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Paso 2. Enamorate de Ti
Paso 2. Enamorate de Ti
Desarrolla el amor propio que necesitas para ser un ser humano funcional y
saludable.
Por ahora, dejame hacerte una pregunta (no tiene que responderme) ¿usted de
verdad se ama, o solo se soporta, o se cae bien, o no se cae tan bien? ¿Qué siente
usted, por usted?
Ahora, ¿trataría a la gente que usted ama, como se trata usted? ¿Permitiría que
otros dijeran cosas feas de usted? ¿Y de alguien que usted ama? ¿Qué cosas dice
de usted? ¿Cómo se trata cuando está enfermo o se siente vulnerable? ¿Qué
cosas se dicen antes de dormir? ¿Eso se parece a la relación que uno puede tener
con alguien que ama?
Si se da cuenta que no se ama tanto como quisiera, no pasa nada. Hoy vamos a
aprender las cosas que usted tiene que hacer para que su amor propio aumente,
para que se quiera más.
Por otra parte, está el “amorcito”. Esa pareja que tiene un ideal de ti. Tal vez
tengas que dejar de ver a tus amigos, o dejar de hacer eso que tanto disfrutas
para agradarle y encajar en su ideal, que es diferente al que tiene tu mamá/papá
de ti. Y así con todas las personas que tienes a tu alrededor, vas renunciando a
partes de ti, desde que somos niños, para agradarle a los otros. Y cuando vienes a
ver, no te queda nada de ti. Eres solo un ser desmembrado al que le han ido
colocando partes que no le corresponden, que muchas veces lastiman, pesan e
incomodan. Y por eso, es que al final de la noche, cuando nadie te ve, sientes un
profundo vacío que no encuentras cómo llenar.
Si quieres dejar de sentir ese vacío doloroso que te carcome el alma, tienes que
comprender algo fundamental. La opinión/percepción que el otro tiene de ti, no
tiene nada que ver contigo.
Eres perfecto tal cual eres, tal vez podrías mejorar, porque siempre se puede estar
mejor, pero para complacerte a ti, no a los demás. Porque los demás están tanto
o más perdidos que tú, también se han quedado vacíos y tampoco tienen idea de
que eso esté pasando o como arreglarlo; por eso te critican, porque espejan sus
vacíos en ti; creen que lo que no les gustas eres tu, cuando en realidad no se
gustan a sí mismos.
Tienes que aprenderte algo, NO HAY NADA MALO EN TI, ahora quiero que lo
repitas en primera persona “NO HAY NADA MALO EN MI”, otra vez, y otra vez,
hasta que empieces a creértelo.
Si es verdad, no le vamos a caer bien a todo el mundo y esto también está bien.
Pero, ¿qué pasaría si dejas de tratar de encajar tú, en ideales de otros que no
tienen que ver contigo? ¡Mejor cambias a la persona que no puede apreciar lo
valioso que hay en ti! Dejarías de distraerte en eso que no puedes controlar, te
harías cargo de lo que sí, y ¡voilá!, la magia ocurre
No es tan difícil aprender a amarse a uno mismo, requiere que recorras 5 pasos
que te comparto a continuación. Eso no significa tampoco que vaya a ser fácil,
como todo lo que aprendemos puede ser desafiante, sin embargo, te garantizo
que al final, habrás descubierto un tesoro invaluable, a ti mismo.
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“Valorate”:
Descubre cuánto vales y cómo puedes aportar valor a todo, solo por existir.
Veamos. ¿Qué es lo más valioso que tienes? Vamos a desmembrar esto en dos
partes, lo material y lo inmaterial. Empecemos con lo material. Tu carro, tu casa,
tus equipos de tecnología… no importa. Son cosas muy importantes para ti y eso
está bien. Como esas cosas son importantes, le inviertes dinero en hacerlo mejor,
remodelaciones, reparaciones, accesorios, lo que sea que lo haga más valioso,
¿cierto? Ahora veamos lo inmaterial, tu familia, tus hijos, tus perros, tus amigos, lo
que elijas. A ellos los complaces, le dedicas tiempo, le regalas cosas, los escuchas,
le haces la vida más bonita, ¿verdad?
