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“EL hombre es espejo para el hombre” Merleau-Ponty!9 El organismo habla de Ia especie, el cuerpo habla de la persona. El cuerpo nace entre cuerpos, siempre mas de uno. El organismo nace en las entrafias de otro organismo y en muchos casos, a pesar del cuerpo. El organismo guarda en su memoria Ja sabiduria de millones de afios, de “cuando los hombres se ca- saban con los animales”. El cuerpo esta sometido y sostenido por la coyuntura cultural. El organismo tiene memoria genética, el cuerpo, recuerdo de su génesis. Al respecto dice Sara Paii “La memoria del cuerpo es distinta de la memo- ria del organismo por cuanto esta tiltima tiene que ver con la reproduccién de los caracteres heredita- rios y las disposiciones que de ellos se desprenden.” Los cambios producidos en apenas dos décadas con relacién al cuerpo no lo son con relaci6n al orga- 19. Merleau-Ponty, Maurice, BI ojo y el espfrite, Buenos Aires, Paidés, 1977. 35 nismo. Es propio de lo humano la construccién de} cuerpo, que no nos es dado. Si bien cada cuerpo es unico y original, en altima instancia el cuerpo es pro. ducto cultural, y la cultura tiende a producir un destj. no comun. Dice J. Piaget en Biologia y conocimiento: «Ja novedad de la especie humana es la trans- mision exterior o educativa por oposicion a la here- ditaria o interna, la cual ha podido engendrar a las civilizaciones.” Es de destacar que cuando me refiero al cuerpo estoy designando un fendmeno de materialidad (visi- ble y tangible), predominio de lo externo, imposible de existir sin lo interno en el amplio sentido del tér- mino. Tampoco me refiero a una imagen, sino a algo de lo cual se puede tener una imagen. En este sentido aclara S. Pain: “La reproducci6n por el cuerpo es la de las mime- sis, la que duplica al otro en un juego de espejo, aun antes de que se instale cualquier imagen de propte- dad yoica. El organismo se domestica, se acostumbra, se me- idica; el cuerpo se ensaya, se equivoca, se corrige, laprende,’20 20. Pain, Sara, 1 ) Alves, Nueva ‘vidoes tnconsctente. La funcién de ta ignorancia I, BX Podriamos decir, siguiendo a Sara Pain, que sien el organismo sa Posible pensar un acto de domestica. cién, en cambio en el cuerpo es Posible la rebelin, Muchisimos Bestos nacen cuando se Pprohibe la pala- bra, y si €stos también se prohiben, la mirada toma el lugar del discurso. Por otro lado, la medicacién hace fondo en el or- ganismo, el cuerpo en cambio no se medica; aunque recibe el efecto sobre su funcionamiento, no altera el valor de su funcionalidad. El organismo permanece mudo, salvo en situa- ciones especiales, como por ejemplo cuando emite sefiales de respuestas ante situaciones de alerta (taqui- cardia, sudoraci6n, etc.). Cuando el organismo res- ponde con un llamado, el cuerpo se acomoda, pone en funcionamiento recursos propios, que difieren se- gin la historia personal del sujeto: se queda quieto, lentifica sus movimientos, se coloca en situacién de relax, o hasta puede sonreir si quiere ocultar lo que le pasa. Es posible pensar que en algunas ocasiones “el cuerpo miente”, a pesar de que la verdad palpite en las entrafias del organismo. El cuerpo traduce en sig- nos las sefiales de lo organico. La mano que se atreve por primera vez a tocar el fuego es la mano del cuerpo, la que la retira sibita- mente es la mano del organismo. Pero para que la ma- no del cuerpo se atreva a tocar el fuego, debe haber fogoneros y calderas, prohibiciones y tentaciones. El organismo en este caso huiria del fuego hasta el lugar donde sélo recibiera el calor. La curiosidad 37 del cuerpo que toca el fuego no busca la necesidad pri- maria de regular su temperatura descendida por el me- dio ambiente, busca explorar el mundo, aun a costa de quemarse. De todo gesto del cuerpo, cenizas quedan, El cuerpo prende el fuego, el organismo se aleja de él, Pero, siempre, es un otro esencial quien enciende el fuego del cuerpo en el organismo humano. Hasta aqui intentamos diferenciar el o1gantsmo del cuerpo, y el saber del conocer, para delimitar el objeto de estudio de la psicomotricidad. Todo recor- te del conocimiento implica una limitacion, la espe- cialidad limita el campo de experiencia y de conoci- miento. Algunos pueden comprender la especializacion como un lugar de jerarquia, de amplitud de conoci- mientos con relacién al ser humano; la especializa- ci6n restringe el campo de accién-y todo especialista que busque operatividad en su tarea debe poder con- textuar su mirada restringida en un campo de genera- lizacion mas amplio. Al decir que a la psicomotricidad le interesa el cuerpo, como estructura aprendida, como producto del vinculo y la relacion, no queremos marcar desinte- rés por el organismo. Al campo del saber sobre el or- ganismo, le cabrian interrogantes de jerarquia similar al campo del saber sobre lo inconsciente. Lamentable- mente no es éste el sentimiento reinante en los profe- sionales de la salud, sean éstos médicos o psicdlogos. La desvalorizaciOn del psiquismo, del cuerpo o del or- 38

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