You are on page 1of 51

Sentencia T-099/21

DERECHO DE ACCESO A LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA,


DIGNIDAD HUMANA Y DEBIDO PROCESO SIN DILACIONES
INJUSTIFICADAS-Demora en resolver apelación de sentencia por causas
estructurales en la justicia penal de persona privada de la libertad

La indeterminación de la segunda instancia constituye una afectación permanente


a los derechos fundamentales invocados por el peticionario, menoscabo no cesará
hasta tanto no sea resuelto el recurso de apelación. A su vez, esta afectación es de
gran intensidad para el actor, en la medida en que lesiona uno de los bienes que
objetivamente es considerado por este tribunal como de alta significación para el
actor: su dignidad humana.

ACCESO A LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA Y A LA TUTELA


JUDICIAL EFECTIVA-Alcance

MORA JUDICIAL-Definición/MORA JUDICIAL JUSTIFICADA-


Configuración

La Corte Constitucional definió la mora judicial como “un fenómeno multicausal,


muchas veces estructural, que impide el disfrute efectivo del derecho de acceso a la
administración de justicia”. Asimismo, este tribunal determinó que la mora
judicial “se presenta como resultado de acumulaciones procesales estructurales
que superan la capacidad humana de los funcionarios a cuyo cargo se encuentra la
solución de los procesos”. La Corte Constitucional ha reconocido la realidad del
país en materia de congestión del sistema judicial y el exceso de las cargas
laborales. Este tribunal es consciente que, en la mayoría de los casos, el
represamiento de procesos “no permite a los funcionarios cumplir con los plazos
legalmente establecidos”.

MORA JUDICIAL INJUSTIFICADA-Circunstancias en que se presenta

DERECHO DE ACCESO A LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA Y


DEBIDO PROCESO SIN DILACIONES INJUSTIFICADAS EN
ACTUACIONES PENALES-Jurisprudencia constitucional

DERECHO AL PLAZO RAZONABLE-Criterios de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos para establecer la razonabilidad del
plazo

PLAZO RAZONABLE Y TRIBUNAL DE DERECHOS HUMANOS


EUROPEO-Jurisprudencia sobre elementos para establecer razonabilidad

DERECHO A UN PLAZO RAZONABLE-Hace parte del debido proceso

El desconocimiento del plazo razonable viola la garantía de acceso oportuno a la


administración de justicia. No obstante, si bien la administración de justicia debe
ser en tiempo, como un elemento esencial de la garantía efectiva de un debido
proceso, no todo retardo en la adopción de una decisión judicial genera per se una
infracción a la Constitución. Para que esto ocurra, se debe probar que la dilación
injustificada tuvo origen en la falta de diligencia del funcionario judicial en el
cumplimiento de sus deberes o que el plazo del proceso sea irrazonable. Como ya
2

se ha advertido, el concepto de plazo razonable es indeterminado, pero


determinable y procura acudir al análisis de las especificidades de cada caso en
particular.

DERECHO A UN PLAZO RAZONABLE-Consecuencias jurídicas del


desconocimiento de plazos y términos de las etapas procesales

PRINCIPIO DE PRESUNCION DE INOCENCIA-Contenido y alcance

La presunción de inocencia solo puede quedar desvirtuada en una sentencia que


tenga un carácter definitivo. Y dicho carácter irreversible no se puede predicar
cuando están pendientes por resolver cuestionamientos sobre la validez jurídica de
las decisiones de instancia. Así las cosas, cuando a un fallo se le imputan errores
de derecho, esta cuestión debe ser resuelta antes de que el mismo haga tránsito a
la cosa juzgada.

DERECHO DE ACCESO A LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA Y


DEBIDO PROCESO SIN DILACIONES INJUSTIFICADAS-Requisitos
para protección por tutela

MORA JUDICIAL-Reglas de procedencia de la acción de tutela

Ante la vulneración injustificada del plazo razonable, el juez de tutela deberá


determinar dos cosas: i) que el funcionario haya incurrido en mora judicial
injustificada y que ii) se esté ante un daño irremediable. A partir de lo anterior,
para verificar el cumplimiento del requisito de subsidiariedad, el juez
constitucional deberá evaluar si aun cuando existan otros mecanismos de defensa,
estos son idóneos y eficaces para proteger los derechos fundamentales. No
obstante, y en todos los casos en que el accionante se encuentre materialmente en
un escenario de indefensión (i.e. personas privadas de la libertad), solo será
necesario acreditar que el interesado haya asumido una actitud procesal activa y
que la parálisis o dilación no obedezca a su conducta procesal.

DERECHO DE ACCESO A LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA Y


DEBIDO PROCESO SIN DILACIONES INJUSTIFICADAS-Aplicación
del test de plazo razonable

Referencia: Expediente T-7.867.622

Acción de tutela instaurada por el señor Luis


Alberto Bento Ramírez contra la Sala Penal del
Tribunal Superior de Villavicencio

Magistrado sustanciador:
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS

Bogotá D.C., quince (15) de abril de dos mil veintiuno (2021).


3

La Sala Octava de Revisión de tutelas de la Corte Constitucional, integrada por la


magistrada Diana Fajardo Rivera y los magistrados Alberto Rojas Ríos y José
Fernando Reyes Cuartas, quien la preside, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, profiere la siguiente:

SENTENCIA

Dentro del proceso de revisión de los fallos emitidos el 7 de noviembre de 2019 y


el 17 de enero de 2020 por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia y la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, en primera y
segunda instancia, respectivamente.

I. Antecedentes

1. El señor Luis Alberto Bento Ramírez promovió acción de tutela contra la


Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio al considerar
vulnerados sus derechos fundamentales al debido proceso, igualdad, defensa,
acceso a la administración de justicia y libertad. Lo anterior, teniendo en cuenta la
dilación para resolver el recurso de apelación que interpuso en el proceso judicial
adelantado en su contra bajo el radicado 95001-60-00-643-2014-00030-01 1. Para
sustentar la solicitud de amparo, el actor narró los siguientes:

1. Hechos

2. El accionante manifestó que se encuentra recluido en el Establecimiento


Penitenciario y Carcelario de Yopal desde el 18 de julio de 2014. Lo anterior
porque el Juzgado Penal del Circuito de San José del Guaviare lo condenó, en
primera instancia, a una pena privativa de la libertad de doce años por el delito de
acto sexual con menor de catorce años.

3. El actor explicó que, el 5 de agosto de 2015 su apoderado interpuso el


recurso de apelación contra la referida decisión sin que, a la fecha, tal recurso haya
sido resuelto por el despacho judicial accionado 2. Asimismo, el ciudadano indicó
que se encuentra en un “limbo jurídico” porque no ha podido interponer los
demás recursos que en derecho corresponde (i.e. recurso de casación o recurso
extraordinario de revisión)3.

4. El tutelante también manifestó que, a la fecha de la interposición de la acción


constitucional4, ha estado recluido por más de 64 meses en el referido
establecimiento penitenciario, sin que este tiempo pueda ser redimido ante un
juez de ejecución de penas, teniendo en cuenta su condición de sindicado 5. Por
último, el demandante adujo que ha solicitado al Tribunal accionado celeridad

1 Cfr. folio 2 del cuaderno 1 del expediente de tutela.


2 Cfr. folio 4 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
3 Ibíd.
4 7 de octubre de 2019.
5 Ibíd.
4

procesal6. Sin embargo, el despacho judicial le ha indicado que “está en turno para
fallo”7.

5. Con fundamento en lo expuesto, el accionante solicitó que se le amparen los


derechos fundamentales invocados y que, en consecuencia, se emitiera el fallo de
segunda instancia.

2. Trámite procesal

6. Mediante auto del 29 de octubre de 2019, la Sala de Casación Penal de la


Corte Suprema de Justicia avocó el conocimiento de la acción de tutela y dispuso
su traslado a la accionada para que se pronunciara frente a los hechos y
pretensiones8.

3. Respuesta de la accionada

7. A través de escrito del 6 de noviembre de 2019, la Sala Penal del Tribunal


Superior del Distrito Judicial de Villavicencio9 explicó que, por reparto del 5 de
agosto de 2015, el proceso judicial en segunda instancia, bajo el radicado 95001-
60-00-643-2014-00030-01, le correspondió a la magistrada Patricia Rodríguez
Torres. Además, la Sala accionada indicó que dentro de los procesos ordinarios
adelantados bajo el trámite de la Ley 906 de 2004 “el actor ocupa el turno número
cincuenta y cinco”10.

8. Respecto del término para resolver el recurso, la Sala accionada aclaró que la
magistrada Patricia Rodríguez Torres asumió el cargo desde el 1 de abril de 2017 y
recibió 454 actuaciones discriminadas en procesos de primera y segunda instancia,
autos de ejecución de penas y medidas de seguridad, incidentes de desacato,
actuaciones disciplinarias, así como el trámite de acciones de tutela.

9. Además, la Sala Penal indicó que el despacho de la magistrada Rodríguez


Torres ha presentado de forma reiterada diversas solicitudes para superar la
situación de congestión judicial. A su vez, la Sala accionada resaltó que, conforme
las cifras del Consejo Superior de la Judicatura en los años 2017 y 2018, el
desempeño de este Despacho ha sido superior al de otras salas penales del país 11.

10. El despacho judicial accionado solicitó tener en cuenta la carga laboral. En


igual sentido, pidió que se declare improcedente el amparo invocado e hizo claridad
en que “el despacho continuará evacuando con diligencia y en el menor tiempo

6 Como sustento de lo anterior, el demandante aportó como pruebas al proceso (i) copia del oficio 0160 del 23 de
enero de 2019 proferido por la Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio
(folio 8 del cuaderno 1 del expediente de tutela); (ii) copia del oficio EPCYOP-AJUR-3252 del 21 de junio de 2019
suscrito por el Coordinador Jurídico del Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Yopal (folio 9 del cuaderno 1
del expediente de tutela) y (iii) copia del oficio 2961 del 18 de julio de 2018 suscrito por la Sala de Decisión Penal
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio (folio 10 del cuaderno 1 del expediente de tutela).
7 Cfr. folio 4 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
8 Cfr. folios 30 y 31 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
9 Cfr. folios 35 a 37 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
10 Cfr. folio 35 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
11 La Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio aportó como pruebas al proceso i) copia del acta de posesión
de la magistrada Patricia Rodríguez Torres (folio 65 del cuaderno 1 del expediente de tutela); ii) copia del informe de
gestión en el que aparecen discriminados los asuntos recibidos a la posesión de la titular del despacho (folios 59 a 64
del cuaderno 1 del expediente de tutela); iii) copia de los consolidados estadísticos de 2017 y 2018 del Consejo
Superior de la Judicatura (folios 38 a 52 del cuaderno 1 del expediente de tutela) y iv) copia de las solicitudes para la
adopción de medidas de descongestión (folios 53 a 58 del cuaderno 1 del expediente de tutela).
5

posible los proyectos pendientes por registrar, entre los que se encuentran, el objeto
de la presente acción constitucional”12.

4. Sentencias objeto de revisión

4.1 Primera instancia12F13

11. En sentencia del 7 de noviembre de 2019, la Sala de Casación Penal de la


Corte Suprema de Justicia negó la solicitud de amparo impetrada por el señor
Bento Ramírez. La decisión partió de la base de tres aspectos. En primer lugar, que
la jurisprudencia constitucional ha reconocido que toda actuación procesal debe
estar orientada por los principios de celeridad, eficiencia y efectividad. En segundo
término, que el Estado debe promover las condiciones para que el acceso de los
particulares a la administración de justicia sea efectivo. Por último, que el
incumplimiento y la inejecución de las actuaciones procesales, así como la mora
judicial siempre deben estar justificadas por razones válidas. De lo contrario, se
estaría desconociendo los artículos 29 y 228 de la Constitución.

12. Sin embargo, la Sala de Casación Penal concluyó que, en el presente caso, no
se satisfacían dos de los presupuestos fijados por la jurisprudencia constitucional en
materia de procedencia de la acción de tutela en los casos de incumplimiento de los
términos procesales. Para el a quo, el despacho accionado no incurrió en mora
judicial injustificada porque la dilación en la decisión se justificó en la carga
laboral de la Sala accionada. A su vez, la Corte Suprema tampoco evidenció la
materialización de un daño o la generación de un perjuicio irremediable con la
tardanza del despacho accionado porque no comprobó que el actor se encontrara en
alguna situación excepcional de la que se derivara o que justificara un trato
preferente14.

13. Por último, la Sala de Casación Penal determinó que conceder el amparo
solicitado “implicaría desconocer el derecho de igualdad de las demás personas
que, como el actor, también esperan un pronunciamiento de la administración de
justicia”15.

4.2 Impugnación16

14. A través de memorial del 25 de noviembre de 2019, el accionante impugnó la


anterior decisión. El actor argumentó que “no se puede desconocer la ineficacia de
la justicia colombiana el lento trámite en los despachos judiciales y demás
justificaciones que en cada despacho a nivel nacional a diario se presenta” 17.
Además, el actor indicó que “[son] miles de presos que nos encontramos, en mi
caso soy uno de ellos con una condena que es incierta que aun en mas de cuatro (4)
años no se me ha descontado la presunción de inocencia”18.

4.3 Segunda instancia19

12 Cfr. folio 36 del cuaderno 1 del expediente de tutela.


13 Cfr. folios 66 a 74 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
14 Sentencias T-173 de 1993, T-399 de 1993 y T-431 de 1992.
15 Ibíd.
16 Cfr. folio 79 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
17 Ibíd., folio 79.
18 Ibíd., folio 79.
19Ibíd., folios 3 a 6.
6

15. En providencia del 17 de enero de 2020, la Sala de Casación Civil de la


Corte Suprema de Justicia confirmó la sentencia de primera instancia porque el
accionante “aún cuenta con mecanismos de defensa eficaces para lograr la
satisfacción de los derechos frente a los cuales reclama protección” 20.

16. De conformidad con el artículo 58 del Código de Procedimiento Penal, para


la Sala de Casación Civil el accionante debió presentar recusación en contra del
funcionario judicial a cargo del proceso. Sin embargo, el a quem no encontró que el
actor haya realizado tal actuación procesal. A criterio de esta Sala de Casación
Civil, este trámite debió surtirse de forma previa a la interposición de la acción de
amparo.

5. Pruebas que obran en el expediente

17. Las pruebas que obran en el expediente de tutela son las siguientes:

Tabla 1: pruebas que obran en el expediente de tutela


Oficio Folio
Folio 8 del
Copia del oficio 0160 del 23 de enero de 2019
cuaderno 1 del
1 proferido por la Sala de Decisión Penal del Tribunal
expediente de
Superior del Distrito Judicial de Villavicencio.
tutela
Folio 9 del
Copia del oficio EPCYOP-AJUR-3252 del 21 de junio
cuaderno 1 del
2 de 2019 suscrito por el Coordinador Jurídico del
expediente de
Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Yopal
tutela
Folio 10 del
Copia del oficio 2961 del 18 de julio de 2018 suscrito
cuaderno 1 del
3 por la Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior del
expediente de
Distrito Judicial de Villavicencio
tutela
Folio 65 del
Copia del acta de posesión de la magistrada Patricia cuaderno 1 del
4
Rodríguez Torres expediente de
tutela
Folios 59 a 64 del
Copia del informe de gestión en el que aparecen
cuaderno 1 del
5 discriminados los asuntos recibidos a la posesión de la
expediente de
titular del despacho
tutela
Folios 38 a 52 del
Copia de los consolidados estadísticos de 2017 y 2018 cuaderno 1 del
6
del Consejo Superior de la Judicatura expediente de
tutela
Folios 53 a 58 del
Copia de las solicitudes para la adopción de medidas
cuaderno 1 del
7 de descongestión de la Sala Penal del Tribunal Superior
expediente de
del Distrito Judicial de Villavicencio
tutela

6. Cuestión preliminar: suspensión de términos judiciales

18. Durante el trámite de revisión del asunto de la referencia, el Ministerio de


Salud y Protección declaró la emergencia sanitaria en todo el territorio nacional 21.
20Ibíd., folio 5.
21 Resolución 385 del 12 de marzo de 2020.
7

El presidente de la república, en ejercicio de la facultad prevista por el artículo 215


de la Constitución, declaró a través del Decreto Legislativo 417 de 2020 el “estado
de emergencia económica, social y ecológica en todo el territorio nacional”, por el
término de 30 días calendario, comprendido entre el 17 de marzo y el 16 de abril de
2020. A través del Decreto Legislativo 637 de 2020, el presidente de la república
declaró un nuevo estado de emergencia en todo el territorio nacional por el término
de 30 días calendario, esto es entre el 6 de mayo y el 5 de junio de 2020.

19. A través del Acuerdo PCSJA20-11517 del 15 de marzo de 2020, el Consejo


Superior de la Judicatura suspendió los términos judiciales del 16 al 20 de marzo
de 2020 en todo el país22. Posteriormente, otros acuerdos prorrogaron dicha
medida23. Sin embargo, a través del Acuerdo PCSJA20-11567 del Consejo Superior
de la Judicatura, a partir del 31 de julio de 2020 se reanudaron los términos
judiciales a nivel nacional.

7. Actuaciones en sede de revisión

20. La Sala de Selección número tres de la Corte Constitucional, en auto del 28


de agosto de 202024, seleccionó el presente asunto y fue repartido a este despacho.
En proveído del 23 de septiembre de 2020, el magistrado sustanciador vinculó al
presente trámite al Consejo Superior de la Judicatura. En el mismo auto, el
despacho decretó las pruebas tendientes a complementar las razones de juicio
necesarias para el estudio del caso objeto de revisión, solicitando lo siguiente 25:

21. A la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio
le requirió copia íntegra del expediente bajo el radicado 95001-60-00-643-2014-
00030-01.

22. Al despacho de la magistrada Patricia Rodríguez Torres le solicitó que


indicara el estado del proceso bajo el radicado 95001-60-00-643-2014-00030-01 al
momento de la interposición de la acción de tutela incoada por el señor Luis
Alberto Bento Ramírez. Asimismo, que informara todas las actuaciones realizadas
por este despacho en el trámite de segunda instancia. Además, que indicara las
razones para que ese despacho judicial hubiera adelantado exclusivamente las
actuaciones descritas anteriormente. En igual sentido, que comunicara si contaba
con un plan de trabajo para la descongestión del despacho judicial. A su vez, que
informara si esa autoridad judicial comunicó a las autoridades competentes la
situación de congestión judicial. En caso afirmativo, que allegara a este despacho la
copia tanto de las comunicaciones como de las respuestas recibidas. Por último,
que manifestara si puso en evidencia la situación de congestión ante el Consejo
Superior de la Judicatura, adjuntando los documentos que así lo demostraran y las
respuestas que se le hubiesen brindado.
22 El acuerdo exceptuó a los despachos con función de control de garantías y despachos penales de conocimiento
que tuvieran programadas audiencias con personas privadas de la libertad.
23i) Acuerdo PCSJA20-11521 de 19 de marzo de 2020 que prorrogó la suspensión de términos desde el 21 de marzo
hasta el 3 de abril de 2020; ii) Acuerdo PCSJA20-11528 de 22 de marzo de 2020 que prorrogó la suspensión desde el
4 hasta el 12 de abril de 2020; iii) Acuerdo PCSJA20-11532 de 11 de abril de 2020 que prorrogó la suspensión desde
el 13 al 26 de abril de 2020; iv) Acuerdo PCSJA20-11546 del 25 de abril de 2020 que prorrogó la medida del 27 de
abril al 10 de mayo de 2020; v) Acuerdo PCSJA20-11549 del 7 de mayo de 2020 que prorrogó la suspensión del 11
al 24 de mayo de 2020; vi) Acuerdo PCSJA20-11556 del 22 de mayo de 2020 que prorrogó la medida del 25 de
mayo al 8 de junio de 2020. Más adelante, mediante Acuerdo PCSJA20-11567 del 5 de junio de 2020, el Consejo
Superior de la Judicatura dispuso el levantamiento de la suspensión de términos judiciales en todo el país a partir del
1 de julio de 2020. No obstante, a través del Acuerdo PCSJA20-11567 del 05 de junio de 2020 se dispuso mantener
la suspensión de términos en la Corte Constitucional para decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad y la
eventual revisión de acciones de tutela hasta el 30 de julio de 2020.
24 Cfr. Folios 12 a 25 del cuaderno de la Corte Constitucional.
25Ibíd., folios 28 a 36.
8

23. Al accionante que aclarara si a la fecha de la interposición de la acción de


tutela presentó alguna solicitud al despacho de la magistrada Patricia Rodríguez
Torres, con el fin de dar impulso procesal. En caso afirmativo, que adjuntara copia
de las solicitudes y las respuestas recibidas. Asimismo, que indicara si existían
situaciones individuales o de especial complejidad que hayan estado presentes en el
trámite del proceso de segunda instancia y que consideraba pertinente manifestar.

