INTRODUCCIÓN

Esta comprobado que la enseñanza de los niños en sus primeros años de vida es esencial para
establecer un precedente de lo que será el resto de su vida. Dios sabe la importancia de dicha
enseñanza, es por eso que nos exhorta a amarlos, cuidarlos, instruirlos y proveerles todo lo
que necesitan en esta primera etapa de sus vidas; ya que, de lo contrario, su inexperiencia los
conducirá a errores que a futuro traerán consecuencias para sus vidas. Los hijos son la
herencia que Dios nos ha concedido, por tanto, debemos ser sabios a la hora de instruirlos.
Para comprender mejor el desarrollo de este tema, nos planteamos las siguientes preguntas:
¿Desde que edad los padres deben instruir a los hijos?, ¿Cuál es la naturaleza de los niños?,
¿Qué objetivos alcanzaremos con la instrucción a los hijos? Analizando en las Escrituras, en el
libro de Proverbios, nos enseña como padres, debemos instruirlos a nuestros hijos, y como
cristianos tenemos la responsabilidad de encaminarlos basado en la palabra de Dios. El
presente ensayo tiene como objetivo abordar enseñanzas a los padres con la finalidad de
instruir una educación correcta para los hijos.

LA SABIDURIA EN LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS

I. SI LO AMAS, INSTRUYELOS (Proverbios 22:6)

a) Instruye al niño en su camino

Los niños necesitan instrucción, la responsabilidad de los padres no es solamente verlos
crecer, sino educarlos, diciplinarlos, dedicarles tiempo, instruirlos según el camino que
demanda Dios, aquí se revela un trabajo individual. “No hay dos niños iguales” (Morgan)

b) Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él

Esto es un principio, que el Espíritu Santo puede convertirse en una promesa para los
padres preocupados por sus hijos adultos. Cuando un niño es instruido de la manera
adecuada, aunque puede apartarse por una temporada (y una temporada larga), como
principio regresará y no se apartará de él.

II. EL NO INSTRUIRLOS GENERAN CONSECUENCIAS DE POR VIDA (Proverbios 22:15)

a) La necedad está ligada en el corazón del muchacho

El padre no debe tomar por poco su responsabilidad o su tarea, ya que lucha contra una
obstinación y una perversidad innatas. Él debe derribar y edificar; para erradicar e
implantar (Waltke)

b) Mas la vara de la corrección la alejará de él

La disciplina física es una forma importante en que un niño puede ser instruido
moralmente. Cuando se aplica acertada y correctamente, la corrección física puede ayudar
a ahuyentar la necedad innata de un niño.
“La disciplina eliminará la inclinación de un niño a la necedad … El niño es moralmente
inmaduro; la instrucción debe suprimir la necedad y desarrollar el potencial.” (Ross)
 La Biblia da algunos ejemplos de hombres que no siguieron la sabiduría de este proverbio.
“Eli crió a sus hijos para derribar su casa. Los hijos de David fueron deshechos por el cariño
de su padre. Una mano suave, decimos, hace una herida más profunda.” (Trapp)

III. INSTRUYELOS Y DISCIPLINALOS A TIEMPO (Proverbios 19:18)

a) Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza:

Muchas veces la edad y las circunstancias nos limitan la oportunidad de una corrección
efectiva, debe castigarse a los hijos a una temprana edad, mientras hay oportunidad de
moldear la vida de ellos para el bien y enseñarles la conducta piadosa.

“Es mucho mejor que el niño llore bajo una sana corrección que el que los padres más tarde
lloren bajo el fruto amargo que ellos mismos originaron por una disciplina descuidada.”
(Bridges)

b) Mas no se apresure tu alma para destruirlo

No castigar a tu hijo en la temporada oportuna es trabajar para destruirlo. Muchos padres

traen mucha destrucción a sus hijos por negligencia.

“Los padres psicológicamente sanos no desean generar daño a sus hijos. Pero si no
emplean los medios de reprensión verbal dados por Dios para evitar actos de necedad y el
castigo corporal para evitar su repetición, de hecho, son involuntariamente parte del peor
castigo, su muerte.” (Waltke)

IV. LA DISCIPLINA EN EL NIÑO ES UN DELEITE PARA SUS PADRES (Proverbios 29:17)

a) Corrige a tu hijo, y te dará descanso

Muchos proverbios hablan de la importancia de corregir e instruir a nuestros hijos. Si los

dejamos a ellos mismos, o a la cultura que los rodea y no los corregimos, serán una fuente
constante de problemas, sin darnos descanso.

Es un placer para los padres solo conocido de quienes disfrutan de esta bendición, ver el
feliz resultado de la buena educación que dieron a sus hijos, y contemplar la perspectiva de
un buen porvenir para ellos tanto en este mundo y en el otro.

b) Y dará alegría a tu alma

Todos los padres quieren la alegría en el alma. Hay un sentido en el que Dios apela a
nuestro propio interés. ¡Si no corriges a tu hijo porque es bueno para él, hazlo porque es
bueno para ti!

CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA