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© capituto vi Un enfoque cultural para la ontogenia Teniendo a mano un enfoque cultural-histérico modificado para las cuestiones de la filogenia y la historia cultural, podemos dirigimnas ahora al asunto que ha sido el enfoque principal de mi propia investigacién: la ontogenia en sus contextos cul- turales-hist6ricos. Cuando tomamos ef desarrollo ontogenétice como preocupa- cidn central, llegamos a un nivel de andlisis que corresponde a nuestra experien- cia cotidiana. Pero la hacemos dentro de un marco tedrice en el que el individuo en desarrollo representa una tercera corriente de la historia, una tercera hebra que se entremezcia con las hebras filogenética y cultural-histérica. Cuando la ontogenia se enfoca de esta manera, los principios importantes de nuestro andlisis de los procesos de cambio en los dominios genéticos se conservan. 1. El desarrolio imptica la combinacién de tendencias diferentes que siguen distintos procesos de cambio: la evolucién darwiniana y la lamarckiana. 2, El cambio filogenétice (darwiniano) y el cultural-histérico (lamarckiano) tie~ nen lugar a velocidades diferentes; las fuentes histéricas de cambio se relacionan entre si heterocrénicamente. Los “niveles de desarrolio" son heterogéneos internamente. El desarrollo que conlleva el surgimiento de nuevas formas y funciones de interaccién entre las personas y sus mundos no se explica por relaciones causa-efecto estrictas. 5. Una prdctica cultural, 0 sistema de actividad, que sirva como ambiente préximo de! cambio evolutive es una unidad apropiada de andlisis para estudiar la animacién mutua de la ontogenia y la historia cultural Pp Patricia MILLER proporciona un resumen util del proceso general de desarrollo ontogenético propuesto por los psicélogos culturales-historicos rusos y estado- unidenses: A medida que los nifios interactiian con otros, tas actividades intermeniales, en particular el didlogo, se hacen intramentales. Os esta manera, el funcianamiento men- © Exicianes Morata, $. L. 164 Psicologia cultural tal individual tiene origenes socioculturales. E} lenguaje entre personas se conwierte oon al tiempo en lenguaje hablade para uno mismo (habla egoodntrica), y luego en habla interna silenciosa, mental, similar a la externa. Los nifios interiorizan (VrcoTsky) © apropian (RoGoFF) informacién y maneras de pensar a partir de sus actividades con los padres, los profesores, otros adulios y sus igquales mas capaces. Las herramientas técnicas y psicoldgicas proporcionadas por la outtura median el funcionamiento intelectual. El lenguaje, en particular, ayuda a los nifios a dirigir efi- cazmente su propio pensamiento; planéan, piensan con una ligica, etc. (1993, pag. 421.) Lao de corrido este pasaje asintiondo, diciéndome a mi mismo, “es un buen resumen”. Pero hay problemas ocuttos con el enfoque presentado, Miter sefiala uno de ellos: el resumen es insuficientemente evolutivo. Se puede ver lo que esa autora quiere decir volviendo al pasaje anterior y preguntandose como se modifi- €a el proceso mismo de cambio en el curso de la ontogenia. MILLER resume los. Principios generales de la mediacién y la adquisicién de la mente, pero omite el cardcter conaicional de su encarnacién en la experiencia de los nifhos en diferen- tes edades. Puede que al completar las consideraciones adicionales necesarias precise- mos sefialar otro rasgo de esta descripcién. Es favorable y sin conflictos. Nos dicen que el lenguaje “ayuda” a los nifios, y esto es cierto. Pero, como sucede con todos los sistemas mediacionales, los ayuda y simultaneamente los restringe, es a la vez facilitador y limitador. Esta ausente el tira y afloja de las relaciones huma- nas reales, experimentado por personas que sobrellevan las dificultades de la vida cotidiana. Este rasgo indica una representacién idealizada del papel socio- cultural de los nifios