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Sistema Linfatico ROSS
Sistema Linfatico ROSS
A lo largo de la historia, se ha notado que quienes se recuperan de ciertas enfermedades como la varicela,
el sarampión y las paperas adquieren resistencia (es decir, inmunidad) a la misma enfermedad. Otra
observación desde hace mucho tiempo es que la inmunidad es específica, o sea, que la inmunidad para la
OM
varicela no evita la infección con sarampión. También se reconoce ahora que el sistema inmunitario puede
reaccionar contra el propio cuerpo de la persona y causar enfermedades autoinmunitarias, como el lupus
eritematoso, la anemia hemolítica autoinmunitaria, algunas formas de diabetes mellitus y la tiroiditis
autoinmunitaria (tiroiditis de Hashimoto).
OM
.C
La respuesta inmunitaria puede dividirse en defensa inespecífica (innata) y específica
DD
(adaptativa).
El cuerpo tiene dos líneas de defensa inmunitaria contra los invasores extraños y las células
transformadas: la inmunidad inespecífica y la inmunidad específica.
• En la inmunidad inespecífica (innata), las defensas inespecíficas preexistentes
constituyen la respuesta inmunitaria innata. En todos los organismos vivos, la
inmunidad innata representa la primera línea de defensa contra la agresión microbiana.
LA
1. barreras físicas (p. ej., la piel y las membranas mucosas) que impiden que
organismos extraños invadan los tejidos
2. defensas químicas (p. ej., pH bajo) que destruyen muchos microorganismos
invasores
FI
OM
neutrófilos, eosinófilos Estimula la quimiotaxis
Atraviesa la placenta para conferir inmunidad pasiva al
neonato.
Ig principal en la respuesta inmunitaria secundaria
Tiene la vida media más prolongada de todas las
Ig (23 días)
IgM 𝟏𝟗𝟎(𝟗𝟓𝟎)𝒂 1,5 5–10 Linfocitos B Activa el complemento
Estimula la quimiotaxis
Atraviesa la placenta para conferir inmunidad pasiva
.C al neonato
Ig presente en varias secreciones del organismo,
como lágrimas, calostro, saliva y fluido vaginal, y
en las secreciones nasales, bronquiales, intestinales
DD
y prostáticas.
IgA 𝟏𝟗𝟎(𝟗𝟓𝟎)𝒃 2,0 5–15 Linfocitos B Protege contra la proliferación de microorganismos
en estos líquidos y contribuye a la defensa contra
microbios y moléculas extrañas que penetran en
el organismo a través de los revestimientos celulares
de estas cavidades.
Actúa como receptor antigénico (junto con IgM) en
LA
IgD 185 0,03 <1 Linfocitos B la superficie de los linfocitos B maduros (sólo hay
trazas en el suero)
Estimula la liberación de histamina, heparina,
leucotrienos
y factor quimiotáctico eosinófilo de la
anafilaxia por los mastocitos.
IgE 190 𝟑𝒙𝟏𝟎−𝟓 <1 Mastocitos, basófilos
FI
Generalidades
Las células del sistema inmunitario comprenden los linfocitos y diversas células de sostén.
Los linfocitos y una gran variedad de células de sostén constituyen las células del sistema
inmunitario. Se reconocen tres tipos principales de linfocitos: linfocitos B, linfocitos T y linfocitos
NK. Las células de sostén interactúan con los linfocitos y cumplen funciones importantes en la
presentación de los antígenos a los linfocitos y la regulación de las respuestas inmunitarias. Estas
células incluyen monocitos, macrófagos, neutrófilos, basófilos, eosinófilos, células reticulares,
células dendríticas, células dendríticas foliculares, células de Langerhans y células epitelio
Las células de sostén en los órganos linfáticos están organizadas en mallas laxas
En los nódulos linfáticos, los ganglios linfáticos y el bazo, las
células reticulares y las fibras reticulares producidas por
estas células forman mallas elaboradas. Los linfocitos, los
macrófagos, las células dendríticas, las células dendríticas
foliculares y otras células del sistema inmunitario residen en
OM
estas mallas y en el tejido conjuntivo laxo del organismo. Las
células de Langerhans se encuentran sólo en las capas medias
de la epidermis. En estos sitios, llevan a cabo su misión de
vigilancia y defensa. En el timo, las células epitelio-reticulares
forman la malla estructural dentro del tejido. A pesar de su
nombre, estas células no producen fibras reticulares ni están
relacionadas con ellas.
.C
Los diferentes tipos de células del tejido linfático se
identifican por medio de los marcadores de cúmulo de
diferenciación (CD) que hay en sus superficies.
Las diferentes células del tejido linfático y del tejido
DD
hematopoyético poseen moléculas de superficie celular
exclusivas. Estos marcadores específicos, denominados
moléculas de cúmulo de diferenciación (CD), son designados
con números de acuerdo con un sistema internacional que los
relaciona con antígenos expresados en diferentes etapas de
su diferenciación. Las moléculas CD pueden visualizarse
LA
LINFOCITOS
Los linfocitos circulantes son los principales componentes celulares del tejido linfático.
Para entender la función de los linfocitos, debemos tomar en cuenta que la mayoría de los
linfocitos (alrededor del 70 %) en la sangre o la linfa constituyen una reserva circulante de
células inmunocompetentes. Estas células participan en un ciclo durante el cual abandonan la
circulación sistémica para entrar en el tejido linfático. Mientras están en el tejido linfático, se
encargan de la vigilancia inmunitaria de los tejidos circundantes. Los linfocitos después regresan
a la circulación sistémica. Esta población de células corresponde principalmente a linfocitos
maduros, de vida larga (en su mayor parte linfocitos T) que han desarrollado la capacidad de
reconocer y responder a antígenos extraños y se encuentran en tránsito desde un sitio de tejido
linfático hacia otro.
El 30 % restante de linfocitos en los vasos sanguíneos no circula entre los tejidos linfáticos y la
circulación sistémica. Esta población comprende en su mayor parte células inmaduras o células
OM
% de los linfocitos circulantes. Los linfocitos T expresan los marcadores CD2, CD3, CD5 y CD7, y
los receptores de célula T (TCR). Sin embargo, se subclasifican de acuerdo con la presencia o
ausencia de otros dos marcadores de superficie importantes: CD4 y CD8.
