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El Misterio del

Arrepentimiento
es el Misterio en el cual el creyente admite sus pecados ante
el Sacramento
Dios en presencia de un sacerdote y recibe a través del sacerdote
el perdón de los pecados igual que si fuera de parte del mismísimo
Señor Jesucristo.
de la Confesión
Jesucristo dio a los Apósto-
les,
les y por medio de ellos a todos
los sacerdotes,
sacerdotes el poder de perdo-
nar los pecados:
pecados «Recibid el Espíri-
tu Santo. Si de alguno perdonareis
los pecados, perdonados le son; si
de alguno retuviereis, retenidos le
son» (Jn. 20: 22-23).
Incluso Juan el Bautista, al
preparar al pueblo para recibir al
Salvador, predicó «el bautismo pa-
ra remisión de los pecados. Y salía
a él toda la región de Judea y to-
dos los jerosolimitanos, y eran
bautizados por él, confesando sus
pecados» (Mc. 1: 4-5).
Tras haber recibido este po-
der de parte del Señor, los Apósto-
les realizaron el Misterio de la
Confesión: «Y muchos de los cre-
yentes venían, confesando y refi-
riendo sus prácticas» (Hech. 19:18).
El perdón de los pecados (absolución) mediante la confesión
requiere estar en paz con todo el prójimo, tener una sincera con-
trición por los pecados cometidos, confesarse y tener la firme de-
terminación de corregir la propia vida y fe en el Señor Jesucristo
y esperanza en su misericordia.
En ciertos casos se pone una epitimia (palabra griega que signi-

el Misterio del
fica “prohibición” o “restricción”) al creyente arrepentido, la
cual consiste en un acto piadoso o alguna privación dirigida a ven-
cer un hábito pecaminoso.

Arrepentimiento
Diócesis de Buenos Aires, Sudamérica y Centroamérica en la Iglesia Ortodoxa
Iglesia Ortodoxa Serbia
Arrepentíos, pues cerca está el Reino de los Cielos. (Mt. 4:17)

ORACIÓN PREVIA A LA CONFESIÓN


Para decir ante el padre espiritual confesor:

Yo, varón pecador, confieso al Señor Dios Pantocrátor, Uno en la Trinidad


Santa, a la Purísima Virgen María Madre de Dios, a mi santo ángel de la
guarda, a todos los santos y a ti, padre espiritual mío, todos mis pecados.

Luego, has tu confesión, delante de tu padre espiritual, el sacerdote vivo, de todos tus
pecados que puedas recordar y rememorar. Posteriormente lee:

Por todos estos y por todos mis demás pecados conocidos y desconoci-
dos, estoy entristecido de corazón, porque a mi buen Dios he afligido e
irritado contra mí, me arrepiento tristemente y prometo con la ayuda de
Dios mejorar mi vida. Por esto mismo humildemente te pido, oh padre es-
piritual mío, una salvífica epitimiá y absolución.

Para la gloria de la Santa, Consubstancial, Vivificadora e Indivisible Trinidad del


Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La presente edición pretende ser una ayuda al neófito
ortodoxo para aprender a reconocer sus pecados, arrepentirse de ellos y confesarse de la
mejor manera posible, a fin de obtener abundante conmiseración, remisión de los peca-
dos y gracia salvífica de nuestro Señor Dios y Salvador Jesucristo. La introducción fue
tomada enteramente de la obra Estas verdades que sostenemos - La Santa Iglesia Orto-
doxa: Su Vida y Enseñanzas, del Monasterio de San Tijon, 1986); los Salmos fueron cote-
Empero, si no os arrepintiereis pereceréis todos del mismo modo. (Lc. 13:5) jados con La Biblia Griega, Tomo III “Libros Poéticos y Sapienciales” y La Septuaginta en
Así habrá más regocijo en el cielo sobre un pecador arrepentido, que sobre español de Guillermo Jünemann, mientras que para el resto de las citas bíblicas se utilizó
noventa y nueve rectos, que no tienen necesidad de arrepentimiento. (Lc. esta última; la sección de Los Mandamientos de Dios y de La oración previa a la Confe-
15:7) sión, que corresponden al Libro de Oración Ortodoxo “Svit” (pág. 97-111), y la sección de
las Post-cena Menores y del Canon de Arrepentimiento a nuestro Señor Jesucristo fueron
traducidas íntegramente del eslavo eclesiástico de acuerdo al Léxicon Palæoslovénico-
Græco-Latinum de Franz Von Míklosich, apoyándose en las mejores traducciones al
ÍNDICE inglés; el Examen previo a la Confesión, por su parte, apareció en inglés en la publicación
EL MISTERIO DEL ARREPENTIMIENTO ······································ 2 del Monasterio de Jordanville The Shepherd Vol. XVI, N° 6, Marzo de 1996, pág. 12-17; y,
por último, la contratapa pertenece al capítulo 4 “La Fe cristiana” de la parte IV de la ver-
LOS MANDAMIENTOS DE DIOS ················································ 4 sión inglesa de la Ley de Dios del Arcipreste de bendita memoria Serafín Slobodskoy
EXAMEN PREVIO A LA CONFESIÓN ·········································· 7 (pág. 474-475). Fue realizada por el señor Matías Falagán, en la ciudad de San Antonio
POST-CENA MENORES·························································· 13 Oeste (provincia de Río Negro, República Argentina), en el año 7525 desde la Creación
CANON DE ARREPENTIMIENTO A NTRO. SEÑOR JESUCRISTO · 22 del mundo, en el 2016 desde la Natividad según la carne de Dios Verbo, indicción 24, del
mes de Abril.
ORACIÓN PREVIA A LA CONFESIÓN ······································· 30
justos y todos los santos, que rogáis al Señor por todo el mundo, para que
tenga piedad de mí en la hora de mi muerte.

Y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Theotoquio: Oh Madre de Dios, auxíliame a mí que en ti potentemente EL MISTERIO DEL ARREPENTIMIENTO


