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Estructurales en La Justicia Penal de Persona Privada de La Libertad
Estructurales en La Justicia Penal de Persona Privada de La Libertad
Magistrado sustanciador:
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS
SENTENCIA
I. Antecedentes
1. Hechos
procesal6. Sin embargo, el despacho judicial le ha indicado que “está en turno para
fallo”7.
2. Trámite procesal
3. Respuesta de la accionada
8. Respecto del término para resolver el recurso, la Sala accionada aclaró que la
magistrada Patricia Rodríguez Torres asumió el cargo desde el 1 de abril de 2017 y
recibió 454 actuaciones discriminadas en procesos de primera y segunda instancia,
autos de ejecución de penas y medidas de seguridad, incidentes de desacato,
actuaciones disciplinarias, así como el trámite de acciones de tutela.
6 Como sustento de lo anterior, el demandante aportó como pruebas al proceso (i) copia del oficio 0160 del 23 de
enero de 2019 proferido por la Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio
(folio 8 del cuaderno 1 del expediente de tutela); (ii) copia del oficio EPCYOP-AJUR-3252 del 21 de junio de 2019
suscrito por el Coordinador Jurídico del Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Yopal (folio 9 del cuaderno 1
del expediente de tutela) y (iii) copia del oficio 2961 del 18 de julio de 2018 suscrito por la Sala de Decisión Penal
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio (folio 10 del cuaderno 1 del expediente de tutela).
7 Cfr. folio 4 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
8 Cfr. folios 30 y 31 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
9 Cfr. folios 35 a 37 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
10 Cfr. folio 35 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
11 La Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio aportó como pruebas al proceso i) copia del acta de posesión
de la magistrada Patricia Rodríguez Torres (folio 65 del cuaderno 1 del expediente de tutela); ii) copia del informe de
gestión en el que aparecen discriminados los asuntos recibidos a la posesión de la titular del despacho (folios 59 a 64
del cuaderno 1 del expediente de tutela); iii) copia de los consolidados estadísticos de 2017 y 2018 del Consejo
Superior de la Judicatura (folios 38 a 52 del cuaderno 1 del expediente de tutela) y iv) copia de las solicitudes para la
adopción de medidas de descongestión (folios 53 a 58 del cuaderno 1 del expediente de tutela).
5
posible los proyectos pendientes por registrar, entre los que se encuentran, el objeto
de la presente acción constitucional”12.
12. Sin embargo, la Sala de Casación Penal concluyó que, en el presente caso, no
se satisfacían dos de los presupuestos fijados por la jurisprudencia constitucional en
materia de procedencia de la acción de tutela en los casos de incumplimiento de los
términos procesales. Para el a quo, el despacho accionado no incurrió en mora
judicial injustificada porque la dilación en la decisión se justificó en la carga
laboral de la Sala accionada. A su vez, la Corte Suprema tampoco evidenció la
materialización de un daño o la generación de un perjuicio irremediable con la
tardanza del despacho accionado porque no comprobó que el actor se encontrara en
alguna situación excepcional de la que se derivara o que justificara un trato
preferente14.
13. Por último, la Sala de Casación Penal determinó que conceder el amparo
solicitado “implicaría desconocer el derecho de igualdad de las demás personas
que, como el actor, también esperan un pronunciamiento de la administración de
justicia”15.
4.2 Impugnación16
17. Las pruebas que obran en el expediente de tutela son las siguientes:
21. A la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio
le requirió copia íntegra del expediente bajo el radicado 95001-60-00-643-2014-
00030-01.
25. A través de correo electrónico del 1 de octubre de 2020, la Sala Penal del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio allegó a este Despacho
copia digital del proceso bajo el radicado 95001-60-00-643-2014-00030-01.
Asimismo, remitió la respuesta suscrita por la magistrada Patricia Rodríguez Torres
en los siguientes términos:
27. La magistrada relacionó las actuaciones realizadas por el despacho desde que
el expediente fue remitido por el Juzgado Promiscuo del Circuito de San José del
Guaviare en el trámite de segunda instancia. La jueza indicó que recibió por reparto
del 1 de agosto de 2015 el recurso de apelación interpuesto por la defensa del señor
Luis Alberto Bento Ramírez, contra la sentencia proferida el 10 de junio 2015, en el
marco del proceso con radicado 95001-60-00-64-2014-00030-01. La magistrada
explicó que la Sala Penal del Tribunal accionado, mediante auto del 16 de febrero
2018, confirmó la decisión proferida el 18 de septiembre 2017 por el Juzgado
Promiscuo del Circuito de San José del Guaviare, en la que se negó la libertad por
perdida de vigencia de la medida de aseguramiento solicitada por el accionante.
Guaviare, por ser la autoridad judicial a quien compete adoptar la decisión 26.
Además, la magistrada mencionó que el 16 de marzo de 2020 emitió respuesta al
requerimiento de apertura de vigilancia administrativa solicitada por el actor 27.
30. Además, la magistrada aclaró que las razones para que este despacho
judicial, desde el momento en que avocó conocimiento del proceso y hasta la fecha
de la interposición de la acción de tutela, haya adelantado exclusivamente las
actuaciones descritas anteriormente obedecían a “la ostensible congestión que
afronta desde hace varios años el despacho a mi cargo y en general, toda la Sala
Penal del Tribunal Superior de Villavicencio” 28. Asimismo, la juez resaltó la
totalidad de procesos asignados a su cargo, así como la discrepancia en las cifras
del reparto que se ha presentado durante los años 2017, 2018 y 2019 entre el
despacho 1 (al que pertenece) respecto de los despachos 2 y 3 de la Sala Penal de
dicho Tribunal.
31. La magistrada Rodríguez Torres manifestó que, a través del oficio No. 004
SP-TSV-RTP del 4 de febrero de 2019, presentó ante el Consejo Seccional de la
Judicatura del Meta una propuesta de metodología laboral y un programa de
descongestión (teniendo en cuenta la creación de un cargo de auxiliar judicial grado
1)29.
32. Por último, la magistrada relacionó y aportó las 24 solicitudes suscritas por
los magistrados de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Villavicencio desde el 2015. Estas iban dirigidas a los presidentes de la Comisión
Interinstitucional de la rama judicial, la Sala Administrativa del Consejo Superior
de la Judicatura, la Corte Suprema de Justicia, Procuraduría General de la Nación y
Ministerio de Justicia y del Derecho, respectivamente. En dichas comunicaciones,
se solicitó la adopción de medidas definitivas o de descongestión debido a la
excesiva carga laboral de esta Sala Penal.
26 Teniendo en cuenta que la petición se presentó en el lapso comprendido entre el anuncio del sentido del fallo y la
ejecutoria de la sentencia.
27 Al respecto, la magistrada Patricia Rodríguez Torres aclaró que el 26 de junio de 2020, el Consejo Seccional de la
Judicatura del Meta notificó el auto CSJMEAVJ20-100 del 19 de junio de 2020, en donde dispuso la no apertura de
la vigilancia judicial del proceso seguido en contra del señor Luis Alberto Bento Ramírez, al existir una clara
justificación frente a la ausencia de pronunciamiento en segunda instancia. Asimismo, el Consejo Seccional invitó a
esta corporación a informar al peticionario el tiempo en el que se estudiaría su caso.
