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Universidad Tecnológica De Santiago (Utesa).

Docente:
Heidy N. Arias Ramírez

Estudiante:
Minelis Geovanna Martínez Peña

Sección:
SOC-140-008

Asignatura:
Relaciones Humanas

Matrícula:
1-22-4204

Santo Domingo R.D


La Personalidad
o Concepto de personalidad

El concepto de «personalidad» proviene del término «persona», denominación que se utilizaba


en el latín clásico para la máscara que portaban los actores de teatro en la antigüedad. La
personalidad es un patrón que abarca las actitudes, pensamientos o sentimientos de una
persona día a día. Además, permite que una persona pueda desenvolverse en entornos
sociales, sin ningún inconveniente.

La personalidad es la manera de ser, la forma como se reacciona, es más bien, la conducta


individual de cada persona. La personalidad se va formando desde la infancia como
consecuencia de un entrenamiento deliberado o inconsciente por parte de los padres,
educadores y el medio ambiente, por ejemplo, aprendemos a comer, a leer, a vestir, a hablar
etc.; pero la mayor parte de los rasgos de la personalidad son el resultado de un aprendizaje
realizado por el propio individuo mediante un proceso de ensayo y error.

La personalidad puede sintetizarse como el conjunto de características o patrón (UCCELLI) de


sentimientos, emociones y pensamientos ligados al comportamiento, es decir,
los pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos y la conducta de cada individuo, que persiste
a lo largo del tiempo frente a distintas situaciones distinguiendo a un individuo de cualquier otro
haciéndolo diferente a los demás. La personalidad persiste en el comportamiento de las
personas congruentes a través del tiempo, aun en distintas situaciones o momentos, otorgando
algo único a cada individuo que lo caracteriza como independiente y diferente. Ambos aspectos
de la personalidad, distinción y persistencia, tienen una fuerte vinculación con la construcción
de la identidad, a la cual modela con características denominadas rasgos o conjuntos de
rasgos que, junto con otros aspectos del comportamiento, se integran en una unidad coherente
que finalmente describe a la persona. Ese comportamiento tiene una tendencia a repetirse a
través del tiempo de una forma determinada, sin que quiera decir que esa persona se comporte
de modo igual en todos los casos.

Las condiciones biológicas, genéticas, físicas, sociales y culturales son fuerzas que conviven
entre sí y construyen tu identidad.
Toda persona tiene inclinaciones y habilidades que le permite desarrollarse mejor o peor en
diversas disciplinas y momentos de la vida. Cuando te vuelves más consciente de tus propias
fortalezas y defectos, alcanzas la claridad necesaria para entender cómo funcionas, cómo
puedes ayudar a los demás y qué te falta aprender para ser la mejor versión de ti mismo/a.

Aspectos distintivos de la personalidad

La personalidad tiene 4 aspectos que son: el físico, el emotivo, el intelectual y el social, estos
aspectos reflejan el ‘‘yo’’ a través del comportamiento y la actitud frente a la vida.

Físico: Todo lo relativo al aspecto externo, la apariencia personal, lo que se ve, como luce
socialmente: su vestuario, su imagen, su presencia, su salud. Sin llegar a extremos de
sacrificios para honrar el culto al cuerpo.

Emotivo: Las reacciones positivas o negativas frente a determinadas situaciones, la actitud


positiva o negativa frente a situaciones estimulantes o adversas en la vida y su capacidad para
aceptarlas y resolverlas. Es el estado anímico.
Intelectual: La capacidad de pensar, analizar, sacar conclusiones, buscar el porqué suceden
las cosas y pensar de forma lógica y racional, en las consecuencias, considerando formas
alternativas de solución.

Social: Habilidad para relacionarse con los demás, la capacidad para restablecer relaciones
adecuadas, el uso de reglas de cortesía, las atenciones y la solidaridad humana.

No basta con lucir una apariencia personal buena y aceptable, mucho más importante es tener
control de comportamiento emotivo. Las reacciones múltiples a las que hay que someterse en
la interacción cotidiana deben ser controladas por usted, así como la capacidad de análisis y de
búsqueda de posibles soluciones o de aceptación de realidades inmodificables aun para la
persona más equilibrada.

