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ARQUIDIÓCESIS DE PANAMÁ

PARROQUIA SAN MARTIN DE PORRES


CATEQUESIS DE ADULTOS
ETAPA III

ENCUENTRO N° 6
¡ME COMPROMETO CON MIS HERMANOS, SEÑOR!

Objetivo: Tomar conciencia de que el sacramento del Bautismo compromete a construir el


Reino de Dios en nuestra sociedad.

Nuestra Realidad:
En Panamá la mayoría de los indígenas viven en la pobreza, y es mucho peor: un alto porcentaje
de ellos sobrevive en la pobreza extrema, por eso son los mas pobres entre los pobres.

Hambre, desnutrición, enfermedades y desalojo de sus tierras son sus principales problemas. El
panorama no ha cambiado mucho para ellos en los últimos cien años. Principalmente, las
poblaciones indígenas panameñas luchan contra flagelos: pobreza, aparición de enfermedades
que se creían desaparecidas como la malaria. Sobreviven marginados de la educación, salud y
servicios básicos, así como presos de la discriminación racial.

Podríamos preguntar cómo es posible que se este dando esta situación, cuando se estima que
de mayor parte de la población panameña se denomina católica, por consiguiente, hay católicos
en todo el país y en todos los estratos sociales. ¡En dónde ha quedado el compromiso de
solidaridad y del amor al prójimo que adquirió toda esa población con el sacramento del
Bautismo? ¿Será que los bautizados no hemos tomado conciencia de este compromiso?

Reflexionemos y Dialoguemos:
Ser bautizados es injertarnos en el espíritu de criaturas nuevas en Cristo y dentro de un mundo y
una comunidad concreta. No nacemos del agua y del Espíritu para nosotros mismos nada más,
sino que tenemos una dimensión y trascendencia comunitaria.

El que recibe el Bautismo se convierte en creyente en Nuestro Señor Jesucristo, esa persona
comienza una nueva vida y se compromete a ser su seguidor y su discípulo. Convertirse en un
discípulo de Cristo es una experiencia personal y un compromiso colectivo.

Si los creyentes entienden el significado del compromiso que hacen en su Bautismo, esto se hará
evidente en el amor y cariño que mostraran a los demás miembros de la familia de Cristo. Por
este sacramento somos hermanos y hermanas unidos por la nueva de. Esta unión fundamental
de todos los bautizados, esta por encima de los “límites naturales o humanos de las naciones,
culturas, razas y los sexos “porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizaos, para no
formar mas que un cuerpo (1Co.13, 13)” (CIC 1 267), esto debe manifestarse concretamente en
la ayuda mutua y en el intercambio de sones materiales y espirituales (He 2, 44-45).
Ser bautizado es buscar el Reino de Dios en este mundo, combatiendo todo sistema que este
basado en la acumulación de riqueza, en la explotación del trabajador y en la dominación
ideológica. Es luchas por una sociedad en la cual las personas puedan ser mas libres, mas
humana, mas responsables, mas amigas y mas felices. Es vivir en el Espíritu de Dios preservando
la paz en medio del conflicto social, sin dejar que la ira y el odio nos dominen, con u compromiso
efectivo de amor en la construcción de una sociedad fraterna.

Debemos tratar de vivir como los primeros cristianos, quienes realizaban el designio de Dios
sobre la manera de vivir la fe dentro de la experiencia de vida en comunidad de la siguiente
manera:
 Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles “(He 2,42)
 Acudían asiduamente…. a la convivencia “(He 2,42), por las que los creyentes como
hermanos viven cercanos y se ayudan mutuamente en sus necesidades (He 2,44-45),
con atención especial a los pobres (ver He 4,34-35)
 Acudían asiduamente … a la fracción del pan” (He 2,42) con alegría, sencillez y mucho
entusiasmo (He 2,46)
 Acudían asiduamente … a las oraciones” (He 2,42) dando gracias a Dios que los ha
salvado, prolongando así la Eucaristía, gozando la simpatía de un pueblo que los
tomaba en serio (He 2,47)

La vivencia fiel de nuestro Bautismo nos exige vivir la fe en una comunidad concreta y en
nuestra Parroquia. Es tarea de todos renovarla para que llegue a ser realmente el lugar donde se
vive y en donde se ve la comunión entre los creyentes: en la escucha y conocimiento del
mensaje cristiano, en la oración, en la celebración de la Eucaristía, en la convivencia y apoyo
mutuo.

Ser bautizado es pasar de la muerte a la vida, es nacer de nuevos y comprometerse con el


proyecto de Dios, pero todas estas palabras pueden quedarse en simples teorías si como
bautizados no tenemos fe en que El nos puede resucitar a una vida nueva y ayudarnos a dar
testimonio de esa resurrección. Como creyentes en la resurrección quedamos comprometidos a
eliminar de nuestra vida todo los respira muerte: egoísmo, envidia, celos, avaricia, lujuria,
rencor. Por el contrario, la entrega, el servicio, la ayuda, la generosidad, el amor, el dialogo…son
signos de vida.

Jesús puede hacer de cada uno de nosotros una persona nueva, como hizo con su amigo Lázaro,
quien después de cuatro días de muerto volvió a la vida por la palabra eficaz del Señor (Juan 11,
1-45).

Actuar compromiso
Identificar a las personas que coordinan Pastoral Social de la parroquia para dialogar con ellas e
identificar como puedes cooperar

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