24. Al Consejo Superior de la Judicatura que informara si conocía la situación


de congestión judicial que describió el despacho de la magistrada Patricia
Rodríguez Torres. A su vez, que indicara el estado de represamiento de los procesos
judiciales que presentaba la jurisdicción penal a nivel nacional. Además, que
explicara si existía alguna estrategia de descongestión para la jurisdicción penal.
Asimismo, que indicara las razones de la situación de congestión judicial
denunciada por el accionante y manifestada por la accionada en la respuesta del
trámite de tutela. Por último, que señalara si dentro de las razones identificadas en
la situación de congestión judicial, alguna obedecía a causas estructurales.

25. A través de correo electrónico del 1 de octubre de 2020, la Sala Penal del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio allegó a este Despacho
copia digital del proceso bajo el radicado 95001-60-00-643-2014-00030-01.
Asimismo, remitió la respuesta suscrita por la magistrada Patricia Rodríguez Torres
en los siguientes términos:

26. Frente al estado del proceso bajo el radicado 95001-60-00-64-2014-00030-


01, la magistrada Rodríguez Torres indicó que, al momento de la interposición de la
acción de tutela de la referencia, no se había resuelto el recurso de apelación
interpuesto contra la sentencia de primera instancia.

27. La magistrada relacionó las actuaciones realizadas por el despacho desde que
el expediente fue remitido por el Juzgado Promiscuo del Circuito de San José del
Guaviare en el trámite de segunda instancia. La jueza indicó que recibió por reparto
del 1 de agosto de 2015 el recurso de apelación interpuesto por la defensa del señor
Luis Alberto Bento Ramírez, contra la sentencia proferida el 10 de junio 2015, en el
marco del proceso con radicado 95001-60-00-64-2014-00030-01. La magistrada
explicó que la Sala Penal del Tribunal accionado, mediante auto del 16 de febrero
2018, confirmó la decisión proferida el 18 de septiembre 2017 por el Juzgado
Promiscuo del Circuito de San José del Guaviare, en la que se negó la libertad por
perdida de vigencia de la medida de aseguramiento solicitada por el accionante.

28. La magistrada señaló que el 4 de julio 2018 y el 14 de enero de 2019, el


accionante solicitó a ese Tribunal resolver su situación jurídica. En consecuencia, a
través de los oficios del 13 de junio de 2018 y 21 de enero de 2019,
respectivamente, la magistrada Rodríguez Torres le informó al actor que procedería
a registrar el proyecto de fallo, con observancia de los turnos de los procesos
ingresados.

29. La magistrada Rodríguez Torres también indicó que el 25 de marzo 2020 el


Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Yopal allegó solicitud de redención
de pena y libertad condicional del accionante. A su vez que, en auto del 2 de abril
de 2020, remitió dicha solicitud al Juzgado Promiscuo del Circuito de San José del
9

Guaviare, por ser la autoridad judicial a quien compete adoptar la decisión 26.
Además, la magistrada mencionó que el 16 de marzo de 2020 emitió respuesta al
requerimiento de apertura de vigilancia administrativa solicitada por el actor 27.

30. Además, la magistrada aclaró que las razones para que este despacho
judicial, desde el momento en que avocó conocimiento del proceso y hasta la fecha
de la interposición de la acción de tutela, haya adelantado exclusivamente las
actuaciones descritas anteriormente obedecían a “la ostensible congestión que
afronta desde hace varios años el despacho a mi cargo y en general, toda la Sala
Penal del Tribunal Superior de Villavicencio” 28. Asimismo, la juez resaltó la
totalidad de procesos asignados a su cargo, así como la discrepancia en las cifras
del reparto que se ha presentado durante los años 2017, 2018 y 2019 entre el
despacho 1 (al que pertenece) respecto de los despachos 2 y 3 de la Sala Penal de
dicho Tribunal.

31. La magistrada Rodríguez Torres manifestó que, a través del oficio No. 004
SP-TSV-RTP del 4 de febrero de 2019, presentó ante el Consejo Seccional de la
Judicatura del Meta una propuesta de metodología laboral y un programa de
descongestión (teniendo en cuenta la creación de un cargo de auxiliar judicial grado
1)29.

32. Por último, la magistrada relacionó y aportó las 24 solicitudes suscritas por
los magistrados de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Villavicencio desde el 2015. Estas iban dirigidas a los presidentes de la Comisión
Interinstitucional de la rama judicial, la Sala Administrativa del Consejo Superior
de la Judicatura, la Corte Suprema de Justicia, Procuraduría General de la Nación y
Ministerio de Justicia y del Derecho, respectivamente. En dichas comunicaciones,
se solicitó la adopción de medidas definitivas o de descongestión debido a la
excesiva carga laboral de esta Sala Penal.

33. A través de correo electrónico del 1 de octubre de 2020, la directora de la


Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico del Consejo Superior de la Judicatura
dio respuesta al cuestionario formulado por el despacho a través del auto del 23 de
septiembre de 2020. Esta Unidad explicó que conocía las problemáticas existentes
en la rama judicial en todas las jurisdicciones y especialidades, así como que ha
tratado de adoptar decisiones en los casos identificados como más urgentes, de
conformidad con los recursos asignados por el gobierno nacional. Además, la
Unidad mencionó que el Consejo Superior de Judicatura conocía ampliamente el
nivel de congestión que se ha presentado en la Sala Penal del Tribunal Superior de
Distrito Judicial de Villavicencio. Por esta razón, esta Unidad indicó que “desde el
año 2017 se redistribuyeron procesos que estaban para fallo en los tres despachos
que conforman la referida sala, medida que benefició al despacho 001 en el trámite
de 54 procesos gestionados en el marco de la Ley 600 de 2000”30.

26 Teniendo en cuenta que la petición se presentó en el lapso comprendido entre el anuncio del sentido del fallo y la
ejecutoria de la sentencia.
27 Al respecto, la magistrada Patricia Rodríguez Torres aclaró que el 26 de junio de 2020, el Consejo Seccional de la
Judicatura del Meta notificó el auto CSJMEAVJ20-100 del 19 de junio de 2020, en donde dispuso la no apertura de
la vigilancia judicial del proceso seguido en contra del señor Luis Alberto Bento Ramírez, al existir una clara
justificación frente a la ausencia de pronunciamiento en segunda instancia. Asimismo, el Consejo Seccional invitó a
esta corporación a informar al peticionario el tiempo en el que se estudiaría su caso.
28 Cfr. Folio 4 del escrito de respuesta de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio.
29 A través del Acuerdo PCSJA-11192 del 25 de enero de 2018 suscrito por el Consejo Superior de la Judicatura.
30 Cfr. Folio 1 del escrito de respuesta allegado por el Consejo Superior de la Judicatura.
10

34. Esta Unidad también hizo énfasis en las medidas de descongestión de


carácter transitorio que se han dispuesto para la Sala Penal del Tribunal Superior de
Distrito Judicial de Villavicencio, teniendo en cuenta que no se han asignado
recursos por parte del gobierno nacional para la adopción de medidas con carácter
permanente31. Estas medidas consistían en la creación de un cargo transitorio de
auxiliar judicial grado 1, así como la redistribución de 178 procesos para fallo de
Ley 600 de 2000 en segunda instancia que estaban asignados al despacho judicial
accionado.

35. Por otra parte, la Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico informó que a
diciembre de 2019 el represamiento de la jurisdicción penal era de 571.869
asuntos, lo que correspondía al 29.9% del total32. Asimismo, esta Entidad presentó
el índice de congestión en la especialidad penal en el año 2019 con la siguiente
tabla.
Tabla 1: Índice de congestión judicial en la especialidad penal para el año
2019
Despachos
con egresos
Total de
mensuales e Índice
Clasificación de la despach
Competen inventarios de
subespecialidad Penal os
cia por encima congest
según demanda analizad
de los ión
os
parámetros
nacionales
Penal 2 7 28,6%
Corte Sala Penal Especial de 1 5 20,0%
Suprema Instrucción
de Justicia Sala Penal Especial de 3 0,0%
Primera Instancia
Penal 28 133 21,1%
Penal Especializado de
2 4 50,0%
Extinción de Dominio
Tribunal
Penal Justicia y Paz de 2 10 20,0%
Superior
Conocimiento
Penal Justicia y Paz de 1 5 20,0%
Control de Garantías
Juzgado Ejecución de Penas y 33 155 21,3%
de Medidas de Seguridad
Circuito Ley 600 de 2000 1 1 100,0%
31 1. A través del Acuerdo PCSJA17-10677 de 2017 se dispuso que la Sala Penal del Tribunal Superior de
Villavicencio sea descongestionada en 178 procesos para fallo de Ley 600 de 2000 en segunda instancia. 2. Mediante
el Acuerdo PCSJA18-11097 de 2018 se dispuso a crear de forma transitoria y a partir del 1° de octubre y hasta el 14
de diciembre de 2018 en la Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio, un cargo de auxiliar judicial grado 1 en
cada uno de los despachos de magistrado. 3. Conforme el Acuerdo PCSJA19-11192 de 2019 se creó con carácter
transitorio y a partir del 1° de febrero al 30 de junio de 2019, un cargo de auxiliar judicial grado 1 para para el
despacho 001 de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio. 4. A través del Acuerdo
PCSJA19-11322 de 2019 se ordenó prorrogar el cargo transitorio creado mediante Acuerdo PCSJA19-11192 de 2019
para el despacho 001 de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio hasta el 13 de
diciembre de 2019. 5. Mediante el Acuerdo PCSJA20-11486 de 2020 se dispuso a crear con carácter transitorio y a
partir del 3 de febrero al 30 de junio de 2020, un cargo de auxiliar judicial grado 1 para para el despacho 001 de la
Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio. 6. Conforme el Acuerdo PCSJA20-11578 de
2020 se dispuso a prorrogar el cargo transitorio creado mediante Acuerdo PCSJA20-11486 de 2020 para el despacho
001 de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio, hasta el 11 de diciembre de 2020.
Cfr. Ibíd., folio 2.
32 1. La Corte Suprema de Justicia tiene 2.650 asuntos represados. 2. Los tribunales superiores tienen 11.709
asuntos pendientes. 3. Los juzgados del circuito tienen 472.642 asuntos represados. 4. Los juzgados municipales
tienen 84.642 asuntos pendientes. 5. Los juzgados del circuito de descongestión tienen 226 asuntos pendientes. Cfr.
Ibíd., folio 3.
11

Penal con función de 87 366 23,8%


conocimiento -
Ley 906 de 2004
Penal Especializado 6 71 8,5%
Penal Especializado de 4 11 36,4%
Extinción de Dominio
Penal Mixto 1 6 16,7%
Penal para Adolescentes
con Función de 10 63 15,9%
Conocimiento
Ley 600 de 2000 1 3 33,3%
Penal con función de
conocimiento – 45 157 28,7%
Ley 906 de 2004
Penal con función de
Juzgado
Control de Garantías – 132 322 41,0%
Municipal
Ley 906 de 2004
Penal Mixto 23 90 25,6%
Penal para Adolescentes
con Función de Control de 34 82 41,5%
Garantías
Total general 413 1.494 27,6%
Fuente: Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico del Consejo Superior de la
Judicatura
36. La Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico del Consejo Superior de la
Judicatura también aclaró que, a través de la Ley 1285 de 2009, inició el Plan
Nacional de Descongestión. Asimismo, esta Unidad indicó que la adopción de
medidas dependía de la asignación de recursos por parte del gobierno
nacional. No obstante, la Unidad señaló que, dentro de la jurisdicción ordinaria, la
especialidad penal era la que más aportes recibía anualmente y resaltó que para el
año 2019 recibió el 52% y en el año 2020 recibió el 73% del total de los recursos
asignados a la rama judicial33.

37. Además, la Unidad explicó que las razones para la congestión judicial en la
Sala Penal del Tribunal accionado obedecían al “incremento de demanda de justicia
en materia penal en la región, los egresos reportados y la acumulación de
inventarios”34. En igual sentido, la Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico
manifestó que, otra de las razones correspondía a “la cantidad de asuntos
pendientes de resolver relacionados con segunda instancia de control de garantías y
conocimiento de la Ley 906 de 2004. En total se reportan 1.109 casos en
inventarios finales, correspondiendo al Despacho 001 el 29% de procesos” 35.
Asimismo, que de dicho reporte se podía constatar que “del total de ingresos
reportados se logra evacuar el 87% de procesos aproximadamente, los restantes se
acumulan en inventarios finales”36.

38. Finalmente, esta Unidad no aclaró si la situación de congestión judicial de la


Sala accionada correspondía a causas estructurales. No obstante, determinó que una
de las soluciones estructurales era “la creación de una plaza de magistrado de forma
permanente, creación que ya fue aprobada por la Corporación, se cuenta con el

33 Cfr. Ibíd., folio 5.


34 Cfr. Ibíd., folio 5.
35 Cfr. Ibíd., folio 7.
36 Cfr. Ibíd., folio 7.
12

concepto previo de la Comisión Interinstitucional de la rama judicial y está en


trámite la expedición del correspondiente acto administrativo” 37.

39. A través de auto del 22 de octubre de 2020, la Corte decretó la suspensión de


términos en el expediente de la referencia, por el lapso de dos meses, con sujeción a
lo establecido en el artículo 64 del Acuerdo 02 de 2015. Lo anterior, teniendo en
cuenta que, una vez vencido el término probatorio dado en el Auto de pruebas del
23 de septiembre de 2020, no se allegó a este tribunal la totalidad de las pruebas
solicitadas. Una vez vencido el término de suspensión del proceso de la referencia,
no se allegaron a este despacho las pruebas solicitadas a la parte actora.

40. A su vez, esta Sala determinó la necesidad de contar con mayores elementos
de juicio en aras de determinar la veracidad de los hechos alegados por la parte
actora, teniendo en cuenta dos aspectos. Por un lado, que las razones esbozadas por
la autoridad judicial accionada para la tardanza en la resolución del caso fuerzan a
este tribunal a estudiar los argumentos de fondo que han llevado a que se presente
dicha situación de retraso. Por el otro, que a partir de las causas que han dado
origen a la situación de represamiento en el despacho judicial accionado es urgente
adoptar las medidas conducentes a la superación de esta dificultad.

41. Por lo anterior, y en aras de integrar debidamente el contradictorio en sede de


revisión, a través del Auto del 16 de febrero de 2021, esta Sala de Revisión vinculó
al presente trámite al Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Lo anterior, por
cuanto: i) es la entidad que tiene a cargo la definición, formulación y ejecución de
la política económica del país 38; ii) es imperante formular una decisión de fondo
que solucione el actual de represamiento de la justicia en la jurisdicción penal y iii)
la decisión que se tome en esta sentencia podría comprometer los recursos del
Estado. En dicho auto, también se vinculó al Ministerio de Justicia y del Derecho
porque se trata de la cartera encargada de formular, adoptar, dirigir, coordinar y
ejecutar la política pública, entre otros, en materia de ordenamiento jurídico y
acceso a la justicia formal y alternativa39.

42. Además, como ya se advirtió, en el precitado auto se ordenó la practica de


otras pruebas a fin de con mayores elementos de juicio que permitan dar una
solución integral al caso del actor, así:

43. Al Ministerio de Hacienda y Crédito Público que identificara la asignación


presupuestal a la rama judicial en las vigencias 2017, 2018, 2019, 2020, 2021. A su
vez, que diera a conocer la distribución de los rubros dentro del sector justicia.

44. Al Ministerio de Justicia y del Derecho que informara si a la fecha de la


interposición de la acción de amparo, esa cartera conocía la situación de congestión
judicial en la jurisdicción penal a nivel nacional. En igual sentido, que comprobara
si ese Ministerio ha formulado una política pública para superar la situación de
congestión en la jurisdicción penal.

45. A las salas penales de los tribunales superiores de distrito 40 a nivel nacional,
y a la Corte Suprema de Justicia41 que relacionaran los procesos judiciales que
37 Cfr. Ibíd., folio 8.
38 Cfr. https://www.minhacienda.gov.co/webcenter/portal/AcercadelMinisterio/pages_misinyvisin
39 Cfr. https://www.minjusticia.gov.co/Ministerio/Nuestra-Entidad/Funciones-del-Ministerio
40 Conforme las competencias asignadas en el artículo 34.1 del Código de Procedimiento Penal (Ley 906 de 2004).
41 Conforme las competencias asignadas en el artículo 32.1 y 32.3 del Código de Procedimiento Penal (Ley 906 de
2004).
13

llevan más de un año sin que haya sido resuelta la segunda instancia, a fin de
conocer el estado real de represamiento de los procesos judiciales que presenta la
jurisdicción penal a nivel nacional.

46. Por último, conforme las particularidades del caso, y sin que hubieran sido
allegadas a este tribunal la totalidad de las pruebas solicitadas (inclusive en el Auto
de pruebas del 23 de septiembre de 2020), la Sala estimó pertinente decretar la
suspensión de los términos dentro del expediente de la referencia. Lo anterior, por
el lapso de un mes contado a partir de la comunicación de dicho auto. Este se
considera un plazo adicional y razonable que permite que las partes aporten la
totalidad de las pruebas ordenadas en los Autos del 23 de septiembre de 2020 y 16
de febrero de 202142.

47. A través de correo electrónico del 1 de marzo de 2021, el Ministerio de


Hacienda y Crédito Público indicó que resultaba improcedente la vinculación de
dicha cartera porque “carece de competencia legal para resolver lo pretendido por
el accionante relacionado con la resolución del recurso de apelación interpuesto
por su defensor el 5 de agosto de 2015”43. Este Ministerio también se opuso a que
prosperara cualquier pretensión en el caso sub examine, teniendo en cuenta que el
marco de competencias de dicha Entidad no le permitía emitir pronunciamientos o
intervenir en las acciones que ejecuta la rama judicial.

48. Este Ministerio resaltó que es la autoridad encargada de asignar los recursos
a las entidades que conforman el presupuesto general de la nación (incluida la rama
judicial) y, en consecuencia, no puede ejecutar el presupuesto de esta sección
presupuestal. La cartera de hacienda solicitó a este tribunal denegar la acción de
tutela por improcedente.

49. Respecto del auto de pruebas, el Ministerio transcribió las preguntas 1 y 2


formuladas en el Auto de pruebas del 16 de febrero de 2021 pero no aportó
información44. Por último, y frente a si i) el Consejo Superior de la Judicatura ha
solicitado en los últimos cinco años un aumento de recursos para la rama judicial y
ii) dichos recursos han sido otorgados o si por el contrario, han sido negados, este
Ministerio señaló varios aspectos. En primer término, que normas de rango superior
definen los actores, las instancias y las competencias a lo largo del proceso de
programación, ejecución y seguimiento del presupuesto público 45. En segundo
lugar, que en la programación presupuestal de cada vigencia concurren el
Departamento Nacional de Planeación (en adelante DNP) y las secciones
presupuestales encargadas de solicitar los recursos necesarios para cubrir sus
objetivos y prioridades institucionales. Como tercer postulado, que la incorporación
de los gastos de las entidades que conforman el presupuesto general de la nación
está supeditado a i) la disponibilidad de recursos públicos que permitan financiar el
gasto46; ii) el Marco Fiscal de Mediano Plazo y iii) la ley de Regla Fiscal cuya
finalidad es mantener la sostenibilidad de las finanzas del Estado 47. Finalmente, que
“la ejecución de los recursos que son aprobados por el Congreso de la República

42 En virtud del artículo 64 del Reglamento Interno de la Corte Constitucional.


43 Cfr. Folio 1 del escrito presentado por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
44i) Indicar el monto de los recursos asignados a la rama judicial para las vigencias 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021
y detallar el porcentaje de su ejecución y ii) Informar el monto de los recursos solicitados por el Consejo Superior de
la Judicatura para la vigencia 2021 dentro del presupuesto general de la Nación. En caso de que haya una diferencia
entre el presupuesto solicitado y el presupuesto aprobado, aclarar las razones de dicha discrepancia.
45 Cfr. Folio 3 del escrito presentado por le Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
46De acuerdo con lo estipulado en el artículo 47 del Estatuto Orgánico del Presupuesto (Decreto 111 de 1996).
47Ley 1473 de 2011.
14

mediante la Ley Anual de Presupuesto, queda en cabeza de las entidades que hacen
parte del Presupuesto General de la Nación”48.

