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Menopausia: Revista de la Sociedad Norteamericana de Menopausia,

vol. 28, N° 10, págs. 1150­1156
DOI: 10.1097/GME.0000000000001812
2021 El autor(es). Publicado por Wolters Kluwer Health, Inc. en nombre de la Sociedad Norteamericana de Menopausia.

ESTUDIO ORIGINAL

El estudio de mujeres para el alivio de los síntomas vasomotores

(WAVS): un ensayo controlado y aleatorizado de una dieta basada en plantas y
soja integral para mujeres posmenopáusicas
Neal D. Barnard, MD, FACC,1,2 Hana Kahleova, MD, PhD,1 Danielle N. Holtz, BS,1
Fabiola del Aguila, PhD,1 Maggie Neola, BS, RD,1 Lelia M. Crosby, BA, RD,1
y Richard Holubkov, PhD3

Abstracto
Objetivo: Este estudio tuvo como objetivo evaluar los efectos de la combinación de una dieta basada en plantas baja en grasas y soja en
la frecuencia y gravedad de los sofocos menopáusicos.
Métodos: Las mujeres posmenopáusicas (n = 38) que informaron dos o más sofocos/día fueron asignadas aleatoriamente a una dieta
vegana baja en grasas, que incluía 1/2 taza (86 g) de soja cocida al día, o a ningún cambio en la dieta durante 12 semanas. La frecuencia y
la gravedad de los sofocos se registraron mediante una aplicación móvil y los síntomas vasomotores, psicosociales, físicos y sexuales se
evaluaron mediante el Cuestionario de calidad de vida específico de la menopausia. La significancia se evaluó mediante pruebas t
(resultados continuos) y pruebas de chi­cuadrado/McNemar (resultados binarios).
Resultados: El total de sofocos disminuyó un 79% en el grupo de intervención (P <0,001) y un 49% en el grupo de control (P = 0,002;
entre grupos P = 0,01). Los sofocos de moderados a intensos disminuyeron un 84% en el grupo de intervención (P < 0,001) y un 42% en
el grupo de control P = 0,009; entre grupos P = 0,01). De 0 a 12 semanas, el 59% (10/17) de los participantes del grupo de intervención
informaron haber dejado de sufrir sofocos moderados y graves (P = 0,002). No hubo cambios en esta variable en el grupo de control (entre
grupos P <0,001). El Cuestionario de Calidad de Vida Específico de la Menopausia reveló reducciones significativamente mayores en el
grupo de intervención en los dominios vasomotor (P < 0,0001), psicosocial (P = 0,04), físico (P < 0,002) y sexual (P = 0,01).

Conclusiones: La combinación de una dieta vegana baja en grasas y soja entera se asoció con una menor frecuencia y gravedad de los
sofocos y una mejor calidad de vida en los dominios vasomotor, psicosocial, físico y sexual en mujeres posmenopáusicas. Durante el
período de estudio de 12 semanas, la mayoría de los participantes del grupo de intervención dejaron de sufrir sofocos de moderados a
graves.
Palabras clave: Dieta – Sofocos – Isoflavonas – Menopausia – Nutrición – De origen vegetal – Soja – Vegano.

Resumen del vídeo: http://links.lww.com/MENO/A785.

Recibido el 25 de febrero de 2021; revisado y aceptado el 8 de abril de 2021. 1 Del 2 poseía acciones en Walgreen's, 3M y Johnson & Johnson. HK, DNH, FA, MN, LMC y RH
Comité de Médicos para una Medicina Responsable, Washington, recibieron una compensación del Comité de Médicos para una Medicina Responsable por su
Facultad adjunta, Escuela de Medicina de la Universidad George Washington trabajo en este estudio.
3 RH recibe financiación por formar parte de los consejos de seguimiento de la seguridad de los
CORRIENTE CONTINUA; cine, Facultad de Medicina, Universidad de Utah, Salt
datos de Pfizer y Revance.
Washington, DC; y Lake City, Utah.

Este manuscrito no ha sido presentado en ningún formato en ninguna reunión nacional. Registro de ensayo: ClinicalTrials.gov, NCT04587154, registrado el 14 de octubre de 2020.

