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SEGUNDO PASO. Enamórate de ti.

Desarrolla el amor propio que necesitas para ser un ser humano funcional y
saludable.

Muy bien, seguimos avanzando. Bienvenidos al paso número dos.

Por ahora, dejame hacerte una pregunta (no tiene que responderme) ¿usted de
verdad se ama, o solo se soporta, o se cae bien, o no se cae tan bien? ¿Qué siente
usted, por usted?

Le recomiendo que no solo piense en eso, bajelo a tierra en lápiz y papel

Ahora, ¿trataría a la gente que usted ama, como se trata usted? ¿Permitiría que
otros dijeran cosas feas de usted? ¿Y de alguien que usted ama? ¿Qué cosas dice
de usted? ¿Cómo se trata cuando está enfermo o se siente vulnerable? ¿Qué
cosas se dicen antes de dormir? ¿Eso se parece a la relación que uno puede tener
con alguien que ama?

Si se da cuenta que no se ama tanto como quisiera, no pasa nada. Hoy vamos a
aprender las cosas que usted tiene que hacer para que su amor propio aumente,
para que se quiera más.

Sin embargo, dejame adivinar, si algo de ti no le gusta a otro, haces o dejas de


hacer lo que sea para agradarle, porque algo malo debe haber en ti si al otro no le
agradas, ¿cierto? Y esto no aplica solo con las parejas, sino en todos los niveles.

Ejemplo. Tu mamá o papá, hermanos, amigos, etc, te critica, te manipula o te


resta valor, haces lo que sea para que ella se sienta feliz y puedas encajar en el
ideal que ella tiene de ti, aunque no tenga nada que ver contigo, recuerda, es SU
ideal, del TI.

Por otra parte, está el “amorcito”. Esa pareja que tiene un ideal de ti. Tal vez
tengas que dejar de ver a tus amigos, o dejar de hacer eso que tanto disfrutas
para agradarle y encajar en su ideal, que es diferente al que tiene tu mamá/papá
de ti. Y así con todas las personas que tienes a tu alrededor, vas renunciando a
partes de ti, desde que somos niños, para agradarle a los otros. Y cuando vienes a
ver, no te queda nada de ti. Eres solo un ser desmembrado al que le han ido
colocando partes que no le corresponden, que muchas veces lastiman, pesan e
incomodan. Y por eso, es que al final de la noche, cuando nadie te ve, sientes un
profundo vacío que no encuentras cómo llenar.

Si quieres dejar de sentir ese vacío doloroso que te carcome el alma, tienes que
comprender algo fundamental. La opinión/percepción que el otro tiene de ti, no
tiene nada que ver contigo.
Eres perfecto tal cual eres, tal vez podrías mejorar, porque siempre se puede estar
mejor, pero para complacerte a ti, no a los demás. Porque los demás están tanto
o más perdidos que tú, también se han quedado vacíos y tampoco tienen idea de
que eso esté pasando o como arreglarlo; por eso te critican, porque espejan sus
vacíos en ti; creen que lo que no les gustas eres tu, cuando en realidad no se
gustan a sí mismos.

Y no, no es tu responsabilidad que ellos se sientan mejor. Tu responsabilidad es


hacerte sentir mejor a ti mismo, y que cada quien se haga responsable de sus
propios conflictos internos.

Tienes que aprenderte algo, NO HAY NADA MALO EN TI, ahora quiero que lo
repitas en primera persona “NO HAY NADA MALO EN MI”, otra vez, y otra vez,
hasta que empieces a creértelo.

Si es verdad, no le vamos a caer bien a todo el mundo y esto también está bien.
Pero, ¿qué pasaría si dejas de tratar de encajar tú, en ideales de otros que no
tienen que ver contigo? ¡Mejor cambias a la persona que no puede apreciar lo
valioso que hay en ti! Dejarías de distraerte en eso que no puedes controlar, te
harías cargo de lo que sí, y ¡voilá!, la magia ocurre

Estás en un punto en que si te lo tomas en serio, puedes convertirte en la persona


más importante de tu vida, donde seas tan fuerte e inquebrantable que nada
pueda robarte la paz. Y eso no es todo, te tengo un secreto, mientras mas te
perfecciones en el arte de amarte a ti mismo, descubrirás oportunidades
increíbles, unas han estado ahi antes, solo que no te dabas cuenta; otras irán
apareciendo en el camino a medida que vas soltando todo lo que resta.

No es tan difícil aprender a amarse a uno mismo, requiere que recorras 5 pasos
que te comparto a continuación. Eso no significa tampoco que vaya a ser fácil,
como todo lo que aprendemos puede ser desafiante, sin embargo, te garantizo
que al final, habrás descubierto un tesoro invaluable, a ti mismo.

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“Valorate”:
Descubre cuánto vales y cómo puedes aportar valor a todo, solo por existir.

¿Cuánto vales? Pero no me salgas con el discurso de “soy invaluable”. ¿Cuánto


vales de verdad?

Veamos. ¿Qué es lo más valioso que tienes? Vamos a desmembrar esto en dos
partes, lo material y lo inmaterial. Empecemos con lo material. Tu carro, tu casa,
tus equipos de tecnología… no importa. Son cosas muy importantes para ti y eso
está bien. Como esas cosas son importantes, le inviertes dinero en hacerlo mejor,
remodelaciones, reparaciones, accesorios, lo que sea que lo haga más valioso,
¿cierto? Ahora veamos lo inmaterial, tu familia, tus hijos, tus perros, tus amigos, lo
que elijas. A ellos los complaces, le dedicas tiempo, le regalas cosas, los escuchas,
le haces la vida más bonita, ¿verdad?

Ahora vuelvo a preguntar. ¿Cuánto vales? Porque podría apostar a que te pones
de último, hablas mal de ti, dejas que otros hablen mal de ti, que te usen, que te
maltraten, te regalas en más de un nivel, te sobreexiges, no te permites descansar
o pones miles de excusas para ayudarte a estar mejor porque de seguro, eso va a
incomodar a alguna de esas personas tan importantes para ti, ¿o me equivoco?

Cuando te pregunto “cuánto vales”, no estoy hablando de cual es tu precio, sino


tu valor, como ser vivo. Porque la vida nos ha enseñado que vales por lo que
haces, por lo que tienes, pero ¿alguna vez te has puesto a pensar en tu valor por
lo que eres?