• Los linfocitos T 𝑪𝑫𝟒+ cooperadores son los linfocitos T que también expresan
marcadores CD4. Estas células se subdividen, además, según su capacidad de secretar
citocinas. Los linfocitos T cooperadores que sintetizan interleucina 2 (IL-2), interferón g
.C
(IFNg) y factor de necrosis tumoral a (TNF- a) se denominan células TH1. Estas células
interactúan con los linfocitos T 𝐶𝐷8+citotóxicos (CTL), los linfocitos NK y los macrófagos
en las respuestas inmunitarias mediadas por células y son esenciales para el control de
patógenos intracelulares como los virus y ciertos microorganismos. El otro grupo de
DD
linfocitos T cooperadores sintetiza IL-4, IL-5, IL-10 e IL-13 y las células se denominan
células TH2. Estas células interactúan con los linfocitos B y son esenciales para el inicio
de las respuestas inmunitarias mediadas por anticuerpos que controlan los agentes
patógenos extracelulares.
• Los linfocitos T 𝑪𝑫𝟖+ citotóxicos (CTL) son linfocitos T que también expresan
LA
forkhead que son característicos de muchos linfocitos T. Otro linfocito T asociado con
tumores provisto con los marcadores 𝐶𝐷8+ 𝐶𝐷45𝑅𝑂+ es capaz de suprimir la activación
del linfocito T. Otros linfocitos T supresores también pueden funcionar en la supresión
de la diferenciación de linfocitos B y en la regulación de la maduración de los eritrocitos
en la médula ósea.
• Los linfocitos T gama/delta (𝜸/𝜹) constituyen una pequeña población de linfocitos T
que poseen en sus superficies un TCR distinto compuesto por una cadena 𝛾y una cadena
𝛿. Casi todos los otros TCR están compuestos por dos cadenas de glucoproteínas
denominadas cadenas a y b de TCR. Estas células se desarrollan en el timo y migran
hacia varios tejidos epiteliales (p. ej., la piel, la mucosa oral, los intestinos y la vagina).
Una vez que colonizan un tejido epitelial, estas células no recirculan entre la sangre y
los órganos linfáticos. Los linfocitos T gama/delta (𝛾/𝛿) se posicionan estratégicamente
en las interfaces de los medios internos y externos y funcionan como la primera línea de
OM
asociadas con la inmunidad humoral. Los linfocitos B constituyen entre el 20 % y el 30 % de los
linfocitos circulantes. Además de secretar inmunoglobulinas circulantes, los linfocitos B
expresan formas de inmunoglobulina limitadas por membrana denominadas receptores de
linfocitos B (BCR) que sirven como sitio de fijación para antígenos específicos. Durante la
diferenciación, el isotipo del BCR cambia de inmunoglobulina M (IgM) en los linfocitos B
inmaduros a inmunoglobulina D (IgD) en las células maduras. Los linfocitos B también expresan
las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad II (MHC II) en su superficie celular.
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Sus marcadores CD son CD9, CD19 y CD20.
Los linfocitos asesinos naturales (células NK) no son linfocitos T ni linfocitos B y están
DD
especializados en destruir ciertos tipos de células diana.
Los linfocitos NK son parte de la inmunidad inespecífica (innata). Los linfocitos NK, que se
desarrollan a partir de las mismas células progenitoras linfoides (CLP) que los linfocitos B y los
linfocitos T, reciben su nombre (células asesinas naturales) por la capacidad para destruir ciertos
tipos de células diana. Constituyen entre el 5 % y el 10 % de los linfocitos circulantes. No
maduran en el timo y, por lo tanto, no expresan TCR. Sin embargo, durante su desarrollo, se
LA
programan genéticamente para reconocer las células transformadas (p. ej., células infectadas
con un virus o células tumorales). Los linfocitos NK destruyen células diana en forma semejante
a la de los linfocitos T 𝐶𝐷8+ citotóxicos. Después del reconocimiento de una célula
transformada, los linfocitos NK se activan y liberan perforinas y granzimas (fragmentinas),
sustancias que crean conductos en la membrana plasmática celular e inducen la fragmentación
FI
del ADN. Estos fenómenos conducen a la apoptosis o lisis de la célula diana. La regulación de los
linfocitos NK es mediada por la activación y la inhibición de receptores de citotoxicidad natural
(NCR) en su superficie celular. Sus marcadores específicos incluyen CD16a, CD56 y CD94.
Los linfocitos sufren activación dependiente de antígeno en los órganos linfáticos secundarios.
Los linfocitos inmunocompetentes (junto con las células plasmáticas derivadas de los linfocitos
B y con los macrófagos) se organizan alrededor de las células reticulares y sus fibras reticulares
OM
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DD
Respuestas inmunitarias frente a antígenos
La inflamación es la respuesta inicial frente a un antígeno.
La reacción inicial del cuerpo frente a la invasión de un antígeno, ya sea una molécula extraña o
LA
Una respuesta inmunitaria primaria se refiere al primer encuentro del organismo con un
antígeno. Esta respuesta se caracteriza por un período de latencia de varios días, antes de que
puedan detectarse en la sangre los anticuerpos (principalmente IgM) o los linfocitos específicos
dirigidos contra el antígeno invasor. La primera respuesta a un antígeno es iniciada por un solo
linfocito B o unos pocos de ellos, que han sido programados genéticamente para responder ante
ese antígeno específico. Después de esta respuesta inmunitaria inicial, unos pocos linfocitos B
específicos para el antígeno permanecen en la circulación como células de memoria.
La respuesta inmunitaria secundaria suele ser más rápida y más intensa (caracterizada por una
concentración mayor de anticuerpos secretados, por lo general de la clase IgG) que la respuesta
primaria, porque ya hay linfocitos B de memoria que están programados para responder ante
ese antígeno específico. La respuesta secundaria es la base de la mayoría de las inmunizaciones
OM
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DD
LA
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Los dos tipos de respuestas inmunitarias específicas son la respuesta humoral y la respuesta
mediada por células.
En general, un encuentro con un antígeno dado desencadena una respuesta que puede ser
humoral (producción de anticuerpos) o mediada por células. No obstante, es normal
OM
importante en la defensa contra infecciones por virus, hongos y micobacterias, así como
también contra las células tumorales. La inmunidad mediada por células también es
responsable del rechazo de los trasplantes.
Los linfocitos T cooperadores y los linfocitos T citotóxicos (CTL) reconocen y se fijan a los
antígenos que están unidos a moléculas MHC.
