TRABAJADORES URBANOS
Y SINDICATOS EN CHILE:
1902-1927
Peter DeShazo
‘Traduccién de
Pablo LarachINDICE
Siglas y abreviaturas
Agradecimientos
Introduecién
[URBANIZACION & INDUSTRIALIZACION
Urbanizacion
Industrializacian
La fuerza laboral
EL Taajo EN LA crupaD
Gontratacin laboral
Calificacién laboral y trabajo realizndo
Satarios
Los horarias de trabajo
Gondiciones det lugar de trabajo
El desempleo las puestaslaborales
Los empleadores y su ideologia
Conclusion
LAS CONDICIONES DE. VIDA
DE LA CLASH OBRERA URBANA
Vivienda
La dieta y el costo de vida
Vestuario
Salud
Las muyjeresy la familia
Eéueacion
ul
5
v
aL
31
38
a7
55
55:
58
109
1
15
18
122Crenciasreligiosas
Bxparcimiento
Aleshotismo
Griminalidad
Crédito
Conclusion
EL SURGHMIENTO DE LOS SINDICATOS,
1902-1908,
Los trabajadores organizadas antes de 1902
El impalso al sindicalisma, 1902-1907
Huelgas, 1902-1908
La escena laboral de la nacin
Estadisticas de huelgas, 1902-1908
El trabajo en decive
La politica y los trabajadores urbanos
Las elites y ta cues social
DECADENCIA, RECUPERACION Y DEPRESION,
1909-1916
Las sindicatos
Huelgas
Los trabajadoresy la politica
Las elites y los trabajadores
Bxrro oRcaNizarivo,
1917 1920
Bl impetu sindicalista
Accién mancomunada
Huclgas
Los trabajadoresy las elecciones de 1920
125
17
130
133
135,
137
ML
142
To
159
173
m4
7
79
185
193
193.
202,
207
209
216
230
238
250
Depaesion y prcuve, 1920-1923
La represin de Sanfuentes
La luna de mie
La contranfensiva de los empleadores
El tamano de los sindicatos
Elaoance de la ideologia
LLEYES LABORALES, POLITICA ¥ REPRESION,
1924-1927
Los sindicatos y las huelgas
‘Moviligaciones en masa, cooplacién y represion
La politica de la clase obrera
Elfin de wna era
Cowe1uston:
(CRECIMIENTO ¥ NATURALEZA
Los sindicatosy ls empleadores
El conflicto industrial
Las organizacioneslaborales 9 el Estado
La legatidad del movimiento obrero
Anpxos
Anexo N° 1: Huelgas en Santiago y Valparaiso,
1902-1925
Anexo N° 2: Simpatigantes anarcosindicalstas y anarguistas
que tenian posiciones de importancia en el PS (1933-1940)
Fuentes y bibliografia
257
257
265
269)
27
286
299
300
308
320
329
839)
345;
346
353
357
363
37
37910
SIGLAS Y ABREVIATURAS
ADGT
AE
alr
aAlv
AM.
ANCh
AOAN
BOT
BSOFOPA
¢
ccu
SAV
D
per
EEUU.
etc.
FECh
FOCh
FOKCh)
FOOC o veces FZA, UIC
FORA
FORCh
FTCh
FZA a veces FOOC, UIC
ISR
1ISG
un
Archivo de la Direccion General del
‘Trabajo, Santiago
Anuario Estaditco, Santiago
Archivo Intendencia de Valparaiso
Ante Meridiano
Archivo Nacional, Santiago
‘Asamblea Obrera de Alimentacién
Nacional
Boletin de la Oficina del Trabajo, San-
tiago
Boletin dela Sociedad de Fomento Fabrit
Santiago
centavos
‘Compaiiia de Cervecerias Unidas
‘Compaiiia Sud Americana de Vapo-
res
Departamento
Direccién General del Trabajo
Estados Unidos de Norteamérica
etcétera
Federacion de Estudiantes de Chile
Federacién Obrera de Chile
Federacion de Obreros de Imprenta
de Chile
Federacién de Obreros y Obreras en
Calzado
Federacién Obrera Regional Argen-
tina
Federacién Obrera Regional de Chile
Federacién de Trabajadores de Chile
Federacion de Zapateros y Aparadoras
Internacional Sindical Roja
International Instituut voor Social
Geschiedenis, AmsterdamIWMA International Working Men’s Asso-
ciation
IWW Industrial Workers of the World
Je junior
1 Titro
M_ Municipio
m metros
nota
N° niimero
N.delT. Nota del traduetor
OT Oficina del Trabajo
op.cit. obra citada
P. pagina
P Provincia
PC Partido Comunista de Chile
PD Partido Demécrata
PM, Pasado meridiano
POS Partido Obrero Socialista
pp. paginas
PR Partido Radical
PROFO Public Record Office, Foreign Office,
London
PSNC Pacific Steam Navigation Company
RILU Red International of Labor Unions
SE Sintesis Estadistica, Santiago
S/Ed. sin editorial
SIG
SOFOFA — Sociedad de Fomento Fabril
ss. siguientes
UECh — Unién de Empleados de Chile
UIC a veces FZA, FOOC —Unién Industrial del Cuero
USNA United State National Archives. Wa-
shington
USP Union Sindical de Panaderos
USRACh — Uni6n Social Republicana de Asala-
tiados de Chile
vol. volumen
2
A is ior Andrea y Po!