Ahora vuelvo a preguntar. ¿Cuánto vales? Porque podría apostar a que te pones
de último, hablas mal de ti, dejas que otros hablen mal de ti, que te usen, que te
maltraten, te regalas en más de un nivel, te sobreexiges, no te permites descansar
o pones miles de excusas para ayudarte a estar mejor porque de seguro, eso va a
incomodar a alguna de esas personas tan importantes para ti, ¿o me equivoco?
Porque es que no tiene sentido venir a la tierra a hacer feliz a todo el mundo
mientras tu te condenas. Después te preguntas porque la gente no te quiere
como quieres que te quieran, o por que no ganas la cantidad de dinero que
esperas. ¿Quieres saber por qué los otros no te valoran? Pues porque tú no te
valoras a ti mismo.
Te pregunto. ¿Le dices a esa gente que tu consideras valiosa en tu vida, las cosas
horribles que te dices a ti? ¿Postergas las necesidades de esa gente que dices
amar? ¿Y contigo? Pues si queremos conseguir resultados diferentes, tienes que
empezar a hacer cosas diferentes; y la vida te va a tratar tal como tú te trates. Así
que manos a la obra.
Lo primero que tienes que hacer es enfocarte cada vez en estar mejor,
pregúntate “¿cómo puedo hacer que este instante sea mejor para mi?”, instante
a instante y hazlo. No pongas como excusas recursos que no tienes, o la opinión
de alguien más, hazlo con lo que tengas.
Ejemplo. ¿Cómo puedes hacer que este instante sea mejor? Deja de alimentar
ese pensamiento que te maltrata, por ejemplo. O ofrecete algo rico, así sea
levantarte y tomar brisa fresca. Mientras más vayas practicando, te darás cuenta
que premiar tus logros, perdonar tus errores, decir no sin sentirte culpable y hacer
lo que siempre quisiste pero nunca te atreviste, puede marcar una diferencia
significativa en tu día a día.
Un segundo paso para aportarnos valor, está relacionado con descubrir eso que
quieres. Porque con ese paradigma del sacrificio y de que eres valioso solo por lo
que haces, le ha quitado importancia a lo que quieres, y ha hecho que enfoques
tu atención en “lo que tienes que… hacer/sentir/decir/etc”. Y si es verdad que hay
cosas que “tenemos que hacer”, porque hay responsabilidades que no podemos
dejar de lado, pero no puedes poner a esos dos puntos en esquinas diferentes, la
idea es integrar los extremos. Tal vez al principio se te haga desafiante, como todo
cuando estamos aprendiendo, pero a medida que practiques te será cada vez
más fácil.
El punto es que no tiene sentido una vida fuera del valor, esa es la recompensa
por haber elegido venir a la tierra, ¿o es que tu todavía crees que este lugar es
para venir a sufrir? No mi amor, eso era en la era de piscis, como colectivo nos
actualizaron el software, vamos a evolucionar.
Para finalizar ese asunto del valor, es importante que sepas un par de cositas más,
a ver si te tomas en serio este asunto de valorarte. Uno. Aportar valor a los otros
también es importante, pero no podemos dar lo que no tenemos, primero te
valoras a ti, luego le aportas valor a los demás. Dos. La cantidad de dinero que
tienes, es proporcional al valor que te ofreces a ti mismo y a los demás, porque la
energía que atrae el dinero a tu vida es el valor. Si esas no son razones suficientes
para reconocer tu valor, entonces tú me dirás. Así que a valorarse, que realmente
eres invaluable y mereces lo mejor siempre, solo porque eres, no por lo que
hagas/tengas o dejes de.
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“Acéptate”
Porque eres perfecto, aunque tengas defectos.
“Se perfecto. Luce de esta manera. Agradece hasta lo malo. No te enojes. No estés
triste. No seas/digas/hagas eso que pueda ofender al colectivo. Se luz” Son
algunas de las cosas con las que somos bombardeados regularmente en la
cotidianidad. Pero la verdad, es que es imposible ser perfecto y agradarle a todo
el mundo. Porque somos luz , si es verdad, pero también somos sombra y eso no
va a cambiar.
