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—iAleysha! Mamé grité desde abajo. —No quiero que salgas a escondidas esta noche mientras tu padre y yo no estamos. Me tapé la cabeza con la sudadera de Tony, que le habia robado, para ocultar mi olor y abr/ la ventana de mi habitacién. —Lo sé. Me lo habia dicho todas las noches de esta semana, y definitivamente no habia salido de casa ni una sola vez... 0 eso creia ella. Por lo que ella sabia, yo era la nifia perfecta a la que habia estado formando durante afios para que ocupara su lugar cuando ella dejara de ser alfa; la nifia que entrenaba sin descanso durante el dia sola porque su madre no le permitia entrenar con los lobos mas grandes; la nifia que se quedaba sentada en su habitacién toda la noche, estudiando libro de texto tras libro de texto sobre los alfas mas exitosos de la historia. Sus puntos fuertes. Sus debilidades. Todos sus movimientos. =Habio en serio, A —dijo, con voz severa y poderosa— —No salgas de esta casa. Miré a mi gato, Ruffles, que se detuvo a medio lamer para mirarme con descaro desde su lado de la cama mientras yo me arrastraba por la ventana, colgandome del alféizar de madera sdlo con la parte superior del cuerpo. — No lo haré. La luz de la luna entraba por |a ventana, iluminando el pelaje gris de Ruffles. Le di un beso y me solté de la ventana, cayendo dos pisos hasta el suelo. Con un ruido sordo, aterricé en un montén de balsas hinchables azules del lago, que habia colocado estratégicamente justo debajo de mi ventana por esta misma razén. Mamé sabia que me estaba entrenando para convertirme en alfa, pero no sabia que una mujer como yo tenia necesidades, Y esas necesidades me obligaban a estar en el lago todas las noches a las once para reunirme con Tony para nuestro bafio de medianoche. Me quité un poco de tierra de encima y levanté la nariz al aire, inhalando un tufillo a ceniza, carbén y malvaviscos de la casa de al lado. La puerta principal de la casa se abrié y me escondi detras de los arbustos del jardin. Mama y papa salieron de la casa para asistir a una reunidn urgente con otras manadas de la zona. Y, al parecer, no me habian invitado. Los observé impaciente, arrancando algunas bayas del arbusto y llevandomelas a la boca. Con las cejas fruncidas por el miedo, mama agarré con fuerza la mano de papa. —Viene Creed —susurré. Puse los ojos en blanco. Ya viene Creed. Ya viene Creed. Ya viene Creed. Eso era todo lo que habian estado susurrando durante toda la semana. El oh—tan—gran alfa del este estaba quemando as tierras, masacrando a los inocentes, tomande las manadas més débiles, y creando un imperio para si mismo. Y nosotros éramos los siguientes. Supuestamente. Papé cerré la puerta principal. —, Qué piensas hacer cuando venga? ‘Suspiré para mis adentros, deseando que se armara de valor, Queria a papa mas que a nada, pero a veces no podia pensar por si mismo. Desde que murié mi hermano Jeremy —frunci el cefio s6lo de pensar en él— no habia vuelto a ser el mismo. Habia perdido su propésito de liderar esta manada con mamié, y la dejaba dirigirla como quisiera, aunque sus decisiones no siempre fueran las mas informadas. ‘Si me escuchara, le diria que no se preocupara por nada. Los alfas como Creed eran faciles de elimminar siempre que tuviéramos los recursos adecuados: mujeres hermosas, una noche que nunca olvidaria y unas copas Con acénito. —Ha masacrado a todas las manadas a su paso — dijo mama, en voz baja—. —Ya no somos tan fuertes como antes, y —miré hacia mi ventana, y yo me aparté para que no me viera— Aleysha no puede luchar. Rompi una rama del