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EL ASESINO

Acto Único La escena representa la barra de un bar en un angulo del salón. Es tarde en la
noche, el cantinero limpia los vasos del bar y pone en orden, no hay casi nadie dentro. En un
angulo se encuentra un personaje extraño, vestido en modo común, pero sucio y manchado
por todas partes, el rostro presenta un moretón profundo y algunas manchas de sangre seco,
que se expande hasta la camisa. Adelante de él, una botella de whisky a mitad, un vaso
pequeño en el cual se sirve un trago copiosamente improvisamente se da cuenta de que
alguien lo esta viendo, el público, se gira lentamente y dirigiéndose a los presentes...
Llámenme Jack... (Con aire satisfecho) ¡Me gusta este nombre! ¡Es la onomatopeya de un
perfecto corte de garganta! (Se pasa el pulgar en la garganta a imitar un corte . Cambia
posición dando a entender que se encuentra en algún lugar agazapado, escondido, el
cantinero lo observa con aria circunspecta, se acerca al angulo en dónde esta Jack controla la
botella para ver si esta vacía... la repone y regresa a sus tareas como si nada estuviera
sucediendo) ¡Definitivamente este baño es maravilloso! Pero esta mezcla de ansiedad y deseo
hace bastante difícil el mantenerse agazapado. (Cambia de nuevo tono de voz, reflejando la
dualidad de carácter y personalidad, toma un trago de su vaso, en cantinero lo mira, como
diciendo, uh, esta propio borracho y quemado del cerebro este, continuando con su tarea de
limpiar) No siempre fui un descuartizador, por el contrario... (Con asco) ¡Era la victima
perfecta! Cuando entraba a un baño, el olor rancio, los goteos ocultos, la penumbra y esas
ventanas que uno nunca sabe hacia dónde van, me hacían ejecutar mis necesidades de prisa,
nerviosamente, a toda velocidad... generando la clásica mancha de humedad producto de
sacudidas insuficientes.

en dónde esta Jack controla la botella para ver si esta vacía... la repone y regresa a sus tareas
como si nada estuviera sucediendo) ¡Definitivamente este baño es maravilloso! Pero esta
mezcla de ansiedad y deseo hace bastante difícil el mantenerse agazapado. (Cambia de nuevo
tono de voz, reflejando la dualidad de carácter y personalidad, toma un trago de su vaso, en
cantinero lo mira, como diciendo, uh, esta propio borracho y quemado del cerebro este,
continuando con su tarea de limpiar) No siempre fui un descuartizador, por el contrario... (Con
asco) ¡Era la victima perfecta! Cuando entraba a un baño, el olor rancio, los goteos ocultos, la
penumbra y esas ventanas que uno nunca sabe hacia dónde van, me hacían ejecutar mis
necesidades de prisa, nerviosamente, a toda velocidad... generando la clásica mancha de
humedad producto de sacudidas insuficientes.

-y debo decir que sus asesinatos, todos los cinco, son obras de arte-... mi Polly, fue un desastre
absoluto... (Cómo justificándose) ¡No sabía nada de como matar a un ser humano!... En
realidad no sabía nada de cosa era quitar una vida... nunca había tenido el coraje ni de matar
una cucaracha... Había visto en televisión que con lezna de pesca, la victima sucumbía sin gran
esfuerzo, no quería ver sangre, me hace siempre impresión y se veía así simple...
(Aclarando) ...¡Nada que ver! La adrenalina de la muerte vuelve las victimas potentes, casi
invencibles. Como les decía, mi Polly... (cambia de nuevo opinión sobre el tema como si se
hubiera recordado algo al momento y con tono de un maestro que explica a sus alumnos algo
que no saben...)
...por si no lo saben... Anne Mare Nichols fue la primera victima de Jack, una prostituta de 42
años que se hacía llamar... Polly... ¡Un crimen delicioso! (Mimando con placer la escena que
describe) ...con el fendente, degolló a su victima casi decapitándola, pero dejando las arterias
aún conectadas en modo que esta, cuando la encontraron, aún estaba viva, gorgollando
sangre y horrorizando por el sadismo utilizado... (Regresa a su historia como si nada hubiera
cambiado) Ese día, en un baño semioscuro, con las espaldas apoyadas a la pared de una
letrina, arrotolé las mangas de mi camisa verde estilo militar. Con un cigarro apagado entre los
dientes y la lezna de pesca entre mis manos... Tenía solamente una taza de café en el
estomago, quería evitar que este me jugara una broma haciéndome vomitar por el
nerviosismo, además, que la sensación de vacío hacía más soportable el ansia,
(aclarando)desde entonces nunca he realizado mi actividad preferida a estomago
lleno. ...miraba a través de las reglas de las persianas de la puerta... me sentía una criatura aún
cachorra que estaba por ser destetada, que había escogido como guarida ese baño hediondo
con una sola vía de escape,(con énfasis)el primero de una larga serie de perfectas guaridas,
(Seguro)nadie habría sospechado que yo estaba allí al acecho. Constringido a una vida de
aislamiento, no siento ningún remordimiento al ver mi criatura crecer y desarrollarse,
convertirse cada día en un ser más potente, experto, determinado... maduro. ...la mía Polly...
era una mujer minuta, de baja estatura ...me acerque improvisamente a sus espaldas,
pesándole la lezna de pesca alrededor del cuello, creía que habría sido simplemente una breve
lucha, ella, como una saeta.. levantó la mano dejando entre su garganta y la lezna, el palmo de
la mano... (Forcejea con su victima) Nunca habría imaginado que una pequeña mujer como
esta podría desatar tanta fuerza y coraje, se requirieron más de diez minutos de lucha para
poder cortar las falanges de sus dedos con la lezna, y lograr estrangularla finalmente...
(termina de estrangular a su victima) ...mientras tanto, ella logró asestarme una infinidad de
golpes que solamente algunos días después empezaron a manifestarse... (Va hacia el bar, se
sirve un trago de la botella, bebe con ganas, se sirve otro trago y continua... Observa que la
botella esta vacía, bate la botella sobre el mostrador pone un billete y hace señas al cantinero
de darle otra botella... Dirigiéndose al público...) ...con el tiempo empece a mejorar mi
destreza...