Financiamiento/apoyo: El estudio fue financiado por el Comité de Médicos por una Medicina
Responsable.
Divulgación financiera/conflictos de intereses: NDB es profesor adjunto de medicina en la
Facultad de Medicina de la Universidad George Washington.
Se desempeña sin compensación como presidente del Comité de Médicos para una Medicina
Responsable y del Centro Médico Barnard en Washington, DC, organizaciones sin fines de
lucro que brindan servicios educativos, de investigación y médicos relacionados con la
nutrición. Escribe libros y artículos y da conferencias relacionadas con la nutrición y la salud y
ha recibido regalías y honorarios de estas fuentes. LMC es autora del blog de nutrición Veggie
Quest y anteriormente fundó un fideicomiso para su beneficio.
Hay contenido digital complementario disponible para este artículo. Se proporcionan citas
URL directas en las versiones HTML y PDF de este artículo en el sitio web de la revista
(www.menopause.org).
Dirija la correspondencia a: Neal D. Barnard, MD, FACC, Physicians Committee for Responsible
Medicine, 5100 Wisconsin Ave, NW, Suite 200, Washington, DC 20016. Correo electrónico:
nbarnard@pcrm.org Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo
los términos de la Licencia Creative Commons Atribución­No Comercial­Sin Derivados 4.0
(CCBY­NC­ND), donde está permitido descargar y compartir el trabajo siempre que esté
debidamente citado. El trabajo no se puede modificar de ninguna manera ni utilizar
comercialmente sin el permiso de la revista.

