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Paso 8. Sombras
Paso 8. Sombras
Estamos aquí hoy reunidos con la finalidad de ponerle fin a la estación sanate. El
paso número 8, para quererse bonito, es la integración de sombras. Y debo
reconocer que es uno de los capítulos que más difícil se me ha hecho de crear,
porque para poder compartirte lo que hoy te ofrezco, tuve que conectar con mis
propias sombras. Y mirar las sombras no suele ser una experiencia muy elegante
que digamos. Para mirar y trabajar mis sombras, lo que uso como un truco para
no dejarme poseer por ellas, es mantenerme consciente de que “a pesar de que
eso sea así”, yo no dejo ser quien soy, porque es la combinación entre luces y
sombras lo que crea la obra de arte.
¿Es mala la tierra que mantiene en oscuridad a la semilla oculta hasta convertirla
en árbol?
¿Es mala la noche porque hace que todo se apague con su oscuridad?
La verdad es que no, forma parte de la experiencia “todo” a la que pertenecemos,
no podemos negar lo que se es, aunque eso no sea bonito… bueno si se puede
negar, forma parte de los mecanismos de defensa, pero mientras más oculto se
encuentre, más daño hace, porque se acumulan en tu interior, hasta que sea tan
grande que explote e inunde todo el lugar con esa frecuencia lúgubre, sombría y
de dolor.
La sombra es esa parte de tu mente que no sabes que existe, donde se acumula
todo eso que te dijeron que no podías ser o hacer porque era feo, malo o
inapropiado, esa parte de tu personalidad que quiere hacer daño, que se alimenta
de dolor, que quiere destrucción, que se entrega a los impulsos, que se entrega al
primitivo.
La sombra es la cara oculta del ego, mientras que el ego se construye de todas las
cosas que queremos mostrar y que hacemos uso a voluntad para nuestro
beneficio, la sombra es lo opuesto a eso, lo que no quieres mirar ni tu. Porque a lo
largo de la historia nos hicieron creer que hay que ser cada vez mejor, tener cada
vez más, expandirnos, ser más bonitos, más inteligentes, más elegantes, más
felices, más conscientes, más lo que sea mejor. Pero este mundo es dual, eso
significa que mientras el ego se hace bonito y elegante, la sombra se va a
haciendo más fea, más profunda, más grande, más pesada.
La sombra es como una mochila, que nos entregan al momento de nacer y que
comienza a llenarse cada vez que alguien nos dijo que lo que sea que nosotros
hiciéramos, estaba mal. “No hagas eso, no digas eso, no te sientes así, no te rías
tan alto, no te hagas pipí en la cama, no comas así….” Desde que somos niños,
hasta el día de hoy que te dicen que hay que ser perfecto en redes sociales
porque sino no eres nadie. ¿Si me explico?
Para evitar que esto suceda hay que mantenerse consciente, observándose sus
pensamientos, emociones y reacciones, aceptándote como un ser dual, para que
la culpa y la vergüenza (que forma parte de tus sombras), no tome posesión de ti,
vaciar la mochila antes de que explote. Si ya explotó, pues toca hacerse cargo,
remediar los daños e integrar las sombras. Que es básicamente aceptar la vida
como es y vivir la experiencia vida sin tapujos, pero sin hacerte daño a ti ni a otros,
pero en este asunto de la integración de sombras vamos a profundizar más
adelante.
Para explicarte un poquito mejor el asunto de las sombras, voy a tomar por
referencia uno de mis libros favoritos de todos los tiempos “El extraño caso de Dr,
Jekyll y Mr. Hyde”, un clásico, si tiene la oportunidad de leerlo, lealo.
No le voy a contar el final para no arruinarle el libro, pero lo que sí le puedo decir
que la chamba no es crear un personaje perfecto y polarizar su sombra. Sino
integrarlo, reconocer su valor y su virtud, cuando no está siendo como le dijeron
que tenía que ser, y no es un trabajo agradable, es un proceso doloroso, que hay
que tomarse en serio y respetarse a uno mismo, de lo contrario se va a colocar en
situaciones que no le hacen bien ni a usted ni a nadie, al contrario, le puede hacer
la vida mucho más difícil.
La sombra, por lo general, se va mostrando en la cotidianidad, en los otros que
actúan como espejos, en los chistes, en los olvidos, en las acciones impulsivas e
involuntarias, en las situaciones que nos hacen sentir culpables, vulnerables,
avergonzados. Pero hay un momento de la vida en el que el encuentro cara a
cara con la sombra se hace inminente. Son esos momentos donde nuestra vida
está a punto de dar un cambio de rumbo, donde tenemos que comenzar a
cuestionarnos nuestra identidad, nuestros gustos, nuestros hábitos. Cuando
nuestro ego se ve vulnerado y se da cuenta que no somos tan perfectos como
creemos.
