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La Madrastra
La Madrastra
By Liliana Situ
Escúchame expresarme...
Tomados del brazo, los dos caminan por la plaza en ese bello día soleado.
La gente a su alrededor no les presta atención, cosa que los hace sonreír
todavía más.
Mirándose a los ojos, la pareja de mujer de mediana edad y hombre joven sigue
su camino hacia su destino, un hermoso y agradable restaurante.
La gente a su alrededor podría decir que son madre e hijo, aunque la verdad es
que son hijastro y madrastra.
Su día especial.
Al lugar donde los dos pueden ser tal como son sin restricciones ni prejuicios.
Donde los dos pueden amarse sin que nadie los juzgue o mire de forma extraña.
Sin que nadie les diga que está mal lo que están haciendo porque...
Porque se supone que ellos dos deben ser solo hijastro y madrastra pero...
Pero saben que la sociedad aún no está preparada para un amor como el suyo.
Aunque eso no les impide amarse cuando los dos están solos.
Al principio, cuando el padre del chico se casó con la mujer, los dos mostraron
una relación normal de madrastra e hijastro.
Pero con el pasar del tiempo, la atracción fue más que obvia y clandestina.
Y después fue una caricia mirando una serie, cuando los dos estaban solos, sin
nada que hacer...
Y aunque los dos creyeron que había sido solo un momento de tontería...
Un momento de debilidad...
El padre del chico tuvo que salir de viaje de negocios durante un semana entera,
dejando a su esposa e hijo solos.
Y los dos mantuvieron una distancia incomoda hasta que un simple roce de
manos llevo a una respiración agitada...
Deseándose.
Las ansiosas manos quitaron la estorbosa ropa hasta que estuvieron en ropa
interior.
Tomando conciencia de que no es una chica de la edad de su hijastro, la mujer
de pronto se encuentra cohibida y temerosa ante él.
"No me mires."
-Quiero verte...-
-Quiero probarte...-
-Te deseo-
Asevera el chico con voz sensual y provocativa, logrando que la mujer se moje
como nunca antes lo ha hecho.
"Oh dios..."
Susurra la mujer encerrada debajo del guapo chico quien no deja de mirarla con
intensidad.
"MMMMMHHH..."
Su hijastro.
El hijo de su esposo...
Ese deseable chico se apodera de sus senos con su boca mientras una de sus
manos se desliza por los pliegues mojados y ardorosos de la mujer.
"Oh dios..."
Vuelve a gemir la mujer pues su esposo había tenido sexo con ella un par de
veces como mínimo en todo ese tiempo.
-Deliciosa...-
-hhhuummm...-
Sus gemidos sensuales y algunos jadeos fuertes encienden al chico quien sigue
rodeando sus senos sin dejar de lamer, chupar ese puntito durito que está
volviendo loca a la agitada y caliente mujer.
"OH DIOS!"
"MI DIOS!"
"NIÑO..."
"AAAAAAAAAHHHH!"
Como si ella pudiera decirle que no a esta lujuria desenfrenada que siente por
su hijastro!
Un deseo clandestino...
Suplica la mujer rodeando con sus manos el duro trasero de su joven amante
para introducir su miembro hasta el fondo de ella.
Los dos deben cerrar los ojos y aferrarse fuerte el uno del otro porque el placer
intenta asesinarlos.
"Bésame."
-Mierda-
Sin que su amante lo pida, el chico comienza el suculento vaivén del amor que
les eriza la piel y los invita a gemir, jadear y suspirar.
Empapados de sudor...
Pero los dos apenas están comenzando con su lujuria sucia y dominante.
De cualquiera de los dos modos, los dos se deleitan en sus cuerpos, manos y
boca.
Cuando la semana de viaje del padre estaba a punto de llegar a su fin, los dos
recibieron una noticia extraña.
Había encontrado a una chica con la que quería compartir lo que le restaba de
vida.
Los dos ahora son libres de amarse fuera y dentro de su nidito de amor.
Y aunque han disfrutado hacerlo en lugares extraños, como el baño del cine o
del restaurante, la verdad es que los dos aman hacerse el amor sin prisas ni
sobresaltos en su cama.
Una cama que es muda testigo de la profunda y caliente pasión sucia de los
dos.