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MISIONEROS DE LA COMPAÑÍA DE MARÍA

RITUAL DE PROFESIÓN RELIGIOSA


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INTRODUCCIÓN

NATURALEZA Y VALOR DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA

1. Llamados por Dios, muchos fieles, se consagran con los vínculos de los santos votos, al servicio
del Señor y al bien de los hermanos y se esfuerzan en seguir más de cerca a Cristo Jesús, observando
los consejos evangélicos1. Por lo cual, la gracia del Bautismo produce en ellos frutos más abundantes.2

2. La Iglesia, Madre piadosa, ha estimado siempre mucho la vida religiosa que, bajo la guía del
Espíritu Santo, ha revestido diversas formas en el transcurso de los siglos3; la ha elevado a la dignidad
de estado canónico; ha aprobado muchas familias religiosas y con sabia legislación las protege y
orienta.4
La misma Iglesia, en efecto, recibe los votos de los que profesan, alcanza de Dios para ellos auxilios
y gracias con su oración litúrgica, los encomienda a Dios y les da su bendición espiritual, asociando
su oblación al sacrificio eucarístico.5

RITOS QUE ACOMPAÑAN LAS DIVERSAS ETAPAS DE LA VIDA RELIGIOSA

3. Las etapas por las que los religiosos se entregan a Dios y a la Iglesia son: el noviciado, primera
profesión u otros sagrados vínculos, y profesión perpetua. A esto se añade, según las constituciones
de los Institutos, la renovación de votos.

4. El noviciado, por el que comienza la vida en los Institutos,6 es tiempo de experiencia, tanto para el
novicio como para la familia religiosa a la que pretende pertenecer. Conviene que al empezar el
noviciado se tenga algún rito por el cual se pida la gracia de Dios para conseguir su fin particular.
Este rito, por su misma naturaleza, debe ser sobrio y breve, reservado a la comunidad. Debe realizarse
fuera de la Misa.

5. Sigue la primera profesión. Por ésta el novicio se compromete, con los votos temporales, emitidos
ante Dios y ante la Iglesia, a observar los consejos evangélicos. La emisión de los votos temporales
puede hacerse dentro de la Misa, pero sin especial solemnidad. El rito de la primera profesión incluye
la entrega del hábito y de las demás insignias de la vida religiosa, pues según una antiquísima
costumbre, el hábito se entrega al acabar el tiempo de prueba, ya que el hábito es signo de
consagración7.

6. Concluido el tiempo que establecen las normas jurídicas, se emite la profesión perpetua. El
religioso se entrega por ella perpetuamente al servicio de Dios y de la Iglesia. La profesión perpetua
representa a Cristo unido con un vínculo indisoluble a la Iglesia, su esposa8. El rito de la profesión

1
Cfr CONC. VAT. II, Cost. Lumen Gentium, n. 43; Decr. Perfectae caritatis, n. l.
2
Cfr CONC. VAT. II, Cost. Lumen Gentium, n. 43.
3
Cfr CONC. VAT. II, Cost. Lumen Gentium, n. 43; Decr. Perfectae caritatis, n. l
4
Cfr CONC. VAT. II, Cost. Lumen Gentium, n. 45; Decr. Perfectae caritatis, n. l
5
Cfr CONC. VAT. II, Cost. Lumen Gentium, n. 45.
6
Cfr C.I.C., can. 646.
7
Cfr CONC. VAT. II, Decr. Perfectae caritatis, n. 17.
8
Cfr CONC. VAT. II, Cost. Lumen Gentium, n. 44

5
perpetua, con la conveniente solemnidad, se celebra muy oportunamente dentro de la Misa, ante los
religiosos y el pueblo9.

Las partes del rito son:


a) El llamamiento o la petición de los que van a profesar que puede omitirse, si se juzga conveniente.
b) La homilía o alocución, para instruir al pueblo y a los que van a profesar sobre la excelencia de la
vida religiosa.
c) Las preguntas por las que el presidente o superior se asegura de que los que van a profesar están
dispuestos a consagrarse a Dios, y avanzar por la senda de la caridad perfecta, según la Regla de la
familia religiosa.
d) La oración litánica, por la que se ruega a Dios Padre y se pide la intercesión de la Santísima Virgen
y de todos los santos.
e) La emisión de la profesión, ante la Iglesia, el superior legítimo del Instituto, los testigos y el pueblo.
f) La bendición solemne o consagración de los profesos. Por ella, la Iglesia confirma la profesión
religiosa con la consagración litúrgica, rogando al Padre celestial que derrame con abundancia los
dones del Espíritu Santo sobre los nuevos profesos.
g) La entrega de las insignias de la profesión, si es costumbre en la familia religiosa, por las que se
significa externamente la consagración perpetua a Dios.

7. En algunas familias religiosas se renuevan los votos en fechas determinadas según las
constituciones.
Esta renovación puede hacerse dentro de la Misa, pero sin especial solemnidad, sobre todo si se
renuevan los votos frecuentemente o todos los años.
El rito litúrgico sólo se refiere a la renovación de votos que tiene valor jurídico. Sin embargo, algunas
familias religiosas han introducido la costumbre de renovar los votos sólo por devoción. Esto se puede
hacer de muchos modos, pero no se recomienda hacer públicamente dentro de la Misa lo que sólo es
devoción privada.
Sin embargo, si parece oportuno renovar públicamente los votos en determinados aniversarios, como
el vigesimoquinto o el quincuagésimo aniversario de vida religiosa, se puede usar el rito de la
renovación de los votos, haciendo las debidas adaptaciones.

8. Estos ritos, dada su diferente naturaleza y finalidad, requieren cada uno su propia celebración; por
lo tanto, debe evitarse absolutamente la superposición de ritos durante la misma acción litúrgica.

FORMULARIOS DE LA MISA EN EL RITO DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA

9. Siempre que la profesión religiosa, sobre todo la perpetua, se celebre dentro de la Misa es
conveniente decir una de las Misas rituales «en el día de la profesión religiosa», que están en el Misal
Romano o en los propios de Misas aprobadas legítimamente. Pero cuando la profesión coincide con
el Triduo Pascual, una solemnidad o un domingo de Adviento, Cuaresma o Pascua, el Miércoles de
Ceniza o durante la Semana Santa y la octava de Pascua, el 2 de noviembre, se dice la Misa del día,
añadiendo oportunamente fórmulas propias en la oración eucarística y en la bendición final.

10. Por tener la liturgia de la Palabra, cuando está adaptada a la celebración de la profesión, una gran
importancia para subrayar la naturaleza y función de la vida religiosa, cuando se prohíbe la
celebración de la Misa «en el día de la profesión religiosa», puede tomarse una de las lecturas del

9
Cfr CONC. VAT. II, Cost. Sacrosanctum Concilium, n. 80.

6
leccionario de la profesión, a no ser que se trate de los días del Triduo Pascual o de las solemnidades,
de los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, el Miércoles de Ceniza, un día de la Semana Santa
y de la octava de Pascua, el 2 de noviembre.

11. Para la Misa ritual «en el día de la profesión religiosa», se emplean vestiduras sagradas de color
blanco.

ADAPTACIONES PROPIAS DE CADA INSTITUTO

12. Las normas dadas para el rito de iniciación (Nos. 16-27), no son obligatorias, a no ser que se diga
claramente lo contrario (es obligatorio, por ejemplo, celebrar el rito fuera de la Misa, n. 17), o a menos
que cuanto se dice no pertenezca a la naturaleza misma del rito (así es obligatoria la norma que el rito
sea sencillo y breve, n. 18).

