado de dificultades en la vida, como
la mayoría de nosotros y no siempre retornan ligados a la religión.
Así como tratamos a las personas debemos tratarlos a ello, para
que la relación sea de igualdad. Normalmente se trata a los espíritus
con cierta artificialidad, como si después de la muerte cambiaran
de jerarquía o gozaran de algún regalo o privilegio.
No debemos honrarlos más de lo que honramos a cualquier
persona con quien nos relacionamos. Debemos tratarlos con el
mismo respeto y consideración con que tratamos a las personas,
con la misma naturalidad con que lo hacemos en la vida social
común. Solicitamos esto, para intentar nivelar la relación entre
espíritus encarnados y desencarnados, lo que contribuiría para
disminuir el grado de fascinación y mistificación que puede existir
en ese trato.
Para que esa relación sea más natural es necesario que
consideremos el contacto con los desencarnados como algo
común y que la mediumnidad pase a enfrentarse como una facultad
de uso corriente entre nosotros, los encarnados. La sociedad de
123
adenáuer novaes

encarnados se entremezcla con la de los desencarnados de forma


visceral, por tanto actuamos, pensamos, sentimos y nos relacio-
namos de forma semejante.
La ausencia de conversaciones naturales e informales con
los espíritus desencarnados, sobretodo en las reuniones públicas
espíritas, para análisis y discusión de temas relevantes, contribuyó
para la existencia de médiums que se tornaron verdaderos oráculos
a los cuales se recurre para todo tipo de orientación. Ellos, los
médiums, en pequeño número, pasaron así a ser la vía exclusiva
por donde transitan las orientaciones oriundas de Espíritus
Superiores. Esto, más allá de que tenga su valor por haber
generado una cierta unidad inicial en el Movimiento Espirita,
distorsionó el contacto con los espíritus desencarnados.
Asociamos naturalmente los espíritus a la religiosidad y los
tratamos como si fueran divinidades, a la moda medieval. Esto
ocurre con la gran mayoría de los médiums y con casi la totalidad
de los espíritus. No hablamos con ellos como lo hacemos con las
personas encarnadas. Actuamos artificialmente y nos condicio-
namos psíquicamente a aceptar lo que venga de las personas
desencarnadas como verdaderos creyentes.
La religiosidad con que se trata a veces a los espíritus implica
el modo primitivo como siempre se manejó a aquello que era
considerado sobrenatural. El Espiritismo debe cambiar esa idea,
mostrando que todos los fenómenos mediúmnicos son naturales y
que se asientan en leyes perfectamente comprensibles y normales.
Por este motivo debemos tratar a los espíritus como personas, sin
artificialismos ni tratamientos destinados a divinidades, los cuales
son comunes en las religiones politeístas.
Es fundamental no temerles ni atribuirles cualquier poder
de responsabilidad por la Justicia Divina, para establecer una
relación psicológicamente sana. Cuando se imagina que son los
espíritus los “cobradores” por el “mal” que hacemos, tendemos a
temer su presencia y a considerarlos semi-divinidades.
No se sabe con quien se trata, ya que las palabras no son
suficientes para mostrar una personalidad. La barrera existente
124
Psicología y Mediumnidad

entre la dimensión espiritual y lo material nos impide tener una


mejor percepción sobre la personalidad de los espíritus con quien
tratamos. La mejor indicación aún es el contenido moral de lo que
dicen, además de lo que provocan en los médiums a través de
quien se comunican. Los espíritus deben también preocuparse
con el destino de “sus” médiums, en cuanto personas, pues ellos
contribuyen a la formación de su mediumnidad. Algunos espíritus,
bajo la justa alegación de que la responsabilidad es del médium,
no consiguen llevar a “sus” médiums al equilibrio personal y a
tornarse buenos ciudadanos.
La oración que normalmente se hace para el contacto
mediúmnico, principalmente en las instituciones, no debe conside-
rarse como imprescindible o como exigencia de ellos, sino como
un recurso para auxiliar en la concentración del médium y a mejorar
sus condiciones vibratorias. Es un buen hábito y dirige la relación
hacia el campo religioso. Sin embargo, posteriormente, se debe
llevar la relación para el campo de la naturalidad.

125
adenáuer novaes

Los malos espíritus u obsesores

N o existen malos espíritus, sino personas en dese-


quilibrio o de personalidad difícil, pues no hay una categoría de
espíritus en aquella condición. Aquellos que actúan en desacuerdo
con las normas sociales y morales no forman parte de una categoría,
como se pertenecieran a una raza diferente. Son personas que, en
ese momento, tienen una actitud inadecuada y, muchas veces, con
comportamientos radicales. Aunque algunas personas desencar-
nadas perjudican a encarnados por la obsesión, también pueden
tener buenas actitudes en otras situaciones de su realidad, es decir,
no son permanentemente obsesados.
Con todo, existen casos patológicos de personas desen-
carnadas, que por ya estar enfermas psíquicamente, se fijan
persistentemente en alguien, sin conseguir desligarse de ellos,
exigiendo trabajo técnico específico para su solución. Son enfer-
mos ligados a enfermos; son personas comunes. El encarnado
que se encuentra en ese tipo de conexión presenta graves trastornos
psicológicos y, a veces, psiquiátricos y neurológicos.
La gran mayoría de los desencarnados llamados obsesos,
necesitan ser atendidos adecuadamente. Precisan ser escuchados,
comprendidos, aceptados, esclarecidos y que les sean dadas espe-
ranzas y cariño. No quieren ser recriminados ni que les juzguemos
las acciones como si nosotros hiciéramos todo perfecto. Son
personas que quieren ser tratadas como tales.
126
Psicología y Mediumnidad

La psicoterapia apropiada para ellos, debe ser aquella que


les permita hablar, ser entendidos y reflexionar. Cualquier tentativa
de conversión evangélica sólo puede ser inocua, o causar
aburrimiento. Cuando alguien está en conflicto y eso atañe al
equilibrio psicológico, necesita tener contacto con la raíz de su
conflicto y no una conversión religiosa que sólo es oportuna en
momentos específicos de la vida de la persona.
Es necesario intuir la oportunidad para sugerir una idea
religiosa, evangélica o no, durante la crisis de alguien. Generalmente
el llamado “obsesor” no se encuentra en condiciones psicológicas
de aceptar una conversión o para un análisis evangélico por el
que no siente empatía y en un momento en que lo que él busca, es
alivio para su conflicto.
No esto, no quiero abolir o sugerir que se excluya el discurso
evangélico en la desobsesión, sino sólo alertar a que se debe realizar
sólo en los momentos oportunos. El contenido evangélico es de
extremo valor y las lecciones de Cristo contienen poderosas
direcciones para cambios de actitud. No deben usarse en vano
cuando lo que se pretende es hacer reflexionar a alguien sobre su
propia vida y sus conflictos.
Es fundamental encontrar la palabra y el momento ade-
cuados para puntuar una conversación con el desencarnado que
se vincula al encarnado por acciones agresivas.
Hay preguntas que pueden hacerse en una conversación
con espíritus desencarnados que facilitan el abordaje de cuestiones
más íntimas, ligadas a los conflictos que por ventura se quieran
ayudar a solucionar. Son preguntas simples y directas que pueden
ser útiles en una conversación.
¿Qué tal está usted? ¿Cuál es su nombre? ¿Dónde están
sus familiares? ¿Con quién y dónde vive actualmente? ¿Podría
hablarme un poco de usted? ¿Hace cuánto tiempo que usted
desencarnó? ¿Por qué motivo usted actúa así? ¿Qué le ha hecho
estar así? ¿Cuál es el motivo por el cual usted está así? ¿Cuándo
sucedió eso? ¿Cuáles son sus intenciones? ¿Considera usted su
127
adenáuer novaes

actitud actual adecuada para encontrar su felicidad? ¿Sus razones


son comprensibles, pero usted no se da cuenta que sus actitudes
le llevarán a lo opuesto de lo que pretende? ¿ A quién ama usted?
¿Alguien lo ama? ¿Qué hacía usted cuando estaba encarnado?
Dependiendo de las respuestas se puede encaminar la
conversación para cualquier rumbo. Es imprescindible que el
desencarnado hable mucho de sí y que nuevas preguntas lo lleven
a la reflexión sobre sus actitudes, deseos, intenciones y senti-
mientos. Se debe evitar proponer actitudes específicas, sin embar-
go, hay que llevarlo a encontrar alternativas para sí mismo. El
desencarnado deberá elegir lo que debe hacer de su propia vida.
Es siempre inadecuado dirigir la vida del otro, pues nunca tenemos
conocimiento suficiente a respecto de la misma y por lo tanto, no
sabemos lo que es mejor.

