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CAPITULO 4

SOBRE LA PSICOTERAPIA DE LA HISTERIA (FREUD)


En la “COMUNICACIÓN PRELIMINAR”mientras se investigaba la etiología de síntomas
histéricos obtuvieron también un método terapéutico al que le adjudicaron valor practico.

Descubrieron que los síntomas histéricos singulares desaparecían enseguida y sin retornar
cuando conseguía despertar con plena luminosidad el recuerdo del proceso ocasionador,
convocando al mismo tiempo el afecto acompañante, y cuando luego el enfermo describía ese
proceso de la manera mas detallada posible y expresaba en palabras el afecto.

MODO EN QUE EL METODO PSICOTERAPEUTICO PRODUCIA SUS EFECTOS:

Cancela la acción eficiente de la representación originariamente no abre accionada, porque


permite a su afecto estrangulado el decurso a través del decir, y la lleva hasta su rectificación
asociativa al introducirla en la conciencia normal (en estado de hipnosis ligera) o al cancelarla
por sugestión médica, como ocurre en el sonambulismo con amnesia.

LOS ALCANCES DE ESTE METODO (en orden), HASTA DONDE CONSIGUE MAS QUE OTROS,
CUAL ES SU TECNICA Y LAS DIFICULTADES CON QUE TRABAJA:

Cuando Freud intento aplicar a una serie mayore de enfermos el método de Breuer para la
curación de síntomas histéricos por vía de busca y abreacción en la hipnosis, tropezó con 2
dificultades y dio en modificar tanto la técnica como la concepción:

1- No eran hipnotizables todas las personas que mostraban síntomas inequívocamente


histéricos y en las cuales, con toda probabilidad, reinaba el mismo mecanismo
psíquico.
2- Debió tomar posición frente al problema de saber que caracterizaba a la histeria y la
deslindaba de las otras neurosis.

(es muy difícil entrar de manera acertada en un caso de neurosis antes de someterla a un
análisis profundo; o sea un análisis como solo se le obtiene aplicando el método de Breuer)

No tenia otro camino que escoger para el método catártico aquellos casos que eraposible
diagnosticar provisionalmente como de histeria porque presentaban unos pocos o muchos
delos estigmas o síntomas característicos de ella.

PARTIENDO DEL METODO DE BRUNER, Freud se ocupó de la etiología y el mecanismo de las


neurosis en general. Pudo llegar en tiempo breve a resultados viables.

En primer lugar, se le impuso este discernimiento: hasta donde se podía hablar de una
causación por la cual las neurosis fueran adquiridas, la etiología debía buscarse en factores
sexuales. A ellos de enhebro el hallazgo de que factores sexuales diferentes producían cuadros
también diversos de contracción de neurosis.

Entonces en la medida que esta ultima relación se corroboraba, uno podía atreverse a emplear
la propia etiología para una caracterización de la neurosis y trazar una separación entre sus
respectivos cuadros clínicos.
Llego a la conclusión de que la neurastenia respondía a un monótono cuadro clínico en el que
no desempeñaba ningún papel un “mecanismo psíquico”

De la neurastenia se separo la neurosis obsesiva, la neurosis de las autenticas


representaciones obsesivas, en la que se pudieron discernir un complejo mecanismo psíquico,
una etiología semejante a la histérica y una posibilidad de reducirla mediante psicoterapia.

Le parece indicado separar de la neurastenia un complejo de síntoma neurótico que depende


de una etiología por diversas y aun consideradas las cosas en su raíz, opuesta; al mismo
tiempo, los síntomas parciales de ese complejo se mantienen unidos en virtud de un carácter
ya discernido por E. Hecker.

Son síntomas, o bien equivalentes, de exteriorización de angustia, y por eso he denominado


NEUROSIS DE ANGUSTIA a este complejo que cabe separar de la neurastenia. Acerca de ella,
sustento que sobreviene por la acumulación de una tensión psíquica que es de origen sexual;
tampoco esta neurosis tiene un mecanismo psíquico, peroinfluye sobre la vida psíquica de una
manera bien regular,de suerte que «expectativa angustiada», fobias, hiperestesiahacia
dolores, etc., se cuentan entre sus exteriorizaciones regulares.