50. Mediante correo electrónico del 1 de marzo de 2021, el Ministerio de Justicia


y del Derecho solicitó la desvinculación del presente trámite por falta de
legitimación en la causa por pasiva. Lo anterior, porque según el escrito este
Ministerio “no ha participado en los hechos expuestos en la tutela ya que toda la
administración de personal, la configuración de los despachos judiciales y el como
solventar el tema de la congestión en el trámite de los procesos judiciales es un
aspecto que es propio de la competencia y autonomía del Consejo Superior de la
Judicatura”49.

51. Por otra parte, y frente a si este Ministerio conocía la situación de congestión
judicial presentada en la jurisdicción penal a nivel nacional, la cartera de justicia
indicó que “el tema de congestión judicial ha sido una constante en el servicio
público esencial de administrar justicia, no solo de la segunda instancia sino en
general del funcionamiento de la Rama Judicial”50.

52. Por último, y respecto de si este Ministerio ha formulado alguna política


pública para superar la situación de congestión en la jurisdicción penal, el
Ministerio de Justicia señaló que “trabajó junto al Consejo Superior de la
Judicatura en el proyecto de ley estatutaria de la administración de justicia
abordándose el tema de la descongestión judicial dentro de su articulado” 51.
Además, esta cartera afirmó que “está impulsando la suscripción de un memorando
de entendimiento con el Consejo Superior de la Judicatura donde se pretende
instaurar una mesa permanente de trabajo”52. El Ministerio afirmó que en dicha se
mesa buscará “optimizar la capacidad de gestión del sistema judicial para aumentar
la eficacia, eficiencia, efectividad en aras del acceso efectivo a la justicia de todos
los ciudadanos, respetando la autonomía de la rama judicial; documento que
actualmente se encuentra en manos del Consejo Superior de la Judicatura para su
aprobación”53.

53. Finalmente, la Corte Constitucional recibió vía correo electrónico, los


informes de la Corte Suprema de Justicia 54 y de varias salas penales de los
tribunales superiores de distrito a nivel nacional55.

II. Consideraciones de la Sala

1. Competencia

54. La Sala es competente para analizar los fallos materia de revisión de


conformidad con lo establecido en los artículos 86 y 241-9 de la Constitución Política
y 31 a 36 del Decreto 2591 de 1991.

48 Cfr. Folio 4 del escrito presentado por le Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
49 Cfr. Folio 6 del escrito presentado por le Ministerio de Justicia y del Derecho.
50 Ibíd., p. 6.
51 Ibíd., p. 7.
52 Ibíd., p. 7.
53 Ibíd., p. 7.
54 En correo electrónico del 10 de marzo de 2021.
55 En Secretaría General de la Corte Constitucional se recibió escrito de las siguientes salas penales de Tribunales
Superiores: Antioquia, Armenia, Barranquilla, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Cúcuta, Cundinamarca, Florencia y
Neiva, Ibagué, Manizales, Medellín, Montería, Pereira, Popayán, San Gil, Sincelejo, Santa Marta y Villavicencio.
15

2. Delimitación del problema jurídico y metodología de la decisión

55. El señor Luis Alberto Bento Ramírez manifestó que la Sala Penal del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio vulneró sus derechos
fundamentales al debido proceso, igualdad, defensa, acceso a la administración de
justicia y libertad. Lo anterior, con ocasión de la dilación y la no resolución del
recurso de apelación interpuesto en el proceso judicial adelantado en su contra 56.
Aseguró que esta situación de indefinición le ha impedido tanto hacer uso de otros
recursos judiciales como redimir el tiempo que ha estado privado de la libertad
(más de 4 años) ante un juez de ejecución de penas, teniendo en cuenta que su
estado, a la fecha, es de sindicado.

56. Por lo tanto, le corresponde a este tribunal examinar si se vulneraron los


derechos fundamentales al debido proceso, igualdad, defensa, acceso oportuno a la
administración de justicia y libertad del señor Luis Alberto Bento Ramírez como
consecuencia de la no resolución, por parte del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Villavicencio, del recurso de apelación interpuesto por el apoderado del
accionante desde el pasado 5 de agosto de 2015, en el marco del proceso penal con
radicado 95001-60-00-643-2014-00030-01.

57. Con el fin de resolver el anterior problema jurídico, la Corte se referirá a: i)


la jurisprudencia constitucional sobre las dilaciones injustificadas o mora judicial,
con especial énfasis en la situación de las personas condenadas en primera instancia
y privadas de la libertad; ii) la necesidad de aplicar un juicio o test del plazo
razonable en el marco de las garantías judiciales que permita analizar la potencial
vulneración del derecho al debido proceso del actor; iii) la procedencia de la acción
de tutela como mecanismo de protección en los casos de incumplimiento de los
términos procesales o dilaciones injustificadas en la resolución de los recursos de
apelación en materia penal; iv) la presunción de inocencia en el sistema jurídico
colombiano, inclusive en los casos en que haya sentencia condenatoria de primera
instancia y v) la resolución y órdenes que corresponde proferir en el caso concreto.

3. Jurisprudencia constitucional sobre la dilación injustificada o mora judicial

58. El artículo 229 de la Constitución garantiza el derecho de toda persona para


acceder a la administración de justicia. La Ley Estatutaria de la Administración de
Justicia reconoce que la justicia es un valor superior que debe guiar la acción del
Estado57. En concreto, la Ley 270 de 1996 dispone que el Estado está llamado a
garantizar la efectividad de los derechos fundamentales, dentro del marco del
Estado Social y Democrático de Derecho. Asimismo, a lograr la convivencia
pacífica entre los colombianos.

59. La Sala Plena de este tribunal definió el derecho de acceso a la


administración de justicia como la garantía de que cualquier persona pueda acudir
ante tribunales y jueces, en condiciones de igualdad 58. Además, el tribunal
constitucional fijó como fin de este derecho fundamental “propugnar por la
integridad del orden jurídico y por la debida protección o el restablecimiento de sus
derechos e intereses legítimos”59. Para la Corte, el goce de esta garantía está
supeditado a la estricta sujeción de los procedimientos previamente establecidos y

56 Radicado 95001-60-00-643-2014-00030-01.
57 Ley 270 de 1996.
58 Sentencia C-426 de 2002.
59 Ibíd. Cfr. considerando 6.1.
16

con total observancia de las garantías sustanciales y procedimentales previstas en la


ley60.

60. El contenido de este derecho fundamental se erige como un pilar


fundamental del Estado Social de Derecho 61. En todo caso, el Estado debe
garantizar su materialización y “(i) abstenerse de adoptar medidas discriminatorias
o que obstaculicen el acceso a la justicia y su realización, (ii) impedir la
interferencia o limitación del derecho y (iii) facilitar las condiciones para su goce
efectivo62”.

61. La garantía del derecho de acceso a la administración de justicia incluye el


deber de dar una solución pronta a los asuntos adelantados ante los funcionarios
judiciales. Sin embargo, esta prerrogativa fundamental no se agota en “la mera
facultad de presentar solicitudes ante las autoridades judiciales” 63. Para la Corte,
esta “también se extiende a la salvaguarda de obtener decisiones de fondo en las
controversias, las cuales deben ser adoptadas en un término razonable de tal forma
que la respuesta judicial sea oportuna” 64. En consecuencia, están prohibidas las
dilaciones injustificadas en la administración de justicia.

62. La Corte Constitucional definió la mora judicial como “un fenómeno


multicausal, muchas veces estructural, que impide el disfrute efectivo del derecho
de acceso a la administración de justicia” . Asimismo, este tribunal determinó que
la mora judicial “se presenta como resultado de acumulaciones procesales
estructurales que superan la capacidad humana de los funcionarios a cuyo cargo se
encuentra la solución de los procesos” 65. La Corte Constitucional ha reconocido la
realidad del país en materia de congestión del sistema judicial y el exceso de las
cargas laborales66. Este tribunal es consciente que, en la mayoría de los casos, el
represamiento de procesos “no permite a los funcionarios cumplir con los plazos
legalmente establecidos”67.

63. No obstante, la jurisprudencia constitucional 68 ha fijado las circunstancias en


las cuales se configura la mora judicial injustificada 69. En primer lugar, cuando se
presente un incumplimiento de los términos señalados en la ley para adelantar
alguna actuación judicial. En segundo término, cuando no exista un motivo
razonable que justifique dicha demora (i.e. congestión judicial o el volumen de
trabajo). Por último, cuando la tardanza sea imputable a la omisión en el
cumplimiento de las funciones por parte de una autoridad judicial.

64. Finalmente, la Corte Constitucional ha señalado que para determinar la


existencia de la mora judicial se debe tener en cuenta qué tipo de derechos son
objeto de limitación durante el proceso judicial 70. Dicho estudio influirá en la

60 Reiterado en la sentencia T-283 de 2013 y T-052 de 2018.


61 Sobre el tema se pueden confrontar, entre otras, las Sentencias C-416 de 1994, C-037 de 1996 y C-1341 de 2000.
62Sentencia C-426 de 2002.
63 Sentencia T-441 de 2020.
64 Ibíd.
Sentencia T-052 de 2018.
65 Ibíd.
66 Sentencia SU-394 de 2016.
67 Ibíd.
68Sentencias T-230 de 2013, T-186 de 2017 y T-052 de 2018, entre otras.
69 Concepto desarrollado en las sentencias T-292 de 1999 y T-220 de 2007. A su vez, este concepto fue citado en las
sentencias T-230 de 2013 y T-052 de 2018.
70 Sentencia T-441 de 2020.
17

flexibilidad del examen71. A manera de ejemplo, “si las actuaciones comprometen


el derecho a la libertad deben ser analizadas de forma más rigurosa en comparación
con aquellas restricciones sobre el derecho a la propiedad”72.

4. El precedente jurisprudencial de la mora judicial en los casos de personas


privadas de la libertad

65. En varias oportunidades la jurisprudencia constitucional ha conocido los


casos en que se presentaron dilaciones en la solución de la situación jurídica de
personas privadas de la libertad. En la sentencia T-162 de 1993, la Corte
Constitucional revisó los fallos de tutela proferidos con ocasión de la solicitud de
amparo formulada por un ciudadano contra la Sala Penal del Tribunal Superior de
Cundinamarca73. El accionante señaló que el 18 de febrero de 1992 fue condenado
por el Juzgado 32 Penal del Circuito de Bogotá a una pena de prisión de 96 meses
por delitos contra el Estatuto Penal Financiero 74. A su vez, el accionante afirmó que
interpuso el recurso de apelación el 26 de febrero de 1992.

66. El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá conoció el asunto desde
el 3 de marzo de 1992. A pesar de las solicitudes que formuló el actor para conocer
el estado de su caso, el Tribunal indicó que “esta Sala de Justicia (…) decidió que
el procesado debe pagar absolutamente toda la pena que le fuera impuesta, siempre
y cuando la misma se confirme (claro está que es posible que sea disminuida o
aumentada)”75.

67. La Corte determinó que el derecho fundamental al debido proceso “no gira
en torno exclusivamente de la preclusividad procesal pues ésta es apenas una
garantía en el tiempo, pero no así en el contenido de la actuación, que también debe
salvaguardarse”76. Para la Sala, lo contrario sería un mal mayor, pues “solo se
protegería la oportunidad específica de la decisión sin importar el contenido de la
misma”77. La Sala concluyó que no existía violación al debido proceso cuando se
demostraba que, a pesar de la diligencia del funcionario, este se vio obligado a
desconocer los términos legales. Lo anterior, siempre que existiera una razón
justificativa de la demora y que esta no se vuelva indefinida.

68. En la sentencia T-668 de 1996, la Corte Constitucional revisó los fallos de


instancia proferidos como consecuencia de la acción de tutela adelantada por varios
ciudadanos contra la Fiscalía Regional de Cali. Los accionantes indicaron que la
Fiscalía desconoció los términos consagrados por la ley al tardar seis meses en
resolver un recurso de reposición dentro del proceso que adelantaba en su contra.
Además, los tutelantes señalaron que transcurridos tres meses de haber presentado
“múltiples peticiones de los recursos de reposición y apelación”, el Fiscal
accionado se negó a resolverlos.

69. En esta oportunidad, este tribunal constitucional determinó que el derecho


fundamental al debido proceso “se inspira en el principio de celeridad procesal de
las actuaciones de los funcionarios del Estado” 78. Por lo anterior, para la Corte,

71 Ibíd.
72 Ibíd.
73 El actor indicó que se encontraba recluido en la Cárcel Modelo desde el 30 de septiembre de 1988.
74 Decreto 2920 de 1982.
75Folios 8 y 9 del expediente de tutela.
76 Sentencia T-162 de 1993.
77 Sentencia T-162 de 1993.
78 Sentencia T-668 de 1996.
18

cuando quien administre justicia se excede injustificadamente en los términos


procesales para adoptar una decisión judicial trasgrede los deberes que les fueron
encomendados. En concreto, “incumple los deberes que le son propios, conculca el
derecho fundamental mencionado, y ocasiona perjuicios a la parte afectada con la
dilación injustificada”79.

70. En la sentencia T-133A de 2007, la Corte estudió las decisiones de instancia


proferidas en el trámite de la acción de tutela interpuesta por un ciudadano contra el
Juzgado Penal del Circuito Especializado de Tunja. El actor señaló que en dicho
juzgado se adelantó un proceso penal en su contra, como presunto autor material
del delito de tráfico de estupefacientes. Según el actor, en el proceso penal se dictó
medida de aseguramiento intramural; se profirió resolución de acusación, y el 5 de
mayo de 2005 se celebró la audiencia pública. No obstante, al momento de impetrar
la acción de tutela habían transcurrido más de doce meses desde la celebración de
la audiencia pública, sin que se hubiese dictado la correspondiente sentencia. En el
trámite de la acción constitucional, el despacho accionado admitió que no había
proferido fallo. No obstante, esa circunstancia se debía al volumen de procesos
“que en la actualidad es de aproximadamente 230 expedientes con trámite ordinario
y de sentencia anticipada, los cuales se despachan con fallo en el orden cronológico
de llegada”.

71. La Corte precisó que “no es suficiente aducir el exceso de trabajo para tener
por justificada la mora, sino que es menester demostrar las gestiones adelantadas
con la finalidad de evitar la congestión judicial o de hacerle frente” 80. Para la Sala
de Revisión “el derecho a un debido proceso sin dilaciones injustificadas no pierde
efectividad ni siquiera en aquellos supuestos en que los retrasos se deben a los
defectos estructurales de la organización y funcionamiento de la rama
judicial”81. En efecto, la Corte resaltó que el funcionario judicial tenía el deber de
informar de esa demora y de sus causas a la autoridad que sea competente para
evaluar el desempeño judicial y para adoptar las medidas conducentes a la
superación de estas dificultades. Asimismo, para la Sala, el juez debía informar a
las personas interesadas en el proceso acerca de las circunstancias del atraso, de las
gestiones adelantadas para superar dicha situación y del estado del proceso judicial.

72. Por último, en la sentencia C-221 de 2017, la Corte decidió la


constitucionalidad del artículo 2 de la Ley 1786 de 2016 82. Esta norma modificó las
causales de libertad del artículo 317 de la Ley 906 de 2004 83. En concreto, dicha
norma dispuso que la libertad del imputado o acusado se cumplirá de inmediato,
entre otros, cuando cumplidos 150 días contados a partir de la fecha del inicio de la
audiencia de juicio, no se haya celebrado la audiencia de lectura de fallo o su
equivalente. Uno de los cargos formulado iba dirigido a la supuesta configuración
de una omisión legislativa. Los demandantes consideraron que los detenidos en
espera de una sentencia de primera instancia y quienes, también privados de la
libertad, aguardaban la de segundo grado son dos grupos asimilables, al estar
ambos restringidos en su derecho a la libertad y no contar con una decisión judicial
en firme.

73. Para los demandantes, no había justificación que permitiera distinguir


legítimamente entre los dos grupos “pues todos los acusados deben contar con los
79Ibíd.
80 Sentencia T-133A de 2007. Reiterado también en la sentencia T-030 de 2005.
81Sentencia T-030 de 2005.
82 Esta norma modificó el artículo 4 de la Ley 1760 de 2015.
83Código de Procedimiento Penal.
19

mismos derechos y beneficios hasta el momento en que se produzca una decisión


ejecutoriada”84. En consecuencia, para los ciudadanos la norma vulneró los
derechos a la igualdad, a la libertad y al debido proceso de quienes aguardan la
decisión de segunda instancia. Además, en opinión de los demandantes, “el trato
desigual del que estos son objeto no tiene justificación alguna, pues no hay razones
constitucionales ni legales que lo sustenten, ni tampoco se inspira en una situación
de debilidad manifiesta del grupo favorecido”85.

74. Al respecto, la Corte hizo varias precisiones. Por una parte, este tribunal
indicó que la Ley 1786 de 2016 diseñó un modelo para la garantía del derecho a
plazos razonables de detención preventiva y a un debido proceso sin dilaciones. De
un lado, este modelo está compuesto por las reglas relacionadas con etapas
específicas de la actuación, a las cuales se vinculan términos cuyo desconocimiento
da lugar a la libertad del acusado. Por otra parte, la regla del plazo general para el
desarrollo del proceso contempla, inclusive, la decisión de segunda instancia.

75. La Sala Plena aclaró que el derecho al debido proceso sin dilaciones del
acusado que aguarda la decisión de segundo grado se garantiza con la regla que se
deriva del artículo 1 de la misma ley. En efecto, tal disposición normativa
determinó que el término de las medidas de aseguramiento privativas de la libertad
no puede exceder de un año. En la interpretación de la Corte, esta regla partió de la
base de que este tiempo de detención, sin que se hubiese emitido la decisión de
segunda instancia, es un plazo razonable para que el acusado sea puesto en libertad.

5. El plazo razonable como elemento del derecho fundamental al debido


proceso en el marco de las garantías judiciales

5.1. El test del plazo razonable en la jurisprudencia interamericana

76. Los artículos 7.5, 8.1 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos


Humanos (en adelante CADH o la Convención) establecen que toda persona
detenida o retenida tiene derecho a ser juzgada por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial dentro de un plazo razonable o, de lo contrario, a ser
puesta en libertad sin perjuicio de que continúe el proceso penal.

77. Además, esta garantía fue reconocida en el Pacto Internacional de Derechos


Civiles y Políticos. Al referirse a los derechos de las personas detenidas o privadas
de la libertad por infracciones penales, este instrumento internacional establece que
tiene “derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en
libertad” (artículo 9.3). En igual sentido, el artículo 14.3.c dispone que toda persona
acusada de un delito tiene derecho a “ser juzgada sin dilaciones indebidas”.

78. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante Corte IDH o


Corte Interamericana) ha determinado que los Estados se encuentran en la
obligación de establecer en sus ordenamientos jurídicos domésticos los
mecanismos efectivos de defensa judicial para la protección de los derechos

84 Sentencia C-221 de 2017.


85 Ibíd.
20

humanos86. Además, este tribunal ha dispuesto que los Estados deben procurar la
aplicación de dichos mecanismos por parte de las autoridades judiciales 87.

79. La Corte IDH se ha pronunciado en diversas oportunidades respecto del


derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable como una garantía mínima del
debido proceso reconocido por la CADH. En el Caso Suárez Rosero vs. Ecuador88
la Corte IDH precisó que el principio de plazo razonable “tiene como finalidad
impedir que los acusados permanezcan largo tiempo bajo acusación y asegurar que
ésta se decida prontamente”89.

80. En el Caso Genie Lacayo vs. Nicaragua90, la Corte Interamericana reiteró las
garantías que se desprenden del derecho al debido proceso legal contenido en la
CADH: “ser oído con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un
juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad
por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada en su
contra”91F91. En este caso, la Corte IDH aplicó el estándar del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos (en adelante TEDH) y precisó que, para determinar la
razonabilidad del plazo, se debe analizar en forma global el proceso penal 92.