13. Salvo derecho particular, todos los que emiten o renuevan la profesión religiosa dentro de la Misa,
han de seguir los ritos de la profesión temporal, de la profesión perpetua y de la renovación de votos10.

14. Conviene, sin embargo, que las familias religiosas adapten convenientemente el rito de forma que
exprese mejor la naturaleza y el espíritu de cada Instituto. Por eso, se concede a todos los Institutos
que puedan adaptar el rito, debiendo confirmar la Sede Apostólica las decisiones tomadas.

En la adaptación del rito de la profesión, debe tenerse en cuenta lo siguiente:


a) El rito ha de tenerse inmediatamente después del Evangelio.
b) No se puede cambiar de ninguna manera la distribución de las partes. Pero no hay inconveniente
en omitir algunas o sustituirlas por otras semejantes.
c) Debe observarse cuidadosamente la diferencia litúrgica entre profesión perpetua y profesión
temporal o renovada, evitando la transposición de uno a otro de elementos de los dos ritos distintos.
d) Como se dice en su lugar, se pueden cambiar muchas de las fórmulas del rito de la profesión, e
incluso deben cambiarse si con ellas aparece más clara la naturaleza y el espíritu del propio Instituto.
Como el ritual romano trae muchas fórmulas “ad libitum”, también los rituales particulares pueden
añadir otras fórmulas del mismo estilo.

15. Dado que el rito de la profesión delante del Santísimo Sacramento, antes de la Comunión, no está
en consonancia con el sentido litúrgico, se prohíbe introducir en adelante este rito en las nuevas
familias religiosas.
A los Institutos que, por derecho particular, lo vienen haciendo, se les aconseja que desistan de él.
Del mismo modo, se recomienda a todos los religiosos que tienen rito particular que supriman lo que
esté en abierta contradicción con los principios de la liturgia instaurada, se adhieran a las formas más
puras de la liturgia y las sigan. Así se conseguirá la sobriedad, la dignidad y mayor unidad, tan
recomendadas en este campo.11

10
Cfr CONC. VAT. II, Cost. Sacrosanctum Concilium, n. 80.
11
Cfr CONC. VAT. II, Cost. Sacrosanctum Concilium, n. 80.

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INICIACIÓN A LA VIDA RELIGIOSA

16. El día de inicio del noviciado canónico conviene realizar un rito particular con el que se pide la
ayuda de Dios para alcanzar los fines propios del noviciado.

17. El rito de iniciación puede insertarse convenientemente en una celebración particular de la palabra
de Dios, en la que se presentan la naturaleza de la vida religiosa y la índole propia del Instituto; sin
embargo, no se puede realizar durante la Misa.

18. El rito debe ser muy sencillo, sobrio y reservado a la comunidad religiosa. Preside el superior
provincial o su delegado.

19. En los textos del rito deben evitarse todas las expresiones que puedan parecer restrictivas de la
libertad de los novicios o que desvirtúen el verdadero significado del noviciado como período de
prueba.

20. Normalmente este rito se puede realizar en la capilla comunitaria.

RITOS INICIALES

21. El rito puede comenzar con el canto de un salmo u otro himno adecuado.

22. Luego, el presidente, tras breves palabras de saludo, se dirige a los postulantes con estas palabras:

Queridos hermanos, ¿qué están pidiendo?


Los postulantes responden todos juntos con estas palabras:

Pedimos hacer experiencia de vuestra vida, por un período de


prueba, con el deseo de seguir perfectamente a Jesucristo,
Sabiduría encarnada, según el carisma de los Misioneros
Montfortianos de la Compañía de María.
El que preside responde:

Que Dios, con su Espíritu, les ayude en su


discernimiento y Cristo, maestro de la verdad,
ilumine sus corazones.
Todos:
Amén.

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23. Tras el interrogatorio, el presidente dice:

Oremos.
Dios, fuente de toda vocación en la Iglesia, escucha la
oración de estos tus hijos, que piden ser acogidos en
nuestra familia para servirte en la perfecta caridad,
y haz que su participación en la vida común aumente
en todos nosotros el amor fraterno.
Por Cristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
CELEBRACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS

24. A continuación, se leen textos adecuados de la Sagrada Escritura, intercalados con cantos
responsoriales, del Leccionario (nn. 98-161). En particular, se sugieren 1Sam 3, 1-10; Hechos 4, 32-
35; Apocalipsis 3, 14b. 20-22; 1 Cor 1, 22-31; Mt 13, 25-30; Mt 16, 24-27; Jn 12, 24-26.

Las lecturas aquí indicadas se encuentran íntegramente en el Leccionario para la profesión religiosa.

25. A la luz de lo que hemos escuchado, quien preside habla a los postulantes y a la comunidad.
También puede leer de A los asociados de la Compañía de María de San Luis María de Montfort,
números 1-2 o 3-4; o desde Monfortano hoy los números 68-70.

26. Luego entrega a cada postulante las Obras de San Luis María de Montfort con estas palabras:

Conoce las enseñanzas de San Luis María, para que


acompañen tus pasos en este precioso tiempo.
INVOCACIÓN COMÚN

27. El que preside nos invita a suplicar juntos al Señor:

Dios, nuestro Padre, es fiel y siempre cumple sus designios de


misericordia. Invoquémoslo con fe para que aún hoy pueda suscitar
personas dispuestas a extender su reino por todo el mundo:
R/. Renueva, oh Dios, las maravillas de tu misericordia.

10
Padre, que cuidas tu heredad y la revitalizas con abundante lluvia, elige y reúne
todavía numerosos misioneros para el bien de tu Iglesia. R/.

Padre, que sustentas al pobre y lo sostienes con tu palabra de vida eterna, suscita
imitadores de los Apóstoles que prediquen en todas partes con gran sabiduría. R/.

Padre, que has elegido a la Virgen María como monte santo de tu gloria, haz que
los que llamas para servirte, moren contigo en este excelso monte. R/.

Padre, que con la gracia del Espíritu das la alegría de responder a tu voz, suscita
obreros del Evangelio que lleven a todos a glorificar tu santo nombre. R/.

Padre, que al final de tu vida entregas el premio a tus fieles servidores, acoge en
tu casa a los misioneros que vienen a ti acompañados de la Virgen María. R/.

Padre nuestro.

Luego, el presidente concluye con la siguiente oración:

Oh Dios, principio y fuente de toda vocación,


mira a estos hermanos nuestros,
que pretenden hacer experiencia
de nuestra vida comunitaria;
concédeles, por intercesión de san Luis María
que conozcan los designios de tu voluntad
y confírmanos a todos en tu santo servicio.
Por Cristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
CONCLUSIÓN

28. Quien preside encomienda los novicios al maestro y, junto con los religiosos de la comunidad,
los saluda deseándoles un camino favorable. Mientras tanto, se canta un himno adecuado o una
canción de alabanza.
________________________________________________________________________________

29. Si se opta por insertar el rito durante la celebración de las Vísperas, procedan de la siguiente
manera.
Preside el Superior provincial o su delegado.
La celebración de las Vísperas se desarrolla como de costumbre hasta la lectura breve que, si las
rúbricas lo permiten, se puede elegir del Leccionario (nn. 98-161). En particular, se sugiere a elección
lo siguiente: Hechos 4, 32-35; Apocalipsis 3, 14b. 20-22; 1 Cor 1, 22-31.

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Después de la breve lectura, el que preside se dirige a los postulantes con estas palabras:

Queridos hermanos, ¿qué están pidiendo?