Porque es que no tiene sentido venir a la tierra a hacer feliz a todo el mundo
mientras tu te condenas. Después te preguntas porque la gente no te quiere
como quieres que te quieran, o por que no ganas la cantidad de dinero que
esperas. ¿Quieres saber por qué los otros no te valoran? Pues porque tú no te
valoras a ti mismo.

Seguimos deslindando, ¿que es el valor?


Si, yo se que es un concepto muy amplio, pero el valor a que me refiero es a la
importancia que le damos a las cosas y cómo hacer que todo sea mejor. Así que
cada vez que haces algo que no quieres, dices si cuando quieres decir no, te
pones de último, o te quitas importancia, te estás quitando valor.

Te pregunto. ¿Le dices a esa gente que tu consideras valiosa en tu vida, las cosas
horribles que te dices a ti? ¿Postergas las necesidades de esa gente que dices
amar? ¿Y contigo? Pues si queremos conseguir resultados diferentes, tienes que
empezar a hacer cosas diferentes; y la vida te va a tratar tal como tú te trates. Así
que manos a la obra.

Lo primero que tienes que hacer es enfocarte cada vez en estar mejor,
pregúntate “¿cómo puedo hacer que este instante sea mejor para mi?”, instante
a instante y hazlo. No pongas como excusas recursos que no tienes, o la opinión
de alguien más, hazlo con lo que tengas.

Ejemplo. ¿Cómo puedes hacer que este instante sea mejor? Deja de alimentar
ese pensamiento que te maltrata, por ejemplo. O ofrecete algo rico, así sea
levantarte y tomar brisa fresca. Mientras más vayas practicando, te darás cuenta
que premiar tus logros, perdonar tus errores, decir no sin sentirte culpable y hacer
lo que siempre quisiste pero nunca te atreviste, puede marcar una diferencia
significativa en tu día a día.

Un segundo paso para aportarnos valor, está relacionado con descubrir eso que
quieres. Porque con ese paradigma del sacrificio y de que eres valioso solo por lo
que haces, le ha quitado importancia a lo que quieres, y ha hecho que enfoques
tu atención en “lo que tienes que… hacer/sentir/decir/etc”. Y si es verdad que hay
cosas que “tenemos que hacer”, porque hay responsabilidades que no podemos
dejar de lado, pero no puedes poner a esos dos puntos en esquinas diferentes, la
idea es integrar los extremos. Tal vez al principio se te haga desafiante, como todo
cuando estamos aprendiendo, pero a medida que practiques te será cada vez
más fácil.

El punto es que no tiene sentido una vida fuera del valor, esa es la recompensa
por haber elegido venir a la tierra, ¿o es que tu todavía crees que este lugar es
para venir a sufrir? No mi amor, eso era en la era de piscis, como colectivo nos
actualizaron el software, vamos a evolucionar.

Para finalizar ese asunto del valor, es importante que sepas un par de cositas más,
a ver si te tomas en serio este asunto de valorarte. Uno. Aportar valor a los otros
también es importante, pero no podemos dar lo que no tenemos, primero te
valoras a ti, luego le aportas valor a los demás. Dos. La cantidad de dinero que
tienes, es proporcional al valor que te ofreces a ti mismo y a los demás, porque la
energía que atrae el dinero a tu vida es el valor. Si esas no son razones suficientes
para reconocer tu valor, entonces tú me dirás. Así que a valorarse, que realmente
eres invaluable y mereces lo mejor siempre, solo porque eres, no por lo que
hagas/tengas o dejes de.

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“Acéptate”
Porque eres perfecto, aunque tengas defectos.

“Se perfecto. Luce de esta manera. Agradece hasta lo malo. No te enojes. No estés
triste. No seas/digas/hagas eso que pueda ofender al colectivo. Se luz” Son
algunas de las cosas con las que somos bombardeados regularmente en la
cotidianidad. Pero la verdad, es que es imposible ser perfecto y agradarle a todo
el mundo. Porque somos luz , si es verdad, pero también somos sombra y eso no
va a cambiar.

Obligarnos a ser perfectos es tan absurdo como que solo tengas lado derecho del
cuerpo, o como que queremos que sea siempre de día porque le tenemos miedo
a la oscuridad.
Le gritas al mundo que acepte tus defectos, tus divergencias, eso de lo que no te
sientes orgulloso, pero ¿lo aceptas tu? Vamos a averiguarlo a través de las
siguientes preguntas. ¿Eres de los que culpa a los demás de las cosas que te
pasan? ¿Te avergüenzas de tus defectos? ¿O tal vez, eres de los que aman criticar
a los otros para sentirte superior? Si respondiste si a alguna de esas preguntas,
definitivamente no te aceptas.

Porque cuando te aceptas reconoces que nadie más es responsable de tus logros
o fracasos, así que dejas de culpar y empiezas a hacerte responsable. Y si aun no
sale como quieres, en vez de culparte, revisas como lo puedes hacer para que
salga como querías.

Cuando te aceptas, no te avergüenzas de tus defectos o de esas cosas que no te


hacen sentir orgulloso de ti, reconoces que forman parte del combo y que
tenerlos no te quita valor como persona ni minimiza eso que si amas de ti.

Cuando te aceptas, dejas de criticar a los otros, porque sabes que tu estas
haciendo lo mejor que puedes y el otro también, y que esas son sus debilidades y
tú también tienes las tuyas, así que no porque sean diferentes a la de los otros,
alguien es mejor o peor que los demás.

Y si, obviamente no es fácil al principio, como todo lo que aprendemos por


primera vez, pero a medida que vas conociendote, pasando tiempo contigo y
practicando como tratarte bonito, se irá haciendo cada vez más fácil.

Profundizamos. ¿Cuáles son tus defectos, de que no te sientes orgulloso de ti, que
te da vergüenza que la gente descubra de ti?

Haz una lista, no importa cuantas sean, tienes la oportunidad de ver tu alma
desnuda, aprovechala, está bien; eres una perfecta integración de luces y
sombras. Luego de que tengas la lista hecha, repite en voz alta “merezco ser
amado/feliz/próspero (puedes colocar el adjetivo positivo que más te guste),
aunque sea… (el defecto que pusiste)”, uno por uno.

Pero no es que lo hagas apurado por salir del paso y después decir “lo hice y no
funcionó”, es sentarte y tomartelo en serio. Mirarte a los ojos frente a un espejo
mientras lo haces, reconocer los pensamientos y emociones que surgen de ahí, y
si realmente quieres tomártelo en serio registrarlos, a puño y letra, encontrarás
una gran cantidad de creencias que están arruinando tu vida y que se mantenían
ocultas en tu inconsciente, más tarde podrás trabajarla con tu terapeuta de
confianza.

Y si quieres llevar esto más lejos, cada vez que aparezcan uno de estos defectos
en tu cotidianidad, repite el mantra mágico: “merezco ser amado/feliz/próspero
(puedes colocar el adjetivo positivo que más te guste), aunque sea… (el defecto
que pusiste)”.

Recuerda, tu oscuridad no roba tu luz, es el perfecto equilibrio entre partes lo que


te hace ser humano. Y no, con esto no te estoy diciendo que no tienes que hacer
nada para mejorar, te estoy diciendo que si quieres mejorar, no puedes rechazar
esas partes de ti que no te gustan, ni castigarte (consciente o inconscientemente)
por ser así. Recuerda “lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma” C.G.
Jung.

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“Respétate”
Aprendemos a conocer tus límites y cómo manejar la flexibilidad y el equilibrio
entre ellos.

Primero que nada, empecemos a definir lo que es respeto, ¿que es el respeto


para ti? Para mí está relacionado con la capacidad de ver el valor intrínseco que
cada quien posee y con el hecho de evitar cruzar los límites que puedan poner en
riesgo ese valor. Por ejemplo, cuando respetas a alguien, no te enfocas en sus
defectos ni procuras castigarlos por eso, eres paciente y comprensivo con ellos. Si
tu jefe te grita, por “respeto”, te la calas. Si alguien a quien respetas necesita algo
de ti, haces hasta lo imposible por ayudarlo. Cuando respetas al otro eres incapaz
de hacer algo que lo ofenda o lo haga sentir incómodo ¿o me equivoco?

Ahora pregunto, con base en estas premisas, ¿te respetas a ti? ¿cuántas veces al
día te dices “lo malo que eres” solo porque las cosas no salieron como tú querías?
¿o te expones a situaciones de riesgo? o ¿dejas que los otros te usen o te pisoteen
y ni hablar de las veces que te da miedo poner limites y tienes dificultades para
decir no sin sentirte culpable?

Y como en esta vida, todo empieza por casa. ¿Sientes que los otros te irrespetan
de cierta manera? Empieza por darte cuenta de qué forma te respetas a ti
mismo. Porque lamentablemente, decir que amas a alguien (en este caso a ti) y
no respetarlo, en una dualidad básica, ¿o crees que puedes amar a quien no
respetas?

Si quieres empezar a tomarte en serio este asunto del autorespeto tienes que
comprender algo importante, decir no sin sentirte culpable y poner límites
saludables, es fundamental. Y eso no significa que andes por ahí atropellando a la
gente con tus atorrancias y altanerias, recuerda que la forma en la que te
relacionas con los demás está estrictamente relacionado con la forma en la que
te relacionas contigo mismo; significa que hagas valer el valor que descubriste
que tenías en el apartado de arriba.

Vamos a hacer consciente cómo va este asunto de respetarte a ti mismo, para


eso voy a hacerte algunas preguntas:

¿Cuántas veces te descubres diciendo a ti mismo que no puedes expresar tus


emociones-pensamientos porque “no es lo que deberías estar sintiendo”?

¿Cuantas veces dices “si”, a aquellos que haz querido decir “no”, incluso hasta
ponerte en situaciones de riesgo para complacer al otro?

¿Cuántas veces has permitido que tus familiares y amigos (esa gente a la que tu
respetas), se burlen de ti “porque no pasa nada, es solo una broma”, aunque en el
fondo eso te haga sentir incómodo a ti?

¿Cuántas veces terminas quedándote sin nada, porque “primero el otro, de lo


contrario sería muy egoísta”?

Si respondiste si a alguna de esas preguntas, el autorespeto está siendo


vulnerado. Pero no pasa nada, vamos a hacernos cargo de eso.

Como te dije antes, el autorespeto está fundamentado en la forma en la que


pones límites y dices "no" sin sentirte culpable, y eso es precisamente lo que vas a
aprender a partir de ahora.

Empecemos a poner límites. Para esto es importante que sepas cuales son
¿sabes cuales son tus límites? Si la respuesta es sí, felicidades. Si la respuesta es
no, continuamos.

Para definir cuales son tus límites, es importante que hagas una lista en tinta y
papel, de que NO te gusta, que te hace sentir incomodo, que sientes que no es
para ti. Una vez tengas eso listo, observa cómo te sientes cuando “tienes que”
hacer una de estas cosas. ¿Realmente quieres exponerte a esa sensación? ¿Si esa
persona a la que tanto amas tuviera que hacer una de esas cosas que no quiere
hacer, la obligarías aunque supieras que la hace sentir mal? Probablemente no.

Algo importante que tienes que saber de este asunto de poner límites, es que la
gente a la que realmente le importas, no se va a sentir mal porque establezcas tus
límites, al contrario, ellos estarán contentos de que así sea, porque ellos no
quieren hacerte sentir mal. Si alguien de los que le pongas límites se siente
ofendido es porque probablemente quiere aprovecharse de ti, por lo tanto si se
va, mejor; asi le das la oportunidad a alguien mas que pueda respetarte a ocupar
su lugar; no temas, nada nunca queda vacío.
Otra cosa que debes saber, es que para poner límites no tienes que usar la fuerza,
al contrario, si te alteras significa que presionaste más de la cuenta, recuerda,
todo en equilibrio. Solo es cuestión de expresar con claridad, directa y sin
eufemismos, eso que esperas recibir por parte del otro y como su actitud está
causando un efecto en ti que no te gusta.

En esto es importante que le digas a ese otro, que el límite que estás poniendo no
es porque él sea malo por pedirte eso, sino que eso no es para ti en ese momento
o en cualquier otro (dependiendo de la ocasión) y que espera que no vuelva a
suceder. Eso hará que el otro sepa cómo tratarte. Nadie nace aprendido, el te va a
tratar como se trata a él mismo; tu le vas a permitir que te trate como te tratas a
ti.