Siempre fui muy creativo con respecto a mis crímenes. Tuve una etapa mística donde mis
victimas aparecían en posición de loto sobre el inodoro. (se sienta en medio al escenario en
posición de loto) Probablemente fruto de mi afición de entonces por la practicas de los
chamanes indianos, especialmente aquellas que comprendían utilizar el dolor físico como
medio de crecimiento espiritual. (Se alza y continúa...) Después empecé a afinar mi técnica de
descuartizamiento, aprendí anatomía para entender el modo mejor para separar los
miembros, neurología para entender el modo más eficaz de inmovilizar a mis victimas sin
matarlas, el estudio del sistema sanguíneo me permitió de entender dónde y cómo hendir mis
lamas para provocar la muerte en mayor o menor tiempo según la inspiración del momento.

(Recordándose rìe) Después se me dio por hacer bromas con los miembros que descuartizaba.
(carcajeándose)La mejor fue cuando saque un pene en un lugar público y lo tiré contra el piso
gritando:(Gritando)"Esta mierda no funciona". (mimando fuertemente el gesto de tirar el
miembro a tierra, ríe fuertemente cómo burlándose del hecho) (Aclarando) Eso si, nunca fui
un sexópata,(con asco)las violaciones me parecen de mal gusto...(Aclarando)Y aún menos fui
un psicópata pedocida,(enfatiza)nunca he inferido contra de un infante, especialmente porque
casi todos los asesinos de niños son coprófagos y a mi, la idea de ser comparado con alguien
que come sus propios excrementos, me disturba profundamente...

...con el tiempo, aprendí a reconocer el arte en tantos asesinos, aunque si de algunos, tipo
Albert Fish, debo admitir que con mi vocación era incompatible... (Aclara) ...comprendo el
placer enorme que produce el inferir dolor a una victima que busca en toda forma defenderse,
que si pudiera, sería mas creativa y feroz de uno mismo... ...no comprenderé nunca aquellos
que infieren dolor en quién no puede defenderse. (disturbado y asqueado) ¡Esa no es arte, esa
es locura pura! (con fastidio y pena) ...cientos de niños torturados, sediciados, obligados a
comer sus propios excrementos (Aclarando)

...no podrían nunca dar el placer de una victima robusta, fuerte, en salud que se encuentra
derrotada por un ser aparentemente indefenso y insignificante como yo... (Se acerca al bar, se
sirve otro trago y como si algo le llamara la atención vuelve a la realidad, esta encerrado )
¡Shhhh! Me parece escuchar un ruido... (Observando) Este baño, de veras, es maravilloso...
Siento las piernas anquilosadas, esta espera es eterna... (mima el modo como si quisiera
escuchar mejor poniéndose la mano en el oído y agrega en modo de hacer saber que esta
hablando un secreto) ...Nadie puede negar el suspenso innato de los baños... el silencio
sepulcral... las miradas furtivas... los ecos de pasos... los espejos... (Se silencia de solo... algo
esta sucediendo y murmurando continua...)