Los postulantes responden todos juntos con estas palabras:
Pedimos hacer experiencia de vuestra vida,
por un período de prueba,
con el deseo de seguir perfectamente
a Cristo, Sabiduría encarnada,
según el carisma
de los Misioneros Montfortianos
de la Compañía de María.
El presidente responde:
Que Dios, con su Espíritu, les ayude en su
discernimiento y Cristo, maestro de la verdad,
ilumine sus corazones.
Todos:
Amén.
Luego dirige su palabra a los postulantes y a la comunidad. También puede leer de A los asociados
de la compañía de María de San Luis María de Montfort, los números 1-2 o 3-4; o desde
Montfortianos hoy los números 68-70.
La celebración continúa con el breve responsorio y el Cántico de la Santísima Virgen, con antífona
propia.
En las intercesiones, se tendrá cuidado de insertar (antes de la última intercesión por los difuntos) una
intención para quienes comienzan el noviciado (ver más abajo).
Sigue el Padrenuestro y la Oración.
A continuación, el que preside entrega a cada postulante las Obras de San Luis María de Montfort
con estas palabras:
Conoce las enseñanzas de San Luis María, para que
acompañen tus pasos en este precioso tiempo.
El presidente confía los novicios al maestro.

Después de la bendición, se puede laudablemente elevar un canto a la Santísima Virgen María,


seguido de la despedida.
________________________________________________________________________________

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Para las INTERCESIONES se sugiere:

Si están dirigidos al Padre:


Dios fiel, que cumples tus promesas con los que en ti confían,
--- bendice y sostiene a estos hermanos que quieren formar parte de la Compañía
de María.

O también:
Dios eterno, que elegiste a la Virgen María para dar al mundo el Verbo hecho
carne,
--- forma, a través de ella, a los que llamas para llevar el Evangelio hasta los
confines de la tierra.

Si están dirigidos al Hijo:


Único Maestro y Señor, que has elegido a los Apóstoles para continuar tu misión,
--- haz que muchos jóvenes se adhieran a la vida apostólica en la pobreza
evangélica.
O también:

Sabiduría eterna, que has elegido encarnarte en el seno de la Virgen María,


--- revela a aquellos a quienes llamas para que te sigan, la dicha de acogerte en
sus corazones.

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PROFESIÓN TEMPORAL DURANTE LA MISA

30. El rito descrito en este capítulo tiene lugar durante la Misa y sólo puede ser utilizado por los
religiosos que, habiendo completado con éxito el noviciado, hacen su primera profesión (cfr n. 5).

31. Se celebra la Misa del día o la Misa ritual para la primera profesión. Sin embargo, si ocurre el
Triduo Pascual, solemnidad, domingo de Adviento, Cuaresma, Pascua, Miércoles de Ceniza, día de
Semana Santa y octava de Pascua, el 2 de noviembre, se dice la Misa del día, conservando, en su
caso, los formularios propios en la oración eucarística y en la bendición final (cfr n. 9).

32. Es bueno que el superior que recibe la profesión presida la celebración eucarística.

33. El rito de la profesión religiosa tiene lugar en la sede; si las circunstancias lo requieren, puede
colocar la sede frente al altar.
Los puestos para los candidatos a la profesión religiosa deben organizarse de tal manera que los fieles
pueden seguir convenientemente el desarrollo de la acción litúrgica.

34. Además de lo necesario para la celebración de la Misa, conviene preparar lo siguiente:


- el ritual de la profesión religiosa;
- el hábito religioso de los profesos;
- las Constituciones de los Misioneros Montfortianos;
- los rosarios.

RITO DE ENTRADA

35. Mientras el coro realiza el canto de entrada a la Misa con la asamblea, la procesión se desarrolla
como de costumbre, pero es recomendable que los candidatos participen acompañados de su maestro.
Una vez en el presbiterio y con la debida reverencia al altar, todos toman su lugar asignado y la Misa
prosigue como de costumbre.

LITURGIA DE LA PALABRA

36. Las lecturas pueden elegirse de la Misa del día o de los textos propuestos en el Leccionario (cfr
nn. 98-161).
Cuando no es posible celebrar la propia Misa ritual, siempre se puede tomar una lectura del
Leccionario para la profesión religiosa, excepto en el Triduo Pascual, en las solemnidades, los
domingos de Adviento, Cuaresma, Pascua, Miércoles de Ceniza, un día de Semana Santa y de la
octava de Pascua, 2 de noviembre (cfr n. 10).

El Credo, cuando lo prescribe la liturgia del día, se dice después de la oración universal.

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PROFESIÓN RELIGIOSA

Llamamiento

37. Una vez proclamado el Evangelio, el presidente y los fieles se sientan, mientras que los candidatos
permanecen de pie. Luego, el diácono o maestro de novicios llama a cada candidato por su nombre y
ellos responden:

Aquí estoy.
38. Luego, el presidente interroga a los candidatos con estas u otras palabras similares:

Queridos hermanos, ¿qué le piden a Dios y a su santa


Iglesia?
Todos los candidatos responden al unísono con estas palabras:

La misericordia del Señor y la gracia de servirlo fielmente como


Misioneros Montfortianos, dedicados a anunciar el Evangelio bajo
la guía de María.
El presidente y la comunidad religiosa responden con estas palabras:

Damos gracias a Dios.


Homilía

39. En este punto los candidatos también se sientan y tiene lugar la homilía. En ella, el presidente
ilustra tanto las lecturas bíblicas como el don y la tarea de la profesión religiosa para la santificación
de los llamados, para el bien de la Iglesia y de toda la familia humana.

Interrogatorio

40. Al final de la homilía y tras un breve silencio de meditación, los candidatos se ponen de pie.
El presidente les pregunta si están dispuestos a consagrarse a Dios y a practicar la perfecta caridad
según las Constitutiones de nuestro Instituto:

El presidente pregunta:

¿Queridos hermanos,
ya están consagrados a Dios por el bautismo: quieren
estar unidos más estrechamente a él y a su misión

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con el nuevo y especial título de la profesión
religiosa?
Todos los candidatos responden:

Sí, quiero.
El presidente:
¿Quieren vivir
en castidad por el reino de los cielos,
abrazar la pobreza voluntaria,
ofrecer a Dios el don de su obediencia, ser testigos del
amor de Cristo?
Todos los candidatos responden:

Sí, quiero.
El presidente:
¿Quieren conformarse
cada vez más a Jesucristo,
practicando su Evangelio
en la escuela de María, su santa madre?
Todos los candidatos responden:

Sí, quiero.
41. Entonces el presidente toma nota de su decisión con estas palabras:

Dios Todopoderoso se lo conceda y lleve a cabo sus


planes de misericordia en ustedes.
Todos:
Amén.
Oración

42. Entonces el presidente invita a los presentes a pedir la ayuda divina diciendo:

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Oremos.
Y todos rezan durante algún tiempo en silencio.

Entonces el presidente continúa:

Mira, oh Padre, a estos hijos tuyos,


que hoy con su profesión ante tu Iglesia
quieren consagrarse a ti,
siguiendo los consejos evangélicos.
Haz que su vida glorifique tu nombre
y coopere en el misterio de la salvación.
Por Cristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
Profesión

43. Después de la oración, dos cohermanos profesos se acercan al presidente y, de pie, actúan como
testigos. Los candidatos, uno a uno, se presentan ante el presidente y leen la fórmula de profesión
escrita de propia mano.

Una vez emitida la profesión, cada uno coloca la fórmula en el altar. Luego regresa a su puesto y
permanece de pie.

Entrega del hábito religioso, las Constituciones y el rosario

44. El presidente, asistido por el maestro de novicios, entrega la sotana y el cordón a cada profeso,
diciendo:

Recibe este hábito religioso


y mantén en tu corazón
la fidelidad al Señor,
que siempre se encargará
de vestirte, custodiarte y protegerte.
El profeso responde:
Amén.
18
Cada nuevo profeso se viste el hábito religioso en un lugar adecuado.