espero; suplica a tu Hijo que me estatuya57 a mí, indigno, a su diestra, El Sacramento del Arrepentimiento se desarrolló tempranamente en la historia de
cuando se siente a juzgar a los vivos y a los muertos. Amén. la Iglesia de la época de las persecuciones de los siglos III y IV, cuando mucha gente,
cediendo ante las amenazas de los perseguidores, apostataba y se separaba de la Iglesia.
Oración posterior al Cánon La apostasía era considerada un pecado muy serio; muchos sostenían la posición extrema
de que los mencionados no pudieran ser recibidos nuevamente en la Iglesia durante el
Soberano Cristo Dios, que por medio de tu Pasión has sanado mis transcurso de sus vidas, mientras que otros sostenían que los se que habían desviado
debían ser rebautizados, es decir, que sus pecados debían ser purificados por un segundo
pasiones y por medio de tus llagas has curado mis llagas, concédeme a
bautismo. Prevaleció, con el paso del tiempo, la moderación y se desarrolló una disciplina
mí que mucho he pecado contra Ti lágrimas de compunción. Transforma penitencial, el Sacramento del Arrepentimiento, adquiriendo el significado de Segundo
mi cuerpo con el aroma de tu Cuerpo vivificante y endulza mi alma con tu Bautismo; por esta razón se lo contó particularmente entre los Sacramentos de la Iglesia.
venerable Sangre de la amargura de la que el enemigo me ha abrevado58. Tras el fin de las persecuciones, el Sacramento del Arrepentimiento subsistió, a fin
Extolle59 mi mente a Ti, bajamente rebajada, y álzame de la pira de la per- de que para los pecados cometidos después del Bautismo, se pudiera obtener el perdón y
el pecador se reconciliara con la Iglesia. Este Sacramento actúa también como una cura
dición, porque no tengo arrepentimiento, no tengo compunción, no tengo para la sanación del alma, puesto que el Sacerdote también confiere consejo espiritual al
lágrimas consoladoras, que llevan a los niños60 a tu heredad. Se ha Penitente.
oscurecido mi mente por pasiones de la vida61, no puedo elevar la mirada Ya que todos los pecados no son solamente contra Dios, sino también contra el
hacia Ti en dolencia. No puedo calentarme con lágrimas de amor hacia Ti. prójimo, la confesión y la disciplina penitencial de la Iglesia primitiva era un asunto comuni-
tario y tenía lugar públicamente ante la totalidad de la comunidad Cristiana local. Con el
Pero oh Soberano Señor Jesucristo, Tesoro de bienes, dame arrepen- paso del tiempo, sin embargo, la Confesión ha devenido en una acción privada entre el
timiento totalmente perfecto y un corazón amante del trabajo62 en busca Sacerdote y el Penitente, y el Sacerdote tiene prohibido revelar a cualquier tercero de qué
de Ti. Dame tu gracia y renueva en mí la forma63 de tu imagen. Te he es lo que se ha enterado en la Confesión.
abandonado; no me abandones a mí. Sal en busca de mí y álzame a tu Antiguamente, antes de comenzar la Confesión, se indicaba leer una serie entera
pastura y anumérame64 a las ovejas de tu escogida grey. Nútreme junto de Salmos de los cuales se preserva el Salmo 50 en el rito actual, conociéndoselo bajo el
nombre de Salmo Penitencial. Luego, el Sacerdote lee ciertas oraciones, la primera de las
con ellos de la hierba de tus Divinos Misterios. Por medio de las oraciones cuales rememora al Rey David, quien se arrepintió ante el Profeta Natán cuando causó la
de tu Purísima Madre y de todos tus santos. Amén. muerte de Urías, esposo de Betsabé a quien David amaba. Tras haber sido amonestado
por Natán, David confesó: “¡He pecado contra el Señor!”. Al oír el arrepentimiento de Da-
vid, Natán proclamó el perdón de Dios: “También el Señor ha apartado tu pecado; no mo-
rirás, no” (2 Sam. 12:13).
Después de esto, comienza la segunda parte del propio Sacramento de la Confe-
sión, antes del cual el Sacerdote se describe a sí mismo solamente como testigo, al estar
Cristo invisiblemente ante el Penitente. La Confesión misma consta de las preguntas for-
muladas por el Sacerdote al Penitente con respecto a sus pecados, su actitud hacia la Fe,
sus tentaciones carnales, pensamientos y palabras. Los pensamientos se considera que
son el principio del pecado, de acuerdo a las palabras del Salvador, porque al hablar del
adulterio, por ejemplo, dice: “Yo, empero, os digo que todo aquel que mirare mujer para
57 codiciarla, ya ha fornicado con ella en su corazón (Mat. 5:28). Aquí el Sacramento de la
Establezca. Confesión ayuda a revelar dichos pensamientos y a luchar contra los que les secundan.
58
Dado de beber. Luego de la Confesión, el Sacerdote, si lo considera necesario, puede imponer una
59
Alza, exalta. epitimia (penalidad), pero no es una parte esencial del Sacramento y frecuentemente se
60
A tus hijos, de un modo muy amoroso. omite. Tras ésta, el Sacerdote recuesta su Epitrajílion (estola) sobre la cabeza del Peniten-
61
Terrenales, vanas.
62
Diligente.
63
Semejanza.
64
Súmame.

29 2
te y dice la Oración de Absolución, que difiere en las prácticas rusa y griega. En la práctica ¿Cómo puedo no llorar cuando pienso en la muerte? Pues he visto en el
griega, el Sacerdote dice: “Cuantoquiera que hayas dicho a mi humilde persona y cuanto- sepulcro yaciendo a mi hermano, sin gloria e infigurable54 . Así que, ¿qué
quiera que hayas fallado en decir, ya sea por ignorancia u olvido, cuantoquiera que sea,
que Dios te perdone en este mundo y en el próximo... No tengas más angustia; ve en paz. puedo aguardar y en qué puedo esperar? Sólo dame, oh Señor, arrepen-
La formula eslava de absolución, que introdujo Pedro Moghyla, Metropolita de Kíev, y que timiento antes del fin. (2 veces)
adoptó la Iglesia Rusa en el siglo XVIII, es la siguiente: “Que nuestro Señor y Dios Jesu-
cristo, por medio de la gracia y compasiones de su amor a la humanidad, te perdone a ti, Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
hijo mío (nombre) todas tus transgresiones. Y yo, indigno Sacerdote, por medio del poder
que me ha sido dado por Él, te perdono y absuelvo de todos tus pecados”. Creo, como vendrás a juzgar a los vivos y a los muertos, y a todo con-
En la Iglesia antigua no todos los sacerdotes tenían el derecho de escuchar las
Confesiones; a Confesores especiales, a menudo monjes experimentados, se les confiaba sistirás55 en orden, a ancianos e infantes, soberanos y príncipes, vírgenes
esta responsabilidad. Desde el siglo XVI, sin embargo, se aceptó que todos los sacerdotes y sacerdotes. ¿Dónde me encontraré yo? Por eso te exclamo: Dame, oh
pudieran ser confesores una vez que hubieran alcanzado la edad madura. En muchos Señor, arrepentimiento antes del fin.
monasterios un monje experimentado que no era siquiera Sacerdote frecuentemente era
el Confesor (tal era la práctica de muchos lugares del Monte Athos), pero siempre se en- Y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
viaba el Penitente con el Sacerdote para recibir la Absolución Sacramental. En la actuali-
dad también existe la costumbre de que la persona bautizada comience a recibir este Sa-
cramento cuando llega a la edad de discernimiento moral, usualmente en torno a los seis Theotoquio: Purísima Theotokos, acepta mi indigna oración y res-
o siete años. El Arrepentimiento es la Vía al Reino de los Cielos. guardárme de la súbita muerte; y dame arrepentimiento antes del fin.
Dios, que lee el corazón del hombre, no sólo conoce nuestros asuntos cotidianos,
sino también nuestros pensamientos e intenciones. Todo le es de pleno conocimiento. En ODA 9
respuesta al pecado, nuestro Señor Jesucristo dice: “Arrepentíos, pues cerca está el Re-
ino de los Cielos” (Mat. 3:2). Así que espera de parte de nosotros una fe verdadera y sin- Irmós: A los hombres no les es posible ver a Dios, a quien ni los órdenes
cera y un arrepentimiento verdadero y sincero. Pero ¿qué significa el arrepentimiento y de ángeles se atreven a mirar. Por medio de ti, empero, Todapura, apare-
qué clase de arrepentimiento es agradable a Dios y sirve para nuestra salvación?
Arrepentirse significa estar completamente consciente de nuestros pecados, de ció a los hombres el Verbo encarnado, al que magnificamos con el celes-
nuestras iniquidades y de sus consecuencias de todo lo que es pernicioso para el hombre, tial ejército bienaventurándote.
de todo lo que insulta a Dios y nos excluye de su amor, de todo lo que genera discordia en
la vida familiar, en la sociedad y de todo lo que perturba la paz y tranquilidad del alma. Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
Cuando nos volvemos conscientes de nuestro estado pecaminoso y nos consideramos a
nosotros mismos en falta ante Dios, entonces nuestro corazón se apena y se llena de con- Troparios:
trición. Esta sincera contrición, de acuerdo a San Pablo, es la tristeza que, según Dios,
produce un arrepentimiento imperturbable para salvación (2 Cor. 7:10), es decir, el arre-
Ahora a vosotros he recurrido, santos ángeles, arcángeles y todos los po-
pentimiento verdadero. Las lágrimas de contrición son los únicos medios para purificar el
alma, a fin de que resurja, se torne limpia, luminosa, alegre y capaz de realizar buenas deres celestiales, que están ante el trono de Dios: rogad a vuestro Crea-
obras y de alcanzar la perfección. dor que libre a mi alma del tormento eterno.
San Juan dice que si confesáremos nuestros pecados, [Dios] es fiel y justo, para
perdonarnos de todo pecado y purificarnos de toda injusticia (1 Juan 1:9). No es fácil, sin Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
embargo, confesar, no es fácil enlutarnos de nuestras propias iniquidades; porque cada
uno de nosotros tiene el sentimiento del orgullo y, a veces, también un corazón áspero y
pétreo que interfiere con la sinceridad de nuestro arrepentimiento ante Dios. La oración, el
Ahora, llorando, a vosotros he recurrido, santos patriarcas, reyes, profe-
ayuno y el perdón mutuo, no obstante, ablanda nuestros endurecidos corazones y dispone tas, apóstoles y santificados56, y a todos los electos de Cristo: auxiliadme
nuestras almas al verdadero arrepentimiento. Luego, en el Sacramento del Arrepentimien- en el momento del juicio, para que salve a mi alma del poder del enemigo.
to, podemos sin ninguna vergüenza ni temor, confesar a nuestro Padre Confesor nuestros
pecados con fe, para que no permanezca en nosotros nada vil ni impuro que pueda inter- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
ferir con nuestro esfuerzo de duración vitalicia en obtener junto a todos los Santos el an-
helado Reino de los Cielos.
Ahora a vosotros elevo las manos, santos mártires, ayunadores, vírgenes,
justos y todos los santos, que rogáis al Señor por todo el mundo, para que
54
Impresentable.
55
Pondrás.
56
Obispos glorificados santos, de todas las dignidades, incluso la de patriarca.