Ahí está... pobre victima. Para mi, es una marca más, para el país es solo un número estadístico
de muertos en los baños. ¡Pobre!. En realidad todos somos una estadística para alguien.
(Continua con sigilo describiendo lo que sucede) Esta es la parte que requiere más sigilo... Esta
haciendo sus necesidades.... ahora tira de la cadena, se acomoda la ropa, juega con el pasador,
las clavijas de la puerta hacen rumor mientras abre para salir de la letrina... (Se levanta yendo
detrás de su victima) ...va hasta el lavamanos, se oye el rumor del agua que corre mientras se
lava las manos... (Alza las manos como sosteniendo una hacha) ...y un segundo después,
cuando levanta su cabeza... me ve en el espejo, con el hacha en alto, como aquel humilde

tipo que tiene el poder de finalizar la mayor obra de arte con una bajada firme de telón...
(Mima el movimiento del hacha mientras describe) Veo el hacha caer, como en cámara lenta...
¡¡¡TZAC!!! Entre un omóplato y otro... Ahora una pausa y cae... (Se sorprende) ¿No cae?
(Aclara) ¡Claro yo lo estoy sosteniendo con el hacha! (Forcejea para sacar el hacha) ¡No puedo
sacarla!. Palanqueo y me quedo con el mango en la mano. (Mima el movimiento de quedarse
con el mango en la mano y sorprendido continua) Este tipo parece no tener sangre.

(Describe con la mano lo que mira) Ahora se ve un agujero en la mitad de su espalda, en el cual
se adivina la parte metálica de mi arma favorita. (Molesto hacia el público) Ya lo he dicho, este
tipo es hueco. (Fastidiado como justificándose) ¡Ya no lo sostengo e igual no cae!. (Cambia el
tono de voz sorprendido) Su cara en el espejo no dice nada. No me mira, me ignora... (Alzando
la voz molesto y desilusionado) ¡Lo maté y me ignora!. Salió del baño como si estuviera solo,
cómo si no hubiera nadie detrás de él matándolo.. ¡Cómo si no hubiese sucedido nada!. (Entre
si y sí)

No estoy seguro que sea lo correcto pero voy a ir detrás de él... (Molesto) ¡Tendría que haberle
cortado la cabeza! Lo sigo a unos metros por la vereda. Nadie se da cuenta de nosotros,
aunque ahora se le adivina una aureola roja alrededor del agujero. (Fastidiado) ¡Ya no se
puede confiar ni en tus propias víctimas! No puedo creer que siga caminando... ¿A dónde
va?... ¿Al hospital?... ¿A la policía?... (Recriminándose) Me siento un idiota que lo estoy
acompañando... ah, dobló por un callejón... (Saca su pistola)

Odio usar mi "38", un arma de fuego es indigna de un asesino pero esto es una emergencia. Lo
sigo, cruzo en el callejón y le grito: (Alzando la voz) "¿Señor me dice la hora?" El se detiene y
cuando se da vuelta para decirme la hora, le descargo todas las balas entre el ombligo y la
garganta, hasta creo que alguno salió por el agujero de mi hachazo anterior. Por fin, cae boca
arriba. (Se acerca al bar satisfecho, como si lo hubiera matado allí, se sirve un drink y continua
su historia, como una bella justificación) Me di vuelta dispuesto a irme antes de la aparición de
algún curioso, inicio a caminar cuando escucho detrás de mi: "Las once y media".

(Sorprendido) Me giro, y... ahí estaba, parado, hediendo a pólvora, cómo si nada hubiera
pasado... ...Salió caminando y cuando pasó por mi lado dijo un irónico: "De nada". Lo vi
encaminarse hacia la calle, cuando por la avenida apareció un autobús corriendo ad alta
velocidad, no dudé en tirarlo con todas mis fuerzas, detesto empujar a la gente, pero este tipo
me estaba desquiciando... el autobús lo tomo de lleno, fue hasta gracioso ver como lo lanzaba
por aire como a un muñeco de tela, mandándolo a rebotar en el cordón de enfrente donde
cayó rumorosamente llamando la atención de los pasantes, mientras estos se acercaban a
dónde había caído el cuerpo, este anormal se levantó, se sacudió la ropa y entró lo más
campante a un edificio, dejando todos, incluso a mi, como idiotas, sin comprender lo que
estaba pasando... (Se acerca al bar, se sirve otro drink y con aria de enojo agrega...) Entre los
tiros, la frenada y el golpe, la calle se llenó de gente. Me colé entre todos con cara de quién no
sabe nada, aunque si traía un enojo que volaba. Entro en el edificio, voy en el ascensor... con
los recuerdos de ese día me dan ganas de huir a mi casa... Lo busco por todo el hotel y ahí
estaba: dándose un baño de espuma, tarareando una cancioneta, en pelota, dentro el agua
que fumaba vapor y aroma de vainilla. (Alzando la voz) No lo pensé demasiado, entré y patee
el equipo de audio adentro de la tina. El chispero y el humo le dieron efectos especiales