La neurosis de angustia se superpone parcialmente con la neurosis que bajo el nombre de


“HIPOCONDRÍA” suele reconocerse en tantas exposiciones junto a la histeria y la neurastenia.

Halla que la viabilidad del termino “HIPOCONDRÍA” se perjudica por su referencia fija al
síntoma del “MIEDO A LA ENFEREMEDAD”.

Freud dice que no corresponde estampar a una neurosis en su totalidad el marbete de


“histérica” por el solo hecho de que entre su complejo de síntoma luzca algunos rasgos
histéricos.

HISTERIA DE LA NEUROSIS: la mas antigua, la mejor conocida y la mas llamativa entre las
consideradas; no obstante, era una practica errónea, la misma que había llevado a la cuenta de
la histeria tantos rasgos de perversión y degeneración.

La mayoría de las veces cabe designar “MIXTAS”a las neurosis corrientes.

Es cierto que la neurastenia y la neurosis de angustia se pueden hallar sin dificultad formas
puras.

Los casos de histeria y neurosis obsesiva son raros, de ordinario estas dos neurosis se
combinan con una neurosis de angustia.

El hecho de que unas neurosis MIXTAS se presenten con tanta frecuencia se debe a la
frecuencia con que se contaminan sus factores etiológicos; a veces al azar y a veces por los
nexos causales entre los procesos de los que fluyen aquellos factores etiológicos de la
neurosis.

La histeria es apenas posible desprenderla de su trabazón con las neurosis sexuales.

Freud tiene una concepción sobre la falta de autonomía clínica en la histeria.

En un caso Freud llama “angustia virginal”: es una combinación de neurosis de angustia e


histeria; la primera crea los síntomas y la segunda los repite y trabaja en ellos.
Opina que la histeria depurada de cualquier contaminación puede ser tratada de manera
autónoma en todos los aspectos, salvo en terapia.

Para el separar en los cuadros de las neurosis mixtas, la parte de la histeria de la neurastenia,
la neurosis de angustia, etc., es importantísimo porque tras ese divorcio puede dar una
expresión precisa al valor terapéutico del método catártico.

Va a reclamar para nuestro métodoterapéutico un lugar sobresaliente dentro de los marcos


deuna terapia de las neurosis, pero el desaconsejaría apreciarlo o aplicarlo fuera de ese nexo.

PUNTUALIZACIONES A MODO DE DESARROLLO:

1- No sostiene haber eliminado efectivamente todos los síntomas histéricos a que aplico
el método catártico, pero opina que los obstáculos residían en circunstancias
personales de esos casos y no eran de principio.
2- El método catártico no pierde valor por ser sintomático y no causal.
3- Donde sea superado un periodo de producción histérica, un paroxismo histérico
agudo, y las secuelas son solo unos síntomas histéricos como fenómenos residuales, el
método catártico es satisfactorio para todas las indicaciones y alcanza éxitos plenos y
duraderos.

Es favorable para la terapia se presenta no rara vez en el ámbito de la vida sexual.

Aquí el método catártico rinde todo lo que se le puede exigir.

Podría objetarse que en estos casos de histeria ya pasadalos síntomas residuales


desaparecerán de todas maneras espontáneamente; pero debe responderse que tal
curaciónespontánea no suele discurrir muy rápida ni completa, y laintervención de la terapia la
promueve extraordinariamente.Y por ahora es bien lícito dejar sin resolver este problema:si
con la terapia catártica uno cura sólo lo que es susceptible de curación espontánea, o en
ocasiones también otrascosas que espontáneamente no se habrían solucionado.