Para entender cómo se inician las respuestas inmunitarias específicas (respuesta humoral y
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respuesta mediada por células), se debe comprender el papel central desempeñado por los
linfocitos T cooperadores y citotóxicos. Los linfocitos T cooperadores y citotóxicos actúan como
“patrullas” del sistema inmunitario. Ambos tipos de linfocitos tienen un receptor de célula T
DD
(TCR), una proteína transmembranal cuya porción expuesta se encuentra en la membrana de la
célula T en estrecha proximidad con el marcador CD3. El TCR reconoce al antígeno sólo cuando
está unido a “moléculas de identificación”, las moléculas MHC. Además, los linfocitos T
cooperadores solo pueden reconocer un antígeno cuando es “presentado” a ellos por células
denominadas células presentadoras de antígeno (APC). Los linfocitos T citotóxicos sólo pueden
reaccionar ante un antígeno “extraño” expuesto en otras células del organismo, como las
LA
Las dos clases de moléculas MHC exponen péptidos en la superficie de las células.
Las moléculas MHC exponen fragmentos cortos de proteínas extrañas digeridas en la superficie
de las células. Estas proteínas se fijan a las moléculas MHC dentro de las células y después son
transportadas hacia la superficie celular. Las moléculas MHC I y MHC II son productos de un
FI
nucleadas y de las plaquetas. Las moléculas MHC I actúan como una diana para permitir la
eliminación de las células propias anómalas (p. ej., células infectadas por virus o transformadas
por cáncer). Las moléculas MHC I realizan esta función al exponer en su superficie fragmentos
cortos de todos los péptidos que son sintetizados activamente por la célula. Por lo tanto, todos
los péptidos endógenos “propios” se exhiben en la superficie de cada célula en el organismo,
pero los péptidos de virus o específicos de cáncer sólo se exhiben en la superficie de las células
infectadas o transformadas. Las moléculas MHC I presentan fragmentos de péptidos (de 8 a 10
aminoácidos de longitud) a los linfocitos T 𝐶𝐷8+ citotóxicos.
El MHC II tiene una distribución limitada. Se expresa en la superficie de todas las APC y es
decisiva en las interacciones inmunitarias. Las moléculas MHC II presentan péptidos extraños
que han sufrido endocitosis y que han sido parcialmente digeridos (de 18 a 20 aminoácidos de
longitud) a los linfocitos T 𝐶𝐷4+ cooperadores.
OM
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DD
LA
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cooperador para que libere químicos inmunitarios o citocinas. Las citocinas son sustancias
inmunitarias (proteínas) que actúan como moduladores biológicos de las respuestas
inmunitarias. Las citocinas específicas secretadas por los linfocitos T CD4+ cooperadores se
denominan interleucinas (IL). Las interleucinas estimulan a otros linfocitos T, linfocitos B y
linfocitos NK para que se diferencien y proliferen.
FI
celular y la destrucción de las células propias anómalas. Algunos CTL pueden no necesitar
señales coestimuladoras después del reconocimiento del antígeno para destruir las células diana
con antígenos extraños expuestos.
Los linfocitos T CD8+ citotóxicos están restringidos al MHC I y los linfocitos T CD4+
cooperadores están restringidos al MHC II.
Las moléculas MHC son reconocidas por los linfocitos T CD4+ cooperadores o por los linfocitos
T CD8+ citotóxicos, según la clase de molécula MHC que participe. Esta presentación restringida
de antígenos extraños por moléculas MHC a los linfocitos T citotóxicos o a los linfocitos T
cooperadores es un componente clave de la vigilancia inmunitaria.
La molécula MHC I con el antígeno peptídico expuesto en su superficie interactúa sólo con el
TCR y la molécula CD8 expresada en los linfocitos T CD8+ citotóxicos. En consecuencia, estas
OM
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DD
En cambio, la molécula MHC II con el antígeno peptídico expuesto en su superficie, interactúa
sólo con el TCR y la molécula CD4 expresada en los linfocitos T CD4+ cooperadores (fig. 14-5b);
se dice que estas células están restringidas al MHC II. Las moléculas MHC II se encuentran en las
APC, como los macrófagos, cuya función principal es presentar antígenos a los linfocitos T.
LA
Para que los linfocitos B se activen y se diferencien en células plasmáticas, tienen que
interaccionar con los linfocitos T cooperadores.
FI
OM
un linfocito B e inducen en un linfocito T participante la
secreción de citocinas específicas que estimulan la mitosis y
la diferenciación de un linfocito B. Los linfocitos B activados
se diferencian en células plasmáticas y en linfocitos B de
memoria.
• Las células plasmáticas sintetizan y secretan un
anticuerpo específico. Durante este proceso, los linfocitos B
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activados sufren un cambio: en vez de sintetizar sus BCR
como proteínas integrales de la membrana pasan a producir
una versión soluble, que recibe el nombre de anticuerpos.
• Los linfocitos B de memoria responden con más rapidez
DD
ante el próximo encuentro con el mismo antígeno.
posterior destrucción de las células diana cubiertas con anticuerpo se denomina citotoxicidad
mediada por células dependiente de anticuerpos (ADCC). Los anticuerpos en la ADCC que
cubren las células diana suelen incluir anticuerpos específicos para tumores. Esta unión (a través
de la región Fc) produce la apoptosis y la lisis de la célula diana.
OM
(fragmentinas). Como consecuencia de la interacción con el
antígeno, los CTL secretan estas proteínas. Las perforinas
son proteínas formadoras de poros que ingresan en la célula
diana mediante la formación de conductos
transmembranales anulares en sus membranas celulares.
Estos conductos causan un incremento en la permeabilidad
de la membrana que contribuye a la muerte celular. Las
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granzimas son serina proteinasas exógenas que se liberan
desde los gránulos citoplasmáticos y pasan a las células
diana a través de los poros creados por las perforinas. Una
vez dentro de la célula, las granzimas activan las caspasas
DD
que inducen la apoptosis celular. Después de la destrucción
de la célula diana, la mayoría de los CTL activados se
destruyen (por apoptosis), pero algunos de ellos que
interactuaron con linfocitos T cooperadores se convierten
en células de memoria.
LA
estudios recientes han demostrado en forma convincente que estas células pertenecen a la
población de linfocitos TCD4+ que coexpresan las proteínas marcadoras CD25 y FOXP3+. Los
linfocitos T 𝐂𝐃𝟒+ 𝐂𝐃𝟐𝟓+ 𝐅𝐎𝐗𝐏𝟑+ se originan en el timo y constituyen cerca del 5 % de la
población total de linfocitos T. Secretan citocinas como la IL-10 y el factor de crecimiento
transformante b (TGF- b), siendo este último un potente supresor de la proliferación de clases
específicas de linfocitos efectores T y B.