3 28
arrepiéntete exclamando: Señor, ten piedad de mí, pecador.
ODA 7

Irmós: Así pues un Ángel roció el horno de los reverenciables52 jóvenes.


A los caldeos, empero, consumió el mandato de Dios, persuadiendo al
martirizador a clamar: Bendito eres, oh Dios de nuestros padres.

Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí. LOS MANDAMIENTOS DE DIOS
Troparios: El primero y mayor mandamiento:

No esperes, alma mía, en la riqueza corruptible y en la colecta injusta. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y
Pues no sabrás a quién remitir todo ello. Sino exclama: Ten piedad, oh con toda tu mente.
Cristo Dios, de mí, indigno.
El segundo es igual al primero:
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No esperes, alma mía, en tu salud física, y en tu velozmente preterible53
belleza. Pues ves, tanto al poderoso como al niño, morir. Sino exclama: (Mateo 22: 37-39)
Ten piedad, oh Cristo Dios, de mí, indigno.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE DIOS
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
1. Yo soy el Señor, tu Dios. No tendrás otros dioses más que Yo.
Acuérdate, alma mía, de la vida eterna, del Reino Celestial preparados 2. No te harás ídolo de todo cuanto hay arriba en el cielo, de cuan-
para los santos, y las tinieblas exteriores y la ira de Dios para los malos to hay abajo en la tierra y de cuanto hay en las aguas debajo de la tierra.
y exclama: Ten piedad, oh Cristo Dios, de mí, indigno. 3. No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano.
4. Recuerda el día sabático para santificarlo. Seis días obrarás1 y
Y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. harás (en ellos) toda tu obra. En el día séptimo, empero, es el sábado
(reposo) al Señor tu Dios.
Theotoquio: Póstrate, alma mía, ante la Madre de Dios, y ruégale, pues 5. Honra a tu padre y a tu madre, para que te sea el bien y te sea
es veloz auxiliadora de los que se arrepienten, que ruegue al Hijo, Cristo la largura de días2.
Dios, y tenga piedad de mí, indigno. 6. No asesinarás.
7. No harás adulterio.
ODA 8
8. No hurtarás.
Irmós: Desde la llama efundiste rocío a los reverenciables y el sacrificio 9. No testimoniarás contra tu otro3 falso testimonio.
del justo quemaste por medio del agua. Pues todo haces, oh Cristo, igual 10. No codiciarás la mujer (esposa) de tu propio3, no codiciarás la
a lo que deseas. A ti exaltamos por todos los siglos. casa de tu prójimo ni su legado, ni su siervo ni su sierva, ni su buey ni su
jumento, ni todo cuanto sea de tu prójimo.
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
LAS TRES VIRTUDES
Troparios:
Fe, esperanza y amor.
52 1
Literalmente, prepodobnii significa hiper decoroso, decorosísimo. Pero proviene del Trabajarás.
2
término griego osios, que significa santo respecto a la dignidad de ser reverenciado. Larga vida.
53 3
Que pasa rápidamente. Prójimo.

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4
LOS SIETE SANTOS MISTERIOS O SACRAMENTOS de las tentaciones, a tu puerto tranquilo corro y te exclamo: Alza de la cor-
rupción mi vida, oh Multiconmiserativo.
1. Bautismo.
2. Unción con crisma4. Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
3. Comunión.
4. Arrepentimiento. Troparios:
5. Sacerdocio.
La vida en la tierra pródigamente he vivido y al alma a tinieblas he traído.
6. Matrimonio.
Ahora pues te ruego, oh conmiserativo Soberano, libértame de esta es-
7. Santificación5 con oleo.
clavitud del enemigo y dame el discernimiento de hacer tu voluntad.
LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
1. Sabiduría.
¿Quién hace tales cosas como yo? Pues como puerco yaciendo en la
2. Entendimiento, discernimiento.
porquería, así también yo sirvo al pecado. Pero Tú, oh Señor, arráncame
3. Consejo.
de esta execración y dame el corazón de hacer tus mandamientos.
4. Fortaleza.
5. Ciencia. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
6. Buena veneración6.
7. Temor de Dios. Exsúrgete51, hombre miserable, a Dios, y acordándote de tus transgre-
siones, póstrate ante tu Creador, lagrimeando y gimiendo, como Él mismo
LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
es misericordioso, te dará la mente de hacer su voluntad.
1. Amor.
Y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
2. Regocijo.
3. Paz. Virgen Theotokos, resguárdame del mal visible e invisible, oh Purísima, y
4. Longanimidad. acepta mis oraciones y entrégaselas a tu Hijo, para que me dé el ánimo
5. Bondad. de hacer su voluntad.
6. Misericordia.
7. Fidelidad. Señor, ten piedad (tres veces).
8. Mansedumbre.
9. Continencia. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Y ahora y siempre, y por los
siglos de los siglos. Amén.
LAS BIENAVENTURANZAS DE LA LEY
Contaquio: Oh alma mía, ¿por qué te has enriquecido de pecados? ¿Por
1. Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los qué haces la voluntad del diablo? ¿En qué depositas tu voluntad? Cesa
Cielos. ello y conviértete a Dios con llanto, y clama: Oh misericordioso Señor, ten
2. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. piedad de mí, pecador.
3. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
4. Bienaventurados los hambrientos y sedientos de rectitud, por- Ikos: Piensa, alma mía, en la amarga hora de la muerte y en el sufriente
que ellos serán saciados. juicio de tu Creador y Dios. Pues los ángeles terribles te cogerán, oh
5. Bienaventurados los conmiserativos, porque ellos obtendrán pi- alma, y en el fuego eterno te introducirá. Así pues, antes de tu muerte,
4 51
Crismación, llamada Confirmación por los latinos. Levántate.
5
Unción.
6
Piedad en el sentido devocional.

