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APOLOGETICA:

Análisis Crítico
La apologética, como disciplina de justificar racionalmente las creencia propias
(Glosario del texto Apologética, Norman Geisler – Ron Brooks), se afina a cuidar la
verdad de las escrituras (La Biblia) inspiradas por Dios; el Canon Bíblico en la que
se basan éstos registros divinos fueron sometidas a ciertas criterios y compendios
de la que se basa la fe cristiana, el primero; que se les atribuye la autoridad de las
escrituras por los Apóstoles de Jesucristo y sus colaboradores inmediatos, donde se
desarrolló históricamente como debía ser la práctica y doctrina como resultado de la
inspiración de Dios. Así mismo, la evolución, si se quiere expresar así, éstos
grupos, su naturaleza del antiguo Testamento quien va originando y formar parte del
nuevo Testamento, éstos asumidos por el canon y admitido por los judíos en el
periodo de Jesús, vienen y en a ser los testimonios de los Apóstoles dando
referencia a Padres Apostólicos que se discutieron en la que se encuentra;
Clemente de Roma, cristiano insigne de finales del Siglo I, quien perteneció a este
grupo por haber transmitido la predicación de los apóstoles de Jesús de Nazaret, se
dice que Clemente habría gozado del trato con los apóstoles y recibido el elogio de
Pablo por la colaboración prestada a los cristianos de Filipos (Filipenses 4;3). Así
como Clemente, existieron otros literatos cristianos que existieron a finales del siglo
I, y al comienzo del II, conocidos como Padres Apostólicos quienes dejaron
evidencias escritos por sus experiencias vividas con los Apóstoles de Jesucristo. Los
mismos, se demostraron la verdad de las enseñanzas de los Apóstoles y del Señor,
aunque no han sido tomados como palabra inspiradas por Dios.
En los siglos II y III, comienza la elaboración los primeros cambios de los escritos de
un formato a otro, los rollos pasaron a ser manuscritos o códices, que su forma eran
separados por páginas que se podían coser por un extremo y permitía ampliar su
contenido. En esta etapa de la historia, en sus comienzos se detallan la veracidad
del canon de la Sagradas Escrituras, en la que la iglesia usó criterio para aprobarlas,
aunque hubo hechos que se interponían ocurrido en el siglo IV, esto sirvió para
afianzar el canos pero estos libros que hoy se conocen como el Antiguo y Nuevo
Testamento tienen autoridad de sí misma.
En otro sentido la Apologética ha servido de herramienta de seguridad de los
escritos del AT y NT, según en el libro de Apologética (Norman Geisler – Ron
Brooks, pág. 192-193), refiere a la confiabilidad de éstos libros por varias razones;
Primero, todos los manuscritos, sin que importe quién los preparó o dónde se
encontraron, concuerdan en forma abrumadora. Segundo, concuerdan con otra vieja
fuente del Antiguo Testamento, la llamada Septuaginta (la traducción al griego) que
data del segundo y tercer siglos. Por último, los rollos del Mar Muerto proporcionan
una base de comparación del milenio anterior a la época en que se escribieron
nuestros manuscritos. Cabe señalar que, estas evidencias demuestran que la
palabra de Dios escritas por los antepasados (Apóstoles y Profetas), no han sufrido
cambios, hay estudios de esta época que ha demostrado la veracidad como por
ejemplo; Un académico observó, que las dos copias de Isaías encontradas en las
cuevas de Qumran “resultaron ser idénticas, palabra por palabra, a nuestra Biblia
hebrea estándar en más del 95% del texto. La variación del 5% consistió
principalmente de obvios errores de pluma y variaciones ortográficas”. Dejando así
que los escribas se dedicaban de forma reverente a realizar un trabajo con mayor
exactitud en el copiado del original a otra copia, y de copia a copia hasta nuestros
días. Cabe señalar, que el material de estos escritos fueron elaborado de una
manera muy artesanal ya que en esa época no existían sistemas de imprentan como
las que conocemos, aun así, los escribas usaban material sacado de tejidos
vegetales y formaban lo que se conoce como papiro y de la piel de oveja el
pergamino que para ese tiempo era mas resistente pero de mayor costo del mismo.