OM
Mycobacterium tuberculosis) es inyectada entre las capas de la
dermis, con lo que se produce el endurecimiento de la piel y el
eritema (enrojecimiento) en los individuos expuestos a la
tuberculosis. La reacción de Mantoux alcanza su pico 48 h
después de la inyección de tuberculina.
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patogénesis de muchas enfermedades autoinmunitarias e
infecciosas y también cumplen un papel importante en la
prevención del rechazo de injertos. Los linfocitos T supresores
también pueden funcionar en la regulación de la maduración de
DD
las células eritroides en la médula ósea.
inmunitario y actúan localmente sobre la misma célula que las secreta (control autocrino) o
sobre las células vecinas (control paracrino). En una forma semejante a la de las hormonas,
también pueden comunicar el estado del sistema inmunitario a las células en otros sistemas (p.
ej., el sistema nervioso central, el sistema endocrino y el sistema hematopoyético). Las citocinas
funcionan a través de receptores específicos. Por lo tanto, las células reguladas por citocinas
poseen receptores de citocinas.
Las interleucinas son sintetizadas principalmente por los linfocitos T CD4+ cooperadores y en
menor medida por los monocitos, los macrófagos y las células endoteliales. Las interleucinas
promueven el crecimiento y la diferenciación de los linfocitos T, los linfocitos B y las células
hematopoyéticas. Actualmente, se han identificado más de 29 interleucinas. La interleucina 2
fue la primera citocina que se descubrió y se caracterizó. En varios trastornos de
inmunodeficiencia, en la sepsis bacteriana, en ciertos cánceres linfáticos y en enfermedades
autoinmunitarias, se han identificado mutaciones en los genes que codifican varios receptores
Las células presentadoras de antígeno (APC) interactúan con los linfocitos T CD4+
cooperadores para facilitar las respuestas inmunitarias.
La interacción entre la mayoría de los antígenos y los anticuerpos es insuficiente para estimular
OM
respuestas inmunitarias. El antígeno debe ser fragmentado en péptidos pequeños y presentado
por las APC especializadas en conjunto con las moléculas MHC II a los linfocitos T CD4+
cooperadores adecuados. El antígeno también puede ser procesado como una parte del
mecanismo de activación de los linfocitos B.
Las APC, en su mayoría, pertenecen al sistema fagocítico mononuclear. Entre las APC se
encuentran los macrófagos, los macrófagos perisinusoidales (células de Kupffer) del hígado, las
.C
células de Langerhans en la epidermis y las células dendríticas del bazo y de los ganglios
linfáticos. Dos APC que no pertenecen al MPS son los linfocitos B y las células epitelio reticulares
tipo II y tipo III del timo.
DD
Para presentar un antígeno al linfocito T cooperador, la APC primero procesa el antígeno
intracelularmente y después expone los péptidos antigénicos en su superficie por medio de
moléculas del MHC II. El procesamiento del antígeno comienza cuando la APC lo incorpora por
endocitosis y lo descompone en péptidos de 18 a 20 aminoácidos. En el compartimento
endosómico de la APC, los péptidos se unen a las moléculas del MHC II. Después, el complejo
antígeno-MHC II se transloca a la membrana plasmática de la APC y se expone en la superficie
LA
celular.
Además de actuar como APC, los macrófagos cumplen otras funciones decisivas en la
respuesta inmunitaria.
Además de presentar antígenos a los linfocitos T y a los linfocitos B, los macrófagos tienen otras
FI
• Incorporan por endocitosis y degradan parcialmente tanto los antígenos proteicos como
los antígenos polisacáridos antes de presentarlos en conjunto con las moléculas del
MHC II a los linfocitos T CD4+ cooperadores.
Los macrófagos también cumplen una función vital al secuestrar y eliminar materiales extraños
y microorganismos que no despiertan una respuesta inmunitaria o que son fagocitados, pero no
digeridos. Aquí se incluyen partículas orgánicas e inorgánicas (p. ej., partículas de carbono),
pigmentos (p. ej., de los tatuajes), celulosa y asbesto, así como los bacilos de la tuberculosis y
de la lepra, y los microorganismos que causan paludismo y otras enfermedades. En estos
ejemplos, los macrófagos suelen fusionarse para formar las células gigantes multinucleadas de
cuerpo extraño, denominadas células gigantes de Langerhans, que aíslan estos patógenos del
OM
organismo.
VASOS LINFÁTICOS
.C
Los vasos linfáticos son la vía a través de la cual las células y las grandes moléculas retornan a
la sangre desde los espacios del tejido.
Los vasos linfáticos comienzan como redes de capilares ciegos en el tejido conjuntivo. Son más
abundantes debajo del epitelio de la piel y de las membranas mucosas. Estos vasos eliminan
DD
sustancias y líquido desde los espacios extracelulares de los tejidos conjuntivos para formar la
linfa. Debido a que las paredes de los capilares linfáticos son más permeables que las paredes
de los capilares sanguíneos, las grandes moléculas, como los antígenos y las células, logran
entrar con más facilidad en los capilares linfáticos que en los capilares sanguíneos.
A medida que la linfa circula a través de los vasos sanguíneos, atraviesa los ganglios linfáticos.
LA
Dentro de los ganglios linfáticos, las sustancias extrañas (antígenos) transportadas en la linfa son
atrapadas por las células dendríticas foliculares. El antígeno expuesto en la superficie de las
células dendríticas foliculares puede ser procesado por las APC que están dentro del ganglio
linfático.
FI
Los linfocitos circulan a través de los vasos linfáticos y de los vasos sanguíneos.