45. Mientras los nuevos profesos visten el hábito o después de haberlo dado al primero y segundo, el
coro entona la antífona con el Salmo 23 u otro canto adecuado.

46. Luego, los nuevos profesos, revestidos con el hábito religioso, se presentan al presidente que
entrega las Constituciones a cada uno con estas palabras:

Recibe las Constituciones de los Misioneros de la


Compañía de María: obsérvenlas con fidelidad,
prontitud y alegría, para sólo Dios.
El recién profeso responde:
Amén.
47. Luego, entrega el rosario de la Santísima Virgen María con estas palabras:

Recibe el rosario: te ayude en la contemplación


diaria de los misterios de Cristo, con los cuales
María, su Madre y nuestra Madre, está íntimamente
asociada.
El recién profeso responde:
Amén.
Luego, habiendo recibido las constituciones y el rosario, regresan a su lugar.
________________________________________________________________________________

Si los nuevos profesos son muchos o si hay otra justa razón, el presidente pronuncia estas palabras de
una vez por todas:

Reciban las Constituciones de los Misioneros de la


Compañía de María: obsérvenlas con fidelidad,
prontitud y alegría, para sólo Dios.
Los recién profesos todos juntos responden:
Amén.
Entrega a cada uno el rosario de la Santísima Virgen María, diciendo una sola vez:

19
Reciban el rosario: les ayude en la contemplación
diaria de los misterios de Cristo, con los cuales
María, su Madre y nuestra Madre, está íntimamente
asociada.
Los recién profesos responden:
Amén.
Luego, habiendo recibido las Constituciones y el rosario, regresan a su lugar.

Oración universal

48. El rito de la profesión concluye con la oración universal u oración de los fieles. Estas oraciones
pueden ser preparadas según el siguiente:

Hoy nuestra comunidad está de fiesta


por la profesión de estos hermanos nuestros,
que pretenden dedicarse con mayor empeño
al servicio de Cristo y de la Iglesia.
Unidos en oración, invocamos a Dios nuestro Padre,
que los bendiga y los confirme en sus propósitos.

R/. Escúchanos, Señor.

Por la santa Iglesia de Dios,


para que iluminada por las virtudes de sus hijos
resplandezca más y más ante Cristo su esposo, Oremos. R/.

Para que, siguiendo el ejemplo del divino Maestro,


todos los consagrados a Dios proclamen el Evangelio a los pobres, cuiden a los
enfermos y a cuantos están fatigados y oprimidos, Oremos. R/.

Por todos los consagrados a Dios,


para que siempre den ejemplo de amor fraterno
y como los primeros discípulos de Jesús,
sean un solo corazón y una sola alma, Oremos. R/.

Para nuestros hermanos [N. N.],


que hoy se consagraron a Dios,
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para que en su vida pobre, casta y obediente
manifiesten la fecundidad de la Iglesia,
sean amigos y socorro de los pobres,
y atraigan a los lejanos al suave yugo de Cristo, Oremos. R/.

Por todos los aquí presentes,


para que acojamos con fe
la invitación del Maestro a ser perfectos
y demos auténticos frutos de santidad, Oremos. R/.

Acepta, oh Señor, las invocaciones de tu pueblo


y por intercesión de la Santísima Virgen María,
Madre de la Iglesia, y de San Luis María de Montfort,
derrama el Espíritu Santo sobre estos hijos tuyos,
que llamaste a seguir más de cerca a Cristo,
para que lo que prometen hoy con la primera profesión, sea confirmado
a lo largo de toda su vida.
Por Cristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.

LITURGIA EUCARÍSTICA

49. Mientras se canta el himno del ofertorio, algunos recién profesos pueden llevar el pan, el vino y
el agua al altar para el sacrificio eucarístico.

50. El presidente, si lo considera oportuno, puede también intercambiar el signo de la paz con cada
uno de los nuevos profesos.

51. Después de que el presidente haya comulgado con el Cuerpo y la Sangre del Señor, los nuevos
profesos se acercan al altar para recibir la comunión, que también se les puede dar bajo ambas
especies. Los padres, familiares, hermanos y, a juicio del Ordinario, todos los presentes en la
celebración pueden recibir la Eucaristía de la misma forma.

21
22
PROFESIÓN PERPETUA DURANTE LA MISA

52. Para celebrar el rito de la profesión perpetua, prefiérase el domingo o la solemnidad del Señor, de
la Santísima Virgen María o de los santos que se han distinguido especialmente en la vida religiosa
y misionera.

53. El rito de la profesión perpetua no puede unir con otros ritos de la profesión (cfr n. 8).

54. Los fieles deben ser informados con antelación del día y la hora de la celebración, para que su
participación sea numerosa.

55. Se celebra la Misa del día o la Misa ritual de la profesión perpetua. Sin embargo, si acontece el
Triduo Pascual, una solemnidad, un domingo de Adviento, Cuaresma, Pascua, Miércoles de Ceniza,
un día de Semana Santa y la octava de Pascua, el 2 de noviembre, se celebra la Misa del día,
conservando, en su caso, los formularios propios en la oración eucarística y en la bendición final (cfr
n. 9).

56. Siempre que sea posible, se dará preferencia a la Misa concelebrada presidida por el sacerdote
superior que recibirá la profesión.

57. El rito de la profesión se realiza habitualmente en nuestra iglesia. Si se estima oportuno, por
motivos pastorales o para afirmar la excelencia de la vida religiosa y favorecer la edificación y
participación del pueblo de Dios, el rito puede realizarse convenientemente en la iglesia catedral o en
una iglesia parroquial, o en una iglesia distinguida.

58. Si dos o más familias religiosas desean hacer profesión en la misma celebración eucarística, es
conveniente realizar el rito en la iglesia catedral o en una iglesia parroquial o en otra iglesia
distinguida; es bueno que el obispo diocesano presida teniendo como concelebrantes a los superiores
de los institutos. Cada candidato pronunciará los votos ante su superior o delegado.

59. Toda la acción litúrgica debe celebrarse con la solemnidad adecuada, como exige la naturaleza
del rito, pero se evita la pompa que no se adapta a la pobreza religiosa.

60. El rito de la profesión tiene lugar habitualmente en la sede; sin embargo, para facilitar la
participación de los fieles, la sede del presidente se puede colocar frente al altar. Las sillas para los
candidatos religiosos a la profesión deben disponerse de modo que los fieles puedan ver cómo se
desarrolla toda la acción litúrgica.

61. Además de lo necesario para la celebración de la Misa, conviene preparar lo siguiente:


- el Ritual de la profesión religiosa;
- el bolígrafo para firmar la fórmula de la profesión.

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RITO DE ENTRADA

62. Cuando la comunidad de fieles y cohermanos se ha reunido, la procesión avanza hacia el altar,
mientras el coro realiza con la asamblea el canto de entrada de la Misa. La procesión continúa como
de costumbre; sin embargo, es recomendable que los candidatos a la profesión participen. Una vez
en el presbiterio y con la debida reverencia al altar, todos toman su lugar asignado y la Misa continúa
como de costumbre.

LITURGIA DE LA PALABRA

63. Las lecturas pueden elegirse de la Misa del día o de los textos propuestos en el Leccionario (cfr
nn. 98-161). Cuando no esté permitida la Misa para la profesión perpetua, se puede elegir una lectura
de las propuestas en el Leccionario para esta Misa, excepto en el Triduo Pascual, en las solemnidades,
los domingos de Adviento, Cuaresma, Pascua, Miércoles de Ceniza, un día de Semana Santa y octava
de Pascua, 2 de noviembre (cfr n. 9).
El Credo, cuando lo prescribe la liturgia del día, se dice antes de la Liturgia de la Eucaristía.
Se omite la oración universal o de los fieles.