26
5
busca el Reino de Dios. edad.
6. Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a
Y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. Dios.
7. Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos
Theotoquio: Oh Señora Theotokos, ten piedad de mí, pecador, y en las de Dios.
virtudes fortaléceme y escóltame, para que la súbita muerte no me arre- 8. Bienaventurados los perseguidos por causa de la rectitud, por-
bate no estando preparado. Y llévame, oh Virgen, al Reino de Dios. que de ellos es el Reino de los Cielos.
ODA 5 9. Bienaventurados sois cuando os injurien y persigan, y digan to-
da clase de mal contra vosotros por mi causa, mintiendo. Regocija-
Irmós: Con tu divina luz, oh Bondadoso, alumbra las almas de los mati- os y alegraos, porque vuestra recompensa es mucha en los Cielos.
nadores49, te suplico, para que te conozcan a Ti, oh Verbo de Dios, Dios (Mateo 5: 3-12)
verdadero, que nos llamas desde las tinieblas del pecado.
LAS SIETE OBRAS EXTERNAS DE CONMISERACIÓN
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
1. Dar de comer a los hambrientos.
Troparios: 2. Dar de beber a los sedientos.
3. Vestir a los desnudos.
Recuerda, hombre miserable, cómo a mentiras, calumnias, robo, enfer- 4. Introducir en casa a los peregrinos7.
medades, feroces fieras... por tus pecados te has esclavizado. Oh alma 5. Visitar a los enfermos.
mía pecadora, ¿es lo que acaso has deseado? 6. Ir a ver a los que están en prisión.
7. Sepultar a los muertos.
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
LAS SIETE OBRAS ESPIRITUALES DE CONMISERACIÓN
Me tiemblan los miembros, pues con todos ellos he hecho culpa: con los
ojos al mirar, con las orejas al escuchar, con la lengua al hablar mal- 1. Corregir a los pecadores.
dades, llevando a todo mí mismo a la gehena. Oh alma mía pecadora, 2. Educar a los ignorantes.
¿es lo que acaso has deseado? 3. Aconsejar bien a los dubitativos.
4. Rogar a Dios por la salvación del prójimo.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
5. Consolar a los tristes.
Al pródigo y al ladrón arrepentido has recibido, oh Salvador. Yo solo, 6. Sobrellevar las injusticias con paciencia.
empero, me he gravado50 por la pereza pecadora y a las malas obras me 7. Perdonar todas las injurias con sujeción.
he esclavizado. Oh alma mía pecadora, ¿es lo que acaso has deseado?
LOS SIETE PECADOS MORTALES
Y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. 1. Soberbia.
2. Amor a la plata8.
Theotoquio: Maravillosa y veloz auxiliadora de todos los hombres, Madre
3. Lujuria.
de Dios, auxíliame a mí, indigno, pues mi alma pecadora lo desea.
4. Ira.
ODA 6 5. Gastromargia9.
6. Envidia.
Irmós: Al contemplar el mar de la vida suscitando en vano la tempestad 7. Acedia10.
49 7
Los que madrugan para comenzar con la observancia religiosa antes del alba. Acoger a los forasteros.
50 8
Me he impuesto una carga, un peso. Ambición.
9
Gula, glotonería tanto de la comida como de la bebida, especialmente la alcohólica.

25 6
Theotoquio: Ey, nos llama, oh Señora, tu Hijo, y nos enseña en el bien.
Yo, empero, pecador, del bien perpetuamente huyo. Pero tú, oh conmis-
erativa, ten piedad de mí, para que me arrepienta de mis malas obras.

Señor, ten piedad (tres veces).


EXAMEN PREVIO A LA CONFESIÓN
Sedalio, tono 6: Pienso en el día terrible y lloro por mis obras malignas.
11
LAS CUATRO COSAS PARA TENER FRESCAS EN LA MEMORIA ¿Qué responderé al Rey Inmortal o con cuál audacia me atreveré a mirar
hacia arriba en el Juicio, yo, pródigo? Oh Padre entrañablemente bueno,
La muerte. Hijo Unigénito y Espíritu Santo, ten piedad de mí.
El Juicio de Dios.
El Reino de los Cielos. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Y ahora y siempre, y por los
La Gehena12. siglos de los siglos. Amén.
Cualquiera que se esté preparando para la confesión debe pedirle a Dios que le Theotoquio: Coligado ahora con multitud de cadenas de pecados, y con-
ayude a decidirse a contar sus pecados. El penitente debe prepararse para la confesión y stringido por pasiones feroces y fatídicas, a ti recurro, salvación mía, y
ordenar sus pensamientos en relacíón a sus pecados al menos un día antes de la confe-
sión. Lo más valorable a los ojos de Dios es la confesión del pecado que más nos pesa en clamo: Auxíliame, oh Virgen Madre de Dios.
la consciencia.
Las preguntas listadas están destinadas a ayudar al cristiano ortodoxo a exami- ODA 4
narse a sí mismo y a identificar los síntomas de sus enfermedades espirituales; no deben
tomarse como alguna clase de test para verificar cuán bien estamos obrando como si Irmós: Cristo es mi poder, Dios y Señor. La honorable Iglesia divinamente
hubiera cierta "calificación para aprobar". Ante la perfección de Dios, siempre erraremos. le canta, exclamando de pensamiento puro, festejando en el Señor.
Es por esa razón que, como fieles cristianos, nos arrojamos a la misericordia del Señor y
no confiamos en nuestra propia rectitud.
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
Recordad que nuestros pecados nunca pueden pesar más que el amor de Dios
hacia nosotros. Aunque parezcamos haber fallado en relación a todos los puntos mencio-
Troparios:
nados arriba y peor aun, no debemos perder el corazón sino confesar nuestro pecados sin
pudor, debemos arrepentirnos de los males que hemos hecho, determinarnos a corregir-
nos y recibir el remedio que nuestro confesor sea guiado a darnos. Lo más importante de Lato es el camino aquí e idoneo para hacer dulzuras47, ¡pero amargo será
todo: debemos asegurarnos de la bendición de Dios que dichos esfuerzos nos traerán. en el último día cuando el cuerpo del alma se separe! Cuídate de ellas,
También es apropiado leer sobre el viaje de Santa Teodora a los peajes aéreos hombre, por causa del Reino de Dios.
dado que aportará otra perspectiva del pecado en la vida de la persona y quizás le permita
al lector a arrepentirse aun en un mayor grado.
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
Pecados contra Dios
¿Por qué injurias a los pobres? ¿Por qué retienes la remuneración del
† ¿Le rezas a Dios a la mañana y a la noche y antes y después de las asalariado? ¿Por qué no amas a tu hermano? ¿Por qué persigues la
comidas? prodigalidad y la soberbia? Abandona, pues, esto, alma mía, y arrepié-
ntete por causa del Reino de Dios.
† ¿Has permitido que tus pensamientos vaguen durante la oración?
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
† ¿Has apresurado o atropellado tus oraciones? ¿o mientras leías en la
iglesia? ¡Oh hombre demente! ¿Hasta cuándo te infijarás48 como abeja, coligiendo
tu riqueza? Pronto, pues, se perderá como polvo y cenizas. Pero mejor
10 46
Desidia. Tristeza y pereza que derivan en el incumplimiento de los deberes. Antes de que llegue el fin de la vida, igual que llega el fin del día solar cuando oscurece.
11 47
No forman parte del cuestionario, sino del capítulo anterior, que también es un examen. Para generar pasiones y para hacerse (entregarse) a las pasiones.
12 48
El Hades, el Infierno como lugar de sufrimiento post-mortem. Clavarás obstinadamente.