La circulación de linfocitos a través de los vasos linfáticos y del torrente sanguíneo les permite
desplazarse de un sitio del sistema linfático hacia otro en diferentes etapas de su desarrollo y
alcanzar sitios dentro del cuerpo donde se necesitan. Los linfocitos transportados por la linfa
ingresan en los ganglios linfáticos a través de los vasos linfáticos aferentes, mientras que los
linfocitos transportados por la sangre ingresan en el ganglio a través de las paredes de las
vénulas poscapilares (vénulas de endotelio alto [HEV]. Los linfocitos B y T migran hacia
diferentes regiones dentro del ganglio linfático donde se asientan. Algunos linfocitos atraviesan
el parénquima ganglionar y lo abandonan a través de los vasos linfáticos eferentes, que los
conducen hacia el conducto linfático derecho o hacia el conducto torácico. A su vez, estos dos
conductos desembocan en la circulación sanguínea a la altura de las uniones de la yugular
interna y las venas subclavias en la base del cuello. Los linfocitos se transportan hacia varios
tejidos linfáticos, y desde ellos, a través de los vasos sanguíneos.
sistemas. Esta forma de tejido linfático se denomina tejido linfático difuso o tejido linfático
asociado con las mucosas (MALT) por su relación con las membranas mucosas. Estas células
están ubicadas en forma estratégica para interceptar antígenos e iniciar una respuesta
inmunitaria. Después del contacto con el antígeno, se desplazan hasta los ganglios linfáticos
regionales, donde sufren proliferación y diferenciación. La progenie de estas células regresa,
FI
La importancia del tejido linfático difuso en la protección del organismo contra los antígenos,
está indicada por dos factores:
• La presencia habitual de grandes cantidades de células plasmáticas, especialmente en
la lámina propia del tubo digestivo, que es una indicación morfológica de secreción local
de anticuerpos.
• La presencia de gran cantidad de eosinófilos, también detectados con frecuencia en la
lámina propia de las mucosas digestivas y respiratorias, que es una indicación de
inflamación crónica y reacciones de hipersensibilidad.
Los nódulos linfáticos son concentraciones bien definidas de linfocitos contenidas en una
malla de células reticulares.
Además del tejido linfático difuso, en las paredes del tubo digestivo, las vías respiratorias y el
sistema urogenital, suelen encontrarse concentraciones localizadas de linfocitos. Estas
concentraciones, llamadas nódulos linfáticos o folículos linfáticos, se encuentran bien
definidas, aunque no encapsuladas. Un nódulo linfático que consiste principalmente en
• Un centro germinativo ubicado en la región central del nódulo que en los cortes
histológicos aparece teñido pálidamente. El centro germinativo se desarrolla cuando un
linfocito que ha reconocido un antígeno regresa a un nódulo primario y prolifera. La
tinción más pálida es atribuible a los linfocitos inmaduros grandes (linfoblastos y
plasmoblastos) que contiene. Estos linfocitos tienen grandes cantidades de
eucromatina dispersa en sus núcleos en lugar de la heterocromatina densa de los
linfocitos pequeños. Las células dendríticas foliculares (FDC) también están presentes
en los centros germinativos dispersas entre las poblaciones de linfocitos B. El centro
OM
germinativo es una indicación morfológica de respuesta del tejido linfático al antígeno.
La presencia de un centro germinativo es el resultado de una cascada de fenómenos que
incluyen la activación y la proliferación de linfocitos, la diferenciación de células
plasmáticas y la producción de anticuerpos. En los centros germinativos suelen
observarse figuras mitóticas, lo cual es un reflejo de la proliferación de nuevos linfocitos
en estos sitios. La cantidad de FDC y macrófagos en el centro germinativo, con
frecuencia sufre un drástico aumento después de un período de respuesta intensa a un
.C
antígeno.
• Una zona del manto o corona que corresponde a un anillo externo de pequeños
linfocitos que rodea el centro germinativo.
DD
Los nódulos linfáticos suelen hallarse en las estructuras asociadas con el tubo digestivo como
las amígdalas, el íleon y el apéndice vermiforme.
Generalmente, los nódulos están dispersos individualmente en manera aleatoria. En el tubo
digestivo; no obstante, algunos cúmulos de nódulos se encuentran en ubicaciones específicas.
Estas ubicaciones comprenden las siguientes:
LA
poseen vasos linfáticos aferentes. No obstante, la linfa drena desde el tejido linfático de
la amígdala a través de los vasos linfáticos eferentes.
• Las placas de Peyer, que están localizadas en el íleon (porción distal del intestino
delgado) y consisten en múltiples acumulaciones de nódulos linfáticos que contienen
linfocitos T y B . Además, a lo largo de los intestinos grueso y delgado se localizan muchos
nódulos linfáticos individuales (solitarios) que están aislados.
• El apéndice vermiforme que nace del ciego. La lámina propia está muy infiltrada de
linfocitos y contiene muchos nódulos linfáticos. Si bien el apéndice suele describirse
como un órgano vestigial, el abundante tejido linfático que contiene durante las
primeras etapas de la vida indica que está funcionalmente asociado con órganos
equivalentes a la bursa. Con la edad, la cantidad de tejido linfático dentro del órgano
involuciona y se torna difícil de reconocer.
GANGLIOS LINFÁTICOS
Cabe destacar que los linfocitos activados, los cuales permanecen en el ganglio linfático para
proliferar y diferenciarse, son transportados hacia el ganglio principalmente por los vasos
sanguíneos.
OM
• La cápsula, compuesta por tejido conjuntivo denso que rodea al ganglio;
• Los cordones, también compuestos por tejido conjuntivo denso, el cual se extiende
desde la cápsula hacia el parénquima del ganglio para formar un armazón grueso; y
• El tejido reticular compuesto por células y fibras reticulares que forman una fina malla
de sostén a lo largo del resto del órgano. La malla reticular de los tejidos y órganos
linfáticos (excepto el timo) está formada por células de origen mesenquimatoso y la
sustancia fundamental producida por esas células.
.C
DD
LA
FI
La malla reticular del ganglio linfático contiene varios tipos de células que llevan a cabo
diferentes funciones en la generación de respuestas inmunitarias.
Las células de la malla reticular aparecen como células estrelladas o alargadas con un núcleo
ovalado eucromático y una pequeña cantidad de citoplasma acidófilo. Estas células pueden
captar colorantes y materiales coloidales. La microscopía electrónica de transmisión y las
técnicas inmunocitoquímicas han permitido identificar varias poblaciones de estas células.
OM
presentación de antígenos que otras APC y pueden presentar casi cualquier forma de
antígeno proteico en las moléculas MHC I y MHC II. Expresan un nivel excepcionalmente
alto de MHC II y moléculas coestimuladoras necesarias para la activación de los linfocitos
T. En el ganglio linfático, las DC a menudo se ubican en las áreas con abundancia de
linfocitos T.