28 Cfr. Folio 4 del escrito de respuesta de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio.
29 A través del Acuerdo PCSJA-11192 del 25 de enero de 2018 suscrito por el Consejo Superior de la Judicatura.
30 Cfr. Folio 1 del escrito de respuesta allegado por el Consejo Superior de la Judicatura.
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35. Por otra parte, la Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico informó que a
diciembre de 2019 el represamiento de la jurisdicción penal era de 571.869
asuntos, lo que correspondía al 29.9% del total32. Asimismo, esta Entidad presentó
el índice de congestión en la especialidad penal en el año 2019 con la siguiente
tabla.
Tabla 1: Índice de congestión judicial en la especialidad penal para el año
2019
Despachos
con egresos
Total de
mensuales e Índice
Clasificación de la despach
Competen inventarios de
subespecialidad Penal os
cia por encima congest
según demanda analizad
de los ión
os
parámetros
nacionales
Penal 2 7 28,6%
Corte Sala Penal Especial de 1 5 20,0%
Suprema Instrucción
de Justicia Sala Penal Especial de 3 0,0%
Primera Instancia
Penal 28 133 21,1%
Penal Especializado de
2 4 50,0%
Extinción de Dominio
Tribunal
Penal Justicia y Paz de 2 10 20,0%
Superior
Conocimiento
Penal Justicia y Paz de 1 5 20,0%
Control de Garantías
Juzgado Ejecución de Penas y 33 155 21,3%
de Medidas de Seguridad
Circuito Ley 600 de 2000 1 1 100,0%
31 1. A través del Acuerdo PCSJA17-10677 de 2017 se dispuso que la Sala Penal del Tribunal Superior de
Villavicencio sea descongestionada en 178 procesos para fallo de Ley 600 de 2000 en segunda instancia. 2. Mediante
el Acuerdo PCSJA18-11097 de 2018 se dispuso a crear de forma transitoria y a partir del 1° de octubre y hasta el 14
de diciembre de 2018 en la Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio, un cargo de auxiliar judicial grado 1 en
cada uno de los despachos de magistrado. 3. Conforme el Acuerdo PCSJA19-11192 de 2019 se creó con carácter
transitorio y a partir del 1° de febrero al 30 de junio de 2019, un cargo de auxiliar judicial grado 1 para para el
despacho 001 de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio. 4. A través del Acuerdo
PCSJA19-11322 de 2019 se ordenó prorrogar el cargo transitorio creado mediante Acuerdo PCSJA19-11192 de 2019
para el despacho 001 de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio hasta el 13 de
diciembre de 2019. 5. Mediante el Acuerdo PCSJA20-11486 de 2020 se dispuso a crear con carácter transitorio y a
partir del 3 de febrero al 30 de junio de 2020, un cargo de auxiliar judicial grado 1 para para el despacho 001 de la
Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio. 6. Conforme el Acuerdo PCSJA20-11578 de
2020 se dispuso a prorrogar el cargo transitorio creado mediante Acuerdo PCSJA20-11486 de 2020 para el despacho
001 de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio, hasta el 11 de diciembre de 2020.
Cfr. Ibíd., folio 2.
32 1. La Corte Suprema de Justicia tiene 2.650 asuntos represados. 2. Los tribunales superiores tienen 11.709
asuntos pendientes. 3. Los juzgados del circuito tienen 472.642 asuntos represados. 4. Los juzgados municipales
tienen 84.642 asuntos pendientes. 5. Los juzgados del circuito de descongestión tienen 226 asuntos pendientes. Cfr.
Ibíd., folio 3.
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37. Además, la Unidad explicó que las razones para la congestión judicial en la
Sala Penal del Tribunal accionado obedecían al “incremento de demanda de justicia
en materia penal en la región, los egresos reportados y la acumulación de
inventarios”34. En igual sentido, la Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico
manifestó que, otra de las razones correspondía a “la cantidad de asuntos
pendientes de resolver relacionados con segunda instancia de control de garantías y
conocimiento de la Ley 906 de 2004. En total se reportan 1.109 casos en
inventarios finales, correspondiendo al Despacho 001 el 29% de procesos” 35.
Asimismo, que de dicho reporte se podía constatar que “del total de ingresos
reportados se logra evacuar el 87% de procesos aproximadamente, los restantes se
acumulan en inventarios finales”36.
40. A su vez, esta Sala determinó la necesidad de contar con mayores elementos
de juicio en aras de determinar la veracidad de los hechos alegados por la parte
actora, teniendo en cuenta dos aspectos. Por un lado, que las razones esbozadas por
la autoridad judicial accionada para la tardanza en la resolución del caso fuerzan a
este tribunal a estudiar los argumentos de fondo que han llevado a que se presente
dicha situación de retraso. Por el otro, que a partir de las causas que han dado
origen a la situación de represamiento en el despacho judicial accionado es urgente
adoptar las medidas conducentes a la superación de esta dificultad.
45. A las salas penales de los tribunales superiores de distrito 40 a nivel nacional,
y a la Corte Suprema de Justicia41 que relacionaran los procesos judiciales que
37 Cfr. Ibíd., folio 8.
38 Cfr. https://www.minhacienda.gov.co/webcenter/portal/AcercadelMinisterio/pages_misinyvisin
39 Cfr. https://www.minjusticia.gov.co/Ministerio/Nuestra-Entidad/Funciones-del-Ministerio
40 Conforme las competencias asignadas en el artículo 34.1 del Código de Procedimiento Penal (Ley 906 de 2004).
41 Conforme las competencias asignadas en el artículo 32.1 y 32.3 del Código de Procedimiento Penal (Ley 906 de
2004).
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llevan más de un año sin que haya sido resuelta la segunda instancia, a fin de
conocer el estado real de represamiento de los procesos judiciales que presenta la
jurisdicción penal a nivel nacional.
46. Por último, conforme las particularidades del caso, y sin que hubieran sido
allegadas a este tribunal la totalidad de las pruebas solicitadas (inclusive en el Auto
de pruebas del 23 de septiembre de 2020), la Sala estimó pertinente decretar la
suspensión de los términos dentro del expediente de la referencia. Lo anterior, por
el lapso de un mes contado a partir de la comunicación de dicho auto. Este se
considera un plazo adicional y razonable que permite que las partes aporten la
totalidad de las pruebas ordenadas en los Autos del 23 de septiembre de 2020 y 16
de febrero de 202142.
48. Este Ministerio resaltó que es la autoridad encargada de asignar los recursos
a las entidades que conforman el presupuesto general de la nación (incluida la rama
judicial) y, en consecuencia, no puede ejecutar el presupuesto de esta sección
presupuestal. La cartera de hacienda solicitó a este tribunal denegar la acción de
tutela por improcedente.
mediante la Ley Anual de Presupuesto, queda en cabeza de las entidades que hacen
parte del Presupuesto General de la Nación”48.
51. Por otra parte, y frente a si este Ministerio conocía la situación de congestión
judicial presentada en la jurisdicción penal a nivel nacional, la cartera de justicia
indicó que “el tema de congestión judicial ha sido una constante en el servicio
público esencial de administrar justicia, no solo de la segunda instancia sino en
general del funcionamiento de la Rama Judicial”50.