128
Psicología y Mediumnidad

Miedo de espíritus
desencarnados

L a eliminación del miedo y la modificación del estado


psíquico que se forma en el contacto con los espíritus por la
asociación con lo sobrenatural son desafíos psicológicos de quien
trata con la mediumnidad. No es muy fácil modificar una tendencia
arquetípica debido a sus raíces en el psiquismo a lo largo de los
siglos de evolución. Es necesario no condicionarse a las reacciones
de pavor asociando a la mediumnidad sentimientos de alegría y
satisfacción personal.
El miedo existente es natural y, por lo tanto, automático. Se
va eliminando con un cierto tiempo de ejercicio mediúmnico. Es
fundamental enfrentarlo, tratando de entender que trabajar con
los espíritus es contactar con personas, las cuales no pueden
hacernos ningún mal, además de aquellos que ya existen en
nosotros mismos.
El estado psíquico que nos coloca delante del sentimiento
de miedo se ve favorecido por uno o más complejos psíquicos
adquiridos en vidas pasadas que necesitan ser disueltos. Disolver
estos complejos no es tarea fácil para un ego frágil. Es necesario,
entre otras condiciones psíquicas, tener seguridad y auto-confianza
suficientes para que los complejos no se apoderen de uno.
129
adenáuer novaes

El no querer morir es siempre inherente a la conciencia del


ser humano y todo lo hace para evitar el contacto con ideas,
emociones y eventos que por ventura lo aproximen a ese inevitable
fenómeno. Por otro lado, la mediumnidad se arraiga en el incons-
ciente humano y sus manifestaciones se presentan a la conciencia
arrastrando consigo las experiencias adversas que se encuentran
asociadas al tema. Tales experiencias se conectan a complejos
que promueven la emoción del miedo. Es inevitable entonces, que
éste aparezca cuando la conciencia se depara con el fenómeno
mediúmnico.
La ignorancia nos hace conectar o asociar el contacto con
lo espiritual, por la mediumnidad, con situaciones adversas y que
nos causaron pavor en el pasado actual o en vidas anteriores.
Condicionémonos a esa asociación y, de esta forma, relacio-
némonos con lo espiritual como algo natural. Generalmente, cuando
conseguimos esa naturalidad, nos valemos de un mecanismo de
defensa llamado transferencia, que nos lleva a tratar del tema
con reverencia sagrada. Es decir, pasamos del miedo a la sacra-
lización. Ambos son formas externas y extremas de contacto. En
ambas, el miedo está presente de modo latente. El otro, con quien
tratamos, no es percibido como tal, sino de la forma como a mí
me es posible aceptarlo, en virtud de mi inseguridad e ignorancia.
Actuando así, nos sentimos seguros, no obstante, no maduros.
Si diseminamos principios requiere que los vivenciemos.
Cuando querramos que los principios espíritas se tornen creencia
común, será necesario hacer de ellos vivencias espontáneas y
naturales. La mediumnidad es un fenómeno humano y debe desa-
cralizarse para alcanzar el nivel social que pretendemos. La
sociedad establece reglas de convivencia que paulatinamente se
modifican buscando armonía. Por ahora, las reglas de convivencia
con los espíritus han sido así, pero poco a poco deberá modificarse,
para tornarse algo natural y espontáneo. Cuando el miedo se
sustituya por el sentimiento de fraternidad, será posible una relación
espontánea.
130
Psicología y Mediumnidad

El sentimiento de fraternidad que va reemplazando el miedo,


surge cuando los sentimientos son iguales, sin distinciones ni
jerarquías. Para eso es necesario no atribuir a los espíritus cualquier
poder que no se pueda tener, como también no permitir que la
culpa y la falsa humildad se presenten en la relación con ellos.
Solemos sentirnos inferiores a ellos por las culpas que llevamos y
por creer que ellos no las poseen. Creemos que son ellos nuestros
jueces. Surge, en el momento del contacto, la idea de un juez final
bíblico. Asociamos los espíritus a la muerte y ésta al juzgamiento
final. Es un condicionamiento que precisamos extinguir. En la
desencarnación no habrá juicio final, ni estaremos delante de algún
tribunal. La vida continúa. El juicio que existe es aquel que
naturalmente hacemos en todo momento y seguiremos haciendo
después de la muerte. No es solamente delante de ella que se
hace una evaluación de la propia vida. Esa evaluación debe hacerse
en todo momento y siempre. No debemos temerle, pues somos
nuestros propios jueces, y las leyes que debemos obedecer se
encuentran en nuestra propia conciencia. Es necesario no otorgar
a los espíritus desencarnados, de cualquier jerarquía, el poder de
juzgarnos o de decidir sobre nuestra existencia.
El miedo puede ser desacondicionado a medida que nos
sentimos más maduros y responsables por nuestro propio destino.
Es necesaria la conciencia de la autodeterminación. La auto-
determinación es la base para un ego estructurado. Una persona
autodeterminada asume las consecuencias de sus actos y actúa
adecuadamente para atender sus objetivos, sin agredir a nadie ni
a sí mismo, construyendo su felicidad.

131
adenáuer novaes

Inconsciente, intuición,
presentimiento y mediumnidad

¿Q ué actúa en el ser humano cuando piensa? ¿Es el


inconsciente que se presenta delante de la conciencia? ¿Una idea
nueva es una intuición que procede como respuesta a un estímulo
ambiental? ¿Es un presentimiento de que algo va suceder? ¿Es la
conciencia de la dinámica del inconsciente o fruto de un estímulo
telepático? ¿Será que la mediumnidad está presente en los fenó-
menos psíquicos? ¿Cómo? Difícil de responder a esas cuestiones.
Supongo que la mediumnidad es una facultad presente en todos
los fenómenos psíquicos. No es posible pensar sin captar fre-
cuencias espirituales por intermedio de ella.
La comunicación mediúmnica es un fenómeno psicológico
que permite venir a la conciencia lo que se inicia en otra dimensión
y en la esfera extra-cerebral o periespiritual. Esta favorece en el
encarnado la emanación de contenidos del inconsciente que, por
su cantidad, intensidad y cualidad de las informaciones, puede
configurar una idea de futuro en la forma de presentimiento como
una probabilidad. De la misma forma, el ego puede a través de la
mediúmnidad o no, tener acceso a aquellos contenidos, cuando
está estimulado por el medio o por el propio inconsciente,
presintiendo el futuro, también como probabilidad. A eso se llama
132
Psicología y Mediumnidad

intuición. El medio que estimula el ego puede ser material o


espiritual. Por lo tanto, la intuición es posible gracias a las
manifestaciones del inconsciente y a la mediumnidad.
Atribuir al inconsciente la autonomía de provocar tales
eventos proviene de la intensidad con que las experiencias del
espíritu, allí grabadas durante varias encarnaciones, promueven
su expresión en la vida consciente. No se puede decir si la acción
procede del espíritu o del medio. Todo ocurre de una forma simul-
tánea como en la unión de opuestos que se buscan intensamente.
Las recurrencias del inconsciente son manifestaciones
constantes e inseparables de la vida humana, consecuentemente
no hay conciencia sin las interferencias que vienen de él. La
conciencia está estructurada inicialmente a partir de las inter-
ferencias del inconsciente y continúa absorbiendo sus contenidos
en el transcurso de la vida, lo que caracteriza el proceso de
madurez del individuo. La conciencia, además de esa interferencia,
absorbe lo que le viene de las experiencias del ego en contacto
con la realidad externa.
Las intenciones, los deseos e impulsos, por otro lado,
parecen exigir una cierta predisposición o presión. Parece que
éstos ocurren mediante algún estímulo propio del Espíritu, de la
realidad espiritual (de algún desencarnado) o propio de algún
evento externo (estímulo del ambiente material). En la intuición
algo debe estar incomodando a la conciencia para que ocurra,
como si hubiese una descompensación psíquica para su mani-
festación. El presentimiento es más que una simple intuición por la
necesaria conexión inconsciente con una probable situación futura.
El presentimiento llena, para los “ojos” de aquel que lo siente, una
discontinuidad entre el pasado y el futuro, presentándole una
posibilidad de entendimiento como un sentido colectivo.
El evento mediúmnico, cuando se procesa por la afectación
del psiquismo del individuo, se puede presentar también como
una manifestación del inconsciente, como una intuición y como un
presentimiento. No hay como distinguir, en un evento mediúmnico,
133
adenáuer novaes

si la participación es estrictamente del psiquismo del individuo o si


hay interferencia de un espíritu comunicante.
Cuando el evento mediúmnico surge con el formato de un
mensaje psicofónico o psicográfico, también es difícil distinguirlo
de un evento estrictamente de la autoría del médium, teniendo en
vista la posibilidad de que su contenido puede venir del inconsciente
del mismo. Cuando contiene datos desconocidos de la vida actual
o de vidas pasadas del médium, ahí sí, tendremos la constatación
de la interferencia extra-médium. Es el caso de los mensajes me-
diúmnicos conteniendo informaciones precisas de nombres, fechas,
datos biográficos y otros detalles que se confirman al realizar las
pesquisas. Los mensajes de contenido moral elevado pueden venir
del inconsciente del médium, aunque estimulado por los espíritus.
Un mensaje de contenido moral, por más elevado que sea y por
menos culto que sea el médium, puede proceder de su inconsciente,
que quizá contenga informaciones adquiridas en sus experiencias
en vidas pasadas, pudiendo aflorar en cualquier momento. Ser
analfabeto no implica haber perdido los conocimientos adquiridos
en vidas pasadas, pues ellos pueden estar latentes, manifestándose
a partir de estímulos específicos.