Obligarnos a ser perfectos es tan absurdo como que solo tengas lado derecho del
cuerpo, o como que queremos que sea siempre de día porque le tenemos miedo
a la oscuridad.
Le gritas al mundo que acepte tus defectos, tus divergencias, eso de lo que no te
sientes orgulloso, pero ¿lo aceptas tu? Vamos a averiguarlo a través de las
siguientes preguntas. ¿Eres de los que culpa a los demás de las cosas que te
pasan? ¿Te avergüenzas de tus defectos? ¿O tal vez, eres de los que aman criticar
a los otros para sentirte superior? Si respondiste si a alguna de esas preguntas,
definitivamente no te aceptas.
Porque cuando te aceptas reconoces que nadie más es responsable de tus logros
o fracasos, así que dejas de culpar y empiezas a hacerte responsable. Y si aun no
sale como quieres, en vez de culparte, revisas como lo puedes hacer para que
salga como querías.
Cuando te aceptas, dejas de criticar a los otros, porque sabes que tu estas
haciendo lo mejor que puedes y el otro también, y que esas son sus debilidades y
tú también tienes las tuyas, así que no porque sean diferentes a la de los otros,
alguien es mejor o peor que los demás.
Profundizamos. ¿Cuáles son tus defectos, de que no te sientes orgulloso de ti, que
te da vergüenza que la gente descubra de ti?
Haz una lista, no importa cuantas sean, tienes la oportunidad de ver tu alma
desnuda, aprovechala, está bien; eres una perfecta integración de luces y
sombras. Luego de que tengas la lista hecha, repite en voz alta “merezco ser
amado/feliz/próspero (puedes colocar el adjetivo positivo que más te guste),
aunque sea… (el defecto que pusiste)”, uno por uno.
Pero no es que lo hagas apurado por salir del paso y después decir “lo hice y no
funcionó”, es sentarte y tomartelo en serio. Mirarte a los ojos frente a un espejo
mientras lo haces, reconocer los pensamientos y emociones que surgen de ahí, y
si realmente quieres tomártelo en serio registrarlos, a puño y letra, encontrarás
una gran cantidad de creencias que están arruinando tu vida y que se mantenían
ocultas en tu inconsciente, más tarde podrás trabajarla con tu terapeuta de
confianza.
Y si quieres llevar esto más lejos, cada vez que aparezcan uno de estos defectos
en tu cotidianidad, repite el mantra mágico: “merezco ser amado/feliz/próspero
(puedes colocar el adjetivo positivo que más te guste), aunque sea… (el defecto
que pusiste)”.
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“Respétate”
Aprendemos a conocer tus límites y cómo manejar la flexibilidad y el equilibrio
entre ellos.
Ahora pregunto, con base en estas premisas, ¿te respetas a ti? ¿cuántas veces al
día te dices “lo malo que eres” solo porque las cosas no salieron como tú querías?
¿o te expones a situaciones de riesgo? o ¿dejas que los otros te usen o te pisoteen
y ni hablar de las veces que te da miedo poner limites y tienes dificultades para
decir no sin sentirte culpable?
Y como en esta vida, todo empieza por casa. ¿Sientes que los otros te irrespetan
de cierta manera? Empieza por darte cuenta de qué forma te respetas a ti
mismo. Porque lamentablemente, decir que amas a alguien (en este caso a ti) y
no respetarlo, en una dualidad básica, ¿o crees que puedes amar a quien no
respetas?
Si quieres empezar a tomarte en serio este asunto del autorespeto tienes que
comprender algo importante, decir no sin sentirte culpable y poner límites
saludables, es fundamental. Y eso no significa que andes por ahí atropellando a la
gente con tus atorrancias y altanerias, recuerda que la forma en la que te
relacionas con los demás está estrictamente relacionado con la forma en la que
te relacionas contigo mismo; significa que hagas valer el valor que descubriste
que tenías en el apartado de arriba.
¿Cuantas veces dices “si”, a aquellos que haz querido decir “no”, incluso hasta
ponerte en situaciones de riesgo para complacer al otro?
¿Cuántas veces has permitido que tus familiares y amigos (esa gente a la que tu
respetas), se burlen de ti “porque no pasa nada, es solo una broma”, aunque en el
fondo eso te haga sentir incómodo a ti?