1150 Menopausia, vol. 28, núm. 10, 2021

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UNA INTERVENCIÓN DIETÉTICA PARA LOS SÍNTOMAS VASOMOTORES
Las mujeres peri y posmenopáusicas experimentan
sofocos: episodios de vasodilatación periférica.
Muchos provocando sensaciones de calor en el pecho, cuello y cara,
acompañadas de sudoración y enrojecimiento. Los sofocos también pueden
ser causados por medicamentos y procedimientos que alteran la función
hormonal. La evidencia sugiere que los factores dietéticos influyen en la
aparición de sofocos relacionados con la menopausia.
En la década de 1980, un gran estudio de mujeres que vivían en Japón
encontró que los sofocos ocurrían con menos frecuencia que en los países
occidentales.1 Se informaron hallazgos similares en otros países asiáticos.2,3
Las diferencias culturales en la notificación de síntomas pueden haber
contribuido a estas diferencias. También es digno de mención que las dietas
tradicionales en estas áreas enfatizaban los alimentos básicos de origen
vegetal, como el arroz, las verduras y, en algunos casos, los productos de
soja. A medida que la dieta japonesa se occidentalizó a fines del siglo pasado,
los sofocos se reportaron con el doble de frecuencia que en la década de
1980.4 En ensayos aleatorios, se ha demostrado que los productos de soya
reducen la frecuencia de los sofocos.5 Los productos de soya contienen las
isoflavonas genis teína, daidzeína y gliciteína y sus respectivos glucósidos. A
su vez, la daidzeína puede ser metabolizada por las bacterias intestinales en
equol, un compuesto no esteroideo que se une a los receptores de estrógeno
a y b, pero que funciona principalmente como agonista del receptor de
estrógeno b.6 Según se informa, entre el 50% y el 60% de los adultos
asiáticos producen equol , en comparación con sólo el 20% al 30% de los
adultos occidentales, aparentemente debido a diferencias dietéticas que
influyen en las poblaciones de bacterias intestinales.6 Las dietas basadas en
plantas modifican rápidamente las poblaciones de bacterias intestinales.7
Algunos estudios han encontrado que las personas que siguen dietas
principalmente vegetarianas producen
más equol. con frecuencia que los omnívoros.6,8 Estos estudios sugieren
que una dieta basada en plantas y el consumo diario de soja pueden reducir
la frecuencia de los sofocos y que esta combinación puede ser más útil que
un cambio en la dieta o la suplementación con soja sola. De particular valor
clínico son los estudios en mujeres que preparan sus propios alimentos en
condiciones de la vida real. Como estos estudios no pueden ser ciegos,
resultan útiles los grupos de control elegidos adecuadamente y las medidas
redundantes para los síntomas vasomotores. Por lo tanto, un ensayo
controlado probó la hipótesis de que una dieta vegana baja en grasas, incluida
la soja, reduciría la frecuencia y la gravedad de los sofocos posmenopáusicos.
MÉTODOS
El estudio fue aprobado por la Junta de Revisión Institucional de Advarra
el 2 de septiembre de 2020 (Pro00045315). Se reclutó a mujeres con sofocos
posmenopáusicos a través de las redes sociales y se las examinó por teléfono
(Fig. 1). Los criterios de inclusión fueron mujeres posmenopáusicas de 40 a
65 años, sofocos de moderados a severos al menos dos veces al día, último
período dentro de los 10 años anteriores, ausencia de menstruaciones en los
12 meses anteriores y voluntad de seguir una dieta vegana baja en grasas,
que incluyera soja. Los criterios de exclusión fueron el uso de medicamentos
hormonales en los 2 meses anteriores, una explicación de los sofocos
distinta a la menopausia natural, tabaquismo, abuso de sustancias,
antecedentes de un trastorno alimentario, uso de medicamentos para bajar
de peso en los 6 meses anteriores, un intento actual para perder peso, un
índice de masa corporal inferior a 18,5 kg/m2 , alergia a la soja y actual
consumo de una dieta vegana baja en grasas con ingesta diaria de soja.
Los voluntarios que cumplieron con los criterios de elegibilidad, dieron su
consentimiento y completaron un registro dietético de práctica fueron
asignados a un grupo de intervención o grupo de control utilizando una tabla
de números aleatorios generada por computadora. Debido a que la asignación
se realizó simultáneamente, no fue necesario ocultar la asignación.
Medidas de resultado
Se evaluaron las siguientes medidas al inicio y
semana 12, excepto lo indicado:
Ingesta dietética
Un registro dietético de 3 días, incluidos 2 días laborables y 1 día de fin
de semana, fue analizado utilizando el software Nutrition Data System for
Research versión 2020, por personal del Centro Coordinador de Nutrición
de la Universidad de Minnesota.
Peso corporal
Los participantes utilizaron balanzas digitales idénticas (Modelo Renpho
ES­CS20 M, Anaheim, CA) con una precisión de 0,05 kg.
Altura
Se pidió a los participantes que informaran su altura al punto más cercano.
0,5 cm, utilizando una cinta métrica en casa (solo línea de base).
Estado de salud y medicamentos Se
pidió a los participantes que informaran sobre su estado de salud general
y todo el uso de medicamentos.
Actividad Física La
versión abreviada del Cuestionario Internacional de Actividad Física
cuantifica la actividad física reciente, multiplicando los valores MET para
niveles de actividad específicos por los minutos en que se realizaron las
actividades y por el número de días en que se realizó cada actividad.9
Síntomas de la menopausia
Utilizando la aplicación móvil My Luna (Blue Trail Soft ware Holding, San
Francisco, CA), se pidió a los participantes que registraran los sofocos a
medida que ocurrían, incluidos los momentos de inicio y cese, y su intensidad,
durante 7 días. Los sofocos que despertaban a los participantes durante el
sueño debían registrarse en la aplicación a la mañana siguiente.
El Cuestionario de Calidad de Vida Específica para la Menopausia
(MENQOL) evaluó el efecto de los síntomas de la menopausia sobre la
calidad de vida en cuatro dominios: vasomotor, psicosocial, físico y
sexual.10,11 El dominio vasomotor pide a los participantes que califiquen el
grado en que les molestan (1) sofocos o sofocos, (2) sudores nocturnos o (3)
sudoración, utilizando una escala que va de 0 (nada molesto) a 6
(extremadamente molesto).
Intervención dietética
Al grupo de intervención se le pidió que siguiera una dieta vegana baja en
grasas, basada en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, y que
minimizara los aceites y alimentos grasos añadidos (p. ej., nueces,
Menopausia, vol. 28, n° 10, 2021 1151
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BARNARD Y AL

786 respondieron a la solicitud de voluntarios.

631 fueron excluidos antes de la entrevista.

• 180 información de contacto

insuficiente
• 2 estaban fuera de Norteamérica

• 124 ciclos menstruales activos

69 no cumplieron con los criterios del estudio.
• 182 menopausia <1 año o >10 años
atrás • 21 menopausia no natural
• No se pudo localizar 143 para • 11 ya siguen una dieta de
entrevista telefónica intervención o pérdida de peso
programa
• 8 <2 sofocos por día

155 entrevistados por teléfono • 5 tomar hormonas recetadas

• 7 menopausia hace <1 año o >10 años •
4 fuera del rango de edad o peso • 3 no
dispuestas a cambiar la dieta o ser
aleatorio

• 5 no pueden participar en
clases o no tener teléfono
38 cumplieron los criterios del estudio y inteligente • 5 condiciones médicas,
fueron asignados aleatoriamente a los grupos de estudio. trastornos del apetito, fumador

48 no firmaron el consentimiento ni enviaron el

registro de dieta a la práctica.