134
Psicología y Mediumnidad

Diferencias entre anímico y


mediumnico en el psiquismo

L o que se llama animismo es la producción del médium,


de fenómenos de efectos físicos o de efectos intelectuales sin la
intervención de espíritus desencarnados. Consecuentemente, sólo
es mediúmnico el fenómeno que tenga la participación de uno o
más desencarnados. Hay entretanto, fenómenos que pueden ser
encuadrados como anímicos, sin embargo, pueden tener la
interferencia de espíritus desencarnados, como por ejemplo, la
visión de paisajes espirituales y la clarividencia. En esa misma
categoría podemos introducir las premoniciones procedentes de
sueños en los cuales los desencarnados pasan informaciones sobre
el futuro para el soñador.
Hay también fenómenos que sugieren la intervención de
espíritus, pero que parecen tener causas desconocidas, a ejemplo
de los clasificados por C. G. Jung (1856-1961) como Sin
cronicidad. Cito como ejemplo, el hecho de un reloj que se para
en el exacto momento en que ocurre la muerte de su dueño o en la
aparición de un insecto raro en un ambiente muy distante de su
habitat natural cuando su nombre científico es citado.
Hay fenómenos que ocurren con el ser humano, desde el
punto de vista psíquico, que no pueden simplemente recibir la
135
adenáuer novaes

denominación de anímico o mediúmnico. Se puede decir, que esas


dos clasificaciones son polaridades de un espectro muy grande,
lo cual contiene fenómenos de naturaleza todavía desconocida y
que el cerebro humano no es capaz de registrar.
El fenómeno anímico está siempre presente en lo mediúm-
nico, puesto que todos los fenómenos que pasan por el psiquismo
humano, contienen elementos y símbolos presentes en la psique
de quien participa de estos.
La conciencia de los procesos anímicos como algo natural
en la mediúmnidad puede colaborar con la individualización6
del médium, pues simultáneamente a su contribución como
intermediario, se dará cuenta de aquello que le es propio, adquirido
en su evolución espiritual. Ella pasa a ser consciente de sus
cualidades y, tal vez, de su nivel de evolución espiritual.
Es necesario que retiremos del ejercicio mediúmnico el
miedo o temor al animismo, pues éste estará siempre presente.
La palabra animismo se tornó un símbolo que transfiere una cierta
inseguridad y hasta miedo a los médiums con la falta de expe-
riencias. No se debe temer lo que es natural. El candidato a médium
debe ser consciente de sí mismo y despreocuparse de su
interferencia personal a través de la experiencia. Entretanto, debe
tener juicio crítico sobre lo que produce a través de la mediúmnidad,
además de someter su producción al criterio de terceros.
Los contenidos repetitivos de algunos médiums, trayendo
mensajes mediúmnicos que se asemejan, no siempre se tratan de
animismo, pues muchas veces, proceden del mismo espíritu, lo
cual no consigue, con aquel intermediario, cambiar su propio
padrón de pensamiento y sentimiento.
Es importante distinguir el fraude del animismo. En el fraude
hay un fallo de carácter del médium o del espíritu comunicante. El
objetivo del fraude es engañar. El fenómeno anímico es
6
Algunas características del psiquismo femenino son: pluralidad, tendencia a volcarse
hacia dentro de sí misma, conectividad, tendencia nutridora, mayor permisividad,
condescendencia, flexibilidad, juzgamiento emocional, etc.

136
Psicología y Mediumnidad

inconsciente, es decir, no depende de la voluntad del médium. Es


producido por su desconocimiento. Él puede reducir su influencia,
pero nunca evitarlo totalmente. Él consigue reducir la influencia
del animismo en sus comunicaciones en la medida que identifica
sus padrones psíquicos, evitando que ellos se presenten.
Las señales que delatan al animismo sólo se observan con
el ejercicio frecuente de la mediumnidad y después de un
conocimiento específico de la personalidad del médium. A primera
vista no hay quien distinga el animismo de lo mediúmnico, pues
una única comunicación no es suficiente para detectar y eso forma
parte del “modus operandi” de aquel médium.
Algunas señales características de las comunicaciones en
las cuales prevalece el animismo son:

1. Padrón repetitivo del contenido de las comunicaciones


intelectuales;
2. Construcción repetitiva de las ideas transmitidas en las
comunicaciones intelectuales;
3. Semejanza típica entre la personalidad del médium y el
contenido de sus comunicaciones, cuando se trata de historias
con personajes;
4. El contenido de los mensajes presenta una y otra vez
soluciones directas para los conflictos íntimos del médium;
5. Citaciones constantes del nombre del médium en los
mensajes transmitidos por él;
6. Perspectiva no espiritual en la forma de presentar los
mensajes;
7. Ademanes y tiques que no pertenecen a los espíritus
desencarnados;
8. Exigencias exclusivas y raras para que el fenómeno
mediúmnico ocurra;

Muchas veces, la simple presencia de un espíritu desen-


carnado, presentida por el médium, le provoca ganas de emitir
137
adenáuer novaes

una comunicación, aunque no tenga esa intención, ni nada tenga


que decir. La sintonía psíquica también puede darse a la distancia,
desde que ambos estén en la misma frecuencia vibratoria.
El animismo antes de ser un problema es una condición
natural existente en todas las comunicaciones, las cuales invaria-
blemente se valen de los contenidos de la conciencia y del incons-
ciente de los mediums.
Para reducir los efectos, que perjudiquen las comunica-
ciones, es importante que los médiums busquen una mayor sintonía
con los espíritus con quienes trabajan o desean comunicarse,
además de desenvolver un mayor juicio crítico en relación con el
contenido de sus comunicaciones.

138
Psicología y Mediumnidad

El provecho de la mediumnidad

La facultad mediúmnica pertenece al individuo y es un


patrimonio conquistado a lo largo de su evolución espiritual. Su
utilización está siempre relacionada con los espíritus, no siendo,
en principio, un acto aislado. Por lo tanto, es un acto ejecutado en
conjunto y que implicará responsabilidades y aprendizaje para
aquellos que participen de su ocurrencia. Lo que ocurre (victorias
y derrotas) será dividido entre sus ejecutores.
De cómo se utilice dependerá la calidad de los espíritus
que actúan con el médium. Algunas veces, aunque el médium utilice
inadecuadamente su facultad, contará con Buenos Espíritus que
intentan conducirlo a otras actitudes y objetivos más nobles. En
esos casos, hay intercesión a favor del médium por lo merece.
La inhibición de la facultad puede ser provocada por espíri-
tus que saben intervenir en el funcionamiento del periespíritu del
médium para no conseguir utilizarla. Esto se hace para su bien,
evitando que su uso inadecuado genere mayores compromisos al
médium y a terceros. Algunas substancias químicas cuando son
administradas en el cuerpo físico también tienen efecto semejante.
La facultad mediúmnica también puede volverse más
explícita o aflorada por las intervenciones periespirituales promo-
vidas por espíritus conocedores de su fisiología. Hay también
sustancias químicas, sobretodo alucinógenos, que pueden provocar
139
adenáuer novaes

efecto parecido, de la misma forma que pueden abrir las “puertas”


del inconsciente a la conciencia, provocando una serie de disturbios
psíquicos.
El uso de la mediumnidad podrá contribuir para su inhibición
o para su desarrollo, dependiendo de la forma y del objetivo con
que se hace, como también de los cuidados que se tenga con el
propio cuerpo.
El provecho que se puede y se debe retirar de la medium-
nidad es que su ejercicio debe estar de acuerdo con el sentido
que el médium atribuye a la propia vida, sirviendo de refuerzo
para su evolución espiritual.
El uso profesional de la mediumnidad, es decir, para
subsistencia personal, dejará al médium en situación delicada
cuando los espíritus no acudan al acto o cuando, por otro motivo,
ésta se inhiba. Ese tipo de provecho lo alejará del ejercicio de su
ciudadanía por el hecho de no ejercer una profesión legalmente
reconocida. Tal práctica le impide también mantener relaciones
profesionales con terceros, a someterse a una jerarquía funcional
y a insertarse en la dinámica de la economía de la sociedad.
Los requisitos para que el médium no obtenga provecho
de su facultad son los siguientes:
1. La actividad a ser ejecutada no deberá hacerle depender
de los espíritus;
2. El ejercicio deberá contribuir para su individualización y
evolución espiritual;
3. Su uso no deberá excluirlo de la sociedad ni apartarlo de
sus obligaciones como ciudadano;
4. Aquello que haga de su facultad no deberá llevarlo a
tener cualquier trastorno psíquico;
5. Su conexión con los espíritus, en ejercicio mediúmnico,
debe contribuir también para la evolución de ellos mismos;
6. La actividad de ejecutar deberá auxiliar sin viciar a las
personas que se benefician de su facultad;
140
Psicología y Mediumnidad

7. El producto de las comunicaciones mediúmnicas no debe


ser de ninguna manera, remunerado o cambiado por beneficio
financiero al médium, o a terceros;
8. El uso de la mediumnidad debe conducir al médium hacia
la felicidad.

El uso de la mediumnidad de forma no gratuita no interfiere


en su desarrollo, pero está ligada a la calidad de los espíritus que
se comunican por el médium.
El gran provecho que se puede sacar de la mediumnidad es
el propio contacto con lo espiritual, lo cual aproxima al médium a
su naturaleza esencial. Siempre que sea posible, debe utilizar su
mediumnidad en lo cotidiano para su felicidad, atendiendo a los
requisitos arriba citados.