Si más tarde esa persona cruza el límite sin tu permiso, puedes subir el tono y ser
más fuerte, dejas mostrar solo un poco de hostilidad, para que sepa que estás
hablando en serio, pero no la suficiente como para que se haga un problema,
explicale que si continúa haciendo lo que le pediste que no, tendrá que salir de tu
vida. Si el otro no comprende, es momento de salir de ahí; si no sales de ahí en
este punto, la cosa se va a poner muy fea, no quieres ir hacia allá.

Cuando salgas, pueden pasar tres cosas: 1. la persona comprende que te está
haciendo daño y cambia su actitud hacia ti para siempre y aprende a respetarte;
2. la persona continúa rompiendo límites, ahí es importante que te des cuenta
que estás en medio de una experiencia violenta y busques ayuda urgente; o 3.
todo termina y quien rompe tus límites queda fuera de tu vida. Tranquilo, lo vas a
superar, tú eres suficiente ¿recuerdas?

Por otra parte, el asunto de decir "no" sin sentirse culpable, también está
estrictamente relacionado con el asunto de los límites. Pero se involucran otros
elementos a los que tienes que prestar atención. Entre ellos, lo que sientes
cuando dices que no, los pensamientos automáticos que se activan, eso te va a
dar una luz de por dónde hay que empezar a trabajar tu sistema de creencias.

Porque nos enseñaron que es de mala educación decir que no, nos golpeaban si
le decíamos "no" a un adulto cuando éramos niños, nuestro cerebro aprendió a
que si dice "no" no solamente no somos dignos de recibir amor, sino que
debemos ser castigados. Y esa creencia colectiva es la causante de que millones
de personas hayan sido víctimas de violaciones consensuadas y una cantidad
increíbles de sacrificios en todos los niveles. Imagínate cómo sería tu vida si te
hubieses atrevido a decir "no".

La mala noticia es que ya lo que fue, ya fue. Ya cometimos los errores que
cometimos, nos damos cuenta de lo que hicimos y lo dejamos ir. No te distraigas
pensando en eso. La buena noticia es que tienes la oportunidad de hacerlo
diferente a partir de ahora.
Así que es momento de aprender a decir que no.

Lo primero que tienes que hacer, es conocerte bien, saber que si y que no va
contigo, tenerlo definido para ti y aceptarlo, porque está bien. No tiene que
gustarte algo solo porque a los demás les guste, todos somos diferentes, no
puedes luchar con eso. No porque el otro piense diferente a ti está equivocado,
así tú tampoco estás equivocado si piensas diferente al otro. Si sabes eso, tendrás
herramientas para vencer la culpa más tarde.

La forma como se sienta el otro, con ese "no", no es tu responsabilidad; tu


responsabilidad es ver como te vas a sentir tú si dices "si", ¿es un precio que vale
el esfuerzo pagar?

Cuidado con usar esta herramienta para convertirte en obtuso, observa cuando
ese "no", viene desde el capricho y la resistencia, si viene de ahí por ahí no es, es
una trampa en la que podemos caer con facilidad si no estás atento. La usamos
para protegernos, para aportarnos valor, no para ponerlo en riesgo. Un ejemplo
de esto puede ser cuando alguien viene a ofrecerte ayuda, pero tu, por dartela de
digno, crees que si te ayudan entonces no es meritorio y eliges decir no, a la
ayuda que te ofrecen y en lugar de evolucionar, te estancas.

Otra cosa respecto a esto de decir "no" sin sentirte culpable, está el hecho de que
no tienes que explicar, ni justificar de ninguna manera el "por qué no". No quieres
porque no quieres y eso es suficiente, así te permites validar tus emociones,
aspecto tan importante en esto del respeto, pero eso de las emociones lo
hablaremos más tarde.

Y es verdad, a veces hay que hacer lo que no se quiere, pero antes de decidir lo es
importante, filtralo. ¿Qué beneficio a largo plazo me va a permitir vivir, decir "si" a
eso que no quiero? ¿Le aporta más valor a mi vida decir que "no"? Después de
que veas todas los ángulos, eliges confiado de que hiciste lo mejor que pudiste
con los recursos que tenías.

Así que si, todo este asunto del respeto, en todas las direcciones, está sostenido
en estos dos puntos, poner límites saludables y decir no sin sentirte culpable. Si
logras hacer esas dos cosas, te respetarás lo suficiente como para que seas
respetado por los demás, sin faltarle el respeto a nadie; y si alguien se siente
irrespetado mientras tú sostienes esas premisas en equilibrio, no es tu
responsabilidad.

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"Cuídate"
Establecemos hábitos y rutinas que te permitirán, estar más saludable en cuerpo-
mente-emoción-espíritu.

“Cuidar” está relacionado con el “amar”, de una forma tan profunda, que cuando
somos bebés usamos el amor como mecanismo de supervivencia y así poder
recibir los cuidados que necesitamos para no morir de indefensión.

Pero a medida que vamos creciendo, nos van enseñando que no debemos ser
cuidados, que debemos cuidar, pero no a nosotros, porque si nos cuidamos a
nosotros somos unos egoístas.

Pero no podemos dar lo que no tenemos, no podemos montar el techo antes de


construir las bases. Así como todo lo que no se cuida, comienzas a deteriorarte,
los 4 cuerpos principales comienzan a lesionarse y el dolor no tardará mucho en
hacerse notar, cuerpo, mente, emoción, espíritu se vuelve un caos y como
consecuencia tu vida será un caos.

Así que como cuidar está estrictamente relacionado con el amar, y estamos en
medio de un proceso de amarnos profundamente, no debería extrañarte que
cuidarte sea una parte importante de este viaje. Y no me vengas a decir que te
cuidas, cuando consumes alimentos y sustancias que dañan tus órganos,
consciente y a voluntad, porque te gusta; o dejas de invertir en tu salud o en tu
apariencia, te reprimes las emociones, te saboteas constantemente, te dices
cosas horribles cuando te equivocas, te pones en situaciones de estrés horrorosas
y puedo seguir agregando a la lista.