arbusto y la cerré en un pufio, sintiendo una oleada de vergUenza. Aleysha no puede luchar. Sus palabras me golpearon con fuerza, me atravesaron el maldito coraz6n. Aleysha no puede luchar. Habia ojdo esas palabras toda mi vida. Todos en nuestra manada habian oido esas palabras, también, y todos sab/an que era verdad. Una inadaptada como yo no podia luchar, no después de que Jeremy fuera asesinado a sangre fria por esos salvajes granujas. Aleysha no puede luchar. Papa hizo callar a mama y le abrid la puerta del sedan blanco, Después de meterla en el coche, salié marcha atras de la entrada y aceleré calle abajo. Volvi a ponerme en pie, tiré el bastén al suelo y me apresuré a atravesar el frondeso bosque verde abrazada a mi misma. Maldita sea, Me esforcé tanto por hacerla feliz, por ser fuerte para nuestra manada, por ser alguien de quien pudieran sentirse orgullosos, pero... nunca estaria a la altura de su reputacién. No seria la primera hembra alfa en adornar estas tierras, como lo fue mami, y no poseia ninguna de las cualidades de los adorados y honrados guerreros de la familia de papa que habian ganado la Guerra de los Licdntropos siglos atras. Yo sdlo era Aleysha, la chica de diecinueve afios que se escapaba de la manada de sus padres para follarse a Tony enellago. El Bosque Salvaje Sanguinario se extendia miles de kilémetros a través de este continente. Y aunque mama s6lo poseia unos treinta kilmetros en cada direcci6n, los guerreros merodeaban por la espesa maleza durante kilémetros, en busca de picaros. Habia mas guardias en el bosque en comparacién con las ulti mas noches, lo que significaba una cosa. Mama esperaba que Credo Alfa llegara pronto. ‘Suspiré y tomé la ruta oculta hacia el lago. Me meti por una cueva desierta, bajé por un ligero aca ntilado ysalf de la propiedad sin que nadie me viera. Nadie conocia el camino secreto, excepto yo. Tras inspeccionar la zona unos instantes para asegurarme de que nadie me segu/a, rodeé una de las montafias mas grandes a las que Jeremy solia llevarme siempre y me dirigi directamente hacia el lago. El aire olia fresco esta noche, un aroma dulce pero desconocido que flotaba por el bosque. Mis dedos rozaron la nudosa corteza de los arboles mientras salia del bosque y me dirigia hacia la pequefia abertura del lago. La luna resplandecia en el agua, con los relampagos flotando sobre ella. Frunci el ceflo. Supuse que Tony llegaba tarde. Me senté en unas rocas y sumergi los pies en el agua, salpicdndolos y creando ondas. Lo Unico que habia estado deseando en las ultimas veinticuatro horas era que Tony me empujara juguetonamente al lago con toda la ropa puesta, que me viera empapada hasta la diminuta camiseta rosa de tirantes que me habia puesto para él, que se quitara la camiseta y me mostrara todo ese grueso miisculo que tenia debajo. Mi respiracion se agité y cerré los ojos, con el calor acumulandose en mi interior. Me moria de ganas de que me tocara los pezones. Dibujé un dedo contra ellos, endureciéndalos, Que me tirara del pelo. Inhalé el aire dulce y apreté las rodillas. Que me penetrara hasta que le suplicara que parara. Mi teléfono zumb6 en mi bolsillo y el nombre de Tony parpaded en la pantalla. camiseta rosa de tirantes que me habia puesto para él, que se quitara la camiseta y me mostrara todo ese grueso misculo que tenia debajo. Mi respiracién se agité y cerré los ojos, con el calor acumulandose en mi interior. Me moria de ganas de que me tocara los pezones. Dibujé un dedo contra ellos, endureciéndolos. Que me tirara del pelo. Inhalé el aire dulce y apreté las rodillas. Que me penetrara