81. El tribunal interamericano incluyó los criterios fijados por el TEDH para
establecer la razonabilidad del plazo del proceso penal 93: i) la complejidad del
asunto, que implica un análisis de las circunstancias de jure y de facto del caso
concreto94; ii) la actividad procesal del implicado, en donde las actuaciones del
interesado pueden ser determinantes para la pronta resolución del proceso (impulso
procesal) o, por el contrario, para su dilación 95. Asimismo, iii) la conducta de las
autoridades y el interés en el proceso por parte de los funcionarios judiciales 96. Por
último, iv) la afectación generada en la situación jurídica de la persona

86 Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de
1987. Serie C No. 1, párr. 90, 91 y 93. Además, también en Caso Fairén Garbi y Solís Corrales Vs. Honduras.
Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 2, párr. 92 y Caso Godínez Cruz Vs.
Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 3, párr. 95.
87 Ibíd.
88Corte IDH. Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador. Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35.
89 Ibíd., párr. 70.
90Corte IDH. Caso Genie Lacayo Vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de 1997.
Serie C No. 30.
91 Ibíd., párr. 74.
92 Ibíd., párr. 81. “81. Adicionalmente al estudio de las eventuales demoras en las diversas etapas del proceso, la
Corte Europea ha empleado para determinar la razonabilidad del plazo en el conjunto de su trámite lo que llama
“análisis global del procedimiento”.
93Corte IDH. Caso Valle Jaramillo y otros Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 2008. Serie C No. 192. “155. La Corte ha establecido que es preciso tomar en cuenta tres elementos
para determinar la razonabilidad del plazo: a) la complejidad del asunto, b) la actividad procesal del interesado, y c)
la conducta de las autoridades judiciales. El Tribunal considera pertinente precisar, además, que en dicho análisis de
razonabilidad se debe tomar en cuenta la afectación generada por la duración del procedimiento en la situación
jurídica de la persona involucrada en el mismo, considerando, entre otros elementos, la materia objeto de
controversia. Si el paso del tiempo incide de manera relevante en la situación jurídica del individuo, resultará
necesario que el procedimiento corra con más diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo breve”.
También revisar Caso Kawas Fernández Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de abril de
2009. Serie C No. 196.
94 Para estudiar la complejidad del asunto se debe: a) establecer y esclarecer los hechos; b) analizar jurídicamente
los hechos por los cuales se inicia el proceso penal; c) estudiar el material probatorio, el cual puede ser de difícil
obtención, necesariamente prolongado en el tiempo o de complicada actuación; d) la pluralidad de sujetos pasivos y
e) demás averiguaciones necesarias para que se pronuncie de fondo, lo cual implica términos de notificaciones y
otras etapas procesales que demandan tiempo al proceso.
95Para determinar si la conducta procesal del imputado ha contribuido a la demora en la resolución del proceso
penal es necesario verificar si esta ha transcendido o influido en la resolución del caso. Para ello, se debe tener
presente si el imputado ha demostrado un comportamiento procesal que genere obstrucciones o dilaciones en el
proceso, o ha hecho uso abusivo e innecesario de los recursos que tiene a su disposición.
96En cumplimiento de los términos propuestos por la legislación aplicable al asunto, y evitando cualquier dilación o
retraso injustificado en el desarrollo del litigio.
21

involucrada en el proceso que determina si el paso del tiempo en el proceso incide


o influye de manera relevante e intensa en la situación jurídica (derechos y deberes)
de los investigados97.

82. Por tanto, al momento de avocar el conocimiento de un proceso que implique


la determinación de derechos u obligaciones de una persona con circunstancias
subjetivas que demanden una pronta decisión, los funcionarios judiciales deberán
observar las exigencias del plazo razonable. Lo anterior, con el fin de evitar
dilaciones injustificadas que configuren la vulneración de los derechos
fundamentales.

83. A partir de los anteriores criterios de interpretación de la Convención


Americana, la Corte IDH ha verificado la vulneración del derecho a ser juzgado
dentro de un plazo razonable en diferentes oportunidades. En el Caso Genie Lacayo
vs. Nicaragua98, la Corte IDH determinó que el transcurso de más de cinco años
sin que existiera una sentencia en firme que decidiera la situación jurídica del señor
Genie Lacayo99 constituía una vulneración del derecho a ser juzgado dentro de un
plazo razonable100.

84. En el Caso Suárez Rosero vs. Ecuador, la Corte IDH consideró que procesar
penalmente a una persona por más de 50 meses desconoce el derecho a ser juzgado
dentro de un plazo razonable101. En este caso, el tribunal interamericano determinó
que i) “este período excede en mucho el principio de plazo razonable consagrado
en la Convención Americana”102 y ii) “el hecho de que un tribunal (…) haya
declarado culpable al señor Suárez Rosero del delito de encubrimiento no justifica
que hubiese sido privado de libertad por más de tres años y diez meses, cuando la
ley ecuatoriana establecía un máximo de dos años como pena para ese delito” 103.

85. En el Caso López Álvarez vs. Honduras, luego de evaluar los elementos para
analizar la razonabilidad del plazo del proceso penal, la Corte IDH concluyó que se
había vulnerado el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable porque el
proceso penal que se le siguió al señor López Álvarez se había extendido por más
de seis años104.

86. En el Caso Bayarri vs. Argentina, la Corte IDH concluyó que se había
vulnerado el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable y consideró que no
era necesario evaluar los tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo
del proceso penal, por cuanto este duró aproximadamente trece años 105. En

97Lo anterior, con la finalidad de que el proceso penal discurra con más diligencia a fin de evitar que la demora
injustificada le ocasione al imputado algún daño.
98 Corte IDH. Caso Genie Lacayo vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de 1997.
Serie C No. 30.
99 El término fue contabilizado desde la fecha en que se dictó el auto de apertura hasta la fecha en que la Corte
Interamericana de Derechos Humanos resolvió el caso.
100“Aún cuando se excluyan la investigación policial y el plazo que empleó la Procuraduría General de la
República de Nicaragua para formular acusación ante el juez de primera instancia, es decir, realizando el cómputo a
partir del 23 de julio de 1991, fecha en que ese juez dictó el auto de apertura del proceso, hasta la actualidad en que
todavía no se ha pronunciado sentencia firme, han transcurrido más de cinco años en este proceso, lapso que esta
Corte considera que rebasa los límites de la razonabilidad prevista por el artículo 8.1 de la Convención”. Corte IDH.
Caso Genie Lacayo vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de 1997. Serie C No. 30,
párr. 81.
101Corte IDH. Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador, op. cit.
102Ibíd., párr. 73.
103Ibíd., párr. 73.
104Corte IDH. Caso López Álvarez Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de febrero de
2006. Serie C No. 141.
22

concreto, el tribunal interamericano determinó que existió “un retardo notorio en el


proceso carente de explicación razonada”106.

87. De la jurisprudencia reseñada, se desprende claramente que, con relación al


derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable, la razonabilidad del plazo no
se mide en función de días, meses o años establecidos en forma fija y abstracta. No
obstante, el estudio se debe hacer en función al análisis global del proceso penal y
de los elementos precisados por la Corte IDH para evaluar la razonabilidad del
plazo.

88. Por otra parte, la jurisprudencia interamericana también ha fijado algunas


reglas para estudiar las causas o justificaciones esgrimidas por los Estados en los
casos en que se denuncie la vulneración del plazo razonable. En primer lugar, “no
es posible alegar obstáculos internos, tales como la falta de infraestructura o
personal para conducir los procesos judiciales para eximirse de una obligación
internacional, o una sobrecarga crónica de casos pendientes” 107. En segundo
término, “el alto número de causas pendientes ante un tribunal tampoco justifica
por sí solo que se afecte el derecho del individuo a obtener en un plazo razonable
una decisión”108. Por último, “cuando el plazo de la prisión preventiva sobrepasa lo
razonable, el Estado puede limitar la libertad del imputado con otras medidas
menos lesivas que la privación de la libertad, que aseguren su comparecencia al
juicio. En todo caso, si una persona se encuentra privada de la libertad, esto trae
consigo una obligación judicial de tramitar con mayor diligencia y prontitud los
procesos penales”109.

89. La jurisprudencia interamericana es uniforme frente a las consecuencias


jurídicas que genera la vulneración del derecho a ser juzgado dentro de un plazo
razonable por dilaciones o demoras injustificadas: la responsabilidad del Estado
acusado. En cualquier caso, cuando los operadores judiciales superen el límite legal
establecido en los ordenamientos jurídicos domésticos para decidir de fondo un
asunto de carácter penal, habrá prima facie una comprobación de la violación del
plazo razonable. Solo si se logra demostrar alguno de los cuatro criterios de
valoración fijados por el tribunal interamericano (la complejidad del asunto; la
actividad procesal del interesado, la conducta de las autoridades judiciales y la
afectación que se genera), se podrá desestimar el incumplimiento.

5.2. El test de plazo razonable en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de


Derechos Humanos

90. El artículo 6.1 del Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y
de las Libertades Fundamentales (en adelante CEDH o el Convenio Europeo)
establece que “toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa,
públicamente y dentro de un plazo razonable por un tribunal independiente e
105Corte IDH. Caso Bayarri Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30
de octubre de 2008. Serie C No. 187.
106 Ibíd., párr. 107.
107 Corte IDH. Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
23 de septiembre de 2009. Serie C No. 203, párr. 137. Caso Fornerón e hija Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 27 de abril de 2012. Serie C No. 242, párr. 74.
108 Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, párr. 180.
Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 22 de junio de 2015. Serie C No. 293, párr. 270.
109 Corte IDH. Casos Bayarri Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30
de octubre de 2008. Serie C No. 187, párr. 70; y Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2009. Serie C No. 206, párr. 120.
23

imparcial, establecido por ley”. Como se advirtió anteriormente, la jurisprudencia


del Tribunal Europeo ha dispuesto como criterios para determinar si un proceso
judicial se ha desarrollado dentro de un plazo razonable analizar la complejidad del
caso, el comportamiento del procesado y la manera en que fue llevado por las
autoridades administrativas y judiciales.

91. El TEDH ha fijado algunos lineamientos respecto del análisis del plazo
razonable en materia penal110. En primer lugar, el inicio del plazo comienza el día
en que se acusa a una persona 111. Sin embargo, el Tribunal de Estrasburgo ha
establecido que el plazo razonable puede tener como punto de partida una fecha
anterior a la interposición de la demanda 112. Algunos de estos eventos, son i) el
momento de la detención113; ii) la acusación114 o iii) la apertura de investigaciones
preliminares115.

92. En segundo término, el Tribunal Europeo sostiene que, en materia penal, el


plazo en el que se aplica el artículo 6 de la CEDH abarca la totalidad del proceso 116,
incluyendo las instancias en las que se recurra 117. En efecto, la interpretación del
TEDH del artículo 6.1 prevé como punto final del plazo la sentencia que resuelva
sobre el fundamento de la acusación, lo que se puede extender a una decisión
emitida por un tribunal de apelación cuando este se pronuncia sobre ello118.

93. En tercer lugar, el plazo se extiende hasta la decisión de absolución o


condena, inclusive cuando esta sea emitida en grado de apelación. Para el TEDH,
no hay razón para dejar de proteger a los interesados contra los retrasos judiciales
de la audiencia con la que se inicia el proceso, teniendo en cuenta los posibles
aplazamientos injustificados o retrasos excesivos de un tribunal119.

94. En cuarto lugar, el artículo 6 de la CEDH exige la celeridad de los


procedimientos judiciales garantizando una buena administración de la justicia.
Para el TEDH es necesario establecer un justo equilibrio entre los diversos aspectos
de este requisito fundamental120. A partir de la anterior premisa, el Tribunal
Europeo ha determinado que el carácter razonable de la duración de un
procedimiento judicial se deriva de las circunstancias de la causa, las cuales
requieren una evaluación global121.

95. En quinto término, como ya se advirtió, el TEDH ha estipulado que los


criterios para determinar si la duración de un proceso penal es razonable son la
complejidad del caso, el comportamiento del demandante, así como el de las
autoridades administrativas y judiciales competentes 122. De estos requisitos, el
110TEDH. Guía del artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Recuperado de:
https://www.echr.coe.int/Documents/Guide_Art_6_criminal_SPA.pdf
111TEDH. Asunto Neumeister vs. Austria. Sentencia 1936/63 del 27 de junio de 1968, párr. 18.
112TEDH. Asunto Deweer vs. Bélgica. Sentencia 6903/75 del 27 de febrero de 1980, párr. 42.
113TEDH. Asunto Wemhoff vs. Alemania. Sentencia 2122/64 del 27 de junio de 1968, párr. 19.
114TEDH. Asunto Neumeister vs. Austria, op. cit, párr. 18.
115TEDH. Asunto Ringeisen vs. Austria. Sentencia 2614/65 del 16 de julio de 1971, párr. 110.
116TEDH. Asunto König vs. Alemania. Sentencia 6232/73 del 28 de junio de 1978, párr. 98.
117TEDH. Asunto Delcourt vs. Bélgica. Sentencia 2689/65 del 17 de enero de 1970, párr. 25 y 26. También se
puede consultar Asunto König vs. Alemania, op. cit., párr. 98 y Asunto T y V vs. Reino Unido. Sentencia 24888/94 y
24724/94 del 16 de diciembre de 1999, párr. 109.
118TEDH. Asunto Neumeister vs. Austria, op. cit, párr. 19.
119TEDH. Asunto Wemhoff vs. Alemania. Sentencia 2122/64 del 27 de junio de 1968, párr. 18.
120TEDH. Asunto Boddaert vs. Bélgica. Sentencia 12919/87 del 12 de octubre de 1992, párr. 39.
121TEDH. Asunto Boddaert vs. Bélgica, op. cit, párr. 36.
122TEDH. Asunto Pélissier y Sassi vs. Francia. Sentencia 22444/94 del 25 de marzo de 1999, párr. 67. Además, en
Asunto Pedersen y Baadsgaard vs. Dinamarca. Sentencia 49017 del 19 de junio de 2003, párr. 45. También, revisar
24

Tribunal de Estrasburgo ha sido enfático en varios aspectos: i) aunque un caso


presente cierta complejidad, no es admisible considerar como “razonables” largos
períodos de estancamiento del procedimiento 123; ii) el artículo 6.1 de la Convención
Europea impone a los Estados la obligación de organizar su sistema judicial de tal
suerte que sus tribunales puedan cumplir con las reglas fijadas en sus propios
ordenamientos jurídicos124; iii) un retraso temporal de la actividad judicial no
compromete la responsabilidad de las autoridades si estas adoptan, con la debida
rapidez, medidas para hacer frente a tal situación 125 y iv) el exceso de trabajo
invocado por las autoridades judiciales y las medidas adoptadas para corregir tal
situación no suelen tener un peso decisivo en el análisis del Tribunal Europeo 126.

5.3. Test de plazo razonable en la jurisprudencia constitucional colombiana

96. Es una verdad con menos discusión que el Estado tiene la obligación de
garantizar la debida diligencia en la adopción de sus decisiones y por ello debe
cumplir los términos procesales, cuya inobservancia debe ser sancionada por
mandato de la Constitución (artículo 229). De esta manera, una decisión
extemporánea o producto de una dilación injustificada por parte de la autoridad
judicial impide la realización de la vigencia de orden social justo 127. Es claro para la
Corte Constitucional que en los eventos en que los ciudadanos que deben soportar
el peso del jus puniendi, no obtienen una respuesta en términos medianamente
razonables, deben acarrear con la dilación, la mora, la escasez de recursos humanos
y económicos, entre otros, y se ven privados del derecho a que el asunto en el que
se hallen implicados se decida de forma definitiva, no se puede estimar la
existencia de un “orden justo”.

97. En reiteradas oportunidades, la Corte Constitucional ha determinado que no


dictar las providencias en los términos de ley vulnera, prima facie, los derechos al
debido proceso y de acceso material a la administración de justicia 128. Este tribunal
ha expresado que quien accione el aparato judicial, en cualquiera de sus formas,
“tiene derecho a que se le resuelva del mismo modo, dentro de los términos legales
dispuestos para ello”129. Lo contrario implicaría el desconocimiento del artículo
123 de la Constitución.

98. A partir de lo anterior, la Corte determinó que sobre los operadores de


justicia recae el deber de informar a los interesados en el proceso respecto de la
tardanza imputable a la falta de diligencia u omisión por parte del funcionario
judicial. En efecto, en la sentencia T-039 de 2005 la Corte puntualizó que el
magistrado, juez o fiscal debía informar a quien interviene en el proceso sobre las
medidas utilizadas y las gestiones realizadas para evitar la congestión del despacho
judicial130. Asimismo, respecto de las causas que no permitieron dictar una decisión

Asunto König vs. Alemania, op. cit, párr. 99; Asunto Neumeister vs. Austria, op. cit, párr. 21 y Asunto Ringeisen vs.
Austria, op. cit, párr. 110.
123TEDH. Asunto Adoletta y otros vs. Italia. Sentencias 13978/88, 14236/88 y 14237/88, párr. 17.
124TEDH. Asunto Abdoella vs. Países Bajos. Sentencia 12728/87 del 25 de noviembre de 1992, párr. 24. También
en Asunto Dobbertin vs. Francia. Sentencia 13089/87 del 25 de febrero de 1993, párr. 44.
125TEDH. Asunto Milasi vs. Italia. Sentencia 10527/83 del 25 de junio de 1987, párr. 18. También en Asunto
Baggetta vs. Italia. Sentencia 10256/83 del 25 de junio de 1987, párr. 23.
126TEDH. Eckle vs. Alemania. Sentencia 8130/78 del 15 de julio de 1982. Párr. 92.
127 Sentencia SU-394 de 2016.
128 Sentencia SU-394 de 2016.
129Sentencia T-1154 de 2004.
130Reiterada en las sentencias T-747 de 2009 y T-494 de 2014.
25

oportuna131. Tal obligación, se desprende de los deberes de los funcionarios


judiciales contenidos en el artículo 153 de la Ley 270 de 1996132.

99. Además, en esta sentencia se reiteró que a los funcionarios no les basta con
aducir exceso de trabajo o una significativa acumulación de procesos para justificar
el incumplimiento de los términos judiciales. Para la Corte es claro que no se
puede hacer recaer sobre la persona que acude a la jurisdicción la ineficiencia o
ineficacia del Estado133. En concreto, “no puede aducirse por parte de un juez de la
República que se cumplen las funciones a él encargadas para un negocio y se
desatienden en otro”134.

100. En estas condiciones, el mero incumplimiento de los plazos no constituye


por sí mismo una violación al derecho fundamental al acceso a la administración
de justicia. Para la Corte Constitucional, la dilación de los plazos puede estar
justificada por razones probadas y objetivamente insuperables que impidan al
juez o fiscal adoptar oportunamente la decisión 135. No obstante, la anterior regla
será exceptuada en los casos en que la persona se encuentre ante un perjuicio
irremediable136. Se debe advertir que en los eventos en que se pueda explicar
razonablemente una demora en resolver un asunto judicial, lo anterior no se puede
convertir en una suerte de excusa per se, a la mano, pues, es obligatorio ahondar en
las razones de la dilación y proceder de manera pronta a su superación. Dicho de
otro modo, no se puede alegar sin más, como ocurre en Colombia, que la escasez
de jueces o de recursos, hacen que las causas penales no se puedan resolver en
tiempo. Ello encubre una intención que enseña ausencia de toda preocupación por
las personas que soportan el peso de la justicia penal, y los muta en ciudadanos de
segunda, y a quienes por razón de los hechos que se les achaque, al parecer el
Estado no tiene que atender, o puedo hacerlo cuando a bien tenga.

101. A partir de la sentencia SU-394 de 2016, la Sala Plena vinculó en la


jurisprudencia nacional los elementos aplicados por la Corte IDH para la
determinación del plazo razonable137. Este análisis se hace a partir de los siguientes
criterios: i) cuando se presenta un incumplimiento de los plazos señalados en la ley
para adelantar alguna actuación judicial; ii) cuando no existe un motivo razonable
que justifique dicha demora, como lo es la congestión judicial o el volumen de
trabajo y iii) cuando la tardanza es imputable a la falta de diligencia u omisión
sistemática de los deberes por parte del funcionario judicial. Desde esta
perspectiva, para los operadores judiciales es necesario determinar si en un caso
concreto se ha observado un plazo razonable.