en la mediacion de la experiencia adulta del mundo. Los niflos no obedecen siempre y los adultos no siempre tienen buenas intenciones. (Gooonow, 1990; Lrrowrrz, 1993; Swo.Ka, De Goes y Pino, 1995). Esta limitacin se agrava por la ausencia de métodos para hacer frente a la rica variedad de actividades que sirven como contextos del desarrallo. Pospongo: el debate metodolégico hasta el Capitulo VIII. En este capitulo, examinaré las diversas maneras en que la cultura toma parte en el proceso de desarrollo onto- genético. Este tratamiento diferira de la exposicién anterior (Capitulo tll), organi- zada en torno a los datos experimentales transculturales. Mi explicacién, aunque no ignora esos datos, trataré de la actuacién de los procesos universales de mediacian cultural a partir del nacimiento. El recién nacido se encuentra con el grupo John DOLLARD, uno de los antecesores de los tedricos actuales del aprendi- zaje Social, ofrecié una concepcién convincente de! encuentro de un nuevo ser humano con el ambiente posnatal y el posible efecto de la cultura sobre su con- ducta: ‘Aceptemos dos unidades para nuestra consideracién: la primera, el grupo, que exisie antes que el individuo y, la segunda, un nueva organismo cuya aproximacion a esta colectividad en funcionamiento se imagina. Consideramos que, en este momen- to, el organismo esta limpio de influencias culturales y que el grupo funciona sin ia ayu- © Exiciones Movaia, 8. L. Un enfoque cultural para ia ontogenia 165, da del organismo en cuestién... Permitasenos preguntarnos en este punto qué afir- maciones sistemdticas podemos hacer sobre como ser este organismo cuando lie- gue a su pleno desarrollo, dando por sentado su sexo. Todos los hechos que poda- mos predecir sabre él, dada por supuesta la cantinuidad del grupo, definirdn la cultura a la que llega. Estos hechos pueden incluir la clase de prendas de vestir que Hevara, la lengua que hablard, sus ideas ledricas, su ecupacion habitual, quién habra.de ser en algunos casos su maride 0 su mujer, cémo se le podra atacar, en qué considerard que radica la riqueza, cual sera su teoria del desarrollo de la personalidad, etc. (1935, pags. 14-15.) Este experimento mental describe grdficamente algunas maneras obvias en que la cultura afecta al desarrollo infantil. Ademas, Dowtarp esta en lo cierto en que, con el tiempo, los nuevos miembros de la comunidad llegaran a sentir que la cultura “les pertenece" en una forma tan poderosa “que actlan como si ellos mismos hubieran inventado lo que se ha preserito por tradicién”. Durante la onto- genia, hay un cambio estructural fundamental, de manera que un organismo que vive en un medium cultural, pero no puede hacer uso de él, llega a ser un orga- nismo para él que la mediaci6n de la accién por ta cultura se ha convertide en una “segunda naturaleza’. El reto es explicar oémo se produce esta transtormacién “con el tiempo". Destacaré cuatro caracteristicas de la cultura expuestas en el Capitulo V para explicar la naturaleza distinta de un enfoque cultural-histérico para él desarrollo ontagenético. La primera es la unidad basica de andlisis dentro de la cual se orga- nizan tos procesos de la vida: las actividades cotidianas culturalmente organiza- das de las personas (BRUNER, 1982; Rocorr, 1990; SuPer y Harkness, 1986). La representacién del contexto como circulos concéntrices y la metéfora del jardin de la cultura tienen ambas en su nucleo actividades cotidianas de este tipo como medio préximo del desarrollo, La segunda es la importancia central de los artefactos, los mediadores idea- les/materiales de la experiencia humana que actian como herramientas y como restricciones para la accién humana. Los artefactos primarios, secundarios y ter- ciarios entran en esta relacion. Los nifios no nacen con la capacidad para mediar su actividad por artefactos, pero nacen en un mundo en que los adultos que los cuidan