PROFESIÓN RELIGIOSA

Llamamiento

64. Habiendo proclamado el Evangelio, el presidente y los fieles se sientan, mientras que los
candidatos permanecen de pie. Luego, el diácono o el superior de la comunidad llama por su nombre
a cada candidato, y ellos responden:

Aquí estoy.
65. Luego, el presidente interroga a los candidatos con estas u otras palabras similares:

Queridos hermanos, ¿qué le piden a Dios y a su santa


Iglesia?
Todos los candidatos responden juntos con estas palabras:

Pedimos perseverar hasta la muerte


en el servicio de Dios y del prójimo
como Misioneros de la Compañía de María.
El presidente y toda la comunidad religiosa responden con estas palabras:

Damos gracias a Dios.

24
Homilía

66. En este punto los candidatos también se sientan y tiene lugar la homilía. En ella, el presidente
ilustra las lecturas bíblicas, el don y la tarea de la profesión religiosa para la santificación de los
llamados, para el bien de la Iglesia y de toda la familia humana.

Interrogatorio

67. Después de la homilía y de un breve silencio de meditación, los candidatos se ponen de pie. El
presidente les pregunta si están dispuestos a consagrarse a Dios y a practicar la perfecta caridad según
las Constituciones de los Misioneros de la Compañía de María.

El presidente pregunta:

Queridos hermanos,
ya están muerto al pecado
y consagrados a Dios por el Bautismo:
ahora ¿quieren consagrarse más íntimamente a él
con el nuevo y especial título de profesión perpetua?
Todos los candidatos responden:
Sí, quiero.
El presidente:

¿Quieren, con la ayuda de Dios,


abrazar para siempre la vida de perfecta castidad,
obediencia y pobreza, que fue elegida por Cristo
el Señor y su Virgen Madre?
Los candidatos:
Sí, quiero.

El presidente:

¿Quieren, comprometerse
constantemente a seguir el Evangelio

25
y a observar las Constituciones de los Misioneros de
la Compañía de María para alcanzar la perfecta
caridad hacia Dios y hacia el prójimo?
Los candidatos:
Sí, quiero.
El presidente:

¿Quieren, con la gracia del Espíritu Santo, dedicar


toda vuestra vida al anuncio del Evangelio de
Jesucristo, sostenidos maternalmente por la Virgen
María?
Los candidatos:
Sí, quiero.
68. Entonces el presidente toma nota de su decisión con estas palabras:

Como Padre que nunca falla,


Dios complete la obra iniciada en ustedes, hasta el día
de Cristo el Señor.
Todos:
Amén.
Oración de las letanías

69. Todos se levantan.


El presidente de pie, volviéndose hacia la asamblea, dice:

Queridos hermanos y hermanas,


dirijamos humildemente
nuestra oración a Dios Padre,
dador de todo bien, para que confirme el santo
propósito, que él mismo suscitó en estos hijos suyos.

26
70. Entonces el diácono, fuera del tiempo del domingo y de la Pascua, dice:

Arrodillémonos.
El presidente se arrodilla estando en la sede; los candidatos, en cambio, se postran o se arrodillan;
todos los demás se arrodillan.
En el tiempo pascual y en los domingos, sin embargo, todos permanecen de pie, excepto los
candidatos.

71. Entonces los cantores entonan las letanías propias del rito de la profesión religiosa mientras todos
los demás responden.
Algunas invocaciones se dividen en grupos marcados con guion (-); no es necesario decirlas todas,
basta con elegir una por cada grupo.
En el lugar adecuado se pueden insertar las invocaciones de aquellos santos que son particularmente
venerados por nuestra familia religiosa y en el lugar donde se realiza la celebración; además, también
se pueden insertar otras invocaciones.

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.


O también: O también:
Kyrie, eléison. Kyrie, eléison.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
O también: O también:
Christe, eléison. Christe, eléison.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
O también: O también:
Kyrie, eléison. Kyrie, eléison.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.


San Miguel, ruega por nosotros.
Todos los santos ángeles de Dios, rogad por nosotros.
San Juan Bautista, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Los santos Pedro y Pablo, rogad por nosotros.
San Juan, ruega por nosotros.
Todos los santos apóstoles y evangelistas, rogad por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
Todos los santos discípulos del Señor, ruega por nosotros.

San Esteban, ruega por nosotros.


San Lorenzo, ruega por nosotros.
Santa Inés, ruega por nosotros.
Todos ustedes, santos mártires, rogad por nosotros.

San Basilio, ruega por nosotros.

27
San Agustín, ruega por nosotros.
San Benito, ruega por nosotros.
San Bonifacio, ruega por nosotros.
San Bernardo, ruega por nosotros.
San Francisco, ruega por nosotros.
Santo Domingo, ruega por nosotros.
San Ignacio de Loyola, ruega por nosotros.
San Vicente de Paúl, ruega por nosotros.
San Juan Bosco, ruega por nosotros.
Santa Catalina de Siena, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros.

San Luis María de Montfort, ruega por nosotros.


San Juan Pablo II, ruega por nosotros.
Beata María Luisa de Jesús, ruega por nosotros.
Todos los Santos de Dios, rogad por nosotros.

Muéstrate propicio, líbranos, Señor.


De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De la muerte eterna, líbranos, Señor.

Por tu encarnación, líbranos, Señor.


Por tu muerte y resurrección, líbranos, Señor.
Por la efusión del Espíritu Santo, líbranos, Señor.

Nosotros que somos pecadores, te rogamos, óyenos.


– Para que des a la santa Iglesia
una vida cada vez más fructífera, con el ofrecimiento
y el apostolado de tus hijos, te rogamos, óyenos.

Para que acrecientes en tu servidor nuestro Papa N.


y en todo el colegio episcopal
los dones del Espíritu Santo, te rogamos, óyenos.

– Para que ilumines y guíes


la vida y obra de los religiosos en beneficio
de toda la familia humana, te rogamos, óyenos.
Para que conduzcas a todos los hombres
a que realicen plenamente la vida cristiana,
te rogamos, óyenos.

28
– Para que ayudes a las familias religiosas
a vivir en la caridad de Cristo
según el ejemplomde sus fundadores, te rogamos, óyenos.

Para que unas más íntimamente


a la obra redentora de tu Hijo a los que profesan
los consejos evangélicos, te rogamos, óyenos.

– Para que recompenses


con la plenitud de tus bendiciones
a los padres que te han ofrecido sus hijos, te rogamos, óyenos.

– Para que hagas cada vez más conformes


a la imagen de Cristo Buen Pastor a estos tus hijos
que hoy te han consagrado sus vidas, te rogamos, óyenos.

Para que des a estos hermanos nuestros


ser en todas partes
el buen perfume de Cristo, te rogamos, óyenos.

Para que des a estos hermanos nuestros


la fuerza para perseverar
en el nuevo compromiso
de vida consagrada para la misión, te rogamos, óyenos.
Para que bendigas, santifiques y consagres
a estos hermanos nuestros, te rogamos, óyenos.

Jesús, Hijo del Dios vivo, te rogamos, óyenos.

Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.


Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

72. Entonces solo el presidente se pone de pie y, con los brazos extendidos, dice:

Acepta, Señor, las invocaciones de tu pueblo y con tu


gracia prepara a estos hijos tuyos, para que el fuego
del Espíritu Santo los purifique del pecado
y los inflame con el ardor de la caridad apostólica.
Por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

29
73. Entonces el diácono dice:
Levántense.
Y todos se levantan.