102. No obstante, a partir del Caso Valle Jaramillo y Otros vs. Colombia138, para
la Corte Constitucional también es necesario verificar la situación jurídica de la
persona, a fin de determinar el daño mayor o menor que el tiempo de tramitación

131Reiterada en las sentencias T-747 de 2009 y T-494 de 2014.


132 El artículo 153 de la Ley 270 de 1996 impone a los operadores de justicia: i) respetar, cumplir y, dentro de la
órbita de su competencia, hacer cumplir la Constitución, las leyes y los reglamentos; ii) desempeñar con celeridad las
funciones a su cargo; iii) poner en conocimiento del superior los hechos que puedan perjudicar la administración y
las iniciativas que se estimen útiles para el mejoramiento del servicio y, iv) resolver los asuntos sometidos a su
consideración dentro de los términos previstos en la ley y con sujeción a los principios y garantías que orientan el
ejercicio de la función jurisdiccional.
133Sentencia C-301 de 1993. Reiterado en las sentencias T-604 de 1995 y SU-394 de 2018.
134Sentencia T-1068 de 2004.
135Sentencia T-190 de 1995.
136Sentencia T-190 de 1995.
137 Descritos en la sentencia T-230 de 2013.
138 Caso Valle Jaramillo y Otros vs. Colombia, op. cit.
26

del proceso causa en la definición de una controversia. Para la Sala Plena, se debe
realizar un análisis global del procedimiento. Este estudio “va más allá de evaluar
los términos o los plazos, para ahondar en las características mismas del proceso,
en cada caso particular”139.

103. Por otra parte, la Sala Plena determinó que se pueden presentar casos en los
que se evidencie la existencia de un plazo desproporcionado, pero que la dilación o
parálisis no sea atribuible a ninguna de las causas anteriormente descritas. En
concreto, que se compruebe que la ausencia de la terminación del proceso pone a
las personas que en él intervienen en la condición de sujetos sub judice de manera
indefinida.

104. En las anteriores circunstancias, la Corte Constitucional ha establecido que


el juez de tutela podrá ordenar al funcionario a cargo de la actuación procesal tres
mandatos140. En primer lugar, que resuelva el asunto en el término perentorio que
aquél le fije. En segundo término, que observe con diligencia los términos legales,
dándole prioridad a la resolución del asunto. En último lugar, y de manera
excepcional, que altere el turno para proferir el fallo 141. Esta determinación aplicará
cuando se esté en presencia de i) un sujeto de especial protección constitucional o
ii) cuando la demora en resolución del asunto supere los plazos razonables en
contraste con las condiciones de espera particulares del afectado. Además, ante la
posible materialización de un perjuicio irremediable también se puede ordenar “un
amparo transitorio en relación con los derechos fundamentales comprometidos,
mientras el juez competente dirime la controversia planteada” 142.

105. En conclusión, el desconocimiento del plazo razonable viola la garantía de


acceso oportuno a la administración de justicia. No obstante, si bien la
administración de justicia debe ser en tiempo, como un elemento esencial de la
garantía efectiva de un debido proceso, no todo retardo en la adopción de una
decisión judicial genera per se una infracción a la Constitución. Para que esto
ocurra, se debe probar que la dilación injustificada tuvo origen en la falta de
diligencia del funcionario judicial en el cumplimiento de sus deberes o que el plazo
del proceso sea irrazonable143. Como ya se ha advertido, el concepto de plazo
razonable es indeterminado, pero determinable y procura acudir al análisis de las
especificidades de cada caso en particular.

5.4. Consecuencias jurídicas de la afectación del derecho a ser juzgado dentro


de un plazo razonable

106. En ejercicio de la libertad de configuración legislativa, el Congreso ha fijado


las obligaciones y las prohibiciones de los funcionarios que administran justicia.
Las autoridades judiciales están sometidas a reglas jurídicas precisas que, entre
otros, definen los términos preclusivos de cada etapa procesal. No obstante, al
legislativo también le corresponde establecer las consecuencias concretas de su
incumplimiento144. Por ejemplo, en materia penal, la consecuencia que se deriva
del vencimiento de los términos para definir la situación jurídica de quien se
encuentra en prisión preventiva. Empero, existen otros casos en los que, aun

139 Fundamento jurídico 68.


140 Cfr. Sentencia T-230 de 2013. Reiterado en la sentencia SU-394 de 2016.
141La Corte ha ordenado, de manera excepcional, la alteración del turno para fallar, en las siguientes sentencias T-
429 de 2005, T- 708 de 2006, T- 220 de 2007 y T- 945A de 2008, entre otras.
142 Sentencia SU-396 de 2018.
143 Ibíd.
144 Sentencia T-186 de 2017.
27

cuando se establezcan plazos ciertos “su incumplimiento no deriva en una


consecuencia jurídica determinada, de forma inmediata” 145.

107. La Corte Constitucional ha analizado qué sucede cuando un funcionario


judicial desconoce los plazos de una etapa procesal pero la consecuencia de esta
inobservancia no está prevista en la ley146. Para dar respuesta, este tribunal ha
presumido que la fijación de las etapas procesales por el legislativo “pasa por una
deliberación de sujeción a cánones constitucionales, oportunidad, conveniencia y,
en general, de criterios que conceden razonabilidad a las decisiones, esto es, que
justifican el por qué para decidir un asunto se prevé por ejemplo un lapso de un (1)
año y no de cinco (5) años”147. En igual sentido, el legislativo ha creado un
catálogo de normas sancionatorias aplicables en estos casos (i.e. vigilancia judicial
administrativa a cargo de los Consejos Seccionales de la Judicatura 148, acción
disciplinaria a cargo de las Comisiones Seccionales de Disciplina Judicial, etc.).
No obstante, si bien estas herramientas jurídicas permiten corregir el
desconocimiento de la administración de justicia de forma oportuna y eficaz, no
implican para los afectados un resarcimiento de los perjuicios causados.

108. En el derecho alemán, el Tribunal Supremo concibió la idea de que la


violación comprobada del plazo razonable fuera compensada en el proceso
judicial149. Con base en el precedente del Sistema Europeo de Derechos Humanos,
el tribunal alemán estableció una doctrina según la cual la vulneración al derecho a
un plazo razonable justifica una reducción sustancial de la pena 150. En efecto, a
partir del Asunto Metzger vs. Alemania se admitió inicialmente la idea de que una
excesiva duración del proceso se debe tomar como una consecuencia negativa
proveniente del Estado151. Además, lo anterior puede llegar a representar una
disminución proporcional en el reproche de la culpabilidad152.

109. El tribunal alemán ha aceptado la posibilidad de que la vulneración del plazo


razonable concluya una violación del artículo 6.1 del CEDH e impacte en la
condena del investigado. En la decisión 24, 31 del Bundesgerichtshofs in
Strafsachen o Tribunal Supremo Federal alemán en materia penal (en adelante
BGHst) del 26 de noviembre de 1970 153, se determinó que los casos de vulneración
al plazo razonable podrían influir, inclusive, hasta la renuncia total de la pena o su
suspensión.

“Tenerlo en cuenta a la hora de determinar la sentencia es "el medio


adecuado" para tener en cuenta una violación del principio de celeridad. La
sentencia permite un margen de maniobra suficiente para reaccionar ante
retrasos irrazonables en el proceso. En los casos previstos por la ley, esto
podría llegar hasta la renuncia total a la pena. En el caso de una infracción al
procedimiento de la Sección 153 StPO, la posibilidad de volver a la pena
mínima legal suele ser suficiente”154. (traducción del alemán al español)
145Ibíd.
146Ibíd.
147Ibíd.
148Artículo 101 de la Ley 270 de 1996.
149 TEDH. Asunto Metzger vs. Alemania. Sentencia 37591/97 del 31 de mayo de 2001.
150 Ibíd.
151 Ibíd.
152 Ibíd.
153 Cfr. https://www.servat.unibe.ch/dfr/bs024031.html
154 El documento original menciona: “Die Berücksichtigung bei der Strafzumessung sei "das geeignete Mittel",
einer Verletzung des Beschleu- nigungsprinzips Rechnung zu tragen. Die Strafzumessung gewähre einen Spiel-
raum, der ausreiche, um auf unangemessene Verzögerungen des Verfahrens zu reagieren. Dies könne in den vom
28

110. La Sala 2 y 3 del BGHst también han determinado que la solución en los
casos de vulneración al artículo 6.1 del CEDH es la mitigación de la pena, cuando
el tiempo de vulneración sea excesivamente largo 155. El desconocimiento del plazo
razonable dentro del proceso judicial debe conllevar a prescindir de la pena, porque
las consecuencias de la mora judicial ya significan para el autor “un castigo
suficiente”.

6. El principio constitucional de presunción de inocencia en materia penal,


inclusive en los casos en que haya sentencia condenatoria de primera instancia

111. La presunción de inocencia es una de las garantías que componen el derecho


fundamental al debido proceso y es reconocida en el artículo 29 de la Constitución:
“toda persona se presume inocente mientras no se le haya declarado judicialmente
culpable”. Los tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por
Colombia contienen dicha garantía en términos similares. El artículo 8 de la CADH
establece que “toda persona inculpada del delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad”. El artículo 14.2
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos dispone que “toda persona
acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
pruebe su culpabilidad conforme a la ley”.

112. Esta Sala reitera que el alcance de esta garantía constitucional trasciende la
órbita exclusiva del debido proceso. Lo anterior es así porque a partir de su
concreción se garantiza la protección de otros derechos fundamentales que podrían
resultar comprometidos dentro del proceso penal (i.e. la dignidad humana, la
libertad, la honra y el buen nombre).

113. Este tribunal ha fijado algunas reglas que se desprenden de este principio
constitucional156:

i. Toda persona es inocente y solo se puede declarar responsable al acusado al


término de un proceso en el que se respeten sus garantías procesales y se
haya demostrado su culpabilidad157.

ii. La presunción de inocencia es una regla básica. La carga de la prueba


siempre estará en cabeza del Estado. La actividad probatoria que despliegue
el organismo investigador se debe encaminar a destruir dicha presunción y a
producir una prueba que respete las exigencias legales para su producción y
que se acomode a la experiencia y la sana crítica. Al ente acusador le
corresponde demostrar cualquier hecho negativo que impute y al acusado no
le incumbe desplegar ninguna actividad a fin de demostrar su inocencia 158.

Gesetz vorgesehenen Fällen bis zum völligen Absehen von Strafe gehen. Bei Vergehen könne das Verfahren nach §
153 StPO eingestellt werden, bei Verbrechen sei regelmäßig die Möglichkeit des Zurückge- hens auf die gesetzliche
Mindeststrafe ausreichend”. Ibíd., S. 239 (242 f.).
155“Der 2. und der 3. Senat die "Strafzumessungslösung": Strafmilderung dürfe es nur im Rahmen der gesetzlichen
Voraussetzungen geben, überlange Verfahrensdauer könne aber auch für die Strafaussetzung zur Bewährung
Bedeutung erlangen”. Cfr. BGHSt 27, S. 274. También revisar en BGR, StV 1983, S. 502; 1985, S. 322; S. 411.
Siehe auch schon BGR, Beschl. v. 25.10.1977 - 5 StR 616/77.
156Sentencia C-689 de 1996. En el mismo sentido las sentencias C-774 de 2001, C-030 de 2003 y C-289 de 2012.
157Sentencia C-205 de 2003.
158Sentencia C-205 de 2003. En el mismo sentido, las sentencias C-774 de 2001, C-416 de 2002, C-271 de 2003 y
C-576 de 2004.
29

iii. Para que en una persona puedan ser aplicadas las sanciones previstas en la
ley, es indispensable que se establezca con certeza y por una autoridad
judicial, que el procesado es responsable por el hecho punible que ha dado
lugar al juicio159.

iv. Ni el legislador ni los jueces pueden presumir la culpabilidad de una


persona160. Todo proceso penal se debe iniciar con una prueba obtenida de
forma previa por el Estado y a través de la cual se desvirtúe la presunción de
inocencia de la persona. El legislador no puede implantar en una norma penal
de carácter sustantivo una presunción de culpabilidad en sustitución de la
presunción de inocencia so pena de violar el artículo 29 de la Constitución 161.

v. Toda persona tiene derecho a ser considerada y tratada como inocente hasta
tanto no se demuestre lo contrario y sea declarada culpable mediante
sentencia ejecutoriada162. Lo anterior, aplica en todos los ámbitos163.

114. Este tribunal constitucional también se ha pronunciado frente a la doble


instancia como garantía del principio al debido proceso (artículo 31 de la
Constitución)164. La Corte ha entendido sobre la doble instancia lo siguiente 165: i) al
tener la condición de un principio general, esta puede ser exceptuada por vía
legislativa; ii) constituye la regla general de todo proceso judicial; iii) exige que
una misma controversia jurídica sea sometida a dos instancias diferentes e
independientes y dirigidas por jueces distintos, pero sin importar que los fallos
resultantes sean coincidentes; iv) se predica del proceso, independientemente del
contenido y alcance de los fallos que resuelven la controversia; v) tiene por objeto
garantizar la corrección del fallo judicial, y en general, “la existencia de una justicia
acertada, recta y justa, en condiciones de igualdad” 166 y vi) persigue el objetivo
impersonal de garantizar la corrección judicial.

115. Además, la Corte Constitucional se ha pronunciado respecto de la garantía de


la presunción de inocencia en el proceso penal, inclusive en el trámite del recurso
de casación167. Este tribunal ha reconocido que la presunción de inocencia solo
puede quedar desvirtuada en una sentencia que tenga un carácter definitivo. Y
dicho carácter irreversible no se puede predicar cuando están pendientes por
resolver cuestionamientos sobre la validez jurídica de las decisiones de instancia.
Así las cosas, cuando a un fallo se le imputan errores de derecho, esta cuestión debe
ser resuelta antes de que el mismo haga tránsito a la cosa juzgada 168.

116. Por lo anterior, para la Corte es claro que “ejecutar una sentencia que puede
ser cuestionada desde esa perspectiva (la de su corrección jurídica), implica el
desconocimiento de [la] presunción de inocencia, principio axial de un derecho

159Sentencia C-689 de 1996. En similar sentido la sentencia C-1156 de 2003.


160Sentencia C-689 de 1996. En similar sentido la sentencia C-576 de 2004.
161Sentencia C-205 de 2003.
162Sentencia C-217 de 2003. En el mismo sentido la sentencia C-576 de 2004 y la Observación General No. 13. La
igualdad ante los tribunales y el derecho de toda persona a ser oída públicamente por un tribunal competente
establecido por la ley. En: Interpretación de las Normas Internacionales sobre Derechos Humanos. Oficina en
Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, p. 49.
163 Sentencia C-289 de 2012.
164Sentencia C-792 de 2014. Reiterado en sentencia SU-217 de 2019.
165Sentencia C-792 de 2014. Reiterado en sentencia SU-217 de 2019.
166Sentencia C-345 de 1993.
167 Sentencia C-252 de 2001.
168 Ibíd.
30

penal garantista”169. Dicho de otro modo, no resulta lógico ni admisible que la


presunción de inocencia se debilite o se entienda derrotada, inclusive, en un
escenario extraordinario como el del recurso de casación. Por el contrario, aun en
dicha instancia, la presunción de inocencia de una persona condenada se mantiene
mínimamente vigente y las garantías que se desprenden de este derecho deben ser,
inclusive, reforzadas, como consecuencia de la especial relación de sujeción en el
que se encuentra el sujeto frente al aparato judicial estatal 170. Una interpretación
contraria desconoce uno de los ejes axiales del Estado Social de Derecho: el debido
proceso. A su vez, lesiona los principios de justicia, libertad y dignidad humana,
garantías que integran en sí mismas el derecho al debido proceso, las cuales son
especialmente significativas cuando se trata del proceso penal.

7. Procedencia de la acción de tutela como mecanismo de protección en los


casos de incumplimiento de los términos procesales o dilaciones injustificadas
en la resolución de los recursos de apelación en materia penal

117. La Corte Constitucional ha determinado que la acción de tutela resulta


procedente por el incumplimiento injustificado de los términos procesales 171. En
concreto, la Corte estableció que “nada obsta para que por la vía de la tutela se
ordene al juez que ha incurrido en dilación injustificada en la adopción de
decisiones a su cargo que proceda a resolver o que observe con diligencia los
términos judiciales”172.

118. En la sentencia T-668 de 1996, este tribunal constitucional reiteró las reglas
jurisprudenciales respecto a la procedencia de la acción de tutela contra
providencias judiciales173. En concreto, la Corte resaltó que la acción de tutela es
procedente, entre otros, i) frente a la dilación injustificada de términos y ii) cuando
la decisión pueda causar un perjuicio irremediable. En relación con lo primero, la
Corte destacó la obligación por parte de las autoridades judiciales del cumplimiento
de los deberes y de los términos previstos para cada procedimiento. Para este
tribunal “la dilación injustificada conlleva indefectiblemente a la vulneración del
derecho fundamental al debido proceso como derecho fundamental de carácter
constitucional”174. Por consiguiente, cuando se configura tal situación, la acción de
tutela resulta procedente175.

119. En los casos de desconocimiento del plazo razonable, la jurisprudencia


constitucional ha determinado que el análisis de procedencia formal exige el
cumplimiento, entre otros, de los requisitos de subsidiariedad e inmediatez176. Este
criterio se entenderá satisfecho177 i) cuando no existan otros medios de defensa
judicial para la protección de los derechos; ii) aun cuando existan esos mecanismos,
estos no sean eficaces o idóneos para salvaguardar los derechos fundamentales,
evento en que la tutela desplaza el medio ordinario de defensa y iii) cuando sea
imprescindible la intervención del juez constitucional para evitar la ocurrencia de

169 Ibíd.
170Sentencia T-182 de 2017 y T-498 de 2019. En el contexto de las relaciones entre las autoridades penitenciarias y
las personas privadas de la libertad, esta expresión fue utilizada por primera vez en la jurisprudencia constitucional
en la sentencia T-596 de 1992 y retomada posteriormente en muchos de los casos conocidos por la Corte.
171Sentencia C-543 de 1992.
172Sentencia C-543 de 1992.
173Fijaron en la sentencia T-450 de 1996.
174Sentencia T-668 de 1996.
175Sentencia C-453 de 1992.
176 Entre otras, las sentencias T-186 de 2017, T-375 de 2018, T-091 de 2018, C-132 de 2018 y T-425 de 2019.
177 Sentencia T-186 de 2017.
31

un perjuicio irremediable, caso en el cual el amparo opera, en principio, como


mecanismo transitorio de protección.

120. Sin embargo, la Corte también ha sostenido que cuando el solicitante cuente
con otros medios de defensa, es deber del juez de tutela evaluar si estos son
idóneos o eficaces en el caso particular, en procura de una protección cierta y
suficiente de las garantías contenidas en la Constitución 178. De igual manera, se
deben tener en cuenta circunstancias especiales de los accionantes (i.e. edad,
estado de salud, condición de vulnerabilidad derivada de su situación económica, o
si se trata de un sujeto de especial protección constitucional) 179. En virtud del
artículo 13 de la Constitución y el mandato de igualdad material, el Estado está en
la obligación de adoptar medidas en favor de grupos históricamente discriminados
o marginados180.

121. Por último, la sentencia SU-394 de 2016 analizó el requisito de


subsidiariedad en casos de omisión por parte del funcionario judicial en el
cumplimiento de los términos procesales. La Sala Plena afirmó que, ante tal
situación, el usuario de la administración de justicia se encuentra materialmente un
escenario de indefensión. Por lo anterior, los requisitos para verificar la
satisfacción de la subsidiariedad son: i) la acreditación por parte del interesado de
haber asumido una actitud procesal activa y ii) el hecho de que la parálisis o
dilación no obedezca a su conducta procesal.

122. La Corte Constitucional advirtió en dicha providencia que, aunque los


sujetos procesales tienen la posibilidad de solicitar otras medidas, estos
mecanismos no son eficaces ni idóneos pues exigen un pronunciamiento que, en
situación de mora judicial, podía no ocurrir181.

123. En conclusión, si bien el requisito de subsidiariedad es sine qua non para la


procedencia de la acción de tutela, dicho criterio de admisibilidad no requiere de la
satisfacción de los mismos presupuestos en todos los casos. De forma general, ante
la vulneración injustificada del plazo razonable, el juez de tutela deberá determinar
dos cosas: i) que el funcionario haya incurrido en mora judicial injustificada y que
ii) se esté ante un daño irremediable. A partir de lo anterior, para verificar el
cumplimiento del requisito de subsidiariedad, el juez constitucional deberá evaluar
si aun cuando existan otros mecanismos de defensa, estos son idóneos y eficaces
para proteger los derechos fundamentales. No obstante, y en todos los casos en que
el accionante se encuentre materialmente en un escenario de indefensión (i.e.
personas privadas de la libertad), solo será necesario acreditar que el interesado
haya asumido una actitud procesal activa y que la parálisis o dilación no obedezca
a su conducta procesal.

8. Caso concreto

8.1. Presentación del caso

178 Ibíd.
179 Ibíd.
180 Ibíd.
181 Estas medidas consisten en i) la alteración del turno, en los términos previstos en el artículo 18 de la Ley 446 de
1998; ii) la remisión del caso el funcionario judicial que le sigue en turno, conforme el artículo 121 del Código
General del Proceso y iii) la activación de vigilancia judicial administrativa, en los términos del artículo 101.6 de la
Ley 270 de 1996.
32

124. El señor Luis Alberto Bento Ramírez se encuentra recluido en el


Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Yopal desde el 18 de julio de 2014,
con ocasión de la sentencia de primera instancia proferida en el marco del proceso
penal adelantado en su contra 182. El apoderado del accionante interpuso recurso de
apelación contra la referida decisión el 5 de agosto de 2015 sin que, a la fecha de la
interposición de la acción de amparo, tal recurso haya sido resuelto por el despacho
judicial accionado183. El tutelante también manifestó que ha estado recluido en el
Establecimiento Penitenciario por más de 64 meses sin que este tiempo pueda ser
redimido ante un juez de ejecución de penas, teniendo en cuenta su condición de
sindicado184. Por lo anterior, el señor Bento Ramírez interpuso acción de tutela
contra la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio y le
solicitó al juez se emitiera fallo de segundo grado.

125. El juez de primera instancia negó la acción porque, en su criterio, no se


acreditaron los dos presupuestos fijados por la jurisprudencia constitucional en
materia de procedencia de la acción de tutela en los casos de incumplimiento de los
términos procesales. El juez de segunda instancia confirmó tal decisión, bajo el
argumento que el accionante contaba con otros mecanismos de defensa eficaces
para la protección de sus derechos. En efecto, para el a quem, el accionante debió
presentar recusación en contra del funcionario judicial a cargo del proceso antes de
interponer la acción de tutela.

8.2. Análisis de los requisitos de procedencia de la acción de tutela

126. Legitimación por activa: el artículo 86 de la Constitución establece a favor


de toda persona la posibilidad de presentar acción de tutela para invocar la
protección de sus derechos fundamentales por sí misma o por quien actúe a su
nombre. El señor Luis Alberto Bento Ramírez está legitimado en la causa por
activa pues pretende la defensa de sus derechos fundamentales en el proceso
judicial adelantado en segunda instancia por la Sala Penal del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Villavicencio. Con esto, la Sala encuentra cumplido el requisito
de legitimación activa.

127. Legitimación por pasiva: el artículo 86 constitucional señala que la acción de


amparo procede contra cualquier autoridad. Se considera que el contradictorio está
conformado en debida forma. Este lo integra la Sala Penal del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Villavicencio. Además, en sede de revisión se dispuso la
vinculación del Consejo Superior de la Judicatura teniendo en cuenta que es la
entidad que eventualmente también ostentaría una obligación primaria respecto a la
satisfacción de los derechos fundamentales que se encuentran en discusión. En
igual sentido, la decisión que se tome en esta sentencia podría afectarle
directamente. A su vez, se vinculó al Ministerio de Hacienda y Crédito Público
teniendo en cuenta que es la entidad que tiene a cargo la definición, formulación y
ejecución de la política económica del país 185. Asimismo, es imperante formular
una decisión de fondo que solucione la situación actual de represamiento de la
justicia en la jurisdicción penal. Dicha decisión, eventualmente podría
comprometer los recursos del Estado. Por último, se vinculó al Ministerio de
Justicia y del Derecho porque se trata de la cartera encargada de formular, adoptar,

182 Proferida por el Juzgado Penal del Circuito de San José del Guaviare.
183 Cfr. Folio 4 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
184 Ibíd.
185 Cfr. https://www.minhacienda.gov.co/webcenter/portal/AcercadelMinisterio/pages_misinyvisin
33

dirigir, coordinar y ejecutar la política pública en materia de ordenamiento jurídico


y acceso a la justicia formal y alternativa186.

128. Inmediatez: la Corte Constitucional ha señalado reiteradamente que la acción


de tutela se debe interponer en un tiempo oportuno y justo, a partir del momento en
que ocurre la situación que presuntamente vulnera o amenaza el derecho
fundamental187. Ello porque la acción de tutela es un mecanismo de protección
inmediata y efectiva de derechos fundamentales. En todo caso corresponde al juez
constitucional determinar en cada caso concreto si fue oportuna en la presentación
de la acción188. A pesar de no contar con un término preciso para invocar la acción
de amparo, por mandato expreso del artículo 86 de la Constitución “debe existir
necesariamente una correspondencia entre la naturaleza expedita de la tutela y su
interposición justa y oportuna”189.

129. El accionante cumplió debidamente con esta carga pues, a la fecha de la


interposición de la acción de amparo, se seguía presentando la presunta afectación
de los derechos fundamentales del actor. En efecto, la Sala Penal del Tribunal
accionado no había resuelto el recurso de apelación interpuesto por el apoderado
del actor en el marco del proceso judicial bajo el radicado 95001-60-00-643-2014-
00030-01 ni a la fecha de interposición de la presente acción, ni en el momento en
que la Corte Constitucional intervino en el presente trámite de revisión (1 de
octubre de 2020).

130. Subsidiariedad: como se explicó previamente, la jurisprudencia


constitucional ha flexibilizado el estudio de este presupuesto cuando el accionante
es un sujeto de especial protección constitucional. En concreto, en los casos en que
se esté ante la comprobación del desconocimiento injustificado del derecho al plazo
razonable de personas privadas de la libertad, se debe verificar que el accionante
haya asumido una actitud procesal activa, y que la parálisis o dilación no obedezca
a su conducta procesal.

131. Frente al primer requisito, una vez analizado el caso concreto y las pruebas
que reposan en el expediente, se evidencia que el actor aportó copia de las
respuestas emitidas por la Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio el 18
de julio de 2018 y el 23 de enero de 2019, respectivamente. En dichos oficios, el
despacho accionado dio respuesta a la solicitud de información sobre el trámite
impartido al recurso de apelación en el trámite del proceso penal de segunda
instancia. En igual sentido, el accionante allegó copia del oficio No. EPCYOP-
AJUR-3252 del 21 de junio de 2019 suscrito por el Coordinador Jurídico del
Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Yopal.

132. De igual forma, una vez verificado el cuaderno de solicitud condicional que
compone el expediente del proceso penal de segundo grado 190 se evidenció que, en
escrito del 8 de noviembre de 2017, el apoderado del señor Bento Ramírez solicitó
libertad condicional con base en lo dispuesto en la Ley 1786 de 2016191F 191.
186 Cfr. https://www.minjusticia.gov.co/Ministerio/Nuestra-Entidad/Funciones-del-Ministerio
187 Sentencias T-834 de 2005, T-887 de 2009 y T-427 de 2019, entre otras.
188 La sentencia SU-961 de 1999 estimó que “la inexistencia de un término de caducidad no puede significar que la
acción de tutela no deba interponerse dentro de un plazo razonable. La razonabilidad de este plazo está determinada
por la finalidad misma de la tutela, que debe ser ponderada en cada caso concreto”. En ese mismo sentido se
pronunció la sentencia SU-108 de 2018.
189Sentencia SU-108 de 2018.
190Allegado por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio en correo electrónico del 01 de octubre
de 2020.
191Cfr. folios 1 y 2 del cuaderno de solicitud condicional del expediente del proceso penal.
34

Dicha solicitud fue negada en primera instancia por el Juzgado Promiscuo del
Circuito de San José del Guaviare 192, y en segunda instancia por la Sala Penal
accionada193.

133. Adicionalmente, se pudo constatar que en el cuaderno del tribunal está la


respuesta de la magistrada Patricia Rodríguez Torres al Consejo Seccional de la
Judicatura del Meta por el requerimiento de apertura de vigilancia judicial
administrativa194. Lo anterior le permite concluir a este tribunal que el actor solicitó
ante dicha Seccional la apertura de este trámite de vigilancia judicial sobre el
proceso penal.

134. Es evidente que el actor ha mantenido una actitud activa frente a la


resolución de la segunda instancia de su caso. Teniendo en cuenta que el actor se
encuentra en un escenario de apelación, su actitud frente al proceso judicial no
puede ser otra que esperar a que el despacho accionado i) estudie las razones
formuladas en el recurso que interpuso de forma oportuna y ii) profiera una
decisión de fondo. En este escenario, se encuentra acreditada la primera exigencia
para entender superado el requisito de subsidiariedad.

135. Frente a la segunda condición, en el presente caso la parálisis del proceso


judicial no se puede endilgar a la conducta procesal del actor. Por el contrario, de
las cuatro actuaciones que se han surtido desde el 5 de agosto de 2015 en todo el
trámite de segundo grado, tres corresponden a solicitudes formuladas por el
accionante. La otra corresponde a los informes de actividad laboral del señor Luis
Alberto Bento Ramírez anexados por el director del Establecimiento Penitenciario
y Carcelario de Yopal195, así como la calificación de conducta del demandante 196.
En conclusión, para la Sala Octava de Revisión se encuentra acreditado el requisito
de subsidiariedad.

9. Análisis de fondo de la vulneración de los derechos al debido proceso,


igualdad, defensa y acceso a la administración de justicia del señor Luis
Alberto Bento Ramírez

136. De las circunstancias del caso sub judice, así como del problema jurídico
planteado, la Corte Constitucional determinará i) si en el presente asunto hubo un
incumplimiento de los términos por parte de la Sala Penal del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Villavicencio y ii) si dicho desconocimiento constituye dilación
judicial injustificada. Para ello, esta Sala de Revisión aplicará el test de plazo
razonable.

137. La Corte evidencia prima facie una dilación de los términos de la Sala Penal
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio para resolver el recurso
de apelación que interpuso el actor en el trámite del proceso penal adelantado en su
contra. En efecto, el recurso de alzada fue interpuesto por el apoderado del actor el
5 de agosto de 2015, por lo que han transcurrido a esta fecha, casi seis años,
superado así el término de quince días establecido en el artículo 179 del Código de
Procedimiento Penal para resolver el recurso de apelación contra sentencias 197 y el

192 Cfr. folios 19 a 24 del cuaderno de solicitud condicional.


193 Cfr. folios 15 a 21 del cuaderno del tribunal.
194Cfr. folios 68, 69 y 71 del cuaderno del tribunal.
195 Cfr. folios 53 a 64 del cuaderno del tribunal.
196 Cfr. folios 65-66 del cuaderno del tribunal.
197Artículo 179. Trámite del recurso de apelación contra sentencias. <Artículo modificado por el artículo 91 de la
Ley 1395 de 2010. El nuevo texto es el siguiente>: El recurso se interpondrá en la audiencia de lectura de fallo, se
35

término máximo de un año contenido en el artículo 1 de la Ley 1768 de 2016 para


emitir fallo de segundo grado198. Sin embargo, esta Sala de Revisión analizará si en
el presente caso el desconocimiento por parte de la accionada de los términos
fijados en las dichas normas obedece a criterios razonables, o si, por el contrario, la
dilación constituye una mora judicial injustificada.

138. Respecto del primer criterio, la complejidad del asunto, una vez estudiado el
expediente del proceso penal de primera instancia se advierte que no se evidencian
elementos o situaciones que aumenten la complejidad del recurso. En concreto, la
Corte ha determinado que “el acusado en segunda instancia ya no se encuentra
sometido a los procedimientos propios de la audiencia de juicio oral y público, ni a
debate probatorio alguno, pues ya ha sido dictada la correspondiente sentencia,
condenatoria o absolutoria, y solo resta su revisión por el juez de apelación” 199. Así
las cosas, la Corte descarta este primer criterio.

139. Frente a la segunda razón sobre la actividad procesal del interesado, tal y
como se advirtió en los considerandos 131 a 135 supra, (i) el actor solicitó en dos
oportunidades a la Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio información
sobre el trámite impartido al recurso de apelación en el trámite del proceso penal de
segunda instancia200; (ii) el accionante allegó copia del oficio No. EPCYOP-AJUR-
3252 del 21 de junio de 2019 en el que, a través del Coordinador Jurídico del
Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Yopal, requirió celeridad procesal en
su caso; (iii) el apoderado del señor Bento Ramírez solicitó libertad condicional la
cual fue negada en primera instancia por el Juzgado Promiscuo del Circuito de San
José del Guaviare, y en segunda instancia por la Sala Penal accionada 201 y (iv) el
actor solicitó ante el Consejo Seccional de la Judicatura del Meta la apertura de
vigilancia judicial administrativa sobre el proceso penal.

140. Esta Sala reitera que la evidencia denota una actitud activa por parte del
accionante frente a la resolución de la segunda instancia de su caso. Asimismo, se
insiste que, ante el escenario de apelación en el que se encuentra el actor, su actitud
frente al proceso judicial no puede ser otra que esperar a que el despacho
accionado analice los argumentos esgrimidos en el recurso que interpuso de forma
oportuna y emita una decisión de fondo. Así las cosas, se encuentra acreditada la
segunda exigencia del test.

141. Frente a la segunda condición, en el presente caso la parálisis del proceso


judicial no se puede endilgar a la conducta procesal del actor. Por el contrario, de
las cuatro actuaciones que se han surtido desde el 5 de agosto de 2015 en todo el
trámite de segundo grado, tres corresponden a solicitudes formuladas por el
accionante. La otra corresponde a los informes de actividad laboral del señor Luis
Alberto Bento Ramírez anexados por el director del Establecimiento Penitenciario
y Carcelario de Yopal202, así como la calificación de conducta del demandante 203.

sustentará oralmente y correrá traslado a los no recurrentes dentro de la misma o por escrito en los cinco (5) días
siguientes, precluido este término se correrá traslado común a los no recurrentes por el término de cinco (5) días. || El
juez resolverá la apelación en el término de 15 días y citará a las partes e intervinientes para lectura de fallo dentro de
los diez días siguientes. || Si la competencia fuera del Tribunal Superior, el magistrado ponente cuenta con diez días
para registrar proyecto y cinco la Sala para su estudio y decisión. El fallo será leído en audiencia en el término de
diez días.
198Por medio de la cual se modifican algunas disposiciones de la Ley 1760 de 2015.
199 Sentencia C-221 de 2017.
200El 18 de julio de 2018 y el 23 de enero de 2019, respectivamente.
201En escrito del 8 de noviembre de 2017.
202 Cfr. folios 53 a 64 del cuaderno del tribunal.
203 Cfr. folios 65-66 del cuaderno del tribunal.
36

En conclusión, para la Sala Octava de Revisión se encuentra acreditado el requisito


de subsidiariedad.

142. El tercer criterio estudia la diligencia razonable del operador judicial. Como
ya advirtió la Corte, entre el 5 de agosto de 2015 (fecha en que el apoderado del
tutelante interpuso el recurso de apelación) y el 1 de octubre de 2020 (fecha en que
el tribunal accionado allegó a la Corte copia del expediente del proceso penal) el
despacho de la magistrada Patricia Rodríguez Torres solo adelantó cuatro
actuaciones, de las cuales dos fueron solicitudes de impulso procesal y otra un
requerimiento de libertad por perdida de vigencia de la medida de aseguramiento
solicitada por el accionante. Sin embargo, esta Sala resalta que en el oficio de
respuesta al Auto de pruebas del 23 de septiembre de 2020 suscrito por la
magistrada Rodríguez Torres, se indicó que dicho despacho tiene a la fecha 432
actuaciones pendientes para decidir en segunda instancia, sin incluir las acciones
constitucionales.

143. Además, la magistrada Rodríguez Torres relacionó y aportó copia de las 24


solicitudes suscritas por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Villavicencio desde el 2015. Estos oficios iban dirigidos a la Comisión
Interinstitucional de la rama judicial, la Sala Administrativa del Consejo Superior
de la Judicatura, la Corte Suprema de Justicia, la Procuraduría General de la Nación
y el Ministerio de Justicia y del Derecho, respectivamente. En dichas
comunicaciones se solicitó la adopción de medidas definitivas o de descongestión
debido a la excesiva carga laboral de esta Sala Penal. Por último, y mediante oficio
No. 004 SP-TSV-RTP de 2019 la magistrada accionada presentó al Consejo
Seccional de la Judicatura del Meta una propuesta de metodología laboral y
programa de descongestión. Lo anterior, con ocasión de la creación de un cargo de
auxiliar judicial grado 1 por el Consejo Superior de la Judicatura a través del
Acuerdo PCSJA-11192 de 2018.

144. La Corte Constitucional considera que presentar veinticuatro solicitudes de


descongestión en los últimos cinco años demuestra de forma suficiente el interés de
la Sala Penal accionada por superar la situación de congestión judicial de los
últimos cinco años. Pero asimismo evidencia la negligencia de los entes
competentes para resolver el problema. Veinticuatro solicitudes equivalen a una voz
de desespero que no halló eco en ninguna de las autoridades concernidas con la
solución y demuestran una mínima, por no llamar inexistente preocupación por una
administración de justicia penal, mínimamente eficiente en ese territorio.

145. Frente a lo anterior, este tribunal estima pertinente armonizar la


jurisprudencia constitucional con la jurisprudencia interamericana y estudiar si en
el presente asunto (i) existen problemas estructurales en la administración de
justicia que generen un exceso de carga laboral o de congestión judicial y (ii) si se
acreditan otras circunstancias que impidan la resolución de la controversia en el
plazo previsto en la ley. Frente a la primera verificación, esto es, la existencia de
problemas estructurales, la Corte hará varias precisiones.

146. En primer lugar, en el escrito allegado a la Corte Constitucional por la


Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico del Consejo Superior de Judicatura,
esta Entidad reconoció que conocía los problemas de todas las jurisdicciones y
especialidades de la rama judicial. En igual sentido, esta Entidad mencionó que ha
tratado de adoptar decisiones en los casos identificados como más urgentes, de
conformidad con los recursos asignados por el gobierno nacional. Además, adujo
37

que conocía de forma amplia el nivel de congestión que se ha presentado en la Sala


Penal del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Villavicencio 204. En concreto,
esta Unidad indicó que i) desde el 2017 se redistribuyeron los procesos que estaban
para fallo en los tres despachos que conforman la referida sala 205 y ii) se han
adoptado medidas de descongestión de carácter transitorio en el Tribunal accionado
teniendo en cuenta que el gobierno nacional no ha asignado recursos para la
adopción de medidas de carácter permanente206.

147. Además, la Unidad explicó que una de las soluciones estructurales fue “la
creación de una plaza de magistrado de forma permanente, creación que ya fue
aprobada por la Corporación, se cuenta con el concepto previo de la Comisión
Interinstitucional de la rama judicial y está en trámite la expedición del
correspondiente acto administrativo”207. Si bien lo anterior es un esfuerzo por
superar la situación de congestión judicial, de ninguna manera es una medida que, a
la fecha, se haya concretado ni se ha hecho efectiva. Asimismo, la Unidad tampoco
explicó si dicha plaza cuanta con recursos asignados.

148. Por otra parte, el Consejo Superior de la Judicatura sostuvo que en el año
2019 de las 148 salas penales de los tribunales superiores a nivel nacional
analizadas (entre las que se incluyen 133 salas penales, 10 salas penales de justicia
y paz de conocimiento y 5 salas penales de justicia y paz de control de garantías) el
índice promedio de congestión era del 20%. Asimismo, que dicho índice para las
salas penales especializadas de extinción de dominio era del 50%.

149. La Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico explicó que las razones para
la congestión judicial en la Sala Penal del Tribunal accionado correspondían a “la
cantidad de asuntos pendientes de resolver relacionados con segunda instancia de
control de garantías y conocimiento de la Ley 906 de 2004. En total se reportan
1.109 casos en inventarios finales, correspondiendo al Despacho 001 el 29% de
procesos”208.

150. En tercer lugar, mediante correo electrónico del 1 de marzo de 2021, el


Ministerio de Justicia y del Derecho indicó que “el tema de congestión judicial ha
sido una constante en el servicio público esencial de administrar justicia, no solo de
la segunda instancia sino en general del funcionamiento de la Rama Judicial” 209.