tienen esa capacidad. En realidad, como veremos, los nifios son ellos mis- mos, cuando vienen al mundo, abjetos culturales en un sentido importante. Los medios cambiantes por los que se apropian del equipo de herramientas cultural de su sociedad en el proceso de convertirse en miembros adultos. son centrales para el proceso de cambio ontogenético. Un tercer rasgo importante del mado en que la cultura entra en el desarrollo ontogenético se refiere a la temporalidad. Como regia, el cambio cultural avanza més rdpidamente que el cambio filogenético; las caracteristicas biolégicas. de nuestra especie han cambiado relativamente poco, Y el cambio cultural es gene- ralmente mas lento que el cambio ontogenético '. Esta heterocronia entre los do- * Los casos opuestos también son posibies, como cuando una mutacion praduce una transfor- macién rdpida en ei cambio ontogendtico (normaimente con consecuencias desastrasas), 0 cuando al advenimiento de una nueva tecnologla, 0 la deciaracién de una guerra, transforma al proceso de ‘cambio ontogenética. © Exiciones Morata, 8. L. 166 Psicologia cultural minios genéticos proporciona recursos esenciales, pero poco reconocidos, para el funcionamiente y el desarrollo mental humanos. La propiedad fina! de la cultura que tengo previsto debatir esta relacionada con la metafora del entrelazamiento. Un tema predilecto en las obras de Vy- Garsky era la manera en que surgian caracteristicas cualitativamente nuevas del organismo cuando lineas hasta entonces separadas de desarrollo se intersectan Sin embargo, en la actualidad, una limitacién significativa de la investigacién cul- tural-histérica es no haber conseguido proporcionar una explicacién adecuada del modo en que las lineas natural y cultural de! desarrollo, la filogenia y la histo- ria cultural, coinciden y se mezclan durante la ontogenia. Cada uno de estos aspectos de la cultura esta siempre presente como un condicionador potencial y un recurso de la interaccién y el pensamiento, pero no destacan por igual en ejemplos particulares. Mi meta aqui no es proporcionar una explicacién amplia del modo en que cada aspecto influye en el desarrollo en todas las circunstancias 0 en todas las edades, sino mas bien ilustrar de qué. manera acta cada uno en los casos en que desemperia un papel destacado. Pasado, presente y futuro Comianzo mi exposicién de la cultura y la ontogenia con las propiedades tem- porales de fa cultura, en parte porque esta cuestién se ha descuidado mucho y en parte porque su actividad es visible de manera particularmente clara en el mo- mento en que un nifio viene al mundo, Respecto a la embriogénesis, tenemos una idea bastante buena de la forma en que el pasado se relaciona con el futuro y el presente. El cédigo genético reu- nido desde el pasado cuando el esperma y el huevo se unen en la concepcién, ciona restricciones bioldgicas actuales y futuras dentro de las cuales pue- de tener lugar el proceso biolégico de desarrollo. A medida que las células proli- feran, nacen nuevas estructuras distintivas. Por ejemplo, unas cinco semanas después de la concepcién, comienzan a surgir las manos a medida que brotan los miembros, Las células proliferan con mucha rapidez, y pronto los brotes de los miembros se alargan tomando la forma de una paleta. Luego aparecen cinco pro- trusiones en el borde de la pateta, la cual se convertiré en una mano con cinco dedos, con miisculos, huesos, tendones y células nerviosas situadas en una for- ma apropiada para una mano humana. Nada de esto podria suceder si el codigo genético no hubiera proporcionado las limitaciones necesarias por anticipade. En este sentido, el pasado penetra en el futuro para que el fin pueda estar en el prin- cipio. Adviértase que no se puede decir que los genes “causen” el desarrollo. Sélo la combinacién de las restricciones que proporcionan y las interacciones con su medio de las células que