hasta que le ‘suplicara que parara. Mi teléfono zumbé en mi bolsillo y el nombre de Tony parpades en la pantalla. Lo siento. Papa me ha arrastrado a la reuni6n de esta noche con tus padres. No podré ir hasta més tarde. Me quedé mirando el teléfono y lo agarré hasta que se me pusieron blancas las yemas de los dedos. :Por qué me lo decia ahora y por qué no me habia invitado? Era casi ‘como si hubiera esperado hasta ahora porque no queria que yo supiera que iba a asistir a la reunion sin mi, la futura alfa. Tarareé al pensar que mamé habia Invitado a Tony a la reunién en lugar de a su propia hija. Mi teléfono ‘volvié a sonar y supe que era mamd regafidndome por ‘algo importante. El vinculo mental no funcionaba a esta distancia y ella nunca se ponla en contacto conmigo por cualquier cosa. Mamé: La manada Bloodline fue vista a diez millas de ‘nuestras fronteras. Seré mejor que estés en casa. Ahi estaba de nuevo. La manada Bloobline. Alfa Creed. Vuelve a casa ahora, Aleysha. Sabes que no puedes Juchar. Te partirén en dos, miembro por miembro. Morirds, como Jeremy, en manos de un monstruo. Volvi a meterme el mdvil en el bolsillo y me quedé mirando el agua. No mucha gente habia visto nunca a (Creed de cerca, y no pude encontrar ninguna foto suya ‘cuando busqué esta mafiana. La leyenda decia que mataba a tantos y tan deprisa que la gente ni siquiera tenia la oportunidad de vislumbrarlo. Pero los que habian sobrevivido a su brutalidad decian que parecia un dios, con una espalda esculpida por la mismisima Diosa de la Luna, tatuajes negros que le subian por las antebrazos y un espeso cabello castafio despeinado. Pero pense que era una mierda. Ningun alfa parecia Una rama se quebré cerca de mi en el bosque. Me incorporéy me tensé, Alguien habia encontrado mi Pequefio escondite en las Tierras Salvajes de Sanguine, y realmente no queria lidiar con quienquiera que fuese. —¢Tony? —pregunté, segura de que no era él, Olfateé el aire, pero no pude percibir ningtin olor familiar por ninguna parte. —Ahora mismo no estoy de humor para uno de tus juegos. Sabes que estoy aqui para una cosa — dije, poniéndome en pie ¢ Intentando calmar mi acelerado corazén. Definitivamente no era Tony, pero su nombre era la Unica maldita cosa que podia calmar mis nervios ahora mismo. Podia ser el hombre més irritante a veces, pero al menos merespondia cuando lo llamaba. Casi instintivamente, cerré los ojos y aspiré el aroma mas cautivador que jamas habia olido: avellana. —iY a qué has venido? —me pregunto alguien al oido, con una voz impecablemente suave y profunda. Me levanté de un salto, con el corazén acelerado enel pecho, y contemplé a un hombre desnudo que nunea antes habia visto. La luz de la luna brillaba en sus misculos ondulados, tenia el pelo alborotado en la cabeza y Sus profundos ojos marrones casi brillaban cuando se clavaron en los mios. Mi loba salté dentro de mi, dando volteretas en mi estémago, actuando vertiginosamente, como hacia con cada luna lena. Pero yo no estaba mareada en absoluto. Desde aquella pequefia cicatriz que le atravesaba la ceja izquierda en diagonal hasta aquella mirada cautivadora, me aterrorizaba la facilidad con la que se habia acercado a mi. —TU no eres Tony —dije, con la voz mas baja de lo que queria. Pero claro, él no era Tony. Tony estaba en la maldita reunién y probablemente lo estarla toda !a noche. Algo en él me decia que corriera y que corriera rapido, pero un alfa no hufa de cualquiera, sobre todo cuando no era una amenaza... todavia. Me mird, sus ojos Parpadeaban entre su color marrén humano y su dorado: de lobo, los caninos se