Como a la mente le parece un acto tan aberrante asimilar que no somos tan
perfectos como creemos, decidimos sacar esa “maldad” de nosotros mismos. Y la
colocamos en “el otro”, que puede ser el diablo en culturas y religiones, los
monstruos de las películas o de los cuentos de hadas, en la vecina que me vé feo,
en mi pareja, en el chivo expiatorio que elija para colocar eso que me pertenece,
pero que no me gusta, eso que usted culpa de todos sus males.
Pero eso también es usted, una parte de su mente. Y ahí es cuando uno se da
cuenta que no tengo que estar juzgando al que hace algo que me parece
aberrante, porque yo también hago cosas aberrantes. No porque lo que yo haga
sea diferente a lo que el otro hace, o nadie sepa lo que usted realmente hace
cuando nadie lo ve, significa que usted es mejor que el otro, usted también tiene
una sombra, por eso es que antes de hablar de la paja en el hombro del otro,
primero uno se mira la viga que le atraviesa el ojo de uno.
Si usted lleva a cuestas la etiqueta de “oveja negra”, hay mucha sombra ahí
oculta, porque su familia se la habrá engordado diciéndole todo lo que no debía
ser. Pero si usted es ese “hijo/a modelo”, su sombra es aún mayor, porque si ha
sido hijo modelo, probablemente no se permite dejar su sombra salir en algún
momento, y si lo hace, puede sentirse muy culpable o avergonzado aunque no lo
demuestre o lo admita.
La inocencia puede ser muy hermosa, y podemos querer permanecer ahí, pero
sólo dándonos cuenta de cosas, es que podemos hacernos responsables y
cambiar el rumbo de nuestra vidas, de lo contrario viviéramos en un estado de
vulnerabilidad perenne. Y si es verdad, en esta casa validamos las
vulnerabilidades, pero no por eso nos vamos a quedar pegados en eso.
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Aja. ¿Cómo vamos? ¿Ya vas descubriendo tu sombra? Me encantaría que me
contaras de que te vas dando cuenta, que reacciones involuntarias sucedían
mientras te das cuenta de cosas, o mientras miras los videos… Puedes contarme a
través de nuestros canales regulares o a través de nuestras redes sociales, estoy
como mentorademente en todas las plataformas
Una buena forma de reconocerla es a través del feedback de los demás. Tomando
en cuenta que la vida es un espejo, podemos usar a los otros para reconocernos a
nosotros mismos. Esto lo puedes hacer, fijándote en lo que opinas de la gente a
tu alrededor, lo que criticas y lo que halagas de los otros. O en lo que los otros
piensan de ti (abiertamente o a tus espaldas). Puedes preguntar directamente a
tus allegados la opinión sincera que tienen de nosotros y nosotros recibirlos
amablemente.
Otra cosita que podemos hacer para reconciliarnos con nuestras sombras es,
retomar sus proyecciones. ¿Qué significa eso? Significa que nosotros vamos
conociendo a los otros a través de los ojos de su propia personalidad suya, y que
muchas veces nos enfocamos en aquellas cosas que nos molestan del otro, pero
en realidad no son de el otro (o tal vez si), pero lo que le molesta no es lo que el
otro tenga, sino que en su inconsciente lo reconoce como suyo y le molesta de
usted, que es el caso de los homofobicos que muchas veces en su sombra, solo
reprimen sus propias pulsiones sexuales homoeróticas. O como el religioso que
quema viva a la señora que prepara pócimas con las plantas, mientras abusa
sexualmente de su monaguillo.
Para esto, observe de que culpa a los demás, que le molesta a usted de la gente,
qué conductas le parecen repulsivas, indignantes, inmorales, inaceptables, etc.
Esas proyecciones no necesariamente tienen que ser negativas, usted bien puede
proyectar un talento increíble, por ejemplo, admira el trabajo de alguien mas y
piensa “Yo nunca pudiera hacer algo así”, pero en el fondo si pudiera, solo le
dijeron que no podía y le creyó. ahora solo se atreve solo a admirarlo en otros.
Cuando usamos este tipo de proyecciones positivas hay que tener mucho
cuidado, porque es ahí cuando comienzan las idealizaciones y esas cosas, así que,
el secreto es mantenerse consciente.