151. En cuarto lugar, a través de correo electrónico del 10 de marzo de 2021, la


Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia señaló que están pendientes por resolver
204 Escrito allegado vía correo electrónico el 1 de octubre de 2020.
205 Cfr. Folio 1 del escrito de respuesta allegado por el Consejo Superior de la Judicatura.
206 1. A través del Acuerdo PCSJA17-10677 de 2017 se dispuso que la Sala Penal del Tribunal Superior de
Villavicencio sea descongestionada en 178 procesos para fallo de Ley 600 de 2000 en segunda instancia. 2. Mediante
el Acuerdo PCSJA18-11097 de 2018 se dispuso a crear de forma transitoria y a partir del 1° de octubre y hasta el 14
de diciembre de 2018 en la Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio, un cargo de auxiliar judicial grado 1 en
cada uno de los despachos de magistrado. 3. Conforme el Acuerdo PCSJA19-11192 de 2019 se creó con carácter
transitorio y a partir del 1° de febrero al 30 de junio de 2019, un cargo de auxiliar judicial grado 1 para para el
despacho 001 de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio. 4. A través del Acuerdo
PCSJA19-11322 de 2019 se ordenó prorrogar el cargo transitorio creado mediante Acuerdo PCSJA19-11192 de 2019
para el despacho 001 de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio hasta el 13 de
diciembre de 2019. 5. Mediante el Acuerdo PCSJA20-11486 de 2020 se dispuso a crear con carácter transitorio y a
partir del 3 de febrero al 30 de junio de 2020, un cargo de auxiliar judicial grado 1 para para el despacho 001 de la
Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio. 6. Conforme el Acuerdo PCSJA20-11578 de
2020 se dispuso a prorrogar el cargo transitorio creado mediante Acuerdo PCSJA20-11486 de 2020 para el despacho
001 de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio, hasta el 11 de diciembre de 2020.
Cfr. Ibíd., folio 2.
207 Cfr. Ibíd., folio 8.
208 Cfr. Ibíd., folio 7.
209 Cfr. Folio 6 del escrito presentado por le Ministerio de Justicia y del Derecho.
38

1009 asuntos de casación, 104 procesos en segunda instancia y 106 impugnaciones


especiales.

152. Por último, y con base en la información entregada por el Consejo Superior
de la Judicatura, a diciembre de 2019 el represamiento de la jurisdicción penal era
de 571.869 asuntos. Además, de las 20 salas penales de tribunal superior que
allegaron a este despacho la relación de los procesos judiciales que llevan más de
un año sin que haya sido resuelta la segunda instancia, se tiene un reporte de 2.031
procesos.

153. A partir de lo anterior, la Corte Constitucional confirmó que existen


problemas estructurales en la administración de justicia de la jurisdicción penal a
nivel nacional. No obstante, esta Sala reitera que el derecho a un debido proceso sin
dilaciones injustificadas no pierde efectividad ni siquiera en los casos en que la
dilación se deba a los defectos estructurales de la organización y
funcionamiento de las autoridades judiciales210.

154. La Sala precisa que el hecho de que la dilación en el trámite judicial no sea
imputable a la conducta caprichosa o a la incuria de algún funcionario, sino al
exceso de trabajo de los despachos judiciales, en principio, puede exculpar a
aquellos de su responsabilidad. Sin embargo, a partir de esta razón no se puede
concluir que la dilación sea justificada 211. Asimismo, tampoco es dable la
irresponsabilidad de las autoridades omisas encargadas de la planeación y de las
asignaciones presupuestales. En efecto, afirmar como lo hace el Ministerio de
Hacienda y Crédito Público que nada tiene que ver en este asunto este asunto y que
por ello se le debe desvincular, constituye por decir lo menos, una actitud indolente
con las personas que el Estado procesa y que por ello ostentan la condición de
sujetos pasivos (parte débil) en el proceso acusatorio.

155. Por otra parte, frente al estudio de si se acreditan otras circunstancias que
impidan la resolución de la controversia en el plazo previsto en la ley, la Corte ya
advirtió que el despacho judicial accionado demostró que la dilación de los plazos
legales se generó por razones insuperables que no pudo prever ni eludir. Es de
resaltar que la Sala Penal accionada le informó en dos oportunidades al actor las
circunstancias por las que atraviesa este despacho judicial. En efecto, en el
expediente de tutela se evidencia que, mediante auto del 18 de julio de 2018, la
magistrada Rodríguez Torres le explicó al accionante que:

“Asumió el cargo el primero (1) de abril del año dos mil diecisiete (2017), y
ha adoptado medidas tendientes a superar la congestión del despacho y
estructurar un esquema de presentación de los proyectos pendientes con
metas y tiempos definidos (…) Además, debe anotarse que esta Corporación
tramita y decide un alto volumen de tutelas, solicitudes de libertad, hábeas
corpus, cambios de radicación, impedimentos, que deben ser resueltos con
prioridad”212.

156. Además, en el expediente también se encontró copia de un auto del 23 de


enero de 2019 en el que el despacho accionado le indicó al tutelante que “el
proyecto se registrará en el menor tiempo posible, con observancia del turno de
ingreso, prelación de los procesos más antiguos con preso y aquellos que se

210Sentencia T-030 de 2005.


211Ibíd.
212 Cfr. Folio 10 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
39

encuentren próximos a prescribir”213. De lo anterior, la Corte Constitucional pudo


constatar que la magistrada accionada cumplió con el deber de información a favor
del señor Bento Ramírez y le informó las circunstancias del atraso en la decisión,
las gestiones adelantadas para superar dicha situación de dilación y el estado de su
proceso judicial.

157. En consecuencia, aun cuando el despacho accionado ha desconocido los


términos previstos en el ordenamiento jurídico para resolver el recurso de apelación
presentado por el accionante, también es cierto que se comprobó la diligencia de la
operadora judicial y la existencia de defectos estructurales en la administración de
justicia en la jurisdicción penal a nivel nacional. Lo anterior, si bien exime
parcialmente de responsabilidad a la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Villavicencio, no exonera a las autoridades nacionales vinculadas en el
presente trámite de garantizar la efectividad del derecho al acceso a la
administración de justicia del actor.

158. Para la Corte Constitucional es necesario dejar claro que informar, requerir
ayuda, o solicitar medidas de descongestión integran una carga que, per sé, tienen
los operadores judiciales cuando evidencian que hay situaciones que derivan el
desconocimiento de los términos judiciales. Lo anterior, no quiere decir que la
situación de la persona que activó el aparato judicial y no ha encontrado una
solución en tiempo a los derechos que reclama no sea una situación de vulneración
de sus derechos fundamentales.

159. Por último, frente al cuarto elemento del test de plazo razonable, esto es, la
afectación generada por la duración del procedimiento, la Corte evidencia que en
el presente caso están comprometidas las garantías intrínsecas de la dignidad
humana del actor (derecho a la libertad, derecho de defensa y principio de
inocencia). A su vez, que el paso del tiempo en este asunto incide de manera
relevante en la situación del accionante.

160. Para esta Sala, la falta de resolución del recurso de segunda instancia por casi
seis años podría llegar a constituir una ejecución anticipada de una sentencia que a
la fecha no se encuentra en firme. Lo anterior, es de suma gravedad teniendo en
cuenta que el principio de inocencia de una persona condenada en primera instancia
se mantiene mínimamente vigente y las garantías que se desprenden de este
derecho deben ser, inclusive, reforzadas, como consecuencia de la especial relación
de sujeción en el que se encuentra el sujeto frente al aparato judicial estatal.

161. La indeterminación de la segunda instancia constituye una afectación


permanente a los derechos fundamentales invocados por el peticionario, menoscabo
no cesará hasta tanto no sea resuelto el recurso de apelación. A su vez, esta
afectación es de gran intensidad para el actor, en la medida en que lesiona uno de
los bienes que objetivamente es considerado por este tribunal como de alta
significación para el actor: su dignidad humana.

162. Esta Sala concluye que someter a una persona a la privación de su libertad
por casi seis años, aun condenada en primera instancia, desconoce uno de los ejes
axiales del Estado Social de Derecho: el debido proceso. Dicho de otro modo,
forzar a una persona a cumplir una condena que fue cuestionada oportunamente
lesiona los principios de justicia, libertad y dignidad humana, garantías que son
especialmente significativas cuando se trata del proceso penal.

213 Ibíd., folio 8.


40

Tabla 2. Aplicación del test de plazo razonable al caso concreto


Criterio Análisis
No se evidencian elementos o situaciones que aumenten la
complejidad del recurso, teniendo en cuenta que el
Complejidad del accionante en segunda instancia (i) ya no se encuentra
asunto sometido a los procedimientos propios de la audiencia de
juicio oral y público, ni a un debate probatorio y (ii) solo
resta la revisión de la decisión por el juez superior.
Actividad
procesal del Está suficientemente acreditada.
interesado
1. Existe un incumplimiento de los plazos señalados en la
ley para resolver el recurso.
2. La tardanza obedece a la congestión judicial del
Conducta de las despacho accionado.
autoridades 3. La tardanza no es imputable a la falta de diligencia u
judiciales omisión sistemática de los deberes del funcionario
judicial accionado. No obstante, obedece a causas
estructurales en la administración de la justicia en la
jurisdicción penal.
Afectación
Constituye una afectación permanente a la dignidad
generada por la
humana del accionante, así como a sus derechos
duración del
fundamentales al debido proceso, libertad y principio de
procedimiento
inocencia.
penal

10. Solución del caso concreto

163. Al aplicar el test de plazo razonable al asunto de la referencia, esta Sala


determinó que la actuación del ente titular de la acción penal excedió de manera
desproporcionada los términos establecidos en el Código de Procedimiento Penal y
la Ley 1768 de 2016 para resolver la segunda instancia. Sin embargo, este caso
reflejó que la situación denunciada por el actor es una condición permanente y
constante, la cual es ampliamente conocida y está diagnosticada por las autoridades
encargadas de administrar y planear los recursos del sector justicia.

164. En efecto, la situación de vulneración del plazo razonable y del acceso a la


administración de justicia en la jurisdicción penal es generalizada. Esta situación se
ha puesto en conocimiento en reiteradas oportunidades ante la Corte Suprema de
Justicia y la Corte Constitucional. Ambos tribunales han emitido diferentes órdenes
y peticiones de descongestión. Lo anterior, le permite concluir a este tribunal
constitucional que estas decisiones no han sido efectivas en la solución de la
situación denunciada.

165. Además, este tribunal constitucional pudo evidenciar que la situación del
despacho accionado es insostenible frente a las otras autoridades judiciales. Aun
cuando en algunos casos se reportó el represamiento de las actuaciones en segundo
grado, solo el despacho de la magistrada Rodríguez Torres tiene 432 actuaciones en
similares condiciones pendientes por tramitar. La Corte advierte que la congestión
judicial que enfrenta este despacho se traduce en una dificultad estructural que
afecta el eficaz funcionamiento del aparato jurisdiccional, y por contera, desconoce
las garantías de los demás usuarios del sistema judicial.
41

166. Acorde con la jurisprudencia de este tribunal, el juez constitucional debe dar
una solución al problema jurídico que se plantea por parte del accionante. No basta
con estar en presencia de una autoridad judicial, es indispensable que ella resuelva
la situación para que haya pleno acceso a la jurisdicción 214. Es deber del juez de
tutela evaluar si la solución del caso es un mecanismo idóneo y eficaz, en procura
de una protección cierta y suficiente de las garantías contenidas en la Constitución.
Frente al panorama de congestión judicial en las salas penales de los tribunales
superiores a nivel nacional, la Corte Constitucional evidencia la necesidad de
proferir unas ordenes que redunden en beneficio del tutelante y en general, de
quienes están en la misma o en una peor situación que el actor. Asimismo, el
tribunal constitucional ordenará otras medidas para resolver el caso concreto.

167. La Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico del Consejo Superior de la


Judicatura explicó que, por una parte, conocía las problemáticas existentes en la
rama judicial en todas las jurisdicciones y especialidades y, por el otro, que conocía
ampliamente el nivel de congestión que se ha presentado en la Sala Penal del
Tribunal Superior de Distrito Judicial de Villavicencio. Sobre la primera situación,
esta Unidad informó que a diciembre de 2019 el represamiento de la jurisdicción
penal era de 571.869 asuntos, lo que correspondía al 29.9%. Sobre la segunda
situación, la Unidad explicó la congestión judicial en la Sala Penal del Tribunal
accionado obedecía a varias razones. En primer lugar, al “incremento de demanda
de justicia en materia penal en la región, los egresos reportados y la acumulación de
inventarios”215. En segundo lugar, a “la cantidad de asuntos pendientes de resolver
relacionados con segunda instancia de control de garantías y conocimiento de la
Ley 906 de 2004. En total se reportan 1.109 casos en inventarios finales,
correspondiendo al Despacho 001 el 29% de procesos” 216. Por último, que de dicho
reporte se podía constatar que “del total de ingresos reportados se logra evacuar el
87% de procesos aproximadamente, los restantes se acumulan en inventarios
finales”217.

168. A partir de lo anterior, para la Corte es claro que el Consejo Superior de la


Judicatura conoce con suficiencia (i) la situación de congestión de la jurisdicción
penal a nivel nacional y (ii) las razones concretas de represamiento de la Sala
accionada. No obstante, dicho análisis data del año 2019. Por consiguiente, la Sala
Octava de Revisión ordenará al Consejo Superior de la Judicatura que, en el
término de tres meses contados a partir de la notificación de esta sentencia, realice
un censo en el que se incluyan todas las salas penales a nivel nacional (incluidas las
salas penales de tribunal superior, las salas penales especializadas de extinción de
dominio, las salas penales de justicia y paz de conocimiento y las salas penales de
justicia y paz de control de garantías). Dicho estudio deberá contener las cifras de
los procesos judiciales en trámite en la jurisdicción penal, haciendo especial énfasis
en aquellos que llevan más de un año sin resolución.

169. Además, y dentro de los tres meses siguientes a la consolidación del censo
nacional, el Consejo Superior de la Judicatura deberá crear un sistema de alertas a
nivel nacional en el que se evidencie i) los despachos judiciales congestionados; ii)
los procesos en cada instancia con términos procesales vencidos y iii) los asuntos
en cada instancia en que los términos procesales estén próximos a fenecer.

214 Sentencia SU-394 de 2016.


215 Cfr. Escrito de respuesta allegado por el Consejo Superior de la Judicatura, folio 5.
216 Ibíd., folio 7.
217 Ibíd., folio 7.
42

170. A su vez, y con base en dicho diagnóstico, se ordenará al Consejo Superior


de la Judicatura que, en el término de seis meses contados a partir de la notificación
de esta sentencia, presente un plan nacional de descongestión de la jurisdicción
penal al gobierno nacional. La construcción de este plan de descongestión deberá
estar armonizado con la política pública de acceso efectivo a la justicia formulada
por el Ministerio de Justicia y del Derecho, para lo cual este ministerio participará
en las fases de coordinación, planeación y estructuración.

171. El plan de descongestión de la jurisdicción penal deberá comprender una


estrategia clara y posible de descongestión, una fase de evaluación y una ruta clara
de seguimiento de las medidas que se adopten. En igual sentido, este plan deberá
precisar el número de cargos requeridos en cada sala de tribunal para
descongestionar la jurisdicción penal a nivel nacional, con base en las cifras
reportadas y las necesidades de cada sala. El Consejo Superior de la Judicatura
deberá concretar, en el mismo término, los recursos presupuestales y
administrativos necesarios para asegurar la aplicación de dicho programa nacional
de descongestión. Este programa de descongestión se deberá ejecutar en un término
que no supere los tres años contados a partir de la notificación de esta sentencia.

172. Además, el Consejo Superior de la Judicatura deberá remitir a este tribunal


un informe cada tres (3) meses, en el que detalle los resultados del censo nacional,
así como del desarrollo de cada una de las etapas del plan de descongestión
(formulación, consecución de los recursos, ejecución y evaluación).

173. En igual sentido, y con base en el principio de colaboración armónica, el


gobierno nacional deberá disponer de los recursos presupuestales necesarios para
adelantar el plan nacional de descongestión. Dicha colaboración armónica se
materializará a partir del trabajo conjunto entre los ministerios vinculados y el
Consejo Superior de la Judicatura.

174. Por otra parte, como ya se advirtió, esta Sala de Revisión evidenció que el
despacho judicial accionado para resolver la segunda instancia del proceso penal en
el que está vinculado el actor ha superado el plazo razonable. Esta situación pone al
accionante en una condición de sujeto sub judice de manera indefinida. En estos
casos, la jurisprudencia constitucional ha establecido que el juez de tutela podrá
ordenar al funcionario a cargo de la actuación procesal (i) resolver el asunto en un
término perentorio que aquél le fije; (ii) observar con diligencia los términos
legales, dándole prioridad a la resolución del asunto y (iii) de manera excepcional,
alterar el turno para proferir el fallo218.

175. En el presente caso están comprometidas las garantías intrínsecas de la


dignidad de la persona (derecho a la libertad, derecho de defensa y principio de
inocencia). Sin embargo, en este análisis no se puede omitir que una decisión que
busque concretar estos derechos a favor del actor podría generar una afectación de
los mismos o, inclusive, otros derechos de las personas que se encuentran en
iguales o peores condiciones de mora judicial que el tutelante. Por esta razón, la
Corte estima que ordenarle al Tribunal accionado para que determine una fecha
concreta, real y dentro de un término razonable, en la que deberá resolver el recurso
de apelación adelantado por el accionante, es una medida menos gravosa que otras

218La Corte ha ordenado, de manera excepcional, la alteración del turno para fallar, en las siguientes sentencias T-
429 de 2005, T- 708 de 2006, T- 220 de 2007 y T- 945A de 2008, entre otras.
43

que podrían comprometer, como ya se advirtió, los derechos fundamentales de


otros ciudadanos que acuden a la administración de justicia.

176. En consecuencia, la Sala revocará la decisión de primera instancia mediante


la cual negó la protección invocada por el accionante y, en su defecto, concederá la
protección de los derechos al debido proceso, la igualdad, la defensa y el acceso a
la administración de justicia del señor Luis Alberto Bento Ramírez. En su lugar, se
ordenará al Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio tramitar la
impugnación que el actor oportunamente interpuso, en un término no mayor a tres
(3) meses contados a partir de la notificación de esta sentencia.

177. Por último, la Corte quiere hacer varias precisiones respecto de lo afirmado
por el tutelante frente a la supuesta imposibilidad de redimir el tiempo que ha
estado recluido en el Establecimiento Penitenciario de Yopal, teniendo en cuenta su
condición de sindicado219. La jurisprudencia constitucional ha reconocido la
interpretación según la cual: i) “el artículo 450 de la Ley 906 de 2004 contiene una
regla general que dispone la captura inmediata del acusado en contra de quien ha
sido anunciado el sentido condenatorio del fallo, para que empiece a descontar la
sanción impuesta”220 y ii) la privación de la libertad es imperativa cuando se
condena a un procesado a pena privativa de la libertad y se le niegan subrogados o
penas sustitutivas221.

178. En el presente caso, el actor no cuenta con una sentencia condenatoria en


firme, y su condición no le permite, en la actualidad, redimir el tiempo privado de
la libertad ante un juez de ejecución de penas. No obstante, no es menos cierto que
en el evento en el que se emita una sentencia de segundo grado en la que se
confirme la de primera instancia, el término privado de la libertad, inclusive el de la
detención preventiva, se computará como parte cumplida de la pena.

III. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Sala Octava de Revisión de la Corte Constitucional,


administrando justicia en nombre del pueblo, y por mandato de la Constitución
Política,

RESUELVE:

Primero. - REVOCAR la sentencia del 17 de enero de 2020 proferida por la Sala


de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, que a su vez confirmó la
sentencia emitida el 7 de noviembre de 2019 por la Sala de Casación Penal de la
Corte Suprema de Justicia que negó el amparo invocado por el señor Luis Alberto
Bento Ramírez contra la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Villavicencio. En su lugar, CONCEDER la protección de los derechos
fundamentales al debido proceso, igualdad, defensa y acceso a la administración de
justicia del señor Luis Alberto Bento Ramírez por las razones expuestas en la parte
motiva de esta providencia.

