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Pregunta: Escriba una nota detallada sobre los factores que influyen

en el espíritu empresarial. Dé ejemplos de factores económicos,


socioculturales y psicológicos. 2014

Factores que afectan al espíritu empresarial:


El espíritu empresarial está influido por cuatro factores distintos: desarrollo económico,
cultura, desarrollo tecnológico y educación. En las zonas en las que se dan estos factores, cabe
esperar un crecimiento empresarial fuerte y constante.
Estas condiciones pueden influir tanto positiva como negativamente en la aparición del espíritu
empresarial. Las influencias positivas constituyen condiciones facilitadoras y favorables para la
aparición del espíritu empresarial, mientras que las influencias negativas crean un entorno
restrictivo para la aparición del espíritu empresarial.

Veamos cada uno de ellos en detalle.


 Factores económicos:
El entorno económico ejerce la influencia más directa e inmediata sobre el espíritu
empresarial. Es probable que esto se deba a que las personas se convierten en empresarios
por necesidad, cuando no hay otro trabajo, o por oportunidad.
Los factores económicos que afectan al espíritu empresarial son los siguientes:
1. Capital:
El capital es uno de los factores de producción más importantes para la creación de una
empresa. El aumento de la inversión de capital en proyectos viables se traduce en un aumento
de los beneficios que contribuye a acelerar el proceso de formación de capital. La actividad
empresarial también recibe un impulso con la fácil disponibilidad de fondos para la inversión.
La disponibilidad de capital facilita que el empresario reúna la tierra de uno, la máquina de otro
y la materia prima de otro para combinarlos y producir bienes. Por lo tanto, el capital se
considera un lubricante del proceso de producción.
Francia y Rusia ejemplifican cómo la falta de capital para la persecución industrial obstaculizó el
proceso de creación de empresas y una oferta adecuada de capital lo fomentó.
2. Trabajo:
La fácil disponibilidad del tipo adecuado de trabajadores también afecta al espíritu empresarial.
La calidad, más que la cantidad, de la mano de obra influye en la aparición y el crecimiento del
espíritu empresarial. El problema de la inmovilidad laboral puede resolverse proporcionando
instalaciones infraestructurales que incluyan un transporte eficiente.
La calidad y no la cantidad de la mano de obra es otro factor que influye en la aparición del
espíritu empresarial. La mayoría de los países menos desarrollados son naciones ricas en mano
de obra debido a una población densa e incluso en aumento. Pero el espíritu empresarial se
fomenta si existe una mano de obra móvil y flexible. Y, las ventajas potenciales de la mano de
obra barata se ven reguladas por los efectos nocivos de la inmovilidad laboral.
3. Materias primas:
A falta de materias primas, no puede establecerse ninguna empresa ni surgir ningún
empresario.
Es uno de los ingredientes básicos necesarios para la producción. La escasez de materias primas
puede afectar negativamente al entorno empresarial. Sin un suministro adecuado de materias
primas, ninguna industria puede funcionar correctamente y la creación de empresas se ve
afectada negativamente.
4. Mercado:
El papel y la importancia del mercado y el marketing son muy importantes para el espíritu
empresarial. En un mundo tan competitivo como el actual, ningún empresario puede pensar en
sobrevivir sin los últimos conocimientos sobre el mercado y las diversas técnicas de
marketing.
El hecho es que el potencial del mercado constituye el principal determinante de las probables
recompensas de la función empresarial.
Tanto el tamaño como la composición del mercado influyen en el espíritu empresarial a su
manera. En la práctica, el monopolio de un determinado producto en un mercado resulta más
influyente para la iniciativa empresarial que un mercado competitivo. Sin embargo, la
desventaja de un mercado competitivo puede anularse en cierta medida mediante la mejora
del sistema de transporte, que facilita el movimiento de materias primas y productos acabados
y aumenta la demanda de bienes de producción.
5. 5. Infraestructuras:
La expansión del espíritu empresarial presupone unas instalaciones de comunicación y
transporte debidamente desarrolladas. No sólo ayuda a ampliar el mercado, sino también a
expandir los horizontes del negocio. Tomemos como ejemplo el establecimiento del sistema de
correos y telégrafos y la construcción de carreteras y autopistas en el mundo. Ayudó
considerablemente a las actividades empresariales.
Aparte de los factores mencionados, instituciones como las asociaciones
comerciales/empresariales, las escuelas de negocios, las bibliotecas, etc. también contribuyen
de forma valiosa a promover y mantener el "espíritu empresarial" en la economía. Puede
recabar toda la información que desee de estos organismos. También actúan como foro de
comunicación y acción conjunta.