1. Competencia
48 Cfr. Folio 4 del escrito presentado por le Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
49 Cfr. Folio 6 del escrito presentado por le Ministerio de Justicia y del Derecho.
50 Ibíd., p. 6.
51 Ibíd., p. 7.
52 Ibíd., p. 7.
53 Ibíd., p. 7.
54 En correo electrónico del 10 de marzo de 2021.
55 En Secretaría General de la Corte Constitucional se recibió escrito de las siguientes salas penales de Tribunales
Superiores: Antioquia, Armenia, Barranquilla, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Cúcuta, Cundinamarca, Florencia y
Neiva, Ibagué, Manizales, Medellín, Montería, Pereira, Popayán, San Gil, Sincelejo, Santa Marta y Villavicencio.
15
55. El señor Luis Alberto Bento Ramírez manifestó que la Sala Penal del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio vulneró sus derechos
fundamentales al debido proceso, igualdad, defensa, acceso a la administración de
justicia y libertad. Lo anterior, con ocasión de la dilación y la no resolución del
recurso de apelación interpuesto en el proceso judicial adelantado en su contra 56.
Aseguró que esta situación de indefinición le ha impedido tanto hacer uso de otros
recursos judiciales como redimir el tiempo que ha estado privado de la libertad
(más de 4 años) ante un juez de ejecución de penas, teniendo en cuenta que su
estado, a la fecha, es de sindicado.
56 Radicado 95001-60-00-643-2014-00030-01.
57 Ley 270 de 1996.
58 Sentencia C-426 de 2002.
59 Ibíd. Cfr. considerando 6.1.
16
66. El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá conoció el asunto desde
el 3 de marzo de 1992. A pesar de las solicitudes que formuló el actor para conocer
el estado de su caso, el Tribunal indicó que “esta Sala de Justicia (…) decidió que
el procesado debe pagar absolutamente toda la pena que le fuera impuesta, siempre
y cuando la misma se confirme (claro está que es posible que sea disminuida o
aumentada)”75.
67. La Corte determinó que el derecho fundamental al debido proceso “no gira
en torno exclusivamente de la preclusividad procesal pues ésta es apenas una
garantía en el tiempo, pero no así en el contenido de la actuación, que también debe
salvaguardarse”76. Para la Sala, lo contrario sería un mal mayor, pues “solo se
protegería la oportunidad específica de la decisión sin importar el contenido de la
misma”77. La Sala concluyó que no existía violación al debido proceso cuando se
demostraba que, a pesar de la diligencia del funcionario, este se vio obligado a
desconocer los términos legales. Lo anterior, siempre que existiera una razón
justificativa de la demora y que esta no se vuelva indefinida.
71 Ibíd.
72 Ibíd.
73 El actor indicó que se encontraba recluido en la Cárcel Modelo desde el 30 de septiembre de 1988.
74 Decreto 2920 de 1982.
75Folios 8 y 9 del expediente de tutela.
76 Sentencia T-162 de 1993.
77 Sentencia T-162 de 1993.
78 Sentencia T-668 de 1996.
18
71. La Corte precisó que “no es suficiente aducir el exceso de trabajo para tener
por justificada la mora, sino que es menester demostrar las gestiones adelantadas
con la finalidad de evitar la congestión judicial o de hacerle frente” 80. Para la Sala
de Revisión “el derecho a un debido proceso sin dilaciones injustificadas no pierde
efectividad ni siquiera en aquellos supuestos en que los retrasos se deben a los
defectos estructurales de la organización y funcionamiento de la rama
judicial”81. En efecto, la Corte resaltó que el funcionario judicial tenía el deber de
informar de esa demora y de sus causas a la autoridad que sea competente para
evaluar el desempeño judicial y para adoptar las medidas conducentes a la
superación de estas dificultades. Asimismo, para la Sala, el juez debía informar a
las personas interesadas en el proceso acerca de las circunstancias del atraso, de las
gestiones adelantadas para superar dicha situación y del estado del proceso judicial.
74. Al respecto, la Corte hizo varias precisiones. Por una parte, este tribunal
indicó que la Ley 1786 de 2016 diseñó un modelo para la garantía del derecho a
plazos razonables de detención preventiva y a un debido proceso sin dilaciones. De
un lado, este modelo está compuesto por las reglas relacionadas con etapas
específicas de la actuación, a las cuales se vinculan términos cuyo desconocimiento
da lugar a la libertad del acusado. Por otra parte, la regla del plazo general para el
desarrollo del proceso contempla, inclusive, la decisión de segunda instancia.
75. La Sala Plena aclaró que el derecho al debido proceso sin dilaciones del
acusado que aguarda la decisión de segundo grado se garantiza con la regla que se
deriva del artículo 1 de la misma ley. En efecto, tal disposición normativa
determinó que el término de las medidas de aseguramiento privativas de la libertad
no puede exceder de un año. En la interpretación de la Corte, esta regla partió de la
base de que este tiempo de detención, sin que se hubiese emitido la decisión de
segunda instancia, es un plazo razonable para que el acusado sea puesto en libertad.
humanos86. Además, este tribunal ha dispuesto que los Estados deben procurar la
aplicación de dichos mecanismos por parte de las autoridades judiciales 87.
80. En el Caso Genie Lacayo vs. Nicaragua90, la Corte Interamericana reiteró las
garantías que se desprenden del derecho al debido proceso legal contenido en la
CADH: “ser oído con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un
juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad
por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada en su
contra”91F91. En este caso, la Corte IDH aplicó el estándar del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos (en adelante TEDH) y precisó que, para determinar la
razonabilidad del plazo, se debe analizar en forma global el proceso penal 92.
81. El tribunal interamericano incluyó los criterios fijados por el TEDH para
establecer la razonabilidad del plazo del proceso penal 93: i) la complejidad del
asunto, que implica un análisis de las circunstancias de jure y de facto del caso
concreto94; ii) la actividad procesal del implicado, en donde las actuaciones del
interesado pueden ser determinantes para la pronta resolución del proceso (impulso
procesal) o, por el contrario, para su dilación 95. Asimismo, iii) la conducta de las
autoridades y el interés en el proceso por parte de los funcionarios judiciales 96. Por
último, iv) la afectación generada en la situación jurídica de la persona
86 Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de
1987. Serie C No. 1, párr. 90, 91 y 93. Además, también en Caso Fairén Garbi y Solís Corrales Vs. Honduras.
Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 2, párr. 92 y Caso Godínez Cruz Vs.
Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 3, párr. 95.
87 Ibíd.
88Corte IDH. Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador. Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35.
89 Ibíd., párr. 70.
90Corte IDH. Caso Genie Lacayo Vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de 1997.
Serie C No. 30.
91 Ibíd., párr. 74.
92 Ibíd., párr. 81. “81. Adicionalmente al estudio de las eventuales demoras en las diversas etapas del proceso, la
Corte Europea ha empleado para determinar la razonabilidad del plazo en el conjunto de su trámite lo que llama
“análisis global del procedimiento”.