Un aspecto que podemos destacar es el uso de la Arqueología como ciencia para la
confirmación de que se ha demostrando la veracidad sobre los escritos del Antiguo y
Nuevo Testamento, uno de los especialista; Nelson Glueck formula que,
Efectivamente, “puede expresarse de manera categórica y clara”, ningún
descubrimiento arqueológico ha negado jamás una sola referencia bíblica.
Muchísimos son los hallazgos arqueológicos que confirman declaraciones históricas
de la Biblia con detalle exacto o claro esquema. Cabe destacar que, la arqueología
no es como otras ciencias que se pueden hacer una y otra vez las pruebas, ésta
solo se basa en las evidencias que quedó de aquella época o civilización que se
somete a estudio, siempre trabaja con pruebas palpables, hasta el presente con
estos métodos utilizados por la arqueología demostraron la veracidad de la historia
del desarrollo que tuvo el Antiguo Testamento, y ya para el periodo del Nuevo
Testamento los investigadores sus estudios basado en los estudios de Lucas, los
relatos vividos ese n esa época y la muerte de Jesús, estos elementos sirvieron para
la autenticidad del Nuevo Testamento como se dice que hay preguntas sin
respuestas pero se ha mantenido esta verdad.
En contexto de la Creación, con los hallazgos arqueológicos ha permitido que la en
el Libro de Génesis en sus primeros capitulo se sostenga la forma como Moisés
relató la creación de Dios, todo pasó realmente y estos hechos fueron sometidos a
varios estudios por diferentes especialistas de cada época y ha demostrado que no
es mito o historia fantástica, que otras ciencias han querido desacreditar la teoría de
Moisés, en la que el con su cultura y su cosmovisión defendió lo que Dios hizo y así
quedó demostrado hasta el día de hoy.
Otro tema en particular debemos observar desde la palabra de Dios son las
denominaciones, que han dividido el cuerpo de Cristo que es la iglesia. Hoy en día,
no es suficiente decir soy hermano en Cristo. Casi siempre añadimos algún otro
calificativo ya sea bautista o aliancista o Nazareno o metodista, entre otros. Esto es
equivalente a fraccionar la unidad que ya tenemos en Cristo los que somos de
Cristo. Aún en el primer siglo, ya se estaban echando raíces para lo que tenemos
hoy en día, pero esta conducta de la iglesia de Cristo fue severamente cuestionada
por el apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios (1ª Corintios 3:1-9). En la
iglesia de Corinto había celos, contiendas y disensiones. Esto fue el caldo de cultivo
para que surjan las facciones dentro de la iglesia. Una facción eran, digamos los
paulistas. Eran los seguidores de Pablo. Otra facción eran, digamos los Apolistas.
Eran los seguidores de Apolos. Entre las facciones no tenían buenas relaciones.
Cada facción levantaba su propia bandera. Cada facción hacía la obra del Señor a
su manera. Cada facción se jactaba de ser más espiritual que la otra. ¿No le parece
que algo similar acontece hoy en día entre la infinidad de denominaciones que existe
en la iglesia de Cristo?. Cada denominación levanta su propia bandera, cada
denominación hace la obra del Señor a su manera, cada denominación se siente
superior a las demás, cada denominación piensa que está en la verdad y todas las
demás están equivocadas. Pero, ¿Que dijo Pablo al ver esta triste realidad? Les dijo:
Hermanos yo no puedo hablarles como a espirituales sino como a carnales, como a
niños en Cristo. Hoy día, se sabe que en el cielo no va haber distinciones el libro de
Apocalipsis no habla de que si una denominación creada por los hombre es la que
va a entrar a la nueva Jerusalén.
JOSE GREGORIO CARRASCO GARCIA
C.I.: 12089164

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