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Configuración de los parámetros de

Windows
Truco 1. La ventana de recepción TCP
En Windows 7 hay algunos parámetros avanzados que podemos modificar para
optimizar ciertos aspectos de nuestra conexión a red. Un ejemplo es la posibilidad de
controlar el tamaño de la ventana de recepción TCP que, como en anteriores
versiones, por defecto viene establecido a 64 Kbytes.

Esto quiere decir que, en la comunicación entre nuestro PC y un servidor remoto


utilizando TCP/IP, la información se fragmenta en paquetes de 64 Kbytes. Cuando se
reciben estos 64 Kbytes se corta la conexión, se confirma que el paquete ha llegado
correctamente y se solicita uno nuevo.

En conexiones muy rápidas de banda ancha y, sobre todo en descargas de gran tamaño,
esto implica perder un tiempo que podíamos emplear en recibir paquetes más grandes.
Eso es teoría, porque en ocasiones puede que ampliar la ventana de recepción TCP
tenga justo el impacto contrario dado que, al incrementar el tamaño, se multiplican las
posibilidades de que el paquete llegue incorrectamente y, con ello, deba ser
retransmitido de nuevo tras la comprobación. Aun así es una prueba interesante.

Para ello ejecutaremos la línea de comandos de 7 con derechos de administrador


(Inicio/Todos los programas/Accesorios y botón derecho sobre Símbolo del sistema,
donde pincharemos en Ejecutar como administrador) introduciremos netsh int tcp set
global autotuninglevel=[valor], donde tendremos que sustituir [valor] por: disabled,
higlyrestricted, restricted, normal y experimental.

En el primer caso, se desactiva el autoajuste de los paquetes de Windows. A partir del


ahí, el resto de opciones permiten manejar paquetes más y más grades (siendo normal la
opción por defecto de los 64 Kbytes), mientras que la opción experimental (paquetes de
hasta 16 Mbytes) solo es útil para casos extremos. Esta última puede que tenga un
impacto negativo en las conexiones por el elevado número de retransmisiones que
podemos necesitar en ciertas circunstancias.
Truco 2. Ajuste de carga de conexiones TCP
Otro ajuste interesante (solo para Windows 7 y 2008) es el que se refiere al algoritmo
CTCP (Compound TCP), que se encarga de gestionar la carga de las conexiones TCP
y las ventanas de recepción TCP.

Por defecto este algoritmo viene desactivado en 7, aunque puede activarse con este
comando ejecutado en la línea de comandos con derechos de administrador: netsh int
tcp set global congestionprovider=ctcp, mientras que para deshabilitarlo (la opción por
defecto) introduciremos netsh int tcp set global congestionprovider=none.

En general, si indicamos un tamaño de ventana de recepción TCP más grande y tenemos


una conexión de banda ancha de gran velocidad, la activación de esta característica
debería mejorar nuestro rendimiento en la descarga/recepción de datos.

Truco 3. Servidores DNS


Otro punto interesante para obtener una navegación más fluida es utilizar unos
servidores DNS lo más rápidos posible. Estos servidores, indicados en la configuración
de red de nuestra máquina, son los que emplea Windows para resolver las direcciones
IP de cualquiera de las páginas web o servicios que utilizamos a diario. Por ello, si un
servidor DNS tarda dos o tres segundos en devolvernos la IP de una web, nuestra
sensación puede ser de navegación lenta y poco fluida.

Una alternativa es pasarse por la página http://bandaancha.eu/analizador-dns, donde


se nos muestran algunos de los servidores DNS de los operadores más conocidos
ordenados por tiempo de resolución. De la misma forma, también podemos probar con
los que ofrece www.opendns.com, aunque no son de los más rápidos al estar
físicamente en EE UU.
Con esta información a mano, podemos jugar a modificar la configuración de los
servidores DNS de Windows y comprobar los cambios. Para ello, iremos a Inicio/Panel
de control/Redes e Internet/Centro de redes e Internet/Cambiar la configuración del
adaptador, donde haremos clic con el botón derecho del ratón sobre nuestra conexión a
Internet y pincharemos en Propiedades.

En la nueva ventana, haremos doble clic sobre Protocolo de Internet versión 4 y, en la


siguiente ventana que se muestre, introduciremos los nuevos servidores DNS en los dos
recuadros inferiores tras pinchar en Usar las siguientes direcciones de servidores DNS.