Empecemos a poner límites. Para esto es importante que sepas cuales son
¿sabes cuales son tus límites? Si la respuesta es sí, felicidades. Si la respuesta es
no, continuamos.
Para definir cuales son tus límites, es importante que hagas una lista en tinta y
papel, de que NO te gusta, que te hace sentir incomodo, que sientes que no es
para ti. Una vez tengas eso listo, observa cómo te sientes cuando “tienes que”
hacer una de estas cosas. ¿Realmente quieres exponerte a esa sensación? ¿Si esa
persona a la que tanto amas tuviera que hacer una de esas cosas que no quiere
hacer, la obligarías aunque supieras que la hace sentir mal? Probablemente no.
Algo importante que tienes que saber de este asunto de poner límites, es que la
gente a la que realmente le importas, no se va a sentir mal porque establezcas tus
límites, al contrario, ellos estarán contentos de que así sea, porque ellos no
quieren hacerte sentir mal. Si alguien de los que le pongas límites se siente
ofendido es porque probablemente quiere aprovecharse de ti, por lo tanto si se
va, mejor; asi le das la oportunidad a alguien mas que pueda respetarte a ocupar
su lugar; no temas, nada nunca queda vacío.
Otra cosa que debes saber, es que para poner límites no tienes que usar la fuerza,
al contrario, si te alteras significa que presionaste más de la cuenta, recuerda,
todo en equilibrio. Solo es cuestión de expresar con claridad, directa y sin
eufemismos, eso que esperas recibir por parte del otro y como su actitud está
causando un efecto en ti que no te gusta.
En esto es importante que le digas a ese otro, que el límite que estás poniendo no
es porque él sea malo por pedirte eso, sino que eso no es para ti en ese momento
o en cualquier otro (dependiendo de la ocasión) y que espera que no vuelva a
suceder. Eso hará que el otro sepa cómo tratarte. Nadie nace aprendido, el te va a
tratar como se trata a él mismo; tu le vas a permitir que te trate como te tratas a
ti.
Si más tarde esa persona cruza el límite sin tu permiso, puedes subir el tono y ser
más fuerte, dejas mostrar solo un poco de hostilidad, para que sepa que estás
hablando en serio, pero no la suficiente como para que se haga un problema,
explicale que si continúa haciendo lo que le pediste que no, tendrá que salir de tu
vida. Si el otro no comprende, es momento de salir de ahí; si no sales de ahí en
este punto, la cosa se va a poner muy fea, no quieres ir hacia allá.
Cuando salgas, pueden pasar tres cosas: 1. la persona comprende que te está
haciendo daño y cambia su actitud hacia ti para siempre y aprende a respetarte;
2. la persona continúa rompiendo límites, ahí es importante que te des cuenta
que estás en medio de una experiencia violenta y busques ayuda urgente; o 3.
todo termina y quien rompe tus límites queda fuera de tu vida. Tranquilo, lo vas a
superar, tú eres suficiente ¿recuerdas?
Por otra parte, el asunto de decir "no" sin sentirse culpable, también está
estrictamente relacionado con el asunto de los límites. Pero se involucran otros
elementos a los que tienes que prestar atención. Entre ellos, lo que sientes
cuando dices que no, los pensamientos automáticos que se activan, eso te va a
dar una luz de por dónde hay que empezar a trabajar tu sistema de creencias.
Porque nos enseñaron que es de mala educación decir que no, nos golpeaban si
le decíamos "no" a un adulto cuando éramos niños, nuestro cerebro aprendió a
que si dice "no" no solamente no somos dignos de recibir amor, sino que
debemos ser castigados. Y esa creencia colectiva es la causante de que millones
de personas hayan sido víctimas de violaciones consensuadas y una cantidad
increíbles de sacrificios en todos los niveles. Imagínate cómo sería tu vida si te
hubieses atrevido a decir "no".
La mala noticia es que ya lo que fue, ya fue. Ya cometimos los errores que
cometimos, nos damos cuenta de lo que hicimos y lo dejamos ir. No te distraigas
pensando en eso. La buena noticia es que tienes la oportunidad de hacerlo
diferente a partir de ahora.
Así que es momento de aprender a decir que no.
Lo primero que tienes que hacer, es conocerte bien, saber que si y que no va
contigo, tenerlo definido para ti y aceptarlo, porque está bien. No tiene que
gustarte algo solo porque a los demás les guste, todos somos diferentes, no
puedes luchar con eso. No porque el otro piense diferente a ti está equivocado,
así tú tampoco estás equivocado si piensas diferente al otro. Si sabes eso, tendrás
herramientas para vencer la culpa más tarde.
Cuidado con usar esta herramienta para convertirte en obtuso, observa cuando
ese "no", viene desde el capricho y la resistencia, si viene de ahí por ahí no es, es
una trampa en la que podemos caer con facilidad si no estás atento. La usamos
para protegernos, para aportarnos valor, no para ponerlo en riesgo. Un ejemplo
de esto puede ser cuando alguien viene a ofrecerte ayuda, pero tu, por dartela de
digno, crees que si te ayudan entonces no es meritorio y eliges decir no, a la
ayuda que te ofrecen y en lugar de evolucionar, te estancas.
Otra cosa respecto a esto de decir "no" sin sentirte culpable, está el hecho de que
no tienes que explicar, ni justificar de ninguna manera el "por qué no". No quieres
porque no quieres y eso es suficiente, así te permites validar tus emociones,
aspecto tan importante en esto del respeto, pero eso de las emociones lo
hablaremos más tarde.
Y es verdad, a veces hay que hacer lo que no se quiere, pero antes de decidir lo es
importante, filtralo. ¿Qué beneficio a largo plazo me va a permitir vivir, decir "si" a
eso que no quiero? ¿Le aporta más valor a mi vida decir que "no"? Después de
que veas todas los ángulos, eliges confiado de que hiciste lo mejor que pudiste
con los recursos que tenías.
Así que si, todo este asunto del respeto, en todas las direcciones, está sostenido
en estos dos puntos, poner límites saludables y decir no sin sentirte culpable. Si
logras hacer esas dos cosas, te respetarás lo suficiente como para que seas
respetado por los demás, sin faltarle el respeto a nadie; y si alguien se siente
irrespetado mientras tú sostienes esas premisas en equilibrio, no es tu
responsabilidad.
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"Cuídate"
Establecemos hábitos y rutinas que te permitirán, estar más saludable en cuerpo-
mente-emoción-espíritu.
“Cuidar” está relacionado con el “amar”, de una forma tan profunda, que cuando
somos bebés usamos el amor como mecanismo de supervivencia y así poder
recibir los cuidados que necesitamos para no morir de indefensión.
Pero a medida que vamos creciendo, nos van enseñando que no debemos ser
cuidados, que debemos cuidar, pero no a nosotros, porque si nos cuidamos a
nosotros somos unos egoístas.
Así que como cuidar está estrictamente relacionado con el amar, y estamos en
medio de un proceso de amarnos profundamente, no debería extrañarte que
cuidarte sea una parte importante de este viaje. Y no me vengas a decir que te
cuidas, cuando consumes alimentos y sustancias que dañan tus órganos,
consciente y a voluntad, porque te gusta; o dejas de invertir en tu salud o en tu
apariencia, te reprimes las emociones, te saboteas constantemente, te dices
cosas horribles cuando te equivocas, te pones en situaciones de estrés horrorosas
y puedo seguir agregando a la lista.
Y entiendo cuando me dices que realmente quieres hacer las cosas mejor pero
“no puedes”, lo comprendo, tienes instalados una gran cantidad de hábitos
autodestructivos que aprendiste que era lo correcto solo porque estabas en el
lugar incorrecto en el momento incorrecto. Pero si quieres tener resultados
diferentes tienes que hacer las cosas diferentes, no va a caer del cielo, requiere de
ti.
¿Te alimentas bien? ¿Comes comida saludable, porciones correctas, evitas las
grasas, los productos de origen animal, el azúcar? ¿Tomas suficiente agua?
¿Tomas gaseosas? ¿Sueles tomar más café de lo que deberías?