Y entiendo cuando me dices que realmente quieres hacer las cosas mejor pero
“no puedes”, lo comprendo, tienes instalados una gran cantidad de hábitos
autodestructivos que aprendiste que era lo correcto solo porque estabas en el
lugar incorrecto en el momento incorrecto. Pero si quieres tener resultados
diferentes tienes que hacer las cosas diferentes, no va a caer del cielo, requiere de
ti.

Empecemos hablando del cuerpo principal, el que puedes ver, el de carne y


hueso. ¿Lo cuidas? Vamos a averiguarlo. Pero es importante que seas
brutalmente honesto contigo, aquí no estamos para juzgarte de si estas haciendo
las cosa mal o no, si no de ver que no te está haciendo bien y hacernos cargo.

¿Te alimentas bien? ¿Comes comida saludable, porciones correctas, evitas las
grasas, los productos de origen animal, el azúcar? ¿Tomas suficiente agua?
¿Tomas gaseosas? ¿Sueles tomar más café de lo que deberías?
¿Haces ejercicio o eres sedentaria? ¿Llevas una vida sexual saludable y
placentera? ¿Cómo es tu relación con el alcohol? ¿Fumas cigarrillos? ¿Usas
drogas?
¿Te permites descansar o tienes tendencia al extremo? ¿Sales mucho de noche?
¿Cómo duermes? ¿Cuando te sientes mal de salud, vas al médico? ¿Te haces
mantenimiento a nivel dental, piel, cabello, uñas? ¿Te haces masajes
regularmente? Y podemos seguir hurgando. ¿De que te das cuenta?
Probablemente de que no te cuidas lo suficiente.

Así que si quieres comenzar a cuidarte como una forma de demostrarte amor, es
importante que cambiemos ciertos hábitos. Y no, no tienes que cambiar tu rutina
de la noche a la mañana y cumplirlos al pie de la letra, sino para que vayas viendo
como haces para cuidarte de una forma que funcione para ti, te comparto solo la
que funciona para mi.

Primero, la alimentación es fundamental. Ayunar de vez en cuando ayuda a


desintoxicar los órganos internos, pero en línea general, evita saltarte las comidas,
¿para qué quieres exponer tu cuerpo al estrés de tener hambre? Necesitas estar
bien alimentado para que tus niveles de energía no disminuyan.

Procura disminuir el consumo de productos animales y es algo que va más allá


del asunto ético de comer animales. Cuando ingerimos proteína animal, nuestro
cuerpo necesita aumentar los niveles de acidez en el ph de los ácidos
estomacales, eso hace que el cuerpo sea más propenso a ser víctima de virus,
bacterias y parásitos, en comparación con los cuerpos de personas que
consumen solo proteina vegetal. Pero no los elimines por completo, porque
tienen sustancias que tu cuerpo necesita para estar mejor..

Ni hablar del agua. ¿Tomas suficiente agua? Porque el colectivo suele olvidar
tomar agua y es un problema tan recurrente que hasta apps han inventado para
evitar que esto pase. Si te da sed, fue porque ya te deshidrataste, deberías tomar
agua suficiente a lo largo del día como para que no te de sed, pero estamos tan
ocupados que se nos olvida. Y no me vengas con que no te gusta el sabor, es tu
salud, menos te va a gustar estar enfermo más tarde, ya estas grande para esos
caprichos.

Las gaseosas, que ricas y refrescantes son ¿cierto? veneno, literal, toxinas que
literalmente dañan órganos de tu cuerpo tanto o más que fumar cigarrillos, al
igual que el consumo de azúcares en exceso. El alcohol es veneno para tu cerebro
y ciertas drogas también y si el cerebro no funciona correctamente, la vida se va a
la verga. Tu cerebro es tu mayor activo, cuidalo.

Vivimos en una época donde la vida nos obliga a ser sedentarios. Lo que no se usa
se daña, el cuerpo hay que ponerlo en movimiento, con eso no digo que te vayas
a ser fisicoculturista, solo pon el cuerpo en movimiento, de lo contrario tus
músculos y tus huesos se verán afectados
Descansa, no tienes que hacerte el fuerte, ni poder con todo. No porque te afanes
va a salir mejor, si te afanas más tarde la vida te va a obligar a parar y será peor, no
tienes que llegar a eso.

Cuida tu apariencia, las uñas, el cabello, la piel. No es un lujo o algo que pueda
esperar, es tan importante como tomar agua. Recibir masajes regularmente es
muy importante, nuestro cuerpo acumula mucha energía a lo largo del día que
no liberamos, más tarde se convertirá en dolor muscular que te hará la vida más
difícil.

Empieza a hacer las cosas diferentes a partir de ahora, pregúntate “¿cómo puedo
cuidar mi cuerpo en este momento?” y haz cosas pequeñas al principio y a
medida que te vas apropiando de este nuevo estado del ser se te va haciendo
más natural. En la tercera parte te explico como hacer para adquirir hábitos sin
morir en el intento, así que no te afanes.

Ahora hablemos del segundo cuerpo más importante, la mente. Y aunque


técnicamente sostiene al primero, si no logras conectar con el primero que
puedes percibir a través de tus sentidos, no podrás reconocer el segundo que es
invisible.

Vamos a conocer un poquito la mente. La mente es como un caballo. Si montas al


caballo, mientras tú estás dormido y lo dejas que él te lleve donde quiera, como él
quiera, corres el riesgo de que te partas el cuello. Pero si vas despierto y te tomas
en serio el asunto de domarlo, puedes hacer que te lleve lejísimo y que haga
trucos increíbles que le permita ganar competencias.

La mente es un arma poderosa, pero si no la conoces y la dejas que haga lo que


quiera, puede convertirse en tu peor enemiga; pero si te entrenas y te tomas en
serio el asunto de domarla y cuidarla, puedes hacer que haga cosas bastante
interesantes para tu mayor bien y el de todos los involucrados.

Como todo, lo que no se cuida se malogra, así que llega la hora de darse cuenta;
vamos a averiguar qué tanto cuidas tu mente, como de costumbre te haré una
serie de preguntas y más tarde me cuentas de que te das cuenta. Recuerda
responderlo todo en lápiz y papel. En nuestro workbook de ejercicios consigues
muchas más preguntas como estas para que cada vez descubres cosas más
profundas de ti. Si en algún momento sientes que necesitas ayuda para digerir
todo lo que vas descubriendo de ti, no dudes en ponerte en contacto con
nosotros a través de nuestras redes sociales o correo electrónico, mi equipo y yo
estaremos felices de poder acompañarte.