Profesión

74. Terminada la letanía, dos cohermanos ya profesos se acercan a la sede del presidente y, de pie,
actúan como testigos.
Los candidatos, uno a uno, se presentan frente al presidente y leen la fórmula de la profesión,
previamente escrita de su propia mano.

75. Luego, habiendo leído la fórmula, el recién profeso se dirige al altar y coloca allí la hoja con la
fórmula de su profesión, la firma, y luego vuelve a su puesto.

76. Habiendo cumplido estas cosas, los nuevos profesos, de pie frente al altar, pueden cantar una
antífona u otro cántico que exprese el sentido de su consagración y su alegría.

Antífona
Acéptame, oh Señor, conforme a tu palabra
y tendré la vida; no me defraudes en mi esperanza.
O también:
Soy todo tuyo y todo lo que tengo te lo ofrezco, mi amado Jesús, por medio
de María tu Santísima Madre.

Bendición solemne o consagración de los recién profesos

77. Entonces los nuevos profesos se arrodillan y el presidente, con los brazos extendidos sobre ellos,
dice la oración de bendición utilizando una de las siguientes fórmulas.

I
Oh Dios, fuente y origen de toda santidad,
que de tal modo has amado a los hombres
que los has hecho partícipes de tu divinidad,
y en tu misericordia no has permitido
que este designio de tu amor
lo extinguiera el pecado de Adán
o lo cambiaran los pecados del mundo.
Ya al comienzo de la historia
nos diste en Abel el justo

30
un modelo de vida inocente,
y en tu providencia,
a través de los siglos,
has suscitado del linaje del pueblo elegido
santos y santas de eminentes virtudes:
brilla entre todas, la hija de Sion
la Santísima Virgen María. De su vientre virginal nació
tu Verbo hecho hombre para la salvación del mundo,
Jesucristo nuestro Señor.
Esplendor de tu santidad, oh Padre,
se hizo pobre para enriquecernos
y tomó la apariencia de siervo
para devolvernos a la libertad;
en su misterio pascual
redimió al mundo con inmenso amor, santificó su Iglesia
y la hizo partícipe de los dones del Espíritu Santo.

Y tú, oh Padre, con la voz misteriosa del mismo Espíritu has atraído a
innumerables hijos para seguir a Cristo el Señor
y a dejar todo para adherirse generosamente a ti
en un eterno pacto de amor
y dedicarse al servicio de los hermanos.

Mira, Padre, a estos escogidos tuyos;


infunde en ellos el Espíritu de santidad,
para que puedan cumplir con tu ayuda
lo que por tu don han prometido con alegría.
Siempre contemplen al divino Maestro
y amolden sus vidas a su ejemplo.
Que brille en ellos la perfecta castidad,
una generosa obediencia, una pobreza vivida con alegría evangélica.
Te agraden por la humildad, oh Padre,
te sirven dócilmente, se adhieran a ti con todo el corazón.
Sean pacientes en las pruebas, firmes en la fe, alegres en la esperanza,
laboriosos en el amor.
31
Que su vida consagrada a ti edifique la Iglesia,
promueva la salvación del mundo y aparezca como signo luminoso de
los bienes futuros.
Sé tú para ellos, Padre Santo, apoyo y guía,
y cuando se presenten ante tu Hijo,
sé tú la verdadera recompensa
y entonces disfrutarán de haber sido fieles
a su consagración; confirmados en tu amor,
te cantarán alabanzas eternas
en la asamblea de los santos.
Por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

II
Oh Dios, por tu don la santidad florece en la Iglesia:
a ti Padre la alabanza de toda criatura.
Al principio de los tiempos
has creado un mundo hermoso y feliz
y cuando fue desfigurado por el pecado de Adán,
le diste la promesa
de un cielo nuevo y una tierra nueva.
Has confiado la tierra al hombre
para hacerla fecunda con su propio trabajo
y por los caminos del mundo
dirigiese sus pasos a la ciudad del cielo.
A tus hijos que por el Bautismo
has reunido en la Iglesia,
distribuiste una gran variedad de carismas, para que algunos te sirvan
en la santidad del matrimonio y otros, renunciando al matrimonio por
el reino de los cielos, compartan todos sus bienes
con los hermanos
y unidos en la caridad sean un solo corazón
y ofrezcan una imagen de la comunidad celestial.
32
Te rogamos humildemente, oh Padre:
envía tu Espíritu a estos hijos tuyos, que se han adherido fielmente al
Evangelio de Jesucristo
siguiendo las huellas de San Luis María de Montfort.
Totalmente dedicados a ti por amor,
estén atentos a las necesidades de la Iglesia,
generosos en el servicio a tu pueblo santo.
Siempre a tu disposición,
estén listos, como los apóstoles,
para soportar todo con Cristo y por Cristo.
Abandonados a la providencia,
sean verdaderos hijos de la Virgen María
entregándose con amor a su cuidado maternal.
Tú, que llevas en tu corazón el nombre
de los consagrados a tu servicio, concede
a estos amados siervos tuyos la gracia
de la caridad fraterna, la alegría de la fidelidad
y la fuerza en la prueba, para que,
terminada su carrera aquí, puedan gustar la bienaventuranza de tu
descanso en la santa Jerusalén del cielo. Por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Abrazo fraterno

78. Después de la bendición solemne, los nuevos profesos se levantan. Luego, el presidente expresa
la incorporación perpetua de los nuevos profesos al Instituto, diciendo:

Queridos hermanos, ahora hacen parte de la familia


de los Misioneros de la Compañía de María y de
ahora en adelante todo será común entre nosotros.
Que el abrazo que intercambiamos sea signo de
nuestra fraternidad.
Cada uno de los nuevos profesos intercambia un abrazo con el presidente y todos los hermanos
profesos, mientras se canta la siguiente antífona con el Salmo 132 u otro cántico adecuado. Antífona:

33
Qué bueno es y qué dulce que los hermanos vivan juntos.
79. Los nuevos profesos regresan a sus lugares y la Misa continúa con el canto del ofertorio.

LITURGIA EUCARÍSTICA

80. Mientras se realiza el canto del ofertorio, algunos recién profesos pueden llevar el pan, el vino y
el agua al altar para el sacrificio eucarístico.

81. En las Plegarias Eucarísticas se puede hacer el recuerdo de los nuevos profesos como se indica
en su lugar en el Misal Romano.

82. El presidente, si lo considera oportuno, también puede intercambiar el signo de la paz, en la forma
habitual, también con cada uno de los nuevos profesos.

83. Una vez que el presidente ha comulgado con el Cuerpo y la Sangre del Señor, los nuevos profesos
se acercan al altar para recibir la comunión que se les puede dar bajo ambas especies. Los padres,
familiares, hermanos y, a juicio del Ordinario, todos los presentes en la celebración pueden recibir la
Eucaristía de la misma forma.

RITOS DE CONCLUSIÓN

84. Al final de la oración después de la comunión, los nuevos profesos se dirigen al altar y el
presidente, con los brazos extendidos sobre ellos y sobre el pueblo, puede decir una de las siguientes
fórmulas:
I
El presidente:
Dios, inspirador de santos propósitos, les ilumine y fortalezca,
para que cumplan fielmente sus promesas.

Todos: Amén.

El presidente:
Que les conceda caminar en el gozo de Cristo la vía estrecha que
han elegido sirviendo a sus hermanos con dedicación.

Todos: Amén.

El presidente:
Que el amor de Dios haga de ustedes una verdadera familia,
reunida en el nombre del Señor, signo e imagen de la caridad de
Cristo.

Todos: Amén.

34
El presidente:
Y sobre todos ustedes que han participado en esta santa liturgia,
descienda la bendición del Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espíritu Santo.