141
adenáuer novaes

Mediumnidad y sexo

L a palabra sexo tiene muchos significados. Entre ellos


destaco los siguientes: energía psíquica, acto de intimidad, cópula,
género, genital, impulso / deseo y amor. Intentaré especificar cuan-
do esté utilizándolo en uno o en otro sentido para facilitar la
comprensión.
La facultad mediúmnica no está relacionada al sexo en lo
que se refiere a la relación sexual. La vida sexual (relaciones íntimas)
de alguien no interfiere en el desarrollo de la mediúmnidad de la
persona. Es común que el médium se sienta culpable cuando tiene
relaciones sexuales porque cree que estos actos lo alejan de los
Buenos Espíritus. No se debe olvidar que ellos también son huma-
nos y como tales lo hacían naturalmente cuando estaban encarna-
dos. Muchas veces, la culpa deriva de la fuerte proyección repre-
siva que la cultura, la educación represora y la religión castradora
imponen.
La recomendación que se hace con relación a la práctica
sexual antes o en el mismo día de las reuniones de contacto con
los espíritus, se debe al hecho de que el médium se prevenga en
cuanto a la fijación emocional que comúnmente se asocia al acto.
Eso vale para cualquier otra actividad del ser humano en que se
tenga fuerte vinculación emocional capaz de afectar el psiquismo,
interfiriendo en la actividad mediúmnica. Las fantasías imaginativas,
142
Psicología y Mediumnidad

típicas en las relaciones sexuales, pueden generar fijaciones


mentales, que son prejudiciales al ejercicio de la mediúmnidad,
como a cualquier actividad en que se exija concentración y
disponibilidad psíquica. Las imágenes mentales generadas durante
un acto sexual deben olvidarse en el ejercicio de otras actividades,
inclusive y principalmente de la mediumnidad.
El celibato o la baja actividad sexual no interfiere en el desar-
rollo de la mediumnidad, tampoco la práctica del sexo impedirá
que los espíritus se aproximen a esta o a aquella persona. Para
ellos, en general, la actividad sexual es un acto humano natural y
que debe ejercerse con educación y armonía. La institución del
celibato en el ámbito religioso católico se atribuye a las respon-
sabilidades que el ejercicio sacerdotal exige en que el comando y
la manutención de una familia se ven como adversarios, además
de las cuestiones ligadas a la herencia de bienes materiales. A esto
se atribuye, la práctica sexual inadecuada, típica del período
anterior a la Edad Media, comunes en ambientes de iniciación
religiosa, cuyos abusos despertaron la necesidad de control,
teniendo como resultado el establecimiento de las prohibiciones
de actividades sexuales. Entretanto, vivimos en una época, en la
cual la sexualidad se vive de forma menos conflictiva y con más
naturalidad. La sexualidad del ser humano tiene hoy más libertad
de expresión, lo que contribuye para el alivio de las represiones
establecidas en el pasado. Los tabúes están cayendo y el misterio
antes existente se está desvendando paulatinamente.
La actividad sexual sana del ser humano contribuye al
equilibrio de su vida psíquica y le debe traer armonía y satisfacción
emocional. Su influencia sobre la mediumnidad es la misma de
otras que le exigen energía emocional.
La actividad sexual consigo mismo, con una pareja de otro
sexo (género) o con alguien del mismo sexo no es relevante para
el ejercicio de la mediumnidad cuando no hay culpa, miedo,
imposición, desarmonía, prejuicio a otro, ni fijación o vicio mental.
143
adenáuer novaes

La sexualidad debe ejercerse considerándose que se posee


una modalidad de energía psíquica que debe usarse persiguiendo
la felicidad y el amor.
La energía psíquica utilizada en la modalidad sexual es un
poderoso estímulo para el crecimiento del ser humano, que debe
utilizarse como camino para la felicidad. Su fuerza propulsora es
una de las responsables para la creatividad humana y para el
desarrollo social. Por su fuerza, el ser humano necesita aprender
a educarla para encaminarse hacia el desequilibrio. Es como la
corriente, que puede seguir los márgenes del río así como puede
generar energía eléctrica cuando pasa por una turbina.

144
Psicología y Mediumnidad

La mediumnidad en lo femenino

L a mediumnidad es una facultad que permite la conexión


psíquica en un nivel superior a las comunicaciones conscientes.
No es femenina ni masculina, sino una polaridad psíquica que
permite la conexión con otra.
Por la condición del psiquismo femenino7, que favorece la
manifestación de la calidad conectiva perteneciente al espíritu,
la mujer es más sensible a todo acto que incluya afectividad. El
contacto con los espíritus es un acto de conexión que impele una
persona hacia otra y eso se asemeja a aquélla calidad del psiquismo
femenino.
Las predisposiciones psíquicas de lo femenino contribuyen
para que el producto de la mediumnidad en la mujer se torne algo
más especifico, es decir, más definido. Al contrario de lo masculino,
lo femenino busca la conexión con la unidad, lo que conduce su
facultad a un contacto con espíritus desencarnados dentro de
ciertos límites. Por ser más selectiva y exigente, tenderá a establecer
más límites y criterios en la calidad y cantidad de los espíritus con
los cuales establece la comunicación mediúmnica.

7
Algunas características del psiquismo masculino son: singularidad, tendencia a
volcarse hacia fuera de sí mismo, expansivo, proveedor, separativo, tendencia a
cerrar procesos, etc.

145
adenáuer novaes

Las preocupaciones cotidianas de lo femenino, con respecto


al aspecto materno (nutriente), aunque sea solamente como una
posibilidad, sugieren contenidos en las comunicaciones mediúm-
nicas de acuerdo con esa función psíquica o en oposición a ella.
Afirmar que la mediúmnidad es una facultad típica de las
personas con trazos femeninos, más sensibles desde el punto de
vista afectivo, tal vez sea una equivocación y se esté atribuyendo
a un específico carácter de ciertos médiums, la causa de su sensi-
bilidad mediúmnica.
Ser femenino o masculino, tanto como el psiquismo de
ambos géneros, no favorece el desarrollo de la mediúmnidad. Esas
dos polaridades psíquicas contribuyen o dan dirección a algunos
formatos del producto de la mediúmnidad. Los espíritus desen-
carnados pueden tener preferencias por comunicarse a través de
hombres o de mujeres, entretanto, eso es una elección estricta-
mente personal.
Las comunicaciones mediúmnicas que salen por médiums
cuyo psiquismo es nítidamente femenino, tienden a presentar, en
la construcción de las ideas, aspectos que envuelven su necesidad
de conexión con lo masculino.
Cuando los hombres se presentan con caracteres femeninos
en su comportamiento o en su forma de hablar, eso no es provo-
cado por la mediúmnidad ni la favorece. Tales caracteres son
aspectos propios de la personalidad del médium. Idéntico con
relación a las mujeres que presentan caracteres masculinos.
Los espíritus que animan los cuerpos masculinos y femeninos
son los mismos, pues el Espíritu en si no tiene sexo. No hay Espíritu
masculino o femenino, entretanto, hay espíritus desencarnados
masculinos o femeninos. La desencarnación no promueve la
renovación del periespíritu, lo cual se localiza en la psique masculina
o femenina, después de su desencarnación.
Por lo tanto, el espíritu puede llegar a tener un psiquismo
masculino o femenino, después de su desencarnación, depen-
diendo de las circunstancias.
146
Psicología y Mediumnidad

Todavía hay un número reducido de mujeres médiums en la


categoría de positivos8, tal vez proveniente de la mayor flexibilidad
del psiquismo femenino. Esa no es una característica de la
personalidad, sino del psiquismo. Los mismos hombres que son
médiums psicógrafos y que traen mensajes precisos, cuando
reencarnan como mujeres, tendrán dificultades en repetir lo hecho.

8
Allan Kardec, El Libro de los Médiums, Cap. XVI, ítem 193.3.

147
adenáuer novaes

La mediumnidad
en lo masculino

T ener un psiquismo masculino9 no es atributo


exclusivamente del hombre, tampoco tener un psiquismo femenino
lo es de la mujer. La mente humana tiene polaridades psíquicas
que definen actitudes con relación a la vida. La polaridad psíquica
de alguien puede estar en desacuerdo con su anatomía sexual. La
polaridad psíquica sexual no siempre acompaña los aspectos gené-
ticos o morfológicos en el ser humano, encarnado o desencarnado.
El género del cuerpo y la educación social contribuyen para la
manifestación del psiquismo masculino o femenino, sin embargo,
a veces, independientemente de estas dos condiciones, puede
prevalecer un psiquismo contrario. Eso puede ocurrir en función
de la fuerte polaridad psíquica del espíritu, consolidada en algunas
encarnaciones.
La búsqueda por vencer al mundo externo y su natural
tendencia a la conquista contribuyen para que los mensajes que
fluyen a través del psiquismo masculino contengan factores que
apuntan para aquella dirección. De la misma forma, el deseo de
12
Algunas características del psiquismo masculino son: singularidad, tendencia a
volcarse hacia fuera de sí mismo, expansivo, proveedor, separativo, tendencia a
cerrar procesos, etc.