alargaban de su boca y luego desaparecian casi con la misma rapidez. Una expresién desgarrada cruzé su rostro, pero luego apreté la mandibula y dio un paso hacia mi, —No, no lo estoy. Pero tengo curiosidad por saber por qué el tal Tony planeaba reunirse contigo aqui. Se acercé un paso mas y respiré hondo. Su olor estaba volviendo loca a mi loba. Lo Unico que queria era saltar sobre el hombre, ponerme a cuatro patas y dejar que nos llevara, hacer lo que pidiera. Estaba a escasos centimetros de mi, y reprendi a mi loba por todos los pensamientos sucios que pasaban por mi mente porque... Diosa... estaban empezando a volverme loca. Apreté los muslos para que no pudiera olerme. —Se alzaba sobre mi, su corpulencia hacia que la mia pareciera tan pequefia, y entonces me agarré la barbilla con los dedos y me obligé a mirarle a los ojos oscuros. Su tacto me produjo un harmigueo por todo el cuerpo, haciéndome sentir cosas que no deberia sentir por un desconocido, —Porque si lo era, voy a tenerme que cuidar de él. ,No? —pregunts, clavandome los dedos en (a barbilla. Tan dominante, tan escalofriantemente dominante. Reuni todos mis sentidos, enarqué una ceja y aparté su mano. —.No vas a qué? —pregunté, mirdndolo de arriba abajo—, —¢Vas a actuar de forma despiadada y despiadada ‘s6lo porque soy hembra y tu eres un... sexy... egoista troglodita que se cree mi duefio? ‘Cuando grufid, sus ojos destellando un impresionante dorado lobuno, me obligué a apartar la mirada. Papa me habia dicho que nunca me conformara con alguien que se creyera mi duefio, Tenia sangre alfa y pronto seria la alfa de la manada Darkmoon; merecia mas que eso. —No me interesa —dije, pero en cuanto las palabras salieron de mi boca, el corazén empezé a latirme en el pecho. Tal vez fuera la forma en que me miraba, como si quisiera devorarme, o la forma en que yo queria permitirselo, pero me ponia nerviosa. Mas nerviosa de lo que nunca habia estado. Volvi a posar la mirada en el lago e intenté admirar el ondulante reflejo de la luna. Esta vez me cogié la mandibula con la mano y se acerco hasta que se apreté contra mi. Podia sentir cada musculo de su frente. Cada musculo, Inspiré profundamente y apreté mas los muslos. Me acaricié |a mejilla con el pulgar. Era de una suavidad sobrecogedora, del tipo que me decia que, aunque no se abalanzaba sobre mi como haria cualquier alfa al ver por primera vez a su compajiera, él controlaba esta conversacidn, del tipo que me decia que podia estallar en cualquier momento, de! tiao que me hacia humedecerme. —Bonita —me dijo al oido, con voz ronca. Sumano se desliz6é desde mi mandibula hasta mi garganta. —Mirate... — acercé su nariz 4 un lado de mi cuello. —-Mi hembra acta como si no se hublera excitado desde el momento en que puso sus ojos en mi.— ‘Tragué saliva y lo miré fijamente, con el ronroneo de mi lobo ante su contacto. Me recorrid ligeramente el antebrazo con los dedos hasta llegar a la parte delantera de los muslos. El calor me calenté el cuerpo cuando sus dedos se detuvieron en la parte delantera de mis pantalones. Actuando como si no estuvieras mojada para mi —dijo. Apreté con mas fuerza y maldije a la diosa Luna por mi atraccién innata hacia él, Apretd su dureza contra mi muslo y me dejé sentir cada centimetro de él. —Actuar como si mi posesividad no estuviera haciendo que se apretara ahora mismo. Hice acopio de todas las fuerzas que me quedaban y empujé con firmeza mis manos hacia su tenso pecho. — ¢Sabes qué? Estoy cachonda. Mi cofio esta mojado. Y tu posesividad es una agresividad alfa exagerada en este momento. —Hundi los dedos en