¿Haces ejercicio o eres sedentaria? ¿Llevas una vida sexual saludable y
placentera? ¿Cómo es tu relación con el alcohol? ¿Fumas cigarrillos? ¿Usas
drogas?
¿Te permites descansar o tienes tendencia al extremo? ¿Sales mucho de noche?
¿Cómo duermes? ¿Cuando te sientes mal de salud, vas al médico? ¿Te haces
mantenimiento a nivel dental, piel, cabello, uñas? ¿Te haces masajes
regularmente? Y podemos seguir hurgando. ¿De que te das cuenta?
Probablemente de que no te cuidas lo suficiente.
Así que si quieres comenzar a cuidarte como una forma de demostrarte amor, es
importante que cambiemos ciertos hábitos. Y no, no tienes que cambiar tu rutina
de la noche a la mañana y cumplirlos al pie de la letra, sino para que vayas viendo
como haces para cuidarte de una forma que funcione para ti, te comparto solo la
que funciona para mi.
Ni hablar del agua. ¿Tomas suficiente agua? Porque el colectivo suele olvidar
tomar agua y es un problema tan recurrente que hasta apps han inventado para
evitar que esto pase. Si te da sed, fue porque ya te deshidrataste, deberías tomar
agua suficiente a lo largo del día como para que no te de sed, pero estamos tan
ocupados que se nos olvida. Y no me vengas con que no te gusta el sabor, es tu
salud, menos te va a gustar estar enfermo más tarde, ya estas grande para esos
caprichos.
Las gaseosas, que ricas y refrescantes son ¿cierto? veneno, literal, toxinas que
literalmente dañan órganos de tu cuerpo tanto o más que fumar cigarrillos, al
igual que el consumo de azúcares en exceso. El alcohol es veneno para tu cerebro
y ciertas drogas también y si el cerebro no funciona correctamente, la vida se va a
la verga. Tu cerebro es tu mayor activo, cuidalo.
Vivimos en una época donde la vida nos obliga a ser sedentarios. Lo que no se usa
se daña, el cuerpo hay que ponerlo en movimiento, con eso no digo que te vayas
a ser fisicoculturista, solo pon el cuerpo en movimiento, de lo contrario tus
músculos y tus huesos se verán afectados
Descansa, no tienes que hacerte el fuerte, ni poder con todo. No porque te afanes
va a salir mejor, si te afanas más tarde la vida te va a obligar a parar y será peor, no
tienes que llegar a eso.
Cuida tu apariencia, las uñas, el cabello, la piel. No es un lujo o algo que pueda
esperar, es tan importante como tomar agua. Recibir masajes regularmente es
muy importante, nuestro cuerpo acumula mucha energía a lo largo del día que
no liberamos, más tarde se convertirá en dolor muscular que te hará la vida más
difícil.
Empieza a hacer las cosas diferentes a partir de ahora, pregúntate “¿cómo puedo
cuidar mi cuerpo en este momento?” y haz cosas pequeñas al principio y a
medida que te vas apropiando de este nuevo estado del ser se te va haciendo
más natural. En la tercera parte te explico como hacer para adquirir hábitos sin
morir en el intento, así que no te afanes.
Como todo, lo que no se cuida se malogra, así que llega la hora de darse cuenta;
vamos a averiguar qué tanto cuidas tu mente, como de costumbre te haré una
serie de preguntas y más tarde me cuentas de que te das cuenta. Recuerda
responderlo todo en lápiz y papel. En nuestro workbook de ejercicios consigues
muchas más preguntas como estas para que cada vez descubres cosas más
profundas de ti. Si en algún momento sientes que necesitas ayuda para digerir
todo lo que vas descubriendo de ti, no dudes en ponerte en contacto con
nosotros a través de nuestras redes sociales o correo electrónico, mi equipo y yo
estaremos felices de poder acompañarte.
Ahora veamos. ¿Lees regularmente? ¿Pasas mucho tiempo en las redes sociales?
¿Haces cursos, estudias algo, aprendes algo nuevo? ¿Te sientes estancado en las
rutinas? ¿Divertirte no está en tu lista de prioridades? ¿Tienes problemas para
dormir? ¿En qué piensas la mayor parte de ti? ¿Qué es lo último que te dice tu
mente cuando te duermes y lo primero que te dice cuando te levantas? ¿Meditas
regularmente? ¿Cuidas tu diálogo interno? ¿De que te das cuenta?