4- Toda vez que uno haya tropezado con una histeriaaguda, un caso en su período de
más viva producción desíntomas histéricos y el consecuente avasallamientodel yopor
los productos de la enfermedad (psicosis histérica), elmétodo catártico modificará
poco en la impresión y la trayectoria de ese caso clínico.
5- Cuando se trata de histerias de trayectoria crónica,con una producción moderada pero
incesante de síntomas histéricos, ahí es cuando uno aprende a lamentar más la falta
de una terapia de eficacia causal, pero también a estimar mejor el valor del
procedimiento catártico como terapia sintomática. En efecto, uno se enfrenta a los
quebrantos causados por una etiología de persistencia crónica.
6- Da lugar a la contradicción que se plantea al admitir que no todos los síntomas son
psicógenos y sostener luego que todos pueden ser eliminados mediante un
procedimiento psicoterapéutico. La solución reside en que una parte de estos
síntomas no psicógenos se cuentan, si, entre los signos patológicos, pero no se los
puede designar como padecimiento. Respectode otros de esos síntomas, parece cierto
que siguiendo algún rodeo son arrastrados por los síntomas psicógenos, tal como
quizá también por algún rodeo dependan de una causación psíquica.
DIFICULTADES E INCONVENIENTES DE SU PROCEDER TERAPEUTICO:

Uno necesita de plena aquiescencia, la plena atención de los enfermos, pero sobre todo de su
confianza, puesto que el análisis por regla general lleva hasta los procesos psíquicos mas
íntimos y sobre los cuales se guarda mayor secreto.

Al empleo de la hipnosis no puede Freud reducir daño ni peligro alguno, habiendo utilizado
generosamente ese recurso en casos diversos.

Freud dice que toda vez que provoco perjuicios, las razones de ello se situaban en otra parte y
a mayor profundidad.

Si arroja una mirada panorámica sobre los empeños terapéuticos de estos años, desde las
comunicaciones de su maestro y amigo Breuer pusieron en sus manos el método catártico.

Cree haber producido en mayor medida y mas frecuentemente que unos daños, beneficiosos
resultados, y logrado cosas que ningún otro método terapéutico habría conseguido. Ha sido
una sustantiva ganancia terapéutica.

Freud no sabe entender mejor un caso difícil de neurosis complicada, con mayor o menor
contaminación histérica, que sometiéndolo a un análisis con el método de Breuer.

Ha raíz de ese análisis Freud ha aprendido a interpretar el resto de los fenómenos y a


reconducirlo a su etiología, obteniendo así los puntos de apoyo para saber que arma es la
indicada en el respectivo caso.

RENUDADNO PUNTUALIZACIONES…

A raíz de los intentos de Freud de extender la aplicación del método de Breuer a un radio más
extenso tropezó con la dificultad de que algunos enfermos no eran hipnotizables, aunque el
diagnostico indicaba histeria y declaraba probable la vigencia del mecanismo psíquico por ellos
descrito.

Como la hipnosis le hacia falta para ensanchar la memoria, para hallar los recuerdos patógenos
ausentes en la conciencia ordinaria, debía renunciar a esos enfermos o bien procurar por otro
camino ese ensanchamiento.

¿A QUE SE DEBIA QUE ALGUNOS FUERAN HIPNOTIZABLES Y OTROS NO?

Freud noto que en algunos pacientes el impedimento se remontaba un paso mas atrás, se
rehusaban al intento de hipnosis.

Significaba un no querer.

Seria no hipnotizable quien tuviera un reparo psíquico contra la hipnosis, lo exteriorizara o no


como un no querer.
Era preciso sortear la hipnosis y, a pesar de ellos, obtener los recuerdos patógenos.

Freud los consiguió de la siguiente manera:

En la primera entrevista les preguntaba a los pacientes si recordaban la ocasión primera de su


síntoma, unos decían no saberla y otros aportaban algunas cosas que designaban como un
recuerdo oscuro, y no podían seguirlo.

Entonces sigue el ejemplo de Bernheim cundo despertaba impresiones del sonambulismo


presuntamente olvidadas, insistía, les aseguraba a los enfermos de las dos clases mencionadas
que, no obstante, lo sabían, que ya se acordarían, etc.

A los primeros se les ocurría algo y en los otros el recuerdo conquistaba otra pieza.

