RAZONES PARA TRATAR DE VIVIR BIEN

Luis Alberto Pérez Gómez. MD. ESO.

A continuación, pongo a consideración de Ustedes, unas elucubraciones sobre la vida.

La vida, es vida y es corta, merece vivirla y gozarla bien hoy, tal vez mañana, no haya tiempo.
Recuerde que es muy corta, llena de momentos alegres, decepcionantes y tristes, si no, no fuera vida.
Que frecuentemente nos quejamos, por que sentimos envidia de la vida de otros, de su prosperidad,
de su belleza y bondades, de sus placeres, de los que otros tienen y disfrutan.
Que frecuentemente nos lamentamos de lo que se pudo ser, y no se logró, del aprecio y de muchas
otras “virtudes” de que gozan otros, y que justificamos a nuestro modo, y que generalmente culpamos
a otros, de nuestros propios fracasos.
No, no, nos sigamos engañando y haciéndonos siempre la víctima.
Tú, como cualquier persona, has tenido y tienes las mismas oportunidades de haber sido o ser una
persona de bien, de lograr triunfos, querida, prospera, hacendosas, y porque no, ser feliz.
ALGUNAS RAZONES por las cuales no prosperamos y vivimos amargados o justificando nuestros
fracasos, que nos ciegan y no nos permiten mejorar o nos paralizan.
1. La envidia, es un problema que carcome a muchas personas, sin pensar que perjudica casi
siempre al envidioso, sin que afecte de ninguna manera o forma, al envidiado.
2. El odio, que perjudica y hace mucho daño, emocional y psíquico al que odia, y nunca al odiado
3. La prepotencia, de algunas personas, de creerse la verraquera, sólo daña y afecta la personalidad
del prepotente, además del mal ambiente que se hace a su alrededor.
4. La soberbia, otra forma de pensar y ser de algunas personas, daña y perjudica al soberbio y se
gana el desprecio de los demás.
5. La falta de respeto y consideración, para con los demás
QUIERES CAMBIAR, ten en cuenta que:
1) Nadie es más que nadie
2) La humildad, es un don
3) El respeto se gana, no se hereda, ni se da.
4) La generosidad es una belleza, al igual que la misericordia, vienen de Dios.
5) Nadie es tan autosuficiente, que no necesite, en algún momento, el auxilio de otro.
6) Dios no envió a este mundo sin nada (desnudos) y al momento de irnos, nada nos llevamos.
7) No hay riqueza más grande que el amor de Dios, el amor de nuestra familia, y el aprecio de
nuestros amigos.
8) Las riquezas materiales son efímeras, a diferencia del aprecio, respeto y consideración, que se
ganan y se luchan en la vida, dones que no tienen valor material, y son invaluables.
9) Nunca te alegres del mal ajeno, pero si alégrate de su prosperidad.
10) No maldigas, ni le desees mal a nadie. Existe la “ley de la compensación”, todo el mal o lo bueno
que le desees a otro, se te puede devolver.
11) Nunca te alegres del ma. Ajeno, pero alégrate de su prosperidad.
12) Sé siempre justo, la injusticia no paga y hace mucho daño al que la comete.
TU PUEDES CAMBIAR, que no es fácil, pero no imposible. Sólo se requiere de:
 Decisión. Lo decido y lo logro, cueste lo que cueste, siempre pensando que lo haces para tu bien,
tu familia y amistades.
 Actitud, todos tus actos de aquí en adelante, encamínalos a mejorar tu vida, la de tu familia, y de
quienes te rodean.
 Disposición. Estar dispuesto a realizar los cambios necesarios, en la vida personal, familiar y
social.
 Cambio de estilo de vida. Conlleva decisiones y actitudes de cambios, en:
- La alimentación. Come lo que te guste, pero en forma y cantidad moderada, todo en exceso
es perjudicial.
- Aléjate de todo aquello, que se sabe es perjudicial para la salud. Comienza por moderar los
vicios (alcohol, cigarrillo y otros), de tal forma que paulatinamente, te liberes de ellos.
- Haz ejercicios, como mínimo media hora diario, puede ser caminar y algo de pesas, u otro(s)
 Dice un dicho venezolano, “no soy monedita de oro, para caerle bien a todos”, pero debemos
cambian para nuestro bien, de mi familia y amistades.
 No le des crédito a los malidicientes, esa es la humanidad; siempre habrá quien te critique, por sí
o por no.
 Escoge bien a tus “amigos”, algunos son:
- Interesados. Cuando tienes para darles, están ahí, como las moscas, apenas se necesita de
ellos, desaparecen o te dejan solo.
- Aduladores, que aparentan, para obtener un beneficio, como algunos politiqueros, e
interesados en algo.
- Deshonestos, que te soportan, pero que siempre te viven criticando y poniéndote zancadillas.
- De verdad, que te quieren y aprecian, tanto en los buenos, como en los malos tempos, los
verdaderos amigos, pocos, pero los hay.
PARA CAMBIAR, por el bien personal, familiar y social, Debes:
1. Pedirle a Dios, su ayuda. Él nunca nos deja solos. Es el amigo fiel.
2. Toma la decisión de mejorar, y no vaciles. Siempre habrá tropiezos, críticas, burlas, pero hay que
persistir, hasta vencer.
3. Cambia en tu personalidad, tanto por fuera (La apariencia), como por dentro (nuestro
comportamiento y actitudes):
- El vestir, así sea cualquier marca. La marca no me hace, yo hago a la marca. Hay un dicho,
“El hábito no hace al monje” (“Filosofía Vulgar”, 1568. Juan de Mal Lara. Español)
- El hablar y las expresiones, si son mal intencionadas, pueden herir más, que una agresión
física.
- Los malos modales y malas costumbres, que afean y desdicen mucho de las personas.
- Tu relación interpersonal, hay que cuidarla, “Dime con quien andas y te diré quién eres”, no se
conoce autor, pero data +/- del siglo XVI (1500).
- Escucha siempre los buenos consejos, y tenlos en cuenta.
- Respeta siempre a toda persona, sin distingos de raza, religión, política o sexo.
- Nunca dejes de ser amable con todos, sin importar las circunstancias, y aún si lo merece o
desconoces.
- Siempre se agradecido, dar las gracias siempre, por simple que parezca el favor.
- Trata siempre de sonreír, has el esfuerzo. La riza desarma la ira y la violencia.
- Ten siempre presente, que nadie, es más ni mejor que nadie; sólo que somos diferentes,
luchando a diario, por ser cada día mejor.
- Nunca olvides, que ese fiel amigo, nuestro padre celestial y nuestra santísima madre, nunca
nos abandonan
Siempre siéntete satisfecho de tus fortalezas, pero trata cada día de mejorar tus debilidades, para
convertirlas en fortalezas.
Haz el esfuerzo y verás tus cambios, hazlo por ti, por tus hijos y nietos, familia, y por todos. Tú
siempre serás el más beneficiado.