‘ya mi ni LilyAGRADECIMIENTOS
‘Me encuentro profundamente agradecido con mucha gente que me ayuds
cen este estudio, a quienes quisiera agradecer.
‘La investigacién de campo la llevé a cabo en Holanda, Inglaterra y Chile
durante 1974 y 1975 gracias al apoyo de la FulbrightHayes Commission
‘Thea Duijker, del Instituto Internacional de Historia Social de Amsterdam,
fue muy generosa con su tiempo durante mi estadia en Amsterdam, Me en-
cuentro completamente en deuda con mis amigos, Maria Saavedra, directora
del Archivo de la Direccion General del Trabajo, y con Francisco Benimelli,
encargado de Ia seccién periddicos de la Biblioteca Nacional en Santiago.
El difunto Patsicio Estellé me concedis valiosos privilegios cuando dirigia el
‘Archivo Nacional de Chile, También me gustaria agradecer al personal de las
instituciones antes mencionadas, como también a aquellos del Public Record
Office en Londtes, de la Biblioteca del Instituto Nacional de Estadisticas y
de la Sociedad de Fomento Fabril en Santiago; a los de la Biblioteca del
Congreso en Washington y a los de la Memorial Library of the University of
‘Wisconsin-Madison.
‘Thomas E, Skidmore me ayud de manera muy valiosa y en forma muy
apreciada en cada etapa del estudio: planificacién, financiamiento, investiga-
ci6n, eseritura y preparacin del texto para su publicacién. Peter H. Smith,
Richard U. Miller, Paul W. Drake y Richard J. Walter me ayudaron a través
de sus valiosos comentarios que pudieron mejorar este estudio.
Otras personas que contribuyeron con su ayuda incluyen a Clotario
Blest, Priscilla Grand, Bob Halstead, Luis Heredia, Gonzalo Izquierdo, Pélix
Lopez, Luis Miranda, Agustin Pepay, Olga Pérez, Daniel Schweitzer, Larry
Stickell y Nene Vega
Como, asimismo, al Centro de Investigaciones Diego Barros Arana de la
Direccién de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile, y a todos quienes, de
‘una u otra forma, hicieron, con su labor, posible esta versién en castellano,
Medellin, Colombia
Diciembre de 1981
Santiago, Chile
Noviembre de 2007
5INTRODUCCION
Este estudio trata del proletariado en las ciudades de Santiago y Valparaiso y
de los sindicatos que éstos creaton, Comienza con la primera huelga registrada
de una sociedad de resistencia en 1902, y termina en 1927 con la represion
del movimiento obsero organizado @ manos de Carlos Ibaiiez.
Durante el cuarto de siglo en cuesti6n Chile sufrié cambios fandamentales
y trascendentales en el cual la vida econ6mica estuvo dominada por la industria,
salitrera, con lo que importantes fluctuaciones en la produccién y exportacién
del mineral resultaron en una serie de ciclos de expansién y retroceso después
de 1914. La manufactura local, la extracci6n de carb6n, la extensién de los me-
dios de transporte y los proyectos de construccion y obras publices, dependlian
considerablemente de la capacicad de la industria salitrera en generar ingresos
parael gobierno nacional. Ello, través de un impuesto sobre la exportacién de
Jos minerales, el empleo de una gran fuerza laboral y el sostenimiento de una
alta capacidad para importar los bienes de capital necesarios. Las crisis de la
industria salitrera, causadas por la repentina pérdida de los mercados extranjeros,
repercutieron sobre la economia en 19L4, 1919 y 1921 provocando desempleo
generalizado y la pérdiida de bienestar para las clases media y proletaria. La
inflacién era un factor intrinseco de la economia chilena durante el periodo
comprendido entre 1902 y 1927 sumandose a la miseria de los asalariados. La
industria experimentaria su iltimo momento de prosperidad en 1928-1929 para,
Iuego caer victima de la gran depresién de 1930.