Entonces Freud les se volvía mas insistente aun, ordenaba a los enfermos acostarse y cerrar los
ojos deliberadamente para “concentrarse” lo cual ofrecía cierta semejanza a la hipnosis.

De ese modo hizo la experiencia de que sin mediar hipnosis alguna aloraban nuevos y mas
recuerdos que con probabilidad eran pertinentes para ese tema.

Tales experiencias le dejaron la impresión de que un mero esforzar podía hacer salir a la luz las
series de representaciones patógenas cuya presencia era indudable.

Traspuso sin mas ese estado de cosas a la teoría según la cual mediante su trabajo psíquico
tenia que superar en el paciente una fuerza que contrariaba el devenir-consciente (recordar)
de las representaciones patógenas.

Una inteligencia nueva pareció abrírsele cuando se le ocurrió que esa podría ser la misma
fuerza psíquica que coopero en la génesis del síntoma histérico y en aquel momento impidió el
devenir-consciente de la representación patógena.

Le resulto fácil formarse una opinión sobre eso; disponía ya de algunos análisis completos en
los que había tomado noticia de unas representaciones patógenas, olvidadas y llevadas fuera
de la conciencia. (todas esas representaciones eran de naturaleza penosa, aptas para provocar
los afectos de la vergüenza, el reproche, el dolor psíquico, la sensación de un menoscabo)

De ello de desprendía la idea de defensa.

Ante el yo del enfermo se había propuesto una representación que demostró ser inconciliable.

El no saber de los histéricos era enverdad un. . . no querer saber, más o menos consciente, y
latarea del terapeuta consistía en superar esa resistencia deasociación mediante un trabajo
psíquico.

La «resistencia a la asociación» en una histeria grave posee un poder que el esforzar del
médico extraño y desconocedor de la cosa mismano puede igualar. (es preciso pensar en un
recurso más poderoso).

Freud le anticipa al enfermo que le aplicará enseguida una presión sobre su frente; le asegura
que mientras dure esa presión y al cabo de ella, vera ante si un recuerdo en forma de imagen,
o lo tendrá en el pensamiento como ocurrencia y lo compromete a comunicarle esa imagen o
ocurrencia. Solo así podrán hallar lo buscado.
Ese procedimiento lo llevo siempre a la meta.

La eficacia de este artificio corresponde a una “hipnosis momentánea reforzada”

ENSEÑANZA QUE EXTRAE DE QUE BAJO LA PRESION DE SU MANO ACUDA SIEMPRE A LO QUE
BUSCA:

No siempre es un recuerdo “olvidado” lo que aflora bajo la presión de la mano; es rarísimo que
los recuerdos genuinamente patógenos se hallen tan en la superficie.

La presión no ha puesto en descubrimiento la representación patógena, pero ha señalado el


camino hacia ella, la dirección en que debe avanzar la búsqueda.

En todo análisis complicado se trabaja repetidas veces con ayuda de este procedimiento.

El enfermo solo se libera del síntoma histérico reproduciendo las impresiones patológicas
causadoras y declarándolas bajo una exteriorización de afecto.

Histerias…

“histeria de defensa”

Breuer y Freud hablaron repetidas veces de otras dos variedades de histeria, par las cuales
emplearon la designación de “histeria hipnoide” e “histeria de retención”.

De todas, fue la histeria hipnoide la primera en introducirse en su campo visual.

Para una histeria hipnoide de este tipo, Breuer ha indicado un mecanismo psíquico
esencialmente diverso de la defensa con conversión,a saber: que una representación devendrá
patógena por elhecho de que ella, concebida en un particular estado psíquico, permanece de
antemano fuera del yo.

Dificultades de contenidos por las cuales no se puede responsabilizar a los enfermos, y que en
una histeria hipnoide o de retención por fuerza serán en parte las misma que en la histeria de
defensa que Freud tiene presente como modelo:

La primera y más fuerte impresión que uno recibe a raízde un análisis de este tipo es sin duda
que el material psíquico patógeno, supuestamente olvidado, no esté a disposición del yo ni
desempeñe papel alguno en la asociación yel recuerdo, a pesar de lo cual se encuentre
aprontado dealguna manera, y por cierto en buen y correcto orden.