Todos: Amén.

II

El presidente:
Dios Padre, que suscita varones de su diestra
para realizar sus designios de misericordia,
les bendiga y proteja siempre.

Todos: Amén.

El presidente:
Cristo, Sabiduría eterna y crucificada,
Les enseñe, cada dia, a dar testimonio
de su Evangelio.

Todos: Amén.

El presidente:
El Espíritu Santo
que descendió sobre los apóstoles
reunidos con María en el Cenáculo,
mantenga vivo en ustedes el fuego de la misión.

Todos: Amén.

El presidente:
Y sobre todos ustedes
que han participado en esta santa liturgia,
descienda la bendición del Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espíritu Santo.

Todos: Amén.

35
36
RENOVACIÓN DE LOS VOTOS DURANTE LA
MISA
85. La renovación de los votos, requerida por la legislación canónica y nuestras Constituciones, puede
realizarse durante la Misa.

86. El rito de renovación de los votos debe realizarse con la máxima sencillez.
87. Se dice la Misa del día o Misa ritual de renovación de votos. Sin embargo, si se produce el Triduo
Pascual, una solemnidad, un domingo de Adviento, Cuaresma, Pascua, Miércoles de Ceniza, un día
de Semana Santa y la octava de Pascua, el 2 de noviembre, se dice la Misa del día (cfr n. 9).

88. El superior recibe la renovación de los votos y preside la celebración eucarística.

LITURGIA DE LA PALABRA

89. Las lecturas pueden elegirse de la Misa del día o de los textos propuestos en el Leccionario ritual
(cfr nn. 98-161).
Cuando no es posible decir la propia Misa ritual, siempre se puede tomar una lectura del Leccionario
para la profesión religiosa, excepto en el Triduo Pascual, en las solemnidades, los domingos de
Adviento, Cuaresma, Pascua, Miércoles de Ceniza, un día de Semana Santa y de la octava de Pascua,
2 de noviembre (cfr n. 10).
El Credo, si lo prescribe la liturgia del día, se dice después de la oración universal u oración de los
fieles.

90. Después del Evangelio, se tiene la homilía en la que el presidente ilustra tanto las lecturas bíblicas
como el valor y la gracia de la vida religiosa.

RENOVACIÓN DE LOS VOTOS

Oración

91. Terminada la homilía y tras un breve silencio de meditación, el presidente invita a los presentes
a pedir la ayuda divina con estas u otras palabras similares:

Queridos hermanos,
oremos a Dios, nuestro Padre
que siempre realiza sus designios de misericordia,
para que acompañe el camino de estos hijos suyos,
que hoy frente a la Iglesia
renuevan su profesión religiosa.
Y todos oran durante algún tiempo en silencio.
37
Entonces el presidente dice:

Mira con bondad, oh Señor,


a estos hijos tuyos, que en tu providencia llamaste a la
perfección evangélica; para que continúen con dedicación
generosa y constante el camino emprendido con tanto
entusiasmo. Por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Renovación de la profesión

92. Al final de la oración, dos hermanos de votos perpetuos se acercan al presidente y, de pie, actúan
como testigos.
Aquellos que deben renovar sus votos se acercan uno a uno al presidente y le dicen la fórmula de la
profesión. Al final colocan en el altar la fórmula de la profesión.

Oración universal

93. El rito de renovación de votos concluye con la oración universal u oración de los fieles. El
formulario se puede componer sobre el modelo del esquema que aquí se muestra, a partir del cual
pueden elegir libremente aquellas intenciones que considere más adecuadas o proponer otras
debidamente preparadas.

Queridos hermanos,
dirijamos nuestras oraciones a Dios Padre
por su santa Iglesia, por la paz y la salvación del mundo, por nuestra
familia misionera
y por estos hermanos, que hoy han renovado sus votos.
R/. Escúchanos, Señor.

- Por nuestro Papa N. y todos los obispos,


para que fieles al ministerio apostólico
alimenten con la palabra
y guíen a todo el rebaño de Cristo con amor bondadoso,
Oremos. R/.

- Por la paz y la salvación del mundo,


para que todos los religiosos
sean mensajeros y obreros de la paz de Cristo,
Oremos. R/.

38
- Por nuestros hermanos N. N.,
para que su consagración religiosa
dé frutos auténticos de santidad y celo
para una evangelización renovada,
Oremos. R/.

- Por nuestros hermanos N. N.,


para que en su vida pobre, casta y obediente,
muestren la fecundidad de la Iglesia,
sean amigos y servidores de los pobres,
y atraigan a los que están lejos
al suave yugo de Cristo,
Oremos. R/.

- Por todos los aquí presentes,


para que con la oración y el ejemplo
seamos luz y levadura del mundo,
a imitación de san Luis María de Montfort,
Oremos. R/.

Oh Dios, principio de toda santidad,


escucha las oraciones de esta familia consagrada a ti
y por intercesión de la Santísima Virgen María,
nuestra madre y reina,
bendice y protege a estos hijos tuyos,
para que cumplan fielmente, con tu ayuda,
lo que por tu don han prometido.
Por Cristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
LITURGIA EUCARÍSTICA

94. Mientras se realiza el canto del ofertorio, los religiosos que han renovado los votos pueden llevar
el pan, el vino y el agua al altar para el Sacrificio Eucarístico.

95. El presidente, si lo considera oportuno, también puede intercambiar el signo de la paz, de la forma
habitual, con cada uno de los religiosos que hayan renovado sus votos.

96. Después de que el presidente ha comulgado el Cuerpo y Sangre del Señor, los profesos se dirigen
al altar para recibir la comunión, que también se les puede dar bajo ambas especies.

39
40
EN EL VIGÉSIMOQUINTO O QUINCUAGÉSIMO
ANIVERSARIO DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA

97. Cuando no haya celebraciones enumeradas en la « Lista de los días litúrgicos » en los nn. 1-11,
se puede celebrar la Misa para el vigésimoquinto o quincuagésimo aniversario de la profesión
religiosa contenida en el Misal Romano, con las lecturas elegidas del Leccionario para la profesión
religiosa.

Cuando no se permite esta Misa, se puede elegir una lectura entre las propuestas en el Leccionario
para la profesión religiosa si no hay celebraciones entre los núms. 1-9 de la « Lista de los días
litúrgicos ».

41
42
LECTURAS BÍBLICAS
Las lecturas aquí indicadas se encuentran íntegramente en el Leccionario para las Misas rituales.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO


98. Gn 12, 1-4a
Sal de tu tierra, de tu parentela.
En aquellos días, el Señor le dijo a Abram ...
v. 4 hasta el Señor.

99. 1 Sam 3, 1-10


Habla, Señor, porque tu siervo te escucha.
En aquellos días, el joven Samuel servía al Señor ...

100. 1 Reyes 19, 4-9a.11-15a


Aguarda al Señor en el monte.
En aquellos días, caminó Elías por el desierto ...
El v. 9 hasta la entrada de la caverna.
El v. 15 hasta de Damasco.

101. 1 Reyes 19, 16b.19-21


Eliseo se levantó y marchó tras Elías.
En aquellos días, el Señor le dijo a Elías: « Unge a Eliseo ...

102. Ct 2, 8-14
Levántate, amada mía, y ven.
La voz de mi Amado ...

103. Ct 8, 6-7
El amor es fuerte como la muerte.
Ponme como un sello ...

104. Is 44,1-5
Pertenezco al Señor.
Ahora escucha, Jacob ...

105. Is 61, 9-11


Desbordo de gozo en el Señor.
La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones ...

106. Jer 31, 31-37


Una nueva alianza
He aquí que vendrán los días ...