7 24
mis obras amargamente. † ¿Has apresurado o atropellado tus oraciones? ¿o mientras leías en la
iglesia?
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
† ¿Lees las Escrituras diariamente? ¿Lees otros libros espirituales regu-
Demente43, miserable hombre, en la ociosidad tu tiempo estás perdiendo. larmente?
Piensa en tu vida y conviértete al Señor Dios, y llora por tus obras amar-
gamente. † ¿Has leído libros cuyo contenido no sea ortodoxo o incluso anti-
ortodoxo, o espiritualmente dañino?
Y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
† ¿Has pronunciado el nombre de Dios sin reverencia, bromeando?
Theotoquio: Madre de Dios Purísima, circunspeccióname44 a mí, peca- ¿Has pedido la ayuda de Dios antes de comenzar cada actividad?
dor, líbrame de la red del diablo y guíame al camino del arrepentimiento,
para que llore por mis obras amargamente. † ¿Te has hecho la señal de la Cruz descuidadamente, insensatamente?
¿Has jurado? ¿Has murmurado contra Dios?
ODA 3
† ¿Has pecado por olvidar a Dios?
Irmós: No hay santo como Tú, oh Señor Dios mío, que has exaltado el
cuerno45 de tus fieles, oh Bondadoso, y nos has fortalecido en la piedra † ¿Has sido flojo en asistir a la iglesia?
de tu confesión.
† ¿Has consagrado siquiera parte de las fiestas, particularmente los Do-
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí. mingos y las Doce Grandes Fiestas, a Dios?
Troparios:
† ¿Has hecho tu mejor esfuerzo en asistir a la iglesia en esos días? ¿o
los has pasado más pecaminosamente que los días comunes?
Cuando colocados estén los tronos en el juicio terrible, entonces las obras
de todos los hombres se argüirán. Ay de los pecadores, al tormento serán
† Si no pudiste asistir a la iglesia por alguna razón, en todo caso ¿has
despachados. Y conociendo esto, alma mía, arrepiéntete de tus malas
obras. intentado dedicar parte de esos días a la oración y a lectura espiritual?

† ¿Te has unido en oración con gente que no es de tu confesión o asisti-


Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
do a sus servicios de adoración?
Los justos se regocijarán, mas los pecadores llorarán. Entonces nadie
podrá ayudarnos, sino que nuestras obras nos juzgarán. Antes de que † ¿Has guardado los ayunos?
entenebrezca46 el fin, arrepiéntete de tus malas obras.
† ¿Te has comportado irreverentemente en la iglesia, ante el clero o los
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. monjes?

Ay de mí, gran pecador, que por obras y pensamientos me he contamina- † ¿Has reído, hablado o dado vueltas innecesariamente en la iglesia, así
do. Ni bruma de lágrimas tengo, a causa de mi dureza de corazón. Ahora también distrayendo a otra gente de la oración?
asciéndete de la tierra, alma mía, y arrepiéntete de tus malas obras.
† ¿Vestías modestamente y de manera apropiada cuando estuviste en la
Y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. iglesia?
43
Insensato.
44
Mira en mi alrededor y en torno de mí.
45
Poder, fortaleza.

23 8
† ¿Has tratado de prestar atención reverente a las lecturas, himnos y
oraciones en la iglesia?

† ¿Te has esforzado por rezar junto con el servicio, persignándote, etc.,
o más bien has estado parado y soñando de día?

† ¿Te has preparado anticipadamente para los servicios, buscando las


lecturas de las Escrituras, asegurándote de que dispones de los textos
para seguir el servicio, etc., especialmente si el servicio será en un
idioma que no entiendes bien?

† ¿Alguna vez has salido de la iglesia después de terminar los Servicios


Divinos, en particular después de recibir los Santos Misterios, y has
participado inmediatamente de conversaciones sobre cuestiones trivia-
les y así olvidado las bendiciones y gracias que habías recibido?
CANON DE ARREPENTIMIENTO
† ¿Te has avergonzado de tu Fe o de la señal de la Cruz en presencia
de otros? A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Tropario al todoconmiserativo Salvador
† ¿Has hecho demostraciones de tu devoción?
Inspeccionando desde las alturas, al recibir a los pobres, visítanos a no-
† ¿Has utilizado tu Fe Ortodoxa o sus enseñanzas meramente para inti-
sotros, afligidos por el pecado. Soberano todoconmiserativo, por las ora-
midar o menospreciar a otros?
ciones de la Theotokos, da a nuestras almas gran conmiseración.
† ¿La has utilizado como escudo o excusa para tus propias insuficien-
ODA 1
cias en lugar de para humillarte?
Irmós: Cuando por tierra seca caminó Israel, por el abismo40 pisó, viendo
† ¿Has creído en sueños, en la adivinación, la astrología, los signos u
al perseguidor Faraón sumergido41 —acusemos a Dios un himno de victo-
otras supersticiones?
ria— clamaron: Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
† ¿Das gracias al Señor por todas las cosas? Troparios:

† ¿Has dudado alguna vez de la Providencia de Dios con respecto a ti? Ahora me aproximo yo, pecador y cargado42, a Ti, Soberano y Dios mío.
Empero no me atrevo a mirar al Cielo. Sólo ruego, diciendo: Dame, oh
† ¿Al menos tratas de percibir su propósito en todas las cuestiones que Señor, el ánimo de que llore por mis obras amargamente.
te sobrevienen?
Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí.
Pecados contra el prójimo
¡Oh, ay de mí, pecador! Soy más miserable que todos los hombres. No
† ¿Respetas y obedeces a tus padres? hay arrepentimiento en mí. Dame, oh Señor, lágrimas para que llore por
40
Que contiene las aguas del Mar Rojo.
41
Ahogado.
42
Pesado.

9 22
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los si- † ¿Los has ofendido con rudeza o contradicción?
glos de los siglos. Amén. Señor, ten piedad (x 3).
(Las dos últimas se aplican también a sacerdotes, superiores, docentes y ancianos)
Señor Jesucristo, Hijo de Dios, por las oraciones de tu purísima Madre, de
† ¿Has insultado a alguien?
nuestros santos y teóforos35 padres, y de todos los santos, ten piedad de
nosotros y sálvanos porque eres bueno y Amante de la humanidad. † ¿Has discutido o peleado con alguien? Has golpeado a alguien?
Oh Dios, debilita36, remite y perdona mis pecados voluntarios e involunta- † ¿Eres siempre respetuoso con la gente anciana?
rios, de palabra y de obra, con conocimiento y sin conocimiento, del día y
de la noche, de la mente y del pensamiento. Perdóname todos ellos por- † ¿Te enojas, eres mal humorado o irritable en algún momento?
que eres bueno y Amante de la humanidad.
† ¿Has llamado a todos por su nombre? ¿Empleas lenguaje grosero?
A los que nos odian y a los que nos injurian, perdónalos, oh Señor Aman-
te de la humanidad. Beneficia a los que nos benefician. A nuestros her- † ¿Has ridiculizado a alguien que fuera discapacitado, pobre, anciano o
manos y parientes concédeles lo que pidan para su salvación, y la vida que estuviera de alguna manera en desventaja?
eterna. A los que están en enfermedad visítalos y otórgales la cura. A los
que están en los mares, dirígelos. Camina junto con los caminantes37. A † ¿Has albergado malos sentimientos, animadversión u odio contra al-
los que nos sirven y se conmiseran de nosotros, dales la remisión de sus guien?
pecados. De los que nos han preceptuado38, indignos, para que roguemos
por ellos, ten piedad según tu gran conmiseración. Acuérdate, oh Señor, † ¿Has perdonado a los que te ofendieron?
antes39 de nuestros padres y hermanos dormidos en la Fe y hazlos des-
† ¿Has pedido perdón a quienes ofendiste?
cansar, en donde resplandezca la luz de tu rostro. Acuérdate, oh Señor,
de nuestros hermanos cautivos, y líbralos de toda circunstancia adversa. † ¿Estás en paz con todos?
Acuérdate, oh Señor, de los que fructifican y realizan buenas obras en tus
santas iglesias, y dales lo que pidan para su salvación y la vida eterna. † ¿No has ayudado al necesitado cuando podrías haberlo hecho?
Acuérdate, oh Señor, de tus humillados, pecadores e indignos siervos, e
ilumina nuestra mente con la luz del discernimiento de Ti, y condúcenos † ¿Has asistido a enfermos y/o ancianos cuando te pidieron que lo hici-
por la senda de tus mandamientos, por medio de las oraciones de nuestra eras?
Purísima Soberana, la Theotokos y siempre Virgen María, y de todos tus
santos, porque eres bendito por los siglos de los siglos. Amén. † ¿Has manifestado amabilidad y atención hacia todos, recordando que
Dios espera sólo tal actidud de tu parte?