Por eso se trata de eliminar resistencias que bloquean su camino.

Pero en los demás su modo de devenir sabido es el común, requerido para llegar a saber
cualquier cosa; los enlaces correctos de las representaciones singulares entre si y con
representaciones no patógenas, recordadas con frecuencia, preexisten, se consumaron en su
tiempo y fueron guardados en la memoria.

El material psíquico patógeno aparece como la propiedad de una inteligencia que no


necesariamente le va en zaga a la del yo normal.
La mayoría de las veces no se tiene un síntoma histérico único, sino un conjunto de ellos en
parte independientes entre sí, en parte enlazados.

No se debe esperar un único recuerdo traumático y, comosu núcleo, una única representación
patógena, sino que espreciso estar preparado para encontrarse con series de traumas
parciales y encadenamientos de ilaciones patógenas depensamiento.

La HISTERIA TRAUMATICA monosintomática es por así decir un organismo elemental, un ser


unicelular, por comparación con la compleja ensambladura de una neurosis histérica
comparativamente grave.

El material psíquico de una histeria así se figura como un producto multidimensional de por lo
menos triple estratificación. (no justifica en el texto esa expresión “estratificación”)

En primer lugar, estuvieron presentes un NUCELO figurado (recuerdos de vivencias o de


ilaciones de pensamiento) en los cuales ha culminado el momento traumático o hallo su
plasmación ms pura la idea patógena.

En torno de este núcleo hallamos una increíble riqueza, de un material mnémico de diversa
índole que en el análisis es preciso reelaborar y presentar, como se dijo, un triple
ordenamiento.
PRIMERO:es inequívoco un ORDENAMIENTO LINEAL CRONOLOGICO que tiene lugar dentro de
cada tema singular. Freud designo como formación de un tema ese agrupamiento de
recuerdos de la misma variedad en una multiplicidad estratificada en sentido lineal, al modo
de un fajo de actas, de un paquete, etc.

SEGUNDO: Estos temas muestran una segunda manera de ordenamiento: ESTRATIFICADOS DE


MANERA CONCÈNTRICA EN TORNO DEL NÙCLEO PATÒGENO.

Son ESTRATOS DE RESISTENCIA, creciente esta ultima hacia el núcleo, y con ello ZONAS DE
IGUAL ALTERACIÒN DE CONCIENCIA dentro de las cuales se extienden los temas singulares.

Los estratos másperiféricos contienen, de diversos temas, aquellos recuerdos(o fascículos) que
se rememoran con facilidad y fueronsiempre claramente cocientes; cuanto más hondo se
cala,con mayor dificultad se disciernen los recuerdos aflorantes,hasta que, en la proximidad
del núcleo, se tropieza con aquellos que el paciente desmiente aun en la reproducción.

TERCERO: el más esencial y sobre el cual resulta más difícil formular un enunciado universal. Es
el ORDENAMIENTO SEGÚN EL CONTENIDO DE PENSAMIENTO, el enlace por los hilos lógicos
que llegan hasta el núcleo, enlace al cual en cada caso puede corresponderle un camino
irregular y de múltiples vueltas.

Este ordenamiento posee un carácter dinámico.

Es muy notable cuan a menudo un síntoma es de determinismo múltiple, de comando


múltiple.

¡!¡¡ puede ocurrir que en el material patógeno haya en juego más de un núcleo.
MATERIAL PATOGENO: se comporta como un cuerpo extraño y la terapia opera también como
la remoción de un cuerpo extraño del tejido vivo.

Los estratos internos se enajenan del yo más y más, sin que la frontera visible de lo patógeno
comience en parte alguna.

La terapia no consiste entonces en extirpar algo sino en disolver la resistencia y así facilitar a la
circulación el camino por un ámbito antes bloqueado.