especiales a sus sacudones. Me quedé un rato mirando al gordo que se chamuscaba con cara
de desconfianza... Finalmente dejo de estremecerse y hasta que vi el último de sus espasmos
me retuve satisfecho... (Mima el movimiento y el placer de ver imaginariamente el tipo que
chamusca en la tina) Ya me iba, me giro yendo hacia la puerta, cuando escucho detrás de mi:
"disculpe, ¿tiene fuego?" (Sorprendido) ...me volteo... ...Ahí estaba otra vez, de pié enfrente de
mi, completamente desnudo, con los pelos de punta, chorreando espuma por los
agujeros... ...con un cigarrillo apagado entre los dedos... (Reflexionando)

¿Sucedió de nuevo? Veo mi mirada reflejada en sus ojos, sus ojos apáticos, que no mostraban
el mínimo síntoma de dolor o miedo. Me sorprende verme sorprendido enfrente a esta
historia frita y refrita con la que no encuentro alguna familiaridad. ¿Cosa esta sucediendo?
(Hacia el público) Me doy cuenta de la respuesta mecánica a mis preguntas, continuaba a
repetirlas hasta el cansancio. Escucho el bisbiseo de un televisor encendido en la cámara al
lado... (Reclamando a sí mismo) No importaba cosa estaba sucediendo, era la praxis, el modo
en que enfrentaba las cosas, ese argumento nunca terminado, esta obsesión que se había
hecho el único objeto de discusión conmigo mismo.
(Justificándose) Hablaba siempre conmigo, había logrado una sintonía que nunca habría
imaginado de lograr alcanzar con nadie, y aún menos que fuera construirle... (Con tristeza)
Todo nació de mi deseo de distraer el miedo dentro de mi, después de la muerte de mi padre,
mi madre se había vuelto ausente, como si aquello que era realmente mi madre hubiera
logrado escapar con su otra mitad, dejando un cuerpo apagado y vacío detrás de si. (Con
calma, lentamente) Veo una vieja silla a vaivén en madera despintada en un angulo, un sillón
en piel desaliñado, y me sorprendo a fijar en el vacío. (Describe los objetos)

En el angulo de la estancia miro un libro de abierto con la portada manchada, las hojas
amarillas y dobladas, el titulo lo conozco muy bien, “De Profundis” de Oscar Wilde. (Discursivo)
...lo encontré en una venta callejera una vez, me llamo la atención el título y lo compré por
unos centavos,(con temor)estuvo sobre mi mesa de noche por mucho tiempo, no me atrevía a
leerlo y sin embargo muchas veces me prometí de hacerlo. (Angustiado y temeroso) Un día
pasé horas y horas inmóvil, olvidándome de cocinar, de lavarme, de dormir, observando el
libro sobre mi comodín y las horas se volvieron días y los días semanas, tantas cosas no habías
estado así tan presentes en mi existencia, mi vida no había sufrido ningún cambiamiento, si

embargo, había algo en ese libro que me provocaba terror de avecinarme, (Con decisión) ...un
día lo hice finalmente... (Hojea el libro lentamente como si lo estuviese leyendo) ...y descubrí
que todos mis miedos eran injustificados, en total el libro resultó solamente una enorme carta
de amor del autor a su amante homosexual... (Pausa... retorna a ver a su victima) ...detrás de
este bofo personaje, fumante, lleno de agujeros, con el cigarro apagado entre los dedos, veo el
balcón con una puerta ventana cerrada a través de la cual se notan los edificios circundantes...
(Con violencia) ...lo casé del pescuezo con tanto impulso y fuerza que los dos nos fuimos a
estrellar en la ventana rompiendo los vidrios...

vidrios... sentí cómo los pedazos de vidrio hendían sus carnes y las mías mientras los dos
precipitábamos de cabeza afuera del balcón... ...el aire era fresca afuera, caíamos desde un
décimo piso. Fue rápido y contundente. Hasta escuché el rumor de mis huesos que se
frantumaban contra el suelo, la explosión de los órganos y cómo mis venas y arterias se
hinchaban hasta reventar... (Cae al suelo...) En medio del charco de sangre, con la cara
aplastada contra las baldosas, el cráneo medio explotado y una poltilla suculenta que era lo
que quedaba de mis órganos.. lo último que veo, es un culo fofo, que se aleja entre la gente...
FIN DE “EL ASESINO”

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