• Los macrófagos son células fagocíticas y presentadoras de antígenos que expresan MHC
I, MHC II y moléculas coestimuladoras. Sin embargo, los niveles de expresión de MHC II
.C
y de moléculas coestimuladoras son mucho más bajos que los de las células dendríticas,
lo que las convierte en APC menos eficientes. En cambio, tienen una inmensa capacidad
para la endocitosis y la digestión de materiales internalizados.
• Las células dendríticas foliculares (FDC) tienen múltiples evaginaciones citoplasmáticas
DD
muy finas y ramificadas, semejantes al pelo, que se interdigitan entre los linfocitos B en
los centros germinativos. Los complejos antígeno- anticuerpo se adhieren a las
evaginaciones citoplasmáticas dendríticas por medio de los receptores para el
fragmento Fc de los anticuerpos, y la célula puede retener un antígeno en su superficie
durante semanas, meses o años. Si bien este mecanismo es similar al de la adhesión de
los complejos antígeno- anticuerpo a los macrófagos, el antígeno no suele sufrir
LA
endocitosis, como ocurre en el caso del macrófago. Por lo tanto, las FDC no son APC
porque carecen de moléculas MHC II.
OM
armazón del parénquima. Además de las células reticulares,
los cordones medulares contienen linfocitos (en su mayor
parte linfocitos B), macrófagos, células dendríticas y células
plasmáticas. Los senos medulares convergen cerca del hilio,
donde desembocan en los vasos linfáticos eferentes.
.C
de una red de conductos linfáticos interconectados
llamados senos.
Los senos linfáticos no son espacios abiertos, como lo son los senos sanguíneos. En particular
en la médula, las evaginaciones de los macrófagos junto con las fibras reticulares rodeadas por
evaginaciones de las células reticulares, atraviesan la luz del seno y forman una malla
entrecruzada que retarda el flujo libre de la linfa y mejora su filtración. El material antigénico y
las células transformadas del cáncer metastásico son atrapados por este filtro mecánico y
después fagocitados por los macrófagos. En el cáncer metastásico, el sistema puede ser
superado en su eficacia por una cantidad excesiva de células cancerosas que fluyen a través de
los senos linfáticos. Como resultado de esto, las células pueden establecer un nuevo foco de
metástasis en el ganglio linfático.
Las vénulas de endotelio alto (HEV) especializadas son el sitio de absorción de líquidos y la
entrada de los linfocitos circulantes en el ganglio linfático.
OM
hacia el torrente sanguíneo alrededor del 35 % del líquido
y electrolitos que entran a través de los vasos linfáticos
aferentes. Las células de las HEV expresan una alta
concentración de conductos acuosos (moléculas de
acuaporina-1 [AQP1]). La reabsorción rápida del líquido
intersticial hacia la sangre a través de los conductos
acuosos hace que la linfa que entra a través de los vasos
.C
linfáticos aferentes sea atraída hacia la corteza profunda
mediante el mecanismo de arrastre del disolvente.
OM
regiones a lo largo del organismo, donde pueden proliferar
en respuesta a la exposición posterior a su antígeno
específico. La presencia de linfocitos de memoria en varios
sitios de todo el cuerpo, asegura una respuesta más rápida
a un antígeno, la respuesta secundaria.
.C
respondiendo a antígenos, con frecuencia aumentan de
tamaño, lo que es un reflejo de la formación de centros
germinativos y de la proliferación de linfocitos. Este
fenómeno se observa con frecuencia en los ganglios
DD
linfáticos del cuello en respuesta a una infección nasal y
orofaríngea y en las regiones axilar e inguinal debido a una
infección en las extremidades. La linfadenitis, un
agrandamiento reactivo (inflamatorio) del ganglio linfático,
es una complicación común de las infecciones microbianas.
Estos ganglios linfáticos agrandados suelen denominarse
LA
glándulas inflamadas.
TIMO
FI
tímico crece caudalmente como una proyección tubular del epitelio endodérmico en el
mediastino del tórax. El extremo en avance prolifera y finalmente se desconecta del epitelio
branquial. Las células progenitoras linfoides comunes (CLP) de la médula ósea, cuyo destino es
desarrollarse en linfocitos T inmunocompetentes, invaden el rudimento epitelial y ocupan
espacios entre las células epiteliales, de tal modo que el timo se transforma en un órgano
linfoepitelial.
El timo está completamente formado y funcional al momento del nacimiento. Se mantiene como
un órgano grande hasta el tiempo de la pubertad, donde la diferenciación y proliferación de
linfocitos T se reduce y la mayor parte del tejido linfático es reemplazado por tejido adiposo
(involución). El órgano puede ser reestimulado en situaciones que demandan una rápida
proliferación de linfocitos T.
OM
macrófagos.
.C
tejido medular determina que se vean semejantes a un
nódulo linfático con un centro germinativo, lo cual suele
confundir a los estudiantes. Otras características
morfológicas (que se describen más adelante) permiten la
DD
identificación positiva del timo en los cortes histológicos.
reticulares. Entre las células corticales también hay macrófagos dispersos. Los linfocitos T en
desarrollo derivan de las CLP, las que a su vez se originan en la médula ósea. A medida que
progresa el desarrollo en el timo, las células derivadas de las CLP atraviesan una serie de etapas
evolutivas que se distinguen por la expresión de diferentes moléculas CD.
Como su nombre lo indica, las células epitelio reticulares tienen características tanto de células
epiteliales como de células reticulares. Proveen un armazón o estroma para los linfocitos T en
desarrollo; por lo tanto, son los equivalentes de las células reticulares y sus fibras reticulares
asociadas en los otros tejidos y órganos linfáticos. Las células de tejido conjuntivo reticular y sus
fibras, sin embargo, no están presentes en el parénquima tímico. Las células epitelio reticulares
exhiben ciertos rasgos característicos del epitelio, como las uniones intercelulares y los
filamentos intermedios.
Se reconocen seis tipos de células epitelio reticulares según su función: tres tipos en la corteza
y tres en la médula. Cada tipo está designado con un número romano. En la corteza, se
reconocen los siguientes tipos de células.
OM
característica nuclear permite la fácil identificación de la célula en los preparados para
el microscopio óptico. Las células tipo II compartimentalizan la corteza en regiones
aisladas para los linfocitos T en desarrollo. A diferencia de lo que ocurre con las células
tipo I, las células tipo II expresan moléculas MHC I y MHC II, que participan en la
educación de los timocitos.