148
Psicología y Mediumnidad

conectarse y la natural tendencia agregadora del psiquismo


femenino, también contribuyen para un dogma típico en los
mensajes.
Masculino y femenino son polaridades psíquicas acentuadas
por los caracteres genéticos y anatómicos del ser humano. En
realidad, no hay un ser humano íntegramente masculino o femenino,
pues la psique presenta generalmente una predominancia de un
aspecto sobre el otro, sin embargo, conserva ambos. La diferencia
entre una polaridad y otra definirá un padrón psíquico que el
individuo tiende a acentuar. El psiquismo, sea masculino o femenino,
está estructurado en el periespíritu donde se encuentran las
experiencias del individuo en sus sucesivas reencarnaciones. Sus
experiencias en uno y en otro tipo de sexo y con la sexualidad en
general, contribuyeron para acentuar ésta o aquélla polaridad. La
conocida y citada sensibilidad femenina no torna a la mujer más
médium que al hombre, por poco sensible que él sea. Aquella
sensibilidad es una cualidad emocional, pero no mediúmnica. Un
hombre puede tener la misma cualidad y no presentar señales
explícitas de mediúmnidad. No se debe confundir sensibilidad
afectiva con sensibilidad mediúmnica. La primera pertenece al
campo emocional de la psique y la segunda al campo espiritual.
Son capacidades distintas.
De acuerdo con ciertos registros históricos, el hombre ha
presentado más dotes mediúmnicas, sin los límites que la mujer
naturalmente impone. Hay más hombres médiums positivos que
mujeres, por lo menos que se tornan más famosos. Tal vez él se
torne más famoso por la facilidad que tiene lo masculino de tratar
con el mundo externo. Tales dotes se presentan por la variedad
de fenómenos y por la cantidad de médiums hombres que se
conoce. Eso se debe exactamente a las exigencias típicas que la
sociedad le hace al hombre. Independiente de eso, podemos
observar que la cantidad de mujeres presentes en sesiones espíritas
es mayor que la de los hombres. Eso se debe al hecho de que la
mujer se ocupa más del contacto con lo subjetivo (afectivo o
149
adenáuer novaes

espiritual) y su atención está volcada naturalmente hacia el


autoconocimiento. La polaridad psíquica masculina se presta más
a la mediúmnidad positiva.
Las características del psiquismo masculino favorecen el
modo práctico de tratar con el medio externo y dificulta la relación
con el mundo subjetivo. Las características del psiquismo femenino
determinan mayor habilidad relacional y afectiva, en perjuicio de
los aspectos objetivos de la vida. Son polaridades complementarias
que deben desarrollarse a lo largo de varias encarnaciones, resul-
tando en la construcción de un psiquismo equilibrado.
La sensibilidad mediúmnica en el hombre sobresale más
porque el psiquismo masculino se siente más atraído, por la falta,
por las expresiones afectivas que generalmente surgen en los
mensajes de desencarnados.

150
Psicología y Mediumnidad

La mediumnidad en
el soltero y en el casado

L a vida cotidiana interfiere significativamente en la vida


psíquica. Todo lo que hacemos y cómo lo hacemos sigue un ritmo
dictado por lo psíquico, sin embargo, los condicionamientos que
la cultura, la educación y el medio imponen, alteran su funcio-
namiento. Muchas veces, los espíritus desencarnados que trabajan
con ciertos médiums alteran la vida particular de ellos para que se
moldeen a lo que desean. En otros, ellos, los espíritus, se adaptan
al “modus vivendi” de sus médiums. En uno y en otro caso hay
pérdidas y ganancias para ambos lados.
La opción de casarse, es decir, de vivir en compañía de
alguien, en una relación marital, impone obligaciones que, si no se
respetan, pueden interferir psíquicamente en el ejercicio y en el
desarrollo de la mediúmnidad. Cuando uno de los cónyuges opta
por el ejercicio de la mediúmnidad en una institución espírita, antes
de iniciar la práctica, debe conversar con el otro de forma
conciliatoria, buscando introducir de forma adecuada aquella nueva
actividad, sin perjuicio a las obligaciones familiares o maritales. El
ejercicio de la mediúmnidad debe realizarse de tal forma que no
favorezca la separación de la pareja o traiga disgustos a la
convivencia.
151
adenáuer novaes

El psiquismo de la persona que vive en matrimonio contiene,


en la conciencia, elementos que se prestan a determinadas
proyecciones que los desencarnados utilizan para transmitir sus
ideas, en formatos diferentes de aquellos cuyos médiums son
solteros. Los solteros, es decir, aquellos que no están casados
con alguien, (ni viven relaciones no convencionales) no poseen en
su psiquismo elementos (símbolos) semejantes a los casados. Los
solteros no viven situaciones típicas de la vida marital, princi-
palmente en la esfera relacional, la cual impone donaciones y
renuncias a favor del otro. Aunque el soltero vive con alguien
(madre u otro familiar) la relación será diferente del matrimonio.
El producto de la mediúmnidad intelectual, en lo que se refiere a
los símbolos que formatean el contenido de los mensajes será,
por lo tanto, diferente para cada caso.
En algunos casos, el ejercicio de la mediumnidad pública
coloca al individuo en cierto grado de proyección que puede
llevarlo a dejar la vida de casado y, a veces familiar, para dedicarse
al servicio con más tiempo y sin las obligaciones del matrimonio
que tenía. Algunos siguen la vida sin la vida de casado, otros,
buscan una relación no convencional. Ese cambio no siempre
favorece el proceso de individualización (crecimiento y desarrollo
de la personalidad) del médium, sin embargo, en ciertos casos,
puede ser un beneficio para la divulgación del Espiritismo. Los
médiums, en ese caso, deben pensar sobre si abdican o no de su
realización personal a favor de lo colectivo, o buscan una forma
conciliatoria de vivir. La alternativa que da dirección exclusivamente
para una de las opciones trae siempre algún perjuicio.
Algunos médiums, cuando están casados, por causa de
conflictos en la esfera familiar, tienden a transferir sus soluciones
para el contenido de las comunicaciones, dificultando así la
transparencia en los mensajes de los que son vehículos.
Algunos candidatos al ejercicio mediúmnico, cuando son
más jóvenes, quedan indecisos entre una relación amorosa y el
ejercicio de su mediúmnidad, creyendo a veces, que una cosa
152
Psicología y Mediumnidad

interfiere en la otra. No se trata de una elección entre opuestos,


sino de aprender a dedicar atención a cosas distintas. El ejercicio
de la mediúmnidad no debe ser un estorbo en una vida amorosa
saludable. Aun para aquellos que ya reencarnaron con la
mediúmnidad ostensiva, no será perjuicio tener una vida amorosa
y familiar armónica. No es necesario abdicar de una familia si se
quiere tenerla. No se debe colocar la mediúmnidad pública como
oposición para construir una familia.
Es necesario aprender a conciliar intereses públicos con
intereses privados. Saber vivir equilibradamente las dos dimen-
siones de la vida es una demostración de madurez psicológica y
evolución espiritual.
Los símbolos presentes en la vida de una persona soltera,
es decir, que no conviva con una pareja, difieren de aquellos de
los casados, porque se aproximan más al inconsciente. El
psiquismo del soltero tiende a desarrollar símbolos relativos a la
autonomía de su propia vida. La experiencia de ser el único
responsable por las elecciones que hace en la vida desenvuelve
en ellos sentido de independencia, libertad y la necesidad de estar
mucho más atentos a la rutina, ya que no pueden atribuir la culpa
por lo que hacen o dejan de hacer a otros. Por causa de su
condición, aprenden a compaginar su propia vida, pues no cuentan
en el día-a-día con alguien con quien dividir responsabilidades.
Crean disciplina propia, independiente de las cobranzas externas,
pero afinada con su conciencia de propósitos de vida. Abren
espacios para cuidar de varias dimensiones de la propia vida con
vista a su individualización. Los desafíos que vencen promueven
la existencia de símbolos en el psiquismo que se prestan a otras
cualidades de comunicaciones mediúmnicas, tan válidas como las
de los casados.

153
adenáuer novaes

Mediumnidad
y homosexualidad

H omosexualidad es la designación que se da a


aquellas personas que practican sexo con el género semejante.
Esta práctica sucede por una serie de motivos que varían de per-
sona a persona que procede de esta forma. Los motivos pueden
tener causas en la indiferenciación sexual, en un desequilibrio del
chakra genésico, en la imitación del comportamiento, en la curio-
sidad sexual, en la preferencia innata u otros de naturaleza no
definida. No hay una causa precisa, ni hay que creer como muchos
piensan, que el espíritu ha pedido en la encarnación anterior nacer
en un cuerpo del sexo opuesto. Otros, absurdamente, piensan
que se trata de expiación.
La homosexualidad no es enfermedad, tampoco significa,
a priori, la existencia de un conflicto psíquico. Cuando ella se
presenta como un conflicto la persona debe buscar ayuda
profesional para comprenderse y resolver su problema.
La necesidad de entenderse como hombre o como mujer
impone a las personas que se coloquen como homosexuales,
cuando no se encuadran, por la preferencia sexual que adoptan,
como típicos de su género. Con esto, pierden la oportunidad de
entender que su naturaleza sexual no precisa los estereotipos
154
Psicología y Mediumnidad

convencionales. Cada ser humano tiene su sexo psíquico (defi-


nición sexual) específico. No precisa ajustarse, en este o en aquel
tipo, ni en un tercero o cuarto. Definirse como hombre o como
mujer es una necesidad psíquica para la mayoría de las personas,
por necesidad cultural (medio social), importante para que el
Espíritu aprenda a educar su energía sexual.