sumisculo, devorando sus ojos dorados de lobo con los mios, Luego, lade¢ la cabeza y le miré con desprecio. —Pero no vas a hacer nada alrespecto. Se rid entre dientes y me agarré de las muiecas, acercandose, con un mechén de su oscuro cabello enroscandose en su frente. —Oh, «no? —No —dije, rodeando sus dedos con los mios e inhalando el cautivador aroma a avellana—, no lo hards. —Entonces, zprefieres que Tony te toque asi? Me solté las mufiecas, me metié una mano entre las piernas y me froté el cofio con los dedos a través de los pantalones. Mis ojos se abrieron de par en par, me dolia el cofio. ‘Como no le contesté, apreté la mandibula. ,Para eso esté Tony? {Para hacer que te corras? , Para que se sienta bien? —El corazén me latia con fuerza en el pecho. Me miré fijamente con ascuas doradas en sus ojos marrones y... se rid, Me tensé y le agarré la mufieca, con el corazén palpitante. Joder. Joder. Joder, joder. Esto no era lo que esperaba. —Adelante, Gatita. —Me froté dulces y tortuosos circulos alrededor del clitoris a través de los pantalones. ‘Sus caninos rozaron el punto blando de mi cuello y casi gimo. —Apartame —murmurs contra mi oido. —Esta vez te dejaré. Apreté su mufieca con la mano, queriendo empujarlo hacia atras pero sin que se detuviera, De verdad, de verdad que no queria que parara. Mama me habia estado volviendo loca esta Ultima semana, y todo lo que queria era una liberacion. —Detenme, 0 realmente te daré una razon para alejarme. No sabia si gemir, empujario o hacer ambas cosas. La presién en mi interior aumentaba a cada momento. Necesitaba algo, cualquier cosa. Le miré fijamente a los ojos, queriendo retarle. —;Qué vas a hacer? Tirarme al suelo y destrozarme pedazo a pedazo —dije, el sarcasmo goteando de mi voz. (Grufié por lo bajo y hundié la mano en mi ropa interior. Casial instante, sus dedos se introdujeron en mi himedo Cofio, entrando y saliendo con fuerza. Me agarré a sus anchos hombros, clavando las ufias en el grueso misculo. Santo... Mi cofio se estreché contra él y retrocedi hasta chocar contra el drbol de neCreedt,, incapaz de contenerme. La presién en mi interior nunca habia sido tan intensa. El ‘siguid, sin sacar los dedos de mini una sola vez. El talén de su palma golped mi sensible clitoris una y otra vez, provocdndome una oleada de placer. —Las cosas que quiero hacerte —me dijo al oido, observande cémo reaccionaba mi cuerpo. Me rodes el cuello con una mano y apretd ligeramente. —inclinarte sobre mi cama y follarte hasta que no puedas mantenerte en pie. Te pondré de rodillas y veré c6mo me chupas la polla —me cogio la mano y la colocé sobre su dureza. La apreté, acaricidndola lentamente arriba y abajo. —Comere tu cofio mojado hasta que me supliques que pare.— Junté las cejas, gimiendo suavemente. Otra oleada de éxtasis. —Me encanta cémo palpita tu cofio en mis dedos. — Imagina lo apretado que te pondrias con mi polla dentro. Entrando y saliendo. Llenando este apretado... pequefic... cofio. Mi maldita Diosa de la Luna. =Ojos en mi —dijo, apretando mas su garganta. Lo miré, con la respiracién acelerada. —Sdlo yo. Me roz6 el clitoris con e! pulgar y me temblaron las piernas mientras me liberaba sobre él, sin romper el contacto visual ni una sola vez Me invadi6 una oleada tras otra de satisfaccién. Senti un hormigueo en todo el cuerpo. Cerré los ojos y gemi, moviendo las caderas sobre sus dedos, aguantando el orgasmo. Diablos, habia conocido a mi compafiero durante dos minutos enteros, y yo era un desastre. Me corria en sus dedos. Deseando mas. Tony nunca me habia follado tan bien. Siguid metiéndome los dedos sin