Factores que integran la personalidad

Apertura a la experiencia:

Factor O (de Openness o apertura). Se refiere al grado de apertura que un


individuo presenta respecto a las nuevas experiencias, al cambio y la variedad, e
incluso la curiosidad. Los individuos dotados de gran apertura son inquietos,
imaginativos, originales y deseosos de valores no convencionales. Su polo opuesto lo
constituyen sujetos más conservadores en lo social y en la vida, que prefieren el ámbito
familiar y las experiencias más controladas.

Esta dimensión mide la apertura al cambio. Las personas con una alta apertura a la experiencia
son personas creativas, con una alta imaginación, curiosidad intelectual, con gusto por el arte y
la estética. Son personas que están en contacto con sus emociones y con las de las demás, se
interesan por conocer nuevas ideas y tener nuevas experiencias.
En el polo opuesto, cerrazón a la experiencia, se sitúan personas más convencionales con
ideas más conservadoras, muestran interés por las tradiciones y prefieren las cosas familiares
a las novedosas.

Extroversión

Factor E (de Extraversión o extroversión). La extroversión se refiere a un alto


grado de sociabilidad y de interés por situaciones sociales, por la compañía de otros y la
tendencia a evitar la soledad. Los individuos extrovertidos requieren de estimulación
social constante y están muy volcados al mundo externo, a diferencia de sus opuestos,
los introvertidos, que les rehúyen a las situaciones sociales, se sienten a gusto en su
mundo interior y suelen valorar la soledad.

Las personas extrovertidas tienden a ser más sociables, a ser atrevidas socialmente, a buscar
la compañía de los demás y a evitar la soledad. Se sienten comprometidas más con el mundo
externo que con el interno y tienden a buscar nuevas sensaciones en compañía de otros.
Además, no sienten incómodos al atraer la atención sobre sí mismos, al contrario, tienen
buenas sensaciones en este tipo de situaciones.

El polo opuesto sería la introversión, referida a personas reservadas, independientes, con


menos tendencia a experimentar nuevas sensaciones con los demás, ya que se sienten más
cómodas en la rutina, realizando cosas que no se salgan de lo habitual. Prefieren realizar
actividades en solitario antes que hacer actividades animadas o muy estimulantes con
otras personas.

Responsabilidad:

Factor C (de Conscientiousness o responsabilidad). Alude al autocontrol,


la planificación y el compromiso, tanto en la organización como la ejecución de las
tareas.
También se la conoce como “voluntad de logro” y los individuos que la poseen en altas
dosis suelen ser los llamados workaholics o adictos al trabajo, que manifiestan altísimos
grados de compromiso con las tareas emprendidas. Por el contrario, sus opuestos son
personas poco confiables y comprometidas, informales o laxos con sus principios
morales.

Este factor se basa en el autocontrol, la planificación, la organización, la persistencia hacia el


logro de metas y la autodisciplina. En su polo opuesto se encuentran personas más informales,
descuidadas o espontáneas.

Amabilidad, cordialidad o afabilidad:

Factor A (de Agreeableness o amabilidad). Se refiere a las tendencias


interpersonales, específicamente a la empatía y la capacidad de vínculo con el otro. Las
personas con alto nivel de amabilidad tienden a ser consideradas, altruistas, confiadas
y solidarias, mientras que las personas con baja amabilidad tienden a relacionarse de
maneras más hostiles. Una alta cordialidad refleja a personas con altos niveles de
altruismo, solidaridad, personas confiadas y francas, con mayor capacidad para
establecer relaciones interpersonales amistosas.
El polo opuesto es la hostilidad, también se denomina como “no agradabilidad”, lo que no es
necesariamente algo negativo, ya que tienden a ser personas escépticas y con un pensamiento
crítico, atributos necesarios para el desarrollo de diversos ámbitos, como el de la ciencia.

Neuroticismo o inestabilidad emocional:

Factor N (de Neuroticism o neuroticidad). Este último rasgo tiene que ver con
la inestabilidad emocional fruto de ansiedad, preocupación y percepciones
catastróficas de las cosas, que son consecuencia de la imposibilidad de la mente de
prever y controlarlo todo.

Las personas con alto nivel de neuroticidad suelen ser ansiosas, estresadas, poco sociables, y
pueden incurrir a menudo en la depresión, la irritabilidad o la vulnerabilidad. Por el contrario, los
bajos niveles de este rasgo tienden a personalidades más estables, menos preocupadas por el
control y más relajadas. Las personas que obtienen una puntuación alta en este factor suelen
presentar ansiedad, baja tolerancia a la frustración y al estrés y se centran en las posibles
consecuencias negativas.
El opuesto es la estabilidad emocional, una persona estable emocionalmente es capaz de
afrontar situaciones difíciles o estresantes sin experimentar gran variabilidad emocional, son
personas más flexibles y calmadas.