• Células epitelio reticulares tipo III, que están ubicadas
.C
en el límite entre la corteza y la médula. El MET permite
detectar las uniones oclusivas entre las evaginaciones
citoplasmáticas laminares de las células contiguas. Al igual
que las células tipo I, las células epitelio reticulares tipo III
DD
crean una barrera funcional, en este caso, entre la corteza
y la médula. Como las células tipo II, poseen moléculas MHC
I y MHC II.
• Macrófagos, que están dentro de la corteza tímica y son
responsables de la fagocitosis de los linfocitos T que no
LA
OM
.C
DD
LA
Los corpúsculos tímicos o de Hassall (que derivan de las células epitelio reticulares tipo IV) son
una característica distintiva de la médula del timo.
FI
La médula tímica, la porción interna del parénquima, contiene gran cantidad de células epitelio
reticulares y linfocitos T agrupados en forma laxa.
La médula se tiñe con menos intensidad que la corteza porque, como en los centros
OM
estas células derivan del epitelio orofaríngeo. Los
corpúsculos tímicos son componentes multicelulares
activos desde el punto de vista funcional, distintos desde el
punto de vista antigénico y exclusivos de la médula. Si bien
su función no se comprende por completo, se cree que los
corpúsculos tímicos producen interleucinas (IL-4 e IL-7) que
actúan en la diferenciación y la educación de los linfocitos
.C
T en el timo.
• El endotelio que reviste la pared capilar es del tipo continuo con uniones oclusivas. Es
muy impermeable a las macromoléculas y se considera un componente estructural
importante de la barrera en el parénquima cortical. La lámina basal subyacente de las
células endoteliales y los pericitos ocasionales son parte de la pared capilar.
• Los macrófagos que están en el tejido conjuntivo perivascular circundante, pueden
fagocitar las moléculas antigénicas que escapan de la luz capilar hacia el parénquima
cortical.
• Las células epitelio reticulares tipo I con sus uniones oclusivas proveen protección
adicional a los linfocitos T en desarrollo. Las células epitelio reticulares rodean la pared
OM
y la desaparición de moléculas CD superficiales específicas.
.C
de la diferenciación de los linfocitos T. A medida que la
maduración progresa, los linfocitos T expresan TCR, CD3, y las
moléculas CD4 y CD8. Esta es la etapa doble positiva de la diferenciación de linfocitos T. A
continuación, las células epitelio reticulares tipo II y tipo III les presentan a los linfocitos los
DD
antígenos propios y extraños. Si el linfocito reconoce moléculas MHC propias y antígenos
propios y extraños sobrevivirá, un proceso que se conoce como selección positiva. Si no lo hace,
la célula morirá. Las células que pasan la prueba de selección positiva abandonan la corteza e
ingresan en la médula. Aquí, son sometidas a otro proceso de selección en el cual los linfocitos
que reconocen el antígeno propio presentado por las moléculas MHC son eliminados, un
proceso que se denomina selección negativa. Las células que sobreviven se convierten en
LA
linfocitos T CD8+ citotóxicos (al perder CD4 y retener CD8) o linfocitos T CD4+ cooperadores (al
perder CD8 y retener CD4). Esta etapa recibe el nombre de etapa positiva simple de la
diferenciación de los linfocitos T. Ahora los linfocitos abandonan el timo al pasar desde la médula
hacia la circulación sanguínea.
El proceso de educación tímica es promovido por sustancias
FI
El bazo tiene el tamaño aproximado de un puño cerrado y es el órgano linfático más grande. Se
ubica en el cuadrante superior izquierdo de la cavidad abdominal y tiene una irrigación
sanguínea abundante.
OM
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DD
LA
FI
El bazo filtra sangre y reacciona inmunitariamente a los antígenos transportados por ella.
El bazo posee funciones de filtración morfológica e inmunitaria. Además de una gran cantidad
El bazo está rodeado por una cápsula de tejido conjuntivo denso desde la cual los cordones se
extienden hacia el parénquima del órgano. El tejido conjuntivo de la cápsula y de los cordones
contiene miofibroblastos. Estas células contráctiles también producen las fibras extracelulares
del tejido conjuntivo. En muchos mamíferos, el bazo almacena grandes volúmenes de eritrocitos
como reserva. En estas especies, la contracción en la cápsula y en los cordones contribuye a la
liberación de los eritrocitos almacenados hacia la circulación sistémica. El bazo humano
normalmente retiene poca cantidad de sangre, pero tiene la capacidad de contraerse por acción
de las células contráctiles capsulares y trabeculares.
La mayor parte del bazo consiste en pulpa esplénica. Desde los puntos de vista funcional y
morfológico, la pulpa esplénica puede dividirse en dos regiones: la pulpa blanca y la pulpa roja,
según el color de cada una en el estado fresco. En el corte, la pulpa blanca aparece como
regiones blanco grisáceas circulares o alargadas rodeadas por la pulpa roja.
La pulpa blanca está compuesta por una gruesa acumulación de linfocitos alrededor de una
OM
arteria.
La pulpa blanca está compuesta por tejido linfático, en su mayor parte linfocitos. En los cortes
teñidos con H&E, la pulpa blanca aparece basófila debido a la heterocromatina densa en los
núcleos de los numerosos linfocitos. Las ramas de la arteria esplénica atraviesan la cápsula y los
cordones del bazo, para introducirse en la pulpa blanca. Dentro de la pulpa blanca, la rama de
la arteria esplénica se denomina arteria central. Los linfocitos que se aglomeran alrededor de la
arteria central constituyen la vaina linfática periarterial (PALS). La PALS tiene una configuración
.C
más o menos cilíndrica que se ajusta al trayecto de la arteria central. En los cortes transversales,
la PALS presenta un aspecto circular y puede parecerse a un nódulo linfático. La presencia de la
arteria central, sin embargo, distingue la PALS de los nódulos linfáticos típicos encontrados en
otros sitios. En la PALS, los nódulos aparecen como expansiones focalizadas y desplazan la
DD
arteria central, de manera que ésta ocupa una posición excéntrica en lugar de central.
Los nódulos son el territorio de los linfocitos B; otros linfocitos de la PALS son principalmente
linfocitos T que rodean los nódulos. Por lo tanto, la PALS puede considerarse una región
dependiente del timo, como la corteza profunda del ganglio linfático. Los nódulos suelen
contener centros germinativos que, como en otros tejidos linfáticos, se desarrollan a medida
LA
que los linfocitos B proliferan después de su activación. En los seres humanos, los centros
germinativos se desarrollan dentro de las 24 h siguientes a la exposición a un antígeno y pueden
tornarse grandes en extremo y visibles a simple vista. Estos nódulos grandes se denominan
nódulos esplénicos o corpúsculos de Malpighi (pero no deben confundirse con los corpúsculos
renales, que tienen el mismo nombre).