Ok, ya nos dimos cuenta de lo que “estamos haciendo mal” y no pasa nada. Parte
de mi filosofía de vida consiste en tratarnos bonito cuando nos damos cuenta que
no somos perfectos, pero hacer nuestro mejor esfuerzo por hacerlo en excelencia;
por eso, nos enfocaremos en aquellos aspectos que podemos usar para cuidar
nuestra mente y no en cómo hacernos la vida más difícil por no haberlo hecho
mejor ahora.
No tiene que ser nada tan elaborado, si es primera vez que lo haces con un
minuto para empezar es suficiente, sentado cómodamente, enfocado solo en la
respiración; no importa cuanto quieras distraerte, vuelve a la respiración. Usa un
cronómetro para que no te distraigas con el tiempo. No pretendas que serás todo
un maestro zen luego de intentarlo un par de veces, es como ir al gym, no puedes
perder 20 kilos en una sentadilla, todo es un proceso. Solo no te detengas, un
minuto es mejor que nada.
Eso sin contar que la mente es una tierra fértil que cree como verdad todo lo que
le digas. Si le dices que eres una mierda, te va a creer, y te va a poner en
escenarios que van a demostrarte que es así. Si le dices que eres la puta ama, va a
hacer lo mismo. Toma el control de tu mente y tendrás el control de tu vida, pero
no tendrás el control de tu mente hasta que la trates como tu mejor recurso.
Porque cuando reprimes las emociones porque “no es lo que deberías estar
sintiendo”, no estás cuidando tus emociones; cuando quieres pretender ser solo
mariposas y flores y te castigas por experimentar emociones desagradables, no
cuidas tus emociones. Cuando te sientes avergonzada por tus expresiones de
tristeza o rabia no estás cuidando tus emociones.
Y si, lo siento, no se siente bien tener miedo, estar enojado o triste, eso es verdad;
pero vienen incluidas en el paquete de experimentar amor y alegría, y no puedes
hacer nada al respecto. Seguir queriendo negar tus emociones desagradables es
tan absurdo como si le negaras a tu cuerpo hacer caca solo porque te da asco
que se te ensucie el ano. Si es verdad, no nos gustan pero son tan válidas e
importantes como cualquier necesidad biológica.
Permítete sentir, pero sin olvidar que eres tú quien tiene emociones, no las
emociones las que te tienen a ti, mantente consciente.
Por último, pero no por eso el menos importante, el cuerpo espíritu. Si hubo algo
que me fascinó desde que tengo uso de razón, es el espíritu. Siempre supe que
esto no podía ser todo, que debíamos ser parte de algo más grande. Y mi
curiosidad, que a veces puede ser una fortaleza y otras una debilidad, me llevó a
participar en cuanta religión, culto, secta que me permitiera conocer un poco
más de ese ser llamado espíritu, dios, universo, “conciencia superior que vive en
mí”, el nombre que funcione para ti, funciona perfecto-
Entre todas estas corrientes descubrí una científica, que engloba todo lo que las
otras decían, de una forma mucho más convincente porque lo dice gente que ha
hecho experimentos para comprobar todo lo que esas corrientes decían. Y hoy
voy a contarte mi visión. Si encaja con la tuya, felicidades, vamos juntos. Si no
encajan, no pasa nada, tu verdad es tan verdadera como la mía y no pretendo
cambiar tu sistema de creencias sin tu autorización.
Nosotros podemos tener acceso a esa red, para hacernos la vida más fácil tal
como usamos la computadora. Tenemos acceso a esa red eléctrica “dios”, a través
de un par de antenas que se encuentran ocultas en nuestro cuerpo, en nuestro
corazón y nuestro cerebro. Y cuando descubrimos cómo tener acceso a ese
espacio, a voluntad, tu vida deja de ser la misma.
No existe ser tan especial en el mundo para existir fuera de esa red, estamos
conectados a ella como el feto está conectado a la madre en la que vive. No
importa si lo entiendes o crees que es una pavada, esa es la realidad en la que
como colectivo vivimos, te conviene saber cómo funciona porque es una de esas
cosas que se escapan de tu control.