Personalidad y carácter
La personalidad es un distintivo individual y, por tanto, es característica de la persona.
Además, según numerosos estudios, permanece estable a lo largo del tiempo y en las
situaciones. “El carácter es, simplemente, la personalidad evaluada desde el punto de vista
ético”.

La primera de las diferencias entre personalidad, carácter y temperamento es el origen. Así,


mientras que la personalidad surge de la interacción de factores genéticos, biológicos, sociales
y cognitivos, el carácter surge de un aprendizaje y el temperamento de factores biológicos. Los
términos carácter y temperamento se refieren a conceptos afines o relacionados con la
personalidad, aunque, por ejemplo, el temperamento está relacionado con la dimensión
más biofísica del sujeto.

La seguridad: Física, emocional, económica y social

La seguridad depende del tipo de relación que se haya tenido con los padres define en gran
parte su seguridad futura; por ejemplo, el caso de aquel niño(a) que cada vez que intentaba
realizar alguna acción determinada recibía el reproche y la desaprobación de sus padres;
tambien aquel a quien nunca se le dio la oportunidad de elegir ni siquiera en qué iba a invertir
los centavos que le regalara el abuelo o el tío; este tipo de padres no permiten el aprendizaje
de la independencia. Una persona solo es segura cuando adquiere independencia. La
dependencia crea inseguridad.

Seguridad física: la seguridad física viene dada básicamente por la aceptación personal. Si
la persona no se acepta a sí misma, se enfrenta con la primera dificultad para perfilarse como
persona segura.
Seguridad Emocional: Mediante esta seguridad se crea nuestra percepción de la vida y
sobre esta base se reacciona frente a determinadas situaciones. En esta área se perfilan los
gustos y preferencias. Siendo emocionalmente estable o inestable, en la medida en que se
sepa qué es lo que se quiere o hacia dónde se quiere llegar en la vida; claro, salvando
dificultades y obstáculos.

Grupo A. Personas que llevan la situación difícil (problema) sobre la cabeza y el peso de esta
carga les impide visualizar las diferentes soluciones. Estas personas son muy inestables
emocionalmente.

Grupo B. Personas que llevan la situación difícil (problema) sobre los hombros, de un lado u
otro y lógicamente andan en la vida de lado. Estos tienen la cabeza libre de pensar, pero como
la llevan de lado no pueden visualizar las diferentes alternativas de forma clara; además de que
la carga les resulta incómoda y dedican el mayor tiempo acomodándola y no en salir de ella.
Estas tambien son inestables emocionalmente.

Grupo C. Personas que portan la situación difícil (problema) y no es el problema que los lleva
a ellos. Estas personas son capaces de analizar la situación que se les ha presentado y buscan
diferentes alternativas de solución eligiendo la que mayor convenga. Estas personas tienen
seguridad emocional.

Seguridad económica: implica tener o disponer de los recursos económicos necesarios


para cubrir las necesidades básicas de vivienda, alimentación, vestido, educación, salud,
recreación. Una persona que consuma más de lo que produce, que tenga más egresos que
ingresos, poco a poco va perdiendo su seguridad económica y, por ende, su seguridad
emocional.

Seguridad Social: Es la consecuencia o el producto de las tres seguridades anteriormente


mencionadas. Par tener seguridad social, lo primero que debe hacer es aceptarse a si mismo,
tener capacidad para enfrentar los problemas y que su consumo sea siempre menor que sus
ingresos, si logra tener algunos ahorros, mayores serán posibilidades de éxito social.

El conocimiento del yo: El autoconocimiento es la comprensión de cómo es uno mismo y


de cómo son las propias metas y habilidades. Para alcanzar esa comprensión necesitamos
organizar la información que tenemos sobre nosotros mismos, y para ello recurrimos a los
auto-esquemas, basados en roles.

Algunos de los aspectos que marcan las diferencias individuales son:


Forma de expresarnos
Forma de pensar
Intereses
Forma de sentir
Comportamiento
Necesidades
Creencias y Valores
Gustos y preferencias

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