93Corte IDH. Caso Valle Jaramillo y otros Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 2008. Serie C No. 192. “155. La Corte ha establecido que es preciso tomar en cuenta tres elementos
para determinar la razonabilidad del plazo: a) la complejidad del asunto, b) la actividad procesal del interesado, y c)
la conducta de las autoridades judiciales. El Tribunal considera pertinente precisar, además, que en dicho análisis de
razonabilidad se debe tomar en cuenta la afectación generada por la duración del procedimiento en la situación
jurídica de la persona involucrada en el mismo, considerando, entre otros elementos, la materia objeto de
controversia. Si el paso del tiempo incide de manera relevante en la situación jurídica del individuo, resultará
necesario que el procedimiento corra con más diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo breve”.
También revisar Caso Kawas Fernández Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de abril de
2009. Serie C No. 196.
94 Para estudiar la complejidad del asunto se debe: a) establecer y esclarecer los hechos; b) analizar jurídicamente
los hechos por los cuales se inicia el proceso penal; c) estudiar el material probatorio, el cual puede ser de difícil
obtención, necesariamente prolongado en el tiempo o de complicada actuación; d) la pluralidad de sujetos pasivos y
e) demás averiguaciones necesarias para que se pronuncie de fondo, lo cual implica términos de notificaciones y
otras etapas procesales que demandan tiempo al proceso.
95Para determinar si la conducta procesal del imputado ha contribuido a la demora en la resolución del proceso
penal es necesario verificar si esta ha transcendido o influido en la resolución del caso. Para ello, se debe tener
presente si el imputado ha demostrado un comportamiento procesal que genere obstrucciones o dilaciones en el
proceso, o ha hecho uso abusivo e innecesario de los recursos que tiene a su disposición.
96En cumplimiento de los términos propuestos por la legislación aplicable al asunto, y evitando cualquier dilación o
retraso injustificado en el desarrollo del litigio.
21
84. En el Caso Suárez Rosero vs. Ecuador, la Corte IDH consideró que procesar
penalmente a una persona por más de 50 meses desconoce el derecho a ser juzgado
dentro de un plazo razonable101. En este caso, el tribunal interamericano determinó
que i) “este período excede en mucho el principio de plazo razonable consagrado
en la Convención Americana”102 y ii) “el hecho de que un tribunal (…) haya
declarado culpable al señor Suárez Rosero del delito de encubrimiento no justifica
que hubiese sido privado de libertad por más de tres años y diez meses, cuando la
ley ecuatoriana establecía un máximo de dos años como pena para ese delito” 103.
85. En el Caso López Álvarez vs. Honduras, luego de evaluar los elementos para
analizar la razonabilidad del plazo del proceso penal, la Corte IDH concluyó que se
había vulnerado el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable porque el
proceso penal que se le siguió al señor López Álvarez se había extendido por más
de seis años104.
86. En el Caso Bayarri vs. Argentina, la Corte IDH concluyó que se había
vulnerado el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable y consideró que no
era necesario evaluar los tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo
del proceso penal, por cuanto este duró aproximadamente trece años 105. En
97Lo anterior, con la finalidad de que el proceso penal discurra con más diligencia a fin de evitar que la demora
injustificada le ocasione al imputado algún daño.
98 Corte IDH. Caso Genie Lacayo vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de 1997.
Serie C No. 30.
99 El término fue contabilizado desde la fecha en que se dictó el auto de apertura hasta la fecha en que la Corte
Interamericana de Derechos Humanos resolvió el caso.
100“Aún cuando se excluyan la investigación policial y el plazo que empleó la Procuraduría General de la
República de Nicaragua para formular acusación ante el juez de primera instancia, es decir, realizando el cómputo a
partir del 23 de julio de 1991, fecha en que ese juez dictó el auto de apertura del proceso, hasta la actualidad en que
todavía no se ha pronunciado sentencia firme, han transcurrido más de cinco años en este proceso, lapso que esta
Corte considera que rebasa los límites de la razonabilidad prevista por el artículo 8.1 de la Convención”. Corte IDH.
Caso Genie Lacayo vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de 1997. Serie C No. 30,
párr. 81.
101Corte IDH. Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador, op. cit.
102Ibíd., párr. 73.
103Ibíd., párr. 73.
104Corte IDH. Caso López Álvarez Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de febrero de
2006. Serie C No. 141.
22
90. El artículo 6.1 del Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y
de las Libertades Fundamentales (en adelante CEDH o el Convenio Europeo)
establece que “toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa,
públicamente y dentro de un plazo razonable por un tribunal independiente e
105Corte IDH. Caso Bayarri Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30
de octubre de 2008. Serie C No. 187.
106 Ibíd., párr. 107.
107 Corte IDH. Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
23 de septiembre de 2009. Serie C No. 203, párr. 137. Caso Fornerón e hija Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 27 de abril de 2012. Serie C No. 242, párr. 74.
108 Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, párr. 180.
Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 22 de junio de 2015. Serie C No. 293, párr. 270.
109 Corte IDH. Casos Bayarri Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30
de octubre de 2008. Serie C No. 187, párr. 70; y Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2009. Serie C No. 206, párr. 120.
23
91. El TEDH ha fijado algunos lineamientos respecto del análisis del plazo
razonable en materia penal110. En primer lugar, el inicio del plazo comienza el día
en que se acusa a una persona 111. Sin embargo, el Tribunal de Estrasburgo ha
establecido que el plazo razonable puede tener como punto de partida una fecha
anterior a la interposición de la demanda 112. Algunos de estos eventos, son i) el
momento de la detención113; ii) la acusación114 o iii) la apertura de investigaciones
preliminares115.
96. Es una verdad con menos discusión que el Estado tiene la obligación de
garantizar la debida diligencia en la adopción de sus decisiones y por ello debe
cumplir los términos procesales, cuya inobservancia debe ser sancionada por
mandato de la Constitución (artículo 229). De esta manera, una decisión
extemporánea o producto de una dilación injustificada por parte de la autoridad
judicial impide la realización de la vigencia de orden social justo 127. Es claro para la
Corte Constitucional que en los eventos en que los ciudadanos que deben soportar
el peso del jus puniendi, no obtienen una respuesta en términos medianamente
razonables, deben acarrear con la dilación, la mora, la escasez de recursos humanos
y económicos, entre otros, y se ven privados del derecho a que el asunto en el que
se hallen implicados se decida de forma definitiva, no se puede estimar la
existencia de un “orden justo”.
Asunto König vs. Alemania, op. cit, párr. 99; Asunto Neumeister vs. Austria, op. cit, párr. 21 y Asunto Ringeisen vs.
Austria, op. cit, párr. 110.
123TEDH. Asunto Adoletta y otros vs. Italia. Sentencias 13978/88, 14236/88 y 14237/88, párr. 17.
124TEDH. Asunto Abdoella vs. Países Bajos. Sentencia 12728/87 del 25 de noviembre de 1992, párr. 24. También
en Asunto Dobbertin vs. Francia. Sentencia 13089/87 del 25 de febrero de 1993, párr. 44.
125TEDH. Asunto Milasi vs. Italia. Sentencia 10527/83 del 25 de junio de 1987, párr. 18. También en Asunto
Baggetta vs. Italia. Sentencia 10256/83 del 25 de junio de 1987, párr. 23.
126TEDH. Eckle vs. Alemania. Sentencia 8130/78 del 15 de julio de 1982. Párr. 92.