Ahora veamos. ¿Lees regularmente? ¿Pasas mucho tiempo en las redes sociales?
¿Haces cursos, estudias algo, aprendes algo nuevo? ¿Te sientes estancado en las
rutinas? ¿Divertirte no está en tu lista de prioridades? ¿Tienes problemas para
dormir? ¿En qué piensas la mayor parte de ti? ¿Qué es lo último que te dice tu
mente cuando te duermes y lo primero que te dice cuando te levantas? ¿Meditas
regularmente? ¿Cuidas tu diálogo interno? ¿De que te das cuenta?

Ok, ya nos dimos cuenta de lo que “estamos haciendo mal” y no pasa nada. Parte
de mi filosofía de vida consiste en tratarnos bonito cuando nos damos cuenta que
no somos perfectos, pero hacer nuestro mejor esfuerzo por hacerlo en excelencia;
por eso, nos enfocaremos en aquellos aspectos que podemos usar para cuidar
nuestra mente y no en cómo hacernos la vida más difícil por no haberlo hecho
mejor ahora.

Para nadie es un secreto que la meditación es una de mis herramientas favoritas


a la hora de cuidar mi mente. La meditación es para la mente, como el ejercicio al
cuerpo, le permite estar fuerte y tonificada, la ayuda a liberar las toxinas, mejora
su flexibilidad y te hace estar más saludable. Mucha fama mística oculta la
meditación, pero la verdad es que es solo la forma en que puedes manejar tu
cerebro a voluntad; lo que el cerebro experimente, lo vivirás a través de
situaciones en la cotidianidad. Hay que enfocarse en tener feliz a la mente.

También creemos que meditar es sentarse con “la mente en blanco” en


posiciones extrañas por un chorro de tiempo, pero tampoco es así. Empezando
por el hecho de que poner la mente en blanco es casi tan difícil como darle la
orden a tu corazón que deje de latir. El trabajo de la meditación es ejercitar “el
músculo” que hace que enfoques tu atención. Mientras eso sucede, las glándulas
de tu cuerpo dejan de producir sustancias que te hacen daño y comienza un
proceso excretor de esas sustancias, a su vez se segregan otras que te hacen bien.
Mientras más tiempo lo sostengas, más se sentirá agradecido tu cuerpo-mente.
Por otra parte, solo aprendiendo a enfocar tu atención, es que podrás “controlar”
lo que quieres vivir. Recuerda, la mente es traicionera y gobierna 90% de tu vida,
si quieres ganar poder personal sobre tu mente, tienes que aumentar el 10% que
tienes, y eso solo lo logras meditando.

No tiene que ser nada tan elaborado, si es primera vez que lo haces con un
minuto para empezar es suficiente, sentado cómodamente, enfocado solo en la
respiración; no importa cuanto quieras distraerte, vuelve a la respiración. Usa un
cronómetro para que no te distraigas con el tiempo. No pretendas que serás todo
un maestro zen luego de intentarlo un par de veces, es como ir al gym, no puedes
perder 20 kilos en una sentadilla, todo es un proceso. Solo no te detengas, un
minuto es mejor que nada.

Aprender cosas nuevas también es importante a la hora de cuidar la mente, si


hacemos las mismas cosas todos los días, el cerebro estará aburrido y tu mente
creará problemas para estimularse a sí misma. Haz cosas diferentes cada vez que
puedas, y no requiere tanto esfuerzo como crees. La excusa de que “cuando pase
X voy a hacerlo diferente”, no sirve. Solo requiere que veas tus opciones, camina
por una calle diferente, cepillate los dientes con la mano izquierda, conoce
música nueva, reacciona diferente. Te vas a dar cuenta que pequeñas
sincronicidades te confirmará que las cosas van a ser diferentes a partir de ahora,
aprovecha las oportunidades.

En este mismo orden, también es importante que hagas crucigramas,


rompecabezas… A la mente le gusta resolver acertijos, si no se lo das a voluntad y
por las buenas, lo va a hacer por las malas a través de problemas. chismes, etc. Lo
mismo aplica para la diversión. Procura hacer algo divertido y estimulante cada
vez que logres algo, no importa lo pequeño que sea el logro, así aprendes a
aprender a través del amor, en lugar de hacerlo desde el sufrimiento que es lo
que sueles hacer vamos a estar claros.

Y lo más importante de todo, trátese bonito, cuida tu diálogo interno. La vida es lo


suficientemente difícil y atormentante como para que de paso, tengas que
estarte atormentando con críticas y juicios hacia ti mismo.

Eso sin contar que la mente es una tierra fértil que cree como verdad todo lo que
le digas. Si le dices que eres una mierda, te va a creer, y te va a poner en
escenarios que van a demostrarte que es así. Si le dices que eres la puta ama, va a
hacer lo mismo. Toma el control de tu mente y tendrás el control de tu vida, pero
no tendrás el control de tu mente hasta que la trates como tu mejor recurso.

Otro cuerpo importante, es el emocional, estrictamente conectado con el mente-


cuerpo. La emoción es la sensación de las sustancias que tu cuerpo crea cuando
se activa un pensamiento, consciente o inconscientemente. Más adelante
tenemos todo un apartado acerca de las emociones, pero por ahora es
importante verificar que tanto cuidas de ellas.

Porque cuando reprimes las emociones porque “no es lo que deberías estar
sintiendo”, no estás cuidando tus emociones; cuando quieres pretender ser solo
mariposas y flores y te castigas por experimentar emociones desagradables, no
cuidas tus emociones. Cuando te sientes avergonzada por tus expresiones de
tristeza o rabia no estás cuidando tus emociones.

Y si, lo siento, no se siente bien tener miedo, estar enojado o triste, eso es verdad;
pero vienen incluidas en el paquete de experimentar amor y alegría, y no puedes
hacer nada al respecto. Seguir queriendo negar tus emociones desagradables es
tan absurdo como si le negaras a tu cuerpo hacer caca solo porque te da asco
que se te ensucie el ano. Si es verdad, no nos gustan pero son tan válidas e
importantes como cualquier necesidad biológica.