Truco 4. Suites de seguridad y navegadores


Un componente que puede ralentizar bastante las conexiones a Internet son las suites de
seguridad. Esta clase de paquetes incluyen analizadores de tráfico y servicios que
monitorizan todas las conexiones y paquetes de datos en busca de malware y amenazas.
Incluso algunas instalan un plug-in en el navegador para comprobar la seguridad de los
sitios incluso antes de visitarlos. Esto hace que los tiempos de carga de las webs acusen
enormemente el tener o no tener uno de estos paquetes instalados.

Si somos usuarios avanzados y sabemos lo que hacemos (y abrimos), podemos


prescindir de estas suites e instalar algún antivirus gratuito del estilo de Microsoft
Security Essentials. Ahora bien, si nos preocupa mucho la seguridad, es una
consecuencia que debemos aceptar.

Truco 5. Actualizaciones en segundo plano


Por último, hay que tener presente que los equipos actuales ejecutan una gran cantidad
de procesos en segundo plano que se conectan a Internet para las más variadas
tareas. Desde el popular Skype o Messenger, hasta los antivirus o las actualizaciones
de Windows, pasando por Java, Flash Player o servicios en la Nube del tipo de
Dropbox o SugarSync. Todos ellos realizan conexiones periódicas a la Red y
comprueban el estado de las actualizaciones, los archivos o el servicio.

Salvo casos más graves (como cuando se descarga una actualización de gran tamaño o
Dropbox/SugarSync tiene que sincronizar una gran cantidad de datos), el consumo es
mínimo. Sin embargo, si queremos optimizar al límite nuestra conexión es importante
eliminar aquellos residentes que no necesitamos para nada y que puedan consumir
ancho de banda.

En Inicio/Todos los programas/Inicio podemos encontrar algunas de las aplicaciones


que se cargan al arrancar el escritorio de Windows. De la misma forma, podemos ir al
Registro del sistema (Inicio/Todos los programas/Accesorios/Ejecutar, donde
teclearemos Regedit y pulsaremos Aceptar) para buscar las rutas
HKEY_LOCAL_MACHINE\SOFTWARE\Microsoft\Windows\CurrentVersion\Run y
HKEY_CURRENT_USER\Software\Microsoft\Windows\CurrentVersion\Run. En
ambas, encontraremos los programas que se cargan durante el arranque del sistema
operativo.

Mide tu velocidad en Internet


A lo largo del texto damos algunos trucos para intentar optimizar y acelerar el
funcionamiento de la conexión de red. Salvo casos muy puntuales, se tratará de
pequeñas mejoras que habrá que comprobar mediante algún tipo de prueba externa.

Al final se trata, sobre todo, de comprobar la velocidad real a la que navega tu PC


por Internet, y no tanto la velocidad de enlace del router o la velocidad de descarga de
un fichero determinado. Hay que tener en cuenta que según el tipo de contenido, la
carga del servidor remoto o los procesos que tengamos en segundo plano, las
diferencias pueden ser enormes.

En Internet, hay infinidad de pruebas que permiten medir el rendimiento con bastante
precisión, aunque os recomendamos optar por alguna alojada en servidores ubicados en
España, como por ejemplo www.testdevelocidad.es. Y es que los resultados con
servidores ubicados en EEUU, Asia e incluso Europa dependen demasiado de los nodos
de enlace de nuestro operador con el resto del mundo y de la congestión de las redes que
tengamos que atravesar para llegar hasta ellos.

A la hora de ejecutar el test cerraremos cualquier otro navegador que mantengamos


abierto, apagaremos el resto de equipos conectados a nuestra misma red y, más aún, lo
óptimo sería desactivar cualquier otro servicio o programa que haga uso de internet
(actualización de Windows, actualización del antivirus, Skype, Messenger, etc.). De
esta forma, nada más se consumirá tráfico y así se podrán obtener cifras lo más reales
posible.

En todo caso, estas pruebas (podéis encontrar más en www.adsl4ever.com/test/) son


solo orientativas, pues dependen de infinidad de factores que no podemos controlar. Lo
que sí es cierto es que nos permiten obtener una idea bastante aproximada de lo eficaz
que es nuestra línea y, así, poder comprobar si alguna de las medidas realizamos ha
tenido impacto real sobre sus prestaciones.

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