127 Sentencia SU-394 de 2016.
128 Sentencia SU-394 de 2016.
129Sentencia T-1154 de 2004.
130Reiterada en las sentencias T-747 de 2009 y T-494 de 2014.
25
99. Además, en esta sentencia se reiteró que a los funcionarios no les basta con
aducir exceso de trabajo o una significativa acumulación de procesos para justificar
el incumplimiento de los términos judiciales. Para la Corte es claro que no se
puede hacer recaer sobre la persona que acude a la jurisdicción la ineficiencia o
ineficacia del Estado133. En concreto, “no puede aducirse por parte de un juez de la
República que se cumplen las funciones a él encargadas para un negocio y se
desatienden en otro”134.
102. No obstante, a partir del Caso Valle Jaramillo y Otros vs. Colombia138, para
la Corte Constitucional también es necesario verificar la situación jurídica de la
persona, a fin de determinar el daño mayor o menor que el tiempo de tramitación
del proceso causa en la definición de una controversia. Para la Sala Plena, se debe
realizar un análisis global del procedimiento. Este estudio “va más allá de evaluar
los términos o los plazos, para ahondar en las características mismas del proceso,
en cada caso particular”139.
103. Por otra parte, la Sala Plena determinó que se pueden presentar casos en los
que se evidencie la existencia de un plazo desproporcionado, pero que la dilación o
parálisis no sea atribuible a ninguna de las causas anteriormente descritas. En
concreto, que se compruebe que la ausencia de la terminación del proceso pone a
las personas que en él intervienen en la condición de sujetos sub judice de manera
indefinida.
110. La Sala 2 y 3 del BGHst también han determinado que la solución en los
casos de vulneración al artículo 6.1 del CEDH es la mitigación de la pena, cuando
el tiempo de vulneración sea excesivamente largo 155. El desconocimiento del plazo
razonable dentro del proceso judicial debe conllevar a prescindir de la pena, porque
las consecuencias de la mora judicial ya significan para el autor “un castigo
suficiente”.
112. Esta Sala reitera que el alcance de esta garantía constitucional trasciende la
órbita exclusiva del debido proceso. Lo anterior es así porque a partir de su
concreción se garantiza la protección de otros derechos fundamentales que podrían
resultar comprometidos dentro del proceso penal (i.e. la dignidad humana, la
libertad, la honra y el buen nombre).
113. Este tribunal ha fijado algunas reglas que se desprenden de este principio
constitucional156:
Gesetz vorgesehenen Fällen bis zum völligen Absehen von Strafe gehen. Bei Vergehen könne das Verfahren nach §
153 StPO eingestellt werden, bei Verbrechen sei regelmäßig die Möglichkeit des Zurückge- hens auf die gesetzliche
Mindeststrafe ausreichend”. Ibíd., S. 239 (242 f.).
155“Der 2. und der 3. Senat die "Strafzumessungslösung": Strafmilderung dürfe es nur im Rahmen der gesetzlichen
Voraussetzungen geben, überlange Verfahrensdauer könne aber auch für die Strafaussetzung zur Bewährung
Bedeutung erlangen”. Cfr. BGHSt 27, S. 274. También revisar en BGR, StV 1983, S. 502; 1985, S. 322; S. 411.
Siehe auch schon BGR, Beschl. v. 25.10.1977 - 5 StR 616/77.
156Sentencia C-689 de 1996. En el mismo sentido las sentencias C-774 de 2001, C-030 de 2003 y C-289 de 2012.
157Sentencia C-205 de 2003.
158Sentencia C-205 de 2003. En el mismo sentido, las sentencias C-774 de 2001, C-416 de 2002, C-271 de 2003 y
C-576 de 2004.
29
iii. Para que en una persona puedan ser aplicadas las sanciones previstas en la
ley, es indispensable que se establezca con certeza y por una autoridad
judicial, que el procesado es responsable por el hecho punible que ha dado
lugar al juicio159.
v. Toda persona tiene derecho a ser considerada y tratada como inocente hasta
tanto no se demuestre lo contrario y sea declarada culpable mediante
sentencia ejecutoriada162. Lo anterior, aplica en todos los ámbitos163.
116. Por lo anterior, para la Corte es claro que “ejecutar una sentencia que puede
ser cuestionada desde esa perspectiva (la de su corrección jurídica), implica el
desconocimiento de [la] presunción de inocencia, principio axial de un derecho
118. En la sentencia T-668 de 1996, este tribunal constitucional reiteró las reglas
jurisprudenciales respecto a la procedencia de la acción de tutela contra
providencias judiciales173. En concreto, la Corte resaltó que la acción de tutela es
procedente, entre otros, i) frente a la dilación injustificada de términos y ii) cuando
la decisión pueda causar un perjuicio irremediable. En relación con lo primero, la
Corte destacó la obligación por parte de las autoridades judiciales del cumplimiento
de los deberes y de los términos previstos para cada procedimiento. Para este
tribunal “la dilación injustificada conlleva indefectiblemente a la vulneración del
derecho fundamental al debido proceso como derecho fundamental de carácter
constitucional”174. Por consiguiente, cuando se configura tal situación, la acción de
tutela resulta procedente175.
169 Ibíd.
170Sentencia T-182 de 2017 y T-498 de 2019. En el contexto de las relaciones entre las autoridades penitenciarias y
las personas privadas de la libertad, esta expresión fue utilizada por primera vez en la jurisprudencia constitucional
en la sentencia T-596 de 1992 y retomada posteriormente en muchos de los casos conocidos por la Corte.
171Sentencia C-543 de 1992.
172Sentencia C-543 de 1992.
173Fijaron en la sentencia T-450 de 1996.
174Sentencia T-668 de 1996.
175Sentencia C-453 de 1992.
176 Entre otras, las sentencias T-186 de 2017, T-375 de 2018, T-091 de 2018, C-132 de 2018 y T-425 de 2019.
177 Sentencia T-186 de 2017.
31
120. Sin embargo, la Corte también ha sostenido que cuando el solicitante cuente
con otros medios de defensa, es deber del juez de tutela evaluar si estos son
idóneos o eficaces en el caso particular, en procura de una protección cierta y
suficiente de las garantías contenidas en la Constitución 178. De igual manera, se
deben tener en cuenta circunstancias especiales de los accionantes (i.e. edad,
estado de salud, condición de vulnerabilidad derivada de su situación económica, o
si se trata de un sujeto de especial protección constitucional) 179. En virtud del
artículo 13 de la Constitución y el mandato de igualdad material, el Estado está en
la obligación de adoptar medidas en favor de grupos históricamente discriminados
o marginados180.
8. Caso concreto
178 Ibíd.
179 Ibíd.
180 Ibíd.
181 Estas medidas consisten en i) la alteración del turno, en los términos previstos en el artículo 18 de la Ley 446 de
1998; ii) la remisión del caso el funcionario judicial que le sigue en turno, conforme el artículo 121 del Código
General del Proceso y iii) la activación de vigilancia judicial administrativa, en los términos del artículo 101.6 de la
Ley 270 de 1996.
