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lecien Hace mucho tiempo, en lo profundo del Valle de los Suefios, donde las montafias se alzaban como guardianes y el rio contaba cuentos ancestrales, se encontraba un reino magico donde las estaciones cobraban vida. Las personas de aquel hermoso reino habfan aprendido a vivir en armonia con la naturaleza, escuchando los latidos de la tierra y los suspiros de los vientos. En el centro del reino, vivia un nifio llamado Ataw, nombre de origen quechua, que significa “afortunado". Con ojos curiosos y oscuros, unos cabellos color del caramelo recién hecho, Ataw habla nacido con un don muy especial: ;Podia comunicarse, sentir y controlar las estaciones! Desde temprana edad, cuando el invierno llegaba y la nieve cubria el valle, Ataw podia escuchar las risas traviesas del inviemo. Cada dia, en su pequefia casita de adobe, compartia sus historias y risas con su amiga la estaci6n, Un dia, mientras el invierno se desvanecia y la primavera despertaba en un estallido de colores y fragancias, Ataw noté que las flores parecian mas radiantes y los animales mas felices. Curioso como siempre, pregunté a la primavera por este cambio. La estacién le respondié con su voz suave, célida y tranquila: -"Ataw, cada sonrisa y cada lagrima que compartes se refleja en la tierra y en todos los seres vivos. Tu relacién con nosotros nutre la tierra misma" Con el paso de los dias, Ataw siguié conversando con cada estacién. En verano, cuando el sol inundaba la tierra con su calor, Ataw pregunté por el crecimiento de los cultivos. El verano le hablé con su risa en el viento, -"Ataw, tus palabras de gratitud y tu cuidado hacia nosotros fortalecen las cosechas y hacen que los frutos sean dulces y generasos'-. Cuando el otofio Ilegé y las hojas doradas de los arboles caian en montones, Ataw contemplé cémo los arboles se preparaban para el descanso invernal. Pregunt6 al otofio sobre este ciclo de la naturaleza. La estaci , Con Su voz melancélica y baja le respondié: -"Ataw, tu comprensién y adaptaci6n a los ciclos de la vida nos permiten descansar y renovamps para la proxima primavera’- ‘A medida que los afios pasaron, Ataw crecié y su sabiduria también. Aprendié que su relacién con las estaciones era un vinculo sagrado que sostenia el equilibrio de todo el valle y ain fuera de éste. Compartia sus alegrias y penas, sus palabras y silencios, sus historias y memorias con las estaciones, y a cambio, la tierra florecfa, los rios fluian con claridad y los bosques cantaban con alegria y vida. Muy Iejos, en el mundo paralelo y real, fuera del Valle de los Suefios, la humanidad vivia ‘su propio mundo con lamentable egoismo: Depredaba el mar y los bosques, contaminaba rios, perforaba la tierra sin cesar, amenzaba la fauna y atin su propia existencia jSu ambicién parecia no tener limites! Un dia, cuando Ataw era ya joven, una oscuridad amenazadora cayé sobre el reino. La gente comenz6 a olvidar la importancia de su relacién con la naturaleza y buscaban dominarla en lugar de vivir en armonia. Los campos se secaron, los rios se volvieron turbios y los bosques se marchitaron, Parecia que el mundo real se acercaba al mundo magico Con esto, Ataw sintié el dolor de la tierra y, con un corazén valiente y adolorido, se dirigid a la montafia mas alta del Valle. Alli, en medio de los vientos y las estrellas, pidié consejo a las estaciones. Juntos, encontraron la respuesta: Ataw debia recordarle a la gente la importancia de su relacién con la naturaleza, del comienzo de su comienzo con el mundo a través de historias y ejemplos. Asi, Ataw tomé forma humana y real para convertirse en un narrador ambulante que recorria el valle contando las historias que compartia con las estaciones y cémo sus interacciones con ellas influfan en la tierra y el mundo real de los seres vivos. Muchos lo ignoraban o fingian tomar importancia a lo que él decia. Pasaba el tiempo y el reino magico, asi como el mundo real parecian desmoronarse e ir camino a lo que parecfa inminente: Mundos totalmente contaminados y destruidos principalmente por acciones humanas. Con pretexto de hacer algo por el mundo, se organizaban grandes reuniones y banquetes, lujosos y costosas recepciones en las que primaba lo suntuoso y las mas grandes escenas Publicitarias, mientras solo quedaba para el disimulo y discurso lo mas important al planeta de la accién humana! Ataw observaba y sentia en su corazén cémo la primavera ya no cantaba, el invierno no se Tegocijaba en su contento y, ni el otofio ni el verano se consentian en su armonia como antes. |Debo actuar ya! -Se dijo a si mismo- : (Salvar Sus relatos, que eran tan reales como maravillosos, resonaban en los corazones de la gente, recordandoles su conexién con la naturaleza y el poder de vivir en armonia con los ciclos naturales. A pesar que muchos lo ignoraban y unos cuantos lo atendian, con cada Mente y coraz6n concientizados, parecia salir un destello de esperanza que al parecer slo 61 podia percibir. Ahora, la consigna era ganar mas corazones y mentes para revivir la esperanza de no perder el bello reino y el real mundo. Pas6 el tiempo y poco a poco el valle comenzé a sanar. La tierra volvié a ser fértil, los rios Tecuperaron su claridad y los bosques revivian. Ataw se convirtié en un héroe venerado y muy considerado, no por su fuerza o riquezas, sino por su sabiduria y habilidad para lograr lo que tanto anhelaba: Revivir la belleza natural y recuperar los corazones y mentes de los seres humanos. Y asi, en el Valle de los Suefios, las personas aprendieron nuevamente la leccién de Ataw: que cada palabra, cada gesto y cada relacién con las estaciones y la tierra misma, contribuian a dar vida, alegria, ademas de recursos y bienestar a todos. En el atardecer de los dias y en las magicas auroras de la oscuridad, la gente del valle se reunia alrededor de Ataw, ansiosos por escuchar sus historias y cuentos, llenos de sabidurla y magia. Con cada historia, Ataw tejia un vinculo mas fuerte entre los corazones humanos y los latidos de la naturaleza. La gente aprendié a valorar las estaciones como guias amables en Su camino, a respetar los ciclos de la vida que danzan en la tierra, y a cuidar de su hogar con la devocién de un guardién amoroso y afectuoso. Finalmente, el reino florecié en una hermosa invasién de colores y sonidos, danzas Perpetuas entre las estaciones y los corazones de la gente. Ataw se convirtié en legado viviente, en un cuento que perduraria por generaciones. Y mientras las estaciones seguian su curso, la tierra y sus habitantes vivieron en armonta, Unidos por el eco que nacia de las risas, los suspiros y los cuentos que hablaban del buen humano con la madre naturaleza. En nuestro mundo real, atin queda la noble y gran tarea de lograr vivir como en el reino magico del Valle de los Suefios. Ataw vive en cada uno de nosotros. Solo debemos abrir nuestra mente y corazén para escuchar sus relatos y, que en cada quien florezca las ganas y el firme deseo de ayudar a que, aunque con pequefias acciones, logremos un mundo mejor para nosotros y las generaciones que heredaran lo que les dejemos Seudénimo: Mapi

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