ES PRECISO GUARDARSE EN GENERAL 2 COSAS:

1- Si uno inhibe al enfermo en la reproducción de las ocurrencias que le afluyen, es


posible que quede “enterrado” mucho de lo que luego será preciso, empero, liberar
con gran trabajo.
2- No es licito sobrestimar su “inteligencia” inconsciente ni confiarle la guía de todo el
trabajo.

Es licito plantear a una ilación de pensamiento en un histérico, por mas que ella alcance hasta
lo inconsciente, los mismos requerimientos de enlace lógico y motivación suficiente que se
pedirían en el caso de un individuo normal.

Para la histeria, la experiencia muestra lo contrario; desovillados los motivos escondidos y


tomados ellos en cuenta, nada resta de enigmático ni de contrario a la regla en el enlace
histérico de los pensamientos.

___

Una reminiscencia nunca retorna por segunda vez si ha sido tramitada; una imagen apalabrada
nunca más se volverá a ver.

En cambio, es frecuente un retorno con intensidad diferente: primero como indicación, luego
con luminosidad plena.

Cuando entre las tareas del análisis se encuentra la eliminación de un síntoma susceptible de
acrecentamiento en su intensidad o de retorno (dolores, síntomas por estimulo como el
vómito, sensaciones, contracturas), durante el trabajo se observa, de este síntoma, el
interesante y no indeseado fenómeno de la “intromisión”.

Elsíntoma en cuestión reaparece, o surge con intensidad reforzada, tan pronto como uno ha
entrado en la región de laorganización patógena que contiene la etiología de estesíntoma, y
entonces sigue acompañando al trabajo con unasoscilaciones características e instructivas para
el médico.

Laintensidad del síntoma (una inclinación al vómito, digamos)se incrementa cuanto más hondo
se entre en uno de losrecuerdos patógenos pertinentes, alcanza la altura máximapoco antes
de que estos últimos sean declarados, y desciendede repente tras una declaración completa, o
aun desaparecepor entero durante un tiempo.
Si en virtud de una resistencia el enfermo dilata mucho la declaración, la tensión de
lasensación (la inclinación al vómito) se vuelve insoportabley, si uno no puede forzar la
declaración, sobreviene realmente el vómito.

Así se cobra una impresión platica de que el “vomitar” remplaza a una acción psíquica tal como
lo afirma la histeria la teoría de la conversión

Esta oscilación de la intensidad del síntoma histérico se repite cada vez que uno ataca un
recuerdo nuevo, patógeno respecto de ese síntoma; este se mantiene durante todo el tiempo
en el orden del día.

Este comportamiento del síntoma histérico no difiere del de la imagen mnémica o el


pensamiento reproducido que uno conjura bajo la presión de la mano.

Es de todo punto imposible analizar un síntoma de un tirón o distribuir las pausas en el trabajo
de tal suerte que ellas coinciden con puntos de reposo en la tramitación.

__

Las representaciones que vienen de la profundidad máxima, las que constituyen el núcleo de la
organización patógena, son las que con mayor dificultad reconoce el enfermo como recuerdos.

En la ejecución de un análisis catártico de esta índole desempeña un papel indeseadamente


grande:

Ya he admitido como posible queel procedimiento de la presión fracase, que nopromueva


reminiscencia alguna por más que se reasegure yesfuerce al enfermo.

En tal caso, Freud dice que caben dos alternativas:

la primera, que en el lugar donde uno investiga nohaya realmente nada para recoger; esto lo
discierne unopor el gesto de total calma del enfermo; o bien que se hayatropezado con una
resistencia que sólo más tarde se podrávencer, que se esté frente a un nuevo estrato en el que
aúnno se puede penetrar: y también a esto se lo lee en el gestodel enfermo, gesto tenso y que
testimonia esfuerzo intelectual.

Ahora bien, es posible además un tercercaso que de igual modo significa un obstáculo, pero
no decontenido, sino externo. Este caso sobreviene cuando elvínculo del enfermo con el
médico se ve perturbado, y significa el más enojoso obstáculo con que se pueda tropezar.

En todo análisis de alguna gravedad es preciso tomarlo encuenta.

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