Elcrecimiento econmico de principios del siglo xx estimul6 el incremen-
to en la migracion de poblacién rural al norte y a las ciudades de Santiago
y Valparaiso, donde los nuevos trabajos que se estaban abriendo pagaban,
salarios mucho més altos de los que se ofrecian en el campo. Por esto el por-
centaje de personas que vivia en las urbes creci6 rapidamente y Santiago se
transformé en un importante centro urbano, Al formar la base de una nueva,
clase trabajadora urbana los emigrantes que provenian de los pueblos y del
campo se adaptaron rpidamente a la vida en la capital
Los perfiles de la economia y de la urbanizacién hicieron presién sobre
la “Republica Parlamentaria’, sistema politico chileno establecido en 1891
Imego de una sangrienta guerra civil. Una oligarquia de grandes terratenientes,
financistas, duefios de minas y comerciantes controlaba la vida politica a través
de sus partidos tradicionales, de los cuales los dos més importantes eran el
Conservador y el Liberal. Bajo la Repablica Parlamentaria, el Congreso ejercia,
”un poder efectivo y el Presidente disfrutaba de una influencia muy limitada. EL
control del Congreso, que se adquiria generalmente juntando en coaliciones,
a los partidos grandes y pequeiios con sus fracciones, era la clave del éxito.
La legislaci6n limitaba el sufragio a los hombres mayores de edad y letrados,
pot lo que se privaba de derechos civiles a la masa de trabajadores rurales y
‘una parte de la clase obrera urbana. Los partidos oligarcas frecuentemente
compraban los votos de los trabajadores con derecho a sufragar por medio
de un proceso llamado cohecho, transformando las elecciones parlamentarias
y presidenciales en un carnaval de corrupeién,
EI sistema funciond mas o menos bien hasta que se vio amenazado por
la frustracion de la clase media y el creciente descontento de la clase obrera
después de 1917. El deseo de un cambio socioeconémico sobrepas6 la habilidad
de las elites chilenas para reformar el sistema o incluso reprimir a aquellos
que lo amenazaban. Un golpe militar salv6 a la Repablica Parlamentaria de
su autodestrucci6n en septiembre de 1924 y, la nueva constitucién de 1925
propuesta en un clima de extrema presion social, afect6 profundamente la
tradicional influencia de los partidos oligarcas al dotar al Presidente de un
‘gran poder a expensas del Congreso.
‘Los aftos 1902-1927 fueron testigos de un dramatico cambio en el poder e
influencia de la clase obrera chilena. La clase obrera organizada se levanté de
un papel casi insignificante al comienzo del periodo, paso aser un demandante
del poder politico y economico. Un candente conflico entre patrones y traba-
jadores forj6 un sistema de laissez-faire en las relaciones industriales durante
estos afos, sistema que estimuld el crecimiento de sindicatos independientes,
y radicalizados, capaces de desencadenar olas de huelgas y de desestabilizar
el orden establecido. Las elites se movieron finalmente en 1924 para limitar
la independencia de la clase obrera mediante una seric de leyes pensadas
para subyugar a los sindicatos bajo el dominio de los patrones y el Estado.
Estas leyes laborales, las primeras de su tipo en Latinoamérica, sentaron las,
bases para un sistema de relaciones industriales ~durante los aios treinta~ en.
el cual la politica y la asociacién electoral con el ala izquierda de los partidos
politicos, en lugar de la negociacién colestiva con los patrones, se convirtieron
en importantes objetivos para los sindicatos
Diverses razones hacen centrar la atencion de este estudio en os trabajadores
y sindicatos de las ciudades de la zona central. Durante este perioclo, Santiago y
‘Valparaiso eran interdependientes econdmica y financieramente. El puerto de
‘Valparaiso era a estacién de paso para bienes y personas que, ya scaentraban a
Santiago o se iban al extranjero o ala zona salitrera del norte. La comunicacion
entre las dos ciudades era buena para los estandares de la época. Durante el
primer cuarto del siglo xx, ambas ciudades tenfan la mayor parte de los trabe-
jadores industriales y de los establecimientos manufactareros de Chile, siendo
‘aqui donde los sindicatos mas importantes echaron sus raices. Los trabajadores,
18
de las ciudades de la zona central lideraron las huelgas en el ambito nacional,
sacudiendo de manera efectiva as bases socioeconémicas dela sociedad oligaica,
Elambiente urbano de las ciudades de Santiago y Valparaiso también nutrié un
movimiento anarcosindicalista que prob serla fuerza mas dinamica al momento
de organizar @ los trabajadores chilenos alo largo del pais.
Debido a esto, los trabajadores urbanos y las organizaciones de la clase
“obrera ¢jercieron una mayor influencia sobre el comportamiento de la elite, de
lo quelo hicieron aquéllos en el norte o en el sur. Los lideres politicos vivian en.