32
182 Proferida por el Juzgado Penal del Circuito de San José del Guaviare.
183 Cfr. Folio 4 del cuaderno 1 del expediente de tutela.
184 Ibíd.
185 Cfr. https://www.minhacienda.gov.co/webcenter/portal/AcercadelMinisterio/pages_misinyvisin
33
131. Frente al primer requisito, una vez analizado el caso concreto y las pruebas
que reposan en el expediente, se evidencia que el actor aportó copia de las
respuestas emitidas por la Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio el 18
de julio de 2018 y el 23 de enero de 2019, respectivamente. En dichos oficios, el
despacho accionado dio respuesta a la solicitud de información sobre el trámite
impartido al recurso de apelación en el trámite del proceso penal de segunda
instancia. En igual sentido, el accionante allegó copia del oficio No. EPCYOP-
AJUR-3252 del 21 de junio de 2019 suscrito por el Coordinador Jurídico del
Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Yopal.
132. De igual forma, una vez verificado el cuaderno de solicitud condicional que
compone el expediente del proceso penal de segundo grado 190 se evidenció que, en
escrito del 8 de noviembre de 2017, el apoderado del señor Bento Ramírez solicitó
libertad condicional con base en lo dispuesto en la Ley 1786 de 2016191F 191.
186 Cfr. https://www.minjusticia.gov.co/Ministerio/Nuestra-Entidad/Funciones-del-Ministerio
187 Sentencias T-834 de 2005, T-887 de 2009 y T-427 de 2019, entre otras.
188 La sentencia SU-961 de 1999 estimó que “la inexistencia de un término de caducidad no puede significar que la
acción de tutela no deba interponerse dentro de un plazo razonable. La razonabilidad de este plazo está determinada
por la finalidad misma de la tutela, que debe ser ponderada en cada caso concreto”. En ese mismo sentido se
pronunció la sentencia SU-108 de 2018.
189Sentencia SU-108 de 2018.
190Allegado por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio en correo electrónico del 01 de octubre
de 2020.
191Cfr. folios 1 y 2 del cuaderno de solicitud condicional del expediente del proceso penal.
34
Dicha solicitud fue negada en primera instancia por el Juzgado Promiscuo del
Circuito de San José del Guaviare 192, y en segunda instancia por la Sala Penal
accionada193.
136. De las circunstancias del caso sub judice, así como del problema jurídico
planteado, la Corte Constitucional determinará i) si en el presente asunto hubo un
incumplimiento de los términos por parte de la Sala Penal del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Villavicencio y ii) si dicho desconocimiento constituye dilación
judicial injustificada. Para ello, esta Sala de Revisión aplicará el test de plazo
razonable.
137. La Corte evidencia prima facie una dilación de los términos de la Sala Penal
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio para resolver el recurso
de apelación que interpuso el actor en el trámite del proceso penal adelantado en su
contra. En efecto, el recurso de alzada fue interpuesto por el apoderado del actor el
5 de agosto de 2015, por lo que han transcurrido a esta fecha, casi seis años,
superado así el término de quince días establecido en el artículo 179 del Código de
Procedimiento Penal para resolver el recurso de apelación contra sentencias 197 y el
138. Respecto del primer criterio, la complejidad del asunto, una vez estudiado el
expediente del proceso penal de primera instancia se advierte que no se evidencian
elementos o situaciones que aumenten la complejidad del recurso. En concreto, la
Corte ha determinado que “el acusado en segunda instancia ya no se encuentra
sometido a los procedimientos propios de la audiencia de juicio oral y público, ni a
debate probatorio alguno, pues ya ha sido dictada la correspondiente sentencia,
condenatoria o absolutoria, y solo resta su revisión por el juez de apelación” 199. Así
las cosas, la Corte descarta este primer criterio.
139. Frente a la segunda razón sobre la actividad procesal del interesado, tal y
como se advirtió en los considerandos 131 a 135 supra, (i) el actor solicitó en dos
oportunidades a la Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio información
sobre el trámite impartido al recurso de apelación en el trámite del proceso penal de
segunda instancia200; (ii) el accionante allegó copia del oficio No. EPCYOP-AJUR-
3252 del 21 de junio de 2019 en el que, a través del Coordinador Jurídico del
Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Yopal, requirió celeridad procesal en
su caso; (iii) el apoderado del señor Bento Ramírez solicitó libertad condicional la
cual fue negada en primera instancia por el Juzgado Promiscuo del Circuito de San
José del Guaviare, y en segunda instancia por la Sala Penal accionada 201 y (iv) el
actor solicitó ante el Consejo Seccional de la Judicatura del Meta la apertura de
vigilancia judicial administrativa sobre el proceso penal.
140. Esta Sala reitera que la evidencia denota una actitud activa por parte del
accionante frente a la resolución de la segunda instancia de su caso. Asimismo, se
insiste que, ante el escenario de apelación en el que se encuentra el actor, su actitud
frente al proceso judicial no puede ser otra que esperar a que el despacho
accionado analice los argumentos esgrimidos en el recurso que interpuso de forma
oportuna y emita una decisión de fondo. Así las cosas, se encuentra acreditada la
segunda exigencia del test.
sustentará oralmente y correrá traslado a los no recurrentes dentro de la misma o por escrito en los cinco (5) días
siguientes, precluido este término se correrá traslado común a los no recurrentes por el término de cinco (5) días. || El
juez resolverá la apelación en el término de 15 días y citará a las partes e intervinientes para lectura de fallo dentro de
los diez días siguientes. || Si la competencia fuera del Tribunal Superior, el magistrado ponente cuenta con diez días
para registrar proyecto y cinco la Sala para su estudio y decisión. El fallo será leído en audiencia en el término de
diez días.
198Por medio de la cual se modifican algunas disposiciones de la Ley 1760 de 2015.
199 Sentencia C-221 de 2017.
200El 18 de julio de 2018 y el 23 de enero de 2019, respectivamente.
201En escrito del 8 de noviembre de 2017.
202 Cfr. folios 53 a 64 del cuaderno del tribunal.
203 Cfr. folios 65-66 del cuaderno del tribunal.
36
142. El tercer criterio estudia la diligencia razonable del operador judicial. Como
ya advirtió la Corte, entre el 5 de agosto de 2015 (fecha en que el apoderado del
tutelante interpuso el recurso de apelación) y el 1 de octubre de 2020 (fecha en que
el tribunal accionado allegó a la Corte copia del expediente del proceso penal) el
despacho de la magistrada Patricia Rodríguez Torres solo adelantó cuatro
actuaciones, de las cuales dos fueron solicitudes de impulso procesal y otra un
requerimiento de libertad por perdida de vigencia de la medida de aseguramiento
solicitada por el accionante. Sin embargo, esta Sala resalta que en el oficio de
respuesta al Auto de pruebas del 23 de septiembre de 2020 suscrito por la
magistrada Rodríguez Torres, se indicó que dicho despacho tiene a la fecha 432
actuaciones pendientes para decidir en segunda instancia, sin incluir las acciones
constitucionales.
147. Además, la Unidad explicó que una de las soluciones estructurales fue “la
creación de una plaza de magistrado de forma permanente, creación que ya fue
aprobada por la Corporación, se cuenta con el concepto previo de la Comisión
Interinstitucional de la rama judicial y está en trámite la expedición del
correspondiente acto administrativo”207. Si bien lo anterior es un esfuerzo por
superar la situación de congestión judicial, de ninguna manera es una medida que, a
la fecha, se haya concretado ni se ha hecho efectiva. Asimismo, la Unidad tampoco
explicó si dicha plaza cuanta con recursos asignados.