Otra cosa. Qué le parece chistoso. “El chiste es un camino que nos lleva directo al
inconsciente” dijo alguna vez uno de esos padres precursores de la psicología
clásica, el chiste suaviza la verdad que no se atreve a decir, observe que le da risa,
que le parece gracioso. Y si de casualidad se da cuenta que tiene poco sentido del
humor, pues le informo que por ahí hay bastante sombra reprimida.
Lo normal es que queramos huir de las sombras, pero la verdad es que para
integrarlas, huir no ayuda, más bien hay que encararlas.
¿Ya vas viendo por donde se asoma tu sombra? Porque resulta que eso no es
todo.
Otro punto donde hay que estar pendiente con las sombras, es en nuestras
relaciones de pareja. Porque resulta que la pareja es nuestro espejo más
inmediato.
Dese cuenta que esas mismas cosas que terminan generando problemas en su
relación de pareja, fue lo mismo que en un primer momento le gustó de esa
persona. Por ejemplo, el hombre cordial, galante, caballero, que se convierte en
un celoso y controlador. O la mujer divertida y alegre a quien el marido termina
considerando una puta. ¿Si lo ve? Por eso hay que cuidarse de las idealizaciones,
mantenerse consciente.
Y esto no solo ocurre con las parejas. ¿Conoce a esa persona buena vibra que
siempre anda de buen humor y que nunca se enoja? Bueno, en esos casos, puede
que esa persona meta en su saco de las sombras, las expresión de emociones
desagradables como la rabia, pero entonces en su cotidianidad, le pasan una de
estas cosas (o las dos), 1- que la gente deja salir sus emociones poco saludables
contra ella; 2- o que ella sea la causa de que gente se exponga a emociones poco
saludables. Que son esta persona buena vaina pero que siempre carga un
conflicto o que en el fondo no es tan buena vaina sino más bien chinchosa, pero
que cuando uno le va a reclamar por su chinchosismo, realmente no hay nada
que reclamar porque realmente ha actuado como muy amable aunque lleve mal
intención (no se si me explico)
O se muestra como una persona digna, feliz, que lo tiene todo bajo control, pero
sus pulmones se enferman, o su estómago, o su piel, o su mente.
Entonces piense ¿Qué síntomas tiene? ¿Qué le intenta decir su cuerpo? Escuche
a su cuerpo, no importa que lo que le diga no le guste. Escuchelo y atiendalo, de
lo contrario más tarde puede verse en problemas de salud física y mental que no
necesita en este momento.
Y no solo puede ver la sombra en los síntomas, sino en su cuerpo en general, sus
posturas, la forma en la que camina, como se sienta, lo que dicen las heridas,
traumas y deformidades que oculta su cuerpo. ¿Si usted se viera desde afuera, en
un día normal como cualquier otro, que podría decir de usted? Sea consciente de
lo que habita en su mundo interior. Y sea sincero, brutalmente honesto con usted
mismo, de lo contrario en lugar de integrar la sombra, la estaría haciendo más
grande, no queremos eso.
Te voy a dejar una serie de preguntas que puedes hacerte para explorar tu
sombra. Te las dejo detalladas en el workbook que acompaña esta clase, pero te
las comento por aqui para que vayas pensando en eso:
Y tienes que saber. Todo tiene una sombra. No importa lo perfecto o ideal que
parezca. Si elige negar, se hará grande hasta explotarle en la cara a usted y a
quienes estén por ahí mientras tanto. Si elige mirarla, reconocerla, aceptarla,
integrarla (que es lo que buscamos), usted podrá sacar a su sombra a pasear
regularmente, “en ambientes controlados” para que todo se mantenga lo más en
equilibrio posible y desde la más absoluta responsabilidad. Pero para eso, hay que
hacer un trabajo, el trabajo de integración de sombras, que es lo que vamos a
conversar en el siguiente video.
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Muy bien. Aquí vamos de nuevo. Estamos llegando al final de nuestro encuentro
de hoy. Primero conocimos esa parte de ti que se encuentra oculta de tu
conciencia, la sombra. Después aprendimos a identificar nuestra sombra en la
cotidianidad y dejamos ciertos ejercicios para que practiques. Ahora vamos a
hacernos responsables de nuestras sombras
Y si, efectivamente puede ser incómodo, pero es que ningún proceso de sanación
va a ser solo mariposas y flores, pero es lo que nos va a convertir en esa persona
única que siempre hemos sido pero que nunca nos dejaron ser. ¿O es que usted
cree que cuando se somete a procedimientos quirúrgicos para verse mejor, es un
placer? Entonces, a medida que las sesiones transcurren, donde el diálogo
sincero entre terapeuta consultante se geste, el análisis de los sueños que se va
realizando a medida que avancen, la personalidad falsa que nos causa dolor se
desarticula.