Si no te gusta lo que estás sintiendo y quieres cambiarlo, es importante que


descubras el pensamiento que ejecuta esa emoción y cambiarlo. Y si te
consideras una persona ambiciosa no solamente habrás descubierto el
pensamiento que de hace sentir mal, sino todo el sistema de creencias que lo
sostiene y cuando vengas a ver, habrás cambiado por completo “tu destino”

Permítete sentir, pero sin olvidar que eres tú quien tiene emociones, no las
emociones las que te tienen a ti, mantente consciente.

Por último, pero no por eso el menos importante, el cuerpo espíritu. Si hubo algo
que me fascinó desde que tengo uso de razón, es el espíritu. Siempre supe que
esto no podía ser todo, que debíamos ser parte de algo más grande. Y mi
curiosidad, que a veces puede ser una fortaleza y otras una debilidad, me llevó a
participar en cuanta religión, culto, secta que me permitiera conocer un poco
más de ese ser llamado espíritu, dios, universo, “conciencia superior que vive en
mí”, el nombre que funcione para ti, funciona perfecto-

Entre todas estas corrientes descubrí una científica, que engloba todo lo que las
otras decían, de una forma mucho más convincente porque lo dice gente que ha
hecho experimentos para comprobar todo lo que esas corrientes decían. Y hoy
voy a contarte mi visión. Si encaja con la tuya, felicidades, vamos juntos. Si no
encajan, no pasa nada, tu verdad es tan verdadera como la mía y no pretendo
cambiar tu sistema de creencias sin tu autorización.

La “gente que sabe” de la actualidad, descubrió que nuestro universo está


cubierto por una red eléctrica que posee toda la información del universo desde
que el mundo existe, desde la eternidad y para la eternidad, con base en esa
premisa esa red se me parece igualito a lo que las religiones le llaman "dios", pero
si lo veo más de cerca, también se parece a la definición de la psicología, respecto
al inconsciente colectivo. La red eléctrica está configurada en patrones numéricos
muy similares a los códigos numéricos 0 y 1 de las computadoras, pero que como
es del universo que estamos hablando, en lugar de 0 y 1, van del 1 al 9; aspecto
que curiosamente encaja con la numerología, herramienta que funciona muy
bien a la hora de explorar el inconsciencia.

Nosotros podemos tener acceso a esa red, para hacernos la vida más fácil tal
como usamos la computadora. Tenemos acceso a esa red eléctrica “dios”, a través
de un par de antenas que se encuentran ocultas en nuestro cuerpo, en nuestro
corazón y nuestro cerebro. Y cuando descubrimos cómo tener acceso a ese
espacio, a voluntad, tu vida deja de ser la misma.

Y ahorita no nos vamos a explicar el paso a paso de como “conectar el wifi a la


red”, sino de cómo cuidar el cuerpo que permite que esa conexión sea posible. Y
como todo está interconectado, todo lo que afecta al cerebro y a la mente, va a
afectar la conexión con la conciencia superior.

No existe ser tan especial en el mundo para existir fuera de esa red, estamos
conectados a ella como el feto está conectado a la madre en la que vive. No
importa si lo entiendes o crees que es una pavada, esa es la realidad en la que
como colectivo vivimos, te conviene saber cómo funciona porque es una de esas
cosas que se escapan de tu control.

Ahora, veamos cuales son los detalles que debemos cuidar si queremos un
cuerpo espíritu saludable:

Primero medita, "sin meditación no hay magia", si tu mente no está lo


suficientemente fuerte como para enfocar tu atención, más vulnerable serás a los
"ataques del bajo astral". Si quieres descubrir qué hay más allá de lo que ven tus
ojos, la meditación no es una opción, es una obligación.

Segundo, presta atención a tu cuerpo. Mantente consciente de las sensaciones


que experimentas, por muy débil o insignificante que sea, todo trae un mensaje
que hay que decodificar, para que entiendas el lenguaje que "el espíritu", la red
cuántica, intenta decirte. El espíritu siempre está comunicándose contigo, eres tú
en tu humanidad quien no se da cuenta o no entiende los mensajes que le
ofrecen. No pasa nada, nos hacemos cargo, nadie nace aprendido, todo se puede
aprender.

Tercero, conecta con la naturaleza. Tomate un momento en el día, en el que te


dediques sólo a experimentar las bondades de la naturaleza. Observa el cielo,
contempla una flor, camina descalzo en la grama, sientate a tomar sol y hacer
“fotosintesis”… y siéntete parte del todo del que eres parte.

Cuarto, confía en tu intuición, en el fondo de tu cabeza siempre están hablando


dos voces… Una te habla desde el miedo, quiere evitar que hagas cosas; la otra te
insta a vivir experiencias. Prestarles atención y conócelas, más tarde te harán la
vida más fácil.

Quinto y último (pero no menos importante) prestarle atención a tus sueños y


lleva un registro de ellos. Aprender a conocer su lenguaje mantendrá saludable tu
relación con tu espíritu.

Una recomendación, no creas que "ya lo vi todo, lo dejo en mi mente y ahí va a


estar". La mente hace que olvides cosas, no se lo permitas, lleva tu registro de
experiencias para que realmente hagas consciente lo inconsciente.

Eres un ser integral, no puedes hacerte solo cargo de una cosa y dejar lo demás
por fuera. Si esos 4 cuerpos no se encuentran en equilibrio, vamos a tener
problemas. No es necesidad, mejor cuidarlos y actuar con sabiduría. Así
comienzas a dejar de culparte y victimizarte, pasas a hacerte responsable de tu
propio bienestar. Una vez tengas una rutina de cuidado personal que satisfaga
tus necesidades, te darás cuenta que eso afectará positivamente otros aspectos
de tu vida; esos a los que desesperadamente te esfuerzas en controlar. Sin
mencionar los niveles de amor propio que vas a desarrollar en el camino.
Seguimos adelante.

—--
"Perdónate"
Nos liberamos de sentimientos de culpa por decisiones pasadas.