† ¿Has golpeado animales sin causa, has sido cruel con ellos o negli-
gente con los que estaban bajo tu cuidado?

† ¿Has robado algo?

† ¿Has tomado o usado las cosas de otras personas sin pedírselas?


34
Protección.
35 † ¿Has conservado dinero o cosas que te prestaron y no las has de-
Portadores de Dios.
36
Porque son fuertes, o bien, “ablanda”, porque son duros.
37
Viaja con los que están en viaje.
38
Mandado.
39
Antes de todo, en primer lugar.

21 10
vuelto? innumerables transgresiones, me convierta al arrepentimiento y me mani-
fieste como realizador experimentado de sus mandamientos. Y, como
† ¿Has malgastado el tiempo o recursos de tus empleadores? ¿Has eres conmiserativa, misericordiosa y bien amorosa31, siempre estés pre-
tomado cosas de tu trabajo para tu uso propio, has utilizado el teléfono sente conmigo; y en la presente vida sé ferviente presidenta32 y auxiliado-
u otros bienes de la empresa para tus propios propósitos sin permiso o ra, repeliendo las incursiones de los adversarios y guiándome a la salva-
reposición? ción, y en el momento de mi partida cuidando de mi miserable alma y
alejándome de las tenebrosas vistas de los malvados demonios; finalmen-
† ¿Eres obstinado y siempre intentas hacer las cosas a tu manera? te, en el sufriente día del juicio librándome del tormento eterno y mostrán-
dome heredero de la gloria inefable de tu Hijo y Dios nuestro. Y que al-
† ¿Has sido desconsiderado con los sentimientos de otras personas?
cance todo esto, oh Soberana mía, santísima Theotokos, por medio de tu
† ¿Has tratado de tomar revancha contra los que te han ofendido?
conciliación y amparo, por la gracia y amor a la humanidad de tu Hijo
Unigénito, nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo, al que corresponde
† ¿Has albergado resentimiento? ¿Has traicionado a alguien? toda gloria, honor y adoración, junto con su Padre sin principio y su Santí-
simo, Bueno y Vivificador Espíritu, ahora y siempre, y por los siglos de los
† ¿Has murmurado o chismeado? siglos. Amén.

† ¿Has dicho cosas que no son verdad? Oración a Nuestro Señor Jesucristo, de Antioco monje

† ¿Has juzgado o condenado a otros? Y concédenos, oh Soberano, al irnos a dormir, el descanso del alma y el
cuerpo, y resguárdanos de los tenebrosos sueños pecaminosos y de las
† ¿Has hecho el esfuerzo, antes de aproximarte a la confesión, de oscuras y nocturnas voluptuosidades; mitiga las propensiones a las pasio-
reconciliarte con todos? nes, apaga los dardos de fuego del maligno lanzados dolosamente contra
nosotros, aplaca los levantamientos33 de nuestra carne y todo pensamien-
Pecados contra uno mismo to terrenal y material nuestro adormece. Y concédenos, oh Dios, una
mente vigilante, una inteligencia prudente, un corazón sobrio, un sueño
† ¿Has sido orgulloso? ¿Te jactas de tus habilidades, logros, familia, liviano, y exceptúanos de toda satánica fantasía. Levántanos, empero, en
contactos o riquezas? el momento de la oración, afirmados en tus mandamientos y en el recuer-
do de tu juicio, teniéndolo firmemente arraigado en nosotros. Concédenos
† ¿Te consideras digno delante de Dios? que toda la noche cantemos tu gloria, y entonemos, bendigamos y glorifi-
quemos tu venerabilísimo y magnífico nombre, del Padre, del Hijo y del
† ¿Eres vanidoso y ambicioso? ¿Intentas ganarte elogios y gloria? Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
† ¿Soportas fácilmente cuando te culpan, regañan o tratan injusta- Gloriosísima siempre Virgen María, Madre de Cristo Dios, lleva nuestras
mente? ¿Piensas demasiado sobre cómo luces, tu apariencia externa oraciones a tu Hijo y Dios nuestro, para que por medio de Ti salve nues-
y la impresión que generas en los demás? tras almas.
† ¿Has pecado de pensamiento, palabra u obra, por una mirada u Oración de San Joaniquio el Grande
ojeada, o de algún otro modo contra el séptimo mandamiento?
(Adulterio, fornicación, cualquier tipo de relación sexual extramatrimo- Mi esperanza es el Padre; mi refugio, el Hijo; mi cobertura34, el Espíritu
nial con otros, masturbación, participar en actos sexuales antinatu- Santo. Oh Trinidad Santa, gloria a Ti.
rales, fantasear, pornografía, etc.)
31
Bien dispuesta.
32
La que esté delante de mí, la que interceda por mí.
33
Rebeliones.