El espíritu, psíquicamente hablando, no es hombre, mujer u


homosexual. Aunque tenga polaridades psíquicas (masculina y
femenina), puede expresarse dentro del espectro entre una y otra.
Eso significa que la expresión del espíritu, encarnado o desen-
carnado, puede situarse en la gama que va del masculino al feme-
nino. El ser humano no es hombre ni mujer. Él se presenta con una
de las denominaciones por la correlación que naturalmente hace
entre la predominancia de su psiquismo y su anatomía genital.
Ser homosexual no quiere decir, tratándose en sí del hombre,
tener un alma femenina, es decir, ser sensible emocionalmente,
pues esta característica puede estar presente en personas sensibles,
de ambos sexos, independientemente de sus prácticas sexuales.
Generalmente, para señalar la preferencia sexual diferenciada de
alguien que es homosexual, específicamente del sexo masculino,
se afirma que la persona tiene el “alma femenina”. Es importante
que aprendamos a respetar la preferencia sexual de las personas
y que miremos su individualidad independiente de la opción que
haga, cualquiera que sea. De la misma forma, ser homosexual,
tratándose de la mujer, no quiere decir ser marimacho o duro,
pues tales condiciones pueden estar presentes en cualquier
persona.
La mediúmnidad no provoca la homosexualidad ni contri-
buye para su existencia. Aunque se observe la presencia de homo-
sexuales vinculados a la práctica de la mediumnidad formal (el
Espiritismo, en la Umbanda, en el Candomblé y demás sectas o
religiones mediúmnicas), eso no es suficiente para que se establezca
cualquier relación de causalidad. La mediumnidad está presente
155
adenáuer novaes

en los heterosexuales y en los homosexuales, en todos los seres


humanos, independiente de su opción sexual. El uso de la energía
psíquica en el campo sexual no está asociado al desarrollo de la
mediúmnidad, ni acelera o retarda su expresión.
La homosexualidad que se observa en ciertos médiums
ostensivos, cuando se vive con culpa, interfiere en las comunicaciones
mediúmnicas por causa de la intensidad del complejo psíquico
generado. Las comunicaciones intelectuales tienden a tener un
formato purificador y consolador, mucho más intenso y pesado.
Los médiums ostensivos que son homosexuales sienten una culpa
muy grande, por causa de sus prácticas sexuales, condenadas
socialmente, sufren por la propia discriminación que hacen consigo
mismos. Su culpa interfiere en los procesos mediúmnicos y en el
contenido de las comunicaciones espirituales que por ventura emitan.
La vivencia de la homosexualidad sin culpa requiere la
comprensión de la propia personalidad, para no hacerla sucumbir
a las exigencias colectivas, enfrentando el desafío de realizar su
sentido interno de vivir. Para esto es necesario liberarse de los
preconceptos que impiden la felicidad en el amor, es decir, amar a
otra persona como forma de alcanzar el sentido supremo de vivir,
que es ser feliz sin hacer infeliz a otro. La experiencia de ser
homosexual debe permitirse cuando proporciona el crecimiento
de la persona a través del amor. Esto sí, debe estar presente
cualquiera sea la preferencia sexual del individuo. Generalmente,
cuando se trata con la homosexualidad, en nosotros o en alguien,
demostramos pobreza moral al emitir juicios de valor. El dese-
quilibrio que pueda existir en una relación homosexual no reside
en la semejanza del género, sino en el psiquismo de los individuos,
que puede contener complejos desestructurados. Nada hay en el
Espiritismo que estimule la práctica homosexual, ni que la reprima,
pues se trata sólo de una expresión del Espíritu en busca de sí
mismo. Ya vivimos, la experiencia homosexual en algún período
de nuestra evolución, por causa de la falta de diferenciación sexual
característica de los principios de la humanidad.
156
Psicología y Mediumnidad

La transferencia que normalmente los médiums hacen para


con los espíritus que se comunican a través de ellos, conside-
rándolos gurús y salvadores, cuando no los consideran santos,
impide que ellos mismos perciban su verdadera naturaleza. Tal
mecanismo de proyección puede confundir la propia sexualidad
del médium, que se olvida de conservar su identidad sexual, ya
que la mayoría de los espíritus desencarnados evita hablar con
naturalidad sobre sexo.
Sexo y mediúmnidad son temas distintos. El deseo sexual
moviliza la energía psíquica y la mediúmnidad es un sistema de
comunicación espiritual por medio del inconsciente.

157
adenáuer novaes

Mediumnidad y
conocimiento intelectual

E l conocimiento intelectual, a excepción de aquel que


se tiene sobre la mediumnidad, no interfiere en su desarrollo. Él es
importante en función del producto que sale a través del médium.
Cuanto más culto sea el médium, mejor instrumento se torna de
los espíritus que se comunican a través de él. El conocimiento
intelectual que se tiene no interfiere en la existencia de la medium-
nidad en cuanto a la facultad humana. Ser culto o ser analfabeto
no aumenta las capacidades mediúmnicas de la persona. El
ejercicio de la mediúmnidad aliado al conocimiento ciertamente
traerá una facultad más madura y más ostensiva.
Cuando me refiero al conocimiento intelectual no es sólo a
respecto de temas espiritas, sino a cultura general. Cuando la
persona se limita solamente a aquellos temas, normalmente se
petrifica en un sólo saber, sin contextualizarlo. El Espiritismo, como
cualquier saber, debe ser comparado y criticado de forma que
acompañe el desarrollo intelectual del ser humano. Para que eso
ocurra es necesario estudiar y sobre todo, leer. El conocimiento
intelectual no debe limitarse al nivel de información de quien
solamente lee los periódicos o ve la televisión, sino buscar y profun-
dizar sobre los temas que discute, inclusive, cuando sea posible,
yendo a sus fuentes primeras y más actuales.
158
Psicología y Mediumnidad

Pensar que el intelecto ampliado interfiere en el desarrollo


y ejercicio de la mediúmnidad refleja exactamente el estado
embrionario de su desarrollo. Es un prejuicio, pues, cuanto mayo-
res son los conocimientos en la conciencia, mayores serán las
posibilidades de representación en las comunicaciones me-
diúmnicas.
Apoyarse en la ignorancia para valorizar la producción
intelectual de una comunicación mediúmnica es como querer
justificar el efecto por la falta de ella. La buena producción
intelectual en un mensaje debe compararse a lo que mejor existe
sobre su contenido.
Una buena lectura, inclusive sobre temas correlativos con
la mediúmnidad, favorece su desarrollo, así como el contacto con
la literatura específica sobre fenómenos mediúmnicos.
El trabajo mediúmnico no debe alejar al médium de su
crecimiento intelectual. No debe olvidarse de continuar sus estu-
dios académicos, ni poner como excusa la falta de tiempo. El
practicante del Espiritismo no debe alejarse del mundo, pues es
en él que el conocimiento espírita debe ser vivenciado. La persona
que se dedica a la mediumnidad en una institución espírita, o
privada, debe ir en busca de su formación intelectual, inclusive,
cuando sea posible, frecuentar una facultad y alcanzar los más
altos peldaños universitarios si así lo desea.
El ejercicio de la mediúmnidad no es cómplice de la disculpa
de la falta de tiempo o de recursos para frecuentar una escuela o
universidad. Cuanto más culto y sabio sea el médium, mejor será
su producción mediúmnica. Sin despreciar a aquellos que no
alcanzan un curso superior, o a aquellos que no consiguen fre-
cuentar una escuela por diversos motivos, cuando la persona que
la ejerce posee los más altos conocimientos que la vida material
ofrece dignifica la mediumnidad pública. Al decir esto, no quiero
que el lector piense que relaciono la mediumnidad con el título
universitario, sino sólo que esa conquista es una demostración de
que el médium no es un desconocedor de la ciencia del mundo
159
adenáuer novaes

material. Aunque haya ejemplos de personas incultas y excelentes


médiums, inclusive con producción mediúmnica de alto valor
intelectual, eso no debe ser modelo para la vida personal de nadie.