148. Por otra parte, el Consejo Superior de la Judicatura sostuvo que en el año
2019 de las 148 salas penales de los tribunales superiores a nivel nacional
analizadas (entre las que se incluyen 133 salas penales, 10 salas penales de justicia
y paz de conocimiento y 5 salas penales de justicia y paz de control de garantías) el
índice promedio de congestión era del 20%. Asimismo, que dicho índice para las
salas penales especializadas de extinción de dominio era del 50%.
149. La Unidad de Desarrollo y Análisis Estadístico explicó que las razones para
la congestión judicial en la Sala Penal del Tribunal accionado correspondían a “la
cantidad de asuntos pendientes de resolver relacionados con segunda instancia de
control de garantías y conocimiento de la Ley 906 de 2004. En total se reportan
1.109 casos en inventarios finales, correspondiendo al Despacho 001 el 29% de
procesos”208.
152. Por último, y con base en la información entregada por el Consejo Superior
de la Judicatura, a diciembre de 2019 el represamiento de la jurisdicción penal era
de 571.869 asuntos. Además, de las 20 salas penales de tribunal superior que
allegaron a este despacho la relación de los procesos judiciales que llevan más de
un año sin que haya sido resuelta la segunda instancia, se tiene un reporte de 2.031
procesos.
154. La Sala precisa que el hecho de que la dilación en el trámite judicial no sea
imputable a la conducta caprichosa o a la incuria de algún funcionario, sino al
exceso de trabajo de los despachos judiciales, en principio, puede exculpar a
aquellos de su responsabilidad. Sin embargo, a partir de esta razón no se puede
concluir que la dilación sea justificada 211. Asimismo, tampoco es dable la
irresponsabilidad de las autoridades omisas encargadas de la planeación y de las
asignaciones presupuestales. En efecto, afirmar como lo hace el Ministerio de
Hacienda y Crédito Público que nada tiene que ver en este asunto este asunto y que
por ello se le debe desvincular, constituye por decir lo menos, una actitud indolente
con las personas que el Estado procesa y que por ello ostentan la condición de
sujetos pasivos (parte débil) en el proceso acusatorio.
155. Por otra parte, frente al estudio de si se acreditan otras circunstancias que
impidan la resolución de la controversia en el plazo previsto en la ley, la Corte ya
advirtió que el despacho judicial accionado demostró que la dilación de los plazos
legales se generó por razones insuperables que no pudo prever ni eludir. Es de
resaltar que la Sala Penal accionada le informó en dos oportunidades al actor las
circunstancias por las que atraviesa este despacho judicial. En efecto, en el
expediente de tutela se evidencia que, mediante auto del 18 de julio de 2018, la
magistrada Rodríguez Torres le explicó al accionante que:
“Asumió el cargo el primero (1) de abril del año dos mil diecisiete (2017), y
ha adoptado medidas tendientes a superar la congestión del despacho y
estructurar un esquema de presentación de los proyectos pendientes con
metas y tiempos definidos (…) Además, debe anotarse que esta Corporación
tramita y decide un alto volumen de tutelas, solicitudes de libertad, hábeas
corpus, cambios de radicación, impedimentos, que deben ser resueltos con
prioridad”212.
158. Para la Corte Constitucional es necesario dejar claro que informar, requerir
ayuda, o solicitar medidas de descongestión integran una carga que, per sé, tienen
los operadores judiciales cuando evidencian que hay situaciones que derivan el
desconocimiento de los términos judiciales. Lo anterior, no quiere decir que la
situación de la persona que activó el aparato judicial y no ha encontrado una
solución en tiempo a los derechos que reclama no sea una situación de vulneración
de sus derechos fundamentales.
159. Por último, frente al cuarto elemento del test de plazo razonable, esto es, la
afectación generada por la duración del procedimiento, la Corte evidencia que en
el presente caso están comprometidas las garantías intrínsecas de la dignidad
humana del actor (derecho a la libertad, derecho de defensa y principio de
inocencia). A su vez, que el paso del tiempo en este asunto incide de manera
relevante en la situación del accionante.
160. Para esta Sala, la falta de resolución del recurso de segunda instancia por casi
seis años podría llegar a constituir una ejecución anticipada de una sentencia que a
la fecha no se encuentra en firme. Lo anterior, es de suma gravedad teniendo en
cuenta que el principio de inocencia de una persona condenada en primera instancia
se mantiene mínimamente vigente y las garantías que se desprenden de este
derecho deben ser, inclusive, reforzadas, como consecuencia de la especial relación
de sujeción en el que se encuentra el sujeto frente al aparato judicial estatal.
162. Esta Sala concluye que someter a una persona a la privación de su libertad
por casi seis años, aun condenada en primera instancia, desconoce uno de los ejes
axiales del Estado Social de Derecho: el debido proceso. Dicho de otro modo,
forzar a una persona a cumplir una condena que fue cuestionada oportunamente
lesiona los principios de justicia, libertad y dignidad humana, garantías que son
especialmente significativas cuando se trata del proceso penal.
165. Además, este tribunal constitucional pudo evidenciar que la situación del
despacho accionado es insostenible frente a las otras autoridades judiciales. Aun
cuando en algunos casos se reportó el represamiento de las actuaciones en segundo
grado, solo el despacho de la magistrada Rodríguez Torres tiene 432 actuaciones en
similares condiciones pendientes por tramitar. La Corte advierte que la congestión
judicial que enfrenta este despacho se traduce en una dificultad estructural que
afecta el eficaz funcionamiento del aparato jurisdiccional, y por contera, desconoce
las garantías de los demás usuarios del sistema judicial.
41
166. Acorde con la jurisprudencia de este tribunal, el juez constitucional debe dar
una solución al problema jurídico que se plantea por parte del accionante. No basta
con estar en presencia de una autoridad judicial, es indispensable que ella resuelva
la situación para que haya pleno acceso a la jurisdicción 214. Es deber del juez de
tutela evaluar si la solución del caso es un mecanismo idóneo y eficaz, en procura
de una protección cierta y suficiente de las garantías contenidas en la Constitución.
Frente al panorama de congestión judicial en las salas penales de los tribunales
superiores a nivel nacional, la Corte Constitucional evidencia la necesidad de
proferir unas ordenes que redunden en beneficio del tutelante y en general, de
quienes están en la misma o en una peor situación que el actor. Asimismo, el
tribunal constitucional ordenará otras medidas para resolver el caso concreto.
169. Además, y dentro de los tres meses siguientes a la consolidación del censo
nacional, el Consejo Superior de la Judicatura deberá crear un sistema de alertas a
nivel nacional en el que se evidencie i) los despachos judiciales congestionados; ii)
los procesos en cada instancia con términos procesales vencidos y iii) los asuntos
en cada instancia en que los términos procesales estén próximos a fenecer.