11 20
glos de los siglos. Amén. † ¿Le has envidiado algo a alguien? ¿Has estado demasiado suscepti-
ble?
Más venerable que los querubines y más gloriosa sin parangón que los
serafines, a ti que sin vituperio has parido a Dios Verbo, substancial Theo- † ¿Has sido perezoso? ¿Has realizado tus deberes con entusiasmo?
tokos, te magnificamos.
† ¿Has malgastado tu tiempo, energía o habilidades en cosas que no
Por las oraciones de nuestros santos padres, oh Señor Jesucristo, Dios son provechosas para el alma?
nuestro, ten piedad de nosotros.
† ¿Te has vuelto obsesivo de algo? ¿Has estado deprimido o apático?
Amén.
† ¿Has tenido el pensamiento de suicidarte?
En las noches dominicales de la Gran Cuaresma se dice aquí la oración de San Efrén el
Sirio: † ¿Has lanzado alguna maldición contra ti mismo u otros, o les has de-
seado el mal, por ser impaciente?
Señor y Soberano de mi vida, no me des la ociosidad, la acedia, el amor a
la expectación28 ni la murmuración (postración). † ¿Tienes debilidad por el alcohol? ¿Has bebido demasiado o te has
Un espíritu de castidad, humildad, paciencia y amor concédele a tu siervo vuelto dependiente de la bebida?
(postración).
Sí, Señor Rey, concédeme que vea mis propias transgresiones y no juz- † ¿Has consumido drogas que no sean medicinas necesarias? ¿Has fu-
gue a mi hermano, porque bendito eres por los siglos de los siglos. Amén mado?
(postración).
Oh Dios, purifícame a mí, pecador/a (postración) (doce veces). Y ten pie- † ¿Has mirado demasiada televisión o de manera indiscriminada? ¿Te
dad de mí. has entregado a otros pasamientos similares que malgasten tu tiempo
y energía y puedan haberte hecho algún daño?
Oración suplicatoria a la Santísima Theotokos del monje Pablo el Sirio
† ¿Has sido glotón o avaro, ya sea con respecto a la comida u otras per-
Oh impoluta, inescandalosa, invituperable, purísima, casta Virgen, oh So- tenencias?
berana Esposa del Bueno, que uniste al Logos29 de Dios a la humanidad
por medio de tu gloriosísimo engendramiento y parto, y la naturaleza † ¿Has comido por preocupación o depresión, y no porque tuvieras ham-
apóstata de nuestro género humano has enlazado a la celestial, que de bre? ¿Te has acostumbrado a comer entre comidas?
los desesperanzados eres la única esperanza, la auxiliadora de los com-
batientes, la siempre lista defensora de los que se apresuran a acudir a ti † ¿Has sido exigente con tu comida, o derrochador de comida, olvidando
por socorro y el refugio de todos los cristianos. No me abomines a mí, pe- que muchísimas personas se hallan sin la nutrición apropiada? ¿Has
cador, corrompido por corruptos pensamientos, palabras y obras, que me sido extravagante? ¿Has sido derrochador?
han hecho totalmente inútil, y por la ociosidad de la mente me he vuelto
† ¿Te preocupas y buscas primero la salvación de tu alma, la vida espiri-
esclavo de los placeres de la vida. Pero como eres la Madre del Dios
tual y el Reino de Dios o has antepuesto consideraciones terrenales en
Amante de la humanidad, manifiesta tu amor a la humanidad y sé miseri-
primer lugar?
cordiosa conmigo, pecador y pródigo, y acepta mi oración que te ofrezco
desde mis labios contaminados, y suplica a tu Hijo y nuestro Soberano y † ¿Hay algún otro pecado que le pese a tu consciencia o que estés aver-
Señor, haciendo uso de tu maternal audacia, que me abra también a mí gonzado de contar?
las entrañas de su amor a la humanidad y gracia, y, desestimando30 mis
28
Pasión por la vana curiosidad y por la ambición.
29
Verbo, Palabra permanente y eterna de Dios; Segunda Persona de la Santa Trinidad.
30
No tomando en cuenta.

19 12
Amén.

Si el templo de nuestra parroquia está dedicado al Señor o a la Theotokos, el tropario del


templo se dice primero, luego el tropario del día y por último “Dios de nuestros padres…”,
etc. Si el templo está dedicado a un santo, el tropario del día se dice primero, luego el del
templo y por último “Dios de nuestros padres…”, etc.

Señor ten piedad.


Dios de nuestros padres que siempre actúas con nosotros según tu man-
sedumbre, no remitas tu conmiseración de nosotros, sino que por medio
POSTCENA MENORES de sus oraciones dirige nuestras vidas en paz.

Este oficio monástico, que se sirve después de la cena, antes de retirarse a las celdas, y
En todo el mundo con la sangre de tus mártires, tanto en púrpura como
que completa o finaliza la jornada monástica (de ahí su nombre en latín), es el mejor mar- en lino fino, tu Iglesia está adornada. Por medio de ellos te clama, oh
co para enlazar el Canon de Arrepentimiento a nuestro Señor Jesucristo (ver pág. 22), que Cristo Dios: A tu pueblo tus compasiones haz descender. Concede tu paz
necesitamos rezar al menos una vez, la noche anterior a confesarnos, como preparación. a tu comunidad y gran conmiseración a nuestras almas.
Por las oraciones de nuestros santos padres, oh Señor Jesucristo, Dios Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
nuestro, ten piedad de nosotros. Amén.
Junto con los santos haz descansar, oh Cristo, a las almas de tus siervos,
Gloria a Ti, Dios nuestro. Gloria a Ti. en donde no hay dolor ni pena ni suspiro, sino vida eterna.
Rey Celestial, Paráclito13, Espíritu de la Verdad, que estás en todo lugar, Y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
llenándolo todo, Tesoro de bienes y Dador de vida, ven y habita en noso-
tros, purifícanos de toda contaminación, y salva, oh Bondadoso, nuestras Por las oraciones de todos los santos y de la Theotokos, danos tu paz y
almas. ten piedad de nosotros, porque eres el único compasivo.
En lugar de la oración al Espíritu Santo desde Pascua a la Ascensión:
Señor, ten piedad (40 veces). Tú que en todo momento y en toda hora, en
el cielo y en la tierra, eres adorado y glorificado, oh Cristo Dios, longáni-
Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la Muerte con la muerte,
mo, muy conmiserativo, muy entrañablemente bueno, que amas a los rec-
y otorgando la Vida a los que estaban en los sepulcros.
tos y te conmiseras de los pecadores, que a todos llamas a la salvación
por la promesa de lo bueno por venir: Tú mismo, Señor, acepta también
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 ve-
nuestras oraciones en esta hora y guía nuestra vida hacia tus manda-
ces.
mientos, santifica nuestras almas, purifica nuestros cuerpos, corrige nues-
tras meditaciones, purifica nuestros pensamientos y líbranos de toda tris-
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los si-
teza, malicia y dolencia. Circúndanos por tus santos ángeles para que,
glos de los siglos. Amén.
protegidos y encaminados por su milicia, alcancemos la unidad de la Fe y
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nues- el discernimiento de tu inaproximable27 gloria porque bendito eres por los
tros pecados. Soberano, perdona nuestras iniquidades. Santo, visítanos y siglos de los siglos. Amén. Señor, ten piedad (3 veces).
cúranos de nuestras enfermedades, por la gloria de tu nombre.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los si-
13 25
Consolador. No por su concepción, sino por su voluntad inquebrantable de permanecer sin pecar.
26
La concreta y real Deípara, la que en un tiempo y espacio determinado engendró a Dios.
27
Discernir su gloria inalcanzable, a través de las energías increadas de Dios.