estan proliterando (incluidas las interacciones de unas células con otras) permite el surgimiento de formas fisicas sucesivas y patrones de intaraccién entre el organismo en desarrollo y su ambiente. El cambio evoluti- vo de esta clase se llama epigénesis, un término vago que identifica los procesos locales de interaccién como el lugar del cambio. Por supuesto, la “causa final” 0 “teles" codificada en el patrén de restricciones genéticas sélo es una causa final “si todo lo demas es igual”. El proceso real de desarrolic es un proceso de epigé- © Ediciones Mormm, 5.L. Un enfoque cultural para ta ontogenia 167 nesis probabilistica, no predeterminada (GorTus, 1992). Si no se producen las clases adecuadas de interacciones entre el organismo y su ambiente en el mo- mento apropiado (por ejemplo, si la talidomida perturba la divisién celular cit semanas después de la concepcién), se produciran en el desarrollo tipos de torsiones potencialmente destructoras.de la vida? Parece haber un conjunto andlogo de relaciones temporales con respecto a las restricciones culturales y el desarrollo en el experimento mental de DotLaro, donde el pasado cultural da la bienvenida al recién nacido como su futuro cultu- ral. Pero, para explicar como las restricciones palpables en vigor en la edad adul- ta se transforman en restricciones palpables en el nacimiento, debemos mostrar cémo esa “estructura futura a partir del pasado” se transforma en restricciones sobre la interaccién del organismo y el ambiente en el presente, comenzando con el nacimiento, si no antes. El nombre del mecanismo cultural que introduce “al final en el principio” es profepsis, que significa, segun el diccionario Webster, “la representacion de un acto 0 desarrolle futuro como si estuviera existiendo en el presente” Recientemente, ha habido varias propuestas sobre el papel de la prolepsis en la organizacién de las funciones psicoldgicas humanas. Ragnar Rommetverr (1974) sefialé que el discurso humano es proléptico “en el sentido de que el mun do social compartido temporalmente se basa, en parte, en premisas inducidas ‘tacitamente por el hablante” (pag. 87). Por medio de la prolepsis, “lo que se dice sirve... para inducir presuposiciones y accionar la comprensi6n anticipatoria y, por tanto, lo que se da a conocer necesariamente trascenderd a lo que se dice” (pa- gina 88). Addison Stone y sus colaboradores (Stone, 1993; Stone y Werrscx, 1964) utilizan la prolepsis para caracterizar el modo de inducir los profesores la com- prensién infantil de como completar tareas cognitivas dificiles; en efecto, los pro- fesores presuponen que los nifios comprenden lo que estan intentando ensefiar- les como condicién previa para crear esa comprensién La prolepsis en el primer encuentro cara a cara Un hecho basico sobre la naturaleza humana derivado del caracter simbdlico de la mediacién cultural es que, cuando los neonalos vienen al mundo, ya son ‘objeto de interpretacién adulta condicionada culturalmente. Parafraseando el comentario de Lestie WHITE sobre el agua, tan cierto es que vienen bafados en los conceptos que su comunidad tiene sobre los bebés como que lo estan en el liquido amnistico, En la década de los setenta, el pediatra Aidan MacFar.ane registré conversa- clones entre ginecélogos y padres con ocasién del nacimiento del nifio. Encontré que los padres comienzan a hablar sobre el nifio y a dirigirse a él casi inmediata- ® Advidrtase que este ejemplo implica infiuencias culturales on el desarrolio prenatal. Estas influencias consisten amas en las maneras en que las prdcticas cutturales moidean ta ingestién de ‘deverses agentes: biclogicos por la madre (MEAD y NewTcN, 1967} y en la exposicion al lenguaje en ‘diversas formas (MEVLER y C0!s., 1986; D& CasPen y SPeNce, 1986; para un resumen, véase Coe y ‘Coe, 1993, cap. 3). © Esciones Morata, S.L,

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