160
Psicología y Mediumnidad

Mediumnidad en los animales

L as percepciones aparentemente extra-sensoriales ve-


rificables en ciertos animales no se trata de mediúmnidad o de
rudimentos. Son capacidades relativas a los órganos de los sentidos
físicos que les permiten sentir y percibir más allá de lo humano, no
obstante, esa cualidad no debe ser considerada mediumnidad.
Esta es exclusiva del ser humano por concepto y por una cuestión
de adquisición evolutiva.
En el animal no existe mediumnidad, sino una sobrexcitación
de la senso-percepción por causa de órganos más sensibles que
los del ser humano. No pueden servir de intermediarios de los
espíritus desencarnados. Cuando ocurre que alguno de ellos “per-
cibe” presencias espirituales y se alteran por eso, se debe a la
absorción de fluidos materializados emitidos por las entidades.
La sensibilidad que promueve ciertas manifestaciones en algunos
animales como si se tratara de una percepción mediúmnica, a
ejemplo de la “molestia” de alguna “presencia” espiritual, no se
caracteriza como mediúmnidad, sino como una captación de
emisiones de fluidos (materiales) de espíritus, las cuales los órganos
sensoriales humanos no alcanzan. No habría objetivo para la
mediumnidad en los animales. De nada les serviría, pues la co-
municación mediúmnica busca la mejora psicológica y la madurez
espiritual del individuo. En el animal, el principio espiritual está en
161
adenáuer novaes

vías de individualización, por lo tanto, su psiquismo todavía es


más colectivo que individual. No hay madurez psicológica para
una comunicación en el ámbito espiritual.
El principio espiritual que se encuentra en la condición animal
no posee, en su psique, un ego suficientemente formado. Su
conciencia es muy limitada y predomina el inconsciente colectivo.
En los animales domésticos, que intercambian afectividad y
establecen una comunicación con el humano, se inicia la formación
de estructuras psíquicas que darán origen a una futura conciencia
con un ego más conectado, que lo capacitará a futuras encar-
naciones en la condición de sub-humanos.
Por más que creamos que los animales poseen algún tipo
de mediumnidad, es necesario entender que ellos no tienen orga-
nismo periespiritual ni físico capaces de establecer una comuni-
cación en el ámbito espiritual. En sus periespíritus no existen
estructuras energéticas que permitan la comunicación mediúmnica.
En los animales no existen elementos en la conciencia
capaces de servir como símbolos para expresiones de contenido
intelectual de los espíritus desencarnados.

162
Psicología y Mediumnidad

Mediumnidad,
mediumnismo, magia y brujería

E l uso de la mediúmnidad por el ser humano es muy


antiguo, siendo su registro constante en las diversas religiones y
culturas. La práctica mediúmnica siempre estuvo relacionada con
algo extra o supra-humano, confiriendo a sus practicantes cierto
temor y poder. Su conexión con la muerte y los misterios, es inhe-
rente a su concepto de servir de nexo entre espíritus de diferentes
frecuencias espirituales.
El contacto con lo espiritual es antiquísimo en el ser humano,
es difícil establecer cuándo y cómo comenzó, pero ciertamente
no lo fue de la forma ni con los mismos objetivos con que lo
hacemos hoy en día. Aun sí, todavía existe por ignorancia, quien
lo haga de forma primitiva y sin calcular adecuadamente las
consecuencias. Hay personas no maduras que se conectan con lo
espiritual como si lo hicieran con un mundo mágico y disponible
para atenderlos en todas sus necesidades y poseedores de un
poder absoluto. Otros lo hacen considerando que se comunican
con divinidades cuyo poder excede a cualquier humano, dándoles
atributos que varían de lo animal a lo divino.
Es necesario considerar, además de las influencias espi-
rituales pertinentes a cada forma de contacto, el grado de
163
adenáuer novaes

estructuración del psiquismo del médium que así procede. En él


hay una predisposición psicológica que favorece el contacto con
lo espiritual. Su conciencia de esa flexibilidad mayor, es fundamental
para su equilibrio psíquico y para una mejor relación con su incons-
ciente.
Una persona que está siempre recurriendo a lo espiritual
medúmnico para solucionar sus conflictos predispone su psique a
la interpretación de eventos externos, así como oriundos a un
mundo mágico y sobrenatural que decide unilateralmente como
ocurren las cosas. En esas personas la psique inconsciente tiende
a predominar sobre la conciencia, contribuyendo para un mayor
distanciamiento de la realidad y desconocimiento de sí mismo.
Hay problemas psíquicos que se estructuran a partir de
influencias espirituales movilizadas por terceros, pero que se
instalan por causa de procesos inconscientes, del propio médium,
construidos en vidas pasadas. Los llamados hechizos pueden
atender a las personas para las cuales fueron hechos exclusiva-
mente, si en ellas existen karmas negativos relativos a la intención
de quien los puso. No hay necesidad de temer a los hechizos o a
cualquier acción espiritual de ese ámbito contra sí mismo, pues
todo lo que nos ocurre tiene objetivos superiores y educativos.
La manipulación de lo espiritual buscando atender a otros siempre
fue utilizada por el ser humano en virtud su ignorancia. El Espiritismo
viene exactamente a mostrar el alcance de esto y las consecuencias
de esa práctica primitiva, inadecuada desde el punto de vista de
la evolución espiritual.
El mediumnismo es la práctica de la mediumnidad sin
ninguna ética y junto a espíritus que no siempre la poseen. Aunque
haya una relación del médium con algún tipo de secta o iniciación
religiosa, el mediumnismo se permite el ejercicio indiscriminado
de la facultad, sin que haya preocupación moral o disciplina.
Las personas que recurren a ciertos médiums para que
realicen “trabajos mediúmnicos” persiguiendo beneficios materiales,
en general, se conectan a espíritus que los ejecutan, estableciendo
164
Psicología y Mediumnidad

una relación indeseable. Muchas veces esas personas se tornan


blanco de obsesiones por parte de esos mismos espíritus a los
cuales recurrieron.
Médiums explícitos (espiritas, umbandistas, carismáticos y
de otras denominaciones religiosas) deben ser analizados de
manera psicológicamente diversa de las demás personas, ya que
poseen una psique estructurada con mayor abertura al incons-
ciente. En ellas el inconsciente está más accesible al ego, a seme-
janza de lo que ocurre en las psicosis. Los contenidos inconscientes
de los médiums explícitos están más próximos de la conciencia,
por causa de la mayor flexibilidad que tienen de acceder a ellos.

165
adenáuer novaes

Mediumnidad y fluidoterapia

H ace mucho tiempo que el ser humano utiliza las


manos para pasar algún tipo de energía a otro. Sea por contacto
directo o no, las manos fueron y son instrumentos importantes
para la cura de muchos males. Funcionan como extensión de la
psique en lo que se refiere a ser vehículo de transmisión de algo
que en ella se encuentra. Así los magnetizadores, antes del Espi-
ritismo, actuaban considerando que se podría influenciar, con las
manos, objetos o personas. El uso del pase en el Espiritismo es
una especie de contaminación del trabajo de los magnetizadores
antiguos.
El uso del pase viene siendo cada vez más intenso en la
vida del ser humano. Se recurre a él con la finalidad de obtener el
alivio y la cura de diversos males que afligen al ser humano. Su
eficacia, sin el debido control científico, viene siendo observada
por aquellos que lo practican como también por los que se someten
a su acción.
Son muchas las formas de dar pases. Los gestos que se
hacen con las manos son los ademanes de enfocar la emisión de
fluidos. Más allá de que se pueda adoptar una manera típica de
aplicar pases, no existe un padrón técnico oficial que deba
seguirse. Más relevante que los gestos son: la calidad del fluido
que se emite, la intención de hacerlo, el merecimiento de quien lo
166
Psicología y Mediumnidad

recibe y la elevación de los espíritus desencarnados envueltos en


el proceso.
El pase transmite una combinación de energías originarias
del periespíritu del encarnado, en su camada más superficial, la
cual se conecta al cuerpo físico, con energías de espíritus desen-
carnados, u oriundas de otras fuentes de la naturaleza.
La forma de aplicarlo no es tan importante como el deseo
de movilizar energías en favor de alguien. Es ese deseo, asociado
a la bondad del donador quemueven las energías naturales del
medio espiritual, hacia el receptor. La calidad de la emisión, su
intensidad, la predisposición del receptor, la complejidad de su
problema, la evolución de los espíritus que participan del acto y el
merecimiento de ellos, son determinantes para la eficacia de la
transmisión de energías de fluidos.
Es fundamental, que la acción nazca del cariño de quien
dona, pues junto al merecimiento del receptor, ella atrae a los
Buenos Espíritus. Aquel cariño cualifica el fluido que sale del
médium capaz de atender efectivamente el corazón de quien lo
recibe, beneficiando a ambos por la gratificación generada en este
contacto.
La acción del pase, por causa de la sutileza de las energías,
podrá darse a distancia, cuando el emisor concentra su atención
en la imagen de la persona a quien desea beneficiar. Cuanto más
afinidad y conexión exista entre ambas, más eficiente es la
transmisión.
La mente de quien da el pase se configura como un incons-
ciente que se abre para conexiones con espíritus que en ella
encuentran emociones amorosas, oriundas de experiencias posi-
tivas del pasado.
Hay personas que aprenden a dar pases y lo hacen durante
un buen período de sus vidas y no se enteran o no tienen conciencia
de que la energía de sus fluidos está cargada por las emociones
que están almacenadas en su inconsciente, alterando la calidad de
lo que emiten. Es una buena oportunidad para recordar que el
167
adenáuer novaes

candidato al trabajo de donación a través de pases en un Centro,


se fuera consciente de la necesidad de integrar la idea de que es
un donador de sutiles energías cargadas de cariño y de capacidad
curativa.
Las impregnaciones constantes en el cuerpo físico del
donador interfieren en la calidad del fluido donado, sin embargo,
no tanto en como las emociones concientes e inconscientes que le
constituyen la personalidad.
Donar fluidos a través del pase, sea con las manos o no, es
una actividad psíquica que moviliza el consciente y el inconsciente
de aquellos que lo practican. No es un acto mecánico o que no
tenga consecuencias psíquicas a los implicados en la actividad.