13 18
ñor Vivificador, que procede del Padre, y que con el Padre y el Hijo es Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los si-
igualmente adorado y conglorificado y que habló por los profetas. Y en la glos de los siglos. Amén.
Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica. Confieso un solo bautis-
mo para la remisión de los pecados. Aguardo la resurrección de los muer- Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre. Venga
tos. Y la vida del siglo venidero. Amén. a nosotros tu Reino. Hágase tu voluntad como es en el cielo también en la
tierra. El pan nuestro suprasubstancial14 dánoslo hoy. Y remítenos nues-
En este punto, si uno se está preparando para la Confesión, debe rezar el Canon de Arre- tras deudas, así como también nosotros remitimos a nuestros deudores.
pentimiento a nuestro Señor Jesucristo; luego de la Confesión, los cánones y acázistos
correspondientes. Para alguna necesidad particular aquí se pueden rezar los cánones y Y no nos induzcas en la tentación, mas líbranos del malo.
akázistos deseados. Debe saberse que las Post-cena menores no reemplazan a las ora-
ciones vespertinas, pero que estas últimas pueden saltearse si la celeridad de la vida con- Oh Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de nosotros. Amén.
temporánea impide rezarlas. Luego, se continúa con el presente Oficio:
Señor ten piedad (doce veces).
Digno es en verdad bienaventurarte24, oh Theotokos, para siempre bien-
aventurada, inmaculadísima25 y Madre de nuestro Dios. Más venerable
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los si-
que los querubines y más gloriosa sin parangón que los serafines, a ti que
glos de los siglos. Amén.
sin vituperio has parido a Dios Verbo, substancial26 Theotokos, te magnifi-
camos.
Venid, adoremos a Dios nuestro Rey. Venid, adoremos y postrémonos
ante Cristo, nuestro Rey, Dios. Venid, adoremos y postrémonos ante el
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 ve-
mismo Cristo, nuestro Rey, Dios.
ces)
Salmo 50
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los si-
glos de los siglos. Amén. Ten piedad de mí, oh Dios, según la grandeza de tu conmiseración y
según la multitud de tus compasiones, purifica mi iniquidad. Mucho más
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nues- lávame de mis iniquidades, y de mis pecados purifícame. Porque conozco
tros pecados. Soberano, perdona nuestras iniquidades. Santo, visítanos y mi iniquidad, y mi pecado delante de mí está continuamente. Contra Ti
cúranos de nuestras enfermedades, por la gloria de tu nombre. solo he pecado y lo malo ante Ti he hecho, para que seas justificado en
tus palabras y venzas cuando seas juzgado. Pues he aquí que en iniqui-
Señor ten piedad (tres veces). dades fui concebido, y en pecados me engendró mi madre. Pues he aquí
que la verdad has amado, las cosas ignotas y ocultas de tu sabiduría me
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los si- has manifestado. Aspérgeme con el hisopo y seré limpiado. Lávame y
glos de los siglos. Amén. seré más blanco que la nieve. A mi sentido del oído le darás regocijo y
alegría. Se regocijarán los huesos que has humillado. Desvía tu rostro de
Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre. Venga mis pecados y purifica todas mis iniquidades. Un corazón puro crea en
a nosotros tu Reino. Hágase tu voluntad como es en el cielo también en la mí, oh Dios, y un espíritu recto renueva en mis entrañas. No me rechaces
tierra. El pan nuestro suprasubstancial dánoslo hoy. Y remítenos nuestras de tu faz15 y tu Espíritu Santo no me quites. Restitúyeme el regocijo de tu
deudas, así como también nosotros remitimos a nuestros deudores. Y no salvación, y con espíritu soberano afiánzame. Enseñaré a los inicuos tus
nos induzcas en la tentación, mas líbranos del malo. caminos y los impíos a Ti se convertirán. Líbrame de la culpa de sangre,
oh Dios, Dios de mi salvación; mi lengua se regocijará en tu rectitud. Oh
Oh Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de nosotros. Señor, me abrirás los labios y mi boca anunciará tu alabanza. Porque si
22 14
Quitas, remueves. Supraesencial, que está por encima de todo lo esencial, destacando la principalidad del
23
Todopoderoso, Omnipotente, en el sentido de que tiene todo el imperio y la majestad. Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo en la Divina Comunión.
24 15
Llamarte bienaventurada. Presencia.

17 14
hubieras deseado sacrificios, yo te los daría. El holocausto no te compla- tre los hombres. Te himneamos21, te bendecimos, te adoramos, te glorifi-
cerá: Sacrificios a Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humi- camos, te damos gracias por tu gran gloria. Señor Rey Celestial, Dios Pa-
llado Dios no despreciará. Beneficia, oh Señor, con tu benevolencia a dre Pantocrátor; Señor Hijo Unigénito, Jesucristo, y Espíritu Santo. Señor
Sión, y edifíquense los muros de Jerusalén. Entonces aceptarás los sacri- Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, que tolles22 el pecado del mundo,
ficios de rectitud, las anáforas16 y los holocaustos; entonces depositarán ten piedad de nosotros. Tú que tolles el pecado del mundo, recibe nuestra
becerros sobre tu altar. oración. Tú que estás sentado a la diestra del Padre, ten piedad de noso-
tros. Porque Tú eres el único Santo, Tú eres el único Señor, Jesucristo,
Salmo 69 en la gloria de Dios Padre. Amén.
En toda noche te bendigo y alabo tu nombre por los siglos y por los siglos
Oh Dios, atiende en mi ayuda. Señor, corre a ayudarme. Que se aver-
de los siglos.
güencen y se confundan los que buscan mi alma. Que se vuelvan atrás y
Señor, has sido nuestro refugio de generación en generación. Señor, ten
se avergüencen los que me desean el mal. Que se vuelvan al instante
piedad de mí, sana mi alma, porque he pecado gravemente contra ti. A ti
ruborizados los que me dicen hipócritamente «¡bien, bien!». Que se rego-
he acudido por refugio, enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi
cijen y alegren por causa de Ti todos los que te buscan, oh Dios, y que
Dios. Porque en Ti está el manantial de la vida, en tu luz veremos luz. Ex-
digan continuamente «que magnificado sea el Señor» los amantes de tu
tiende tu conmiseración a los que te conocen.
salvación. Yo, empero, soy pobre y miserable, oh Dios, ayúdame. Auxilia-
Dígnate, oh Señor, a resguardarnos en esta noche sin pecado. Bendito
dor mío y libertador mío eres Tú; Señor, no tardes.
eres, Señor, oh Dios de nuestros padres, y alabado y glorificado es tu
Salmo 142 nombre por el siglo. Amén.
Sea, oh Señor, tu conmiseración para con nosotros, porque esperamos
Señor, escucha mi oración, oye mi súplica en tu verdad, escúchame en tu en Ti. Bendito eres, Señor, enséñame tus directrices. Bendito eres, Sobe-
rectitud. Y no entres en juicio con tu siervo, porque no será justificado an- rano, hazme entender tus directrices. Bendito eres, Santo, ilumíname con
te Ti ningún ser viviente. Porque ha perseguido el enemigo mi alma, ha tus directrices.
humillado a tierra mi vida. Me ha colocado en tenebrosidades, como a los Señor, tu conmiseración es por el siglo. No desprecies la obra de tus ma-
muertos del siglo17. Y se angustió en mí mi espíritu, en mí se turbó mi co- nos. A Ti corresponde la alabanza, a Ti corresponde el himno, a Ti la glo-
razón. Recordé días arcaicos, medité en todas tus obras, en las creacio- ria corresponde, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y
nes de tus manos meditaba. Extendí hacia Ti mis manos; mi alma es co- por los siglos de los siglos. Amén.
mo tierra sedienta para Ti. Pronto, escúchame, oh Señor, ha desfallecido
mi espíritu. No desvíes tu rostro de mí, y me asemejaré a los que descien- Símbolo de la Fe
den en el lago18. Hazme oír por la mañana tu conmiseración, porque en Ti
Creo en un solo Dios, Padre Pantocrátor23, Creador del cielo y de la tierra,
he esperado. Declárame, Señor, el camino en el que he de caminar, por-
y de todo lo visible e invisible. Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigé-
que a Ti he asumido mi alma. Arrebátame de mis enemigos, Señor, por-
nito de Dios, que nació del Padre antes de todos los siglos. Luz de luz;
que a Ti he confuído19. Enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi
Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no creado; consubstan-
Dios. Tu Espíritu bondadoso me guiará en tierra recta. Por tu nombre, Se-
cial con el Padre; por quien todo fue hecho. Quien por nosotros los hom-
ñor, me vivificarás en tu rectitud. Educirás20 de la tristeza a mi alma y por
bres y para nuestra salvación descendió de los Cielos; y se encarnó del
medio de tu conmiseración desperdiciarás a mis enemigos, y perderás a
Espíritu Santo y María la Virgen, y se hizo hombre. Fue crucificado tam-
todos los aflictores de mi alma, porque yo siervo tuyo soy.
bién por nosotros en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado. Y
Gran Doxología resucitó al tercer día según las Escrituras. Y ascendió a los Cielos y está
sentado a la diestra del Padre. Y otra vez vendrá con gloria a juzgar a los
Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad entre los vivos y a los muertos y su reino no tendrá fin. Y en el Espíritu Santo, Se-
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Elevaciones. Recurrido con celeridad, como huyendo de mis enemigos.
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Antiguos, del todo olvidados. Sacarás.
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Para que no me asemeje a los que descienden al Hades. Cantamos himnos. En español se traduce desde el latín laudamus (loamos, alabamos).

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