Segundo.- ORDENAR al Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio


que determine una fecha concreta, real y dentro de un término razonable, en la que

219Sentencia C-342 de 2017.


220 Ibíd., considerando 10.4.
221 Ibíd., considerando 10.4.
44

deberá resolver el recurso de apelación adelantado por el accionante, conforme a


los considerandos de esta decisión.

Tercero.- ORDENAR al Consejo Superior de la Judicatura que, en el término de


tres meses contados a partir de la notificación de esta sentencia, realice un censo en
el que se incluyan todas las salas penales a nivel nacional (incluidas las salas
penales de tribunal superior, las salas penales especializadas de extinción de
dominio, las salas penales de justicia y paz de conocimiento y las salas penales de
justicia y paz de control de garantías). Dicho estudio deberá contener las cifras de
los procesos judiciales en la jurisdicción penal, haciendo especial énfasis en
aquellos que llevan más de un año sin resolución.

Cuarto.- ORDENAR al Consejo Superior de la Judicatura que, dentro de los tres


meses siguientes a la consolidación del censo nacional ordenado en el numeral
anterior, cree un sistema de alertas de la jurisdicción penal a nivel nacional. Este
sistema de alerta deberá indicar (i) los despachos judiciales congestionados; (ii) los
procesos en cada instancia con términos procesales vencidos y (iii) los asuntos en
cada instancia en que los términos procesales estén próximos a fenecer.

Quinto.- ORDENAR al Consejo Superior de la Judicatura que, en el término de


seis meses contados a partir de la notificación de esta sentencia, presente un plan
nacional de descongestión de la jurisdicción penal al gobierno nacional en los
términos expuestos en esta providencia.

Sexto.- ORDENAR al Consejo Superior de la Judicatura que, cada tres meses


contados a partir de la notificación de esta sentencia, presente ante la Corte
Constitucional un informe detallado del cumplimiento de cada una de las órdenes
formuladas en este proveído, conforme los lineamientos dados en esta decisión.

Séptimo.- DISPONER que el gobierno nacional, en el marco del principio de


colaboración armónica, arbitre lo necesario para adelantar el plan nacional de
descongestión a que hace referencia esta providencia, así como de los recursos
necesarios para la puesta en marcha del mismo.

Octavo.- LEVANTAR la suspensión de términos ordenada a través del auto del 16


de febrero de 2021.

Noveno.- LÍBRESE por Secretaría General las comunicaciones previstas en el


artículo 36 del Decreto 2591 de 1991.

Notifíquese, comuníquese y cúmplase.

JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS


Magistrado

DIANA FAJARDO RIVERA


Magistrada
Con salvamento parcial de voto
45

ALBERTO ROJAS RÍOS


Magistrado

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ


Secretaria General
46

SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO DE LA MAGISTRADA


DIANA FAJARDO RIVERA
A LA SENTENCIA T-099/21

DERECHO DE ACCESO A LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA Y


DEBIDO PROCESO SIN DILACIONES INJUSTIFICADAS-Órdenes
complejas carecen de justificación suficiente y tampoco resuelven de manera
adecuada el problema estructural de la justicia penal (Salvamento parcial de
voto)

Referencia: Expediente T-7.867.622

Acción de tutela instaurada por Luis


Alberto Bento Ramírez contra la Sala
Penal del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Villavicencio

Magistrado Ponente:
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS

1. Con el respeto acostumbrado a las sentencias adoptadas por la Corte


Constitucional, salvo parcialmente el voto respecto de lo decidido por la mayoría
de la Sala Octava de Revisión en la Sentencia T-099 de 2021, porque si bien
acompaño la decisión de conceder el amparo, al igual que las órdenes relacionadas
con la situación específica del accionante, no comparto las órdenes complejas
dictadas, pues considero que carecen de justificación suficiente y su diseño no
conduce a una solución de los problemas más amplios (complejos o estructurales)
identificados en la ponencia. Lo anterior no significa que ignore las problemáticas
relacionadas con la congestión judicial, sino que, en mi criterio, el juez
constitucional debe motivar su papel adecuadamente y contar con bases apropiadas,
desde una perspectiva fáctica y jurídica, para pensar en órdenes que atiendan a las
verdaderas dimensiones constitucionales del problema identificado. Así las cosas,
en este documento (i) mencionaré la decisión y enunciaré las órdenes proferidas
por la mayoría de la Sala Octava (párrafos 2 a 4), para luego (ii) explicar las
razones que me llevaron a salvar parcialmente el voto (párrafos 5 a 15).

2. En la Sentencia T-099 de 2021 la Sala Octava conoció el caso de una persona


privada de la libertad por condena judicial, dictada en primera instancia en 2015, y
cuya apelación, presentada también en ese año, aún no ha sido resuelta. La parte
accionada, la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Villavicencio, argumentó que la tardanza de la decisión no constituye mora
injustificada, sino una consecuencia de la dramática congestión que este tribunal, al
igual que otros tribunales, en la especialidad penal, enfrentan.

3. La Sala Octava de Revisión resolvió, respecto del caso concreto, conceder el


amparo (resolutivo primero), ordenando a la Sala Penal accionada que determine
una fecha concreta, real y dentro de un término razonable, en la que deberá resolver
el recurso de apelación presentado por el accionante (resolutivo segundo), decisión
que acompaño.
47

4. Además, sobre el problema más amplio de la congestión judicial, la Sala


Octava, por mayoría, ordenó que: (i) en tres meses, contados a partir de la
notificación de la sentencia, el Consejo Superior de la Judicatura debe realizar un
censo en el que se incluyan todas las salas penales a nivel nacional, en donde
consten las cifras de procesos en la jurisdicción penal, enfatizando en aquellos que
llevan más de un año sin resolución (resolutivo tercero); (ii) en tres meses,
contados a partir de la notificación de la Sentencia, el Consejo Superior de la
Judicatura debe crear un sistema de alertas de la jurisdicción penal a nivel nacional,
el cual deberá indicar (1) los despachos congestionados, (2) los procesos en cada
instancia con términos vencidos, y (3) los asuntos que en cada instancia están por
vencer (resolutivo cuarto); (iii) en seis meses, contados a partir de la notificación de
la Sentencia, el Consejo Superior de la Judicatura debe presentar un plan nacional
de descongestión de la jurisdicción penal al Gobierno nacional (resolutivo quinto);
y (iv) el Consejo Superior de la Judicatura debe presentar a la Corte, cada tres
meses, un informe detallado del cumplimiento de las órdenes (resolutivo sexto).
Por otra parte, dispuso (v) que el Gobierno nacional, en el marco del principio de
colaboración armónica, debe arbitrar lo necesario “para adelantar el plan nacional
de descongestión a que hace referencia esta providencia, así como de los recursos
necesarios para la puesta en marcha del mismo (…).” (resolutivo séptimo).

5. A continuación, explicaré las razones por las cuales salvé parcialmente el


voto respecto a este conjunto de órdenes complejas; en especial, por qué considero
que no cuentan con una justificación suficiente (párrafo 6) y no están diseñadas de
manera adecuada para enfrentar los problemas evidenciados por la Sala (párrafos 7
a 15).

6. Para empezar, resulta relevante recordar que el juez de tutela, y en especial la


Corte Constitucional, deben interpretar la demanda, pueden proteger derechos no
invocados, y actuar de conformidad con el principio iura novit curia, al igual que
acudir a las facultades de decir por fuera o más allá de lo pedido. Su misión, en el
Estado Constitucional de Derecho, es brindar la protección más amplia posible a
los derechos fundamentales. En consecuencia, no rechazo la posibilidad de dictar
órdenes complejas o estructurales cuando, a raíz del análisis del caso concreto se
evidencian problemas más amplios, que atañen no solo a la dimensión individual y
subjetiva de los derechos, sino también a su dimensión colectiva y objetiva. Sin
embargo, el paso de un caso concreto a una situación más amplia exige del juez
constitucional una justificación suficiente, pues esta es el fundamento de su
legitimidad para intervenir en facetas de los derechos más amplias que las que
describe el problema planteado por una persona que sufre una lesión de sus
derechos; y, en especial, es condición de eficacia de los remedios que diseñe el juez
constitucional.

7. Precisamente, estimo que la sentencia de la que me aparto parcialmente no


justifica de manera adecuada por qué se dictan órdenes destinadas a solucionar la
congestión judicial de las salas penales de los tribunales superiores del país, yendo
más allá de lo pretendido y adoptando órdenes complejas y escalonadas en el
tiempo. En efecto, la Sentencia T-099 de 2021 no explica (i) la aplicación del
principio iura novit curia (“el juez conoce el derecho”), siempre desde el respecto
por los hechos probados y debatidos en el proceso), ni indica la aplicación de las
facultades ultra y extra petita, en función de los hallazgos realizados por la Sala
48

Octava;222 (ii) no precisa si las órdenes necesarias eran complejas o estructurales 223
y, en especial (iv) no esclarece cómo se procedió a diseñarlas, siempre en función
de los problemas de congestión judicial que trascienden el caso concreto.

8. Ciertamente, el juez constitucional no puede abstenerse de cumplir su


obligación constitucional de proteger el goce efectivo de los derechos
fundamentales, así la solución revista cierto nivel de complejidad. 224 Pero, para
cumplir esa misión, es imprescindible que mantenga un diálogo entre la posición de
las partes, y una mirada de ida y vuelta entre los hechos del caso concreto, las
posibilidades de decisión o creación de remedios para la satisfacción y goce de los
derechos, y la posibilidad de abodar esferas más amplias del problema, de manera
asertiva.

9. A partir de los problemas expuestos, considero que el diseño de las órdenes


complejas225 dictadas por la mayoría de la Sala es problemático, por las razones que
explicaré a continuación.

10. Es necesario comenzar por precisar que cuando se dictan órdenes complejas
-especialmente estructurales- la efectividad de una sentencia depende de las
opciones que tome el Tribunal en relación con tres elementos de su decisión:
contenido sustantivo, remedios y mecanismos de seguimiento. 226 La mejor opción
resulta entonces de un balance en el que el juez constitucional elige el alcance que
debe dar al contenido sustantivo de los derechos, los remedios más apropiados para
el nivel de conocimiento y las herramientas de las que dispone, en articulación con
otras autoridades, de ser el caso, y los mecanismos de seguimiento.

11. Así, además de la profundidad con que se desarrolla la interpretación de los


derechos en el escenario estudiado, la Corte debe determinar si debe dar órdenes
detalladas y orientadas a resultados, u órdenes débiles, que esbocen los fines y
procedimientos y, en línea con el principio de separación de poderes, asignen a los
222 Ver -entre otras-sentencias T-549 de 2015. M.P. (e) Myriam Ávila Roldán, fundamento
jurídico N° 9.5.; T-195 de 2017. M.P. (e) José Antonio Cepeda Amarís, fundamento jurídico N°
9.1.4.; y T-577 de 2017. M.P. Diana Fajardo Rivera, fundamento jurídico N° 2.
223 Sobre esta distinción la Sala Plena de la Corte se pronunció en la Sentencia SU-092 de 2021.
M.P. Alberto Rojas Ríos. SPV y AV. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo. AV.
Antonio José Lizarazo Ocampo. AV. Gloria Stella Ortiz Delgado. AV. Cristina Pardo Schlesinger.
AV. Alberto Rojas Ríos. En la Sentencia T-099 de 2021 solo se indica que existe un problema
estructural en la administración de justicia que se refleja en la congestión judicial (párrafos 24,
62, 71, 145, 153, 157, 162 y 165).
224 Ver entre otras, sentencias T-974 de 2009. M.P. Mauricio González Cuervo, fundamento
jurídico Nº 3.3.; T-418 de 2010. M.P. María Victoria Calle Correa. AV. Mauricio González
Cuervo, fundamento jurídico Nº 5.1.; T-388 de 2013. M.P. María Victoria Calle Correa. SPV.
Mauricio González Cuervo, fundamento jurídico Nº 8.1.2.2.; T-256 de 2015. M.P. (e) Martha
Victoria Sáchica Méndez. AV. Luis Ernesto Vargas Silva, fundamento jurídico Nº 189; T-774 de
2015. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. SPV. Alejandro Linares Cantillo, fundamento jurídico Nº
312; T-532 de 2016. M.P. (e) Aquiles Arrieta Gómez, fundamento jurídico Nº 3.8.; T-325 de
2017. M.P. (e) Aquiles Arrieta Gómez, fundamento jurídico Nº 6.2.; y T-216 de 2019. M.P. Diana
Fajardo Rivera, fundamento jurídico N° 3.3.3.
225 Todas las órdenes estructurales son complejas, pero no todas las complejas son estructurales.
226 Rodríguez Garavito, César y Rodríguez Franco, Diana (2015). Juicio a la exclusión. El
impacto de los tribunales sobre los derechos sociales en el Sur Global. Buenos Aires : Siglo
Veintiuno Editores, pp. 30 y 212. Disponible en:
https://www.dejusticia.org/wp-content/uploads/2017/04/fi_name_recurso_758.pdf La tipología a
la que se hace alusión proviene de Tushnet, Mark (2012), “New Comparative Constitutional
Scholarship on Enforcing Second Generation Rights”, Jotwell: The Journal of Things We Like
(Lots). Disponible en: https://conlaw.jotwell.com/new-comparative-constitutional-scholarship-on-
enforcing-second-generation-rights/
49

organismos públicos la carga de diseñar e implementar las políticas; además de


elegir entre un seguimiento débil, moderado y fuerte para el seguimiento de la
decisión.

12. Atendiendo al contexto del caso y la poca información con la que contaba la
Sala Octava para ocuparse de la congestión en los despachos de las salas penales de
los tribunales superiores del país, sugerí en esta oportunidad que el mejor balance
entre estos tres elementos se encontraba en (i) una interpretación fuerte sobre el
contenido de los derechos, que, en efecto se plasma en la Sentencia T-099 de 2021;
(ii) proferir “órdenes débiles”, y establecer (iii) un seguimiento fuerte en cabeza
de la Corte, para evaluar periódicamente si las actuaciones de las entidades
estatales se orientan adecuadamente a las finalidades que persigue la sentencia
(v.gr. similar al que realizan las Salas Especiales de Seguimiento de la Corte
Constitucional, pero no a ese nivel macro). En particular, considero que las órdenes
débiles eran las más adecuadas para este caso porque:

(i) Así, para empezar, si las causas y soluciones del problema estructural de
congestión judicial no son claras, el censo previsto como remedio es insuficiente,
ya que el inventario de procesos atrasados no revela las causas del fenómeno. En
esa dirección, maximizando las funciones del Consejo Superior de la Judicatura,
resultaba más apropiado comenzar por un diagnóstico o examen detallado de la
situación: sus causas estructurales y las posibles vías de subsanación.

(ii) Pero, por otra parte, si la Sala estimaba que el problema estructural es claro en
sus causas y alcance, no resulta claro por qué los remedios solo van enfocados
hacia las salas penales de los tribunales superiores; evidentemente, su situación es
apenas un reflejo de lo que ocurre en los despachos de los jueces y fiscales. 227 En
consecuencia, la resolución del problema también podría impactar o requerir
medidas enfocadas al resto de la Jurisdicción Penal Ordinaria.

(iii) Por otra parte, en mi criterio, uno de los aspectos esenciales para que medidas
complejas o estructurales sean eficaces se encuentra en los términos que se
imponen a cada orden. La Sentencia T-099 de 2021, sin embargo, no justifica los
plazos que otorga para el cumplimiento de cada orden, y deja abiertas dudas
acerca de si esos pocos meses son suficientes y adecuados para resolver el
problema estructural que pretende enfrentar. 228 Lo ideal habría sido que el
cronograma y sus plazos se estableciera directamente o al menos con el concurso
de las entidades competentes de diseñar e implementar las correspondientes
políticas públicas. En ese sentido, la Corte podría ordenar, después del
diagnóstico, el cronograma correspondiente, y con base en uno y otro adelantar un
seguimiento adecuado de la superación progresiva de la situación de
descongestión descrita.

(iv) Las órdenes son también discutibles a nivel presupuestal. No basta con
invocar el principio de colaboración armónica, porque hay que tener en cuenta
que la destinación de recursos no depende exclusivamente del Gobierno nacional,
sino que es un acto complejo que involucra a varias entidades, como el Congreso
227 También es complejo partir de un caso concreto de un Tribunal determinado, para dar
órdenes estructurales a nivel nacional. Diferente hubiera sido si la Sala Octava de Revisión
tuviera que resolver varios casos similares que involucraran a más de una sala penal de los
tribunales superiores del país.
228 Así, por ejemplo, no hay sustento para ordenar al Consejo Superior de la Judicatura que en
seis meses presente un plan nacional de descongestión al Gobierno nacional, ya que puede
requerir más tiempo y no se sabe si la solución tendrá relación con el Gobierno nacional.
50

de la República. Incluso, no es claro si para resolver el problema estructural se


requieran, necesariamente, recursos adicionales (v.gr. el remedio puede pasar por
una distribución más eficiente, pero esto no lo podía definir la Corte con la
información actual, puesto que no cuenta con un diagnostico que le permita llegar
a tal conclusión).

(v) Además, es conveniente anotar que la Sala Octava no se reservó la


competencia para adelantar el seguimiento (por lo que esa verificación la deberá
adelantar, en principio, el juez de tutela de primera instancia 229), y solo dispuso
que el Consejo Superior de la Judicatura debe enviar informes trimestrales.

13. Finalmente, no puedo pasar por alto que, en sede de revisión, la Unidad de
Desarrollo y Análisis Estadístico del Consejo Superior de la Judicatura señaló que
en la Sala Penal accionada se creó -de manera permanente- una plaza de
magistrado y que solo estaba pendiente la expedición del correspondiente acto
administrativo. Por tanto, la solución a la congestión judicial -por lo menos de esa
Sala Penal- podía estar relacionada con el impulso de esa medida (i.e. haber
ordenado al Consejo Superior de la Judicatura que hiciera efectiva y concretara la
nueva plaza de magistrado). No obstante, la sentencia no se refirió a este punto, por
lo menos para desvirtuar la suficiencia de ese posible remedio y justificar la
necesidad de proferir órdenes complejas.

14. En síntesis, no me opongo a la adopción de órdenes complejas y


estructurales siempre que el caso objeto de estudio, las pruebas recabadas y, en
especial, la intervención de las partes, permitan comprender al juez constitucional
la necesidad de ampliar el alcance de su decisión. Sin embargo, al hacerlo, le
corresponde motivar cada uno de los pasos adicionales, desde la interpretación de
la demanda, pasando por la definición del equilibrio entre contenido sustantivo de
los derechos, complejidad de los remedios y fuerza del mecanismo de seguimiento,
hasta el diseño de las órdenes, que incluye las autoridades involucradas, sus
relaciones de coordinación, complementariedad y concurrencia, aspectos
temporales o cronograma de ejecución y recursos, de ser el caso.

15. En el caso objeto de estudio la ausencia de esta motivación genera el riesgo


de una decisión profunda en lo sustancial, pero con remedios que no consultan los
síntomas de la enfermedad a tratar, pues no ha sido diagnosticada apropiadamente,
y en el que los términos pueden resultar inadecuados o generar confusión entre las
distintas autoridades obligadas, lo que plausiblemente redundará en un seguimiento
complejo y prolongado en el tiempo. Espero, con todo, que las propuestas que
presenté a la Sala y no fueron inicialmente acogidas se materialicen entonces al
momento del seguimiento, para ajustar sobre la marcha el conocimiento y la ruta de
acción para superar un problema que enfrenta a la población a la ineficia relativa
del derecho a una justicia pronta y cumplida, en especial, en el campo penal.

16. Estas fueron las razones que me llevaron a salvar parcialmente el voto
respecto de lo decidido en la Sentencia T-099 de 2021.

Fecha ut supra
229 La Corte Constitucional ha señalado que la competencia para hacer cumplir los fallos de
tutela recae -en principio- en los jueces de primera instancia, ya sea que provengan de una
sentencia de segunda instancia o de la revisión que haya realizado la Corte Constitucional. Ver -
entre otros- autos A-159 de 2015. M.P. (e) Martha Victoria Sáchica Méndez, fundamento jurídico
N° 3; A-104 de 2017. M.P. Alberto Rojas Ríos, fundamento jurídico N° 4.3.; y A-052 de 2020.
M.P. Diana Fajardo Rivera, fundamento jurídico N° 2.1.
51

DIANA FAJARDO RIVERA


Magistrada

You might also like