19 asignados al grupo de dieta 19 asignados al grupo de control.

1 abandonó los estudios para cuidar a un 1 perdido durante el seguimiento

familiar enfermo

18 disponibles para análisis MENQOL 18 disponibles para análisis MENQOL

1 no pudo proporcionar datos de peso final y 1 no pudo proporcionar datos de peso final y
sofocos sofocos

17 disponibles para análisis de peso y sofocos 17 disponibles para análisis de peso y sofocos

HIGO. 1. Flujo de participantes a lo largo del ensayo. MENQOL, Cuestionario de Calidad de Vida Específico de la Menopausia.

mantequillas de nueces y aguacates). Se les proporcionó soja no modificada
genéticamente (Laura Soybeans, Corwith, IA)
y se les pidió que consumieran 1/2 taza (86 g) de alimento entero cocido
soja al día. No se proporcionaron otros alimentos. Facilitar
preparación de soja, los participantes (en ambos grupos) que hicieron
que aún no tienen ollas a presión, se les proporcionaron
(Instant Pot, Instant Brands, Kanata, Ontario, Canadá). A los participantes del
grupo de intervención se les pidió que asistieran semanalmente,
Sesiones grupales de 1 hora a través de una plataforma de conferencias en Internet.
(Zoom). Todas las sesiones fueron realizadas por un dietista registrado,
médico o miembros del personal de investigación e incluidos
información sobre planificación de comidas, compras, preparación de alimentos,
y afrontar los desafíos dietéticos cotidianos. Cada participante
Se le preguntó semanalmente sobre el cumplimiento de la intervención dietética.
(omisión de alimentos de origen animal, minimización de aceites y
consumo de soja), aunque la adherencia dietética formal
La evaluación se limitó al análisis de registros dietéticos de 3 días.
A los participantes del grupo de control se les pidió que mantuvieran su
dietas habituales, mantener contacto semanal con la investigación
equipo para informar el peso corporal y los síntomas, y asistir a cuatro
Sesiones grupales de 1 hora durante el estudio, y se proporcionaron
con ollas a presión. Al concluir el estudio, el control
A los participantes del grupo se les ofreció instrucción detallada en el
Intervención dietética. Para ambos grupos, bebidas alcohólicas.
estaban limitados a uno por día. Las dietas basadas en plantas adecuadamente
planificadas generalmente contienen todos los nutrientes, excepto
para la vitamina B12. Todos los participantes en ambos grupos fueron
provisto de un suplemento diario de 100 mg de vitamina B12 .
Participantes que deseen seguir una dieta vegana después del estudio.
Se aconsejó el uso de un suplemento de vitamina B12 . Se pidió a todos los
participantes que evitaran otras novedades.
suplementos dietéticos y para mantener su actividad física
y medicamentos constantes, excepto según lo recomiende su
médicos personales. Debido a que el estudio ocurrió durante el