174. Por otra parte, como ya se advirtió, esta Sala de Revisión evidenció que el
despacho judicial accionado para resolver la segunda instancia del proceso penal en
el que está vinculado el actor ha superado el plazo razonable. Esta situación pone al
accionante en una condición de sujeto sub judice de manera indefinida. En estos
casos, la jurisprudencia constitucional ha establecido que el juez de tutela podrá
ordenar al funcionario a cargo de la actuación procesal (i) resolver el asunto en un
término perentorio que aquél le fije; (ii) observar con diligencia los términos
legales, dándole prioridad a la resolución del asunto y (iii) de manera excepcional,
alterar el turno para proferir el fallo218.
218La Corte ha ordenado, de manera excepcional, la alteración del turno para fallar, en las siguientes sentencias T-
429 de 2005, T- 708 de 2006, T- 220 de 2007 y T- 945A de 2008, entre otras.
43
177. Por último, la Corte quiere hacer varias precisiones respecto de lo afirmado
por el tutelante frente a la supuesta imposibilidad de redimir el tiempo que ha
estado recluido en el Establecimiento Penitenciario de Yopal, teniendo en cuenta su
condición de sindicado219. La jurisprudencia constitucional ha reconocido la
interpretación según la cual: i) “el artículo 450 de la Ley 906 de 2004 contiene una
regla general que dispone la captura inmediata del acusado en contra de quien ha
sido anunciado el sentido condenatorio del fallo, para que empiece a descontar la
sanción impuesta”220 y ii) la privación de la libertad es imperativa cuando se
condena a un procesado a pena privativa de la libertad y se le niegan subrogados o
penas sustitutivas221.
III. DECISIÓN
RESUELVE:
Magistrado Ponente:
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS
Octava;222 (ii) no precisa si las órdenes necesarias eran complejas o estructurales 223
y, en especial (iv) no esclarece cómo se procedió a diseñarlas, siempre en función
de los problemas de congestión judicial que trascienden el caso concreto.
10. Es necesario comenzar por precisar que cuando se dictan órdenes complejas
-especialmente estructurales- la efectividad de una sentencia depende de las
opciones que tome el Tribunal en relación con tres elementos de su decisión:
contenido sustantivo, remedios y mecanismos de seguimiento. 226 La mejor opción
resulta entonces de un balance en el que el juez constitucional elige el alcance que
debe dar al contenido sustantivo de los derechos, los remedios más apropiados para
el nivel de conocimiento y las herramientas de las que dispone, en articulación con
otras autoridades, de ser el caso, y los mecanismos de seguimiento.
12. Atendiendo al contexto del caso y la poca información con la que contaba la
Sala Octava para ocuparse de la congestión en los despachos de las salas penales de
los tribunales superiores del país, sugerí en esta oportunidad que el mejor balance
entre estos tres elementos se encontraba en (i) una interpretación fuerte sobre el
contenido de los derechos, que, en efecto se plasma en la Sentencia T-099 de 2021;
(ii) proferir “órdenes débiles”, y establecer (iii) un seguimiento fuerte en cabeza
de la Corte, para evaluar periódicamente si las actuaciones de las entidades
estatales se orientan adecuadamente a las finalidades que persigue la sentencia
(v.gr. similar al que realizan las Salas Especiales de Seguimiento de la Corte
Constitucional, pero no a ese nivel macro). En particular, considero que las órdenes
débiles eran las más adecuadas para este caso porque:
(i) Así, para empezar, si las causas y soluciones del problema estructural de
congestión judicial no son claras, el censo previsto como remedio es insuficiente,
ya que el inventario de procesos atrasados no revela las causas del fenómeno. En
esa dirección, maximizando las funciones del Consejo Superior de la Judicatura,
resultaba más apropiado comenzar por un diagnóstico o examen detallado de la
situación: sus causas estructurales y las posibles vías de subsanación.
(ii) Pero, por otra parte, si la Sala estimaba que el problema estructural es claro en
sus causas y alcance, no resulta claro por qué los remedios solo van enfocados
hacia las salas penales de los tribunales superiores; evidentemente, su situación es
apenas un reflejo de lo que ocurre en los despachos de los jueces y fiscales. 227 En
consecuencia, la resolución del problema también podría impactar o requerir
medidas enfocadas al resto de la Jurisdicción Penal Ordinaria.
(iii) Por otra parte, en mi criterio, uno de los aspectos esenciales para que medidas
complejas o estructurales sean eficaces se encuentra en los términos que se
imponen a cada orden. La Sentencia T-099 de 2021, sin embargo, no justifica los
plazos que otorga para el cumplimiento de cada orden, y deja abiertas dudas
acerca de si esos pocos meses son suficientes y adecuados para resolver el
problema estructural que pretende enfrentar. 228 Lo ideal habría sido que el
cronograma y sus plazos se estableciera directamente o al menos con el concurso
de las entidades competentes de diseñar e implementar las correspondientes
políticas públicas. En ese sentido, la Corte podría ordenar, después del
diagnóstico, el cronograma correspondiente, y con base en uno y otro adelantar un
seguimiento adecuado de la superación progresiva de la situación de
descongestión descrita.
(iv) Las órdenes son también discutibles a nivel presupuestal. No basta con
invocar el principio de colaboración armónica, porque hay que tener en cuenta
que la destinación de recursos no depende exclusivamente del Gobierno nacional,
sino que es un acto complejo que involucra a varias entidades, como el Congreso
227 También es complejo partir de un caso concreto de un Tribunal determinado, para dar
órdenes estructurales a nivel nacional. Diferente hubiera sido si la Sala Octava de Revisión
tuviera que resolver varios casos similares que involucraran a más de una sala penal de los
tribunales superiores del país.
228 Así, por ejemplo, no hay sustento para ordenar al Consejo Superior de la Judicatura que en
seis meses presente un plan nacional de descongestión al Gobierno nacional, ya que puede
requerir más tiempo y no se sabe si la solución tendrá relación con el Gobierno nacional.
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13. Finalmente, no puedo pasar por alto que, en sede de revisión, la Unidad de
Desarrollo y Análisis Estadístico del Consejo Superior de la Judicatura señaló que
en la Sala Penal accionada se creó -de manera permanente- una plaza de
magistrado y que solo estaba pendiente la expedición del correspondiente acto
administrativo. Por tanto, la solución a la congestión judicial -por lo menos de esa
Sala Penal- podía estar relacionada con el impulso de esa medida (i.e. haber
ordenado al Consejo Superior de la Judicatura que hiciera efectiva y concretara la
nueva plaza de magistrado). No obstante, la sentencia no se refirió a este punto, por
lo menos para desvirtuar la suficiencia de ese posible remedio y justificar la
necesidad de proferir órdenes complejas.
16. Estas fueron las razones que me llevaron a salvar parcialmente el voto
respecto de lo decidido en la Sentencia T-099 de 2021.
Fecha ut supra
229 La Corte Constitucional ha señalado que la competencia para hacer cumplir los fallos de
tutela recae -en principio- en los jueces de primera instancia, ya sea que provengan de una
sentencia de segunda instancia o de la revisión que haya realizado la Corte Constitucional. Ver -
entre otros- autos A-159 de 2015. M.P. (e) Martha Victoria Sáchica Méndez, fundamento jurídico
N° 3; A-104 de 2017. M.P. Alberto Rojas Ríos, fundamento jurídico N° 4.3.; y A-052 de 2020.
M.P. Diana Fajardo Rivera, fundamento jurídico N° 2.1.
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