Factores sociales:
Los factores sociales pueden contribuir en gran medida a fomentar el espíritu empresarial. De
hecho, fue la sociedad altamente servicial la que hizo de la revolución industrial un éxito
glorioso en Europa. Afectan en gran medida al comportamiento empresarial, que contribuye al
crecimiento empresarial. El entorno social en el que crecen las personas configura sus
creencias, valores y normas básicas.
Los principales componentes del entorno social son los siguientes:

1. Factor étnico y de casta:


En cada sociedad hay determinados grupos étnicos y prácticasculturales que influyen en las
acciones de las personas. Estas prácticas y valores han evolucionado a lo largo de cientos de
años. También ha definido límites a la movilidad social de los individuos y a la adaptación de los
nuevos cambios tecnológicos.
El predominio de determinados grupos étnicos en el mundo empresarial es un fenómeno
mundial. Unas prácticas culturales sólidas y revolucionarias pueden desarrollar y apoyar más
actividades empresariales.
2. Antecedentes familiares:
Este factor incluye el tamaño de la familia, el tipo de familia y la situación económica de la
familia. Se ha revelado que la familia Zamindar ayudó a acceder al poder político y a mostrar un
mayor nivel de iniciativa empresarial.
Los antecedentes de una familia en el sector manufacturero proporcionaron una fuente de
espíritu empresarial industrial. El estatus ocupacional y social de la familia influyó en la
movilidad. Hay ciertas circunstancias en las que muy pocas personas tendrían que ser audaces.
Por ejemplo, en una sociedad en la que está de moda el sistema de familia conjunta, aquellos
miembros de la familia conjunta que obtienen riqueza gracias a su duro trabajo se ven privados
de la oportunidad de disfrutar de los frutos de su trabajo porque tienen que compartir su
riqueza con los demás miembros de la familia.
3. Educación:
La educación le permite a uno comprender el mundo exterior y le dota de los conocimientos y
habilidades básicos para enfrentarse a los problemas cotidianos. En cualquier sociedad, el
sistema educativo desempeña un papel importante en la formación de valores empresariales.
Nuestros métodos educativos no han cambiado mucho ni siquiera hoy. Se hace hincapié en
preparar a los estudiantes para trabajos estándar, en lugar de calificarlos como suficientemente
capaces para valerse por sí mismos.
4. Actitud de la sociedad:
Un aspecto relacionado con éstos es la actitud de la sociedad hacia el espíritu empresarial.
Ciertas sociedades fomentan las innovaciones y la singularidad, y aprueban así las acciones de
los empresarios y recompensas como los beneficios. Otros no toleran los cambios y, en tales
circunstancias, el espíritu empresarial no puede echar raíces ni crecer. Del mismo modo,
algunas sociedades tienen una aversión inherente a cualquier actividad que genere dinero. Se
dice que en Rusia, en el siglo XIX, a las clases altas no les gustaban los empresarios. Para ellos,
cultivar la tierra significaba una buena vida. Creían que la tierra pertenecía a Dios y que el
producto de la tierra no era más que la bendición de Dios. Los cuentos, proverbios y canciones
populares rusos de la época transmitían el mensaje de que enriquecerse con los negocios no
estaba bien.
5. Valor cultural:
Los motivos impulsan a los hombres a la acción". El crecimiento empresarial requiere motivos
adecuados como la obtención de beneficios, la adquisición de respeto y la consecución de un
estatus social. Los hombres ambiciosos y con talento asumirán riesgos e innovarán si estos
motivos son fuertes. La fuerza de estos motivos depende de la cultura de la sociedad. Si la
cultura tiene una orientación económica o monetaria, se aplaudiría y alabaría el espíritu
empresarial; se apreciaría la acumulación de riqueza como forma de vida. En los países menos
desarrollados, la gente no está motivada económicamente. Los incentivos monetarios tienen
relativamente menos atractivo. Las personas tienen amplias oportunidades de alcanzar la
distinción social mediante cacerías no económicas. Por lo tanto, los hombres con capacidad de
organización no se ven arrastrados a los negocios. Utilizan su talento para fines no económicos.
Factores psicológicos:
Muchos teóricos del espíritu empresarial han propuesto teorías que se centran especialmente
en los factores psicológicos. Son las siguientes:
1. Necesidad Logro:
La teoría psicológica más importante sobre el espíritu empresarial fue planteada a principios de