1152 Menopausia, vol. 28, núm. 10, 2021 2021 El autor(es)

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UNA INTERVENCIÓN DIETÉTICA PARA LOS SÍNTOMAS VASOMOTORES

Pandemia de Covid­19, se realizó vía telefónica, correo electrónico, RESULTADOS

y videoconferencia. Todos los cuestionarios y hojas de datos.
estaban codificados con números de identificación y se mantenían en un servidor
seguro y protegido con contraseña. Los datos recopilados a través del software
de encuestas Qualtrics se almacenaron en un
proteger la cuenta de Qualtrics mediante Transport Layer Security
cifrado y mantenimiento de las certificaciones FEDramp e ISO 27001.
Procedimientos estadísticos
Hasta donde saben los investigadores, ningún estudio previo ha examinado
los efectos de una dieta vegana junto con alimentos enteros cocidos.
la soja para los sofocos; Los estudios que utilizaron extractos de soja o
isoflavonas no proporcionaron una base adecuada para un poder.
análisis. Por lo tanto, el presente estudio se realizó para generar datos iniciales
sobre el tamaño y la variabilidad del efecto. Los investigadores se propusieron
inscribir hasta 40 participantes divididos equitativamente
entre grupos de estudio.
Para cada grupo se calcularon estadísticas descriptivas de las variables
demográficas y clínicas. Para evaluar la importancia de
diferencias iniciales entre los grupos de estudio, las pruebas t fueron
calculado para medidas continuas y versiones exactas de
pruebas apropiadas de tipo chi­cuadrado utilizadas para categóricos
medidas.
Para todas las medidas, se utilizan estadísticas descriptivas (medias, estándar
desviaciones, errores estándar). Como distribuciones
de todos los resultados no se apartaron sustancialmente de los aproximados
normalidad, se utilizaron pruebas paramétricas para evaluar el tratamiento
efectos. Específicamente, las hipótesis se examinaron realizando pruebas t para
dos muestras independientes sobre la diferencia
puntuación que denota el cambio desde el inicio hasta la semana 12. Para binario
resultados, se utilizó la prueba de chi­cuadrado o la prueba exacta de Fisher
para evaluar las diferencias entre grupos, mientras que el
Se utilizó la prueba de McNemar para evaluar la importancia de los cambios
dentro del grupo.
De las 786 personas que respondieron a la solicitud de voluntarios,
631 fueron excluidos antes de una entrevista personal, y 155 fueron
entrevistado por teléfono (Fig. 1). Después de las exclusiones, 38 participantes
fueron asignados aleatoriamente a los dos grupos de estudio.
Los participantes del grupo de intervención eran ligeramente más jóvenes que
controles, con cese de la menstruación ligeramente más reciente
(Tabla 1). Un participante del grupo de intervención y un participante del grupo
de control no completaron el MENQOL en
semana 12, quedando 36 participantes para el análisis MENQOL.
Estos 2 individuos y 1 participante adicional en cada grupo.
no proporcionó los pesos corporales finales ni la aplicación móvil
datos, quedando 34 participantes para el análisis del peso corporal
y frecuencia e intensidad de los sofocos. Los cambios clínicos son
reportados en la Tabla 2. Se observaron cambios significativos en la ingesta de nutrientes.
informado en el grupo de intervención. La actividad física no
cambian significativamente en cualquiera de los grupos. Peso corporal medio
disminuyó en 3,5 kg en el grupo de intervención y aumentó
en 0,8 kg en el grupo de control (P = 0,0021). La frecuencia de
sofocos totales, según lo informado con la aplicación My Luna,
disminuyó un 79% en el grupo de intervención (P < 0,001) y un 49%
en el grupo de control (P = 0,002; entre grupos P = 0,01).
Los sofocos de moderados a severos disminuyeron un 84% (de 4,9 a
0,8/día) en el grupo de intervención (P < 0,001) y el 42% (de
3,8 a 2,2/día) en el grupo de control (P = 0,009; entre el grupo P = 0,013).
Sofocos nocturnos de moderados a intensos
también disminuyó significativamente más en el grupo de intervención
(P = 0,0286). De 0 a 12 semanas, el 59% (10/17) de los participantes del grupo
de intervención informaron haber desaparecido de moderado o
sofocos intensos (P = 0,002). En el brazo de control, había
sin cambios en esta variable (6% en cada momento, entre el grupo P = 0,0003).
El cuestionario MENQOL reveló
reducciones significativas en el grupo de intervención en sofocos,
sudores nocturnos, sudoración y los dominios vasomotor, psicosocial, físico y
sexual compuestos, todos los cuales fueron

TABLA 1. Datos demográficos iniciales de los participantes en un ensayo aleatorio de una intervención dietética para los síntomas vasomotores