Ahora, veamos cuales son los detalles que debemos cuidar si queremos un
cuerpo espíritu saludable:
Eres un ser integral, no puedes hacerte solo cargo de una cosa y dejar lo demás
por fuera. Si esos 4 cuerpos no se encuentran en equilibrio, vamos a tener
problemas. No es necesidad, mejor cuidarlos y actuar con sabiduría. Así
comienzas a dejar de culparte y victimizarte, pasas a hacerte responsable de tu
propio bienestar. Una vez tengas una rutina de cuidado personal que satisfaga
tus necesidades, te darás cuenta que eso afectará positivamente otros aspectos
de tu vida; esos a los que desesperadamente te esfuerzas en controlar. Sin
mencionar los niveles de amor propio que vas a desarrollar en el camino.
Seguimos adelante.
—--
"Perdónate"
Nos liberamos de sentimientos de culpa por decisiones pasadas.
Si, es verdad, has cometido muchos errores a lo largo de tu vida, ¿que vamos a
hacer con eso?. Ya los cometiste, ya está, no puedes ir al pasado a arreglarlo, que
bueno fuera que se pudiera, pero no se puede porque traería consecuencias
garrafales para todo el universo conocido y desconocido. Entonces, si no puedes
regresar el tiempo para evitar cometer los errores que cometiste, la mejor opción
que eliges para lidiar con eso, es castigarte, ¿cierto? A través de pensamientos
crueles, que traen como consecuencia problemas en los que te ves envuelto sin
nisiquiera saber como, exponiéndote a caer en un espiral de más errores o
frustración que te hunde cada vez más abajo.
Y pensar que eso ni siquiera es tu "culpa". Creer que los errores son malos y que
por eso tienes que ser castigado, es un paradigma colectivo que te enseñó tu
mamá y el sistema educativo tradicional, cuando querías ser un niño y ellos
quería que te "portaras bien".
Esos "errores" por los que te castigas regularmente, no son malos, son solo
experiencias que necesitabas vivir para que ganaras sabiduría, por lo tanto, no
eres culpable de nada, si no eres culpable de nada, no tienes que ser castigado y
si te das cuenta que no tienes que ser castigado por tus errores serás libre de un
peso que te estanca, la culpa.
Nos liberamos de la culpa cuando comprendemos que ese error que cometiste,
no fue algo que hiciste para que saliera mal, sino porque fue algo que se te
escapó de las manos; sin importar el error que cometiste, lo hiciste porque creías
que era tu mejor opción. Nadie tiene derecho a juzgarte porque todos nos
equivocamos alguna vez y el que ose a juzgarte, observalo como un ser que se
juzga a sí mismo y su reacción no tiene nada que ver contigo, porque te das
cuenta que lo hiciste lo mejor que pudiste con los recursos que tenías.
Y tomando en cuenta esta premisa estás listo para vencer al otro peso que te
estanca, la vergüenza. Es común que nos sintamos avergonzados cuando
"cometemos un error", porque nos implantaron una creencia que debemos ser
perfectos, y con perfección se refieren a encajar en un molde estandarizado, sin
tomar en cuenta que cada uno de nosotros es un ser único en sí mismo, no es
posible encajar en moldes, entonces como no es posible, no tienes nada de qué
sentirse avergonzado.
Porque es fácil decir "hay que perdonarse", en concepto suena super lógico, pero
en la práctica puede complicarse si no comprendemos el sistema de creencias
que lo sostienen, sistema de creencias que es alimentado por el colectivo de
generación en generación. Pero para eso naciste, para eso estás aquí en este
momento mirando este video, para que lo tomes como señal y dejes de
distraerte, elijas vivir ligero, rompas con los patrones y los bucles que te estancan,
seas libre de ser quien eres.
Ahora sí. Estás listo para avanzar un peldaño más en este camino, prepárate para
domar a unos animales salvajes que pueden hacerte la vida cuadros, o hacerte la
vida más fácil, vamos a conocer tus emociones, y eso será en nuestro proximo
encuentro. Por ahora nos despedimos. Babai.