‘Santiago y podian presenciar personalmente los mitines de la clase obrera, las
‘manifestaciones del primero de mayo y las protestas, lo que les permitia medi
el efecto de las huelgas. Grandes estallidos de violencia y huelgas en Valparai-
so enviaban inmediatas ondas de choque a Santiago debido a la cercania del
puerto con Ia capital y a su interdependencia econémica. Todas las huelgas,
excepto las mas prolongadas, violentas e importantes en otras partes del pais,
pasaban desapercibidas para las elites. Sélo después de que hubiese ocurrido
luna matanza y la situacin se hubiese “normalizado” mediante la represién,
éstas se enteraban de la gravedad de los disturbios en el norte y en el sur. Es
por esto que los esfuerzos de la clase obrera en Santiago ¥ Valparaiso tenia un
‘mayor impacto al realizar estas manifestaciones en numerosas ocasiones. La
protesta de Valparaiso en 1903 condujo a la inmediata introduccién en el Con-
greso dela ley del “descanso dominical”, que no se aprob6 hasta después de la
hhuelga general de Santiago, en junio de 1907. La suspensién de un impopular
Impuesto sobre la care imporiada argentina se produjo en la vispera de una
sgigantesca protesta en Santiago en diciembre de 1905. La ley de residencia de
Subercaseaux, disefiada para poner freno a la “subversién” en el movimiento
obrero, fue presentada al Congreso en julio de 1912, inmediatamente después
de la exitosa manifestacion del 1 de mayo, a la que se sum6 un incidente te-
rrorista en Santiago y una huelga general realizada en junio en Valparaiso. La
ley de residencia de Jaramillo leg6 al Congreso en medio de la huelga general
de Valparaiso en 1917, siendo aprobada en noviembre de 1918, luego de una
masiva reunién de la clase obrera en Santiago. La lista de tales relaciones de
causa y efecto es larga y claramente demuestra que la elite presentaba y pasaba
las leyes con respecto a la clase obrera reaccionando a los sucesos que ocurrian
cen las ciudades de la zona central
Los lectores familiarizados con la historiografia de los movimientos sin:
icales en Chile encontrardn que las conclusiones a las que se llegan en este
estudio van en contra de la mayoria de las interpretaciones anteriores. Una
compilacion de la literatura produciria la siguiente descripcién estandarizada
de Ia historia de la clase obrera a principios del siglo xx': El salitrealiment6 a
"Bsa isin ovtodoxa dela historia de a clas obrera en Chile fe formalda por Hernéa
Ramitez Necochea y Julio César Jobet,hstriadores oficiales de los partidos Combnista y So-
19In economia chilena desde 1880 en adelante y, conforme a ello, se desarroll6
‘el movimiento obrero en la zona salitrera del norte grande. Los trabajadores
del salitre, radicalizados por las duras condiciones de trabajo y la explotacion,
en una industria controlada en gran parte por capitales britanicos, se ubicaron
ala vanguardia del movimiento obrero al ongamnizar sindicatos combativos.
En la primera década del siglo xx, os trabajadores salitreros y en los puertos
del norte, fundaron las influyentes “mancomunales”, los mas importantes
sindieatos de Chile hasta esa fecha (véase mapa N°). Estas mancomunales
dirigieron una serie de huelgas en el norte que fueron rapidamente reprimidas
por el gobierno. En 1909, los trabajaclores conservadores fundaron la FOCh,
organizacién que se convertiria en la federacién obrera de mayor importan
en en el pais entte los aftos 1917 y 1927. Tkes afios después, los socialistas,
insatisfechos con las politicas reformistas, dieron un gran salto al formar en
Iquique el POS. Bajo la direccién de Lais Emilio Recabarren, quien contro-
laba tanto al POS como a los trabajadores salitreros, la FOCh fue ocupada
por elementos socialistas lo que condujo a una grandiosa restauracién del
‘movimiento obrero organizado desde 1917 hasta 1921. Fste proceso de radi-
calizacién se complet6 una vez que el POS se convirtié en el PC en enero de
1922, y la FOCh se uni6 a la Internacional Comunista,
Segin la descripeidn estandarizada, existieron otros sindicatos fuera de
la FOCh. Generalmente, eran pequeiios gremios de artesanos o trabajado-
cialis, repectivamente. Hemin Remitez N. hace breve mencién de los acontecmientos del
siglo x en Histiia del Movimiento Obvero en Chil, il x. Bo wa ibvo postevios, tledo Origen y
Formacin del Pati Comuisa de Chile, presenta ea vision en su forma mas pur, rdicuizando