los años sesenta por David McClelland. Según McClelland, la "necesidad de logro" es un motivo
social de superación (brillo ) que suele caracterizar a los empresarios de éxito, especialmente
cuando se ve reforzado por factores culturales. Descubrió que cierto tipo de personas,
especialmente las que se convertían en empresarios, tenían esta característica. Además,
algunas sociedades tienden a reproducir un mayor porcentaje de personas con un alto
"rendimiento por necesidad" que otras sociedades. McClelland lo atribuyó a factores
sociológicos. Las diferencias entre sociedades e individuos explican que la "necesidad de logro"
sea mayor en algunas sociedades y menor en otras.
La teoría afirma que las personas con altas necesidades de rendimiento se distinguen en varios
aspectos. Les gusta asumir riesgos y estos riesgos les estimulan a un mayor esfuerzo. La teoría
identifica los factores que producen este tipo de personas. Inicialmente, McClelland atribuyó a
los padres, especialmente a la madre, el papel de dirigir (organizar) a su hijo o hija para que
fuera dueño de sí mismo y autosuficiente. Más tarde hizo menos hincapié en la relación padre-
hijo y dio más importancia a los factores sociales y culturales. Llegó a la conclusión de que la
"necesidad de logro" está más condicionada por el refuerzo social y cultural que por la
influencia de los padres y otros factores afines.
2. Retirada del estatuto Respeto:
Otros investigadores han intentado comprender las raíces psicológicas del espíritu empresarial.
Uno de ellos es Everett Hagen, que hace hincapié en las consecuencias psicológicas del cambio
social. Según Hagen, en algún momento muchos grupos sociales experimentan una pérdida
fundamental de estatus. Hagen atribuyó la retirada del respeto del estatus de un grupo al
origen del espíritu empresarial.
Hage cree que la condición inicial que conduce a un eventual comportamiento empresarial es la
pérdida de estatus por parte de un grupo. Postula que cuatro tipos de acontecimientos pueden
producir la retirada del estatus:
i. El grupo puede ser desplazado por la fuerza;
ii. puede ver degradados sus símbolos de valor;
iii. puede derivar hacia una situación de incoherencia de estatus; y
iv. Puede que no se acepte el estatus que se espera de la migración en una nueva sociedad.
3. Motivos:
Otras teorías psicológicas del espíritu empresarial hacen hincapié en los motivos u objetivos
del empresario. Cole opina que, además de riqueza, los empresarios buscan poder, prestigio,
seguridad y servicio a la sociedad. Stepanek señala especialmente aspectos no monetarios
como la independencia, la autoestima de las personas, el poder y la consideración de la
sociedad.
Sobre el mismo tema.
Por último, Rostow ha examinado los cambios intergraduales en las familias de los empresarios.
Cree que la primera generación busca la riqueza, la segunda el prestigio y la tercera el arte y la
belleza.
4. Otros:
Thomas Begley y David P. Boyd estudiaron en detalle las raíces psicológicas del espíritu
empresarial a mediados de los años ochenta. Llegaron a la conclusión de que las actitudes
empresariales basadas en consideraciones psicológicas tienen cinco dimensiones:
Primero fue la "necesidad-logro" descrita por McClelland. En todos los estudios sobre
empresarios de éxito está siempre presente una elevada orientación al logro .
La segunda dimensión que Begley y Boyd denominan "locus de control " Significa que el
empresario sigue la idea de que puede controlar su propia vida y no se ve influido por factores
como la suerte, el destino, etc. La satisfacción de las necesidades implica lógicamente que las
personas pueden controlar su propia vida y no están influidas por fuerzas externas.
La tercera dimensión es la disposición a asumir riesgos. Estos dos investigadores han llegado a
la conclusión de que los empresarios que asumen riesgos moderados obtienen mayores
rendimientos de sus activos que los que no asumen ningún riesgo.
En cuarto lugar, la tolerancia es la siguiente dimensión de este estudio. Muy pocas decisiones
se toman con información completa. Por tanto, todos los directivos deben tener cierta
tolerancia a la ambigüedad (incertidumbre).
Por último, he aquí lo que los psicólogos denominan comportamiento "tipo A". Esto no es otra
cosa que "una lucha crónica (de larga duración) y sin descanso por conseguir cada vez más en
menos tiempo" Los emprendedores se caracterizan por la presencia de un comportamiento
'Tipo A' en todos sus empeños.

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