168
Psicología y Mediumnidad

Uso de la mediumnidad en las


diversas situaciones de la vida

En el trabajo
Use su mediumnidad para sintonizar con las fuerzas
superiores de la vida para que Espíritus poderosos lo puedan
inspirar y la creatividad forme parte de sus actividades. Considere
que usted no está solo en el ejercicio de sus actividades profesio-
nales, pues los espíritus suelen acompañar la sociedad de los
encarnados de la formaron e indirectamente forman parte. Aun a
la distancia, transmiten sus ideas para que ellas puedan contribuir
con nuestro progreso y para el desarrollo de la sociedad. La
mediumnidad es una facultad natural y debe ser utilizada para el
equilibrio psíquico del ser humano. Es un instrumento como
cualquier otro y se debe usar con responsabilidad. La falta de uso
atrasa la evolución del ser humano, pues desequilibra su estructura
psíquica y perjudica sus percepciones a respecto de la vida
espiritual a su alrededor.
Evite manifestaciones ostensivas de desencarnados que
estén en su campo mediúmnico en lugares de trabajo, pues esto
puede provocar problemas y prejuicios innecesarios, típicos de
quien no entiende las cuestiones con relación a lo espiritual. Tales
manifestaciones no sólo son inadecuadas para lugar como pueden
169
adenáuer novaes

contribuir para demisiones pertinentes. El lugar de trabajo es


ambiente sagrado en el cual se gana el pan y se consolidan los
valores del espíritu. No debe prestarse para dar socorro a
desencarnados o a manifestaciones de mediumnidad ostensiva.
La mediumnidad ejercida en ese momento, es aquella que alcanza
los medios de la intuición segura y de la creatividad operante.
Aquel que se encuentra en condiciones de atender a alguien
que le pide ayuda espiritual de emergencia en el ambiente de
trabajo, debe hacerlo en horarios adecuados y en ambiente privado,
evitando que eso se torne rutina.
En el hogar
El hogar es el ambiente donde más espíritus desencarnados
se encuentran vinculados a la materia. A cada tres por cuatro,
ellos retornan al ambiente donde se encuentran sus afectos y
desafectos. Ahí se envuelven con la vida de uno y de otro buscando
sus intereses y atendiendo a otros que les son solicitados. Imposible
separar encarnados y desencarnados.
A través de la mediumnidad sana se puede y debe buscar,
por causa de la inspiración, el contacto con aquellos espíritus que
conoce y conviven en la intimidad del hogar. Las manifestaciones
espontáneas (por la videncia, psicofonía, psicografía, etc.) son
bienvenidas. El ejercicio de la mediumnidad en el hogar, en el
instinto de educar o llamar la atención de los encarnados, merece
reflexión por parte de quien lo permite. La responsabilidad por la
conducción del hogar y las soluciones de los conflictos que ahí
surgen pertenecen a aquellos que recibieron la tarea de asumirlos.
Nada debe sustituir él dialogo franco y directo con aquellos que
forman parte de la convivencia diaria. Los espíritus no deben ser
tomados a como sustitutos de las obligaciones de los responsables
por la educación en el hogar. En el hogar, no son los espíritus, por
mejores y más elevados que sean, quienes deben decidir cuando
es pertinente o el momento de comunicarse mediúmnicamente,
sino el responsable del hogar, siempre debe caberle a él el dominio
de lo que ahí ocurre.
170
Psicología y Mediumnidad

La eventualidad de una comunicación mediúmnica en el


hogar debe ser siempre tomada como excepcional, pues el hogar
no debe transformarse en un Centro Espirita que se abre a la
participación pública. Puede invitarse a que los espíritus den
orientaciones en el hogar, pero siempre como colaboradores.

En las grandes decisiones de la vida


En los momentos decisivos de la vida solemos, por impulso,
atender a los instintos, los cuales muchas veces nos llevan a
actitudes de las cuales nos arrepentimos más adelante. Tales
actitudes, tomadas bajo el ímpetu de las emociones, pueden
traernos atrasos evolutivos y distanciamientos de los objetivos de
nuestra reencarnación. Es en el momento de grandes decisiones
que tenemos que hacer elecciones significativas que darán
dirección a nuestro futuro. La mediumnidad es fundamental en
esos momentos para facilitar la intuición y la conexión con las
fuerzas superiores de la vida. La oración emocionalmente sentida,
aliada a la mediumnidad madura nos auxiliarán en la toma de
decisiones en beneficio de un futuro sin karmas negativos. Es
fundamental, no dejarse llevar por el impulso emotivo, asociado a
la rabia, en las decisiones, pues en esos momentos, por causa de
la facultad medimnica, la psique se torna más sensible a las
influencias espirituales negativas. Es importante que esa sensibilidad
se´promueva por un estado emocional de armonía, lo que atraerá
las buenas influencias espirituales.

En las vacaciones
Durante el período en el cual esté de vacaciones, con la
familia o solo, se debe evitar el ejercicio de la mediumnidad
(institucional, caritativa, etc.), para poder dedicarse a la familia o
al descanso durante un tiempo necesario para recargar las propias
energías. La psique humana necesita ese tiempo y espacio también
para conexiones que evoquen situaciones de alegría y placer. Tales
situaciones se encuentran archivadas en el inconsciente y ocurrieron
171
adenáuer novaes

en la infancia, o en otros períodos de diversión, también en vidas


pasadas.
La vida no es sólo sufrimiento, lamentaciones, dolor, estudio
y compromisos profesionales. La Tierra no es una colonia de
vacaciones, pero tampoco es una prisión. Es un espacio en el cual
se vive un estado de buenas experiencias para el espíritu, revestidas
de conocimientos y emociones.
Algunos espíritus acompañan a sus amigos y familiares
cuando éstos se encuentran en vacaciones, no sólo para hacerles
disfrutar los momentos de alegría y satisfacción, sino con la intuición
de protegerlos para que efectivamente se distraigan.

Ante los incrédulos


Delante de personas que no creen o no comprenden la
realidad espiritual es conveniente no colocar la propia mediumnidad
como instrumento de persuasión. El deseo de hacerlo podrá
interferir en la producción del auténtico fenómeno, dando lugar a
las interferencias de las predisposiciones inconscientes. Tales
predisposiciones favorecen el animismo, lo cual acabará por
provocar efectos contrarios a los que se pretende.
Lo crea o no, el incrédulo posee la mediumnidad y eso,
con el tiempo y buenas lecturas, lo hará entrar en contacto con lo
espiritual, contra su voluntad. En caso de querer ayudarlo, llame
su atención sobre lo que se procesa dentro de su mente, en lo que
se refiere a la intuición. No siempre el uso de la lógica o la pre-
sentación de ejemplos con terceros son suficientes. Utilice esos
argumentos cuando haya intereses del individuo en saber efec-
tivamente sobre mediumnidad.
La psique de quien se coloca en la posición contumaz de
incredulidad bloquea la flexibilidad de comprender la propia vida
y la perfección espiritual. El desarrollo de la mediumnidad entonces
sufre idéntico bloqueo.
Cuando la incredulidad se tope con su conciencia, evocando
las respectivas experiencias del pasado que le alejaron del contacto
172
Psicología y Mediumnidad

sano con lo espiritual, recuerde su íntima conexión con Dios, pues


eso lo llevará al encuentro con el Self. Somos espíritus inmortales
y ese hecho no se basa en la creencia del ser humano, sino en las
leyes de la Naturaleza.

173
adenáuer novaes

Nuevas perspectivas

L a mediumnidad es una facultad cuya aparición en el


periespíritu denuncia el estado de evolución del ser humano. Tiene
finalidades importantes para el desarrollo de la personalidad,
proporcionando nuevas posibilidades de percepción de las leyes
de la naturaleza, así como una mejor integración de los contenidos
y experiencias adquiridas durante la evolución.
Vivimos todavía sondeando sus inmensas posibilidades de
aplicación, pues sólo a medida que evolucionamos desde el punto
de vista ético, utilizando mejor la mediumnidad, ampliamos su
utilidad. El proceso de autotransformación del ser humano lo
llevará a la utilización cotidiana de la mediumnidad promoviendo
su manifestación de modo que se transforme en una función
específica del cuerpo físico con un órgano perfectamente
delimitado.
El ser humano del futuro, habiendo integrado la mediumnidad
de forma natural y equilibrada, se ha de comunicar con los espíritus
de la misma forma que lo hacemos con alguien delante de nosotros,
sin la menor dificultad. El llamado ser humano psi no será una antena
paranormal, sino un ser integrado al universo material y espiritual a
su alrededor y con él se comunicará intensamente.
Es esa relación natural y espontánea con la mediumnidad
que favorecerá el desarrollo poco a poco del ser humano, permi-
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Psicología y Mediumnidad

tiéndole con ese paradigma, un salto de calidad en la evolución.


Tal cambio, de forma gradual y constante, estará favorecido por
el auxilio de espíritus más adelantados, los cuales podrán, mani-
festarse de una manera más explícita y sin las interferencias típicas.
El desarrollo del ser humano, por causa de esa relación
con la mediumnidad, se dará en todas las dimensiones de la vida.
Desde las opciones de ocio hasta las más complejas ocupaciones
en que se envuelve. No habrá limites para el aprendizaje del espíritu
por causa del desarrollo gradual y constante de la facultad
mediúmnica.
La mediumnidad llegará a la educación, es decir, a la escuela,
poco a poco y en la misma proporción en que se trate como
facultad inherente al ser humano, instrumento de su adaptación al
mundo e importante para su trascendencia.

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