43
107. Os 2, 14.19-20 (Heb 16.21-22)
Me casaré contigo en matrimonio perpetuo.
Esto dice el Señor: «Yo la cortejaré …

SALMOS RESPONSORIALES
108. Sal 23, 1-2, 3-4ab, 5-6
R. Este es el grupo que busca tu presencia, Señor.

109. Sal 26, 1, 4, 5, 8b-9abc, 9d y 11


R. Tu rostro buscaré, Señor.

110. Sal 32, 2-3, 4-5, 11-12, 13-14, 18-19, 20-21


R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

111. Sal 33, 2-3,4-5,6-7,8-9 O bien:


10-11,12-13,14-15,17 y 19
R. Bendigo al Señor en todo momento.
O bien:
R. Gusten y vean qué bueno es el Señor.

112. Sal 39, 2 y 4ab, 7-8a, 7-8b-9, 10-12


R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

113. Sal 44, 11-12, 14-15, 16-17


R. Mi alegría es el Señor
O bien:
R. ¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!

114. Sal 62, 2, 3-4, 5-6, 8-9


R. Exulto de alegría en tu presencia, Señor.

115. Sal 83, 3,4,5-6a y 8a, 11,12


R. ¡Qué admirables son tus moradas, Señor!
O bien:
R. Dichosos los invitados a las bodas del Cordero.

116. Sal 99, 2,3,4,5


R. Te damos gracias, oh Dios, por el don de tu amor.
O bien:
R. Sirvan al Señor con alegría.

DEL NUEVO TESTAMENTO


117. Hechos 2, 42-47
Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común.

44
Los hermanos eran constantes en escuchar...

118. Hechos 4, 32-35


Un solo corazón y una sola alma.
En el grupo de los creyentes todos pensaban ...

119. Rom 6, 3-11


Andemos en una nueva vida.
Hermanos, los que por el bautismo nos incorporamos ...

120. Rom 12, 1-13


Presenten sus cuerpos como hostia viva, santa y agradable a Dios.
Hermanos los exhorto, por la misericordia de Dios, ...

121. 1 Cor 1, 22-31


La sabiduría de la cruz es una locura para los paganos; para nosotros es el poder de
Dios.
Anunciamos a Cristo crucificado ...

122. 1 Cor 7, 25-35


El célibe se preocupa de los asuntos del Señor.
Hermanos, respecto al celibato, no tengo órdenes ...

123. Efesios 1, 3-14


Dios nos eligió en la persona de Cristo para que seamos santos e inmaculados ante
Él por el amor.
Bendito sea Dios, Padre ...

124. Fil 2, 1-4


Manténganse unánimes y concordes, con un mismo amor.
Hermanos, si quieren darme el consuelo de Cristo ...

125. Fil 3, 8-14


Todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.
Hermanos, todo lo estimo pérdida ...

126. Col 3, 1-4


Aspiren a los bienes de arriba, no a las de la tierra.
Hermanos, ya que han resucitado con Cristo ...

127. Col 3, 12-17


Por encima de todo, el amor que es el ceñidor de la unidad consumada.
Hermanos, como pueblo elegido de Dios ...

128. 1 Tes 4, 1-3,7-12


Esta es la voluntad de Dios, su santificación.
Hermanos, les rogamos ...
v. 3 hasta sino sagrada.
45
129. 1 Pe 1, 3-9
No han visto a Jesucristo, y lo aman.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo ...

130. 1 Jn 4, 7-16
Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros.
Queridos, amémonos unos a otros ...

131. Apoc 3, 14b.20-22


Cenaremos juntos.
Habla el testigo fidedigno y veraz, el Amén …

132. Apoc 22, 12-14.16-17.20


¡Ven, Señor Jesús!
Yo, Juan, escuché una voz que me decía: « Mira, llego en seguida …

CANTO AL EVANGELIO
133. Sal 132,1
Vean: qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos.

134. Mt 11, 25
Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has revelado los misterios del reino a la gente sencilla.

135. Cfr Mt 19, 28.29


Ustedes que dejaron todo por mí y por el Evangelio,
recibirán ciento por uno y heredarán la vida eterna.

136. Cfr Mt 25, 1.6


Mantengan encendida la lámpara de la fe
y reaviven la llama del amor: llega el Esposo.

137. Cfr Lc 11, 27.28


Dichosos los que acogen la semilla de la Palabra:
serán generadores de vida incorruptible.

138. Lc 11, 28
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios
y la observan.

139. Jn 14, 23
Si alguno me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

140. Jn 15, 5

46
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos, dice el Señor;
el que permanece en mí y yo en él, da mucho fruto.

141. 2 Cor 8, 9
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por ustedes,
para que se hicieran ricos con su pobreza.

142. Cfr Gal 2, 19a-20a


Estoy crucificado con Cristo
y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí.

143. Gal 6, 14
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz del Señor,
en la cual el mundo está crucificado para mí,
y yo para el mundo.

144. Cfr Fil 3, 8.9


Todo lo estimo pérdida y todo lo dejo atrás,
con tal de ganar a Cristo.

145. Cfr 2 Tes 2, 14


Dios nos escogió como primicia de la salvación,
llamándonos a participar de la pasión y de la gloria
de nuestro Señor Jesucristo.

EVANGELIO
146. Mt 5, 1-12a
Bienaventurados ... Alégrense y regocíjense.
En aquel tiempo, Jesús viendo la muchedumbre …

147. Mt 11, 25-30


Has ocultado estas cosas a los sabios y se las has revelado a los sencillos.
En aquel tiempo, Jesús exclamó ...

148. Mt 16, 24-27


El que pierda su vida por mí, la encontrará.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ...

149. Mt 19, 3-12


Hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos.
En aquel tiempo, unos fariseos se acercaron a Jesús ...

150. Mt 19, 16-26


Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes y luego sígueme.
En aquel tiempo, se acercó a Jesús ...

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151. Mt 25, 1-13
¡Que llega el esposo, salgan a recibirlo!
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: « El reino de los cielos se
parece a diez vírgenes ...

152. Mc 3, 31-35
El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos ...

153. Mc 10, 24b-30


Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: « Hijos, ...

154. Lc 1, 26-38
Aquí está la sierva del Señor.
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios ...

155. Lc 9, 57-62
El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no es apto para el Reino de
Dios.
En aquel tiempo, mientras iban de camino ...

156. Lc 10, 38-42


Marta lo recibió en su casa, María ha escogido la mejor parte.
En aquel tiempo, Jesús entró en una aldea ...

157. Lc 11, 27-28


Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.
En aquel tiempo, una mujer alzó la voz diciendo ...

158. Jn 12, 24-26


Si el grano de trigo muere, da mucho fruto.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: « En verdad, en verdad les digo ...

159. Jn 15, 1-8


El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: « Yo soy la vid verdadera ...

160. Jn 15, 9-17


Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: « Como el Padre me ha amado ...

161. Jn 17, 20-26


Este es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo.
En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, Jesús oró diciendo: « Padre santo, no
solo por ellos ruego …

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INDICE

DECRETO
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................... 5
INICIACIÓN A LA VIDA RELIGIOSA ...................................................................................................... 9
PROFESIÓN TEMPORAL DURANTE LA MISA ................................................................................... 15
PROFESIÓN PERPETUA DURANTE LA MISA..................................................................................... 23
RENOVACIÓN DE LOS VOTOS DURANTE LA MISA ........................................................................ 37
EN EL VIGÉSIMOQUINTO O QUINCUAGÉSIMO ANIVERSARIO DE LA PROFESIÓN
RELIGIOSA .................................................................................................................................................. 41
LECTURAS BÍBLICAS ............................................................................................................................... 43
INDICE........................................................................................................................................................... 49

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