Si, es verdad, has cometido muchos errores a lo largo de tu vida, ¿que vamos a
hacer con eso?. Ya los cometiste, ya está, no puedes ir al pasado a arreglarlo, que
bueno fuera que se pudiera, pero no se puede porque traería consecuencias
garrafales para todo el universo conocido y desconocido. Entonces, si no puedes
regresar el tiempo para evitar cometer los errores que cometiste, la mejor opción
que eliges para lidiar con eso, es castigarte, ¿cierto? A través de pensamientos
crueles, que traen como consecuencia problemas en los que te ves envuelto sin
nisiquiera saber como, exponiéndote a caer en un espiral de más errores o
frustración que te hunde cada vez más abajo.

Y pensar que eso ni siquiera es tu "culpa". Creer que los errores son malos y que
por eso tienes que ser castigado, es un paradigma colectivo que te enseñó tu
mamá y el sistema educativo tradicional, cuando querías ser un niño y ellos
quería que te "portaras bien".

Y obviamente tu mamá quería que te portaras bien porque la iglesia le había


enseñado desde hacía harto tiempo al colectivo, que por mucho amor que
alguien te tenga (en ese caso dios), si te equivocas será arrojado del paraíso y
serás castigado, enviado al lago de azufre, donde el gusano nunca muere y la
llama nunca se apaga. (WHAAAT)
Cosa que definitivamente no es cierto, el paraíso es un estado de conciencia y no
tienes que estar muerto para experimentarlo (igual que el infierno). Pero ese es
tema para otro día.

Esos "errores" por los que te castigas regularmente, no son malos, son solo
experiencias que necesitabas vivir para que ganaras sabiduría, por lo tanto, no
eres culpable de nada, si no eres culpable de nada, no tienes que ser castigado y
si te das cuenta que no tienes que ser castigado por tus errores serás libre de un
peso que te estanca, la culpa.

Nos liberamos de la culpa cuando comprendemos que ese error que cometiste,
no fue algo que hiciste para que saliera mal, sino porque fue algo que se te
escapó de las manos; sin importar el error que cometiste, lo hiciste porque creías
que era tu mejor opción. Nadie tiene derecho a juzgarte porque todos nos
equivocamos alguna vez y el que ose a juzgarte, observalo como un ser que se
juzga a sí mismo y su reacción no tiene nada que ver contigo, porque te das
cuenta que lo hiciste lo mejor que pudiste con los recursos que tenías.
Y tomando en cuenta esta premisa estás listo para vencer al otro peso que te
estanca, la vergüenza. Es común que nos sintamos avergonzados cuando
"cometemos un error", porque nos implantaron una creencia que debemos ser
perfectos, y con perfección se refieren a encajar en un molde estandarizado, sin
tomar en cuenta que cada uno de nosotros es un ser único en sí mismo, no es
posible encajar en moldes, entonces como no es posible, no tienes nada de qué
sentirse avergonzado.

Todos cometemos errores, no es posible que sepamos y podamos con todo


siempre, no pasa nada. Ahora, si sientes que cometes el mismo error una y otra
vez si es algo que tenemos que prestar atención más a fondo porque hay una
lección que aprender, y mientras más rápido la aprendas, más rápido dejaras "el
error" atrás y más rápido se aligerarán las consecuencias de ellos.

Porque la idea no es que te conviertas en un mamerto irresponsable que te


permitas cometer más errores de lo que debes porque empiezas a creer la gran
vaina sin necesidad, la idea es que dejes de ser culpable y te hagas responsable.
Te haces responsable cuando te miras profundamente dentro de ti y reconoces lo
más brutalmente honesto posible, que lo haz hecho todo, de la mejor manera
posible y haz reparado lo mejor que puedes ese "error" con el que antes te
atormentaba y si los otros no pueden ver el esfuerzo que haces, te das cuenta que
son unos hipócritas que prefieren juzgarte por tus errores en lugar de hacerse
responsable por los de ellos.

Porque es fácil decir "hay que perdonarse", en concepto suena super lógico, pero
en la práctica puede complicarse si no comprendemos el sistema de creencias
que lo sostienen, sistema de creencias que es alimentado por el colectivo de
generación en generación. Pero para eso naciste, para eso estás aquí en este
momento mirando este video, para que lo tomes como señal y dejes de
distraerte, elijas vivir ligero, rompas con los patrones y los bucles que te estancan,
seas libre de ser quien eres.

Porque no viniste a ser perfecto, viniste a vivir la experiencia de la vida y la


experiencia de la vida incluye equivocarse para aprender, así que la culpa y la
vergüenza en un asunto del que tenemos que hacernos cargo de inmediato si
deseas conectar con la realidad que estás buscando.

El pasado ya pasó, no podemos cambiarlo, enfócate en hacer que los errores


valgan la pena. Hazte responsable de las consecuencias. Si te das cuenta que
cometiste un error, puedes cambiar de opinión en cuanto lo notes, no tienes que
quedarte ahí solo porque ya decidiste. Nadie tiene derecho a juzgarte porque
cualquiera que sea el error que hayas cometido, todos nos equivocamos alguna
vez, en mayor o menor medida, nadie puede escapar de eso… son algunas de las
cosas que tienes que darte cuenta para que puedas perdonarte.
Aquello a lo que le prestas atención, se hace grande; el futuro se crea de instantes
presentes. Si en el presente, te enfocas en los errores que cometiste en el pasado
y en lo culpable o avergonzado te sientes por ello, estarás invirtiendo tu energía
creadora en crear más realidades similares en el futuro, después te preguntarás
amargamente "¿por qué siempre me pasa lo mismo"?

Si en el presente enfocas tu atención en hacer las cosas diferentes, pensar cosas


diferentes, la vida te ofrece oportunidades diferentes, para eso estás aquí, para
explorar tus opciones, no te condenes a ti mismo.

Muy bien. Si has llegado hasta aquí y has reflexionado profundamente en la


información que te comparto, habrás alcanzado el nivel inmediato superior de
amor propio. Eres una persona valiosa, mereces ser amado. No dejes que nada ni
nadie te haga sentir lo contrario. Te recomiendo que si quieres tener una
diferencia significativa y duradera a largo plazo, realices los ejercicios que te
comparto en el workbook.

Ahora sí. Estás listo para avanzar un peldaño más en este camino, prepárate para
domar a unos animales salvajes que pueden hacerte la vida cuadros, o hacerte la
vida más fácil, vamos a conocer tus emociones, y eso será en nuestro proximo
encuentro. Por ahora nos despedimos. Babai.

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