FI
La pulpa roja contiene una gran cantidad de eritrocitos, a los que filtra y degrada.
La pulpa roja es de color rojo tanto en el estado fresco como en los preparados histológicos,
debido a que contiene una gran cantidad de eritrocitos. En esencia, la pulpa roja está compuesta
por sinusoides esplénicos separados por los cordones esplénicos (cordones de Billroth). Los
cordones esplénicos están compuestos por la ya conocida malla laxa de células reticulares y
fibras reticulares, que contienen moléculas de colágeno tipo III y tipo V. Dentro de la malla
reticular de los cordones esplénicos, hay abundancia de eritrocitos, macrófagos, linfocitos,
células dendríticas, células plasmáticas y granulocitos. Los macrófagos esplénicos fagocitan los
eritrocitos dañados. El hierro de los eritrocitos destruidos se utiliza en la formación de nuevos
eritrocitos; los macrófagos esplénicos comienzan el proceso de degradación de hemoglobina y
el reciclaje del hierro. Los megacariocitos también están presentes en ciertas especies, como
roedores y gatos, pero no en seres humanos, excepto durante la vida fetal.
Los senos esplénicos o venosos son vasos sinusoidales especiales revestidos por células
endoteliales con forma de bastón.
Las células endoteliales que revisten los sinusoides esplénicos son muy largas. Su eje
longitudinal corre paralelo a la dirección del vaso. Existen pocos puntos de contacto entre las
Los sinusoides carecen de una lámina basal continua. Las bandas anulares de material de lámina
basal se enlazan alrededor de la parte externa del sinusoide como si fueran los anillos metálicos
que sostienen unidas las duelas de un barril. Estas bandas forman ángulos rectos con respecto
a los ejes longitudinales de las células endoteliales. Este material se tiñe con impregnaciones
argénticas o con la reacción de PAS. En la pared de los sinusoides esplénicos no hay células de
músculo liso ni pericitos. Las evaginaciones de las células reticulares pueden extenderse hacia la
OM
superficie basal de las células endoteliales y es probable que estén asociadas con las fibras
reticulares que parecen mezclarse con los anillos perisinusoidales de la lámina basal. La sangre
llena tanto los sinusoides como los cordones de la pulpa roja y con frecuencia oculta las
estructuras subyacentes, lo que dificulta la distinción entre los cordones y los sinusoides en los
cortes histológicos.
La circulación dentro de la pulpa roja permite que los macrófagos detecten antígenos en la
.C
sangre.
Las ramas de la arteria esplénica se introducen en la pulpa blanca desde los cordones. La arteria
central emite ramas hacia la pulpa blanca y hacia los sinusoides de su periferia denominados
sinusoides marginales. La arteria central continúa hacia la pulpa roja, donde se ramifica en
DD
varias arteriolas bastante rectas llamadas arteriolas peniciladas. Estas arteriolas terminan por
convertirse en capilares arteriales. Algunos capilares arteriales están rodeados por
acumulaciones de macrófagos y, por lo tanto, se denominan capilares envainados. Los capilares
envainados, entonces, terminan directamente en la malla reticular de los cordones esplénicos
en lugar de conectarse con los sinusoides esplénicos revestidos de endotelio. La sangre que
entra en la pulpa roja de esta manera se filtra a través de los cordones y queda expuesta a sus
LA
macrófagos antes de retornar a la circulación, colándose a través de las paredes de los sinusoides
esplénicos. Este tipo de circulación se denomina circulación abierta y es la única vía por la cual
la sangre retorna a la circulación venosa en los seres humanos. En otras especies, como ratas y
perros, parte de la sangre de los capilares envainados pasa directamente a los sinusoides
esplénicos de la pulpa roja. Este tipo de circulación se conoce como circulación cerrada.
FI
La circulación abierta expone la sangre en forma más eficiente a los macrófagos de la pulpa roja.
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a las venas que drenan el intestino para formar la vena portal hepática.
OM
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DD
Las funciones hematopoyéticas del bazo comprenden:
LA
El papel de la pulpa roja es principalmente la filtración de la sangre (es decir, la eliminación del
material particulado, los antígenos macromoleculares y los eritrocitos y plaquetas envejecidos,
anómalos o dañados de la circulación sanguínea). Estas funciones se llevan a cabo por los
macrófagos incluidos en la malla reticular de la pulpa roja. Los eritrocitos envejecidos, dañados
o anómalos son degradados por los lisosomas de los macrófagos; el hierro de la hemoglobina se
Los macrófagos reconocen los eritrocitos envejecidos o anómalos por varios mecanismos
diferentes:
• Los mecanismos inespecíficos comprenden cambios morfológicos y bioquímicos que
ocurren en los eritrocitos envejecidos; éstos se tornan más rígidos y, por lo tanto, son
atrapados con más facilidad en la malla de la pulpa roja.
• Los mecanismos específicos comprenden la opsonización de la membrana celular con
anticuerpos IgG anti- banda 3, lo cual desencadena la fagocitosis eritrocítica
dependiente de receptor de Fc. Además, los cambios específicos en la glucosilación de
las glucoforinas en los eritrocitos que envejecen, actúan como una señal de
A pesar de estas importantes funciones, el bazo no es indispensable para la vida humana. Puede
extirparse quirúrgicamente (esplenectomía), lo cual se realiza con frecuencia después de un
traumatismo que causa rotura esplénica con hemorragia incontenible. La captación y la
destrucción de los eritrocitos envejecidos se producen, entonces, en la médula ósea y en el
hígado.
OM
Nódulos linfáticos
Características Ganglios linfáticos Timo Bazo
(BALT, GALT, MALT)
Función principal .C
Vigilancia
inmunológica
de las membranas
Filtran la linfa
Generan respuestas
inmunitarias a los
Desarrolla linfocitos T
inmunocompetentes
Filtra la sangre
Elimina eritrocitos viejos
Genera respuestas
DD
inmunitarias
mucosas. antígenos en la linfa
a los antígenos circulantes
Cápsula de tejido
No Sí Sí Sí; contiene miofibroblastos
conjuntivo
Corteza No Sí Sí No
Médula No Sí Sí No
LA