El proceso de curación de la sombra nos hace que nos demos cuenta de qué
forma nos engañamos a nosotros mismos, qué tipo de objetivos perseguimos y a
quienes seríamos capaces de dañar para conseguirlos. Y no me venga con el
cuento de “no yo jamas”, porque esa es solo su sombra hablando.
Y ahí es donde te das cuenta que nunca vas a ser perfecto. Y que eso está bien.
Pero también vas a darte cuenta de que los otros tampoco pueden ser perfectos,
y eso va a quitarle poder a las expectativas. Y ahí es cuando desarrollas un ego
sano, que sabe que conoce su valor, pero que sabe que no por eso es mejor que
los demás, porque también tiene una sombrita que le hace peso. Y empiezas a
tratar a la sombra de la gente con respeto, y dejas de juzgar, y dejas de sentirte
ofendido. Y empiezas a ser más libre, y la vida se hace mas ligera, mas liviana.
Así cuando te equivocas eres amable contigo, pero también eres amable con tu
pareja cuando se equivoca, o con el empleado, o con el cliente que no le gusta
pagar, o con tus padres. Porque empiezas a tratarlo como tu quieres ser tratado
cuando tu sombra se asoma, porque eres consciente que efectivamente eres la
hostia, pero que tienes tus descosidos, por lo tanto el otro es tan hostia como tu,
porque no porque tengan descosidos diferentes significa que uno es mejor que
otros.
Dejamos salir las sombras al darnos cuenta lo que hay detrás de la expresión “si…
pero” (busca memes de esto)
Si, muy buena la tecnología… Pero está causando otro tipo de adicciones y
creando trastornos y dolencias físicas que en el pasado eran menos frecuentes.
Si, muy buena la iglesia y la religión que predica de dios… Pero sus sacerdotes son
pedófilos
Si, muy bonito el amor romántico de antes… Pero cuánto sufrimiento no tuvieron
que soportar esas mujeres para durar toda la vida
Si, las drogas son malas… Pero hasta qué punto pueden cambiar para bien la vida
a una persona si se usa bien
Si, el aborto es malo… Pero la vida no está para estar trayendo gente al mundo
“por accidente”
Si, Dios es bueno… Pero creó al diablo para castigar al que no pensara como él
Si, la vida es hermosa… Pero tambien es bastante dificil vivirla
¿Tienes algún otro ejemplo de estas situaciones del “si… pero” puedes dejarme en
nuestros canales regulares de comunicación o en cualquiera de nuestras redes
sociales, estoy como mentorademente en todas las plataformas.
Las sombras se integran viendo las cosas como son, sin filtro, aunque no nos
gusten, aceptando que eso es así. Sabiendo que si hay algo que pueda hacer para
cambiarlo, lo cambio. Y si no depende de mí, lo acepto, pero sin aferrarse a lo que
“debería ser”. Y puede ser un proceso muy incómodo, muy doloroso para el ego
identificarse con eso que toda la vida aprendió que no podía ser.
No pasa nada con ver que las cosas no siempre son como usted espera. Está bien
no ser como le dijeron que tenía que ser. Está bien sentirse mal a veces. Está bien
tener malos pensamientos a veces. Está bien no querer ser buena persona y que
quiera renegar y que sea capaz de llevarse por delante a quien sea por sus
placeres. No importa lo que sea que no te guste de ti, está bien.
En ese punto tenemos que ser brutalmente honesta con uno mismo y
preguntarse ¿con esto de lo que no me siento orgullosa, me estoy haciendo daño
a mi, o a otros? Si la respuesta es sí, verifique si puede hacer algo para cambiar
eso, nadie sale lastimado. Lo otro que tiene que preguntarse es “¿cuánto tiempo
tengo en ese estado sombrío?”. Si usted está más de dos semanas en ese estado
sombrío, busque ayuda, pudiera estar usted teniendo algún problema de salud
mental que debe ser tratado de forma individual.
Por ahora llegamos al final de este capítulo. Cuéntame de que te diste cuenta.
Puedes hacerlo a través de nuestros canales regulares o a través de nuestras
redes sociales, estoy como mentorademente en todas las plataformas.