parar. Envolvi mi mano alrededor de su mufieca, intentando quitarmelo de encima. —Me corri. Mis ojos se pusieron en blanco y me doblé, apoyando la frente en su biceps. Me invadié otra oleada de placer. —Es eso lo que hace Tony? Hace que te corras una vez y se va? —Me solté una carcajada vacia. -No he terminado contigo. No hasta que me lo supliques. Apreté los ojos y la presién en mi interior se hizo mas dificil de soportar, Mis ufias se clavaron en su mufieca y volvi a gemir cuando me liberé de él por segunda vez. iCémo podia...? Me sonrié con satisfaccién. —{Cudnto crees que durards? preguntd. —{ Diez, quince veces? Mis ojos se abrieron de par en par y le aparté la mano. —Por favor, diosa de la Luna, ya basta. Tenia la mente nublada por el aroma a avellana y el cuerpo me hormigueaba en todas partes. Ni siquiera habia tocado el resto de mi, pero mi cuerpo queria mas. Mi cuerpo ansiaba mas. POV Creed —siete afios —dije, tumbandome en la hierba junto a la mujer mas hermosa que habia visto nunca. Con unos mechones castafios que le caian perfectamente por la espalda y la forma en que la luz de la luna rebotaba en su piel palida, mi compafiera era preciosa. —No esta mal. Estaba tumbada a mi lado, con el pecho subiendo y bajando con cada fuerte respiracién. El agua del lago apenas me mojaba los talones. La miré cerrar sus grandes ojos azules con total felicidad. Olia a limones recién cogidos, mis favoritos, y me recordaba a mama. Mis dedos rozaron el hueso desnudo de su cadera en pequefios circulos relajantes. Lo Unico que queria era llevarmela a casa, dejarla dormir en mi cama, alejarla de Tony y de supenetrante olor, que |a envalvia por todas partes. —Alfa’, dijo mi beta, Liam, a través de nuestro enlace mental. —Tenemos un problema. —4No puedes encaraarte ti? —prequnté, apretando los labios, —Estoy ocupado. Hubo una pausa al otro lado del enlace mental y luego Liam dijo: —Es urgente. Aunque queria llevarla a casa, no podia. Los guerreros de mi manada habian corrido a esta parte del Bosque Salvaje Sanguinario por una raz6n y s6lo por una razén. La Piedra Malavite. ¥ no podiamos irnos sin ella. La necesitébamos mas que a nada. —Estaré alli en quince minutos —dije, mirando el agua ondulante. Mi compaiiera se movidé a mi lado, acurrucando la cabeza en el pliegue de mi cuello, y su respiracidn calenté la mancha de mi piel que un dia marcaria. —iCémo te llamas? le pregunté, desesperado por oirla hablar de nuevo antes de dejarla aqui sola durante veinte minutos como maximo. Abrié los ojos y me sonrié, —Aleysha. —Aleysha —susurré para mis adentros en voz muy baja, como si su nombre estuviera destinado a permanecer en mi lengua toda la eternidad, porque asi era. Ya habia ojo el nombre de Aleysha en boca de algunos de mis guerreros. Inteligente, atrevida y condenadamente sexy, era la futura alfa de la manada Darkmoon, la Ultima manada de la que se sabia que poseia la Piedra Malavite. Pero, qué hacta la alfa en formacién (uera de sus fronteras, desprotegida y sola, encontrandose con un hombre llamado Tony, del que sin duda habria que ocuparse? Puede que supiera su nombre y su titulo, pero no tenia ni idea de quién era en realidad, y definitivamente no sabia si le caeria bien cuando descubriera quién era.. pero no la dejaria marchar Después de todo lo que Creed y yo habiamos pasado, después de toda la mierda que habiamos hecho, la Diosa de la Luna nos habia bendecido con una compafiera fuerte. Y no la daria por sentada. Ella seria nuestra y solo nuestra. Por toda la eternidad Muy dentro de mi, podia sentir una rabia oscura y siniestra, mi bestia