Grupo de intervención (n = 19) Grupo control (n = 19) 55,5 Pensilvania

Edad media, años (DE) 53,3 (4,4) (4,1) 49­64 0,12

Rango de edad 42­60
Raza y etnia 0,66; 1.0b
Negro, no hispano 2 (11%) 4 (21%)
Nativo americano, no hispano 1 (5%) 0 (0%)
Blanco, no hispano 15 (79%) 14 (74%)
Blanco, hispano 1 (5%) 15%)
Estado civil 0,45
No casado 3 (16%) 6 (32%)
Casado 16 (84%) 13 (68%)
Educación 1.0
Bachillerato, parcial o posgrado 1 (5%) 0 (0%)
Universitario, parcial o posgrado 9 (47%) 12 (63%)
Diploma de graduación 9 (47%) 7 (37%)
Índice de masa corporal en kg/m2 (DE) 26,8 (7,6) 27,4 (5,2) 0,77
Años desde la menopausia, media (DE) 3,7 (2,9) 5,6 (2,6) 0.044
a
Los valores de p se refieren a pruebas t para variables continuas y prueba exacta (Fisher para estado civil y Mantel­Haenszel para educación ordenada) para categóricas.
variables.
b
Valor de p calculado para la distribución racial (negros, nativos americanos y blancos): P = 0,66 según la prueba exacta de Fisher. Para el origen étnico (hispano versus no hispano),
P = 1,0 según la prueba exacta de Fisher.

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2021 El autor(es)
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UNA INTERVENCIÓN DIETÉTICA PARA LOS SÍNTOMAS VASOMOTORES
mayores que los cambios en el grupo de control (tamaños del efecto:
vasomotor 2,5 [IC 95% 3,5 a 1,6], P < 0,0001; psicosocial 1,2 [IC 95%
2,4 a 0,04], P = 0,04; físico 1,4 [IC 95% 2,2 a 0,6], P = 0,002, y sexual
1,9 [3,3 a
0,5], P = 0,01).
DISCUSIÓN
La frecuencia de los sofocos, particularmente los sofocos de
moderados a severos, disminuyó en un grado significativamente mayor
en el grupo de intervención, en comparación con el grupo de control. A
las 12 semanas, la mayoría de los participantes del grupo de intervención
no informaron ningún sofoco de moderado a severo. Este hallazgo,
basado en informes en tiempo real en una aplicación móvil, se confirmó
en las respuestas al cuestionario MENQOL. El peso corporal también
disminuyó significativamente en el grupo de intervención.
En los países occidentales, los síntomas vasomotores ocurren hasta en
el 80% de las mujeres menopáusicas.12 En la década de 1980, Lock
encuestó a 1.225 mujeres, de entre 45 y 55 años, que vivían en Nagano,
Kioto y Kobe, Japón. El 13,5% de las mujeres perimenopáusicas y el
15,2% de las mujeres posmenopáusicas informaron sofocos durante las
2 semanas anteriores.13 Se han investigado las diferencias culturales
en la notificación de síntomas y en las prácticas dietéticas que pueden
subyacer a estas diferencias en los síntomas vasomotores.1,3, 4 Entre
1975 y 2009, el consumo de carne per cápita (excepto pescado y
mariscos) en Japón aumentó de 23 a 45,9 kg, aunque esta cifra se
mantuvo muy por debajo de las cifras de Estados Unidos (120,2 kg en
2009).13 El consumo de lácteos aumentó considerablemente, 14 al igual
que la ingesta total de grasas y proteínas. Los cambios en la dieta en
Japón fueron acompañados de cambios en los síntomas de la
menopausia. En un estudio de 2005, los sofocos se informaron con el
doble de frecuencia que en la década de 1980. El 42,1% de las mujeres
perimenopáusicas tardías encuestadas informaron sofocos en las dos
semanas anteriores.4 A pesar de la occidentalización, el consumo de
soja sigue siendo mucho mayor en Japón, en comparación con los
Estados Unidos, lo que sugiere que los cambios dietéticos generales,
más que los cambios en el consumo de soja, puede ser responsable del
aumento de la frecuencia de los síntomas vasomotores.13 Investigaciones
en China,2 la península de Yucatán en México,15 y otros países han
mostrado marcadas variaciones en la notificación de síntomas, lo que
refleja diferencias en la cultura, la dieta y otros factores.16 Las isoflavonas
de soja tienen mayor afinidad por el receptor de estrógeno b que por el
receptor de estrógeno a y tienen propiedades tanto agonistas como
antagonistas de estrógeno.6 En ensayos controlados, las isoflavonas de
soja han demostrado ser útiles en el tratamiento de los sofocos.5,17 La
soja (1/2 taza, Se esperaría que 86 g) utilizados en el presente estudio
proporcionen aproximadamente de 55 a 60 g de isoflavonas, similares a
las cantidades comúnmente utilizadas en los ensayos clínicos
(aproximadamente 30 a 80 mg/día)18 y ligeramente mayores que las
cantidades consumidas en Japón o China . (aproximadamente 30­40 mg/
día).19,20 La daidzeína puede ser metabolizada por las bacterias
intestinales para producir equol, que en algunos estudios se ha
demostrado que reduce la incidencia o gravedad de los sofocos.21 La
conversión de daidzeína en equol se ha identificado en entre el 20% y el
30% de los adultos omnívoros occidentales y >50% de los asiáticos.22
Estas diferencias probablemente sean atribuibles, no a la genética o al
consumo habitual de soja,23 sino a la dieta general. Cuando
Aunque los omnívoros aumentan el consumo de alimentos de origen
vegetal, el microbioma intestinal cambia rápidamente.24,7 Estos cambios
pueden favorecer la producción de equol. Un estudio australiano de 29
personas que seguían dietas principalmente vegetarianas encontró que
el 59% eran capaces de producir equol, en comparación con el 25% de
12 no vegetarianos.6 En un estudio estadounidense de 15 veganos y 16
omnívoros, estas cifras fueron del 40% y 0%, respectivamente. .8 Algunos
han sugerido que la vasodilatación es una respuesta neurovascular
contrarreguladora al control glucémico alterado causado por la
disponibilidad reducida de estrógenos.25 Si se mantiene, cabe destacar
que las dietas basadas en plantas mejoran el control glucémico en
adultos con26 y sin27 diabetes tipo 2. Los sofocos también disminuyeron
en el grupo de control, aunque en menor grado que en el grupo de
intervención. Esto puede reflejar (1) la disminución natural de los
síntomas después de la menopausia, (2) temperaturas más frías
acercándose a la conclusión del estudio en diciembre, o (3) la conciencia
de los participantes del grupo de control sobre la intervención dietética
vegana (reforzada por el contacto semanal con el personal y la suministro
de ollas a presión) y su entusiasmo por implementarlo, a pesar de que se
les pidió que no lo hicieran. Este estudio tiene varias ventajas. La
inclusión de personas no confinadas proporcionó hallazgos que se
trasladan fácilmente a entornos no clínicos. El uso de soja entera
complementa los hallazgos basados en extractos. El uso de una aplicación
móvil para registrar eventos vasomotores puede ser más completo que
el registro con lápiz y papel y es más conveniente que la monitorización
de la respuesta galvánica de la piel. El diseño también tiene limitaciones.
El tamaño de la muestra fue relativamente pequeño y la intervención de
12 semanas no evaluó los efectos a más largo plazo. En los ensayos de
intervención en individuos no institucionalizados que utilizan dietas
integrales, el cegamiento es impracticable. No obstante, estos estudios
son cruciales. Si bien no se pueden descartar los efectos placebo en el
presente estudio, cierta confianza proviene del hecho de que las mejoras
fueron consistentes entre las respuestas al cuestionario y el registro de
síntomas vasomotores en tiempo real usando la aplicación móvil (incluidos
los recuerdos de los participantes sobre los síntomas nocturnos que los
despertaron de la inconsciencia) y fueron paralelos a los cambios de
peso. Los informes sobre la ingesta de alimentos y los síntomas de la
menopausia pueden ser inexactos.
Si bien el contacto con los voluntarios fue frecuente, la pandemia de
Covid­19 obligó a que el contacto fuera vía Zoom, teléfono y correo
electrónico. Para abordar este desafío, los participantes utilizaron
balanzas digitales y procedimientos de presentación de informes idénticos
y mantuvieron contacto semanal con el equipo de investigación. El estudio
deja para futuras investigaciones identificar los roles relativos de una
dieta basada en plantas y la suplementación con soya, y el papel de los
cambios del microbioma inducidos por la dieta en el metabolismo de las isoflavonas.
CONCLUSIONES
La combinación de una dieta basada en plantas bajas en grasas y
soja entera se asoció con una reducción de la frecuencia y la gravedad
de los sofocos, la eliminación de los sofocos de moderados a graves para
la mayoría de los participantes y mejoras en la calidad de vida en la
capacidad vasomotora. , psicosocial, físico y sexual.
Agradecimientos: Los autores agradecen a Blue Trail Software
Holding (San Francisco) por brindar acceso a la aplicación My Luna,
Menopausia, vol. 28, n° 10, 2021 1155
Machine Translated by Google
BARNARD Y AL
y a Instant Brands (Kanata, Ontario, Canadá) por proporcionar ollas
a presión Instant Pot.
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