despertando. Arafiéndonos las entrafias para ver a nuestra compafiera por primera vez, desgarrandome para tocarla, grufiéndome para que no la abandonara. Y no queria que le tuviera miedo. —{Cual es el tuyo? —pregunts, esta vez con voz mas suave, cerrando los ojos. —Mars —dije, rozando mis dedos con los suyos. Necesitaba salir de aqui antes de lo que habia planeado. No queria que ella viera atin ese lado vicioso de mi, pero algo me decia que descubriria quién era mas pronto que tarde. La respiracion de Aleysha se calms y se hizo un ovillo a mi lado. Le aparté un mechdn de pelo oscuro detras de la oreja y saboreé aquel momento con ella. No sabia cudndo tendria el siguiente. —Me llaman Marte. —Marte, como el planeta... —murmuré. —Mars —dije, rozando mis dedos con los suyos. Necesitaba salir de aqui antes de lo que habia Planeado. No queria que ella viera atin ese lado vicioso de mi, pero algo me decia que descubrirla quién era mas. pronto que tarde. La respiracién de Aleysha se calmo y se hizo un ovillo a mi lado. Le aparté un mechdn de pelo oscuro detras de la oreja y saboreé aquel momento con ella. No sabia cudndo tendria el siguiente, —Me llaman Marte. —Marte, como el planeta... —murmurd. Algo dentro de mi se quebré y no pude contener mas a la bestia. Le pasé posesivamente el pulgar por la mandibula. Oh, mi Gatita tenia mucho que aprender, pero aprenderia rapido. —Como el dios. POV Aleysha Yo refunfufié para mis adentros y me froté los ojos, moviéndome sobre la hierba. La luna se reflejaba en el lago en calma, y el bosque estaba en un una especie de silencio estremecedor, Sin gritos. Ni aullidos. Ni lobos. Mars y su dulce aroma a avellana se habian ido, dejandome inhalar el asqueroso olor dela gruesa sudadera azul marino de Tony. Mi teléfono estaba a mi lado, en el lugar donde habria estado Mars, y lo cogi a las 3:03 de la mafiana. ‘Se me abrieron los ojos de par en par y me levanté de golpe, con un poco de dolor en e! cuerpo. Mama iba a matarme. Me quité la arena de la espalda y me apresuré a atravesar el bosque, sin molestarme siquiera en buscarlo. Era evidente que lo tinico que queria era follar. Tocarme en sitios que no debia y luego marcharse. Claro, hoy en dia habia muchos lobos asi, pero no @speraba que mi compafiero lo fuera. {Pero quién era yo para hablar? Se suponia que habia quedado con Tony en el maldito lago para pasar la noche. Trepé por el pequefio acantilado y volvi por la cueva, pasé a hurtadillas junto a los guerreros de mama y suspiré aliviada cuando me arrastré por la ventana y una enfadada mama alfa no me estaba esperando Ruffles me fulminé con la mirada cuando encendi la luz, cegandole. Me dio un maullido de “jodete" y volvié a meter la cara en su pata. Después de quitarme la ropay darme una ducha répida, me tumbé en la cama con ella y me quedé mirando al techo. Desde la cama, podia oir a mama y papa cuchicheando en su habitacién sobre la reunién de esta noche, sobre Creed, sobre como pensaban que nos destrozaria uno uno, que nos torturaria hasta que le diéramos todas nuestras riquezas, y no es que tuviéramos muchas hoy en dia. Y aunque Creed podia ser una amenaza, yo sélo podia pensar en el hombre del bosque. Marte. Hice una bola con la fina sabana morada en la mano y tiré de ella hacia arriba, hasta que me cubrid los hombros. Sabia que deberia haberme alejado de él. Sabia que deberia haber huido cuando tuve la oportunidad, cuando él me dio la oportunidad. Pero no habia querido huir. Mi lobo queria quedarse con él. Supuse que é! no habia querido quedarse conmigo.

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